You are on page 1of 80
GARRY KASPAROV Campeon del Mundo Conceptos como desarrollo, centro, tiempo, espacio, etc., interpretan un papel protagonista en el guién eneral de toda la partida, pero su dimension especial como preparacién de la batalla transcurre en la fase inicial del juego. El estudio de estos aspectos ya se * La posicion de las piezas nicid en un capitulo precedente, pero conviene asentar en la apertura is su conocimiento antes de adentrarnos en los = Desarrolisiarimens tor entresijos del medio juego. Sas orcidan Geiemnps * Cambios de piezas activas * El desarrollo prematuro de la dama * Unidad 5 * El arte combinativo: \a «Siemprevivan. Breslau, 1852 * Ejemplos y problemas Hay que buscar otro camino, cas? Pero éste no es el camino mas acertado. Si se entendié bien el movi- miento de las piczas, cae por su propio peso que la banda no es el lugar idéneo para un caballo. La respuesta 2. ..., Ce al menos no le restaba movilidad, por lo que estaba mas de acuerdo con las formulas del desarrollo, Las piezas, en especial los cabalios, no deben situarse en las bandas 0 en lugares con poca movilidad. Deben buscarse siem- Pre para su ubicacién las casillas donde desarrollen al maximo su fuerza. Vamos a ver en las jugadas siguientes c6mo, mientras las blancas efectiian movimientos naturales y buenos, consecuentes con el es- piritu de la apertura, las negras atentaran una y otra vez contra los principios del desarrollo. Las consecuencias de sus repetidos erro- res, claro cs, se haran visibles sobre el tablero transcurridas pocas jugadas. Los peones blancos prosiguen su politica de ocupacidn del centro, 3. 04, ou Las blancas si actuan con cordura. Este avance es adecuado, fun- damentalmente porque libera la diagonal del otro alfil ademas de sonsolidar la conquista de casillas centrales, Pero ademas plantea una celada que las negras no advierten. Obsérvese que no se podia explotar directamente la mala ubicacién del caballo: caso de 3. b4?, contintia sencillamente 3. .,., Cod. Las negras no advierten su delicada situacién, 3. a 6? Una nueva movida errénea, pero esta vez con efectos decisivos. Exis- tian otras jugadas, como 3. ..., €6 0 3. .... €5, que impedian el pe- quefio desasire que ahora viene, pero hay que matizar que con ellas no se solucionaba el problema basico del caballo negro: su falta de juego por culpa de una estrategia equivocada La apertura (th) 20. iain a has Les apertura (I) El castigo no se hace esperar. 4. b4 Ahora el alfil blanco domina el punto «c4». {Triste destino para un caballo sucumbir ante el ataque de un débil pedat, pero los limites del tablero impiden encontrar una casilla de escape. Las blancas afrontaran el resto de la partida con una cémoda ventaja, suficien- te para ganar. La falta de movilidad de una pieza ha traido como consecuencia su captura. Moraleja: una pieza mévil es, ademas de mds util, mas dificil de atrapar. La partida anterior representa un caso extremo (raras veces se cas- tiga con tanta rapidez y contundencia un desarrolla defectuoso; la mayoria de las veces es el ctimulo de pequefios defectos similares a éste lo que convierte una posicién en insostenible), pero si que sirve para ilustrar que nuestra primera decision importante en la aper- tura es la eleccién de casillas apropiadas para nuestras piezas. Ya dimos dos reglas importantes: procurar que las piezas apunten ha- cia el centro y desarrollar los caballos antes que los alfiles. La pri- mera se enticnde perfectamente en el contexto de que se debe con- trolar el mayor mimero posible de cuadros centrales. Para comprender mejor la segunda, examinaremos a continuacion una posicién bien conocida, Las piezas deben controlar el mayor nimero posibie de cuadros centrales. Desde esos emplazamientes su actividad sera también mayor. Desarrollar primero los cabalios En esta posicién ya sobradamente conocida por el lector, después de la primera jugada de cada bando corresponde jugar al blanco. Lo primero a observar ¢s que el alfil ya domina un nimero impor- tante de casillas desde donde est, mientras que los caballos son aiin piezas pasivas. Es necesario incorporartos a la lucha. 2. Cc3 © 2, CES son, entonces, buenas jugadas, Existe otra razén para de- cantarse por la jugada de caballo: dificilmente se encontrar una casilla mas adecuada que c3 o £3 para esta pieza. 2. Ch3 no cumple la primera de las reglas; salta a la vista que no participa desde ahi en la lucha por el centro, 2. Ce? sélo controla la casilla central «d4», a diferencia de 2. Cf3, que apunta tambien a eS. El alfil dispone demas alternativas: «4» y «e2» son posibles, pero también es po- sible el desarrollo AbS si el caballo negro juega Cc6. Esta flexibili- dad del alfil aconseja posponer su salida a Ia de los caballos. los alfiies, cuya colocacién idénea puede decidirse Analicese el juego del siguiente ejemplo: Led, eS 4. 0-0, d6 8. Cbd2, 0-0 2 CP, Ce6 5. 3, Ad7 9. De2, Te8. 3. ADS, Acs: 6. d4, Ab6 10. Tel, .. 7. Ac3, Cf6 Ambos bandos han desarrollado las piezas conforme a unas nor- mas légicas. Las blancas tienen la ventaja de poseer mas peones en el centro, pero en términos generales la posicién puede considerar- se equilibrada. Y ahora veamos un desarrollo muy distinto: 1. d4, C16 4. exd5, ex ds 8. Ad3, Acé 2. 4, e6 5. Ags, AeT 9. 0-0, Chd7 3. C3, d5 6, Cf3, 0-0 10. De2, 7. €3, €6 La posicién difiere mucho de la anterior, pero como en el otro caso blancas y negras han desplegado sus efectivos de manera l6gica. El desarrollo se ha completado con éxito y ahora se disponen a afron- tar la siguiente fase de la partida: el medio juego. Las pérdidas de tiempo En el ajedrez, como en la guerra, tener soldados no es tan importan- te como poder disporter de ellos, tenerlos a punto en el lugar y en el momento en que pueden definir una superioridad concreta. Cabria definir la fase intermedia de la partida, el medio juego, como la etapa en que se libra la auténtica lucha entre dos bandos. En ese sentido la apertura es la preparacién de la contienda, el trastado de Jos ejércitos al campo de batalla desde su inoperante origen. Légico ¢5 pensar que cuanto antes tengamos dispuestas todas las tropas, mas pronto estaremos prestos a defendernos de los ataques 0 a ser noso- tros los agresores. Ello nos ensefta la auténtica dimensién del «tiem- po» entre las 64 caxillas. La apertura (ti) -~rersuaveo La apertura (Ui) Pero a diferencia de los ejércitos, las piezas de ajedrez no pueden moverse todas a la yez, lo hacen por turnos y conviene dosificar cada movimiento, Es importante no gastar dos jugadas con una mis- ma pieza, salvo casos excepcionales, a fin de completar el desarro- lo en un corto mimero de movimientos. Lo contrario significa «perder tiempos», y como veremos en los ejemplos que siguen, suele conducir a un resultado negativo. 1. ed, eS 2. Cc3, Ce6 3. AbS, Correcto. Peones centrales, caballo y luego alfiles. Se atiene a las normas del desarrollo. Pero ahora las negras mueven por segunda vez su pieza desarrollada, 3. snuy CoeT? En previsién de un posible cambio del alfil por el caballo que des- truya la cadena de peones, el negro adopta el equivocado camino de apartar su pieza. Con ello no solo hace una jugada initil y tapo- na la salida de su alfil, sino que también desaprovecha la oportuni- dad de dar juego a alguna de las otras piezas. Lo procedente era el desarrollo del caballo (Cf6) o del alfil negro (AcS 0 Ac7). También podia considerarse la liberacién del alfil de dama (46). En cualquier caso, tras su cuarta jugada la posicion de las negras es ya inferior. Una jugada torpe significa, no sdlo una pérdida de tiempo inmediata, sino futuras dificultades a la hora de completar el desarrollo arménico de las piezas. Lo veremos de inmediato. El caballo negro deberd volver a mover. 4. C13, Ca6 El blanco aprovecha la ocasién de activar sus figuras mientras las El rey blanco va a situarse en lugar seguro; en cambio su rival se- guira expuesto en el centro. 0-0, Ac7 Al fin una jugada de desarrollo, aunque «cS» podria considerarse una casilla mas apropiada para el alfil. Las blancas se apoderan ahora del centro, mientras el bando negro se despreocupa de Ia lucha por este sector. 6. d4, exdd? Habia que luchar por mantener !a posicién apoyando este pedn con otro. Ideal seria jugar 6. ..., d6, pero en este momento era regla- mentariamente imposible porque el alfil blanco impide descubrir al rey. Se necesitaba intercalar la sucesién de jugadas 6. ..., 06 7. Aad para posteriormente adelantar un paso el peén ad». ‘Tras la desaparicion del peén central negro, las blancas asientan su dominio sobre la casilla «d4». 1. Cxd4, Acs? Aunque busca horizontes nuevos para su alfil, no deja de significar una pérdida de tiempo. 7. ..., CI6 seguido del enroque y posterior mente «d6» era indispensable para no ceder demasiado terreno. El alfil acude a reforzar el punto central conquistado. 8 Ae3, Ab6? Las blancas han defendido su caballo con una jugada itil y cl alfil negro ha sentido la necesidad de retroceder buscando la proteccién de los peones. En conjunto, las blancas estén acaparando tiempos y las negras acumulando pérdidas posicionales. Le opertiva (1) La apertura (Ut) Ahora prosigue la ocupacién del centro con los peones. 9, 14, Cx8-e7 ‘Cuando las negras sienten la necesidad de completar su desarrollo la actividad de las piezas blancas es ya apabullante, pero aun asi mis vale tarde que nunca. Si las negras se hubieran decidido por 9... Cf6, entonces 10. e5 les hubiera impuesto la triste obligacién de retroceder. Una vez desarrolladas las piezas menores, la dama entra en accion. 10. DI3, 0-0 11, Tadl, ‘Todos los combatientes blancos estin a punto para el asalto, Do- minan el centro y la flexibilidad de sus piezas les da libertad para trasladarse al sector del tablero que pretendan abordar. Pocos son, en cambio, los efectivos del negro puestos en juego, y de ellos la mayoria ocupan posiciones mediocres. Jugadas sin objeto om 7|i + Gs Ht 6 5) 0. 