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Director: José Juasnez ree) Wiadislaw Tatarkiewicz Historia de seis ideas Arte, belleza, forma, creatividad, mimesis, experiencia estética Presentacién de Bohdan Dziemidok Traduccién de Francisco Rodriguez Martin ielfias fa Alianza Editorial Capitulo cuarto La belleza: historia del concepto* 1 proporsionlt solamente fe plein L. LA EVOLUCION DEL CONCEPTO [Hijsiigia] Lo que én castellano moderno se denomina como bello, los griegos lo denominaron como zaAév y los romanos pulehrum. La palabra latina siguié utilizindose durante toda la época antigua y medieval, desapareciendo, sin embargo, con cl Renacimiento que ia sustituyé por una nueva’ palabra, bellum. El desarrollo de este nuevo término fue bastante peculiar: originandose en bonum via el diminutivo bonellum fue abreviado a bellum.’ En un principio, lavpalabra se aplicé slo a mujeres y nifios; mas tarde designé todo tipo de belleza climinando totalmente la palabra anterior pulchrum. Ninguna lengua moderna ha adoptado una palabra que se derive de pulchrum, aunque muchas hayen adoptado Ja palabra bellum de un modo u otro: los italianos y los espatioles, bello; los franceses, beau; los ingleses, beautiful. Otras lenguas europeas poseen palabras equiva- Tentes que se han derivado de otras nativas:el alemén, schén; el ruso, krasseeviy; el polaco, piekny. Las lenguas antiguas y modernas tienen igualmente al menos dos palabras cuyo origen es él mismo y cuya funcién es tanto de nombre como de adjetivo: xéAdos y xaAds, pulchritudo y pulcher, beauty y beautiful, bellezza y bello. De hecho se necesitan dos nombres: uno, para significar la cualidad abstracta de la belleza, y otro, para ‘teferirse aouna:cosa:bellaven particular. Los griegos cumplieron este Se agradece al editor de The Journal of Aesthetics and Art Critciom por permitit vtlizar como base de nucsira traduccion de las Seociones [IX del presente capitulo el articalo «The Great Theory of Beauty and Its Declinen, que aparesio en el vol. XXX/2, pp. 1654180, Baltimore, 1972, publicado por The American Society Tor ‘Aesthetics PRoPvests Sefishe rein edboica ope 154 W. TATARKIEWICZ concaeto 4 requisito utilizando el adjetivo como nombre —réxwA6y, y reservan- do Kadhogconsfines:abstractos. Los romanos utilizaron de forma parecida el adjetivo pulchrum, El aleman das Schéne y el francés le beau representan el mismo fenomeno. En resumen, la historia seman- tica del término «belleza» es la siguiente: El concepto griego de belleza era mas amplio que el nuestro, y comprendia no s6lo ias cosas bellas, figuras, colores y sonidos, sino también los pensamien- tos y costumbres bellas. En Hipias Mayor, Platén cita como ejem- plos de belleza los caracteres y leyes bellas. Cuando en El Banguete hace referencia a la idea de belleza, podia igualmente haberlo indica- do como idea de lo bueno; ya que no era la belleza visible y audible Jo que ahi le preocupaba. No obstante, ya en el siglo V a. de J. C, los sofistas de Atenas habian puesto limites al concepto original definiendo la belleza como «lo que resulta agradable a la vista 0 al oido». Era natural que los sensualistas impusieran esta limitacion. La ventaja de esta defi cién era que con ella se definia mejor el concepto de belleza distin- Al comprender un ambito tan extenso, el efecto que desgraciadamente iba a producir era el de la ambigiiedad, pues el concepto antiguo.que era tan extenso no desaparecié. La definicién que los estoicos propusieron mas tarde —«aquello ue pose una proporcién apropiada y un color atractivo»— era tan Iimitada como la de los sofistas. Por otra parte, cuando Plotino escribia sobre las ciencias y virtudes bellas, utilizaba la palabra en el mismo sentido que Platén. ¥ esta dualidad de significado ha persisti- do hasta el presente, con la diferencia de que mientras en la €poca antigua el concepto mas amplio era generalmente més