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SINTESIS DE LA SITUACION ECONOMICA, POLITICA Y SOCIAL DE LA ZONA ARIDA DEL VALLE DEL MEZQUITAL, DURANTE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX Manuet AReriano ZavALETA SucRsos MIsTORIcos QUE INFLUYERON EN LA EVOLUCION DE IAS IDEAS sOCIO-POLfTICAS La divisién de la poblacion en castas, que procedian como estratificadoras so- ciales de la vida de los habitantes de Nueva Espafia, subordinaba en forma ven- tajosa a la voluntad y poder de los espafioles, al grupo de los criollos, entre los que existia la diferencia, de que los primercs eran los poseedores del poder y Ja riqueza casi en su elidel y en cambio los segundos tenfan como don la cultura. Las otras capas que formaban la estructura social de esa época, como Jo eran mestizos, mulatos ¢ indigenas, vivian propiamente al margen de los acontecimientos des indole social, econémica y politica ya que tepresentaban exclusivamente el conjunto productor de los bienes de uso y de consumo. En el Mezquital la poblacién indigena vivia aislada, conservando caracte- risticas tradicionales, que habia logrado hacer perdurar, o bien las que le impo- nfa su habitat y su cultura, que al parecer habfa sufrido un estancamiento a taiz del contacto con los espafioles en el siglo xv1. Politicamente se le habia formado un limitado criterio dentro del funcio- namiento del sistema de “Republica de Indios” con derechos limitados, subor- dinados a Ja voluntad del grupo espafiol, a la que se agtegaba muchas veces la de los miembros del cabildo indigena, quienes sentian la fuerza del poder que les daban sus casgs y abusaban de lus comunidades en forma injusta. Por otra parte, en lo social, existia un proceso de reajuste, tanto en la actitud que se ob- servaba en las telaciones domésticas, como en las colectivas, debido a emigr: ciones causadas por la decadencia de la mineria y el incremento de la pequenia propiedad. Varios personajes que pueden considerarse precursores del movimiento de Independencia, sostuvicron relaciones estrechas con los conspiradores de Va- Tadolid en el’ afio de 1808 y principalmente realizaron intercambio de ideas con cl licenciado Michelena y' el capitan Garcia Obeso, Uno de ellos fue el sacerdote criollo José Manuel Correa, quien era cura del pueblo de Nopala, pertencciente al partido del mismo nombie, situado geogrifi- [613] ol MANUEL ARELLANO ZAVALETA camente dentro del gigintesco Estado de México; también el doctor teélogo Antonio Magos quien tenia propiedades de Huichapan. Estos dos sefiores in- fluyeron notablemente en cl dnimo de don Julidn Villagrin y don Manuel Peim- ber, formado de esa manera un cuerpo de rebelién en fa zona oriental del Mez- quital que influiria después en oleadas ideolégicas progresivas en la zona de Tizmiquilpan y Actopan.t Cuando fue descubierta la conspiracién de 108, el go- Dierno espaficl inicid una persecucién tenaz en contra de los que en ella inter. venian, n0 logrando causatles ningén mal de consecuencias, Asi transcurricron casi dos afios hasta que al ser declarada la insurreccién de don Miguel Hidalgo, don Juliin Villagrin procedié a formar una guerrilla entre sus empleados y peones, Por esas mismas fechas, otra corriente de insurreccién se present6 en’el Valle del Mezquital, por cl este, al formarse otro grupo insurgente en la zona de Molango- Cardonal, que em comandada por el capitin Jacinto Dolares. De inmediato el gobierno virreinal ordené la marcha de un cnerpo de realistas bajo cl mando del Brigadier Cruz, hacia la zona de Huichapan-Itzmiquilpan. La columna rea- lista de’ paso por Huichapan, legé a Nopala el 30 de noviembre de 1810 y el Brigadier Cruz con érdenes que se le habjan dado en la ciudad de México, ordend al cura Correa que se presentara ante ¢l Vimrcy Venegas, y asi lo hizo. Pl Vitrey después de amonostarlo por sus ideas insurgentes, lo puso a disposicién del Arzobispo de México Francisco Javier Lizana, quien de inme- diato destituyS al sacordote del curato que tenia asignado ‘en Nopala. Este suceso no hizo mella en el dnimo del padre Correa y tan pronto le fue posible, marché a Huichapan para incorporarsc a las partidas insurgentes que eran acau- dilladas por los villagranes. Cuando el Brigadier Cruz se decidié a avanzar sobre Huichapan con el fin de atacar y aniquilar a los insurgentes, se encontrd con que éstos habian dejado la plaza y fue tal su enojo que acometié injustamente contra los indigenas oto- mies porque no le proporcionaron los informes que requeria, y ordené ef incendio de la poblacion, Hay que hacer noter que las" partidas,dicgidas por Villgrin, estaban formadas en’ su mayoria por indigenas btomies que si cn un principio fucron exclusivamente de la zona Huichapan-Nopala, posteriormente se aumen- taron con Jos de la zona del Mezquital, principalmente de Alfajayucan El centro de operaciones de los insurgentes tenfa como reducto la Sierra del Real del Doctor, lo que les permitia tener una posicién estratégica y varias defensas naturales que en caso de emergencia les servitian de faciles caminos de escape, Desde este lugar, se hacian varias incursiones a las Wanuras y poblados cercanos, asi como a los caminos, al de Querétaro principalmente, donde se tea- lizaban asaltos a los convoyes. Ya para el afio de 1811 se habian formado tres cuerpos de guerrillas insur gentes que cstaban mandados por los Villagrin, los Anaya y el antigno cura de Nopala, don José Ma. Correa, quien ya tenia cl grado de Brigadier que le habia conferido Ja Junta de Zitécuaro, y era considerado uno de los cabccillas més peligrosos, ya que su campo de accién lo extendia hasta la zona de Zima- pan ¢ Itzmiquilpan, al camino México-Querétaro y Villa de Carbén. Ante estos sucesos, las ideas de liberacién cundieron por todo el ambito del Mezquital y empezé a predominar en los criollos la idea de sobreponerse a los cspafioles, ante quienes estaban socialmente subyugados. Los criollos real- mente cran los inicos que estaban capacitados para caplar el significado de los 4 Manzano Teodomiro, Anales del Estado de Hidalgo, Pachuca, Hgo. 1927. p. 12-16. a a ati aid HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 615 acontecimientos, ya que los otros grupos sociales que formaban la_poblacién Gel Mezquital erait los mestizos, mulatos, e indigenas otomies, que estaban subor- dinados cultural, econémica, politica y socialmente a los otros dos grupos men- cionados y sobre todo, porque formaban un micleo demogrifico muy cerrado, ya Geilo ofomies exam superar ex esert a Jos metic alates po loin tos eran absorbidos en la forma de vida que les imponfan los indigenas, Pero aun cuando esta situacién impedia que cundiesen entre Ia poblacién otomf las nuevas ideas de liberacion, que eran las que se esgrimfan como ideales de la revolucién, no las podian comprender por estar encadenados a un mono- lingitismo que les limitzba el andlisis de ese problema y ademds porque se See eS aed Fe ae posesiin de tiermas. Sin embargo se logré captar la idea de la insurgencia entre Tos mestizos de la zona minera de Itzimiquilpan, dando