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Entrevistas

 Bleichmar:

En las primeras entrevistas, el objetivo central es encontrar los determinantes


intrapsiquicos del sufrimiento del niño/adolescente. (acá se podría aclarar como
en del motivo de consulta, la concepción del icc, lo latente, etc)
Para ello, presenta 3 ejes que son los parámetros de definición del nudo patógeno, y
que son datos que tenemos que recolectar para realizar una aproximación diagnostica
que nos permita decidir intervenciones pertinentes (Cap. 1 de “En los orígenes del
sujeto psíquico”).
 Eje 1: EL MODELO DEL APARATO PSÍQUICO Y SU CONSTITUCIÓN
 Eje 2: LA UBICACIÓN DEL PACIENTE EN LA TÓPICA INTERSUBJETIVA
 Eje 3: LAS DETERMINACIONES DE LA HISTORIA (en su carácter
significante, y además tomando las correlaciones entre movimiento sintomático
y trauma).
Entrevista de Binomio entre la madre y el niño:la propone para indagar en la
historia libidinal entre los dos. Propone la presencia del niño en la entrevista a padres.
Nos permite pensar las vicisitudes histórico-vivenciales que nos permitan pensarlo
como causa. Además darle un lugar a los padres, al saber de ellos sobre el niño.
Situarlos en su función. Las funciones no se enseñan.

 Aberastury:
El analista deberá hacerse cargo de la angustia parental y deberá hacerse cargo del
síntoma del niño. El analista en este hacerse cargo, Aberasturi está planteando a esa
primera entrevista como la priemra entrevista del tratamiento. No está pensando la
autora en la lógica de las entrevistas preliminaressino de primera entrevista del
tratamiento. Habla de otra cuestión: del analista haciéndose cargo de la angustia
parental, pero esto a veces no se presentifica, no necesariamente es así. Y a su vez
Aberasturi plantea al analista haciéndose cargo del síntoma del niño.

Capítulo V “La entrevista inicial con los padres”.


Aberastury dice que la única forma de que los padres puedan elaborar la angustia que
los padres traen consigo es “hacerse cargo de la situación y situarse como analistas
del hijo”, a partir de esto los padres iran cediendo y pudiendo explyarse. A partir de
esto, vemos que la autora recorre todas las constelaciones de la vida del niño.
La entrevista debe ser dirigida y según un mínimo de planeamiento previo, ya que sino
las entrevistas suelen dirigirse hacia temas referidos a los padres, y sus sentimientos
etc y la entrevista que hemos acordado es para hablar del niño y su relacion con ellos,
no sobre ellos.
El hijo no ha de estar presente, pero si informado de la entrevista.
Cualquier presencia-ausencia es reveladora del funcionamiento del grupo fliar en
relación al hijo. Se cuidara de no mostrar preferencias hacia ningún padre.
Para formar un juicio aproximado sobre las relaciones del grupo fliar y la pareja, nos
apoyaremos en la impresión que tengamos al reconsiderar todos los datos
consignados en la entrevista.
Esta no ha de parecer un interrogatorio-enjuiciamiento.
Hay que tender a aliviar la angustia y la culpa que la enfermedad o conflicto del hijo.
Para eso ha de asumirse desde un 1º momento el papel de terapeutas del hijo y
hacernos cargo del problema o síntoma.
Los datos que dan los padres suelen ser inexactos, deformados o superficiales, pues
no suelen tener conocimiento cabal de la situación y durante la entrevista olvidan parte
de lo sabido a causa de la angustia que ésta provoca. Y por medio de rodeos terminan
hablando de ellos mismos, de su vivencia particular como padres del niño, y no de la
problemática del niño en si. Es por esto que, en el desarrollo de la entrevista, debemos
tratar de obtener cierta información valiosa, que será de cabal importancia frente al
encuentro con el niño.
No es conveniente finalizar la entrevista sin haber logrado datos básicos como:

-Motivo de consulta.
El escollo más difícil para los padres es hablar de lo que no anda bien en y con el hijo.
La resistencia a hacerlo no es conciente ésta se supera al asistir a la entrevista. Para
esto, debemos hacernos cargo de la situacion, tratar de aliviar la angustia de esos
padres situándonos como analistas del hijo.
La comparación de los datos obtenidos durante el análisis del niño con los
suministrados por los padres en la entrevista inicial, es de suma importancia para
valorar en profundidad las relaciones con el hijo.

