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Actividades
Actividades
Texto Clave: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios”…El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios,
Romanos 8:14, 16.
Introducción
Se entiende por “actividades personales” las actividades que sólo pueden realizar las personas y
no los objetos impersonales. La Biblia hace referencia a un sinnúmero de actividades o acciones
que el Espíritu Santo realiza como persona, y que es imposible que dichas actividades se puedan
atribuir a una simple fuerza impersonal. A los objetos impersonales no se les puede atribuir
cualidades personales, porque no las tienen; y por tanto, no pueden por sí mismos ejecutar
acciones personales. Por ejemplo, una pared no puede expresar sabiduría e inteligencia; un árbol
no puede guiar la vida de una persona.
Este es un tema importante para la fe cristiana; por eso, es necesario asumir una actitud correcta
al estudiar lo que la Biblia nos enseña sobre este aspecto de la personalidad del Espíritu Santo.
En esta lección vamos a estudiar algunos pasajes bíblicos que enseñan las actividades o acciones
que realiza el Espíritu Santo en su calidad de persona.
Jesús dijo del Espíritu Santo, el Consolador: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8). La acción de convencer a los hombres de su pecado
es una acción personal efectuada por el Espíritu Santo. ¿Puede una fuerza o poder impersonal
convencer al hombre de su pecado? El Espíritu Santo tiene la capacidad personal de obrar en la
vida del pecador para conducirlo al arrepentimiento y a la fe en Jesús, convenciéndolo de
pecado, justicia y juicio (Juan 16:9-11).
En Juan 15:26, Jesús dice: “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”. En este pasaje
bíblico se nota que Jesús afirmó que el Espíritu Santo vendría al mundo para dar testimonio
acerca de él, como Señor y Salvador. Esta acción es de tal magnitud, que es imposible atribuirla
a una energía o poder impersonal.
Las actividades que la Biblia le atribuye al Espíritu Santo en relación a la vida de los cristianos
también son una demostración de su calidad de persona. Por ejemplo, en Juan 16:13, Jesús dice
que el Espíritu Santo “guiará” a sus discípulos “a toda la verdad”. Aquí se presenta al Espíritu
Santo como una persona, que tiene la capacidad de enseñarnos la verdad de Dios y guiarnos en el
camino de la verdad, porque él conoce perfectamente la verdad de Dios (ver también Nehemías
9:20; Juan 14:26; 1 Corintios 2:13).
El llamamiento y envío que el Espíritu Santo lleva a cabo en la vida de los siervos de Dios para
el ministerio cristiano, siempre tiene una característica personal (Hechos 13:2, 4); y eso es así
porque quien nos llama, nos capacita y nos envía no es una mera fuerza impersonal sino una
persona.
Otra acción personal del Espíritu Santo en la vida del creyente es que él nos ayuda a pedir en
oración como conviene, intercediendo por nosotros “con gemidos indecibles”; y que el Espíritu
Santo intercede por nosotros “conforme a la voluntad de Dios” (Romanos 8:26-27). ¿Puede una
fuerza impersonal interceder conforme a la voluntad de Dios con gemidos indecibles? Esto es
acción propia de una persona, no de un poder impersonal.
El Espíritu Santo también realiza la acción de dirigir y controlar la vida y las actividades de los
creyentes. Pablo dice que los hijos de Dios “son guiados por el Espíritu de Dios” (Romanos
8:14). Esto significa que nuestras vidas no están controladas o dirigidas por un poder impersonal,
sino por una persona; y no se trata de cualquier persona sino de la persona del Espíritu Santo.
Hechos 8:29 dice que el Espíritu Santo habló personalmente a Felipe y le ordenó que se acercara
y juntara al carro que conducía el Eunuco. ¿Puede una fuerza impersonal hablar y dar órdenes?
(Ver también Hechos 16:6-7; 20:28).
La Biblia dice que el Espíritu Santo inspiró a los escritores sagrados para que registraran la
revelación de Dios en una manera correcta (2 Pedro 1:21). Lo que tenemos en la Biblia es lo que
el Espíritu Santo ha hablado y habla hasta el día de hoy. Esta es una acción personal del Espíritu
Santo de suma importancia. El inspiró a los santos hombres de Dios para que hablaran y
escribieran con absoluto cuidado la revelación de la Palabra de Dios. A través de esta acción
vemos que el Espíritu Santo realiza la acción personal de hablar. Lucas registra el hecho de que
Pedro reconoció que el Espíritu Santo “habló antes por boca de David” (Hechos 1:16).
Los milagros que realiza el Espíritu Santo no son obras que las pueden llevar a cabo alguna
fuerza o poder impersonal. Solamente Dios, que es una persona divina omnipotente, puede obrar
milagros; y el Espíritu Santo es Dios obrando milagros divinos (Hechos 10:38). A través de los
milagros que realiza el Espíritu Santo quedan demostrados su deidad y su personalidad.
Para repasar y reflexionar:
1. En esta lección hemos estudiado las actividades que el Espíritu Santo realiza como persona: