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22 MANUEL TOSCANO MENDEZ. [EL ruunatismo coNsTITUYE UNO DE LOS PRonLEMAS mals importantes dela filoso- fia moral y politica de nuestros das y, por fo que aqui nos va‘ ocupar, uno de Jos mayores desafos a los que ha de hacer frente el liberalismo contemporineo. PPor supuesto, una parte importante del problema estriba en que hay diversas formas de entender pluralism, empezando por el hecho de que ulilizamos el ‘término para designar cosas bien distintas. Algunas de estas diferencias queda- ran reflejadas en el texto, pero no son el tema de este artieulo, Nuestro interés sti mds bien en indagar la respuesta liberal ala creciente diversidad de las s0- Ciedades modemas que propone John Rawls, al que muchos consideran el fii sofo liberal mis importante de nuestro tiempo. Ms espeefficamente, vamos & ‘ocupamos de la Tinea divisoria que traza John Ravils entre el liberalism poli. 9, que €1 mismo abandera, y el liberalismo comprehensive, as denominado porque forma parte de una teorfa moral de orden general y sostiene un ideal de vida buena. Ravls considera que esta distincién es fundamental y que a ella se remiten las nucvas ideas que determinan la revision global de su teoria de la Justicia, tal y como queda establecida en Political Liberalism. Y, segin explica, «sta distincin, asf como Tos cambios importantes que lleva aparcjados, es nece. sari si debemos hacemos cargo del plurlismo moral, religiosoo filosoieo que onsttuye un rasgo permanente de una sociedad democritica moderna. Nuestro propssito en este trabajo es examinar esta distincibn, pero hacerlo desde un dngulo especial, para entender cusl es su aleance con relacién a la ‘educacién de fos ciudadanos. ;Qué importancia tiene lndistinein entre liber lismo politico y liberalismo comprehensivo cuando se trata de definir os fines educativos en una sociedad pluralista? :Qué signifiea en lo que respectaa los Himites de la educacién moral 0 civica? Hablo de educacién efviea 0 moral, Pues es la misma posibilidad o legitimidad de una formaci6n moral que no se ‘eduzca a educaci6n para la ciudadanfa lo que parece estar en cuestion con la pregunia. Y también, desde luego, cudles son los objetivas y los contenidos de la misma educacién civiea. Por supuesto, no hace falta aclarar que cuando hhablamos de educacién nos referimos basicamente ala ensefianza publica obli- gatoria. La cuestién que vamos a plantear no tiene mucho sentido fuera de ‘mateo escolar, Para abordarel asunto, vamos a proceder del modo siguiente primero, me ‘staria presentar muy brevemente el planteamiento general cel liberalismo politico de Rawls, haciendo especial hincapié en la diferencia que traza Rawls entre una concepcisn politica y una doctrina comprehensiva, con el fin de ave- iguar por qué piensa que es tan importante para afrontarel pl "4. Ras, Pla! lbealion. New York: Columb University Press, 1993. En aden ‘c,ctaremos como PL. Hy tadecion al essen de A. Damtech, E ibealiame politic, Biscelona: Cris, 1996, El liberalismo politico y a educacién de los ciudadanos 233 soviedades democréticas. En una segunda parte, voy a situa la diseusién en el terreno de la eduecacién y para ello hay que abordar la importancia que la edu- ccacién de los ciudadanos tiene para elliberalismo politica de Rawls; eso dard lugar a considetar algunas observaciones, breves pero signifieativas, del fild= sofo de Harvard en tomo a la edueacién y nos permitiré centrar la discusiGn sobre el ejemplo que propone. Por iltimo, habré que examinar las diferencias entre liberalismo comprehensivo y liberalismo politico, considerando la reli- ign entre dos principios de tanta prosapia liberal como la toleranciay la anto- ‘noma. ;Nos pide el liberalismo politico, para atenemos a las con biicas de justiticacién en una sociedad pluralista, que renunciemos al ideal ‘comprehensivo de autonomfa en nombre de la tolerancia? Espero mostrar en mis conclusiones que nada hay en el planteamiento de Rawls que nos oblige a reconsiderar la vieja conviccin liberal de que no es posible sscriicar la auto- omia ala tolerancia. Porel contrario, hay que reafirmarse en la idea de que la preocupacisn por lt autonomta de los individuos es lo que distingue realmente Ta tolerancia liberal |. EL LINBRALISMO POLITICO COMO RESTUESTA AL FLURALISMO RAZONABLE DE UNA SOCIEDAD DEMOCRATICA, Para nuestro propdsito resulta indispensable subrayar la conexiin entre libera- liso