deliberado, el que impera hoy dia es el més limitado. ‘Si los griegos pasaron sin la concepcién més limitada de la belleza, fue porque. disponian indudablemente de otras palabras: cuuyerpia para la belleza visible, y dpuovia para la audible. La primera de estas expresiones seria para el escultor o el arquitecto, la segunda, para el musico, Al pasar el tiempo, los griegos utilizaron la belleza en el sentido més limitado, relegando la palabra a la simerria y la armonia a un segundo plano. Lo mismo’ siguié sucediendo en Siglos posteriores: rara vez se utilizaron la simetria y la armonia (@ungue Copémico las emplea). Los pensadores medievales y modernos adoptaron el aparato conceptual y terminologico de los antiguos, completéndolo a su vez segiin sus ideas. Alberto Magno hablaba, por ejemplo, de la belleza no solo in corporibus, sino también in essentialibus y en spiritwalibus. Los hombres del Renacimiento, por otra parte, se inclinaban por limitar el concepto para que se.adecuase Gnicamente a las necesida- des de las artes visuales: «La belleza», afirmaba Ficino, «pertenece | comprende sélo:aquello que produce una experiencia estética; pero) j esta categoria comprendia todo, productos mentales “al igual que HISTORIA DE SEIS IDEAS 155 mas a la vista que al oido». Desde entonces, se han venido utilizando todas las vari ‘en épocas diversas y por ‘turnos, segin ha convenido. De acuerdo con esta descripcién historica, las teorias de la belleza han utilizado tres concepciones diferentes. A. Belleza en el sentido més amplio. Este era el concepto griego original de belleza; incluia la belleza moral y, por tanto, la ética y la estética. Puede encontrarse una nocién parecida en la maxima medieval, pulchrum et perfectum idem est. B. Esta nocion de belleza\ | colores y sonidos. Era este sentido de la palabra el que con el tiempo se convertiria en la concepcién basica de la belleza en la cultura europea, cs Segiin este sentido de la palabra, se perciben por medio de la vista. s6le Ia figura y el color podrian ser bellos. Los estoicos adoptaron, parcialmente este concepto de belleza. En tiempos modernos, su uso se ka limitado totalmente al habla popular. Esta milltiple ambigiedad de la palabra impide que haya una comunicacién; no obstante, la situacién es mucho menos complicada de lo que ocurre con el enorme Ambito de la diversidad de cosas que hhan sido designadas como bellas. ‘De las tres concepeiones mencionadas, la B es la més importante en la estética actual; ésta es la’ concepcién que se discute en el presente capitulo. El primer problema que surge es si podemos cle Gefinir la concepcion B, y si es asi, ,cOmo? Algunos grandes pensado- res lo han intentado en épocas diferentes: «aquello que, ademas de bueno, es agradable» (Aristoteles); «aquello que es agradable de perci- bim (Tomas de Aquino}; aquello que no es agradable ni por medio de la impresion ni de los conceptos, sino que es necesario subjetiva- merte de un modo inniediato, universal y desinteresado (Kant) A través de los afios, han sido propuestas muchas otras definicio- 1es. Quizas el estudio mas exhaustivo del t6pico es el que ofrecieron Ogden y Richards, quienes hicieron una lista en la que aparecian diecistis modos diferentes de utilizar la palabra bello. Su lista contie- ne, sin embargo, muchos items notoriamente erroneos que, como mucho, pueden considerarse como observaciones parciales y genera~ Wizaciones dudosas, pero no como definiciones. infentos defy: Ble La diferencia que existe entre definicién y teoria la indica clara- defi merte Aquino en dos proposiciones. «Aquello que es agradable de percibit» es una definicion de la belleza; «la belleza consiste en el 156. W. TATARKIEWICZ 12. Orfeo y las musve Musas, dibujo del Liber Pontfcalis, c. 1200, Reims. esplendor y una adecuada proporcion» es una teoria. La primera intenta deeimos cbmo reconocer Ia belles a segunda, como expi- carl Los diecionarios nos oftecen diversos sindnimos de belleza y de sus derivados: pot ejemplo, agradable, precioso, encantador, bonito, apuesto, gracioso, atractivo, justo, hermoso, bien parecido; en fran- HISTORIA DE SEIS IDEAS. 