como resulfado que en el pucblo de Orizabita se hiciese una proclama en favor del movimiento insur- gente y se declarase la insurreceiin al gobierno de Espatia, Con ese motivo, fue reforzida In guarnicion realista de esa zona y se procedié al aumento de sol- dados de leva que formaban los “cuerpos de voluntarios” entre los habitantes de los pueblos de Chi! 2, Actopan, Cardonal Itzmiquilpan_principal- mente, los que dicron fente de individuos para reorganizar la séptima division de Infanteria de Tulancingo y la Compafifa suclta de la Inten- dencia de Ttzmiqu Entre tanto cun se velan acosadas desde I importantes fucrzas acant Julian Villagran inicio miné con la toma de Zi meros meses de 1812. en ataques a Itzmiquilpan pero Columbini solicité ref > en otros pueblos, las partidas insurgentes de Metztitlin por los cuerpos realistas y las ep caltiemeqeah er ara 270cs aay cen gIi en el limite Norte del Mezquital que cul -cié su cuartel general y en los pri- del cura Correa, estuvieron lanzando diversos sar a tomarla, Ante tal peligro, el Conde 0s 2 México, los que le fueron enviados al mando de D. Rafael Casasola y Domingo Claverino, quienes se acuartelaron en Itzmiquil- pan y Actopan respectivamente. El 21 de marzo, el re fa Rafael Casasola que habla Tlegado a Itzmiquil- fan. un mes antes, mumeh6 en buna de los iaureentes pect’ bo cull sev alaeis a Alfajayucan Iegando en los momentos en que emi celebrado el tianguis. Inme- diatamente decomis6 el maiz que ahi se expedia y después de asesinar 4 varios indigenas se regreso a Ttzmiquilpan. Diez dias mds tarde fue impreso un parte en el que se manifestaba esta accién. La actitud de Casasola hizo que un fuerte nticleo de otomies se rebelaran y fueran a incorporarse a las fuerzas del cura Correa y de Villagrén. Meses mis tarde, Ignacio Lopez Rayén lleg6 a Huichapan. procedente de Tlalpujahua y fueron efectuadas, por primera vez dentro del Valle del Mez- quital, Tas fiestas en conmemoracién al 16 de septiembre. Casi un mes mas tarde, Rayén marché con sus tropas a tomar la plaza de Itzmiquilpan que en- tonces estaba defendida por Casasola, quien tenfa una fuerza aproximada de mil hombres. Debemos hacer notar que Rayon contaba con una parte de su cuerpo de Caballeria al mando del coronel Lobato, su escolta de Infanterfa dirigida por Epitacio Sinchez y desde luego la partida del padre Correa? 2 Archivo Histérico del Departamento de Archivos y Bibliotecas del LN.AH. Do- cumentos de Ignacio Lopez Rayon, 616 MANUEL ARELLANO ZAVALETA, Las fuerzas insurgentes atacaron desde ¢l Cerro llamado de Ja Media Luna, y_ tres dias ms tarde el ejército realista traté de escapar, lo que no logrd, per- diendo en cambio a sus comandantes Mariano Negrete ¢ Ignacio Maria Alava. Gasasola se concent en la parroquia que ¢s un sitio perfcctamente defen. ible, estando a punto de ser exterminado ya que el dia 19 de octubre habia Tlegado Juliin Villagran procedente de Huichapan; cuando el sacerdote Correa se habia apoderado de casi toda Ja ciudad, Rayon tuvo que marchar de inme- diato a Tlalpujahua y se abandoné la toma de Itzmiquilpan que cra ya un hecho. Por esta accidn el liberal y valiente sacerdote Manuel Correa fue ascendido a Mariscal por la Junta de Zitécuaro. Durante esta €poca, habla una difusién més amplia del ideario insurgente, ya que empezaron a circular con profusién los impresos que eran hechos cn Huichapan, donde habfa sido conducida el 27 de agosto de 1812 la imprenta uejtevls Rayonien Talpojshuas ¥ podemos afirmar que los principales centzos ic influencia fueron: Tulancingo, Tula y la Sierra de Metztitkin, donde se orga- nizaron partidas que recorrian los Llanos de Apan, hasta la zona de Zacatlin, bajo cl mando de Juan Francisco Osorno, quien éstaba en continuo contacto con Julin Villagrin que dominaba la zona de San Juan del Rio, Zimapin y Huichapan. En realidad los mites militares entre insurgentes y tealistas los formaban las fronteras naturales, es decir, la propia configuracién geogréfica del terreno. Exan precisamente las divisiones entre la regién arida y la semi-drida las que marcaban la zona de dominio militar de ambos bandos A la muerte de los caudillos insurgentes de Huichapan que fue ejecutada por Casasola, hubo un descenso en el movimiento armado, no asi en el ideoldgico, que motivd Ja formacion de un grupo de insurgentes ‘no combatientes con las armas, sino con las ideas por medio de la prensa, dando motiyo para que se formaran pequetios periédicos y se imprimieran hojas sueltas en contra del go- bierno realista, El movimiento de Independencia en cl Valle del Mezquital, tiene su cul- minacién el dia 21 de marzo de 1821 en que Mega el doctor Magos a Itzmiquil pan, donde proclama la Independencia de México y cl texto del Plan de Iguala. F movimiento insurgente trajo como consecuencia légica cl desarrollo del dominio del grupo de los criollos en la zona del Mezquital, quienes acogieron posteriormente y con apasionamiento el ideario de la Reforma, dando por resul- fide) que (ea 1856 ‘ao. fuese ya solamente Huichapan el centro de influencia ideolégica, sino también Alfajayucan, donde se organiza un club, en cl mes de febrero de 1865, que ¢s Ilamado “La Libertad”, del que parten influencias gue griginan el establecimiento de dos mis, uno en Huichapan y el otro en uula+ Estos organismos tienen por base el propdsito de que scan respetadas las Leyes de Reforma y trabajan bajo la direccién del Club “Reforma” de la ciudad de’ México. Existia desde Iuego una rivalidad muy fuerte, entre conservadores que apoyaron durante la Guerra de Intervencién a los Imperialistas y que tenfan una fuerza motriz en los sacerdotes, principalmente de Itzmiquilpan, y los libe- rales que tuvieron por caudillos a’ Bemabé Villagrin y Guadalupe Ledesma, de Huichapan, Esos mismos niicleos de extraccién liberal influyeron en los legisladores para que el afio de 1868 fuera solicitada la creacién del Estado de Hidalgo. Bustamante y Merccilla, Carlos Maria de. Cuadro Histérico de le Revolucién de Independencia. México, 1926. p. 86-90. 