politico y pluralismo, tal y como la establece Rawls. Por decirio breve- ‘mente, la distincién, que considera crucial para definir el liberalismo politico, ‘entre una concepeiGn estrictamente politica y una doctrina comprehensiviates- pponde a la necesidad de ajustar su teoria de la justicia jiustice as fairness) alo ‘que considera una cireunstancia decisiva de las democracias modernas: el he- ‘cho del pluralismo razonable. Una modema sociedad democritica se caracte 2a, segin explica, por la coenistencia de diversas doctrinasreligiosas, morales © filos6ficas, razonables aungue incompatibles e irreconciliables, que difieren entre sf acerea de lo que da sentido, valor o propésito a la vida humana, El liberalismo politico asume como punto de parida este pluralismo, que califica de razonable y que entiende como una figura permanente de la cultura demo- critica, en la medida en que es el resultado del ejercicio de la razén en un ‘marco de instituciones libres como el que provee un régimen constituciona, Pero, como el propio Rawls seal, el introduc este hecho obligaba a revisar la idea misma de una sociedad bien ordenada tal y como era planteada en su anterior libro A Theory of Justice, 2 1, Rawls. theory of dust. Cambridge, MA: Harvard University Press, 1971; Mt Dolores Goole, Tora dea utc México: FCE, 1978, gue itaremes en adelante como 234 [MANUEL TOSCANO MENDEZ. Si en esta obra se trataba de formular una teoria de la justicia que espect ficara los términos equitaivos de la eooperacién social entre ciudadanos con- siderados libres e iguales, el liberalismo politico completa esta euestiGn de la Justicia con una pregunta por los fundamentos de la toleraneia liberal en una sociedad pluralista. Si tomamos en consideracién el hecho del pluralismo ra- zonable, esto es, e! hecho de que los ciudadanos en una sociedad democratic ‘mantienen importantes desacuerdos en lo que respecta a ereencias religiosas, Yisiones filos6ficas del mundo o concepeiones del bien, y més ain si tenemos en cuenta que algunas de las peores discordias civiles tienen ah suis races, no abe duda de que esto supone un importante desaffo que obliga areplantear las bases normativas de la convivencia civil y de las insttnciones politicas que la ‘encuadran. Por tanto, si reunimos la pregunta por la justicia y la pregunta por li tolerancia (0 emo afrontar la diversidad), tenemos la cuestiGn a la que el liberalismo politico se propone responder: «Cémo es posible una sociedad Justa y estable de ciudadanos libres © iguales, que permanecen profundamente divididos por doctrinas religiosas, filostieas o morales razonables?>3 No hay que pasar por alto la alusién a la estabilidad que aparoce en la pregunta, pues resulta capital para entender las razones por las que Rawls se ve bligado a revisar y transformarsuteorfa de la justicia, itroduciendo el nievo ramillete de ideas que aparecen en Political Liberatism. Aunque, como dice el propio Ras, el problema de la estabilidad tradicionalmente no ha recibido ‘mucha atencién por parte de los fl6sofos, sin él no se explica por qué la con- ‘cepcidn de una «sociedad bien ordenada que formulaba en A Theory of Justice resullaba insostenible y forzaba a realizar toda clase de reajustes, entre ellos la distinciGn entre concepcién poltica y docirina comprehensiva, que conduje- ‘on a una nueva interpretaciénfilos6fica de Ia teoria que Fimitaba de forma ‘importante el alcance de sus pretensiones asf como la profundlidad de sus ci- _mientos. Si su primer libro presentaba una teorfa moral que elevabaa un grado ‘mayor de generalidad las ideas clave de la tradicién contractualista con objeto de ofrecer una alternativa sistemstica al utlitarismo, el segundo propone mar ‘car una linea divisoria importante entre flosofia moral yfilosofia politica, de forma que justice as fairness sea entendida y acepiacla como una éoncepeisn estrictamente politica de la justia. 