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Rompiendo Maldiciones por pecados escondidos

Hay que confesar todos los pecados

Verdad Central
Confesar los pecados ante Dios tiene tanto poder que le quita todo derecho legal al enemigo
de nuestras vidas, toda persona que confiesa sus pecados prospera.

Texto Bíblico
"El que no confiesa sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta
alcanzará misericordia." Pr. 28:13

Quebrantando el Poder Del Pecado Oculto


El problema del pecado oculto es que sirve como una conexión para que crezca la maldad
en ti; por ejemplo, si existe algún pecado de infidelidad sexual en la pareja, y no lo
confiesa, el corazón se endurece y no solamente lo hizo esa vez, sino que seguirá
haciéndolo.

Pero cuando usted confiesa sus pecados, le quita a todo derecho legal al enemigo de
atormentarle. Todo ser humano, sin la revelación de la Palabra de Dios, no le gusta confesar
sus pecados por temor o vergüenza; pero cuando usted conoce el poder de la confesión, sin
temor confiesa todo pecado oculto ante Dios, y ante sus autoridades espirituales, y eso hace
que se le cierre toda puerta al enemigo. Lo peor que uno puede hacer es ocultar el pecado;
eso no ayuda en nada, al contrario, debilita la vida espiritual del ser humano.

Textos de Meditación Profunda


Toda persona que confiesa sus faltas derrota de inmediato la fuerza maligna que le hizo
pecar y se activa en su vida el poder de la prosperidad.

"El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará
misericordia". Pr. 28:13

Existen pecados que uno ha cometido en el pasado, y es necesario llevar todos esos
recuerdos malditos y errores que cometimos a la cruz, y nunca más codiciarlos.

"De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu


misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehová." Salmos 25.7

El perdón activa la unción de paz en nuestras vidas.

"Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado."


Salmos 32.1
Esta Palabra nos desafía a cuidarnos de pecar, porque todo lo que hacemos, aunque sea en
ignorancia, tiene consecuencias muy peligrosas.

"No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por
qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?"
Eclesiastés 5.6

Por lo general a todos nos enseñaron a esconder los errores y pecados; pero cuando
conocemos el poder de la liberación aprendemos a confesar nuestros errores, y así ser libres
para siempre. El pecado oculto nunca nos ayuda en nada.

"¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos." Salmos
19.12 Solo alimentándonos de la Palabra podemos para vivir sin pecar

"En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti." Salmo 119.11

Nuestra vida esta predestinada a honrar a Dios; ya no vivimos nunca jamás para el pecado.
7. "La obra del justo es para vida; más el fruto del impío es para pecado." Pr.10.16

Liberándome de las Maldiciones en lo Sexual


Si existe un área donde Satanás quiere que nosotros estemos atados y desviados es en la
parte sexual. Aun desde niños, Satanás quiere que todo ser humano sea atacado para que
crezca con desordenes emocionales, en la parte sexual.

Cuando esto sucede, ellos por consecuencia adquieren conductas perversas en lo sexual.
También muchos escogen el camino del homosexualismo, rechazando el sexo conforme al
orden de Dios, y ven todo negativo. Toda criatura, por venganza, al ser abuzada, puede
tomar conductas rebeldes, heterosexuales u homosexuales. Éstos, por venganza, le pierden
respeto a la dignidad de la vida, crecen tristes sin amor, y con dolor en el corazón Todo el
desorden sexual que tiene el ser humano, comenzó desde sus raíces de los primeros años de
vida. Por lo tanto, es recuerdo maldito del pasado, llevando todas maldiciones a la cruz. En
la medida que usted sea libre, su vida nunca jamás será la misma.
Declare en el nombre nuestro Señor Jesucristo:

Renuncio a toda maldición de maltrato sexual en los primeros años de mi vida hasta hoy.
Renuncio a todo recuerdo traumático, violaciones y toda experiencia enfermiza en el
área sexual.
Renuncio a experiencias homosexuales, lesbianas y toda concupiscencia maligna en el
área sexual.
Renuncio a la pornografía, a todo anhelo desordenado como adulterio, fornicación,
lascivia y todo tipo de deseo perverso.
Renuncio a ver el sexo con miedo a toda conducta de rechazo al modelo establecido por
Dios en el matrimonio

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