-Historia del niño


Interesa saber la respuesta emocional ante el anuncio del embarazo, si fue deseado o
accidental, si hubo rechazo abierto con deseo de abortar e intentos realizados, o si lo
aceptaron con alegría. Se pregunta luego como evolucionaron estos sentimientos.
La respuesta que brinda la madre a como sobrellevo su embarazo nos indica cual fue
la iniciación de la vida del hijo.
Conviene preguntar si el parto fue a término o individual, si se dio con anestesia, que
relación tenía la madre con el/la partero/a, si al momento del parto conocían bien el
proceso, si estaban dormidos (madre y bebe), despiertos, acompañados o solos.
También preguntamos si la lactancia fue materna. Nos interesará saber si él bebe
tenia reflejo de succión, si se prendió bien al pecho y a cuantas horas después del
nacimiento y las condiciones del pezón.
La forma en que se establece la relación con el hijo nos proporciona un dato
importante no solo de la historia del paciente sino de la madre y de su concepto de la
maternidad.
Es de gran utilidad para comprender la relación madre-hijo interrogarla sobre la forma
que solía calmarlo cuando lloraba y como reaccionaba cuando pretendía alimentarlo y
el rechazaba el alimento; esto también puede enseñarnos mucho sobre las primeras
experiencias del niño.
Si la madre no ha podido alimentar a su hijo o lo ha hecho muy poco tiempo, conviene
preguntar en detalle la forma en que le dio la mamadera; si lo sostenía en intimo
contacto con su cuerpo o si se la daba acostado en su cuna, si el agujero de la tetina
era pequeño o grande y cuanto tardaba él bebe en alimentarse.Preguntaremos como
acepto él bebe el cambio de alimentos del pecho a la mamadera, de la leche a otros
alimentos, de líquidos a sólidos como papillas o carne (que le exige masticación).
Sabremos así mucho sobre el niño, la madre y las posibilidades de ambos para
desprenderse de los viejos objetos.La forma en que el niño acepta esta pérdida será la
pauta de conducta de cómo en su vida posterior se enfrentara con las perdidas
sucesivas que le exigirán la adaptación a la realidad.
Cuando un bebe comienza a sentir la necesidad de moverse por sí mismo, lo expresa.
La madre puede ver o no esta necesidad y frustrarla o satisfacerla.La primera palabra:
la aparición del objeto que nombra, aso como la reacción emocional frente a su logro,
justifican sus creencias en la capacidad mágica de la palabra.
El retraso en el lenguaje son índices de una seria dificultad en la adaptación al
mundo.Cuando preguntamos a la madre a qué edad camino su hijo, estamos
preguntando si cuando él quiso caminar ella se lo permitió de buena gana, si lo
favoreció, lo trabo, lo apuro o se limitó a observarlo y responder a lo que le pedía.
Para el niño la marcha tiene el significado de la separación de la madre.
Interrogaremos luego sobre el dormir y sus características porque están muy
relacionadas, en caso de haber trastornos del sueño preguntamos cual es la conducta
con el niño y cuáles son los sentimientos que despierta en los padres el síntoma.
Se amplía nuestro conocimiento cuando sabemos a qué edad y en qué forma se
realizó el control de esfínteres, se debe preguntar la edad en que empezó el
aprendizaje, la forma en que se realizó y la actitud de la madre frente a la limpieza y
suciedad.
Es frecuente el olvido de fechas y circunstancias del a vida familiar que acompañan
estos acontecimientos.

También preguntaremos;
· Juegos predilectos del niño.
· Edad en que se comenzó la escolarización (jardín o guardería) y cuáles fueron los
motivos por los cuales fue enviado. El ingreso a la escuela significa para él, no solo
desprenderse de la madre sino afrontar el aprendizaje que en sus comienzos le
despiertan ansiedades similares al as que se observan en adultos con angustia de
examen. Es importante interrogar sobre la edad en que el niño ingreso a la escuela y
la facilidad o dificulta en el aprendizaje de lectura y escritura, así como si le causaba
placer, rechazo o si mostraba ansiedad o preocupación exagerada para cumplir con
sus deberes.

-El día de su vida


La reconstrucción de un día de vida del niño debe hacerse mediante preguntas
concretas que nos oriente sobre experiencias básicas de dependencia e
independencia, libertad o coacción externas, inestabilidad o estabilidad de las normas
educativas, del dar y recibir.
La descripción de los domingos, días de fiestas y aniversarios nos ilustra sobre el tipo
y el grado de la neurosis familiar, lo que nos permite estimar mejor la del niño y
orientarnos en el diagnóstico y pronostico del caso.
Cuando interrogamos sobre el día de vida, debemos preguntar quién lo despierta y a
qué hora, si se viste solo, desde cuándo, o bien, quien lo viste y porque.