2Por qué esta drdstica reduceidn de las ambiciones de una teorfa que pre- tendia compararse ventajosamente con el uilitarisma? Aunque hay diversas imterpretaciones sobre lu evolucidn de Rawls, algunas de las enales, por ejem= plo, conceden cierta influencia a las erticas comunitaristas, lo cierto es que Ravls la explica por lanecesidad de resolver un problema interno de su propia feorfa, concretamente del modo en que daba cuenta de la estabilidad de una Elliberelismo pottico y la educacién de los eiudadanos 25 sociedad bien ondenada y que resitabainconsstnte con la aceptacién del Pluralism, En efecto, una condicion ncesaria de una sociedad bien ordenada, decir, efetivamente reguada por una concepcin de la justca, cra que fuera sosteniday dfendids por onjunto dels eindadnos sobre la base de lo que en Political Liberalism va a denominar una dostina filoséfica comprebensva, Hl reconocimiento del plralise de dotrinas morals, flo- Sofie religiosas como un hecho ineradcable y permanente en una socie- dad democritiea modera significa que esa condiion de imposible camp tient, Por eso, el problema del iteraliso politica consisteen saber cémo ex posible una sociedad usta yesable, entenida como un sistema de coopers- {id entre ciudadanos libres igvales, sin que pstamos contarcon acuerdo 0 onsensoalguno de sus cindadanosen tomo a ceencis religions 0 doctrines morales y ilosicas. ‘Una ver que se ha dado entrada al hecho del pluralismo razonable, es absolutamentsnecesarioreplantar las condiciones normativas dela unidad y lncstablidad social Esa esa tare que au el iberalismo politico de Rawls. Noesté de mis advert que se trata de una variante noveasa sobre Vi tema liberal, pucsconcicme a os fundamentos de legtimidad del por polit 0: {Cues son ls prinepios e ideale que han de regula el ejericio del poder politico entre cudadanos libres e ignales? Porque Rawis asume como tna suerte de evkdenciahitrca lo que denomina ete foc of oppression, el hecho de que el predominio de una doetrina comprehensive de carte reli- ios, flsofico 6 moral noes posible sn el espaldo del poder poi y slo puede mantener por medio dela coercin’.stamente, una posibildad ve- {ada desde una perspectiva liberal que entiende quel egitim del ejereicio del poderen un régimen democriticedescana sobre adhesin bre yvolun- tara do ana aroplia mayora de ss civdadanos Por ello, oda la estaegi de iberalismo pltco apunta ala posibilidad deestablecerun conunto bien articulado coherent de rineipios normativos aque repulen el so de poder politic, sn que dependan do creehcias relsisas, doctrinas morales o perspectives flosficas sobre ls que no cabe esperar acter do en una sociedad democritica, Se trata de que, al menos en lo qe respecta@ las uestiones constitcinals dees fundamentals, os ciudadnon debe ser capaces de oftecerrazones qe jusiiquen su adhesion y apoyo al ordena- i nsttacionaly que puedan ser razonablementeacepables para ss con- ciudadanos, a pesar de las ferencias que mantenenen cuanto convieciones trieales, ¥ éeesel fn objetivo préeticn que sein Rawls debe compli una oncepeién poten de a justia ofrecer la base de un acuerdo politico razo- ‘able inforimado yvoluntaro que pueda ser eompartde por el eonjunto de los 4 thd 9.37 236 MANUEL TOSCANO MENDEZ, ciudadanos, a partir del cual éstos puedan diseutiry justficar sus instituciones sociales y politicas por medio de razones motuamete aceptablesS Para poder cumpliresta funcion social y establecer una perspectiva pibli- cca compartida desde Iaque los ciudadanos pueden examinar y discutir sobre el ‘ordenamiento institucional y las cuestiones de justicia bisiea, es indispensable {que la concepcién de la justicia sea independiente, o lo mas independiente que ‘Sea posible, con respecto a las diferentes doctrinasreligiosas, morales o filos6. fleas que separan alos ciudadanos de una sociedad demoerétiea. Ninguina doc trina de caréeter comprehensivo, en razén misma de la divisién y del conflicto que existe en tomo a ellas, puede servirde base para un acuerdo piblico de tal ‘aturaleza, Serfa may poco razonable creer que podemosjustificar las decisio- nes politicas mas importantes sobre la pretensidn escasamente realista de que ruestros concindadanos terminardn por aceptar nuestras convieciones en torn al significado o fos fines ditimos de la vida humana. Y, ms ain, serfan com- pletamente ilegitimos los intentos de wilizar los medios coactivos del estado para imponer al resto de nuestros conciudadanos tales ereencias e ideales. De ah la convieciGn de Rawls de que el liberalismo politico extiende el principio de tolerancia religiosa alas concepciones de la vida buena, ¢ineluso ala file- sofia misma®, tal y como expresa el lema que di tftulo a uno de sus artieulos Ins famosos: «potuial, not metaphysicals?, y que resume muy bien el giro ‘emprendido durante los aos ochenta. Sin duda, la caracteristica ms destaca- {da del iberalismo politico estriba en que limita su cometido y se desenvuelve cexclusivamente