41C. D. H. Serie Hidalgo Rollo 23-Doc, 177. HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 617 motivo por el cual se hicieron varias manifestaciones de apoyo a tal idea en los Municipios de Alfajayucan, Cardonal, Actopan, Mixquiahuala, Tula, Chiapan- tongo, Atitalaquia, Tlaxcoapan, ‘Tetepango, Zimapan, Taxquillo y Pacula. ‘Todos ellos situados en el Valle del Mezquital. Por esta causa, los legisladores Joaquin Baranda, Rafael Dondé, Justino Femandez y otros, que formaban la Comisién de puntos constitucionales y de obernacién del Congreso de la Unién, presentaron Ja proposicién de que: con Rodis de Actors Itzmiquilpan, Tula, Huichapan, Zimapin, Apan, Hue- jntla, Huascasaloya, Tulancingo y Zacualtipdn, que por decreto de 7 de junio de 1862 formaron el Segundo Distrito militar del Estado de México, s¢ cri- gieron un nuevo Estado Soberano e Independiente que levara por nombre el de Hidalgo. Es ast como el dia 15 de noviembre de 1869, por mandato de la ley res- pectiva, fue decretada la ereccién del Estado de Hidalgo, quedando incluido en Su tettitorio el Valle del Mezquital. Democraria Durante cl periodo que comprende nuestro estudio, en el Valle del Mez- quital acontecieron diversos cambios demogrificos causados por distintos proble- mas de origen econémico, politico y social Desde Tuego que poseemos un numeroso acervo documental formado por Padrones de los pueblos indigenas de lengua otom{, que ya han sido estudiado el Dr. José Miranda, quien presenté un importante trabajo del aspecto de los cambios de la poblacién de la zona de Itzmiquilpan, en la anterior mesa Redonda de Historia, aba fundamentalmente el periodo de la guerra de Independencia, y precisamente por ese motivo juzgamos que solamente se de- berla seffalar en este tr S puntos fundamentales que a nuestro criterio son los determinantes de Ia transformacién del panorama demogtifico, En primer lugar, se debe considerar que la 2ona que estudiamos basaba su distribucién de habitantes en las actividades mineras y que al yenir su dect- dencia ¢ incosteabilidad por las causas que adelante mencionaremos, fue preciso un reajuste de poblacién, a tal grado, que se hizo necesario que gran mimero de indigenas salieran fuera del Valle del Mezquital hacia zonas fin distantes Como la Huasteca o més cercanas como los Reales de Zimapan y Mineral del Monte, para poder obtener lo necesario para sobrevivir. A partir de los principios Gel siglo x1x se nota que es mayor el mimero de habitantes femeninos que los masculinos, lo cual viene a estabilizarse progresivamente hasta Ja fecha’ de la ereacién del Estado de Hidalgo o sea por 1870, aunque en casos como el de San Juanico aconteci6 lo contrario, ya que en 1821 existlan 106 hombres y 105 mujeres y en cambio en 1845 habia 238 hombres y 402 mujeres, es decir, casi el doble, lo cual solo puede explicarse por la necésaria emigracién de los hombres hacia lugares distantes donde se empleaba permanentemente, Asimismo se puede apreciar que en el caso del pueblo que mencionamos, en un transcuis0 de 20 afios Ja poblacién se aumenté casi en un 200%, ya que si en 1821, habia un total de 202 habitantes en 1845 el nimero ascendié 4 640, lo mismo acontecié en los demas poblados y barrios indigenas. 5 Expediente sobre Division del Estado de México y Formacién de uno Nuevo con el nombre de Hidalgo. México, 1868 615, MANUEL ARELLANO ZAVALETA ‘También se debe analizar cl hecho de que al iniciarse el ineremento de la pequefia propiedad, fue posible la creaciin de nuevos centros de trabajo agricola- ganaderos, que dicron origen a nuevos movimientos de poblacion, en algunos Casos, como en cl de la Hacienda La Morida, con habilantes de’ zouas colin- dantes con el Mezquital como la Vega de Metztitlin, Otto factor alterador de las caracteristicas demograficas, fueron Tos sucesos de la guerra de Independencia, porque no sélo un gum ntimero de hombres se incorporaron a los insurgentes de Huichapan, sino que los realistas enlistaron a numeroso contingente de indigenas, mestizos y mulatos, que fueron traslada- dos a la zona de Thlancingo. Una observacién interesante, es la de que a partir de 1867, 0 sea cuando se inicia la pacificacién del pais, se nota claramente que los indigenas otomies son paulatinamente replegados a la zona de la sierra de San Miguel de la Cal, Yolotepec, Dobodé, Sierra de Judrez y Alfajayucan, quedando desde entonces completamente cercados por nn nuevo’ gmpo poseedor de valores culturales dis- tintos. La scparacién de ambos grupos, queda limitada posteriormente por el sistema de riego del distrito de ‘Tula. EsrRUCTURA POLETICO-ADMINISTRATIVA La organizacién politico-administrativa de los indigenas otomies estaba per- fectamente delimitada por el funcionamienta de varias Repablicas de Indios, de las cuales las més importantes eran kas que agrupaban a los pobladores del par- tido de Itzmiquilpan, pero que se subordinaban a Jos Ayuntamientos que eran manejados por espafioles y criollos. El Ayontamiento de Itzmiquilpan funcionaba con dos alcaldes, once regi- dores, dos sindicos procuradores, um secretario, un portero y un depositatio 0 tesorero. Otro organismo que influ‘a notablemente en las instituciones indige: eral tligioo, que en el Mezqutal se integraba en In siguiente fora: en cada parroquia principal existian un cura-juez eclesidstico y un vicario forineo, a los cuales se subordinaban dos vicarios que eran sacerdotés seculares y otros dos con cardcter de supemumerarios, que se encargaban de auxiliar a los anteriores. Habia ademas un diezmero. Em lo que se refiere a un tercer grupo de personajes que podemos defini como determinantes en los asuntos econémicosociales del fncionamiento de las instituciones que gobernaban a los pueblos, se pueden considerar a los que ocupaban los cargos de subperfectos, jucz de letras, administrador de alcabalas, tabacos y demds tamos anexos, administrador de la renta del coreo y comisatio sustituto. Aunque los personajes mencionados funcionaban con sus cargos exelusiva- mente en Itrmiquilpan, como Cabecera de Partido, en los pueblos de menor importancia como Chileuanhtla, habia receptores de alcabalas que dependian de la Administracion del Partido, asi como un cobrador de diezmos, un alcalde auxiliary un alcalde coneiliador.t En lo que se refiere al funcionamiento de las instituciones indigenas, la “Repiblica de Indios” estaba formada por un cabildo, que sélo integraban in- digenas, ya que se especificaba en las ordenanzas que, por ejemplo: “El Gober H. Serie cit. Rollo 23-Doc. 210, |. H. Serie Cit, Rollo 11, Doc. 94-134, po 60. aC) HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 619 nador y Alcalde de pucblos de indios no podin ser un mestizo”. Por otra parte, Susie cpa pee cargo de la Reptilica de Indios, a toda aquella persona que “no sabia leer, ni escribir, ui menos pronunciar y entender el idioma castellano, ya fuese por causa de enfermedad, rusticidad e ineptitud”. Este mandato por supuesto, no se cumplia en todos sus lineamicntos.* Los cargos, por arden de importancia en el cabildo indigena eran: gober- nador gencral, alcalde ordinario, alcalde segundo, alealde tercero, alcalde cuarto, regidores de barrios, regidor mayor, regidores comunes, alguacil’ mayor, alguacil de doctrina, escribano de repablica’y oficiales de repiblica.? A los anteriores puestos administrativos hay que agregar que en los Ayunta- mientos existia el oficio 4 fe ee cnie corte rte regular, quienes lo desempefiaban, abusaban de Ja ignorancia del indigena, prin- cipalmente cuando se trataba de arreglar algin asunto judicial, o bien, en fo que se referfa a la compra de papel sellado. A tal grado Ilegaba el abuso que en varias ocasiones fue necesaria la intervencién de la adminustracién expafiola para impedir la explotacion que se hacia a los naturales. ‘Como era costui! »belo de mando del cabildo indigena era Ja “vara de gobierno”, que daba autoridad suficiente a los funcionarios para desempetiar los cargos que les habi encomendados con amplitud de poderes. Precisa- mente el ato 1808, en blica de Indios de Orizabita, fue necesaria la intervencién del Ayun Itemiquilpan para quitar al gobernador indi- gena la “vara de gobiers ue abusaba de ella azotando despiadadamente 4 los vecinos."