4] i gl ey 2) 2 at 1 omo abe de Tt ‘También las jugadas que se realizan sin un objeto definido deben considerarse una pérdida de tiempo, aunque la pieza que mueva lo haga por primera vez. Por ejemplo, después de las conocidas jugadas 1. e4, e5, si el blan- co juega: 2. hd, (Lo mismo podriamos decir de 2 Ca3, 2. a3,2. Ce2, ete), Es obvio que en todos los casos citados se estar desperdiciando el turno de juego. Para llegar a ser un jugador experto es preciso desechar este tipo de jugadas que a nada positive conducen. Las jugadas que no incorporan al juego alguno de los efectivos © facilitan el desarrollo son jugadas sin objeto, y deben consi- derarse pérdidas d La aperwra (10) Cambios de piezas activas Enisten, ademas, otras formas de «perder tiempos» no tan faciles de detectar y en las que incurren incluso los jugadores mas experi- mentados. El siguiente ejemplo nos lo aclarard: 1 ef, 5 3. Acd, C16 6. 0-0, 0-0 2. C13, Ce6 4, Ce3, Acs 7. CdS, Agd 5. d3, 06 No hay mucho que comentar en las jugadas transcritas salvo que en términos generales se ajustan a las reglas que hemos enumerado en el capitulo del desarrollo. S6lo la jugada séptima del blanco re- presenta un movimiento repetido de pieza, lo que como ya sabe- mos equivale a una pérdida de tiempo. Lo que realmente intentamos descubrir comienza en este punto. 8. Cxf6+?, GPor qué calificamos de error esta jugada? Al fin y al cabo se trata de un simple cambio entre iguales y ello no significa pérdida de tiem- PO, puesto que el negro tendré que gastar una jugada en Ia recap- ura, En general esta afirmacién es correcta. Por ejemplo, si rectificamos la tiitima movida del negro y le hacemos jugar 7..., CX dS, el se- gundo movimiento de este caballo se compensa con el segundo que debera efectuar el pedn o el alfil, En nuestro ejemplo, sin embargo, las cireunstancias son distintas por una razén: el caballo blanco ha empleado tres tiempos (Cc3-d5-£6) para ser cambiado por otro que tan sdlo ha jugado una vez, Considerada aisladamente, la jugada supone un cambio equili- brado. Pero en el contexto de la carrera por el desarrollo que se es- tablece entre los dos bandos durante la apertura, no cabe duda de que la maniobra del caballo blanco ha significado un importante desperdicio de tiempos (3 contra 1). Al desaparecer del tablero las dos piezas, el bando blanco notaré un retraso de desarrollo respec- to a la posicién negra, Conviene evitar cuidadosamente ese tipo de maniobras. El obje- tivo del desarrollo consiste en situar las piezas en posiciones épt mas con la mayor economia de tiempo posible; desde ese punto de vista, movimientos como 8. ¢3, que controla la casilla central «d4>, © bien 8. Ags, movilizando la ultima de las piezas menores, eran alternativas mucho mas adecuadas. Adolf Anderssen Anderssen, sin lugar a. dudas ‘maximo exponente ce la paca romantica del ajedirez, nacio en 1818 on la ciudad alemana de Breslau, Su protesién (enseta- ba mateméticas en su ciudad natal) no defini en absoluto ol estio de su ajedrez. Anderssen no poseia un esiio (io y siste- madtico; alo sumo puede decir- se de 6! que la légica estaba al servicio de a consecucicn ce & bolleza, ef andisis exhaustive y preciso de las variantes al ser visio de fa aventura det sacri ia. Pruebs de allo son fs par- tidas etemas que le han reser- vado un lugar Gestacado en la historia dol juege-ciencia: sobre todo la «Inmortale. jugaca en 1851 conta Kiesseritzky, y la sSiemprevivar ante Duttesne. Anderssen se cio a conocer al mundo de! ajedrez como ‘autor de una coleccion de 60 problemas que publeé en 1842 bajo @i tulo de Auigaben far ‘Schachspieler, En 1851 logré su uo mas notable como juga dot al ganar ef tomeo iniema- cional de Londres delanie de Kiessovitzky, Seen y Staunton En 1858 sucumbid ante Morphy ‘en un match a 11 partidas: ocho tras fue of resultado definitive pero ningin oo ajedrecisia eurpeo quedd mejor parado ante el norteamericana. Quince alos mas tarde, ya en el deci ve de su cariera, fue superado amplamente por Wiherm Stel mizen un encuentro celebrado en Londies, que posteriomen- te ha sido consideradb la prime- ra disputa por la corona mun: dal Blancas: Anderssen Negras; Dufresne 1. ed, 65 2. €F3, Ce6 3. Ad, AcS 4. b4, Axbd 5. 3, AaS 6, d4, exdd 7,0-0, 43 Una continuacién légica que tiene por objeto evitar que el blanco adquiera una sélida formacién central (con exd4). 8. Db3, DI6 9, e5, Da6 10, Tel, Cge7 11. Aa3, .. La magnifica movilidad de las piezas blancas compensa so- bradamente los dos peones de desventaja. El principal defec- to de la posicién negra es su deficiente desarrollo del ala de dama; a fin de solventar esta dificultad, recurre ahora a la entrega de un peon que ace- era la actividad de sus piezas. TI. sang DS 12, DxbS, Th’ 13. Dad, Ab6 14. Chd2, Ab7 15. Ce4, DIS 16. Axd3, DhS PARTIDAS El arte combinativo: la «Siempreviva» Partida jugada en Breslau, 1852 En este punto se inicia una de las combinaciones mas belias y profundas de la historia det ajedrez, 17. Cf6+, 9x16 18, ext6, Tes Dufresne plantea un ataque directo (..., Dx f3), del que se deriva una desagradable ame- naza de mate. Un ajedrecista moderno habria buscado el camino de una victoria senci- Ila, eligiendo, por ejemplo, la réplica 19. Ae4, que mantie- ne una superioridad posicio- nal notable. Pero la concep- be FAMOSAS = cién romantica de la época, de la que Andersen fue ma- ximo exponenic, exige una continuacién menos prosaica. 19, Tadtt!, Dx 13. 20. Txe7+!, Cxe7 Li blancas caminan sobre et lo de la navaja, Cualquier jugada que no suponga una amenaza directa al rey negro ser contestada con Dxg2++. 21. Dx ATH, El sacrificio de dama es, sin duda, el suenio de cualquier jugador combinativo. 2M. say RXOT 22, ABS +, we Jaque con dos piezas, el alfil y la torre, Si ahora 22, Re6, sigue 23. Ad7++ 22. sey ReB 23. Ad7+, RIB 24. AX€T++. Los «campeones inorganicos»: Philidor y La Bourdonnais aiedrocistica, que so En 0! siglo xm, 0 pénduio oo la supreme habia trasladado an la Edtact Mecia de Oriente (India, Persia) a Ocaidente (Espanta). incia un mavimiento de retorno. A finales de siglo @) traneds André Danican Philidor (1726-7795), miisico de (an prestigio y uno de los pensadores mds protundos de la isioria do! ajectez, es considerado undniemente el jugador més fuerte de su época, Sus consteteciones y descubrimiantos asombran por su precocidad histérca, y se le considera la auténtica columma vertebral de! desarroo de la iécnica del juego. En 1834 e! irandlés Alexander McDonnell (1798-1895) hab adquindo en las islas Brédnicas fama de invencible Otro francés. Charles Mahé de La Sourdonnais (1785-1840), cruz6 el Canal y 59 enfrenté a su rival en sels encuentros consecutivos, con el marateniano resuitado tinal de 46 partidas ganadas, 26 perdidas y 13 tabla Cespertd un interés inusitade, y muctos fo consideran el primer auiténtico carmpecnato del mundo, La encuer Victoria de La Bourdonnais sciquiné en la prensa parisina, como no podia menos de ocurit tonos de enopeya: una de sus mas brilantes partidas fue comentaca en verso, en un poema que llevaba por titulo La revancha de Waterloo, Retralo de Adolf Anderssen, cima el ajedrez romantico. el profesor de matematicas’ —_(Zarcoya), do Breslau que llevo a su Le upertura Las negras estan en condiciones de recapturar el caballo prosiguiendo al mismo tiempo su desarrollo. 8. ..., DXf6 La salida de la dama es buena en este caso puesto que el resto de las piezas (peones centrales, caballos, alfiles y rey) ya han sido puestas en juego. Compruebese el nimero de tiempos empleado por cada bando y se verd que el recuento favorece netamente a las negras. una pleza que ha movido varias veces por otra que ha ‘una dnlea vez supone -perder tiempos: de desarrollo, por Jo que debe evitarse en la medida de to posible. El desarrollo prematuro de la dama gNo es acaso la dama la pieza mas mévil y poderosa del tablero? Por qué reservar, entonces, su fuerza para un momento avanzado de la partida cuando puede decidir la lucha de buen principio? Estudiemos en la siguiente partida los peligros a que se expone una dama que decide intervenir desde el primer momento en el combate. 1 ed, dS. 2. exd5, Este simple cambio de peones logra lo que se pretende: sacar la dama negra @ pasear. La respuesta negra es consecuencia ldgica de su primer movimiento. 2. ony DAS La todopoderosa ocupa el centro del tablero. zQué sucederd ahora? Las piezas menores blancas comienzan una labor de acoso, 3. Ce3, Comenzamos a vislumbrar los inconvenientes, Una pieza de infec rior valor ataca la dama y la obliga a retirarse. El salto de caballo contribuye al desarrollo pero la dama debera mover en segunda oca- sién. Los movimientos del negro recuerdan a los antiguos paladines, que salian de las murallas dispuestos a desafiar a todo el ejército enemigo. 3. anny DeS +? La dama ya puede estar orgullosa. Ha planteado su primera ame- naza, jy sobre el rey!, dando jaque. Sin embargo ello esti lejos de poder considerarse un éxito. El atague sera rechazado con una jugada util y la dama permane- cerd expuesta a nuevas amenazas. 4, Ae2, C6 Las negras se han dado cuenta de que una pieza, por muy podero- sa que sea, no puede luchar sola contra un ejército, Las blancas movilizan ahora su tercera pieza menor, siempre con el motivo de la amenaza tematica. 5. Cf3, ... Nuevo desarrollo que obliga a una segunda retirada. Como se pue- de observar, el desarrollo prematuro de la dama esta intimamente relacionado con las pérdidas de tiempo en la apertura, La aperture (1) Le apertura (tl) Pero la agresividad de la dama negra sigue buscando objetivos en «campo abiertor. 5. suey DeS? La dama se obceca en no abandonar los cuadros del centro, lo que a la vista de los resultados es un error grave. Gracias a esta inopor- tuna peregrinacién, las blancas completarén en pocas jugadas el de- sarrollo, mientras las piezas del negro permanecen casi todas «en casa». Como mal menor convenia una modesta huida hacia la banda (5. ..) Da5). Al menos alli la dama no podria ser molestada. Las blancas completan felizmente su desarrollo. 6. d4, Das 7. 