en el dimbito politico, por lo que «deja la flosofia tal y como estén, esto es, evita tomar partido a favor o en contra de doctrinas religiosas y teorias metafisicas o morales, Pero si queremos ofrecer una definicin mas precisa es necesario conside- ‘ar, aungue sca brevemente, los tres o cuatro rasgos esenciales que distinguen el liberalismo poltico, a saber: aplicacién limitada, independencia 0 autono- ‘fa, fandamentos superticiales y, po thkimo, abstinencia epistémica. Ala propia presentacién de Rawls que desta los tes primeros?, Raz aiade elevarto tema, al que concede suficiente importancia como para focalizar su ertica del plan- teamiento de Rawls en este punto, que toma, ami juicio de forma poco cetera, 3 bid .9, 19,144, tb. 10 7-1, Rawls, «Josie a Fairies: Poles, not Metphyseas, Plosophy and Public Airs, 14 (1985), pp. 223-251 5 1LRavls Replica Habermaseon J. Rasy J Habermas, Debate sobre itera ‘mo poco, Burelon: Pads -ICE VAM, 198,p. 78 Apareida rginalmente en The Journal (f Philosophy, XCM (1093), «Ria ha sido incorporads come apéndeea a einen ‘paperback (1996) de Poltcal Liheraiom 9° Papp. 1S El tiberaismo politico y la educacin de los cidadanos 237 como su flanco més débil!®. Con todo, hay razones para entender que la env- meracién sigue un orden de importaneia decreciente, de modo que la ‘aplicabilidad restringida constituye el rasgo bisico 0 sobresaliente del ibera- lismo polftico, al que se remiten los demés, mientras que la abstinencia epistémica serfa mis bien un trazo derivado, que resulta de los tres amteriores jjumto con la afirmacién del objetivo prictico de una teoria de la juticia. Por lo que respecta al primer rasgo definitorio, hay que sefalar ante todo que Ja concepein politica de la justicia limita su aplicacion a la xestructura basica» de Ia sociedad, el eonjunto de las principales institueiones politicas, ‘ceandmicas y sociales as{como cl modo en que componen un sistema unif do de cooperacién social, Pero a ésto hay que afadir una segunda restriecién ide indudable significacidn: la concepcisn politica de la justicia trata de regular tl marco institucional bésico de una moderna democracia constitucional. Le~ jos de definirun punto de vista sub specie aeternitais, el nuevo giro que impri- ‘me a su tcoria pretende hacerla relevante y apropiada a las eircunstancias de hnuestras sociedades contemporneas. Como ya hemos sefalado, ta filosofia politica no puede pasar por alto las condiciones prominentes de las demoera- las modemas, entre las que adquiere especial relieve el hecho del pluratismo rruzonable, ya que determina el papel mismo que debe desempefiar una teorta dd Ia justicia. Fl énfasis sobre las condiciones de aplicabilidad permite colegit aque las tareas dela filosofia politica dependen en amplia medida dela sociedad ala que se dire y de sus cireunstancias. ‘Ademas,e1 segundo rasgo de! liberalismo politico ofrece una compren- sidn de la filosoffa politica en abierto contraste con el modo tradicional de tentenderla, segain el eual sus conceptos, teorias e ideales ferman parte de doc- trinas generales y comprehensivas y dependen de premisas filos6ficas, mora- les religiosas. Por el contrario, para Rawls una concepeién politica de la fa ha de ser contemplada como una «freestanding view, en \a medidaen {que ha de presentarse con independencia o desligada de presupuestos pistemolbgicos o filoséficos de orden genera, mis alld de los estrictamente politicos, que puedan comprometer el fin préctico que tiene encomendada Justamente para procurar una base publica de justificacién ampliamente com partida que pueda asegurar a estabilidad y Ia unidad social, la concepeién politica de la justicia debe presentarse como un «médulo» que puede ser rela- ‘ionado, encajado o derivado por los ciudadanos a partir de dentro de sus propias doctrinas 0 convicciones de cardcter comprehensivo. Pero, para que sto sea posible, dada la pluralidad e incompatibilidad de las diferentes doctri- nas razonables que coexisten en una sociedad democratica, es necesario que kt 10 4, Raw Facing Diversity Te Case of Epistemic Abstinence, en is the Publi Domain, Oxfond: Clarendon Pres, 1994, pp 60-86. 