Professional Documents
Culture Documents
Modulo 6 Resumenn
Modulo 6 Resumenn
El texto proporciona una reflexión sobre los movimientos sociales y la Educación Popular,
centrándose en la experiencia de los Bachilleratos Populares en Argentina. La autora, Marina
Ampudia, describe el contexto económico y social del nuevo régimen de acumulación y la política
económica neoliberal, así como su impacto en las comunidades marginadas, las formas de
protesta social y los proyectos educativos alternativos.
Durante los años 1984-1989, la sociedad civil experimentó una debilidad y fragmentación
significativa, pero también hubo esfuerzos por reconstruir organizaciones populares y
democratizar instituciones sociales y educativas. Sin embargo, a partir de 1988, se observó una
desmovilización y fragmentación de los movimientos populares debido a factores como la
desindustrialización y el empobrecimiento del mundo popular.
El texto describe cómo esta dinámica de descolectivización tuvo un impacto en los trabajadores,
con la pérdida de empleo, precarización laboral y desplazamiento hacia el sector informal.
Paralelamente, surgieron nuevas formas de organización en los barrios, especialmente
relacionadas con la lucha por la vivienda y los servicios básicos.
En los años 1989-2001, se implementaron políticas neoconservadoras que llevaron a una mayor
desindustrialización y desempleo. Hubo estallidos sociales y movilizaciones, y la situación
económica se vio afectada por crisis como el "efecto Tequila."
A partir de 2001, se inicia un tercer momento en el que diversos movimientos, como los
desocupados, campesinos y empresas recuperadas, asumen la educación como una herramienta
para empoderar a sus comunidades. Se crearon escuelas populares, jardines infantiles, espacios
de alfabetización y centros culturales desde la perspectiva de la Educación Popular. Estas
escuelas se convirtieron en espacios de autogestión, enfocados en la comunidad y el trabajo
territorial.
El texto resalta cómo estas prácticas educativas se inspiraron en la noción de Educación Pública
Popular y cómo las organizaciones sociales han definido y gestionado el proceso educativo,
desde la ubicación hasta la estructura de las escuelas. Se enfatiza la importancia de crear
escuelas dentro del sistema educativo que trasciendan la autogestión y se centren en la
autodeterminación de las comunidades oprimidas y trabajadoras.
En resumen, el texto ofrece una visión de la evolución de la Educación Popular en Argentina a
través de los Bachilleratos Populares, destacando su importancia como herramienta de
empoderamiento y resistencia en contextos de desigualdad y exclusión social.
¿Como reensamblar13 el movimiento de una pedagogía alternativa, denominada Bachilleratos
Populares?
El fragmento habla sobre la reconstrucción del movimiento de educación alternativa
denominado "Bachilleratos Populares". El enfoque de este trabajo se basa en el diseño
cartográfico y el uso de la cartografía social como una herramienta para unir y dar visibilidad a
las acciones educativas de los movimientos sociales. Además, se utiliza la cartografía como una
forma de reflexión colectiva sobre el territorio y la identificación de conexiones entre diferentes
problemáticas para cuestionarlas y desarrollar alternativas.
El movimiento de Bachilleratos Populares está compuesto por varias organizaciones sociales,
incluyendo territoriales, educativas y sindicales, que impulsan alrededor de 70 Bachilleratos
Populares. Estos bachilleratos se basan en principios como la educación popular, la autogestión,
un proyecto democrático radical y la concepción de la escuela como una organización social. Sin
embargo, existen diferencias en las estrategias y concepciones de estas organizaciones con
respecto al Estado.
El movimiento se divide en tres grupos principales:
Coordinadora de Bachilleratos Populares: Organizaciones autónomas que buscan la
independencia política del Estado, la autogestión, el reconocimiento de los docentes como
trabajadores de la educación y reivindican la educación pública popular.
Red de Bachilleratos Populares Comunitarios: Organizaciones que también buscan la autonomía
y la autogestión, pero no enfatizan las reivindicaciones salariales.