-Relaciones familiares
Hay que consignar la edad, la ubicación dentro de la constelación familiar, si los
padres viven o no, profesión o trabajo que realizan, horas que están fuera de la casa,
condiciones generales de vida, sociabilidad de ellos y de sus hijos.
Somos desde el primer momento los terapeutas del niño y no los censores de los
padres. Estamos allí para comprender y mejorar la situación, no para censurarla y
agravarla aumentando la culpabilidad.

 Aulagnier.

-Entrevistas preliminares:
Para Aulagnier las primeras entrevistas dan una pauta de qué coordenadas se
establecen como centrales. Para ella hay entrevistas preliminares. Aulagnier refiere a
que muchas veces nos vamos a encontrar con padres que atribuyen imposibilidad de
cambio. Uno de los ejes a indagar es cuál es la teoría que los padres han podido
elaborar en torno a lo que le paso al hijo, ¿tiene o no estatuto de padecimiento? ¿Qué
versión tienen?
Otro eje tiene que ver con cómo es que llega este niño/adolescente a la consulta, si es
derivado por escuela, jardín de infantes, allí se trabaja también con otros significativos.
Si la derivación es de una institución poder pesquisar si los padres pueden leer algo de
lo que le está pasando al hijo. Dar cuenta de ese espacio que antecede al infans, ver
la trama deseante o de rechazo que antecede al niño.
Otro eje importante es situar las condiciones de analizabilidad, además la o las
entrevistas con los padres no siempre van a conducir al tratamiento con el niño.
Otra cuestión que marca Aulagnier es que la relación transferencial está en los
primerísimas entrevistas.

Intercambio de conocimientos - Intercambio de afectos, es este el doble movimiento


que está en la base y es el soporte de la relación analítica; es el soporte de la relación
transferencial.
En todo análisis se pueden presentar situaciones a las que tendremos que responder
con urgencia y es falso creer que se trata de un problema que uno podría silenciar o
resolver por medio del silencio. Este TIEMPO DE LA URGENCIA es un tiempo
particular del orden del apremio, donde hay que intervenir. Por ejemplo cuando está
comprometido el cuerpo.
Tenemos la obligación de reservar una libertad muy grande al TIEMPO DE
INTERPRETACION. No podemos preveer cuando este se hará posible.
A la inversa el TIEMPO PARA DECIDIRsi aceptamos ocupar el puesto de analista y
para elegir nuestros movimientos de apertura lo tenemos contado. No podemos
acrecentar demasiado la cantidad de entrevistas preliminares.
La importancia de las Entrevistas Preliminares en las que esperan encontrar los
elementos que les permitan establecer un “diagnóstico”.
Una vez que el analista se ha dado una respuesta, y si ella es positiva, todavía tendrá
que decidir si tiene o no interés en proponer-se a este sujeto como su eventual
analista. Esta segunda opción es independiente de la etiqueta nosográfica.
Apelará a lo que el analista y solo él, conoce sobre su problemática psíquica, sobre
sus propios puntos de resistencia o de alergia.
Aquí el analista deberá hacer un autodiagnóstico sobre su capacidad de investir y de
preservar una relación transferencial no con un neurótico, un psicótico, un fronterizo,
sino con lo que llegado el caso entrevea, más allá del síntoma, acerca de la
singularidad del sujeto a quién se enfrenta.
El calificativo de “Analizable”: juzgar a un sujeto analizable es creer o esperar que la
experiencia analítica ha de permitir traer a la luz el conflicto icc que está en la fuente
de su surgimiento psíquico y de los síntomas que señalan el fracaso de las soluciones
que él había elegido y creído eficaces.

Ultimo aporte esperado de las entrevistas, ayudar al analista a elegir los movimientos
de apertura, que tienen sobre el desarrollo de la partida una acción determinante.
Así como se advirtió el riesgo de la prolongación de las entrevista preeliminares, hay
un peligro aún mayor con la apresurada decisión de iniciar una relación analítica, de
fijar frecuencias de las sesiones, de proponer al sujeto que se tienda en el diván, de
demandarle ser el confirmante de un contrato cuyas cláusulas no puede respetar.
Cuando el final de las entrevistas preliminares desemboca en la propuesta de una
continuación, es lo que uno ha podido o creído oír en ellas lo que nos ayuda a elegir
nuestros movimientos de apertura.