238 MANUEL-TOSCANO MENDEZ, ‘concepcidn de a justicia sea presentada en términos exclusivamente politicos, sin tomar posicidn en las discusiones entre doctrinas comprehensivas ni de. Pender de premisas controvertidas a tales efectos. El liberalismo politico noes la aplicacién de una teorfa moral de alcance ‘general y carécter comprehensivo aun émbito particular, como es la eset, biisica de la sociedad. En este sentido, hablamas de independencia con respec toa docttinas comprehensivas y generales, ;Cémo define Rawls estas doctri- nas? La distincién entre una concepcién politica y una doctrina comprehensiva ‘5 bésicamente una cuestin de émbito de competencia y aplicacion (a maiter .f scope): una doctrina morales general si cubre un amplio espectro de temas, 1 euestiones, y es comprehensiva si incorporacriterios de valor o ideales que informan diferentes aspectos de nuestras vidas 0 la Vida en su conjunto, Ade~ ‘mds, una doctrina puede ser considerada plenamente comprehensiva si prcten= de abarcar en su totalidad los valotes, vitudes e ideales reconocides en un sistema bien articulado, mientras que es parcialmente comprehensiva si solo ‘comprende tna serie de valores o vinudes, algunos de ellos no politicos, entre los que establece ciertas conexiones. Como vemos, la diferencia es bdsicamen- te una cuestion de restriecién temitica y de autocontencisn dentro de Kinites estrictamente politicos del planteamiento rawtsiano. ‘De esta condicin de independencia © autonam‘a de la teorfa politica se \desprende necesariamente el tercerrasgo del iberalismo politico; el contenido. de tna teorfa de a justicia no puede formuarse con elementos tomados de una ‘doctrina comprehensiva, sino tnicamente en términos politicos. Si debe encom. traruna base de acuerdo més al de la diversidad moral yreligiosa, debe utilizar ideas y principios que forman parte de la cultura piblica de una soviedad demno- ‘rética,y que son ampliamente compartidas por sus civdadanos. Al decir de Rawls, tales ideas fundamentals estan presenes, aunque sea inmpictamente, en las titucfones politcas de un régimen demoeritico consitucional, en sus textos ¥ ‘documentos importants asf como en sus tradiciones pablica de iterpretacién Conviene reparar en ef modo en que se relacionan estos rasgos diferen. iadores del liberalism politico, Como hemos visto, la aplicacin restringida @ taestructura bdsica de una modema democracia constiticional no slo establece 4s limites dentro de los que ha de moverse una concepein de la justia, sino ‘que obliga a tomar en consideracign las cireunstancias decisivas, como.el hecho del pluralismo razonable, a las que debe dar respuesta elliberalismo politico, ¥. sin duda, tanto I condicién de independencia con respecto a las doctrinas ‘omprehensivas como el recurso a ideas prineipios que forman parte de nues- ‘ra cultura piblica compartda, los otros dos raszos del liberalismo politico, cons. tituyen la respuesta de Rawls al hecho del pluralismo razonable, GY el iltimo rasgo, que Raz ha denominado «abstinencia epistémica»? Esta figura del liberalismo politico hace referencia a que Rawls evita afinmar El iberalismo politico y la educactén de los ciudadanos 239 que su teoria de la justicia es verdadera 0 moralmente valida, por considerarlo tin paso innecesario que puede entenderse como wn deslizamiento hacia el te- reno de las doctrinas comprehensivas y frustar as su fin préctico!?. Una con- ‘Cepeidn politica de la justcia debe ser defendida sobre la base de que puede ganar un amplio consenso y adhesin, de modo que pueda representar una base piblica de justificaci6n, Naturalmente sin mds precisiones, sto se presta ‘ser fécilmente malinterpretado, ya Sea que se ignore el vigoroso sentido nor- ‘mative de la concepci6n ravlsiana de la justicia bien porque se enienda esta jnvocacién del consenso en el sentido habitual de la préctica politica, sin aten- ral sentido bien especifico que tiene para Rawls, Para ser exactos, una con ‘epeisn politica de In justicia debe sere foco de un «overlapping consensus», ftra de las ideas clave del liberalismo politico, de la que se han propuesto vvariadas traducciones al castellano (consenso solapante, entrecrzado, Por Si perposicién, entreverado, traslapante, ec). ‘La nocién de overlapping consensus nos remite al modo en que una teorfa de la justicia debe cumplir su fin préctico o funcién social, en definitiva a la ‘cuestidn de la estabifidad. Conviene recordar que la teoria de la justicia de Rawls se presenta mejor en dos fases: sien la primera se ocupa de su elabora- cién en términos politicos (su aplicaciOn a la estructura bisica, su carter independiente y su contenido que viene dado por ideas que forman parte de ‘nuestra cultura