Bachilleratos Populares articulados en la zona Oeste del conurbano bonaerense: Organizaciones
afines al gobierno actual, que son heterónomas del Estado y promueven la autogestión docente.
Estos bachilleratos tienen diferentes reivindicaciones al Estado, que incluyen la acreditación,
otorgamiento de títulos oficiales, salarios, financiamiento integral y becas para estudiantes. El
aumento en la creación de Bachilleratos Populares se produjo en 2010 y 2011 en respuesta a la
exclusión educativa, la precarización laboral y otros problemas sociales. A pesar de algunas
cooptaciones por parte del gobierno, estas organizaciones siguen siendo una expresión de la
demanda popular de educación desde una perspectiva autogestionada y basada en la educación
popular.
Educación popular y disputa hegemónica. OUVIÑA
El texto "Educación popular y disputa hegemónica: Los aportes de Antonio Gramsci para el
análisis de los proyectos pedagógico-políticos de los movimientos sociales" de Hernán Ouviña
aborda la relevancia de las ideas de Antonio Gramsci en el contexto de los movimientos sociales
en América Latina que buscan establecer espacios educativos autogestivos y pedagógicamente
innovadores. A pesar de las diferencias contextuales entre la vida y obra de Gramsci y la situación
latinoamericana, se argumenta que sus reflexiones y acciones siguen siendo pertinentes y
fructíferas para comprender y fortalecer los proyectos educativos impulsados por los
movimientos sociales.
El autor resalta la importancia de la relación entre la praxis política y la educación emancipatoria
en el pensamiento de Gramsci. Se destaca que Gramsci fue un autodidacta que promovió la
educación popular a lo largo de su vida, incluso en la creación de espacios educativos fuera de
las instituciones convencionales. Gramsci abogó por la formación autónoma y la educación
integral como herramientas esenciales para la emancipación política y social.
El artículo también hace hincapié en la noción de que la pedagogía y la política están
estrechamente entrelazadas en la visión de Gramsci. La pedagogía, según él, no se limita a las
escuelas tradicionales, sino que impregna toda la sociedad. Los movimientos sociales, siguiendo
esta perspectiva, han desarrollado proyectos educativos que buscan no solo la formación
académica sino también la formación política y cultural de sus miembros, con el objetivo de
construir una sociedad más democrática y justa.
Se argumenta que, en línea con el pensamiento de Gramsci, la construcción de la hegemonía
política implica una transformación cultural y educativa, y no se limita solo a cuestiones
económicas. Los proyectos educativos de los movimientos sociales en Argentina se asemejan a
esta perspectiva gramsciana, ya que buscan la autoformación integral de sus participantes y el
fortalecimiento de la cultura democrática y educativa en la sociedad.
En resumen, el texto explora cómo las ideas de Antonio Gramsci sobre la educación, la política y
la lucha por la hegemonía siguen siendo relevantes y valiosas para comprender y apoyar los
proyectos educativos de los movimientos sociales en América Latina. Estos proyectos buscan
construir una sociedad más justa y democrática a través de la formación integral de sus
miembros y la transformación cultural.
La relevancia de las y los educadores populares como intelectuales orgánicos en la disputa
hegemónica
El texto destaca la relevancia de los educadores populares como intelectuales orgánicos en la
lucha por la hegemonía en el contexto de la educación emancipatoria. A diferencia de la
educación tradicional basada en la memorización y la transmisión de conocimientos, el autor se
refiere a la crítica de Antonio Gramsci a lo que denomina una "concepción digestiva del
conocimiento". Gramsci rechaza la idea de un "alumno-recipiente" y plantea la necesidad de una
educación que involucre la discusión y la investigación de problemas en la que todos participen
y se enriquezcan mutuamente.