° Otra de las ca fen que se acostumbraba del alcalde mayor y dienes en Ia alcaldia, munal que pertenecia a venta con el fin de ase tener problemas de cua Las tres rept gue mayor importancia tenian por su ubica- ¢ién y funcionamiento en la zona arida del Valle del Mezquital eran, Ja del El Cardonal, la de San Juan Bautista (“San Juanico”) y la de Orizabita. La pri- mera de cllas estaba bajo el 1 de los agustinos del convento de Metztitlin, Jo que cra natural, por < en la parte alta de Ja serrania de Pachuca. Sin embargo, debemos hacer notar que la de Orizabita también lo estaba, cosa absurda si se toma en cuenta su situacién geogrifica, que la coloca a’ corta distancia del convento de Itzmiquilpan y lejos del otro claustro antes men- cionado. En cuanto a la republica de indios de San Juan Bautista, sus componentes estaban sujetos a la doctrina del vicatio agustino de Santa’ Marfa Ixtepeji 0 ‘Tepeji.t? La més importante de las tres cra, sin duda, la de Orizabita que se fue extendiendo hasta ocupar algunas partes del terreno de las ottas dos que se del fancionamiento de esta institucién, consistia =, por los miembros de la comunidad, la comida do por alguna raz6n se Megaba a carecer de vender en temate, fracciones de terreno co- a de Indios, para lo cual se protocolizaba la propiedad y evitar que el comprador pudiera D. H. Serie Cit, Rollo 11. Doc. 102-121-194-195, D. H. Serie Cit. Rollo 11. Doc. 100. 18 Villasefior y Sinchez, José Antonio de, Teatro Americano, México, 1746. p. 148 620 MANUEL ARELLANO ZAVALETA encontraban al Este y Oeste de ella, lo que suscité una serie de problemas que tuvicron su origen a mediados del siglo xvimt y que perduraron hasta fines del xix. Las congtegaciones que la componfan eran: Espinas, Sotota, Cerritos, Palma Gorda, Deguedé, Capuxa (Capula), Canxi y Debodé, Hemos de hacer mencién que en los confines septentrionales de El] Mez- wuital, existia otra pequefia repiblica de indios con cabecera cn <1 pucblo de ‘Tiatzintla. Ya hemos dicho que todos estos pueblos estaban comprendidos dentro de la Cabecera del Partido de Itzmiquilpan, a la que perteneefa el mineral de El Cardonal con todos sus pueblos. Otras de las comunidades indigenas que estaban afiliadas al partido de Itz- miquilpan eran: Santa Cruz de Alberto, que en otomi se llamaba Demagia, cuyo significado cxa “pais de cuesta”; y posteriormente mahawanf, “ugar lomoso © de lomas”; Remedios; Tepec (Tepé), llamado en otomi Depé; Nequetejé “originalmente en otomi ‘requeteje’ (reketdho)”, y El Espfritu Santo. También pertenecian a dicho Partido los pueblos de Chilcuauhtla, en otomi Maizda “palo jcante”, que también se le conocia por mi’ifié, y en época posterior por Kang- lent (Xuchitlin), que respectivamente tenfan’ cl significado de “arboleda” y “lugar de flores verdes 0 azules”; Tlacotlapilco, que se nombraba zumhaf “tierra colgada”, y Tun’, Ademés, tenia adscritos los minerales de la Pechnga Vieja y la Pechuga Nueva (Santa Cruz de Los Alamos), incluyendo desde Inego, como ya hemos dicho, los de Real de El Cardonal.#8 Dentro de este mismo Partido existian varios ranchos y haciendas, siendo la més importante la conocida como Debodé que significa “negro grande” y los ranchos de Media Luna, Sabina, La Vifia, Estanzuela, Capula, El Gallo, El Bond, Santa Cruz, Buenavista y Balante; hacia el suroeste se localizaba la hacienda de Demig6, que estaba’ dividida en dos partes, correspondiendo una a la parcialidad de Itzmiquilpan y la otra a la de Tula, asi como los ranchos de San Miguel, San Antonio Buenavista y los ms pequeftos de Xinté, E] Galli- nero y Xhitey. Hay que advertir que ¢l pueblo cabecera de Itzmiquilpan se encontraba dividido en los siguientes barrios: ‘Tlatzintla (mas tarde E] Carmen); El Cortijo; ‘Tixt; Dios Padre; Mayé; San Antonio; San Nicolis; Otra Banda; Canxi y Yec (Yee). Ecoxomfa Divisién del trabajo * F] indigena Otom{, de acuerdo con los recursos naturales a su alcance, se encontraba colocado dentro de un cfrculo socio-econémico que le brindaba’ un reducido mimero de oportunidades para transformar y evolucionar en su modo de vida; por tal motivo, el tipo de trabajo que desariollaba se puede considerar como tradicional en lo que se refiere a su aprendizaje, ya que por ejemplo, una familia dedicada a labores de tejido o tallado de lechuguilla tenia como pa- sado y se proyectaba en lo futuro, con las mismas camacteristicas de un oficio 38 ©, D, H, Serie Cit, Rollo 11. Doc. 94. * Los docimentos que se utilizaron para elaborar este tema se mencionan al final de esta parte por ser de una misma fuente de consulta, HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 21 dcterminado, casi primitivo en Io relative a las técnicas que empleaban en la manufactura’ de sus productos. Desde Inego se debe considerar que en la_ma- yoria de los casos Ja economia domestica se basaba en industrias familiares, es decir, que para la produccién, materia prima y objetos de claboracién ma- nual, se convertian én operaros tanto los padnes como Jos jos, Légicnmente esto hacia determinante la conservacién de una actividad especifica on Ia orga- nizacién familiar. Los documentos encontrados en el Archivo Municipal de Itzmiquilpan, nos ha permitido obtener datos precisos referentes a la localizacién de zonas de trabajo en las que puede apreciarse la influencia determinante que ejercian tanto €l medio natural como el factor socio-econémico que estaba representado prin- cipalmente por la explotacion minera o bien la agricola, que tenfa una integra- cin latifundista y de Ia que podemos afinmar se encontraba durante las primeras écadas del siglo xnx en una crisis de reajuste, originada por el desmembramiento que habia sufrido la propiedad de tierras en el Valle del Mezquital lo que iba a causar que afios después sufriera una evolutiva transformacién.* Entre los trabajos mas comunes y de mayor importancia realizados por los otomies, se encontraba en primer lugar el de tallador de ixtle y léchuguilla, individuo exclusivamente productor de la materia prima que era adquirida por otras personas para el tejido o su trasiado a centros fuera de nuestro émbito de estudio donde se les daban diferentes usos. El tallador de lechuguilla no necesitaba sino cl alquiler de algunas magueyeras o extensiones de terreno en el que creciera en forma natural csa planta y en muchas ocasiones, cortaba y beneficiaba las pencas en el mismo sitio donde se encontraba, por eso se decia que algunos “tallaban la Iechuguilla en el cerro”. La zona rectora de este tipo de trabajo, Ia formaban los pueblos de Itzmi- guilpan y Remedios, siendo sus limites: “Santa Cruz”, Nequeteé, San i= autista, Tepé y en menos escala, los de Pechuga Vieja, Pechuga Nueva y Santa Cruz de Alberto. Hay que advertir que el nicleo principal de talladores estaba formado por los habitantes de los barrios de Itzmiquilpan, principalmente los de Yeé, Portezuclo, Dextd, Mandé y Nixtejé, asi como los correspondientes a