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“Reflexion sobre el error y el cambio. Oralidad y adquisicion”. Norma B. Desinano Los objetivos fundamentales de este trabajo son, en primer término, reflexionar acerca del lugar que ocupa la consideracion del error como fenoémeno comin dentro de la empiria representada por la oralidad y por el habla del nifio, y e! estatuto de ese error dentro de distintos planteos tedrico-metodolégicos; en segundo término -y esto depende solamente del orden de desarrollo elegido-, se propondrd la consideracion del cambio tanto como fenémeno linglistico en general, como también dentro de la instancia de adquisicion. El punto de partida de esta reflexién recupera el hecho de que el error, en el caso del nifio, se considera siempre como una dificultad de aprendizaje que, de un modo u otro podria superarse, antes o durante la escolarizacién. En el adulto el error tionde ano ser pensado como tal, sino mas bien como un fallo circunstancial que no compromete su conocimiento de fa lengua materna. Ef locus del error. Hace algunos ajios y en el momento en que los estudios psicogenéticos acerca del aprendizaje del sisterna de escritura comenzaba a ser un lugar comin dentro del campo educativo de la provincia de Santa Fe, la presencia y la propuesta te6rica de la Dra. Emilia Ferreiro, fueron rechazados a través de una ferviente cruzada proveniente de ciertos sectores catélicos que controlaban el quehacer pedagagico de muchas escuelas primarias privadas. El fundamento de este rechazo se explica a partir del hecho de que si el error representa una instancia de apertura hacia el conocimiento, obviamente se esta planteando un argumento muy fuerte contra la ortodoxia. Este dato anecddtico me permite mostrar, incluso desde su pintoresquismo, cierlas caracteristicas implicadas en esa rotulacion singular de fenémenos -por cierto muy variados-, que son considerados como instancia de error. En el caso al que me refiero, el error, obviamente, es lingtiistico si dentro de esta categorizacion se incluyen los errores que se cometen en la escritura antes de reconocer los requisitos que propone el funcionamiento del sist ite0 de Ferreiro, No me voy a detener en la planteo psicogenetico, pero si me parece interesante reconocer fa presencia de una postura teGrica frente al error (Pereira de Castro, 1996) la medida en ue se trata de una etapa ir del , proceso que, entonces, tiene como rasgo festa concepcion de error se aleja en gran medida, incluso desde el punto de vista pedagégico, de la visin en la cual el error se coloca en el mismo paradigma que la falsedad y la transgresion, y es sancionado con un alto nivel de rechazo. Asi como el error plante: mo falsedad o transgresion es sefialado, castigado y/o Corregido, comienza a ser tratado como un ie permite controlar la marcha de un proceso propio del sujeto que aprende.(Elerror, en Suma, és considerado come un rasgo positive ya cue. representa una modificacion de una situacion anterior dentro de la relacién con el objeto de conocimiento, situacién en la que la operatoria de las acciones del sujeto parecia haber alcanzado una estabilizacion negativa. El error es en cambio pura negatividad para algunos de los planteos tedricos queeventvalmentelotomanencuente. de esto no dejan lugar a dudas las ‘aproximaciones de Bloomfield y de Skinner: en tanto que la propuesta chomskiana, a su ve ,@@halallajiecesidad delignorarlos en lalmedidalenique son manifestaciones de {a incidencia de factores extrafios que obstaculizan circunstancialmente fas emisiones sin interferir realmente sobre la progresion de estadios que llevan de la GU al estado estable 0 sin alferar esencialmente ese estado en el sujeto adulto. Es asi como el error en el caso del adulto no se estudia de manera especifica desde el punto de vista tedrico. [Giron ling UISstoolde ieadUlIoIseigescunneteisaitiD de su caracter de heterogeneidad en relacion con el conjunto homogéneo Yeglado por alengua en clue semanifiests. es tomato entonces como