Se argumenta que, en la sociedad capitalista, no todos pueden ser considerados intelectuales
orgánicos debido a la división del trabajo impuesta por el sistema. Sin embargo, para Gramsci,
los intelectuales orgánicos deben tener una profunda convicción política, capacidad de reflexión
crítica y una vocación organizativa. Además, deben estar en contacto constante con la cultura y
las actividades de las personas oprimidas, fundiéndose con ellas en busca de un proyecto
contrahegemónico y anticapitalista.
En el contexto de los proyectos pedagógico-políticos impulsados por los movimientos sociales
en Argentina, el papel de los educadores populares se considera fundamental como intelectuales
orgánicos. Estos educadores no solo transmiten conocimientos, sino que también aportan su
capacidad organizativa y política a los procesos de enseñanza-aprendizaje, contribuyendo a la
construcción de una nueva cultura y una visión del mundo alternativa a la hegemónica.
En resumen, el texto subraya la importancia de los educadores populares como intelectuales
orgánicos que desempeñan un papel activo y crítico en la educación emancipatoria. Se enfatiza
que la educación es un componente fundamental en la lucha por la emancipación y la
transformación social, y que los educadores populares desempeñan un papel clave en este
proceso.
La educación prefigurativa como motor de la praxis política.
El texto explora la noción de "educación prefigurativa" como un motor de la praxis política en el
contexto de la teoría de Antonio Gramsci. La educación prefigurativa se refiere a una praxis
pedagógica que anticipa, en el presente y a nivel cotidiano, las formas innovadoras de
producción conjunta de conocimiento y las relaciones de enseñanza-aprendizaje que serían
características de una sociedad futura emancipada.
El autor argumenta que esta praxis pedagógica prefigurativa es esencial para desafiar y superar
la educación bancaria, un enfoque tradicional en el que se considera a los estudiantes como
recipientes pasivos de conocimiento. Esta nueva forma de educación implica una experiencia
intersubjetiva que involucra a toda la sociedad en la co-construcción y co-transformación de la
realidad.
Se enfatiza que la educación prefigurativa no debe limitarse a la transmisión de conocimientos,
sino que también debe ser una lucha contra las normas gramaticales y lingüísticas impuestas por
las relaciones de poder existentes. Gramsci argumenta que la gramática normativa está
inherentemente vinculada a la política y que es necesario desafiar y transformar estas normas
para construir una nueva sociedad emancipada.
El texto sugiere que la educación prefigurativa implica una reconfiguración de la gramática y del
lenguaje, así como una reorganización de las relaciones de poder. Además, destaca que este
proceso educativo se lleva a cabo en espacios "moleculares" donde se gestan prácticas
pedagógico-políticas alternativas, contribuyendo a la creación de una nueva gramática
normativa y a la construcción de un nuevo orden social
El texto explora la relación entre los movimientos sociales, la subalternidad y la búsqueda de la
autonomía integral, tomando como base la teoría de Antonio Gramsci. Se enfatiza la importancia
de entender la subalternidad como una condición que va más allá de la explotación económica
y que abarca una variedad de instituciones y espacios sociales. Además, se argumenta que la
educación tradicional a menudo reproduce relaciones de poder y lógicas de mera transmisión
de saberes, lo que contribuye a la subalternidad de los sectores populares.
Se plantea que las iniciativas educativas deben desafiar estas dinámicas y crear prácticas
pedagógicas que fomenten la emancipación y la creación de conocimiento crítico. Gramsci aboga
por la creación de una nueva institucionalidad potencialmente anticapitalista y una normatividad
no estatal como parte de la lucha por la autonomía integral.
El proceso de construcción del poder popular se ve como una metamorfosis de la correlación de
fuerzas sociales, que va desde la adhesión a las formaciones políticas dominantes hasta la
afirmación de la autonomía integral. Se destaca que la autonomía no es un punto de llegada sino
un proceso que comienza en las experiencias concretas y se convierte en una utopía
materializada en un "movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual", en palabras
de Marx y Engels.
