CÓMO ES QUE HA IMPACTADO LA SOCIALIZACIÓN

DEL GÉNERO EN MI ENTORNO LABORAL, FAMILIAR Y

PERSONAL
ANTECEDENTES

En la década de lo sesenta del siglo XX, surgió el concepto género dentro del
ámbito de la Psicología en su corriente médica, para destacar un acontecimiento hasta
entonces invalorado: existía algo fuera del sexo biológico que determinaba la identidad y el
comportamiento. Tal fue el hallazgo de Robert Stoller (1964) quien estudiaba los trastornos
de la identidad sexual en aquellas personas en las que la asignación del sexo falló, dada la
confusión que los aspectos externos de sus genitales producían.

Los casos estudiados condujeron a Stoller a suponer que el peso y la influencia de las
asignaciones socioculturales a los hombres y las mujeres, a través de ritos y las costumbres,
y la experiencia personal constituían los factores que determinan la identidad y el
comportamiento femenino o masculino y no el sexo biológico.

SOCIALIZACIÓN DEL GÉNERO

Es sabido que el rol de géneros marca modelos de la forma en que se supone se debe
comportar, actuar, expresarse y creer; siendo la familia donde surgen inicialmente estos
roles femeninos o masculinos, repercutiendo tales en la conducta diaria de todos, estas
imágenes de representación a temprana edad atendiendo a los roles forman individuos mas
o menos consientes de la lógica diferenciación que se deriva de la misma, exponiendo estos
aspectos en la vida adulta en cada uno de los ramos en que se desenvuelva, incluyendo de
forma lógica el entorno laboral, personal y familiar, sin que estos se puedan disociar ni
entre si, ni tampoco de los demás aspectos en los que una persona se desarrolle, es por ello
que abordaré de una forma general el presente tema al contar con solo una cuartilla para
desarrollarlo.

La asignación diferencial de roles implica un problema cuando esta se convierte en

disparidad social al otorgarse a los hombres las posiciones de dominación y a las mujeres
las posiciones de subordinación.

Otro problema mana cuando, a través de un proceso inconsciente de lo que debe permear en
la sociedad, se implantan estereotipos de género al calificarse a determinadas
características, capacidades, emociones y compromisos como los únicos apropiados para
cada género, siendo el de la mujer el de crianza de los hijos y el cuidado del hogar y para
los hombres el de ser proveedor y protector, reforzando este reconocimiento en la manera
en que de forma diferenciada se le habla a los niños o a las adultos en razón de su género
formando desde pequeños subjetividades de cómo es que debe tratar a las personas
dependiendo de cómo se les percibe.
Sin embargo, las prácticas afectivas, de trabajo y de roles en la sociedad en general
cambiaron notoriamente cuando las mujeres se unieron de forma mayúscula el mundo
laboral y pudieron controlar aspectos de vida que antaño les era imposibles, obteniendo
entonces una independencia en su educación, sexualidad y aspiraciones en el trabajo, lo que
generó que en la actualidad los roles de genero han quedado obsoletos casi en su totalidad,
dando cabida a todos a aspirar a un estilo de vida independiente y coherente con sus
hábitos.

CONCLUSIONES

Junto con una marcada evolución en la sociedad, cohabitan también enraizadas resistencias
que evidencian que, si bien el camino se ha trazado en un sentido correcto al respecto de la
equidad de géneros, también lo es que este camino no está acabado y es responsabilidad de
mujeres y hombres moldearlo hacia una sociedad mas evolucionada, sin buscar culpables,
sino actores que de manera progresiva entiendan la responsabilidad que la historia les da al
hallarnos en un mundo globalizado expuestos al escrutinio público y cuyas acciones afectan
indirecta o directamente a todos.

En la medida en que podamos responsabilizarnos y asumir las consecuencias de nuestros

actos al respecto de nuestra identidad como mujeres y hombres, todos dispondremos de
mayores y mejores oportunidades laborales dependiendo de nuestro esfuerzo y capacidad y
tendremos la imperiosa convicción de sabernos en un mundo equitativo e igualitario.