un elemento azaroso, fo que permite tambien otorgarle un valor negativo 0, cuanto menos, neutro o irrelevante. En cualquiera de estos casos el error es un elemento que resulta expulsado del campo de estudio y lo es porque es ajeno a la lengua -es agramatical- y se distingue por una diferencia no significativa dentro del sistema. Es asi como el error -mas allé de cualquier otra consideracién-, se define lingiisticamente por la negative a aSRUeIeT | @iiengueES En otro sentido -el que le da e! Psicoanalisi error es é] : Senora “emiergencia del sujeto, el punto en el que se pone en evidencia el inconsciente, pero esto, en principio, no tiene consecuencia directa para los estudios lingUisticos. : Un rapido resumen de estas observaciones permite establecer dos posiciones respecto del error que pueden relacionarse con plantens epistemoloaicos : -si desde el punto de vista epistemolégicoW@iananesiamegacionde __ (Gonocimiento y, dentro de algunos planteos teéricos como el conductismo, “ejemplo, ausencia di Fr la instancia que solo debidamente marcada cor > estimulos gratificantes puede inhibirse para llevar a nuevos ensayos hasta hailar locorrecto; ea si, Sin que abandone su rol de hecho nefasto -en el sentido etimoldgico del téfmino-, GRSTSMSOIStoSnITOMISMMCOMMnt y por eso mismo aislable dentro de él, existe fa posibitdad de que PUSUamSsemignordoy cabria afirmar entonces que, desde estos puntos de vista, el error se manifiesta en todos estos casos como pura Aegalividad Como ya se dijo, con una visién totalmente distinta, el planteo epistemolagico psicogenético modifica notoriamenite ésta concepcin permitiendo consideraral error como una instancia transitoria y al mismo tiempo productiva dentro de su concepcién de! aprendizaje, es decir dentro de la cadena de acciones que llevan al sujeto hacia el conocimiento. Contrariarnente a los planteos anteriores, en este caso él error implica positividad en cuanto anuncia la continuidad de una biisqueda hacia un logro, por lo menos en lo qué se refiere a los errores en el nino. ‘Asi se lo propone en estudios de muchos discipulos de Piaget que se interesaron por los rasgos sintacticos en la medida en que permiten concretar la semiotizacion de ciertas relaciones de "cosas en el mundo”, como es el caso de las subordinaciones de tiempo, espacio, causa, entre otras (Bronckart, J. P. et al., 1983). En todos los casos, el error se propone como una instancia que representa una hipétesis fallida pero pasible de ser reorganizada en funcién de logtos posteriores. Estas primeras apreciaciones permiten mostrar diferencias importantes respecto del tratamiento del error, sin embargo quisiera centrarme en ciertas constanies, probablemente menos explicitas, pero que _me parece que je parece que no resulla excesivamente riesgoso proponer entonces que, si bien las posturas parecen diferir diametralmente, 1 olfos terminos, el ugar del error como espacio del fallo confingente puede ser considerado como el locus de un cambio. 1 locus del cambio. El cambio ha resultado siempre un punto problematico dentro de los estudios linglifsticos, ya sea que se lo mire desde la teoria lingiiistica mas cercana a la propuesta de Saussure, ya sea que'se fomen en cuenta los estudios sociolinglisticos posteriores. Podria decirse que, para S2lIS8ER, 1 cambio resulté un fenémeno empirico explicable, pero irreductible al encuadre de su teoria. Parece interesante considerar algunos de los criterios utilizados por la argumentacién en el caso de Saussure. Frente al hecho irreversible de que las lenguas se modifican y de que estas modificaciones no obedecen a ningtin tipo de patron, sefiala la presencia del cambio como el resultado de la accién de la "masa pariante” a lo largo del tiempo, en otto sentido el efecto del uso sobre la lengua. La presencia del cambio como elemento constante lo lleva a desechar la posibilidad tanto de na lingUiistica diacrénica como de una lingufstica pancrénioa, anclando el estudio lingUistico en un Ambito del que queda excluido el tiempo para lograr proponer a la lengua como objeto tedrico basado en una invariante: Ja rescindencia del cambio como fuente de variaciér cambio respecto del objeto de estudio -resguardo metodologico © inconmensurabilidad teorica- es el tundamento det punto de partida tedrico "ta lengua como objeto de la Linguistica”. Resulta interesante advertir de qué manera se elude el hecho palpable, manifiesto en las historias de las lenguas, de que el cambio es un fenémeno permanente del que si bien no toman consciencia los mismos hablantes -que son protagonistas de aquél-, no escapa a los ojos del linguista. En este sentido es casi un lugar comin para la ejemplficacién el considerar que el pasaje del latin a las lenguas romances debié resultar inadvertido a los ojos de los hablantes que habitaban en los dominios romanos, pero fue claramente comprendido por quienes tomaban a la lengua o, para responder a la realidad de la época, a la gramatica-instrumento fundamental para ta interpretacion de muchos textos escritos-, como objeto de estudio no en forma casual 307) cont aio IEEE Asi como Saussure relacioné el cambio con !a masa parlante y el tiempo, la nueva disciplina a existencia misma del concepto ‘en contrapunto con el de lengua, es la resultante directa omnipresencia del cambio lingilistico. Probablemente la Sociolingliistica acierta & ina en suentacel Gambia no solariente se manlhesta ena Sonelderacin de si toma en cuent I e rencla/ variacion’ cambio conforman un mismo paradignma que se opone al caracter estable adjudicado a la lengua. Esta relacién se manifiesta en forma relevante en los estudios sobre oralidad y tornan menos netos los alcances y los limites de la estabilidad del sistema. La lengua vista de este modo resulta un encuadre dinamico en el que una multiplicidad de e: cultando un poidn del sistema no dentro de la simultaneidad temporal, porque la variacién surge de la incidencia de otros factores que no tienen que ver con él. Esto implica aceptar la existencia de una paradoja (Permanente canto. P» otfo lado plantearse la posibilidad de que toda ‘variacion linguistica apunta solamente a lo periférico en el plano de la lengua es aventurado y puede aceptarse solamente como una restriccion metodolégica o un axioma fundante -incluido de algiin modo en el planteo saussureano-, porque excede toda posibilidad de demostraci6n, La variacién lingjifstica conceptualizada a partir del estudio de las variedades lingUisticas instaura entonces la presencia del cambio con un status que obliga a tomarlo en cuenta ya sea para incluirlo.o para.excluirlo.de.un. estudio lingiifstico, pero haciéndolo__ siempre de manera explicita. La exclusién ciertamente se reaiiza sobre la base de una decision metodolégica que rinde el beneficio inmediato de poder apelar a modelizaciones y formalizaciones, pero no disminuye ni hace desaparecer el problema. Del mismo modo también cabe preguntarse si no se corre un riesgo grave con la exclusién del problema, riesgo similar al de no tomar en cuenta al error entre otros fenémenos comunes en la oralidad El hablante, el error y el cambio. 7 Sensible a 4! en la ih que la lengua no €8 reflexién sino de uso. En esa confrontacion permanente entre lo homogéneo y lo heterogéneo, los hablantes tienden a asimilar la modificaci6n, ignoréndola en unos casos, acudiendo a la reformulacién en otros, o incorporandola a su uso personal. Esta aparente acomodacién continua de! hablante a las variaciones del habla del entorno van todavia mas alla en la medida en que todo hablante de una lengua discurre haciéndose cargo, tanto respecto de su propio decir como respecto del de os otros, de heterogeneidades cuyos efectos en relacién con el cambio lingulstico son impredecibles. Se hace entonces dificil comprender de qué manera un hablante logra considerarse a si mismo y a los. demas como hablantes "de una lengua”, Es posible que el deseo del acercamiento al otro y del borramiento de las diferencias actéen como factores importantes para obliterar fenmenos que, como