publica), la segunda plantea si justice as fairness puede ascgu~ Tar la estabilidad, esto es, si resulta polticamente satisfactoria!2, No se trata Slo de apuntar el hecho obvio de que no tiene mucho sentido poner en piicti- ca instituciones justas que sean inestables. Desde un punto de vista liberal im- porta sobre todo la clase de estabilidad que queremos conseguir. Podemos de Jar a-un lado una vertiente de Ia estabilidad de la que nos ocuparemos mis adelante, pues concierne propiamente ala psicologfa moral y versa sobre silos ‘Gudadanos de una sociedad bien ordenada pueden adquirir el sentido de ta Justicia de modo que se sostengan as insttuciones justas y se atengan a los prineipios que las regulan, Pues lo que importa principalmente desde el punto {de vista del liberalismo politico es el logro de Ia estabilidad de un modo que ‘sca compatible con el hecho del pluralismo razonable que caracteriza la cultu- ‘a plibliea de una democracia consttucional, y curpl los requisitos liberales {que permiten justificar el uso coactivo del poder politico. ‘La importancia de la idea de overlapping consensus est precisamente en ‘que plantea la posibilidad de concitar un amplio consenso entre ciudadanos {que difieren en sus creeneias y doctrinas rligiosas, flos6ficas y morales de forma que permita establecer una base piblica de justfieacién que garamtice la 1 Lap. 153 1 Bid pp. 1808. 240 MANUEL TOSCANO MENDEZ. cstabilidad social, Por supuesto [a pretensiGn de Rawls no se reduce a a bis- ‘queda de un compromiso basado en la negociacién de intereses 0 una cortela- cin de fuereas existente. El consenso del que habla peca més bien de ser exce- sivamente ambicioso: por un lado, porque ha de ser un acuerdo de principios, esto es, en tomo a una concepeién moral (aunque no comprehensiva) de ki Justicia, eapaz de articular una serie de ideas normativas, como la idea de per- ‘soma con intereses morales de orden superior o la idea de sociedad como siste- ‘ma equitativo de cooperaci6n, y dotada de suficiente complejidad y coheren- cia intema; y, por otro, ponque esta concepeién politica de la justicia debe ser aceptada por las diferentes doctrinas comprehensivas desde la perspectiva de ‘eada una de ellasy a partir de sus propias razones, de modo que pueda repre- sentar un consenso entre las diversas doctrinas comprehensivas filos6ficas, ‘morales 0 religiosas que existen de forma permanente en una sociedad demo- Critica, Pero la posibilidad de un overlapping consensus en una sociedad ca- racterizada por el hecho del pluralismo razonable representa para Rawls la tinica esperanza de aleanzar Ia unidad y Ia estabilidad social por medios libera- les, Porello es crucial paral estrategia argumental de Rawls, pues depende de eli el sentido mismo del lberalismo politico: «la defensa de una fe razonable cn Ia posibilidad de un régimen constitucional justo>!3, 1, VIRTUDES PORLICAS, OBLIGACION ESCOLAR Y DIVERSIDAD EX ‘UNA SOCIEDAD LIBERAL. ‘Todo ésto puede parecer, como el propio Rawls reconoce en alguna ocasidn!4, bastante especulativo. Y'a veces resulta saludable plantear las cuestiones en un terreno mis acotado, con referencia a casos o ejemplos coneretos que permiten fentender mejor lo que estéen juego y sopesar las implicaciones normativas de ciertos planizamientos filoséficos. Algo semejante proponta recientemente la filos6fa brinica de la edueacién Ruth Jonathan, cuando instaba a los liberales ‘contemporineos a ocuparse realmente de la educacién, no s6lo por tratarse de ‘una préctica social de enorme trascendencia y significacién en cualquier socie- dad y més atin, si cabe, en una sociedad demoeritica; sino, ademés, porque re- presenta un dmbito excepcional para poner a prucha, en contacto con problemas reals, las teoras y los principios de la flesofia social politica. En particular, Jonathan cree que puede ser muy fructfero contemplar las discusiones entre las diferentes versiones del liberalismo a la luz de los problemas educativos!5. Una sugerencia que vamos a seguir en el resto del anticulo. 9 tl. 172, 1 td 15. 