Remedios, que eran “Cerritos, Capula y Campay”. Seguian en importancia numérica, los trabajos del tejido de fibras duras, que eran los de tejedor de costales. Los individuos (hombres y mujeres) que se ocupaban de estas actividades eran conocidos como “tejendero” 0 “tejende- ra”; muchas veces preparaban la materia prima para sus productos, pero en un ® Al ser analizado el latifundismo en forma més amplia, y en Jo tocante a sus dis- tintos periodos histéricos, se podré apreciar la enorme influencia poltticareligiosa que hacia determinante ls existenciz de enormes extensiones de terreno, concentradas en las manos de un solo dueto. Uno de los més interesantes estudios seria el que se refiere a la época en que casi todo el Valle del Mezquital estaba en poder de los jesuitas, quie- nes hablan adquirido exas propiedades por medio de logados, que les fueron dejando después de lz muerte de Alonso de Villaseca ocurrida a fines del siglo xv1. Poste- riormente al ser expulsados los jesuitas en la segunda mitad del siglo xvim, Pedro Romero de Terreros Conde de Regla, adquirié por compra todas esas propiedades, pa- gando aproximadamente un millén doscientos mil pesos de aquella época. Cuando muere Pedro Romero de Tereros y sus posesiones se dividen en tres mayorazgos, da prin- cipio una crisis que permite el incremento de la pequefia propiedad en el Mezquital, Ja qe més tarde cobrard mayor impulso originando la disgregacin de los grandes lati- fundios en favor principalmente de los criollos, lo que se puede apreciar en los proto- colos de esa época. 622 MANUEL ARELLANO ZAVALETA gran niimero de casos, 1a compraban a los talladores, lo que Ics significaba un ahorro de tiempo en Ja elaboracién de sus objetos. Eran desde Iuego en menor niéimero los tejedores al de los talladores y su. zona de localizacién estaba com- prendida en los ya citados barrios de Itzmiquilpan, asi como el de Nixtejé y los pueblos de Pechuga Vieja y principalmente en Sta. Cruz de Alberto. Dentro de las zonas de trabajo ya mencionadas se encontraban en rela con esos mismos oficios otros intimamente ligados al beneficio de fibras duras, entre ellos, los jarcieros que fabricaban lazos, reatas y productos similares y los mecateros que eran una yariante de los anteriores, ‘A continuacién presentamos una relacién de los principales pueblos y barrios de la zona frida, especificando la variedad de oficios a que se dedicaba la pobla- cién haciendo referencias de aquellos que eran de exclusiva prictica indigena y de las que desempetiaban los espafioles criollos, mestizos y mulatos para lo ual_nos basamos en los datos contenidos en los ¢ensos periédicos que sbarcan Tos afios de 1843 a 1845: Barrios del Yejé, Portezuelo, Dextd, Mandd, pertenecientes al: Pueblo de Itzmiquilpan: INDIGENAS. CRIOLLOS ¥ ESPANOLES MULATOS ¥ ‘Tallador Carnicero Labrador ‘Tejedor Comerciante Arriero Cardador Panadero Hilandero Hilandero Curtidor Albaail Jornalero Arriero Cohetero Barrio de Nixtejé: ‘Tallador Leiiero Pulquero Tejedor (Tlachiquero) Hilandero Santa Cruz Nequetejé: ‘Tallador Gamucero Tlachiquero Tepé: Tallador Leficro Jornalero Pueblo de los Remedios: Tallador Sastre Jomalero Carpintero Carbonero Hilandero Guardatierra Jornalero ‘Tlachiquero Jarcicro Lefiero Cardador HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 623 INDIGENAS CRIOLLOS ¥ PSPANOLES Espiritu Santo: Mecateros Leferos Gamuceros Barrio San Nicolfs, Itzmiquilpan: Jornalero Cardador Santa Cruz de Alberto: Tallador San Juan Bautista: ‘Tallador Hacendero Lefiero Lefiero Pechuga Vieja: ‘Tallador Labrador Operario Tejedor Operario Pechuga Nueva Tallador Minero Carbonero Receptor Pueblo de Itzmiquilpan, primera manzan: Criado Administrador Criado Farmacéntico Eclesiastico Escribiente Platero. Herrero Barbero Zapatero ‘Tejedor Facultativo Obrejcro De la relacién anterior se obtiene una clasificacién de los diversos oficios y ceupaciones, asi como de la categoria social de quien los desempefiaba, siendo de esta manera posible sefialar que el grupo indigena cstaba aislado, ocupando un determinado tipo de trabajos en que le situaba su propia cultura y entre cuyos Tagos pipes se encontzaba el problema del idioma, que servia de identifi- cador social, en cuanto que cra caracteristica de un estrato de poblacién que se sostenfa a base de na economia sumamente raquitica, a la yez el monolingitismo casi total, levantaba una barrera infranqueable 2 la evolucién del otom{ ya que 624 MANUEL ARELLANO ZAVALETA telegado a su situacién de grupo avasallado, para Ia mayoria de espaitoles y crio- Mos no representaba mucho mis que un elemento de trabajo o un contribuyente del tributo, Pero en comparacién a Ja situacién en que se hallaban los mulatos y mestizos, el indigena tenia la ventaja de sus relaciones sociales, que 2 pesar de estar circunscritas a un grupo determinado, conservaba moralmente tuna mejor situacién, personal, en cambio los mulatos eran considerados como descendientes de esclavos y los mestizos tenian una posicién social muy estrecha, 2 pesar de jue significaban el enlace de las dos culturas que se habfan fundido despues ete conan y ellen oftcins ae desempefiaban los ligaban a su ongen indfgena por una parte, y a los criollos y espafioles por la otra. No obstante eran rechazadlos pot los indigenas y mal vistos por los espafioles Los criollos por el contrario eran la clase ditectriz. tanto en el aspeeto social como en el econdmico, porque infiuian notablemente en la vida de espafioles como indigenas ya que entre ellos se contaban quienes estaban desempefiando empleos de gobiémo y regian la organizacién administrativa de los pueblos. Anteriormente afirmamos que la posesién de la tierra se encontraba en tuna crisis de reajuste en beneficio de los criollos, quienes empezaron a adquirir Pequefias superficies de terreno que los convertian en labradores, palabra con que se nombraba a los pequetios propietatios de extensiones de tierras. Hay que aclarar que cl indigena alquilaba su trabajo para las faenas del campo y enton- ces se le conocia como jornalero, labor que lo subordinaba al dominio del hacendado 0 administrador, esto realmente acontecia no s6lo al individuo como uunidad, sino a a familia entera, Los jomaleros que eran muy numerosos en la zona més baja del Mez- quital, estaban atendidos a la yoluntad del propictario de la hacienda, pero se sentian protegidos en la mayoria de los casos, contra las eventualidades 0 crisis econémicas que perjudicaban en mayor grado la orpanizacién cconémica del trabajador independiente, en las posibilidades que podian serlo en aquella época los indigenas dedicados a la industrin de las fibras duras. Asimismo otras de las ocupaciones de los indigenas eran las de lefiero, car- bonero, tlichiquero y gamucero. El leficro estaba en contacto mis directo con los micleos de poblacién espatiola y criolla ya que les proveian del combustible necesatio tanto para sw uso doméstico, como para nso industrial y era una vax riante del carbonero que tenia que desempenar los mismos trabajos del leficro con el aumento de esfuerzo y tiempo que le