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En el capítulo 9 de "Breve historia contemporánea de la Argentina", Luis Alberto Romero

analiza el período conocido como "La Gran Transformación", que abarca la presidencia de
Carlos Menem en Argentina, desde 1989 hasta 1999.

Romero comienza el capítulo destacando la elección de Menem como un "hecho


trascendental" en la historia política argentina, debido a su "claridad en el mensaje y la
rotundidad en las promesas" que realizó durante su campaña. Sin embargo, también señala
que la gestión de Menem estuvo marcada por una gran cantidad de contradicciones, entre las
que se encuentran las políticas económicas que implementó.

En cuanto a la política económica, Romero destaca la implementación del plan de


"Convertibilidad" en 1991, que estableció una paridad fija entre el peso argentino y el dólar
estadounidense. Romero reconoce que este plan logró reducir la inflación, que había sido un
problema crónico en Argentina, pero también señala que la convertibilidad tuvo efectos
negativos a largo plazo, como la pérdida de competitividad de la economía argentina en los
mercados internacionales y la falta de flexibilidad para hacer frente a las crisis externas.

Romero también critica la política de privatizaciones llevada a cabo durante la presidencia de


Menem. Si bien reconoce que la privatización permitió al gobierno recaudar fondos y
reducir el déficit fiscal, también destaca la falta de transparencia y la corrupción en el
proceso de privatización. Según Romero, el proceso fue manejado de manera poco clara, con
poca participación ciudadana y en muchos casos con la venta de empresas a precios
subvaluados.

En cuanto a la política social, Romero señala que la presidencia de Menem estuvo marcada
por una "ausencia de políticas redistributivas". Si bien destaca la implementación de
programas como el Plan Social Nutricional Infantil, también señala que estos programas
fueron insuficientes para hacer frente a la creciente desigualdad y la pobreza en Argentina.

Finalmente, Romero analiza la figura de Menem como líder político y destaca su habilidad
para "captar la atención de los medios y de la opinión pública", pero también señala su
"personalismo" y su "desprecio por las formas democráticas".
En general, Romero presenta una visión crítica y reflexiva sobre el período de la presidencia
de Menem, analizando tanto sus logros como sus fracasos y las consecuencias a largo plazo
de las políticas implementadas durante su mandato.

En el capítulo 9 de "Breve historia contemporánea de la Argentina", Luis Alberto Romero


también analiza el fin del menemismo en la presidencia de Carlos Menem.

Romero describe el fin del menemismo como un período de "desintegración", que se


manifestó en una serie de crisis políticas, económicas y sociales que debilitaron la legitimidad
del gobierno de Menem. Entre los factores que contribuyeron al fin del menemismo, Romero
destaca la crisis económica de 1998-2002, que provocó una gran cantidad de desempleo, la
devaluación del peso y el aumento de la pobreza en Argentina.
Romero también destaca la pérdida de apoyo popular hacia el gobierno de Menem, que se
manifestó en las elecciones presidenciales de 1999, en las que Menem fue derrotado por
Fernando De la Rúa. Según Romero, la derrota de Menem fue resultado de su desgaste
político y la percepción de la sociedad argentina de que el menemismo había llegado a su fin.

Por último, Romero reflexiona sobre el legado del menemismo y destaca que, a pesar de las
críticas y los fracasos, el gobierno de Menem "abrió un nuevo capítulo" en la historia
argentina. Según Romero, el menemismo permitió la modernización y la liberalización de la
economía argentina, y estableció un nuevo marco político que permitió la alternancia en el
poder y la consolidación de la democracia en Argentina. Sin embargo, también señala que el
menemismo dejó muchas asignaturas pendientes, como la lucha contra la pobreza, la
desigualdad y la corrupción, que aún hoy siguen siendo temas centrales en la agenda política
argentina.

En las elecciones presidenciales de 1999, Carlos Menem se presentó para un tercer mandato,
pero fue derrotado en segunda vuelta por Fernando de la Rúa, candidato de la Alianza para el
Trabajo, la Justicia y la Educación. La victoria de De la Rúa marcó el final de la era del
menemismo en la presidencia argentina.

Romero destaca que la derrota de Menem en las elecciones presidenciales fue resultado de
una combinación de factores, incluyendo la crisis económica que afectaba al país, el desgaste
político del menemismo y la falta de apoyo popular hacia Menem y su gobierno. También
señala que la victoria de De la Rúa no fue tanto una victoria del programa político de la
Alianza, sino más bien una victoria del "antimenemismo", una fuerza política que surgió en
oposición a las políticas del gobierno de Menem.