nos muestra cualquier registro de oralidad, se manifiestan como transgresiones evidentes respecto de las reglas del sistema y que, por su aparicion constante, se convierten en constitutivos de toda instancia de uso de la lengua Los rasgos puntuales de ruptura con el sistema de reglas -constituido como imaginario de lengua homagénea-, es decir, los errores, no traen consigo concomitantemente el cambio lingliistico, pero su presencia constante pone en evidencia la posibilidad permanente de que éste ocurra; es decir marca por lo menos la vulnerabilidad propia de lo que acordamos en considerar como lengua Conviene sefialar tambign que esa posibilidad esta presente respecto de cualquiera de los niveles, componentes 0 aspectos a través de los cuales la teorfa describe al objeto. Este punto de vista refiere entonces al hecho de que en el uso se producen constantemente fenémenos que transgreden de un modo u otro la regla, lo importante es destacar que ese conjunto dé puntos de ruptura es potencialmente un lugar de cambio lingiiistico. El salto cualitative que transforma un fenémeno aislado en una constante, es decir en un cambio lingistico cumplido, aparece como inexplicable. Cualquiera sea el caso, los motivos por lo cuales el otro, es decir los otros sujetos que hablan la misma lengua, son llevados a mantener 0 no los rasgos de heterogeneidad que se manifiestan en un hablante individual, son absolutamente imprevisibles. En otros términos, una emi aislada o mantenerse en el tiempo, puede ser objeto de interpretacién o de reformulacion, y puede no serlo; en suma, no existe predeterminacién de sus efectos en relacion con los hablantes ni en relacién con la lengua, pero en tanto se manifiesta como ruptura respecto de la regia es el locus en el que se puede gestar el cambio. E} recorrido seguido hasta aqui creo que ha permitido poner en evidencia de qué manera, y por distintas vias, es posible llegar a una relacion significativa entre la categoria de error y la de cambio. Error y cambio en la adquisicion. El planteo que se expone a continuacién pretende oxplster 28 EeTISTTER j, €N este caso, encuadrando esa. relacion en la instancta de adquisicion. Conviene en este momento recuperar algunos de los puntos desarrollados mas arriba que considero como fundamentales para esta refiexidn. He tratado hasta aqui de poner en contacto dos conceptualizaciones para hallar su relacion dentro de un razonamiento que las haga compatibles: Error, fallo, transgresi6n en lo que a lenguaje se refiere, ingresan en un paradigma comin mas alla de os encuadres tedricos y de las creencias con los que se los asocie: en todos los casos manifiestan ruptura de lo homogéneo, de lo reglado, de lo sistematizado. Se presentan como contingentes, reniegan de planteos voluntaristas y comparten un origen no siempre conocido y un‘efecto impredecible en lo inmediato y/o en lo mediato. El cambio lingiiistico se constituye @ su vez como una modificacién aceptada que parte de una heterogeneidad que se asimita como parte del todo, obliterando su extrafieza inicial respecto del conjunto en el que se inserta. Por tanto el error puede ser concebido como una instancia posible de cambio dentro de una dindmica muchas veces reconocible, pero impredecible siempre, marcando el punto de cruce entre la instancia individual y la social que va def habla a la lengua. Esta compatibilizacion conceptual qué acabo de realizar es solamente posible si, también como un recaudo metodolégico, se atiende al dinamismo inherente al lenguaje como lengua y habla a la vez puesto de manifesto especialmente en la oralidac t Un analisis somero de unos pocos feriémenos empiricos relacionados dn la | cadquisici6n puede resultar ilustrativo para mostrar de qué manera el cambio, i “como manifestacién que permite la aprehension del error desde un punto de | vista ubicado en el lugar de la homogeneidad y la regulacién, es perifianentemente obliterado en los hechos de lenguaje cuando entra en juego la participacién de un nifio como