0-0, Se ha puesto de manifiesto que el superior valor de la dama respec- to a las otras piezas se vuelve un factor en contra si ésta abandona demasiado temprano la retaguardia. Las piezas menores y los peo- nes ganan valiosos tiempos atacandola y la fuerzan a retroceder, Slo cuando el desarrollo es completo y el conjunto de piezas do- mina un territorio, la dama empieza a demostrar su auténtica fuerza. La salida prematura de la dama favorece el desarrollo de las ple- zas contrarias, que pueden ganar importantes tlempos para su movilizacion con el simple ataque sobre esta. En algunos casos, incluso, esta tendencia a la movilizacién apresus rada de la dama, olvidando las reglas esenciales que marcan la lu- cha por un desarrollo arménico en la apertura, lleva a perjuicios més graves, como la pérdida de material, y en determinadas posi- ciones puede conducir a una derrota directa, Observemos las siguientes jugadas, que son una muestra de ello. 1. e4, 6 Noes el tratamiento mis cldsico de la apertura, pero en ningiin caso puede juzgarse 1. ..., €6 como un movimiento débil. La lucha por el centro subsiste, ya que se controle la casilla «dS», donde en la siguiente movida se instalara el pe6n «cd. La estrategia negra, como veremos, tiende a la disputa del punto «e4», ocupado por las blancas en su primera jugada. 2. ds, 45 3. Cc3, Conforme a las pautas del buen desarrollo, Jas blancas deciden pro- tegerse del ataque sobre su pedn con una jugada activa que pone en juego una pieza. Ahora se produce el cambio de los peones centrales. 3. say Axed 4, Cxed, .. Las blancas han movido dos veces su caballo, pero también lo ha hecho el pedn «d» negro. Todo correcto. Las negras atacan el punto «e4» y las blancas lo defienden. 4. sony CRE 5. Ad3, ... Las negras desarrollan y las blancas hacen lo propio. No est en el dnimo del blanco plantear una trampa al adversario, sino sélo realizar una mera jugada de desarrollo. Pero las negras, con la ambicién de conseguir una pequefia venta- ja, allanan al rival el camino de la victoria. 5. Dxd4?? No ha tenido presente las maximas de la apertura el conductor de las negras, y su despreocupaciéa por la dama serd severamente cas- tigada, Era mds adecuado el desarrollo de piezas menores, S..., AeT por ejemplo. La apertura (1) La apertura (Ui) La réplica blanca cae como un rayo en cielo azul. 6. ADS+!, Ahora se dan las negras cuenta de su error. Esta jugada despeja la accién defensiva de la dama blanca (lo que es una muestra de que también desde su casilla de origen esta figura desempena una im- portante funcién) y fuerza una ganancia decisiva de material, Poco ha durado la «excursién» de la dama negra. . sony C6 7. AXe6+, bxe6 8. Dxd4, .. Las negras pueden rendirse. RESUMEN: _unidad 5 CO En Ia apertura es esencial seguir unas normas especificas para el desarrollo. * Las piezas de ajedrez, en particular los caballos, no deben colocarse en los limites de! tablero, donde caracen de juego. Lo acertado es situarlos en casillas proximas al centro para que desplieguen toda su actividad. * A fin de completar répidamente el desarrollo de todos los efectivos, no deben perderse tiempos moviendo mas de una vez una pieza. * Debido a que los alfiles ya despliegan cierta actividad desde su casilla inicial, es aconsejable desarrollar antes los caballos. * El cambio de una pieza que ha movido varias veces por otra de igual valor que lo ha hecho en menos ocasiones se considera también una pérdida de tiempo. * El avance prematuro de la dama favorece el desarrollo del rival, que gana valiosos tiempos atacandola. * Deben desarrollarse los peones centrales y las piezas menores, y poner el rey a salvo, antes de poner en juego la dama. EJERCICIOS Ejemplo 1 Si los temas fundamentalas de la apertura han estado siempre presentes y se ha atendido a las posibilidades concretas de maniobras peligrosas que ha plenteado el adversario, la posicién resultante sera cuando menos equilibrada. Pero ‘cuando el contrario ha incurrido en un error, es necesario aprovechar la coyuntura y obiener esa ventaja que la ocasién nos depara. Es urgents hacerlo en ese caso antes de que, completaco el desarrollo, Ia situacién enemiga se consoiide. amenazando tomer el peén negto de 98, con lo cual la torre blanca de f1 pasaria a atacar la dama negra. Si las negras toman con el peén de 6 Ia otra torre blanca, entonces les ganan con 2. Tots, RI7; 9. Dd5+, debido a que el peén blanco da f5 priva al rey negro del escape por g6. Solamonts sacrificando su dama podrian las neoras en ese caso retardar el mate, En fa partida las negras jugaron 1. ses BG, intentando desplazar a la dama blanca del control del contro, y dsta rospondié 2. Det, impidiendo racicaimente la captura de su torre por la La situacién blanca es preferible, sin lugar a dudas, or su superioridad de deserrolle. Las negras no han movilizado sus piezas mientras ‘que las de las biancas estan lisias pera al ataque. También ol rey nagro esta inseguro y ello da tema para alacar si las torres y dama contrarias tuvieran columnas cisponibles. Claro que una torre bianca esta atacada y no deben las blances perder tiempo, pues las negras poseen dos peones de més. Las blancas jugaron 1. 51, amenaza de captura del rey acversario. Las negras jugaron 2, El mejor desarrollo blanco bien explotado obtuvo el éxito de der jaque mate a partir de aqui en tan sélo siete jugadas. Fuaron dstas: 3. Txe5+, RIT 4. Ded, Des 5. Te7+, AGE 6. Txg7+, Rxg7 7. De7+, Age 8. Df84, Rh7 9. DI7 mate. Ei mate, objetivo por excelencia, corona un buen trabajo Las blancas juegan, y la ubicaci6n del caballo de dama negro no puede ser mas desafortunada. En efecto, las negras acaban de jugar » Tb8, [0 cual priva al Go6 de su Unica casilla disponible. Es cierto que existe otra (a5), pero tiene escaso valor como veremos. Las blaneas muaven 1. 45, ... atacando el caballo problemético. Es facil comprobar que éste solamante dispone de 1. ..., CaS, situandose en la banda del tablero, Ahora les blancas aprovechan el hecho de que el caballo ha quedado sin retirada y juogan 2. b4. El peén u otra pieza blanca termina forzadamente con la vida del caballo negro (comprubase). Los peligros da falta de retirada de las piezas son tipicos de la apertura, y es muy importante saberlos prever y evitar EJERCICIOS Problema 1 dJuegan negras. En esta posicién las blancas acaban de avanzar su pecn de dama a d5, atacando un caballo negro. Este dispone de cinco movimientos, de sus ocho maximos posibles (las demas casillas estén bloqueadas por Sus propias plezas). Corviene saber cual de ellos es preferible. Debemos tener en cuenta que, segun a donde se dirja el caballo, puede ser acorralado, 0 bien quedar Gesplazado del juego, 0 con escasas perspectivas. Perder material no es tampoco atractivo, ni siquiera si se tratara de un simple pedn. Por otra parte, una vez onsideradas con cetenimiento todas y cada una de las cinco posibilidadas, conviene también Contempiar la captura de otra pieza o un contraataque. En ocasiones son estos recursos Jos que pueden resoivernos la papeleta, Estudiemos Ia posicién con caima. El caballo negro dispone de las siguientes opciones: mover a dB, BB, 25, 4, 44. Contemplemos tas jugadas det caballo, 4. .., CaS 5 muy mala debido a 2. b4, puesto que el caballo ha quecado sin retirada y sera ‘capturado. 1, ..., GDB, volviendo a su casilla inicial, es une jugada muy triste. El caballo deberd volver a desarroliarse posteriormente y solamente entonces podra mover la torre. Ademaés, si se desea desarrollar el caballo por 47, habré que tanto, una jugada que implica tantas pérdidas de tiempo ‘solamente podra ser tomada en consideracién si todes las domés alternatives fueran catastrofieas. 1. .., Cb4 implica asimismo graves pérdidas de tiempo. El caballo puede ser atacado por un pedn que avanzera @ a3, Desde b4 sdlo podra ir @ a6 y alli no dispondré de nuevos saltos adecuados, por lo que deberé permanecer acorralade largo tiempo. Fiémones ahora en 1. . CdB. Nuevamente, el caballo quedaria sin saltos adecuados durante algun tiempo, ademas de privar a la torre de a8 de tuna casilla que podria estarle destinada, Nos queda tan sélo 1. vy Cd4 (que, por cierto, al tratarse de una casilla central, la primera que habria que considera). Esia jugada tiene un defecto: pierds un pedn y fen ajedrez no hay por qué hacer regalos, si ello no es imprescindible 9 no viene compensado por otros factores. Tas 1. sy Cd4, las blencas jugatian 2. Cxd4, y tras 2... ‘@xdé (mucho peor seria ahora 2. .n. Axe2, debido a que el blanco retomaria el alfil con su caballo de 04, y ganarfa un caballo en los cambios) soguirla 3, Axd4 (para, si 3 ‘Axe2, tomar con el caballo de 63, mientras la dame sigue etendiendo su afi), 0 bien 3. Axgs, Dxgs 4, Axd4 (en la tercera jugada las negres no pueden considerar otras alternativas, ni aun atacando ja dama blanca, puesto cue su propia dama amenazapa ser Capturada con jaque al rey). En resumen, las negras quedarian ‘con poén de menos. 2Existe alguna jugada mejor en esta posicién? EJERCICIOS Juegan negras De nuevo las blancas acaban de avanzar su peén de la columna d, esta vez a d4. Esie avance, en la apertura, las mis de las veces es bueno, siempre, claro, que no pierca material. Gena terreno y crea tensién, ademas de luchar por la iniciativa. Pero en este caso concreto el avance es promaturo, pues las negras disponen de un enérgico contraataque. Conviene ver en este caso las vertajas que reportan a veces cambios, aparentemente Igualados Juegan blancas En este caso, con pon do més, son ias negras y en concreto su dama las que estén en grave peligro. Le audaz salida, que ha permitido ganar un pedn de forma prematuira, nos recuerda al ratén que por comer el queso 8 introduce en fa trampa. Le mmisién de las blances ahora es corrar la ratonera para que no escape ia dama glotona. Para resolver adecuadamente ol problema, debe atenderse simultaneamente a dos ‘aspecios: uno, amenazar a le dama temeraria, y el otto, proteger las propias piezas y cerrar las posibles vias de escape. Si cree haber dado con la solucién, escribala y compruebe si, en efecto, la dama quedé atrapada en la trampa. Problema 2 Problema 3 Problema 4 ose 4) | 7 i 7| 7] cee Ly 6 5 5| i 5| 5 4 a 4 4 3) QO. 1S) 3| 3] 2) A a 2 2 1 wo 1 1 abedetoh Juegan blaneas En esta posicién, las blancas poseen un desarrollo superior, tienen sus plezas dispuestes para agredir tanto al rey como a ladama de las negras, y solamente es preciso que no pierdan el tiempo on sacar ventaja de estos factores. La ciferencia entre la dama negra, vulnerable y victima de posibles, ataques, asi come circunscrita a misiones estrictamente defensivas, y la dama blanca, la cual, junto a su torre de e!, es una pieza