157 és: grdce, agrément, charme, éclat, excellence, magnificence, merveille, Tichesse. Se observard répidamente que estos sindnimos no son reales, sino simplemente palabras que tienen un significado parecido, Podria parecer que, de hecho, Ia belleza (concepcién B) no tiene ningin sinonimo. ve cea 2. LA GRAN TEORIA. "Pou? ¥ Deawe La teoria general de la belleza que se formulé en tiempos antiguos para ser mas precisos, Esto puede ilustrarse haciendo referencia a la arquitectura: de este modo, podria decirse, que la belleza de un portico surge del volumen, numero y orden de las columnas. Algo parecido sucede con la musica, con la excepcién de {que en ese caso las relaciones son temporales y no espaciales. ‘Esta teoria persistid durante siglos adoptando dos versiones, una més amplia (cualitativa), y otra més limitada (cuantitativa). La Version més limitada afirmaba que Ia belleza ha de encontrarse s6lo fen aquellos objetos cuyas partes mantengan una relacion entre si como los nameros pequefios: uno-2-no, uno-a-dos, dos-a-tres, etc. Esta teoria podria denominarse, y con razén, la Gran Teoria de 1a estética europea. Han existido pocas teorias en cualquier rama de Ja cultura europea que se hayan mantenido durante tanto tiempo 0 que hayan merecido un reconocimiento tan grande, y son pocas las que comprenden los diversos fenomenos de la belleza de un'modo tan comprensivo. version mas limitada. Jos sonidos: las cuerdas producen sonidos arménicos si sus longitu- des mantienen la relacin de los niimeros simples. Esta idea surgio rapidamente de un modo parecido en las artes visuales. Las palabras armonia y simetria estaban estrechamente relacionadas con la aplica~ ibn de ia teoria a los Ambitos del ofdo y la vista respectivamente. Que pasara del primer Ambito al segundo, o que se desarrollara independientemente en este tiltimo, es algo que no es seguro; lo seguro es que durante el periodo clasico en Grecia, domind en ambos La tinica exposicion detallada que poseemos —Los Diez Libros sobre Arquitectura de Vitruvio— es de una fecha mas tardia. En esa obra, Vitruvio desarrolla la idea de que un edificio es bello cuando todas sus partes ticnen las proporciones apropiadas de altura y anchura, y de anchura y longitud, y cumplan, en general, todas las exigencias de simetria. Vitruvio afirmaba que jo-mismo-que-era 158 W. TATARKIEWICZ Parte superior de la irente y al nacimiento del pelo constituye una décima parte de la longitud total del cuerpon. Segiin su idea, podia presentarse las proporciones adecuadas tanto de ios edificios como de los cuerpos humanos en términos numéricos. Desde los primeros tiempos, Su pensamiento’ se aceptaba, como demuestran los hechos linguisticos en miisica: ciertas melodias se consideraban como véyor, leyes o normas, en las artes visuales, ciertas proporciones se aceptaron universalmente y se consideraron como xavbv. E] mismo concepto predominé entre los filésofos. «Los pitagori- os», como indica un escritor posterior, «descubrieron las propieda- des y las relaciones de la armonia en los niimeros». Afirmaban que «el orden y-la proporcién son bellas y adecuadas» y que, gracias & ‘los niimeros; todo parece bello». Platén acepté este concepto, y afir~ la «conservacion de la medida y la proporcion es siempre mé que algo bello», y que «la fealdad es la carencia de medida, Aristoteles acept6 también esta misma idea, afirmando que «la belleza consiste (Sptousvov). Los estoicos pensaban del mismo modo: «La belleza ‘manticnen entre si'y.con:el todo» Adoptaron una idea andloga de la P belleza del alma, considerando que consistia también en la. propor- =,

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