hablante. Cabe hacer la aclaracién de que estamos utlizando la palabra nifo en el sentido de un ser humano que nace como infans y que, a lo largo de un périodo relativamente breve, se transforma in otros términos, el adulto, enfrentado’a la diferencia corporizada en el error, actiia como si ighorara el hecho de que esa diferencia constituye un cambio respecto de la lengua. En el primer caso, la interpretacién parte intuitivamente del presupuesto de que existe una.transgresion.que. modifica a_la.lengua, -pero.el.uso.permite.actuac. respecto de esa modificacion como si igualmente lo dicho por el nifio formara parte de lo reglado. En el segundo caso la reformulacién escamotea el efecto de! cambio, recuperando la vigencia de la regla. Por fin, en el tercer caso -y muy circunstancialmente-, se produce un fendmeno mas extrafio: la incorporacion del error al registro del adulto-incorporacion que puede ser efimera- y que otorga un cierto grado de legalidad al error, incorporando ese cambio como una posibilidad factible de fa lengua, por lo menos eri ciertas interacciones y por un lapso de fa idea fundamental que permite instalar un paralelo entre error y cambio pasa por el hecho de que las emisiones infantiles iniciales -y esto a pesar de los esfuerzos de los interlocutores adultos pot interpretarlas- se colocan fuera det Ambito de la lengua, le Las diversas teorlas de adquisicién eieralmente se ven puestas en jaque en el nivel de a descripcion de estos fenémenos ya que gran parte de los enunciados infantiles estan constituidos en uni a (Lemos: 2001). Este caracter de no lengua se basa en la imposibilidad de relacionar las primeras emisiones infantiles con alguno de los niveles del , sistema y se apoya la afirmacion chomskyana acerca de la instantaneidad del / conocimiento lingUistico en el sentido de que no hay momentos intermedios, ni 4 existen gramaticas graduales, ni tampoco puede concebirse que algunos niveles \ del sistema -p.e}, el Seméntico- se adquiera antes o sea la puerta de entrada para la sintaxis. En este sentido el concepto de interfaz -como caracteristica determinante de un sistema modular, la lengua- resulta un obstaculo fundamental en el momento de plantear cualquier tipo de progresién. La aceptaci6n de esta premisa coloca a los enunciados infantiles en una especie de limbo que podria hallar su posible denominacion en la /alangue lacaniana, y como tal Ser considerados puro error o pura transgresién respecto de aquello que todavia no es. Vale la pena volver a insistir sobre el hecho de que en cualquier caso las caracteristicas de esos enunciados -como las de algunos de 1a oralidad- representan un problema fundamental pata los estudios linguisticos. Bibliografia: Attié Figueira,R. 1995. "Etro ¢ enigma na aquisigao da linguagem’. En Letras de Hoje 102 (Edicao Especial) :145-161. BronckartJ.-P. 1983.Psycholinguistique de l'enfant. Neuchatel-Paris: Delachaux et Niestl Labov,W.1986 Modelos Sociolingiiisticos. Madrid: Catedra. Lemos, M.T.1996. "A fala da crianga como interpretagao” En :Cadernos de Estudos Lingilisticos,29:17-26. 1997 Native Speakers intutons and Metalinguistis Abilities: What do they have in common from the point of View of Language Acquisition? Cadernos de Estudos Lingiiisticos 33: 5-14. 1999 A crianga com(o) ponto de interrogagao. En Lamprecht,R. (Org.) Aquisicao de Linguagem:Questoes e Analises (pp.39- 50). Porto Alegre: Edipuers. 2000. “Questioning the notion of development: the case of language acquisition’, Culture and Psychology 6 (2):169-182 Milner,J. Cl. 1998[1978). El amor de la lengua. Madrid : Visor. Monteiro de Carvalho, G. 1995. ‘Levantamento de questoes sobre o erro em aquisigao da linguagem”. En Letras de Hoje (Edigao Especial) ; 137-143. i Pereira de Castro, M.F. 1996. O método e o dado no estudio da linguagem. Campinas(Sao Paulo). UNICAMP Editora Saussure, F. de 1983 [1916]. Cours de linguistique genérale. Edition critique préparée por Tullio de Marco.Paris:Payot.

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