-Movimientos de apertura
Pierahabla de movimientos de apertura para referirse a la consecuencia lógica de lo
que el analista pudo escuchar en ese momento y del germen de la futura relación
transferencial. Los movimientos de apertura incluyen al encuadre pero no solo se
reduce a eso. Piera refiere a la situación analítica como situación de encuentro y
supone la instalación de la transferencia.
¿Cuáles son las coordenadas centrales de las primeras entrevistas y la particularidad
del recorrido terapéutico a partir del encuentro con el psiquismo en constitución?
Supone introducir toda una serie de conceptos en relación a:
JUEGO
TRANSFERENCIA
TRABAJO CON LOS PADRES

Movimiento de apertura es una noción bisagra que permite situar y articular las
primeras entrevistas con el recorrido terapéutico y permite pensar a las entrevistas
preliminares y el trabajo con los padres, al juego y a la especificidad de la noción de
transferencia en niños y adolescentes.
PieraAulagnier refiere a la situación analítica como una situación particular, de
encuentro (que es central, porque a partir del encuentro piensa la constitución de la
psique). Destaca el intercambio que se produce entre afecto y sentido, el intercambio
entre afecto y conocimiento es la base de la relación transferencial.
¿Cómo conceptualizar los primeros encuentros cuando la transferencia no se ha
instalado pero hay un esbozo de que va a pasar? Los padres ponen al analista en
lugar de saber.
Sitúa los movimientos de apertura con estas coordenadas:
 Eje 1. TEMPORALIDAD. (lo de arriba)
 Eje 2. ANALIZABILIDAD. Tiene que ver con los posibles de ese psiquismo
infantil en constitución, cuáles son los posibles respecto de su funcionamiento
de ese psiquismo para ese niño o para ese adolescente (Analizabilidad no se
reduce a la idea de diagnóstico, pero dicha noción de diagnóstico está incluída
en la noción de analizabilidad).

PieraAulagnier habla de dos niveles de posibles: los posibles de la teoría, donde la


teoría nos habla de la lógica del funcionamiento del aparato psíquico; pero este nivel
de posible tenemos que articularlo a los posibles de un sujeto en su singularidad y en
transferencia; esto nos habla de la analizabilidad. Y evaluar este nivel de posible en
aquel que consulta, se tiene que articular necesariamente, a lo que ella llama
autodiagnóstico; que tendrá que ver con que el analista deberá al mismo tiempo
evaluar si podrá ser el soporte o no de esa relación transferencial.

Los movimientos de apertura en principio articulan la postura del analista y la


modalidad transferencial, por ende las iniciales intervenciones. Son “aquello que el
analista ha podido escuchar prever y anticipar en las primeras entrevistas de la futura
relación transferencial”. Porque se presenta una consulta por un niño no implica que la
terapia será con el niño, puede ser con la madre o el padre o ambos, es decir no es
garantía de que el niño esté padeciendo o que el padecimiento implique terapéutica.

Neurosis: Si el puesto que se ofrece al sujeto –cara a cara o en diván-, la frecuencias


de las sesiones y la fijación de los honorarios forman parte de la apertura, y tenemos
que incluir en ella la manera en la que el analista entablará el dialogo.
El analista persigue un objetivo bien preciso: ELEGIR LA APERTURA MAS IDONEA
PARA REDUCIR, EN LA TRANSFERENCIA QUE HABRÁ DE ESTABLECER, LOS
EFECTOS DE LOS MOVIMIENTOS DE RESISTENCIA, DE HUIDA, DE
PRECIPITACIÓN EN UNA RELACION PASIONAL DE AQUELLA QUE SIEMPRE
TIENE LA POSIBILIDAD DE PROVOCAR.

Psicosis: No solo el abanico de las aperturas posibles está limitado por exigencias
metodológicas que solo parcialmente son modificables, sino que siempre nos veremos
precisados a elegir una apertura compatible con la singularidad del otro, con la
particularidad de sus propios movimientos de apertura.
En el registro de la psicosis la apertura se tiene que dirigir a hacer sensible al sujeto lo
que dentro de esta relación no se repite, lo diferente que ella ofrece, lo no
experimentado todavía.
El término “psicosis de transferencia” es un contrasentido. En la psicosis, desde su
surgimiento impusieron al yo que diera su acuerdo anticipado a un libro de cuentas
llevado y cerrado por otro. Le han prohibido todas las preguntas sobre las razones de
los déficits (el hijo como falta). Para el psicótico, si el pasado es responsable de su
presente, lo es en la medida en que su presente ya ha sido decidido por su pasado;
todo ha sido ya anunciado, previsto, predicho, escrito. La “elección” de lo reprimido en
la psicosis responde a una decisión arbitraria enunciada e impuesta por el discurso
parental: a la historia no escrita de su infancia, el sujeto la construye, deconstruye,
reconstruye en función de los postulados de su delirio.