poderosa para aacar al rey negro ain sin enrocar, es palpable y nos hace suponer que puede haber temas de mate. Soluci6n 1 En efecto, la mejor jugada negra en a posicién del diagrama e Axt3! (no hay por qué mover el caballo todavia). Si las blancas juegan 2. Axf3, el caballo ya puede saltar a la belle casila central 4, Si, por el contrario, las blancas toman el caballo con 2. dxo6, sigue 2. ..., Dred? (en primar lugar habia que reservar la mas importante pieza stacada, os decir la dama), 3. Axd2, Axe2 4. cxb7 (antes de capturar al alfl negro, ain disponian las blancas de esta jugada uti), 4. ... THB 5. Cxe2, Txb7 (ahora las negras ‘atacan el peén blanco de b2}. Podria saguir: 6. b3, 0-0, Las negras han mantenido igualdad de posicién y material, resultando esta variente muy preferible a las que implicaban situar ol caballo on ura pobre posicion o perder algun material Solucion 2 1. ony x4. Esta jugada y ta que sigue constituyen cambios igualados. La intencién de las nogras al efectuarlos se manifiasta mas tarde. Podemos pensar que las negras han de haberlo visto todo antes de hacer unos cambios que, en caso contrerlo, no les aportarian ventaja. Ciertamente seria aconsejable que fuera asi, pero no hay que desestimer fos ‘cambios aunque no conduzcan a ventajas claras y tangibles. Un cambio igualaco es justamente eso, igualado, y no debe ser rechazaco por sistema, Si conduce a ganancias de tiempo o espacio, puede ser suticiente motivo para que resulte ventajoso @ medio plazo. Las blancas, naturalmente, retoman: 2. Cxdd, exdé (las negias podrian haber tomado con el edn en su primera jugada, llegando en caso de sucederse los cambios, a la misma posicion; de todas maneras, en caso de 1. ..., @xd4; hebia que ‘considerar también la posibilidad de 2. Ads) 3. Dxae, 65 (ganancia de tiempo. Eso sélo ya justificaria entrar en los cambios) 4, Bat (ores rotiradas de la dama no mejorarian las perspectivas blancas), 4. .. 64 (y el alfl es Ja pieza blanca que finaimente queda copada). Solucién 3 1, Cd4-bS, ... (Esta jugada ataca al alfil negro de ¢5, con ol alfil de €9, y amenaza caplurar la dama negra con Tt. Las negras probablemente deben resignarse a jugar Axe3 y perder su dama.). Peor resulta ugar: 1. vn, ADS 2, Ad2ien (Y ahora la dema negra no tiene manera de evitar ser acorralada desoués de Tot. Si las negras jugaran 2. sy Axe, porderian de todos modos la dama luego de & Axe). Solucién 4 1. Cxes, ... (Amenaza la dama negra, ataca {7 por tercera vez ¢ impide que, contra la jugada Dad, que amenazaria al tiempo al rey negro y a su aif de a5, las negras dispongan de la doble defense... Co6 —anora este caballo seria capturado por el caballo blanco—. La dama negra, que debe mover, ha de acudir en defense del alfil de a5.) 4 Db6 2. AbS+, ... (Para abrir peso a la dama hacia 17) 2 06 3, Df7+, Rus Cxe6+, Cxe6 5. Axcé. ‘Ahora ia ventaja blanca es précticamente decisiva, debido ala amenaza de mate con 6 De7, puesto que si 5, .., Dev 6. TeB+, Txe8 7, Dxo8 mato. UNIDAD La disputa del centro cobra una importancia decisiva desde la fase mas temprana de la partida. Las escaramuzas entre las piezas y peones de ambos bandos definiran la posesién del mismo, pero también causaran la apertura de columnas y la inicial desproteccién del rey. El monarea debe buscar refugio con un movimiento caracteristico: el enroque. La apertura (y III) * El papel de los peones en la lucha por el centro + El enroque y la seguridad del rey Resumen * Unidad 6 Partidas famosas * Guando el ajedrez no era materialista. San Petersburgo, 1874 Ejercicios * Ejemplos y problemas Soluciones La apertura (y Ill) El papel de los peones en la lucha por el centro Estrictamente hablando se considera centro el grupo de cuatro es- caques sittados en medio del tablero, es decir, los puntos e4, d4, e5 y d5. Pero en ocasiones se usa la expresién «centro ampliado» aludiendo a las casillas contenidas en el cuadrado formado por ¢3- c6-£6-£3 en los cuatro vertices. Debido a que la lucha central sucle extenderse también a los esca- ques lindantes con los cuatro principales, al hablar del centro nos referiremos generalmente al ampliado. En la partida de ajedrez (lo hemos visto a través de numerosos 1 ejemplos), el centro recibe un tratamiento muy especial. A partir See aT Ter de los primeros movimientos los dos oponentes luchan por su po- sesién. ,Por que es tan necesario el dominio de unos pocos cua- dros elegidos en la amplia globalidad del tablero? Pensemos en el papel fundamental de! medio campo en el partido de ftitbol; desde alli el centrocampista reparte jucgo verticalmente © hacia los extre- mos. O bien fijémonos en el tenista que, después de servir con fuerza la pelota corre raudo hacia el centro de la pista para que su raqueta cubra desde alli cualquier rincén de la misma. De igual forma, las, piezas de ajedrez que ocupan una esquina dificilmente pueden coor- dinar acciones efectivas 0 responder @ un ataque que se produzca en el otro extremo, El estudio del papel que desempeiia el centro en la batalla ajedrecistica ayudar al aficionado a comprender el problema de la apertura y del medio juego. La primera acometida se realiza con los peones, que aseguran ¢l control de importantes casillas ¢ impiden el posicionamiento de las piezas enemigas en ellas. Veamos a continuacion un ejemplo caracteristico: 1. ef, 05 2. CH3, Ce6 3. Acd, AcS 4.03, He aqui una forma caracteristica de reforzar el control de una casi- la central (d4). La apertura (y WD) Este «timido» avance contempla horizontes mas ambiciosos, como nos desvelard la siguiente jugada blanca. 4. ony 6 5. d4, exdd 6. Xd, oe No cabe duda que las blancas han hecho un buen negocio, Dos de sus peones forman una auténtica estructura central y lo que es mas importante, han cambiado su peén «e» por el «e» negro (es decir un peén de flanco por uno del centro) lo que ya les otorga cierta supremacia en la batalla por el control del nticleo del tablero. Esto nos abre el camino para introducir una regla practica en los casos en que una captura pueda ser realizada de distintas formas: Los peones deben dirigirse hacia el centro. Observemos un caso priic- tico: La norma de llevar peones al centro Alas negras se les planiea la disyuntiva de capt: reservan la posibilidad de jugar posteriormente rar el caballo con el pedn «de 0 con el peén eb». «dS, convenientemente sostenido, con lo cual iu- ! primero facilita |a incorporacién inmediata del chan ademas par el control del punto 4. La se- aif, pero el segundo responde mejor al objetivo _cuencia correcta es: 1. ..., BxC6 2. 0-0, o5 do vigilar el centro, Despuds de 3, oxd5, cxd5 4, Tot+, Ao6. ¥ las nogras mantio- gras apoyan el punto dS, pero con... bxC8.Se nen mas peones en et centro, Postcién inicial. Posicién después de 1 negras plerden Estudiemos las auténticas caracteristicas del centro que se ha al- canzado. Para ello desnudemos de piezas la posicin y conserve- mos tinicamente los peones. Los importantes escaques f5, ¢5, d5 y cS estan controlados por las blancas. Como ¢s I6gico, en cllos no puede situarse pieza negra alguna, y en cambio las blancas si que disponen de cuadros centra- les para instalar las suyas. Posicién tras 4, ..., Ae6: las negras han reforzado el centro. La apertina (y HM) Veamos en el diagrama la posicién anterior sin piezas. Posicidn de los peones Otra caracteristica a tener en cuenta es que si la estructura negra no incluyera un pen en «d6», en otras palabras, si las negras no se manifestaran en el centro, serian incapaces de contener el avance de los peones centrales, lo que ocasionaria un colapso entre sus li- neas y la asfixiante sensacién de falta de espacio para maniobrar con lass piezas. Veamos una partida tipica, fiel reflejo de lo que acabamos de indi- car y caso ilustrativo de lo que tenemos que impedir en nuestros juegos. 1. e4, 65 2. C13, Ce6 3. Acd, Acs 4. 03, C6 Una medida mas modesta para impedir el avance de los peones centrales blancos era 4. .... d6, alcanzando la estructura que hemos estudiado mas arriba. Ahora se establece el choque de peones en el centro, 5. d4, exdd 6. e5, De7? Esta jugada cabe calificarla abiertamente de errénea. Como ya es conocido, la salida prematura de la dama es una débil medida. La forma més enérgica de mantener el equilibrio central era el contraa- taque sobre una de las piczas blancas mas activas (6. ..., d5). Si 7, exd6 (al paso), Dxd6, © bien 7. exf6, dxed 8. fx07, Te8. Como podremos constatar, ¢l juego negro seria mucho mas acon- sejable que el que ahora va a producirse. 7. 0-0, Excelente, y también caracteristico. Las blancas efectian un movi- miento de desarrollo que a la vez supone una defensa indirecta del pedn, muy utilizada cuando el rey esta desenrocado. Las negras no pueden permitirse la captura del peén «eS» so pena de perder una pie: say CX€5? 8, Tel d69. exd4, Cx13-+ 10. Ae6 I, dxes. Te say CB 9. d5, CaS 8. cxdd, Ab6 E] avance imparable de los peones est sembrando la descoordina- cidn entre los efectivos contrarios. Poco a poco las negras ven mas reducido su espacio y las casillas donde ubicar las piezas son mas escasas. El siguiente paso es romper la posicién para demostrar la ventaja de desarrollo en juego abierto. 10. d6, exd6? Como mal menor era indispensable no favorecer la apertura de la columna «e», lo que se lograba simplemente desplazando la dama de forma directa, sin la captura previa. La columna recién abierta sera el pilar basico del incontenible ataque blanco. AL. exd6, Df6 12, De2+, RIS 13. Tel!, El centro avanzado ha estorbado la conexion entre las figuras ne- gras. Ahora el negro echa de menos no haber adelantado su peon «dy para que el desarrollo del alfil diera a la torre «a8» la opcién de entrar en juego neutralizando el mate que las blancas amenazan con De8. En su lugar las negras se ven impelidas a un nuevo desplazamiento de la dama. 14, Dd8 15. Ces, Cxed 16. Dxed, ... Renueva la amenaza sobre el pen «f7», esta vez con efectos devas- tadores. ,Cémo contrarrestarla? 