15 Johan, asory Freedoms. Market, Liberalism and Econ, Oxford Blackwel 1097, pp. [4 El iberalismo politico y la edueacién de las ciudadanas 241 Quiero recordar el tema que aqui nos ocupa: la relacién entre liberalism y diversidad; mds especthicamente, si el liberalismo politico representa una respuesta mis adecuads al desaffo del pluralismo que el llamado liberalismo ‘comprehensivo, si esté justificada su pretonsién de que es eapaz de acomodar ‘mejor Ia diversidad, y de comprobar esa pretension concretamente en lo que ‘especta ala edueacién. Por lo dems, no hace falta justficar la gran expecta- eign que en ls tiltimos afos despiert el tema de las diferencias también en la ceducacién, como demuestra la importancia que ha cabrado lo que se ha dado cn Tlamar «AtenciOn a la diversidad> en el mundo educativo. Panece razona- ble, més alld del inevitable efecto de las modas, interesarse por los nuevos retos y problemas que plantea la cecientediversidad de nuestras sociedades, Particularmente en un dmbito como ta educacién que refleja y reproduce los ‘cambios en las circunstancias y valores, donde necesariamente repercuten las tensiones y conflictos sociales, Pero si repasamos el indice temtico de Political Liberalism sélo encon- ‘ramos dos entradas que hacen referencia a la educacién; una muy breve, sin ‘mayor interés, y ora mis extensa, que propone a modo de ilusraciGn un ejen- pio relacionado con la educacién, ¥ las das tienen que ver con la diversidad, aunque con formas distintas de ésta. La primera no es més que una simple alusién a a igualdad de oportunidades en educacién como elemento importan- te del principio de «igualdad equitativa de oportunidades», al que remite las diferencias que existen entre Ios individuos en cuanto & eapacidades y habili- dades imelectuales 0 morales'6, Pero no es ésta ta clase de diferencias que ahora nos interesa. En ésto vamos a seguir a orientacién misma del pensa- ‘miento de Rawls, cuya evolucién marca un cambio de atencién de las cuestio- ies cldsicas de justicia dstrbativa alos nuevos problemas de cohesién social {que plantea la creciente pluralidad y fragmentaciGn de las sociedades contem- Porsineas. De acuerdo con su andliss, vamos a ocuparnos de aquellas diferen- clas, en cuanto « eoncepciones de la vida buena y doctrinas comprehensiva: ue separan alos ciudadanos de las modemas sociedades democréticas y que, ‘como hemos visto, consttuyen el problema central al que se enfrentaellibera. lismo de Rawls, La segunda referencia a la educacién gira en tomo a los retos ue plantea esta clase de diversidad y puede servimos para medic hasta qué Punto el liberaismo politico representa una respuesta adecuada a ellos! Pero, antes parece conyeniente advertir que tan pocas referencias no pre juzgan en absoluto la relevancia de Ia obra de Rawls enel campo de la edca- Cig, para convencerse de la cual basta simplemente con reflexionar sobre las implicaciones de sus principios de justicia, considerando la signifieacidn dela le Pha hip 199-200 2a MANUEL TOSCANO MENDEZ prioridad de las libertades fundamentals o la apicacén de principio de la siferenca en l sisteraescolar. Yala nvetsa, hay que rparar igualmente en Inimporancia qe la eticacin tiene paral iberatsmo polico, si nos atene- mos esrictamente al recordar que los prineipios de juste nen como objet a estuctrabisica dela sociedad y que por ase entiond ol modo en que Is principale clones socicles encajanen un sistema de cooperacion socal que signa ders- hos, obligncioneso dstribaye venajas,oportunidads yposcions entre los ‘miembros de la sociedad. De ai qe ped sorprender la parquedad de refe- rencias ala edacaci6n, pues parece razanable pensar que el sistem edcativo cupa un fvgardestacado ene as insttuciones que componen la estructura besa de la sociedad. No convene olvidar qu el planteamienco de Rawls parte dela idea fundamental de fa sociedad eomo tn sistema equitativo de {ooperavin sovertine, rom one generation to he next, No parece necesario justfcar por extenso el papel central que ls institucines educativas deen jugaren una sociedad que seconcibe destinada a perduray, lo que signifi en alabras do Rawls «que se produce y eprodnce ella misma ysis instituciones $yeultura af largo de geneaciones, sn expectativas de pont final, ‘Aste respecto cabeadvertiruna apelin implica los requerimientos educativos de una sociedad bien ordenada, por ejemplo, cuando plantea como primera condicin de la estab si Tas prsonts que han erecido en un mar €o de insttueiones juss pueden llegar a desarolar un sentido de a jasticia gue les permita respetar Ios términosequitativos de fa cooperacgn social sostenerdichas insitveiones. Lo que implica una serie de vnudes que deben ser eukivadasy fomentadss, come la disposicén a moderarnuestas dema- das de acuerdo alo que raonablemente podem esperar