-Transferencia:La transferencia se instalará, comenzará tempranamente desde los


primeros encuentros. De allí la importancia a los tiempos de interpretar y tiempo para
decidir. Porque ese espacio de la transferencia tenemos que pensarla o no sólo en
relación al niño o adolescente, sino también en relación a la pareja parental.

 Mannoni
Capítulo 4 - ¿En qué consiste entonces la entrevista con el psicoanalista?
Muestra que el síntoma del niño es el soporte de un orden colectivo. Sostiene que los
padres vienen a la consulta ya con un diagnostico asignado. El síntoma del niño no
vale por si solo sino en relación a conflictos subyacentes, los cuales responden a
conflictos de los padres que intentan resolver o perpetuar a través del hijo en relación
a sus propios deseos. Pero estos conflictos no son comunicables, su modo de
expresión es por medio de los síntomas.
Una consulta psicoanalítica tiene sentido solo si los padres están dispuestos a
despojarse de las máscaras y a cuestionarse.
En la entrevista a padres nos encontramos frente a un discurso alienado, ya que no se
trata del discurso del sujeto, sino del de otros. El niño está atrapado en una palabra
parental que lo aliena como sujeto. Es necesario que el sistema del lenguaje dentro
del cual se encuentra atrapado sea ante todo modificado.
Emprender un psicoanálisis del niño no obliga a los padres a cuestionar su propia vida.
Al comienzo, antes de la entrada del niño en su propio análisis, conviene reflexionar
sobre el lugar que ocupa en la fantasía parental. La precaución es necesaria para que
los padres puedan aceptar después que el niño tenga un destino propio.
La evolución de uno es posible solo si el otro la puede aceptar. Lo que daña al niño no
es tanto la situación real como todo lo que no es dicho (el niño refleja lo no dicho de la
problemática parental). En ese no dicho, cuántos son los dramas imposibles de ser
expresados en palabras, cuantas las locuras ocultas por un equilibrio aparente, pero
que el niño trágicamente siempre paga. Algunos tienen la posibilidad de expresarlo
con palabras: “yo ya sabía”; otros no, lo expresan con padecimientos.
El rol del psicoanalista es el de permitir, a través del cuestionamiento de una situación,
que el niño emprenda un camino propio.
La pregunta de Mannoni es si el niño podrá hacerse cargo o no de su palabra y si
podrá o no desprenderse del deseo parental, dejar de sostener la conflictiva parental.

-Transferencia:
En el análisis de niños tenemos que vérnosla con muchas transferencias (la del
analista, de los padres y del niño). Las reacciones de los padres forman parte del
síntoma del niño y, en consecuencia, de la conducción de la cura.
El niño enfermo forma parte de un malestar colectivo, su enfermedad es el soporte de
una angustia parental. Si se toca el síntoma del niño se corre el riesgo de poner
brutalmente al descubierto aquello que en tal síntoma servía para alimentar la
ansiedad del adulto.
Sugerirle a uno de los padres que su relación con el objeto de sus cuidados corre el
riesgo de ser cambiada, implica suscitar reacciones de defensa y rechazo. Toda
demanda de cura del niño, cuestiona a los padres, y es raro que un análisis de niños
pueda ser conducido sin tocar para nada los problemas fundamentales de uno u otro
de los padres (su posición con respecto al sexo, la muerte, a la metáfora paterna).
En importante situar lo que representa el niño dentro del mundo fantasmático de los
padres, y comprender también el puesto que le reservan en las relaciones con ellos.
Antes de que aparezca la analista, en el plano fantasmático ya es el soporte de un
saber y representante de una omnipotencia mágica  La transferencia está allí
antes de que aparezca el analista.
 La conducción de la cura se realiza mediante un juego de transferencias
recíprocas. El analista trabaja con varias transferencias. La cuestión no consiste en
saber si el niño puede o no transferir sobre el analista sus sentimientos hacia padres
con los que todavía vive (lo que implicaría una reducción de la transferencia a una
mera experiencia afectiva), sino en lograr que el niño pueda salir de cierta trama de
engaños que va urdiendo con la complicidad de los padres.
Esto solo puede hacerse, si comprendemos que el discurso que se dice es
COLECTIVO: la experiencia de la transferencia se realiza entre ANALISTA-NIÑO-
PADRES.

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