You are on page 1of 9
Eric HosspawM Y TERENCE RANGER (EDS.) LA INVENCION DE LA TRADICION CRiTICa BARCELONA wos ARG td weneso 2-3-2004 Sedan risen pois sin tn pois sin auoricain eri de sures et cpyri, tin cone uals ean rpiin ean fr euler eto 0 precedent comprendan I opropatiny estan tom ‘o,y la tii de erp de cl edt guictopesarengatg “Tia orignal Ta vento oF Txomon ‘The Pres Syaiate of he Users of Cambridge mig Grn Brats). Tiaducin cata de Oro Rodiguet (Ciera: Joan Baie tain dea abe; La de Sata Caden M, rer Ae Fotocomposicion: punt groc a OE 1 Hotsbamm i983 Hugh Trevor Roper 13 Py Mors {© David Cama 988 © Bemaras conn Terence Rae (© 202s fru atl para Espa y Ames: Eonona Cuiten S Prone 26003 Bacons umaitedtonateedenicaes IseNievatras01 Depo eae 28 2002 Impress a Epa, 2002 HUROPE, SL. La 3, Barcelona 1. INTRODUCCION: LA INVENCION DE LA TRADICION Eric Honspawm Nada parece mas antiguo y relasionado con un pasado inmemorial gue la pompa que rodea a la monarquia briténica en sus manifestaciones ceremoniales piiblicas, Sin embargo, como se explica en’ un capitulo de este libro, en su forma moderna tal boato es un producto de finales del siglo xney del siglo xx. Las «tradiciones» que parecen o reclaman ser an. tiguas son a menudo bastante recientes en su origen, y a veces inventadas. Cualquier persona familiarizada con los colegios de ias antiguas universi- dades britdnicas ser capaz de recordar la institucién de estas «tradicio- nes» a escala local, a pesar de que algunas, como el festival anual de Nine Lessons y Carols en la capilla del King's College en Cambridge en la no- che de Navidad, se pueden generalizarutilizando un medio de masas mo- derno como la radio, Esta observacien constituyé el punto de partida de tun congreso organizado por la revista historica Past & Present, que a su ver es la base de este libro, El término «tradici6n inventaday se usa en un sentido amplio, pero no impreciso. Incluye tanto las «tradiciones» realmente inventadas, construl- das y formalmente instituidas, como aquellas que emergen de un modo di {cil de investigar durante un periodo breve y mensurable, quizés durante uunos pocos aiios, y se establecen con gran rapidez. La aparicién en Navi- ddad de la monarquia briténica en lo: medios (instituida en 1932) es un ejemplo de las primeras, mientras que la emergencia y el desarrollo de prdcticas asociadas con la final de la copa del futbol briténico lo es de las segunidas Es-evidente que no todas son igual de permanentes, pero nues~ 8 LA INVENCION DE LA TRADICION {ta principal preocupacién ¢s su aparicién y consolidacién, més que sus posibilidades de supervivencia La stradicin inventada» implica un grupo de précticas, normalmente gobernadas por reglas aceptadas abierta 0 técitamente y de naturaleza simbétca o ritual, que bus:an inculcar determinados valores 6 normias de comportamiento por medio de su repeticisn, lo cual implica automatica. ‘mente coutinuidad con el pasado. De hecho, cuando ¢s posible, normal: ‘mente intentan conectarse con un pasado historico que les sea adecuado. Un ejemplo sorprendente es la eleccin deliberada del estilo gotieo para la reconstruceién del Parlamento britnico,y la decisién igualmente Ueli- berada de reconstruir la cimara parlamentaria después de la Segunda Guerra Mundial siguiendo los mismos planos utilizados anteriormente, F pasado hist6rico en que se inserta la nueva tradicidn no tiene por qué ser largo y alcanzar lo que se supone que son las brumas del pasado. Las te voluciones y los «movimientos progresistas» que rompen con lo anterior, Por definicién, tienen su propio pasado apropiado, a pesar de que éste ‘quede interrumpido en una fecha concreta como 1789. Sin embatgo, en la medida en que existe referencia a un pasado histdrico, le peculiaridad de las stradiciones inventadas» es que su continuidad con éste es en gran parte fictcia. En resumen, kay respuestas a nuevas situaciones que toman Ja forma de referencia a vieja situaciones o que imponen su propio pasa 0 por medio de una repeticion casi obligatoria, Es el contraste entre el cambio constante y la innovacion del mundo moderno y el intento de es- {racturar como minimo algunas partes de la vida social de éste como in. variables e inalterables,to que hace que «lia invencién de la teadicidn» sea tan interesante para los historiadores de los dos siglos pasados. En este sentido, la stradicién» debe distinguirse clarameate de la costumbre» que predomina en las denominadas sociedades «tradiciona- les», El objetivo y las caraceristicas de las stradiciones», incluyendo las inventadas, es Ia invariabilidad. El pasado, real o inventado, al cual se re~ fieren, impone précticas fijaenormalmente formalizadas), como la repe- ficién. La ecostumbre> en las sociedades tradicionales tiene la funcién do- ble de motor y de engranaje. No descarta la innovacién y el cambio en un ‘momento determinado, a pesar de que evidentemente el requisito de que parezca compatible con lo precedente o incluso idéntico a este le impone Jimitaciones sustanciales. Lo que aporta es proporcionar a cualquier eam. bio deseado (0 resistencia a a innovacién) a sancién de lo precedente, de 1a continuidad social y a ley natural tal y como se expresan en la historia, ‘Los estudiantes de los movimientos campesinos saben que la reclamacién Por parte de un pueblo de una tierra o un derecho comin por costumbre ‘desde tiempos tnmemoriates» a menudo no expresa un hecho historico, sino el equiibrio de fuerzas en la lucha constante del pueblo contra los se. 1A, 8 S g 8 “BR. JUAR) ALVARE: INTRODUCCION: LA INVENCION DE 14 TRADICION 9 exc ete asain ein weno ag acme 0 Tutinas gue pueden ser fomalizaas de fat ode ture cn el objeto J ese price 1 ls nuevos prendics Eto se aplicianto 83 Prictcs sin precedents (por jemplel trabajo de un plto de avons) Seno as miso mas aie Ds arvana 8 50- ciedades se han visto obligadas por atralza invent 0 des rol acs res de conenincsoftna derma de uM do misfecuente que las socedades anteriores En la medida en qUe un- Gionan mejor cuando se convertenen hibit, rocedimientoautomstico ois eo, een eau oe ede ier ‘to requis necsnrio dela précta: a capaidad para reaciona ante .Lrté—“—~—~—S—S—S—SSsS onocia dela ruinizacion ode a burocratizacion,prticlarmente clos hivelessballernos donde la actussion invariable se considera come It ins esent sas eds de convenci6n yd iia 0 son trains inventadasy en la media en gues uncon, y por consiglente susie, 8 mis bien cia quel (en rns marnstas prec aa => iis quel eauperestturan), Extn dchadas para faitar inmedia timente operaciones pitas dels y se modfian © abandoa jdamente para enttentase a ncesidades précis cabante sno Vidar a inerela que cualquier prten adler cone empo y I Fess 10 LA INVENCISW DE LA TRADICION tbca aneen san sem at . ae entre los judios liberales, las prohibiciones. dietétic ‘pL : en justificar pragmaticamente, al argument: os hebrovs Irotbieron el endo tsi eo mouven pais Be eee ee co Cuando no van cargados de uso prictico. Las espuelas de. nk $0 de fomtzain y iti, coac do aunue sl sea al imponer la epetision Bl process sete ae INTRODUCCION: LA INVENCION DE LA TRADICION n ficultad se halla no s6lo en las fuentes, sino también en las téenicas, a pe- sar de que (eneiius « nucstea disposicidn tanto disciplinas esotéiicas es pecializadas en el simbolismo y en e'ritual,en la herdldica yen el estudio de Ia liturgia como disciplinas historcas warburguianas para el estudio de ‘estas materias, Por desgracia, ninguna de ellas son familiares a los histo- adores de la era industrial Probablemente, no hay ningin tiempo ni lugar por el que los his toriadores se hayan interesado que no haya vivido la «invencién» de la tradicién en este sentido, Sin embamo, hay que esperar que sea mais fre- ccuente cuando una rapida transformacién de la sociedad debilita 0 des truye los modelos sociales para los que se habian disefiado las «viejas» tradiciones, produciendo otros nueverew los que esas tradiciones no pue- ddan aplicarse, o cuando esas Viejas tradiciones y sus portadores y promul- gadores institucionales se convierten en insuficientemente adaptables y fexibles, o son de algin modo eliminados: en resumen, cuando se produ- cen cambios lo bastante amplios y ripidos en la oferta y en la demanda. Estos cambios han sido particularmente significativos en los ultimos 200 afios,y, por consiguiente, es razonable esperar que formalizaciones ins- tanténeas de nuevas tradiciones se agrupen durante este periodo. Esto im- plica, incidentalmente, tanto contra el liberalismo decimondnico como contra la més reciente teorfa de la emodernizacidn», que estas formaliza- cones no s6lo se limitan a las denominadas sociedades «tradicionales», sino que también tienen lugar,en una forma u otra, en las «modernas». En términos generales esto es as, pera hay que ser prudente con las siguien- tes afirmaciones: primero, que las viejas formas de estructura comunitaria y autoritaria, y por consiguicnte las tradiciones que se les asocian, no se pudieron adaptar y se hicieron répidamente inviables, y segundo, que las. sxauevas» tradiciones simplemente fueron resultado de Ia incapacidad de usar 0 de adaptar las viejas. La adaptacién tuvo lugar para viejos usos en nuevas condiciones y por ‘medio de la utilizacién de viejos modelos para nuevos objetivos. Las vie~ jas instituciones con funciones establecidas, referencias al pasado e idio- ‘mas y prdcticasrituales necesitarian adaptarse segin esta via la Iglesia ca- tolica se enfrentd con nuevos retos politicos e ideol6gicos y cambios importantes en la composicién de los creyentes (como la notable femini- zacién tanto de los files laicos como del personal clerical)! los ejércitos profesionales tuvieron que hacer frente al servicio militar obligatorio; as Viejas instituciones como las cortes de justicia operaban ahora en un con- on Belgique du xv au xx sec: 1. _Yease por ejemplo G.ihon «Les egeuses Apnroche Statistiques, Blgsck Tasch» Nuwate Geschedens/Revue Belge dis re Comemporane, (1975, 99.54, NT 2 UA INVENCISN DE LA TRADICION texto diferente y a veces con cambios en sus funciones en un nuevo con- lexto. Asi sucedi6 con las instituciones que clisfrutaban de continuidad no. ‘minal, pero que de hecho se convertian en algo muy diferente, como es e1 ‘caso de las universidades. Bahnson? ha analizado el rapido dective, des- pués de 1848, de la préctica tradicional de los éxodos en masa de estu, diantes de las universidades alemanas (por razones de eontlicto o mani festaciones) en términos del cambiante cardcter académico de. Ing uuniversidades, la edad creciente de Ia poblacion estudianti,su aburguesa. ‘miento, que condujo a la disminucién de las tensiones entre los ciudada- nos y los estudiantes y los des6rdenes de estos dltimos, la nueva institu. ci6n de 1a movilidad libre entre las universidades, el consiguiente cambio €n las asociaciones estudiantiles y otras transformaciones: En todos estos 2s0s,la novedad no es menos nueva por el hecho de haber sido capar de disfrazarse faciwente de antighedad, Mis interesante, desde auestro punto de vista es el uso de antiguos ‘materiales para construir tadiciones inventadas de género nuevo para Propésitos nuevos, Una gran reserva de estos materiales se acumula en el pasado de cualquier sociedad, y siempre se dispone de un elaborado len: ‘Buaje de prictica y comunicacion simbdlicas. A veces las nuevas tradicio. nes se pudieron injertar