representaba la quema del com Dustible, Io que sin embargo iba en beneficio de su economia. Los pulqueros, como cran Ilamados los que desempefiaban el oficio del Hachiqueros, es decis, el grupo de individuos dedicados a extraer cl aguamicl del maguey, estaban divididos en dos categorias, la primera era la de aquellos que poseian en propiedad o en arrendamiento algunos magueyes en produc- ci6n, que les permitia claborar y vender el pulque como wna actividad conjunta, Jo que no acontecia con el segundo grupo que era més numeroso y que sola. mente alquilaba su trabajo y su persona, en beneficio de los dueiios de los magueyes. Otra de las industrias era la de Ja lana, y estaba determinada por la exis- tencia de ganado bovino en reducidas zonas’ de mayor intensidad de cria, Uno de los oficios més importantes relacionados con esta industria, era el de hilan- dero, por lo general era también fabricante de articulos de esa materia prima, ya que no s6lo la hilaban, sino que la tejfan. En menor ntimero habia los car dadores que eran Jos que cominmente posefan mayor nimero de cabezas de ga- nado lanar y que temporalmente hacfan la trasquila y después del lavado de la HOMENAJE A ROBERTO J, WEITLANER 625 ana, la cardaban, es decir, la dejaban preparada para yenderla a los hilanderos y tejedores, Habla también un gran mimero de cabezas de ganado caprino lo que per- mitia el desarrollo de la industria de la gamuza, que era trabajada tanto por indigenas, como por mestizos y que requeria una relacién més estrecha con criollos y espafioles por ser éstos los consumidores directos del producto, Los gamuceros tenfan un mejor nivel econémico, porque en la lista para contribu- Ciones de 1834, en el pucblo de Orizaba se Tes asignaba un salario promedio de dos reales diarios, mientras que para otros oficios, éste variaba entze un real, con centavo y medio a grado tal, que podia disminuir a un jornal equivalente 2 cuatzo reales cada ‘mes; lo que eta cousiderado como tn salstio mismable de un tlaco por dia.44 Agricultura Otro de los aspectos bésicos de la economfa indigena era Ja agricultura, que se consideraba como elemento principal de la vida doméstica, siendo el maiz el alimento base de la dieta diaria. Sin embargo, la agricultura tenia muy poca importancia en cuanto a produccién se refiere, ya que la misma caracte- ristica geoldgica del terreno impedfa el desarrollo de las plantas, por otra parte, a la exigua cantidad que se obtenfa en las cosechas, se gravaba al individuo con el tributo. Existfan milpas de temporal y de medio riego en la zona de la Vega de Balante correspondiente a Itzmiquilpan, que eran de las mejores ticrras. Los diversos cultivos que se acostumbraban en la zona de Actopan estaban determinados por el riego de las aguas del rio Itzmiquilpan, lo que permitia se levantasen buenas cosechas de matz, frijol, alverjén y chile, pero solamente en las zonas cercanas a la orilla del dicho rio. El trigo y la cebada tenfan que soportar la sequfa y sélo se lograba la cosecha, gracias a los hiclos que eran muy fuertes en enero y diciembre ya que cuando tomaban tiernos a los cultivos se decfa: “Que se calentaba la tierfa y se macollaban mejor”. En el pueblo de Itzmiquilpan existian hortalizas donde se cultivaba el ajo, lechuga, jitomate chilacayote, cebolla, tomate y col.1® Para dar idea de la pobreza de algunos cultivos en esta zona, asi como de los mds apropiados, mencionaremos que algunos de los datos obtenidos en los studios realizados en 1938, nos indican que de acuerdo con el clima, la Tuvia y calidad del suelo se obtendrian buenos cultives de temporal de: papa, vid, cebada, centeno, trigo, maiz yavena”, en los sitios de el Salto, Presa Requena, Tula, Atitalaquia, Binola, Mixquiahuala, Tepatepec, Chilcuauhtla, Actopan € Itzmiquilpan.* 14 Esta parte del trabajo se formulé con los datos obtenidos en los siguientes do- cumentos del Archivo de Itzmiquilpan que fueron microfilmados por el centro de docu- frentacion del Dpto, de Invest, HistOrcas y el Depto, de Archives y Bibliotecas, del LNAH, Rollo 10-Doc, 54, 55, 56, 57, 59, 70. Rollo 11-Dec, 71, 84, 94, Rollo 12-Doc. 114. Rollo 23-Doc. 206, 35 C. D. H. Serie cit. Relacién de Itzmiquilpan, Rollo 11-Doc, 94. 18 Memoria de la Comisién Geoldgica del Valle del Mezquital. Universidad Nacio- nal Auténoma de México, México 1938. pig. 108, 626 MANUEL ARELLANO ZAVALETA Posesién de la tierra La posesién de la tierra siempre fue un motivo de distanciamiento entre los integrantes de las diversas repiiblicas de indios y desde fines del siglo xvmz se inicia una serie de dificultades territoriales, que originan un sinntimezo de ale- gatos referentes a las tierras de la regién de Itemiguilpan, principalmente entre Tos pueblos de San Juan Bautista (San Juanico), los de Mapeté, Orizabita y el Cardonal. Estos problemas sobre la ocupacion de algunas superficics de ticrras dicron origen a que en 1804 se formara un expediente criminal contra los indios del pueblo de Orizaba, por exceso de pedimentos de los naturales de Metepec, pleito que en 1810 continuaba y vino a terminar hasta fines del siglo x1x.17 Durante algunos afios se agravé a tal grado el problema econémico, que los indigenas se veian en Ta necesidad de empeftar sus tierras al cacique principal. "Ya hemos dicho con anterioridad que cuando cl Conde de Regla mucre el 27 de noviembre de 1781, se realiza una distribuciém de sus Bienes que abarcaban la mayor parte del Valle del Mezquital, por ese motivo se facilita la formacién de algunas pequefias propiedades, principalmente en la zona de los limites municipales de Actopan a Itzmiquilpan, Esto dio como consecuc para el afio de 1848 funcionara en Ja zona de Actopan la hacienda de ‘I’ y de Ramirez, la Estancia y Canguihuindo asi como los ranchos de la “Becerra”, Gel “Gachupin” y de el “Rosario”. En la zona de Itzmiguilpan existian las ha- ciendas de Debodé y Ocotz4, ast como los ranchos de Pozuclos, de ls Veg Bermejo. Se debe aclatar que algunos de estos ranchos tenian no sélo ciones agricola, sino ganaderss, desde Iuege ea lo que se tefiere a cabeza vacunos y animales de pelo. Los indigenas otomies también se dedicaban a la ganaderia y alimentaban a los animales con catdén y mezquite. El tributo El tributo era pagado tres veces al afio y estaba de acuerdo con las ganancias diarias del indigena, ademiis no solo existia ese gravamen, sino cl del pago de diezmos. Para dar tina idea del tipo de ese tributo diremos que por ejemplo los individuos que ganaban cuatro reales cada mes, 0 sea el equivalente 2 un taco diario tenfan que pagar grano y medio de maz por trimestre, Aun asi a pesar de estas cantidades tos fndigenas pagaban real y medio a la comunid Los otomfes fueron relevados de pagar tributo en la jurisdiccién de Item: . el afio 1785 y parte del siguiente, lo cual les fue otorgado por la Corona en virtud de la terrible sequia, la crisis econémica de la mineria y una epidemia Para dar idea del niimero de tribntarios presentamos la siguiente rel que incluye nicamente a ls pueblos que dependian de Itzmiquilpan en Je 1805338 La