En resumen, el año 1999 fue un momento de cambio en la historia política de Argentina,


marcado por el fin del menemismo y la llegada de un nuevo gobierno liderado por Fernando
de la Rúa.

Capítulo 10: Crisis y reconstrucción, 1999-2005


En el capítulo 10 de "Breve historia contemporánea de la Argentina", Luis Alberto Romero
analiza el período de crisis y reconstrucción que atravesó Argentina entre 1999 y 2005.

Romero destaca que la crisis que se inició en 1999 fue el resultado de una serie de factores,
como la recesión económica, la restricción del crédito internacional, la fuga de capitales, la
devaluación del peso y la implementación de políticas de ajuste fiscal. La situación llegó a su
punto crítico en diciembre de 2001, cuando el presidente Fernando de la Rúa renunció tras
una serie de protestas y disturbios populares.
A partir de ese momento, el país entró en una etapa de inestabilidad política, con la sucesión
de cinco presidentes en menos de dos años. Esta situación de incertidumbre política y
económica generó una movilización social sin precedentes en la historia argentina. Miles de
personas se manifestaron en las calles, exigiendo un cambio en la política económica y la
eliminación de las medidas de austeridad impuestas por el gobierno.

En este contexto, Néstor Kirchner asumió la presidencia en 2003 y lideró un proceso de


reconstrucción que buscó superar los efectos de la crisis y sentar las bases para una nueva
etapa de desarrollo económico y social. Kirchner implementó una serie de políticas
destinadas a reactivar la economía, como la renegociación de la deuda externa y la
devaluación del peso. Además, su gobierno impulsó una serie de políticas sociales para
reducir la pobreza y la desigualdad, como el Plan Jefes y Jefas de Hogar y el Programa
Familias.

Romero también destaca que el gobierno de Kirchner tuvo un papel importante en la


consolidación de una nueva coalición política que llegó a ser conocida como el kirchnerismo.
Esta coalición estaba integrada por diversos sectores de la sociedad, como los movimientos
sociales, los sindicatos, los intelectuales y los empresarios nacionales. El kirchnerismo se
caracterizó por su nacionalismo económico, su defensa de los derechos humanos y su
compromiso con la inclusión social.

En resumen, el capítulo 10 de "Breve historia contemporánea de la Argentina" ofrece una


mirada detallada a un período clave de la historia argentina, en el que el país atravesó una
profunda crisis y un proceso de reconstrucción liderado por el gobierno de Néstor Kirchner.
El capítulo destaca la importancia de la movilización social y la consolidación de una nueva
coalición política en la superación de la crisis y el inicio de una nueva etapa de desarrollo
económico y social.

En el capítulo 10 de "Breve historia contemporánea de la Argentina", Luis Alberto Romero


hace referencia al "megacanje" de la deuda externa llevado a cabo en 2001 por el gobierno de
Fernando de la Rúa.

El "megacanje" fue un acuerdo mediante el cual Argentina canjeó su deuda en manos de


acreedores privados por nuevos bonos con vencimiento a 30 años y tasas de interés más
bajas. Sin embargo, el acuerdo también incluyó la emisión de nuevos bonos con tasas de
interés aún más altas, lo que agravó la situación de la deuda externa del país.

Romero critica la falta de transparencia y las consecuencias negativas del "megacanje" para la
economía argentina. Según el autor, el acuerdo no solucionó los problemas estructurales de la
economía argentina y, en cambio, generó una mayor dependencia del país respecto de los
mercados internacionales de crédito.

En general, el "megacanje" es considerado por muchos como uno de los principales factores
que contribuyó a la crisis económica y social que afectó a Argentina en 2001.
Luis Alberto Romero hace referencia al gobierno de la Alianza, coalición política que
gobernó Argentina entre 1999 y 2001.

Según Romero, la Alianza llegó al poder con el objetivo de llevar a cabo una profunda
transformación del sistema político y económico del país, pero su gestión se caracterizó por
la inestabilidad política, la falta de liderazgo y la debilidad institucional. El autor critica la
falta de una estrategia clara por parte de la Alianza para enfrentar los problemas económicos
y sociales que atravesaba Argentina en ese momento.

Luis Alberto Romero hace referencia al "escándalo del Senado" ocurrido en 2000, durante el
gobierno de la Alianza.

El "escándalo del Senado" se produjo cuando se descubrió que el gobierno de Fernando de la


Rúa había pagado sobornos a senadores para que aprobaran una ley de reforma laboral. El
hecho generó una gran conmoción política en Argentina y llevó a la renuncia del jefe de
gabinete, Chrystian Colombo, y del ministro de Trabajo, Alberto Flamarique.
Según Romero, el "escándalo del Senado" fue un síntoma de la falta de liderazgo y la
debilidad institucional que caracterizó al gobierno de la Alianza. El autor critica la falta de
capacidad de la coalición gobernante para llevar a cabo las reformas estructurales que el país
necesitaba y la falta de un proyecto político claro.

Además, Romero destaca la importancia del "escándalo del Senado" como un ejemplo de la
corrupción y la falta de transparencia que afecta a la política argentina y que ha generado una
profunda desconfianza en la ciudadanía hacia las instituciones políticas.

Luis Alberto Romero hace referencia a los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001, que
fueron el resultado de una crisis social, económica y política que se venía gestando en el país.

El 18 de diciembre de 2001, el gobierno de Fernando de la Rúa anunció un "corralito"


bancario que limitaba la cantidad de dinero que los ciudadanos podían retirar de sus cuentas
bancarias. Esta medida provocó una fuerte reacción de la población, que salió a las calles
para protestar.

El 19 de diciembre, la situación se agravó cuando la policía reprimió una manifestación en


Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, con un saldo de varios muertos y decenas de heridos.
A partir de ese momento, la protesta se intensificó y se extendió a varias ciudades del país.

El 20 de diciembre, ante la gravedad de la situación, el presidente De la Rúa renunció y


abandonó la Casa Rosada en helicóptero. Esta imagen se convirtió en un símbolo de la crisis
y del fin de un modelo político y económico que se había agotado.

Según Romero, estos sucesos fueron el resultado de una serie de factores que habían
erosionado la confianza de la población en las instituciones políticas y económicas del país,
como la corrupción, la falta de liderazgo, la crisis económica y la pérdida de empleos y poder
adquisitivo por parte de la clase media.

Luis Alberto Romero hace un análisis de los sucesos que llevaron a la crisis de diciembre de
2001 en Argentina y cómo se intentó salir de ella.

Romero destaca que, a pesar de que la crisis fue muy grave, también permitió ciertas
oportunidades y cambios. En particular, señala que la crisis abrió la posibilidad de una
reforma política, que llevaría a la creación de nuevas instituciones y cambios en el sistema
político argentino. Además, la crisis también permitió la apertura de un debate sobre el papel
del Estado en la economía y sobre las políticas sociales.

En cuanto a la salida de la crisis, Romero sostiene que fue un proceso complejo y difícil, que
implicó un cambio de gobierno y un ajuste económico importante. En este sentido, destaca el
papel del presidente Eduardo Duhalde, quien fue elegido como presidente interino en enero
de 2002, y que llevó a cabo una serie de medidas para estabilizar la economía y mejorar la
situación social.

Entre estas medidas, Romero destaca la devaluación del peso argentino, la renegociación de
la deuda externa, la flexibilización del "corralito" bancario, y la implementación de políticas
sociales para combatir la pobreza y el desempleo.

En octubre de 2005, según Luis Alberto Romero en su capítulo 10, "Crisis y reconstrucción:
1999-2005", se llevaron a cabo elecciones presidenciales en Argentina. Estas elecciones
marcaron un punto de inflexión en la política argentina, ya que significaron el fin del período
de crisis que había comenzado en 2001.

El candidato ganador fue Néstor Kirchner, quien se presentó por el Frente para la Victoria,
una coalición de partidos políticos de centro-izquierda. Kirchner fue elegido con el 22% de
los votos en la primera vuelta, mientras que su principal oponente, el ex presidente Carlos
Menem, se retiró de la segunda vuelta al no tener posibilidades de ganar.

Romero destaca que la victoria de Kirchner fue importante porque significó un cambio en el
equilibrio de poder en la política argentina. Además, Kirchner se presentó como un candidato
que representaba una ruptura con el pasado, y prometió llevar adelante una política de
reformas económicas y sociales.

En este sentido, el capítulo 10 de Romero destaca que la presidencia de Kirchner se


caracterizó por una serie de políticas que buscaron reactivar la economía y reducir la pobreza
en el país. Entre estas políticas, se destaca la renegociación de la deuda externa, la
recuperación de la economía y el fortalecimiento de las instituciones democráticas.

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