en las viejas, a veces se pudieron concebir me. Giante el préstamo de los almacenes bien surtidos del ritual oficial e1 simbolismo y la exhortacién moral, la religién y la pompa principesca, , ella, weber» ‘jugar el oegon, el espiity dela escuelary demas Pet i el contenido Efpuioramo batinico ode samercanismov estaba notablemente mas dtido, aunque nrmalmenteespecifcad en fs comentarios asociados fon ls ecasionsritules as prcteas que Io snboliaban eran poco me- ten que ebligatoria como levantarse ara escuchar el himno nacional en Gran Bret y el itual dela bandera en las escels americans El fc for cra parece staseen la invention de signos de ertenencia 9 un ‘ius eargadosemocionalmentey smbdlicamente, mis queen os estat tony lv objets de exte cub. Su sigiiado reside precisamente ens ag univeraidad {La bandera nacional, el himno nacional y el emblems nacional son los ‘tes simbolos por medio de tos cues un pais independiente proclama su identdad y su soberani, y como tales merecen respeto y lealtadinmedio tos En st mismos transmiten todo el pasadoel peasamientoy la cultare do 12, Comentario del gobierno oficial indo, ctado en R. Firth Symbols Publ nd Pri ae (Londres 1973), p31 8 LA INVENCION DE LA TRADICION En este sentido, como hizo notar un observador en 1880, «los soldados y los polis Hevan ahora los escudes por nosotros», a pesar de que se ‘equivocé al predecir su renacimiento como adjuntos de los ciudadanos in- dividuales en la era de los movimientos de masas que estaba a punto de cempezar.* ‘La segunda observacién es que parece obvio que, a pesar de tanta in- vvencisn, las nuevas tradiciones no han Ilenado mas que una pequefia par- te del espacio dejado por el declive secular tanto de la vieja tradicidn ‘como de la costumbre, tal y como se podia esperar de las sociedades en Jas cuales el pasado se hace crecientemente menos relevante como mode~ Jo 0 precedente para la mayoria de las formas del comportamiento hu ‘mano. En la vida privada de la mayor parte de la gente y en la vida inde~ ppendiente de los pequefios grupos subculturales, incluso las tradiciones inventadas de los sighos xix y Xx ocupaban u ocupan un lugar mucho mas ppequerio del que ocupaban las viejas tradiciones en Ias viejas sociedades agrarias! «Lo que se hace» estructura los dias, las estaciones y los ciclos vitales de los hombres y las mujeres occidentales del siglo xx mucho me~ nos de lo que estructuraba la vida de sus ancestros,y atin mucho menos gue las obligaciones externas de la economia, la tecnologia, la organiza- cidn estatal burocratica, las decisiones politicas y otras fuerzas que ni re~ siden en la «tradicidn» en el sentido adoptado aqut, ni la desarrollan, ‘Sin embargo, esta generalizacién no se puede aplicar al campo de lo {que se podria denominar la vida pailica del ciudadano (incluyendo de al ‘gn modo las formas piblicas de socializacién,como las escuelas, para dife- renciarlas de las privadas,o Ios medios de comunicacién de masas).No hay 1ingin signo real de debilitamiento en las précticas neotradicionales aso- ciadas alos hombres empleados en el servicio pUblico (las fueraas armadas, ‘el derecho, quizds incluso los funcionarios) o en practicas asociadas con la pertenencia de los ciudadanos a un estado. De hecho, la mayoria de las oca~ siones en que la gente se hace consciente de la ciudadania como tal per- ‘manecen asociadas a simbolos y pricticas semirituales (por ejemplo, las clecciones), en su mayor parte histdricamente nuevose inventados: bande- +as,imagenes,ceremonias y misica Silas tradiciones inventadas de la épo- cea inaugurada por las revoluciones industrial y francesa han llenado algtin ‘vacio permanente (como minimo hasta el presente), éste deberia situarse ceneeste émbito, 13. Fredrick Maral, Curzaites of Cremona, Ties, Decorations and Forms of ‘erations Vanities (Lone, 1880), p20. 