mineria Como ya se ha visto, los nécleos rectores de la industria minera_estaban situados en los pueblos de El Gardonal, con una prolongacién hacia el Cerro de 11 C.D, H, Serie cit, Archivo del Pueblo de Orizabita, Rollo 25-Doc. 38 Reglamento formado para Gobierno de los bienes de Comunidad de Ttemiquil- pan, 1805, Copia mecanoscrita, Biblioteca particular del Prof, Luis Chavez Orozco. HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 7 ‘TRIBUTARIOS ‘MEDIOS Boca na) ENTEROS: ‘TRIBUTARIOS: Itzmiquilpan 230 2 Tazintla 402 201 San Miguel Xonacapa 22 3 Sta. Cruz. Alberto 180 56 San Agustin Ixtlatlaxco 95 36 San Juan Bautista (San Juanico) 98 B Chilcoaxtla 196 106 Nina. Sra. de los Remedios 477 258 Sto, Cristo de Orizaba (orizabita) 519 243 Cardonal 708 383 San Miguel 186 106 Sto. Cristo de Mapeté 158 B Maria Magdalena Texqui 59 36 Sta. Marfa ‘Tepexi 174 Total: 3504 1546 Juarez, donde se localizaban los Reales de Pechuga Vieja y Pechuga Nueva, permitiendo esa localizacién geogrifica que existiera una liga’ de relaciones eco- némicas entre las zonas Molango-Metztitlin por uma parte, y Zimapan-Ttamiquil- pan por otra, A fines del siglo xvmr, se present una crisis en la economia minera no solamente de aspecto local, sino nacional, causada principalmente por motivos de orden téenico que influyeron en tal forma en la situacién ccondmica de los mieros que fue necesario sé planificara una nueva tecnologia para la explotacién de minas en las que se habia legado a niveles mayores de 100 metros, lo que causaba continuas inundaciones en los tiros metaliirgicos por la infiltracién de aguas subterrincas que impedian se pudiera trabajar. Los sistemas de desagiie que podrian salvar ésa situacion, que obligaba a la inactividad de un numeroso grupo de obreros, resultaban suinamente costosos y como las compatifas 0 mi- neros no posekan el capital suficiente —como acontecié en esta zona— se velan en la necesidad de abandonar los trabajos.%? En algunas ocasiones, cuando logra- dan conseguir el mimero de socios requerido, para que aportaran el capital sufi- ciente pari emprender los trabajos utilizando Ja nueva técnica minera, venfa un auge de trabajo, es decir aumentaba la necesidad de operarios en esta clase de abores, aunque sélo eventualmente. En las zonas de El Cardonal ¢ Itzmiquilpan, por aquel entonces —es decir en la primera mitad del siglo x1x— existian los minerales de la Pechuga Vieja y Ia Pechuga Nueva, cuyo nombre en realidad ea el de Santa Cruz de los Akimos, pero que el pueblo identificaba con el mi- neral anexo, considerindolo como era, una ramificacién del mismo, Estos reales producian metales de plata abronzada, aunque existian algunos de plomo y greca, los que no s¢ trabajaban porque no rendian las utilidades suficientes que Correspondian al yolumen de gastos que significaba su extraccién y beneficio. Por estas causas, los mineros realmente se sostenian, econémicamente, en forma 39 MendizAbal, Miguel Othén de. Obras completas, La Evolucién del Valle del Mezquital. México 1947. Tomo VI p. 88-106, 628 MANUEL ARELLANO ZAVALETA critica, ya que se encontrban limitados en su produccién porque estos centros minetos eran pobres por la carencia de inversionistas que fomentaran la indus- tria, 0 bien porque se agotaban las vetas superficiales y se tropezaba con el pro- blema de caricter técnico antes mencionado, Estos Reales de Minas estaban con- trolados por familias espafiolas y criollas en su mayor parte, viviendo en la periferia los mestizos y mulatos que eran los que con mayor asiduidad se empleaban para Tabores de minas; ademas se encontraban niicleos de ind{ge- nas que aportaban varias clases de materiales y objetos, ademas de que traba- jaban, aunque no en alto numero, en los centros mincros, debido a la crisis que hemos mencionado antes, Debemos advertir que al indigena no le intere- sibs realmente tabsje en la minesiay lo hacia bajo una presién socio conémica que pudiera presnadirlo por necesidad. Aun ast, dibase el caso de que se rebe- Taran 0 amotinaran los pueblos cuando se les’ queria obligar a trabajar en la minerfa, como acontecié a fines del siglo xvi en la zona del Real de El Cardonal.?° Hay que advertir la triste situacién que tenfan los operarios de las minas si los propios mineros se encontraban en crisis y sobre todo, se debe tomar en cuenta que el mineral extraido no em en cantidad suficiente pam obtener gras utilidades, lo que dio como resultado que en algunos casos los ducfios je las minas no pagaban jornal a los trabajadores, sino que, contraviniendo las eyes y reglamentos de esa época, preferian dat una participacién a los operarios, de la cantidad del mineral extraido. Las minas que por aquella época (fines de la primera mitad del siglo xtx), funcionaban en estos reales, producian el siguiente ntimero de cargas de metal:2# ‘CARCAS DE METAL. LEY DE METAL. aes ‘Marcos ce plata San Antonio a 21 Aganguse 32 20 San Judas 200 165 Chivato 32 16 Santa Elena 40 89 San Francisco 60 30 La Trinidad 16 12 Sacramento 16 16 Los Angeles 2 18 San Cayetano 20 100 Santa Gertrudis 20 15 Don Martin 30 30 El Zapote 24 30 El Antimonio 12 is Pechnga Vieja 2 12 La Trinidad 10 TS. 2 G. D, If, Serie Cit, Rollo 13-Doc, 130, 131, 187 21 C.D. Hi. Serie cit, Relacién de Itzmiquilpan, Rollo 11-Dee. 94. HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 629 Tecnologia de Ja industria minera. El beneficio de estos minerales Jo rea- lizaban por medio de fuego y en “artes de agua y carbén”; a este proceso se le Mamaba primera fundicién, obteniéndose por ese medio, planchas de plomo con valor de dos reales Ja carga; los otros minerales Rarer se ligaban con plomo que se comprba en Zimapin a un costo de 12 reales la carga de 10 arrobas. Asimismo habia otro tipo de ligas minerales que se compraban a tres © cuatro reales la arroba. En ocasiones, durante cl proceso de la fundicién tam- bign se les revolvia lo que era Hamado metal de arrastre y valia la carga de 10 a 4 reales, siendo estos materiales producidos en esos mismos lugares. En dichas minas se tavo que hacer una reduccién de operarios a un néimero no mayor de 40 6 50 hombres, sin contar desde luego, los que no trabajaban propiamente en la extraccién del metal sino que se dedicaban a otras ocupaciones como por gjemplo, los que se encargaban de conducir los minerales extraidos a las hacien- das, para su beneficio. En esta zona funcionaban nueve haciendas de fundicién Y Un mortero, que trabajaban normalmente cuando existia ln provision necesaria de materiales. Refisiendonos a las relaciones de estos Reales de Minas con los viaban su mineral para que fuese beneficiado en las haciendas de esta zona, de Zimapan, hay que mencionar que algunas pequefias minas de ese lugar en. para lo cual lo transportaban por medio de mulas o asnos.22 Durante el afio de 1845, la produccién minera de los Reales que hemos mencionado, se caleulé en 6,816 cargas de metal, que vinieron a significar un rendimiento de 6,990 marcos de plata, es decir mas de uno por carga, produc- cién que se consideraba de buena calidad y que al precio de aquella