es deci austando manteniendo nuestos fines yaspiraciones dentro de ls términos equitativos establecidos por la eoncepein de I justi; 0, por poner oto ejemplo, ta voluniad de aetuar en telicion con ndestros concindadanos de acterdo con énierios que és puedan pablicamenteaprobar, tenigndonosarazones ma tuamente aceptables. En general todo indica que par lear a ser miembros plenamente cooperatives d la sociedad, los indivigwos deben desarrllar en tn grado sfiiente una serie de capeidades, no solos dos poderes morales {que posibilitan cl desarelo del sentido de a justcia 0 pemiten formar una n de la vida buena, sino incluso cirtas competencas come agente racional, que exigen necesariamente procesos de apreizaje yrequisitos et cativos de cirt compejiad ste esun punto de particular importaneir para Rawls, una sociedad justa 6 bien axdenada no sigifica solamente que el enttamado instncional de 1 Bid pp 18,16 18 Eliberalismo polticoy ta educacién de los ciudadanos 243 estructura bésica esté bien disefiado y satisface ciertos principios de just sino que necesita el acuerdo de sus ciudadanos en toro a tales principios y, en especial, debe contar con la capacidad de dichos ciudadanos para entender, aplicar y aetwar de acuerdo con una concepcién paiblica de la justicia. No es percibir asf una nota inequivocamente republicana en el li politico, porque éste supone un papel activo de laciudadanfa y pone de man flesto hasta qué punto el funcionamiento de las institusiones en una sociedad ‘democratica depende de la colaboraci6n activa y responsable de sus ciudada- ‘nos. Fn otras palabras, no es posible pensar en una sociedad justa y democréti- ca confiando exclusivamente en el diseno de procedimientos, checks and ba lances y otros arreglos inslitucionales que permitan canalizar 0 contrapesar los intereses y las ambiciones de individuos y facciones, como siel problema del buen gobierno padiera ser solucionado «incluso para una raza de demonios», ‘con tal de que fueran racionales, por recordar la célebre frase de Kant. La calidad, incluso la estabilidad, de un régimen democritico depende en gran medida de las acttudes, disposiciones y motivaciones de sus ciudadanos, Si plemente, piensa Rawls sin a difusién entre sus ciudadanos de las virtudes de Ja cooperacién politica noes posible un régimen democritico constitucional sia posicién de Ravals, al igual que la de otros liberales de nuestros dias, sin duda hay que sitarla en relacién con el giro de buena parte de la reciente literatura en tore a la ejudadanfa, que reclame unsa mayor atencin sobre las responsabilidades y virtudes que ésta implica®. Ademés, la recuperacidn del viejo tema de la virtud cfvica muestra una clara afinidad entre el liberalismo politico y el republicanisma clasico, como el propio Rawls pone de relieve en tun pasaje que, pese a su longitud, no me ressto a citar: Por republicanism clésico entiendo la visién de ques Tos ciudadanos de una so- ied democrtic han de preserva sus derechos y Uberiades sicas,inchuyendo Tes Tibertadesciviles que aseguran las liertades del vida prvada, debe poseer en lun grado suficiente ls «virtues policas como las be llamado) yt voluntad de puticipar en la vid pablic, La idea es que sin una ampliaparipacién de un vigoroso e informado cuerpo de clucadanos en la politica democrtia,y cesta ‘mente con un retrada general la vida privad, incluso ls institsciones poticas 18 Sobre tos stores liberales que han lsmade I tein sobre I mspoania de a vin eia, of W.Calston Liberal Purposes: Goods, Virtues and Duties in the Liberal Sate. Camtvidge:Cambriggs Univesity Pres, 1991: 08, Macedo, Liberal Virtues: Citzenthi, Vie ‘and Commun. Oxfors: Oxted Unversity ress, 1990. En Exp hay que menciaar# Victo- *8 Camps, iades publica, Maid: Espasa Calpe, 190,01. Rubio-Carrcedo, Face ‘moral, posmodemida demoxracia Made TO, 1986, 20 W, Kymlicka y W. Norman, «Return ofthe Cizen: A Survey of Recent Work on Citizenship Theory, es, 104 (1984), pp. 352-381 8 MANUEL TOSCANO MENDEZ mejor disefadas cacrén en manos de aquellos que buscan dominare imponer su voluntad por medio del aparat de estado |] La salvaguardia de Is Hibertades ,e incluso fos parti- 2 S. Gin. raones dl republcanismon, Claves de Ravin Pre, 81 (1998), pp. 213, 2 Montesquieu, Del Esp de as Lees Libro V, Cap V. Modi: Tens, 198 p28. & PL p. ist Elliberalismo politic y la educacién de los cudadanas 24s

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