El texto concluye argumentando que en un momento de crisis civilizatoria, como el que se vive
actualmente, se abre la posibilidad de un cambio cualitativamente novedoso. Para lograrlo, se
debe asumir un papel protagónico en la construcción de un poder popular capaz de prefigurar
una alternativa civilizatoria. Se resalta la importancia de continuar exigiendo lo imposible y
cabalgar con la utopía a cuestas.
Los intelectuales católicos y la educación en la segunda mitad del siglo XX // Laura Graciela
Rodríguez
INTRODUCION:
El trabajo se enfoca en seguir las trayectorias de un grupo de intelectuales católicos, especialistas
en educación, que desempeñaron un papel importante en la elaboración y consolidación de la
legislación relacionada con el sector privado educativo en Argentina durante la segunda mitad
del siglo XX. Se plantea la cuestión de si se debe utilizar el término "intelectuales" como sinónimo
de "profesionales" o "expertos" y se argumenta que, en este contexto, se refiere a individuos
que no solo poseen conocimientos específicos sino que también intervienen en el espacio
público y en la gestión estatal.
El estudio se centra en un grupo de profesionales que se formaron en la Escuela Normal
"Mariano Acosta" de Buenos Aires y que, a pesar de no tener títulos universitarios,
desempeñaron un papel relevante en el ámbito educativo y en la gestión estatal. Estos
intelectuales estuvieron vinculados a instituciones y organizaciones confesionales, como la
Acción Católica, y contaron con el respaldo de clérigos del Consejo Superior de Educación
Católica (CONSUDEC).
El artículo se adentra en las trayectorias de estos intelectuales, su formación en la Escuela
Normal y su participación en el Estado, especialmente en los Ministerios de Educación. Se
destaca la relación entre el crecimiento y la consolidación de estos intelectuales y las políticas
públicas que ayudaron a diseñar y ejecutar, particularmente en la promoción de la educación
privada y católica. Además, se analiza cómo justificaron estas medidas en nombre de conceptos
como la "libertad de enseñanza," la "subsidiariedad del Estado" y el "derecho de las familias."
El estudio proporciona un análisis detallado de las políticas educativas en Argentina a lo largo de
varias décadas y cómo estos intelectuales católicos influyeron en la legislación y la expansión de
la educación privada y religiosa en el país.
Los intelectuales y la expansión en el Estado (1947-66)
El texto describe un período de la historia argentina que abarca desde finales del siglo XIX hasta
mediados de la década de 1960, con un enfoque en la relación entre la Iglesia católica y el
sistema educativo. Algunos puntos destacados incluyen:
Modificación de la Ley de Educación 1420: Desde finales del siglo XIX, la jerarquía de la Iglesia
católica buscaba modificar la Ley de Educación 1420, que establecía la laicidad del sistema
educativo argentino. Esta ley se sancionó en 1884 y requería que la enseñanza religiosa se
impartiera fuera del horario escolar.
Alianza entre la Iglesia y el peronismo: Durante el primer mandato de Juan Domingo Perón, se
ratificó una alianza entre el gobierno y la Iglesia católica. Se promulgó la Ley 13047/47 (Estatuto
del Docente Privado), que establecía que el Estado debía financiar las escuelas privadas,
especialmente aquellas que eran totalmente gratuitas.
Conflicto entre la Iglesia y Perón: Sin embargo, esta alianza se rompió en 1954, y un año después,
Perón fue derrocado por un golpe de Estado. Católicos como Septimio Walsh y Alfredo Van
Gelderen participaron activamente en la oposición a Perón y celebraron su proscripción.
Nueva estrategia de la Iglesia: Después del golpe de 1955, la Iglesia optó por una nueva estrategia
que implicaba colocar a cuadros católicos al frente del Ministerio de Educación. La intención era
promover la expansión del sistema privado-católico de enseñanza.
Creación de la Superintendencia Nacional de la Enseñanza Privada (SNEP): Bajo la presidencia de
Arturo Frondizi (1958-1962), se creó la SNEP y se otorgó a las instituciones privadas una mayor
autonomía en la gestión de sus institutos educativos. La SNEP se convirtió en un espacio estatal
atípico, según el texto.
Período de Arturo Illia (1963-1966): Con la presidencia de Arturo Illia, se nombró a Marcos Pedro
Ronchino como presidente de la SNEP. Ronchino creó el Consejo Consultivo Nacional de la SNEP,
que influyó en la promulgación de decretos que beneficiaron a la educación privada y católica,
como el Decreto 15/64 y el Decreto 371/64.
Primera Convención Nacional de Enseñanza Privada: En 1964, se celebró la Primera Convención
Nacional de Enseñanza Privada, donde se presentó el programa católico para la educación. En
este evento, se solicitaba al Estado que garantizara la "libertad de enseñanza" y se enumeraban
una serie de derechos para las instituciones educativas privadas.
Este pasaje resalta la influencia y el activismo de la Iglesia católica en la política educativa
argentina, así como la evolución de las políticas relacionadas con la educación privada y la
participación de cuadros católicos en puestos clave del Ministerio de Educación.
Golpe de Estado en 1966: El golpe de Estado en 1966, liderado por el general Juan Carlos
Onganía, marcó el inicio de un período de dictadura militar en Argentina. Onganía depuso al
gobierno democráticamente electo de Arturo Illia y suspendió las instituciones democráticas.
Esta dictadura, conocida como la "Revolución Argentina", se caracterizó por su autoritarismo y
la persecución de disidentes políticos.
Reforma educativa y resistencia: La reforma educativa bajo Onganía estuvo dirigida por
funcionarios del sector católico, como Alfredo M. Van Gelderen. La reforma enfatizó la
enseñanza religiosa y fortaleció la posición de las escuelas privadas, en su mayoría católicas, en
el sistema educativo argentino. Esto generó fuertes protestas y resistencia por parte de los
sindicatos docentes del sector público y otros grupos que consideraron que la reforma era
inconstitucional y excluyente.
Cambio de gobierno en 1973: En 1973, se produjo un cambio político importante con la vuelta
del peronismo al poder y la elección de Héctor Cámpora como presidente. Sin embargo, su
mandato fue breve, y Juan Domingo Perón regresó a la presidencia ese mismo año. Durante
estos años, se produjeron tensiones y debates sobre las políticas educativas, incluyendo la
relación entre la educación pública y privada.
Golpe de 1976: El golpe militar de 1976 marcó el comienzo de una de las dictaduras más oscuras
de la historia argentina. La "última dictadura militar" se caracterizó por la represión política, la
violación de los derechos humanos y el control estricto del Estado sobre la sociedad. A pesar de
este contexto, algunos funcionarios católicos mantuvieron posiciones clave en el sistema
educativo.
Período de democracia: Con la restauración de la democracia en 1983 y la elección de Raúl
Alfonsín como presidente, se buscó establecer un nuevo marco político y educativo en Argentina.
Carlos Alconada Aramburú, un funcionario que había servido en el gobierno de Arturo Illia, fue
nombrado Ministro de Cultura y Educación. Durante este período, hubo debates sobre la
integración de la educación pública y privada en el sistema educativo.
Congreso Pedagógico Nacional: El Congreso Pedagógico Nacional (CONPE) fue un evento de gran
importancia en la historia educativa de Argentina. Durante este proceso, se debatieron temas
fundamentales relacionados con la educación, incluyendo la relación entre la educación pública
y privada, la identidad nacional, y la escolaridad obligatoria.
Gobierno de Carlos Menem: Carlos Menem asumió la presidencia en 1989 y nombró a Antonio
Salonia como Ministro de Educación. Durante su mandato, se promulgó la Ley 24049, que
transfirió la responsabilidad de la educación a las provincias. Los funcionarios católicos
influyeron en la redacción de esta ley para garantizar la continuidad de los aportes estatales a la
educación privada, incluyendo las escuelas católicas.
Estos acontecimientos reflejan la compleja interacción entre la Iglesia Católica, los funcionarios
católicos y la política educativa en Argentina a lo largo de varias décadas, desde las dictaduras
militares hasta los períodos democráticos, y cómo esta influencia afectó la educación pública y
privada en el país.
La Ley Federal de Educación de Argentina, sancionada en 1993 (Ley 24195), marcó un hito en la
historia educativa del país y generó un intenso debate, especialmente en relación con la
participación e influencia de la Iglesia Católica en la educación. Aquí se detalla más sobre la ley
y su contexto:
Antecedentes de la Ley Federal de Educación: La discusión sobre una nueva ley educativa
comenzó en la década de 1990. Según lo mencionado, se señala que la senadora Olijela solicitó
a Jorge Múgica, representante del CONSUDEC (Consejo Superior de Educación Católica), elaborar
un borrador de la ley en 1991. El proceso de redacción involucró a figuras como Ronchino, Van
Gelderen y Cayetano Licciardo, quien había sido Ministro de Educación durante la última
dictadura militar.
Debate sobre los Contenidos Básicos Comunes (CBC): La discusión sobre los Contenidos Básicos
Comunes (CBC) fue uno de los aspectos más controvertidos. Los católicos expresaron su
preocupación por ciertas tendencias pedagógicas, como la psicogénesis de Emilia Ferreyro y la
educación sexual. Tras la aprobación de los CBC en 1994, varios obispos los criticaron por
considerarlos inspirados en ideas bolcheviques y marxistas.
Negociaciones y cambios en los CBC: Bajo la presión de la Iglesia, el ministro de Educación, Jorge
Rodríguez, inició negociaciones con el cardenal primado Antonio Quarracino y otros líderes
religiosos. Estas conversaciones llevaron a una serie de cambios significativos en los CBC. Se
incorporó la "dimensión espiritual", se cambiaron términos como "género" por "sexo", se atenuó
la concepción evolucionista en ciencias naturales y se modificaron otras áreas, como la familia y
la Iglesia en el ámbito de las ciencias sociales.
Protestas y renuncias: La aprobación de los cambios en los CBC generó protestas públicas y
renuncias en el equipo que había elaborado los CBC originales. Hubo críticas a los representantes
del CONSUDEC que habían firmado las versiones modificadas.
Sanción de la Ley de Educación Nacional: La Ley de Educación Nacional fue finalmente
sancionada por el Parlamento en 2006 (Ley 26.206) y promulgada por el Presidente de la Nación.
Esta ley incluyó aspectos como la "dimensión religiosa" de la educación, el papel de la familia
como agente primario de la educación y el reconocimiento de la enseñanza de gestión privada
como parte del sistema educativo.
Reacción de la Iglesia: La jerarquía de la Iglesia Católica expresó su descontento con la Ley de
Educación Nacional. Criticaron la falta de mención explícita a la educación de gestión privada,
incluyendo la católica, y se opusieron a la inclusión de la no discriminación por género, que
consideraron una "ideología de género".
Epílogo: A pesar de los esfuerzos de la Iglesia, la Ley de Educación Nacional se mantuvo en
vigencia. Hubo manifestaciones y protestas, pero no se logró revertir su aprobación.
En resumen, la Ley Federal de Educación y los debates relacionados con los CBC reflejan la
influencia de la Iglesia Católica en la política educativa argentina en la década de 1990. A pesar
de ciertos cambios y renuncias en el proceso, la ley se mantuvo y marcó un cambio significativo
en la educación del país. La Iglesia continuó participando en debates posteriores sobre la
educación, pero no logró revertir los cambios introducidos por la ley.
La privatización de la educación argentina: un largo proceso de expansión y naturalización
SUSANA E. VIOR*