14. Por no menciona is iransformacion de los tales de larga duran y los igs se ifr ycobesn en sodas de cambio Spo, en el Yestdo el lenge, as pre tia soils ee, como en la ovenes ultras de os pases industialirados INTRODUCCTON: LA INVENCION DE LA TRADICION 19 {Por qué, se podria preguntar finalmente, los historiadores deberfan dedicar su atencidn a este fendmeno? La pregunta es en un sentido inne- ‘cesaria, desde el momento en que un niimero ereciente de ellos lo hacen realmente, como dan testimonio los contenidos de este volumen y las re- ferencias que en él se citan. Por tanto es mejor replantearla, ;Qué benefi- cios pueden obtener los historiadores del estudio de la invencién de la tradicion? En primer lugar, lo mis relevante, se puede sugerir que son sintomas importantes , por consiguiente, indicadores de problemas que de otro modo no se reconocerian y de desarrollos que de otro modo serian difici- les de identificar y fechar. Son evidencias La transformacién del naciona- lismo alemdn desde su viejo modelo liberal hasta su nueva forma impe- rialista y expansionista se iluinina de modo mas preciso por la rapida ‘sustitucidn de los viejos colores negro-rojo-dorado por los nuevas negro blanco-rojo (especialmente durante los afos 1890) en el movimiento gies- rasta alemdn, més que por las declaraciones oficiales de las autoridades © los oradores de las organizaviones La historia de las finales de la copa de {thol briténico nos da mis muestras del desarrollo de una cultura urba- za de clase obrera de lo que lo hacen los datos y las fuentes mis conven- cionales. Por es0 mismo, el estudio de las tradiciones inventadas no se puede separar del anslisis general de la historia de la sociedad, ni se pe: de esperar avanzar més allé del simple descubrimiento de tales practicas sino se integra en un estudio de mis alcance. En segundo lugar, ilumina Iss relaciones humanas con el pasado y, por cconsiguiente, la propia materia y el oficio de los historiadores. Todas las {radiciones inventadas, hasta donde les es posible, usan la historia como legitimadora de la accin y cimiento de la cohesién del grupo, Frecuente- mente, ésta se convierte en el simbolo real de la lucha, como en los com- bates por los monumentos dedicados a Walther von der Vogelweide y a Dante en el Tirol del Sur en 1889 y en 1896." Incluso los movimientos re~ volucionarios hacen retroceder sus innovaciones por medio de la referen- cia al «pasado del pueblo» (los sajones contra los normandos, enos an c&ires les Gaulois» contra los francos, Espartaco), a las tradiciones revo- Jucionarias («Auch das deutsche Volk hat seine revolutiontie Tradition» ‘como proclamé Engels en las primeras lineas de su obra Guerra de campesinos en Alemania)! y a sus propios héroes y martires. La obra 15. John W. Coley Esc Wot, The Hiden Frontier: Ecology and Ethnicity in on Alp ‘ne Vatey (Nueva York y Londres 174), p55 16 Paras populrond de bros sobre ete tema y ora materi Mista tan tes en as Iberia de tos obeeosalemanes,véase BI Stinberg,Soxalamus und dewsche Seziademokrate, Zar esol der Pal vor dent een Wei (Hamve, 196). 20 LA INVENCION DE LA TRADICION de James Connolly, Labour in Irish History, ejemplifca excelentemente esta unidn de temas El elemento de la invencién es particularmente cla- ro aqui, desde el momentoen que la historia que se convirti6 en parte del fundamento del conocimiento y la ideologia de una nacién, estado o mo. vvimiento no es lo que realmente se ha conservado en la memoria popular, sino lo que se ha seleccionado, escrito, dibujado, popularizado e institu: cionalizado por aquellos cuya funcién era hacer precisamente esto, Los historiadores orales han observado frecuentemente cOmo, en los recuer- dos actuales de los mayores, la Huelga General de 1926 juega un papel mis modesto y menos dramatico de lo que los entrevistadores habyan es: perado.” Se ha analizado la formacién de una determinada imagen de la Revoluciéa francesa durante la Tercera Republica. Todos los historiado- res, sean cuales sean sus objetivos,estin comprometidos en el proceso en tanto que contribuyen, conscientemente o no, ala creacién, desmantela- miento y reestructuracién de las imagenes del pasado que no s6lo perte rnecen ai mundo de la investigacion especializada, sino a la esfera publica del hombre como ser politic. Deberian ser conscientes de esta dimension de sus actividades, En este sentido, hay que destacar que las «tradiciones inventadas» tienen un interés especilice para los historiadores modernos y contempo- rneos. Son muy importantes para la innovacién hist6rica relativamente reciente que supone la «nacién» y sus fenémenos asociados: el nacionalis- ‘mo, la nacién-estado, los simbolos nacionales, las historias y dems. Todo esto se basa en ejercicios de ingenieria social que a menudo son delibera dos y siempre innovadores aunque sélo sea porque la novedad histérica implica innovacién. Sea cual sea la continuidad histrica de los judios o los musulmanes del Oriente Préximo, el nacionalismo y la nacién de relies y palestinos son nuevos, en tanto que el concepto de los estados te- rritoriales del tipo actual corriente en su regién era casi impensable hace un siglo y apenas se convirti6 en un proyecto serio antes del fin de la Pri- ‘mera Guerra Mundial. Los idiomas nacionales estndares, que se apren- den en las escuelas y que s2 escriben, dejando de lado que una elite muy reducida los hable, son productos de edad variable pero a menudo breve. ‘Como un historiador francés del idioma flamenco observ6 correctamen- {eel flamenco ensefiado en la Bélgica actual no es el lenguaje que las ma- 17. Hay roves bin fumes de por qué for particiante en ot nvees ms bor a0 suelen contempla os aontecimientos hsticos que viven como ls nveles mas aloe ole Iistoridoves Se pda Lamar a eto (siguiendoal protagonists de La Cartsjede Parma de Stendhal) oe sndrome Fabrice, 18. Por ejemplo, alice Gena, La Kévotuion Prange: Myer et Inerprtaions 1789-1970 (Pati 197). INTRODUCCION: LA INVERCION DE LA TRADICION a des y las abuelas de Flandes utilizaban con sus hijos:en resumen, es s6lo ‘metaféricamente pero no literalmente una «lengua materna». No debe- ‘famos dejarnos confundir por una paradoja curiosa pero comprensibl: Jas naciones modernas y todo lo que las rodea reclaman generalmente set lo contrario de la novedad, es decir, buscan estar enraizadas en la anti: ‘aledad mis remota, y ser fo contrario de lo construido, es decir, buscan ser comunidades humanas tan enaturales» que no necesiten mis defini cidn que la propia afirmacién. Cualquiera que sea la continuidad histéti- 2.0 de otro tipo insertada en el concepto moderno de «Francia» y «los lranceses» (que nadie intentaria negar), estos conceptos en si mismos in. cluyen un componente construido o sinventado». Y justamente porque ‘gran parte de lo que de forma subjetiva crea la enacién» moderna consis te en tales productos y se asocia a sinbolos apropiados y relativamente recientes, y con un discurso creado « medida (como la «historia nacio- nab»), los fendmenos nacionales no se pueden investigar adecuadamente sin prestar una atencién cuidadosa a «la invencién de la tradicién», Finalmente, el estudio de la invensi6n de la tradicidn es interdiscipli- nar. Es un campo de estudio que une a historiadores, antropélogos socia- les y una gran varicdad de investigaderes de las ciencias humanas, y no se puede llevar a cabo de modo adecuado sin su colaboracién, Este libro une, prineipalmente, aportaciones de historiadores. Se espera que otros lo cencuentren ttl,

You might also like