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9 y 10 Romero
9 y 10 Romero
analiza el período conocido como "La Gran Transformación", que abarca la presidencia de
Carlos Menem en Argentina, desde 1989 hasta 1999.
En cuanto a la política social, Romero señala que la presidencia de Menem estuvo marcada
por una "ausencia de políticas redistributivas". Si bien destaca la implementación de
programas como el Plan Social Nutricional Infantil, también señala que estos programas
fueron insuficientes para hacer frente a la creciente desigualdad y la pobreza en Argentina.
Finalmente, Romero analiza la figura de Menem como líder político y destaca su habilidad
para "captar la atención de los medios y de la opinión pública", pero también señala su
"personalismo" y su "desprecio por las formas democráticas".
En general, Romero presenta una visión crítica y reflexiva sobre el período de la presidencia
de Menem, analizando tanto sus logros como sus fracasos y las consecuencias a largo plazo
de las políticas implementadas durante su mandato.
Por último, Romero reflexiona sobre el legado del menemismo y destaca que, a pesar de las
críticas y los fracasos, el gobierno de Menem "abrió un nuevo capítulo" en la historia
argentina. Según Romero, el menemismo permitió la modernización y la liberalización de la
economía argentina, y estableció un nuevo marco político que permitió la alternancia en el
poder y la consolidación de la democracia en Argentina. Sin embargo, también señala que el
menemismo dejó muchas asignaturas pendientes, como la lucha contra la pobreza, la
desigualdad y la corrupción, que aún hoy siguen siendo temas centrales en la agenda política
argentina.
En las elecciones presidenciales de 1999, Carlos Menem se presentó para un tercer mandato,
pero fue derrotado en segunda vuelta por Fernando de la Rúa, candidato de la Alianza para el
Trabajo, la Justicia y la Educación. La victoria de De la Rúa marcó el final de la era del
menemismo en la presidencia argentina.
Romero destaca que la derrota de Menem en las elecciones presidenciales fue resultado de
una combinación de factores, incluyendo la crisis económica que afectaba al país, el desgaste
político del menemismo y la falta de apoyo popular hacia Menem y su gobierno. También
señala que la victoria de De la Rúa no fue tanto una victoria del programa político de la
Alianza, sino más bien una victoria del "antimenemismo", una fuerza política que surgió en
oposición a las políticas del gobierno de Menem.
Romero destaca que la crisis que se inició en 1999 fue el resultado de una serie de factores,
como la recesión económica, la restricción del crédito internacional, la fuga de capitales, la
devaluación del peso y la implementación de políticas de ajuste fiscal. La situación llegó a su
punto crítico en diciembre de 2001, cuando el presidente Fernando de la Rúa renunció tras
una serie de protestas y disturbios populares.
A partir de ese momento, el país entró en una etapa de inestabilidad política, con la sucesión
de cinco presidentes en menos de dos años. Esta situación de incertidumbre política y
económica generó una movilización social sin precedentes en la historia argentina. Miles de
personas se manifestaron en las calles, exigiendo un cambio en la política económica y la
eliminación de las medidas de austeridad impuestas por el gobierno.
Romero critica la falta de transparencia y las consecuencias negativas del "megacanje" para la
economía argentina. Según el autor, el acuerdo no solucionó los problemas estructurales de la
economía argentina y, en cambio, generó una mayor dependencia del país respecto de los
mercados internacionales de crédito.
En general, el "megacanje" es considerado por muchos como uno de los principales factores
que contribuyó a la crisis económica y social que afectó a Argentina en 2001.
Luis Alberto Romero hace referencia al gobierno de la Alianza, coalición política que
gobernó Argentina entre 1999 y 2001.
Según Romero, la Alianza llegó al poder con el objetivo de llevar a cabo una profunda
transformación del sistema político y económico del país, pero su gestión se caracterizó por
la inestabilidad política, la falta de liderazgo y la debilidad institucional. El autor critica la
falta de una estrategia clara por parte de la Alianza para enfrentar los problemas económicos
y sociales que atravesaba Argentina en ese momento.
Luis Alberto Romero hace referencia al "escándalo del Senado" ocurrido en 2000, durante el
gobierno de la Alianza.
Además, Romero destaca la importancia del "escándalo del Senado" como un ejemplo de la
corrupción y la falta de transparencia que afecta a la política argentina y que ha generado una
profunda desconfianza en la ciudadanía hacia las instituciones políticas.
Luis Alberto Romero hace referencia a los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001, que
fueron el resultado de una crisis social, económica y política que se venía gestando en el país.
Según Romero, estos sucesos fueron el resultado de una serie de factores que habían
erosionado la confianza de la población en las instituciones políticas y económicas del país,
como la corrupción, la falta de liderazgo, la crisis económica y la pérdida de empleos y poder
adquisitivo por parte de la clase media.
Luis Alberto Romero hace un análisis de los sucesos que llevaron a la crisis de diciembre de
2001 en Argentina y cómo se intentó salir de ella.
Romero destaca que, a pesar de que la crisis fue muy grave, también permitió ciertas
oportunidades y cambios. En particular, señala que la crisis abrió la posibilidad de una
reforma política, que llevaría a la creación de nuevas instituciones y cambios en el sistema
político argentino. Además, la crisis también permitió la apertura de un debate sobre el papel
del Estado en la economía y sobre las políticas sociales.
En cuanto a la salida de la crisis, Romero sostiene que fue un proceso complejo y difícil, que
implicó un cambio de gobierno y un ajuste económico importante. En este sentido, destaca el
papel del presidente Eduardo Duhalde, quien fue elegido como presidente interino en enero
de 2002, y que llevó a cabo una serie de medidas para estabilizar la economía y mejorar la
situación social.
Entre estas medidas, Romero destaca la devaluación del peso argentino, la renegociación de
la deuda externa, la flexibilización del "corralito" bancario, y la implementación de políticas
sociales para combatir la pobreza y el desempleo.
En octubre de 2005, según Luis Alberto Romero en su capítulo 10, "Crisis y reconstrucción:
1999-2005", se llevaron a cabo elecciones presidenciales en Argentina. Estas elecciones
marcaron un punto de inflexión en la política argentina, ya que significaron el fin del período
de crisis que había comenzado en 2001.
El candidato ganador fue Néstor Kirchner, quien se presentó por el Frente para la Victoria,
una coalición de partidos políticos de centro-izquierda. Kirchner fue elegido con el 22% de
los votos en la primera vuelta, mientras que su principal oponente, el ex presidente Carlos
Menem, se retiró de la segunda vuelta al no tener posibilidades de ganar.
Romero destaca que la victoria de Kirchner fue importante porque significó un cambio en el
equilibrio de poder en la política argentina. Además, Kirchner se presentó como un candidato
que representaba una ruptura con el pasado, y prometió llevar adelante una política de
reformas económicas y sociales.