16. ..., Ch6 permite a las blancas eliminar la pieza defensora con la simple toma 17. Axh6. Lavapertind (9111) La apertura ¢y 11) alternativa més atractiva: la defensa del punto n con el ataque sobre «/2». El negro opta por «f7 en combinac 16. .., Df Las blancas han creado amenazas constantes, perjudicando la po- sicién contraria y obligando a movimientos poco practicos. El prin- cipal defecto en el campo negro es un rey en situacién precaria, y puede explotarse de forma directa si se emplea el arma mas pode- Tosa en ajedrez: el razonamiento. El andlisis de la posicién revela un rey negro sin casillas de huida, un caballo que podria dar un jaque mortal en «d7» si el alfil no defendiera ese cuadro crucial, y una dama que puede contactar con al pieza protectora. La conexion légica de estos factores desenca- dena la victoria. 17. Dxe8+! Sacrificio de la dama que encontrara una recompensa inmediata. La respuesta negra es forzada. 7. wu, TxeB 18. Cxd7++ jaque mate El desenlace ha sido espectacular y realmente. fulminante, Esta partida no debe sentar la idea de que el avance de peones cen- trales es positivo en todos los casos. En el ejemplo estudiado las blancas mantienen en todo momento la iniciativa, lo que nos da una idea de la importancia del desarrollo combinado con la ame- naza. También cabe sefialar que la adecuada disposicién de las piezas blancas proporcionan un importante soporte al avance de sus peo- nes, y que las negras no disponen de un método efectivo de llevar a cabo el contraataque. En aquellos casos en que no se dan estas circunstancias, un avanee prematuro puede ser muy contraprodu- cente de cara a nuestro objetivo de poseer el centro. La apseriiva (9 1) El avance de los peones centrales debe realizarse bajo ciertas condiciones: posesién de Ia iniciativa y posibllidad de dar so- jecuado a los mismos con el resto de piezas y peones. rario es una pérdida do tiempo que séte conduce Ja debilitacion de la estructura central. El enroque y la seguridad del rey En capitulos anteriores trazamos pautas para el desarrollo, adverti- \d de aplicarlas en cada una de nuestras partidas sn puede conducirnos, incluso, a una derrota con escasa lucha, Ya entonces se advertia de la necesidad de salvaguardar la segu- ridad del rey, retirandolo del centro del tablero pare evitar un ata- que demoledor sobre el mismo en el caso de que los peones centra- les desaparezean y la posicion se abra, Es el momento de profundizar algo mas sobre el tema. 5 La cuestién que ahora nos ocupa es, mas que ninguna otra, una cuestin de supervivencia ajedrecistica. El rey es la pieza basica en cualquier tablero, su captura es esencia y objetivo tiltimo del juczo; por eso resulta tan decisivo darle proteccién. Vamos a ver un caso tipico de rey mal protegido. A simple vista su seguridad no parece amenazada, pero la realidad es bien distinta. 1. 6), Encaminada tinicamente a abrir mas la posicién del rey, en parti- cular la columna a», por donde se prepara la irrupeién de las pie- zas blancas. Las negras no pueden capturar el indefenso alfil por la amenaza 2. Dxf7++ Te ey KC 2. 0-0, ww Representacién misma del desarrollo perfecto. En una sola jugada el rey encuentra refugio, la aislada torre se incorpora a la lucha y se plantca una poderosa amenaza directa, la misma que en e! movi- miento anterior. La apertura (y WD), La dama negra debe acudir en defensa de su monarca. 2. any De7 3. Agst, .. Actuando con intachable logica. Como la dama detiende el mate amenazado, si desviamos la pieza protectora podremos culminar el ataque. La maniobra siguiente es forzada. 3. any DX BS 4, DI7+, Rd8 5. DxdT+ +. El peén blanco de la columna «e» actué como un kamikaze y abrié brecha para sus piczas. Desde los primeros instantes se producen en la parte central del ta- blero pequefias pugnas por la posesion de la misma. Ello trae con- sigo (lo hemos visto en varios ejemplos) la apertura de columnas, muy apropiadas para la colocacién de damas y torres pero poco recomendables para la permanencia del rey. El enroque, parte pri~ mordial del desarrollo, cumple dos requisitos fundamentales: res- tablecer la proteccién del monarca, resguardandolo tras una for- macién de peones, y facilitar a las torres, concretamente la del ala donde el rey decide enrocar, la incorporaci6n al juego y el control de las columnas centrales. Para completar ol desarrolto debe asegurarse la posicién del rey y poner las torres en juego, ocupando las columnas centrales. Ello se consigue modiante el enroq Prescindir de este particular movimiento, por el contrario, suele con- ducir a la debacle. El rey negro en el centro resulta especialmente vulnerable. Por eso, cuando el juego del oponente lo facilita, es una decisidn acertada privar al rey contrario del derecho a enrocar. Re- cordemos que una vez se ha movido el rey ya no puede efectuarse nunca mas el enroque. nweasaoorvo La apertars (9 1D, En la posicién del diagrama se ve con claridad que las negras de- ben capturar el alfil, bien con la torre, bien con la dama, ya que la capiura con pedn debilitaria el escudo protector del propio sey. Posicién inicial Pero gpor qué tomarlo inmediatamente? Si asi lo hacen, las blan- cas enrocaran por el lado corto y muchos de sus problemas se solu- cionaran, Intercalemos una jugada que fuerce al rey blanco a mover: 1. ny Da +! POO NO I. oy T+? 2, Aes 2. RE, Y ahora st 2s sang TXI6 La posicién negra ha mejorado, o mejor dicho la blanca ha empeo- rado ostensiblemente. Como consecuencia de esta jugada intermedia, el bando blanco tiene graves problemas para comunicar sus torres (lo que quiere decir que la torre en «hl» no podra entrar en juego durante largo rato), y su. rey tendrd dificultades para encontrar una buena ubicacién. El acoso al rey blanco desenrocado se convertird en un tema importante de alaque para el bando negro. El rey desenrocado no sélo corre graves peligros sino que ade- mas impide ol juogo do las torres, al estorbarles ol acceso a las columnas centrales. En ocasiones, los problemas para enrocar no derivan del hecho de que el rey haya sido forzado a mover, sino a que una pieza adversa- ria impide el paso de éste hacia el flanco. Corresponde el turno a las blancas, El recuento de material indica que tienen un peén menos, pero a su favor cuentan con un rey mas seguro. Deben procurar que el monarea negro no disponga del en- roque para seguir en posesign de esa ventaja. Mijail Chigorin Eljugador reconocido inaiscu: fiblemente como patriarca de! ajedrez rus fue un caso de in: ciacién tarda, deste al punto de vista de (os palrones de uestios dias: Hesia bien cum pliios los veinte arios (nacié el 12 de noviembre de 1850) no empezd a progresar en e! jue go, y su primera victoria signif caliva fa obtuvo en 1876 al de- rrotar en un match celebradoen San Polersburgo a Emmanuel Schiffers. Con el tercer puesto en el forreo de Berlin de 1861 (ganado por Zukertort en el me- jor momento de su carrera), el ya aceptado como major aje drecista de la Rusia zarisia se dio a conoce' intemnacionaimen fe Por entonces pasd a dedicar se plenamente al ajecrez, Jo cual, si bien nunca le proporcio- 16 fortuna ni una vide paciica y estable, si habia de levarle a conseguit grandes honores Sus mejores éxltos en toreos fuaron fas victorias en Nueva York, 1889 y en Budanest 1696. pero gand ademds muchos otros tomecs. Ademds su acta cin como tednco y anaisia de aperturas fue muy importante, Paro los puntos cuiminantes de su carrera fueron los matches ‘por el titulo mundial que cisper tdcon Wihelm Stein. En ol pri mora, en 1889, peicie por 10:5 465 Enelsegunda en 1892, sdfo por 125 2 106. Estos er- cuentios se celebraron en la ciudad de La Habana. Chigerin vencié a Steinite en encuentros amistosos y empao trente a S. Tarrasch Muro Mill Chigorin et 25 de enero dle 1908 sin haber encon ‘rado ain un sucesor come me: jor jugador de Rusia PARTIDAS Cuando el ajedrez no era materialista Partida jugada en San Petersburgo, 1874 Blaneas: Chigorin Negras: Davidov 1. ed, eS dama negra, y ahora idean un 2. 4, ext plan de tres jugadas: con la 3. Cf3, 25 primera amenazaran Cc7+ y 4. Acd, gt dejardn paso al alfil hacia c3; 5. 0-0) a. a segunda amenazarala torre de rey negra, y la tercera pon- dré en un serio compromiso al caballo de ¢7, 12, Cd5, Ra8 13. Ac3, Te8 14. Af6, Ags 15. 54, Noes posible 15. .... x23 al paso, por 16. Dx f5, ganando . la dama. Ahora las blancas Después del pen, M - _procuran por todos los medios gorin sacrifica un caballo jena su alcance abrir paso @ su la quinta jugada! Verdadera- bateria de dama y torre. mente, nadie podra acusar a las blancas de ser materialis- 5 tas en esta partida. Dg6 16, AXg5, Dx eS 17, hat, Dx 5. ay gxP3 6. DX13, DI6 te. 7.5, Dxe5 CH 8. 43, Ah6 9. Ce3, Ce7 Las negras deciden como mal 10. Ad2, Che6 menor ceder su torre de £8. 11. Tael, DES Pero no es ese el objetivo que persigue Chigorin, Las blan- Las blancas han completado cas siguen alejadas de eileu- la movilizacion de sus piezas los materialistas y sacrifican con el recurso del ataque a lamas material. FAMOSAS = 20. Txe8, dxe5 21. Dxe5, AXg4 22, Ddd+, ReB 23. Ac6+, iLo que faltaba! Ahora, des- pués de 23. ..., fxe6 24. Dd7+, Rb8 25. Dxe8+, Cc8 26. Cd7 seria mate, mientras ‘qua, después de 23. ..., Axe6, Jas blancas por una vez se comportarian de forma mate- rialista y capturarian la dama negra 23. sony ROB 24. Axed, Dg3+ 25. Rh, Ce6 26. CaT+, ReB 27. Ce5+ ». Jaque «a la descubiertay det alfil de e4. 27. suey RDB 28. Cxc62, bxe6 29, Db4+ + Jaque mate. Los pioneros del ajedrez ruso En el sigio pasado y en les inicios de éste unas pocas pero destacades personalidades empezeron a escribir importanios paginas para el ajedrer ruso, que en la época sovistica habia de legar a tener tanta importanca, Los ajedrecisias que abrieron e! fuego eran miembros de tamil aristocriticas, con fortuna personal, pero por la general vastagos bofemios y de vida ineguler, mai visos en ef ambiente del quer procedian. Sus hazafias se llevaban a cabo en Jos cafés y salones europeos dende se jugaba al ajedrez, y eventualmente en San Petersburgo, la capital de! zar y a mas europea y cosmopolta de las ciudaces del estada. No obstente, hasta poco antes de la revolucién no empezaron a celebrarse con cierta reqularidad los torneos «de todas Jas Rusias» 2n ios que les ajectecistas polaces (sometidos enionces a Rusia) impusieron muchas veces su ley. Los principes y aristécratas rusos evan bastante aticionados al ajedrez y ocasionaimente oroducian partides brilantes, pero no podian competi con fos profesionales. No obstante, unas pocos jugadores rusos (Chigorin anie todo, Kiesserizky. Schiffers y mas tarde el joven Alekhine) si alcenzaron ese iivel, Politica aparte, la revolucion sovidlica mostré su consideracién hacia esos hombres, los grandes precursores del jeder tus Chigorin fue el idolo y el histérica, Lenin (a ta maestro de tode una izquietda, con sombrero) generacién, que llevé su juega una partda con Fecuerdo a través do los Bogdénov en Capri, bajo la avateres de la Revolucion —atenta mirada de Maximo rusa. En esta fotografia Gorki. (Zardoya.) ‘La aipértinna ty UD) Con esta intencién realizan la siguiente jugada. 1. Aa3! Esta simple jugada revela los inconvenientes de la posicién de las negras, y les advierte que deben proceder con sumo cuidado, Por ¢jemplo: 1. ..., Dc7 2, Cg5!, y la amenaza sobre el punto «f7» su- pone un obstdculo insalvable para el segundo jugador. Tampoco la jugada del texto contribuye a sortear el embate. Necesario era 1. soy 6, aunque no mejora en absoluto la posicién, La permanencia del rey en el centro es la causa de que las negras se vean necesitadas de movimientos tan poco atractivos, jgualmente! Las negras buscaban alivio en el cambio de una pieza tan activa como la dama, a la vez que daban una casilla de escape a su rey (a8). Como se vera a continuacién, su esfuerzo es baldio. Qos, D3? Las negras se obcecan en su proyecto de cambiar damas, pero lo linico que consiguen es una derrota inmediata, Como mal menor debia responderse 2. ..., ¢5. La captura del peén «7» continia sin evitarse y 1a posicién negra es, igualmente, calamitosa, pero al me- nos se evita cl mate, Ahora las negras sucumben porque no tienen defensa posible. 3. AXIT+, Rd8 4. Ceo++, La maniobra de ataque a un rey desprotegido resulta especialmente instructiva ‘Yeamos a continuacién una breve partida que ilustra los perjuicios de aplazar en exceso el enroque, con el simple objeto de conseguir una pequeha ventaja de material que en nada compensa las pérdi- 42s de tiempo ni el descuido de la posicién del rey. 1. ed, eS 3. dd, exdd 2. CP3, Cob 4, Cxd4, Dh4? ‘2 conocemos este tipo de jugadas. Ataca un pedn central, pero los Sconvenientes de desarroliar prematuramente la dama son muy su- periores a la amenaza. ‘Las blancas prosiguen correctamente su desarrollo, movilizando el cshallo. 5. Cc3, Abs 6. Dd3, ... Elataque sobre we4» obliga a este tipo de defensa, pero como vere- mos mas adelante este desarrollo facilita el plan blanco de enrocar por el lado largo, Desarrollo correcto ahora también por parte de las negras, 6. suey C16 7. Cxe6, dxe6? ‘Tampoco esto es acertado. Los peones deben orientarse al centro. 7. sey bx€6 era lo mas consecuente. Las blancas prosiguen su plan para enrocar en el flanco de dama. 8. Ad2, Axc3 Las negras persisten en su espiritu materialista. Tenian una buena ocasion para poner su rey a salvo prosiguiendo con el enroque, pero -= cambio optan por la ganancia de un pedn, con lo cual slo con- suen manifestar jugada a jugada la debilidad de su rey. Li cperturd (y MD La apertnia ty WD. Tras los siguientes cambios, esa debilidad se pondra de manifesto, 9 Axc3, Cxed Las negras han conseguido el objetivo que pretendian: la ganancia de un peén. Pero el «regalo», en este caso, estaba envenenado, Ahora las blancas demuestran que habjan visto mas lejos que su adversario. 10. Dea! Jugada de efectos multiples: protege £2, impide al rey negro enro- car (11. Dxg7+ +) e impide al caballo moverse a causa de la inde- fension de su dama. Paso a paso, la superioridad de la posicién blanca se hace evidente. 10. soy DET 11, 0-0-0, Dgs+ Las negras se ven apuradas por culpa de su carencia de desarrollo, El cambio de piezas no aliviaba la posicién. Veamos: I. .... Cxe3 12, Dxa7, TI 13. DXe3, con lo cual el blanco ha recuperado el pedn, las dos columnas centrales estén abiertas y el rey no puede enrocar. El blanco consigue dar otra vuelta de tuerca. 12. f4!, ... Otra jugada excelente, Las negras confiaban en 12, Rbl, Cxe3 + 13, Dxe3, 0-0, pero se encuentran con una desagradable sorpresa que trunca sus planes enusease Le 2 t a x Co ede Las negras ganan un segundo pedn, pero a costa de descolocar su dama. De any DEA + 13, Ad2, Det Llegamos a la posicién clave. A cambio de dos peones las blancas disfrutan de un buen desarrollo, y las columnas centrales abiertas dan temas de ataque sobre el centralizado rey. Obsérvese Ia manera tan espectacular en que el blanco remata la partida, 14. DdR+, ... La dama blanca se sacrifica. ,Por qué? El equipo torre-alfil actua- ré mortiferamente en la columna y la diagonal abiertas. Las negras no tienen mds remedio que acepiar la dama. 14. ..., RXAB 15. Ags+, .» iMagnifico! Las dos piezas blancas que dan jaque (alfil y torre) es- ‘tn atacadas por la dama (el alfil, también por el caballo), pero nin- guna de ellas puede ser capturada porque con ello no se eliminaria el jaque. La tinica opcién es mover el rey. 15. 1, Re® 16. Td8 + + Jaque mate Moraleja: No conviene capturar peones que pongan en peligro la seguridad del rey. =~woewose Lo eppertura ty Ul) * En la disyuntiva de capturar una pieza con dos peones, conviene hacerlo llevando hacia el centro el peén que captura. * El avance de los peones centrales es favorable, pero sdlo a condicién de tener la iniciativa y de contar con un apoyo adecuado de las piezas mayores. Proporciona buenas posibilidades de ataque imposibilitar el enroque del rey contrario, lo que puede hacerse de dos maneras: * Obligandole a mover con un jaque o una captura. * Estorbando su paso hacia el flanco con la accién de una pieza. Una de las manifestaciones mas vistosas, coloristas y multitudinarias del ajedrez son las llamadas partidas «viva» en las que personas alaviadas con trajes de época ocupan el lugar de las piezas. La escena corresponde a una de tales partidas, que se celebra el primer domingo de septiembre do los afios pares en la gran plaza situada ante el Castello dia Basso de Marostica, una pequefia poblacién del Véneto (italia) que conserva aun todo el ‘sabor de la época medieval, (GDA, JERCICIOS Ejemplo 1 Como se sabe, avanzar un edn en el centro no siempre tiene resultados positives, sino que puede acarrear ciertos Inconvenientes. Se debe evaluar unos y otros cuando se presenta ei caso, como en el siguiente ejemplo: Juogan blaneas ¢Debe ol bando do las blancas avanzar el pen de e4 @ eS? Con elfo ataca un caballo negro, ‘que doberd mover de nuevo. No obstante, alejar el pedn de sus bases puede suponer un peligro que le haga perecer. Se gana tiempo y espacio por el ‘momento, cletamente, y no serla de despreciar la posibilidad de que el caballo de las blancas fuera a e4 mas adelarte, ya que esa seria una casilla conveniente para él. Pero después de 1. 05, ‘C94, el peon queda atacado por tres plezas: fos dos caballos nogtos y el aif de g7. Su supervivencia no puede garantizarse ya que, de mover las blancas el caballo de f3, ‘pueden recibir incluso mate. Por ejemplo: 2. Ab2, Cc6xeS 3. AxeS, Axes 4, Cxe5?, Dxg2 mate. Del mismo modo, en caso de tratar de proteger el peén con 2.44, sigue 2. .., ex 3. Cxi4, Cxds y podria parecer que 4. Axb7 resuelve algo, pero también el caballo de d8 puede toma la cama blanca, y las negras garan una figura. Por su parte, el salto 2. Ceé, después de 2. ay COBxEH 3. CAG U otra jugeda, Oxt9+ tampoco resultaria converiento. En resumen, 1. e5 plerde un edn y es por tanto una jugada prematura aqui Juegan blancas En este caso, ademas de haber hecho jugadas, en general, poco utiles para e| desarrollo de piezas, las negras han debilitado gravemente la diagonal hS-e8, que conduce a ‘su rey. Al avanzar sus peones @ 16 y N6, han facilitado un ataque lateral al monarca negro. Basdndose en ese tema, 4zqu6 podrian jugar aqut las biancas?. Es facil Negar a te idea de 1, exd5, ya quo, si las negras juegan 1. ..., CxdS, sigue 2. Ag6+, y el rey negro debe mover a e7, donde estorbara el desarrollo de sus Piezas y no podra enrocar. Si las negras recapturan con un edn (por'ejemplo, 1. ves €xt5), entonoes tas blaneas juegan 2, Ces (preparando 3. Oh5+). Daspuds de 2. ws fx@5 (de lo contrario las blancas dispondrian también de la posibilidad 3. Co6, atacando a la torre), las blancas pueden seguir con 3. DhS+, forzando la secuencia siguiente: 3...., g5 4. Axg6+, Cxg6 5 Dxg6+, Re7 6. Ana+, y al retirarse el rey, el alfl blanco capturaré ta dama. Problema 1 Problema 2 Problema 3 Juegan biancas Juegan blancas Juegan blancas En esta posicién, las negras Este problema es muy parecido | Esta vez la debilidad neora que han efactuado el avance e6-e5 | a uno de los ejempios de esa puede converiise en tema del en su altima jugada, y fas unided, Hay que especular con | ataque blanco es ol pedn de 17. blancas tienen la posibilidad de | el jaque de ‘a dama blanca en | Se debe aprovechar el factor avanzer su centro de peones. hs. Es importante abrir paso ata | de disponer de un alll blanco For otra parte los peones dama blanca lo antes posible, en cé, apuniando hacia ese negros, y an particular el de eS, | aun a costa de sacrificar pe6n, junto a un caballo que Io ‘carecen de proteccion ‘material, para aprovechar observer desde g6, para sacar suficiente, por lo que hay que vance erréneo do los poones provecho del posible ataque llegar a ja conclusin de que nnegros del flanco del rey en doble (@ la dama y a la torre las nagras nan cecido Plena aperture y sin enroca, dal rey de las negras) que la demasiado espacio en la que han dojado a eu rey on captura del pedn de 17 por el apertura, y que el avance del situacién més que precaria. La | caballo producirfa. Por otra peon se ha hecho a destiempo | maniobra que deve encontier parte, es preciso avanzar el y sin garantias, Otro tema con | consigue vantaja material peén de d5 para que el ail el que se puede especular es | _decisiva, con posibiidades de sllegue» hasta 17, Dicho avance le pobre posicién cel caballo mate. La diferencia entre la combina las anteriores nogro de o€: de vers obligado | saguridad de ambos reyes, con | amanazas con otras derivadas a mover, solamente puede optar | el rey blanco enrocado y el de la presencia de la torre entre Ir a a5 0 volver a su negro en el centro y sin bianca en le misma columna casilla iniciel. Con estes datos, | proteccién, rocuita evidento, que 61 rey negro desenrocado. analice las diversas Los elementos de la posibilidades que oftece el combinacién, pues, estén juego blanco y encuentrs la dados. Sefale la secuencia jugada més fuerte. correcta da jugadas. EJERCICIOS Juegan blancas Las negras acaban de mover su caballo @ 66, amenzando copturar ol caballo central blanco de 5. Pero el otro caballo negro esta en h6, en situacién muy precria. Un alfil blanco podria capturarlo, dejar en penoso estado la configuracién de peones negros en el flanco de rey. La dama blanca podria entonoes irrumpir peligrosamente. Es preciso calcular bien las opciones defensivas de las negras para evilar que el ataque blanco quede on agua de borrajas. Busque ta solucion mas favorable, Problema 5 Ej enroque negro ha quedado bastante desprotegide como consecuencia del movimiento dal pedn «ge, que se ha Gesplazado a «f6» para capturar una pieza blanca. Pero ahora la situacion del rey negro se va. a hacer eritica, cuando la dama blanca irrumpa para colaborar ‘con el caballo de d5 en una amenaze de jaque mate. Juegan blancas Puede encontrar las jugadas claves? Problema 6 las negras carece de proteccién suficiente. La clave de su defensa reside en el peon de 18, que tapona fa columna «f para que la dama bianca no penetre por ela. Pero ese pedn | es tambien el encargado de proteger el punto e5, y puede sospecharse que no podra cumplir adecuadamente tantas misiones. En efecto, el centro ‘cae y las blancas ganan ‘cuando menos un peén Problema 7 Esta posicién es algo mas ‘compleja. Se trata de nuevo de dar jaque con la dama en h5, simplemente para evitar que el rey negro alcance la seguridad del enroque. Para ello hay que lograr previaments dos cosas: que el caballo negro de {6 desaparezca, y que el caballo bianco de 13 salte ganando tiempos con el planteamiento de alguna amanaza. La pista en este caso puede ser el hecho de que en 06 las negras tienen un caballo protegide por un alfil, pero que no puede mover sin dejar indefenso a ese mismo aif. Por ahi viene la solucién para establecer el salto mas conveniente del caballo de 13. Solucién 1 1. d5 gana al menos un pedn, ya que si 1. +) Cd4 soguird 2. Cxdd, oxdé 3. Dxd4. Si 1. ses) CB, antonces 2. fxe5, dxeS 3. CxeS. Poor todavia es 1. sax; Ca5 por 2. ba, que gana el caballo por un peén. Solucion 2 4, CxgS gana por la amenaza DhS+. Si las negras replican 1. sues 1295, ertonces 2. DhS+, Re7 3, Axg5+, gana la dama negra. Solucién 3 4. d6, exd6 (iiniea para no perder el altil de €7) 2. Oxt7, sw gana le dema negra 0 la tore de ha. También es una continuacién muy efectiva 4. Cxf?, Rxf7 2. d6+, sequida ce 3 er, que deja al rey de las negras en una situacién de gran peligro. Solucion 4 4, Axh6, Cxe5 (Si 1. ... gxhO las nagras deberian aceptar, despues de 2, DhS+, AGB 3. 017+, le pérdida de una torre). 2. Axg7 (Atacando la torre y el caballo), 2...) Cg6 3. Axh8, Cxh8 4. Dh5+, Rd8 5. Dxh7, con ventaja aplastante de las biancas, Solucién 5 4. Dh6, ... (Plantea la emenaza 2. Cxi8+, Rh8 3. Dxh7 mate). Las negras juegan 1. .... ARS, poro desputs de 2. Cxf6 sdlo pueden retrasar el mate sacrificendo inmediatamente la dama por el caballo, Solucién 6 4, GxeS, ... (Gana un pon central importante). Las negras no deben tomar el caballo por 1. sony £205 2. DI7#, AE 3. Dg7++ (0 Agr++). Solucion 7 4. Axi6, gxf6 2, Cd4, (Ahora se presionan fos puntos débiles de las negres. La dama blanca dard on hS un jaque ‘que nadie puede cudtir, y si el ‘caballo negro toma en d4, el afl blanco tomara su vez, en b7, alacando de paso la torre, Jo que seria ganador) Bo ony AXES (51 2. «1, 00-0 ‘3, AQ ganaria la dama por un aifil, ya. que ésta no podria fotirarse so pena de dejar indefenso a su rey) 3. DhS+, Rd8, y el rey negro ya no podra enrocer on asta partida, ‘quedando en ei centro en grave peligro. Tras 4. exd4, ... las blancas cuentan con mucha ventaja. En la batalla que sostienen las piezas blancas y las negras sobre el tablero de ajedrez, se establecen relaciones de equilibrio precario o de predominio, que pueden variar con las diferentes maniobras y capturas de material, en especial en el caso de los cambios iguales o desiguales de piezas, y de los sacrificios. * Los cambios de material: convenientes © inconvenientes + Los cambios heterogéneos * Los sacrificios * Unidades 8 y 9 * Castigo sumarisimo Londres, 1870 * Ejemplos y problemas EI balance de material Al comienzo del Curso se establecié ya el valor relativo de cada pieza (peén un punto, caballo o alfil tres, torre cinco, dama diez, tenien- do el rey un valor infinito). Aunque estos valores son meramente indicativos, resultan fiables en el 95 % de los casos. Por un lado, el jugador necesita tenerlos en cuenta para saber si una serie de cap- turas sucesivas por parte de ambos bandos favorece o no a sus inte- reses; por otro lado, estos valores no han de prevalecer sobre los superiores intereses de la partida (especialmente la seguridad del rey), que pueden llegar a convertirlos en un célculo absolutamente inti- til. En ocasiones el espiritu triunfa sobre la materia, lo cual reviste al ajedrez de una belleza especial. Los cambios de material: convenientes e inconvenientes Si se observa la situacién de! diagrama, se puede apreciar que las blancas, a quienes les corresponde el turno de juego, tienen la oca- sién de entrar en una serie de cambios de material. Posicién de partida El andlisis muestra la posibilidad de bifurcaciones en diversas va- riantes o alternativas (en funcion de cémo jueguen las blancas), de una cierta complejidad. El bando blanco se ve obligado a decidir si se adentra o no por el camino de los cambios de piezas. Los espiritus medrosos suelen huir los cambios por sistema, pero evidentemente ese no es el cami- no para progresar en ajedrez. El jugador debe acostumbrarse al cél- culo preciso de las distintas posiblidades que pueden aparecer sobre eltablero, y adentrarse sin miedo en las complicaciones cuando ha establecido que su resultado final serd positivo, Hay que valorar si la variante merece Ia pena y, si con ella se obtiene ventaja, no dejar pasar la oportunidad de lograrla, Pero para estar seguros, es nece- sario aprender a valorar bien el resultado final, partiendo de los valores de las piezas que ya conocemos. En este caso la variante es la siguiente: 1. TXe6, El cambio de una torre (5 puntos) por un caballo (3 puntos) no pa- rece ofrecer interés. ;Por qué motivo, pues, las blancas podrian es- tar interesadas en el mismo? El alfil de eS esta defendido por el caballo de c6; por tanto, 1. TxeS no resulta atrayente. Pero al capturar el caballo con la otra torre, Jas blancas calculan la siguiente maniobra: A. any TXC6 2. Txed, .. Se han ganado seis puntos (caballo + alfil) contra cinco (una torre). Hasta aqui el razonamiento de las blancas es plenamente correcto, pero la cosa no es tan ficil. Las negras, de entre las réplicas dispo- nibles a 1, Txe6, escogen una contestacién aparentemente mucho mejor que 1. ..., TXe6. 1. ony AX 23 La tipica captura intermedia, asi llamada por ir intercalada entre dos jugadas que aparentemente debian seguir una a la otra (en este caso 1. Txc6 y 1. .... Txc6). Esta jugada de las negras parece cambiar radicalmente la situacién. Contra 2. Dxg3, six sf seria buena ya 2. ..., Tx6 (ver posicion en el diagrama), Posicién después de 2. Dxg3, Txe6 El cambio intermedio del alfil negro por el caballo (igualado) ha dejado el balance de material nuevamente en un cambio de torre blanca por caballo negro, desfavorable para las blancas. El balance de moterial EL balance de material Pero también las blancas disponen de capturas intermedias: 2. Txe8, Esta captura se intercala entre 1. ..., Axg3 y 2, Dxg3, dejando mo- mentineamente a las blancas con otra ventaja (una torre en este caso) y, en caso de 2. ..., Dxe8 3. Dxg3, con ventaja sustancial también de las blancas, un alfil en este caso. La idea 1, Tx c6 parece de nuevo reivindicada, pero las negras si- guen con mas capturas intermedias; a any AXAZ, Tras esta captura de la picza blanca mas poderosa, no cabe duda respecto de qué pieza negra conviene capturar a continuacién. Las blancas toman, en justa reciprocidad, la dama negra: 3. Txd8, we Esta captura decide ya definitivamente quién va a quedar con ven- taja. Se observa que ei material existente sobre el tablero en el mo- mento presente favorece a las blancas, quienes tienen una torre de mis, Las negras pueden recuperar momentdneamente esa desventaja cap- turando cualquiera de las torres blancas, pero siempre les quedaré una pieza atacada que las blancas tomardin, ya sin posible represa- lia; bien se trate del alfil de 2, capturado por el caballo de h3, 0 del caballo de d6, capturado por la torre de d8, 3. anny Axel 4, Txd6, Las blancas quedan con un caballo de ventaja. El balance de material Evidentemente, si en la primera jugada las negras hubieran acepta- do Ja torre blanca ofrecida en c6, su desventaja no hubiera sido tan grande. Esto s6lo demuestra que, en este caso conercto, entrar en la dindmica de las capturas intermedias era perjudicial para las ne- gas, En otras ocasiones puede ser bueno, y lo que se debe hacer ¢s procurar calcularlo todo con la mayor exactitud, baséndose en el baremo de puntuaciones habitual. Si la posicién no ofrece algu- na compensaci6n, un solo peén puede decantar la partida; y con- seguir mas de un peén, o un punto de material, resulta casi siempre decisivo. Obtener tras algunos intercamblos de piezas dos 0 tres puntos do ventaje de material segiin el recuento convencional, sino exis- te compensacién, debe ser suficiente para ganar la partida, Los cambios heterogéneos En el siguiente ejemplo, muy animado y con muchas variantes que obligan a un constante recuento del material, existen también cap- turas intermedias, si bien las piezas que toma un bando y las que toma el otro son de valores distintos. Analicemos la posicién que aparece en el diagrama: jon de partida Las negras, que tienen un pen de més, acaban de mover a d5 el caballo que tenian en b4; este caballo y el alfil de a5 amenazan el caballo blanco de c3, y el alfil capturaria la dama blanca si el caba- lo se retirara. Las blancas deben buscar el mal menor; juegan y consideran la po- sibilidad de entrar en los cambios que siguen: 1. Cxas, La situacidn se complica muchisimo tras esta captura. Si las negras toman el caballo, la dama blanca capturard el alfil en a5. De modo que la siguiente jugada negra, ademas de buena, es obligada. 1. sey AXED 2, CXET +, ow El rey negro debe tomar una determinacién: si mueve a £8, la torre de h8 no protegerd a su compaitera, que seri tomada por el caba- Ilo; pero si mueve a 7 0 d8, el caballo de £6 quedara inmovilizado por el alfil de 25. Las negras calculan que esta posibilidad no es tan grave como la anterior. 2, sny Re7 3. exd6+, .. De nuevo una captura intermedia, apoyada en la mayor compul- sién posible en ajedrez: la amenaza al rey. Aunque se trata de un cambio igualado de peones, la situacién del Tey negro se hace mas insegura. 3. any RG 4, Cxa8, Axg5 5. CXE5, sm En su jugada cuarta las negras hubieran podido optar por ..., Txa8, pero entonces hubiera caido el alfil de d2. Realizaron la captura in- termedia del alfil blanco de g5 con la esperanza de tomar luego el caballo de a8. Pero ahora el otro caballo ataca la dama, que debe mover y no tie- ne manera de privar al caballo blanco de a8 de su wnica escaptoria por b6, 5. .., DIB 6. Cb6, Re7 TeCxdI, Las negras retomardn ahora el caballo. Pero esto plantea una cues- tién interesante: geon qué pieza deben hacerlo? awe snore =weosoare -wpesoore El balance de maierlal No se debe ereer que da lo mismo hacerlo con el caballo 0 con e! rey. En caso de 7. ..., CXd7 seguiria 8. Ce6+, con ataque simulta- neo ala dama y al rey. Esto dejaria con gran ventaja de material a las blancas. Con 7. ..., Rd7, en cambio, esa ventaja no se da. Después de que las blancas realicen su préxima jugada (como por ejemplo 8, Ac4), podremos establecer ya el recuento de los pun- tos ganados y perdidos a partir de la posicién inicial, en la que las negras tenian peén de ventaja. He aquf el recuento ce! material intercambiado: las blancas han capturado una torre, dos alfiles, un caballo y dos peones, dieciséis puntos en total. Las negras han capturado la dama, un alfil, un ca- ballo y un pedn, en total diecisiete. Las negras han perdido piezas ligeramente menos valiosas y han salido ganando, por tanto. Pero tan sdlo un punto, que hay que afiadir al que ya llevaban. Por otro lado, el rey negro y en parte también Ja dama estén en situacion incémoda. Una pequofia ventaja de matorial, de un poén 0 andloga, puede ser compensaia facilmente por Ia mala situacién del rey del ban- do fuerte o de otras plozas. En estos casos, 0! bando fuerte sue- fe devoiver ef material que lleva de ventaja si con ello consigue equilibrar la posicién. De todas maneras las blancas quieren considerar, en la posicién ini- cial, la posibilidad de efectuar otras jugadas que resuelvan sus pro- blemas de forma més satisfactoria. Existe otra jugada, posiblemente mejor, que también implica diversos cambios heterogéneos de ma- terial: 1, Act, Axed Delo contrario, las blancas desmontarian las amenazas negras. Con- tra 1, su 0-0 por ejemplo, resultaria una jugada muy efectiva 2, AX{6, .... quitando apoyo al CdS que cubre el rey y a la dama. Las blaneas prosiguen las hostilidades con una amenaza directa al rey negro. 2, Tiel +, Como las negras han capturado el caballo, se trata de intentar complicarles la vida al maximo con el objetivo de recuperarlo. De ahi este jaque intermerdio. Y, en efecto, la proxima jugada de las negras sera un error. Inmovilizar un alfil delante del rey, con 1. ..., Ae6, hubiera conlle- vado ciertas dificultades, pues la defensa del caballo de d5 se veria dcbilitada. Pero la jugada clegida es atin peor. 2. soy ROB: 3. Axd5, Ahora el inmovilizado es el caballo de {6. Por otra parte, la dama negra resulta atacada tras esta captura intermedia no menos de lo que lo estaba la dama blanca. La opeidn 3. ..., DxdS permitiria el jaque 4. AXf6+, ... tras el que caeria también el alfil de c3, de modo que hay que transigir con el cambio de damas: 3. en AXA? 5. .., ReB 4. Axf7, Axel Forzada 5. AXI6+, ow 6. AXB, Jague intermedio Las blancas quedan con un alfil de mas. La situacin esta ganada por las blancas que tienen material de mas (dos puntos) no com- pensado. Evidentemente, las negras no jugaron bien. Disponian de una se- gunda jugada mucho mejor. Era ésta: 2. oan RIB 3, ANG+, + aque intermedia 3. sey Re Ahora las blancas, en caso de jugar 4. Axd5, Cxd5, quedarian con un alfil y un pedn de menos por nada. Lo mismo tras 4. Cg5, Axd2 5. Cxf7, Axel. La jugada que escogen finalmente, suponiendo que no resulte tam- poco suficiente para ganar, al menos no pierde: 4. Dxe3, Cxe3 5. AXIT+, RXI7 6. Ces+, Res Las negras tienen un caballo y un pedn de mas y, si les tocara mo- ver ahora, escogerian entre CdS, que impide a la torre de el llegar Pero es el turno de las blancas y lo aprovechan para obtener com- pensacién por los puntos materiales que llevan de menos. 7. Te7, Abs 8. Tg7+, RIB Forzata 9. TxeT+, .. {Jaque? Si, con el alfil de h6 «en descubierta» (pues la torre al mo- ver descubre el alfil que tenia detras). Pese a ir perdiendo un caballo, gracias al ataque al rey las blancas tienen razonables posibilidades de intentar ganar. 9. say ROB 10. Tel +, ... Las blancas disponian de otras continuaciones atractivas, como C17, ‘© Ag7 que se asemejan por ir ambas tras los cinco puntos de la to- rre de h8, o también podian limitarse a capturas modestas, como Txb7 0 exd6. No obstante, estas jugadas no acababan de resolver sus problemas, pues la torre blanca de fl se halla atacada asimismo, Por ese motivo deciden ante todo retirarla dando jaque; pero jcui- dado!, conviene recordar que uno de los modos de defender wn ja- que es cubrirlo con pieza, y que ésta puede, en ciertas ocasiones, dar jaque a su vez. Es lo que vaa suceder ahora. 10. ..., Ce2+ 1. Rh2, ‘Tras 11. Rfl, Rd8 (atacando la torre) 12. Txb7, ... (u otra jugada de esta torre), Cc3+, el caballo, liberado ya de la defensa de su rey, se zafaria permitiendo al alfil de b5 dar jaque. Esto es lo que las blancas quisieron evitar al no colocar su tey en fl IL. wn, dXC5 La situacién negra era sumamente inestable, Tenian en peligro el caballo de e2, precariamente sostenido; el pedn de b7, asi como el de d6, débiles, y una situacién del rey sumamente delicada, en el centro del tablero (perdieron en su momento la ocasién de enrocar), El balance de material Johann H. Zukertort Ei primer candidato ofcia al t= tule de campedn del mundo de ajedrez nacié en 1842 en Lu- bin, Polonia, pero fue inglés durante a mayor parte do su vida. Zukertort, resulta sin du- a un efempio acabado y ex mio de hombre universal y polifécetico. Fue miltar de pro- fesion, excelente en todos fos aspectos del deporte (oquita- cid, tira, natacién), poliglota, frecuentador de ics saiones elegantes, aventurero, expari- mentador de novedades, due- lista, apostador, cultoy comdn- tic, y con una extraordinaria feclidad para el ajecrez. Tras conseguir exiraordinarios éxitos en el juego ciencia, Zu- kertant deciaré que no vela mo- tivos para seguirle soportando al austrohingaro afincado en Inglaterra Wilhelm Steinitz su pretension oficiosa de ser ef ‘campesn de! mundo. En diver- ‘sas sedes de Estados Unidos. entre ellas Nueva York, Flla~ deta y San Luis, seceletré en 1886 el esperado match Stei- nitz-Zukertort, Steinitz gan6 ia primera pertida y Zukertort las cuatro siguientes, por lo que al tuto parecia a alcance de su ‘mano, No fue as, y acabo su- ‘perado por o! sélido y cientifi- co estio de su adversario (10 a5 victorias, y5tabias). Zuker fort quedé tan desmorakizado ‘que en adelante solo pude Io gar resullados mediocres en forneos. En 1888, cuando juga- ‘ba una partida en ei Simpson's Divan de Londres, cayé sobre ff tablero fulminado por una hemorragia cerebral. 1. ed, 5 La defensa siciliana era muy poco frecuente hace ciento veinte afios, y a sus practican- tes se les consideraba poco menos que excéntricos. En realidad, es una defensa tan compleja que cualquier mini- mo desliz puede ser castiga- do de forma implacable. 2. CF3, Ce6 3. Ce3, 06 4. d4, oxdd 5. Cxd4, a6 Impide el salto de alguno de los dos caballos a b5, desde donde podria amenazar dar jaque en d6, 0 capturar la dama si ésta se instala en c7. 6. Ae2, De7 7. 0-0, CgeT El error ha aparecido ya. 7. weep C16 Te seep ACS YT. sony 6 serian, entre otras, posibilida- des normales de esta defensa. Pero las negras no pueden bloquear de esie modo el al- fil de rey en una ocasién tan femprana sin exponerse a consecuencias muy desagra- dables. PARTIDA Castigo sumarisimo Partida jugada en Londres, 1870 8, Cd4-b5, ... El sacrificio temporal de un. caballo permitiré al otro lle- gar a d6. 8. .., axbS 9. Cxb5, Das Esta jugada no es muy stil, pero peor seria Dd8, que per- mitiria el mate en una jugada. 10, Ad2, ... Las blaneas no dan jaque con €l caballo en d6 todavia, pues- to que silas negras jugaran la dama a a6, por ejemplo, se- ria mas practico darlo en c7. Por eso la siguiente jugada es forzada. ree ee ae ee [eee MOSAS 10. .., Db6 11. Ae3, Dad 12. Cd6+, Ra’ 13. CxiT+, Re8 Y ahora 14. Cxh8 dejaria a las blaneas con cuatro puntos de mas, Pero Zukertort aspi- ra a.una ventaja todavia mas radical, 14. Cd6+, RAB 15. Ce4, Db4 La dama quiere mantener el control de d6, debido a que, contra 15. ..., Dad, por ejem- plo, las blancas pueden jugar también 16. Ab6+, Re8 17. Cd6++. Pero la defensa de ese punto dé, que garantiza la supervivencia del rey, puede ser anulada por las blancas, 7 8 5 4 EO a i el ry | Bsmogsg ES vice Tras esto ya no hay remedio. 16. a DXe4 AT. AX C4, ow Con seis puntos de desventaja, las negras se rindicron aqui. La defensa siciliana en el siglo Pasado La delensa 1, .., 66 es considerada hoy en dia como la: més intoresante, bien que complicada, respuesta de las negras contra (a apertura del pedn de rey. Es el arma favorita de infinidad de jugadores, desde los principiantes hasta ei ‘campedn del mundo, que Ia domina como un auténtico virtuoso. Pero quiza resulte sorprendente saber que un jugador tan potente como Paul Morphy la consideraba errénea y Juzgaba severamente a sus practicanies como poco menos que corruptores de la noble belleza del juego clésico, ei que se desarralla a partir de 7. 4, e6 y eliminar la pieza defensora

You might also like