época sig- nificaba que durante ese afio habla ingresado a esos centros mineros, para beneficio exclusivo de unas cuantas familias, la cantidad de 480.930.00 pesos de esa época. Ahora bien, en la segunda mitad del siglo x1x, se presenté una decadencia en Ja mineria y solamente se encontraban en explotacién algunas minas de El Cardonal y de Pechuga Nueva, de las que se segufa extrayendo plata y plomo; habiendo sido paralizada en sus trabajos la mina de Bonanza, hituads on los reales de Pechuga Vieja y que tanta importancia habla tenido econémicamente en épocas anteriores. Es preciso agregar que en esa época seguia sosteniéndose, aunque con dificultad, la pequefia mina de plata de Tepencné, en la zona dé Actopan. Sin embargo, en Zimapin seguian laborando en mayor némero las minas de plomo y plata de las que ademés se extraia galena, cobre gris y se trabajaba el Opalo. Las especies minerales de este Real de ea se catalogaron en 1875 como “galenas angentifes abundantes, cobres grises, dxidos y carbonatos de plomo”, los que favorecfan la fundicién de la plata, por lo que tenia buena demanda entre las haciendas de beneficio. El afio de 1893, fue necesario, debido a la situacién ilegal de los mineros de estas zonas, que se concediesen amparos de minas tanto en Itzmiquilpan como en Zimapin, contindose entre las de la primera poblacién, la de Evarsto del Reyo, conocido por “San Clemente” que pertenecia a la municipalidad del Carmen, y las de José Cervantes. En Itzmiquilpan funcionaban ademés, “Buena Vista”. “E] Bronce” y “El Zapote”, asi como las de la familia Espino que se llamaban ‘San Femando”, “San José” y “Malacate”. Durante esta misma época se habfa formado Ja compaiiia conocida como “Negociacién Minera, Restaura dora de la Bonanza”, y obtuvo cl amparo minero de las vetas “La Purisima 22 C. D. H. Serie cit. Relacién de Itzmiquilpan, Rollo 11-Doc. 94. 630 MANUEL ARELLANO ZAVALETA Concepeién” y “‘Negrieta” que tenfan su hacienda de beneficio Namado “Arriba de Pregones” y por otra parte las de “San Judas”, “Santa Elena”, “Santa Vie- toria”, “‘La Fortuna”, “‘San Francisco”, ‘‘Los Pintados” y “Santa Rost”, que tenfan sus haciendas de beneficio nombradas “San Pablo” y “La Concepcion”. Estos amparos vinieron a ser consecuenefa de un conato de impulso a la pequefla mineria que se increments entre los afios de 1889 2 1890, tanto en Zimapin como en Itamiquilpan, y para dar idea de la terrible fiebre que en busca de vetas se desaté, mencionaremos que en el afio de 1889, se hicieron 262 denuncias de minas, y al siguiente afio, 89 denuncias mis, todas ellas loca- lizadas dentro del Partido de Zimapén. Educacién Al iniciarse el siglo xx, la educacién en el Valle del Mezquital estaba limi- tada exclusivamente a los criollos y espafioles, dindose casos excepcionales de indigenas otomies que tenfan oportunidad de educarse bajo algtin tutelaje par- ticular. El afio de 1805, se formulé un reglamento para la administracion de los Bienes de los pueblos de la jurisdiccion de Itemiquilpan y en su contenido se incluy6 la obligacién de los pueblos de instalar varias escuclas con macstros pa- gados por Jos indigenas, de la manera siguiente: En Itzmiquilpan fue creada una escuela de primeras letras, para la ense- fianza de los mifios de la Reptiblica de Indios, asi como de los de Tlazintla, con Ja obligacién de pagar entre las dos comunidades un maestro con sueldo de 100 pesos anuales; otra escuela se instalé en Remedios y se pagaban al maestro 60 pesos anuales; con la obligacién de que acudieran a recibir ensefianza los nifios de San Juan Bautista (San Juanico), porque dicho pueblo no alcanzaba a cubrir econémicamente esas necesidades. Debemos advertir que en uno de los barrios de Remedios funcionaba una escuela pagada por sus habitantes. También se establecié una escuela en Orizabita, donde se pagaban al maestro 8.00 cada mes. En lo que se refiere a la zona m4s montafiosa y elevada, 0 sca la de El Cardonal, Mapeté, etc., se ordené que en el pueblo primeramente mencionado, se estableciera una escuela a la que concurririan también los nifios del pueblo de San Miguel, asi como los de El Santo Cristo de Mapeté (actualmente Santuario). En’ algunos casos como en el del pueblo de Santa Maria Mag- dalena Tixqui por su pobreza no podia sostener un maestro y entonces s¢ encomendaba al subdelegado que de acuerdo con el cura de la localidad tomara providencias para que a los nifios se les instruyera al menos en la doctrina cris- tiana. A partir de esta época se principia el establecimiento de escuelas elemen- tales para indfgenas en el Valle del Mezquital, las que sin embargo eran de un pai rang Mest iar tier eraniey eeu eerie tae) bas cualquier Arbol 0 sombra de choza. Por otra parte los maestros en su mayoria eran bilingiies por lo poblacién monolingiie de otomi. A partir de la Independencia Nacional, fue progresando el aspecto educa- tivo, Megindose a contar con varias cscuclas particulares de maestros extran- jetos, ptincipalmente espafioles, entre ellas las més importantes fucron las de Actopan ¢ Itzmiquilpan, Pero en general no fue posible avanzar mucho en la edueacién, porque las necesidades econémicas impedian 2 los menores concuztir regularmente a la escucla, ya que los padres preferian que sus hijos les ayudaran en sus ocupaciones HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 631 y no “perdieran el tiempo” en la escuela, porque consideraban que lo que aprendieran era imitil para los trabajos que desempeniaban.* Religién En el Valle del Mezquital durante el siglo x1x, el total de la_poblacién profesaba la religién catdlica y solamente se conscrvaban restos del culto prehis- panico en la zona de Itzmiquilpan-Yolotepec, donde existian, en un certo cer- cano, dos idolos de piedra, cuya importancia en las fiestas que se realizaban l dia 5 de febrero de cada afio er fundamental2* El aspecto religioso adquiria un gran interés en la vida del indigena otomi porque les permitia encontrar en sus pricticas piadosas no sdlo el consuelo_y satistaccion a las necesidades de su vida interior, sino el gozo que venia aunado a las fiestas que se celebraban en los principales centros de culto, por las diver- siones y la facilidad de poder adquirir objetos necesarios para las actividades de su vida cotidiana, Durante cl periodo de la Revolucién de 1810, se increment notablemente la afluencia de los habitantes del Valle del Mezquital hacia los diversos niicleos catélicos, por haberse desarrollado durante la guerra de independencia un des- pertar hacia las motivaciones espirituales, bien por el estado de hicha armada gue se venfa realizando, o por Ia Vegada de fuerzas militares a lugares casi incomuicados, y sobre todo, porque algunos de estos centros de gran culto como la zona de El Cardonal, Santuario, Itzmiquilpan y Actopan, sufricron emi- [gee de los componentes de guerrillas nativas de esos lugares, legando hasta s regiones de Tula, Huichapan, Pachuca y desde Inego Querétaro y Tulan- cingo, asi como hacia la Huasteca y Metztitlin, Natural es deducir que estas fe hablaban_de los prodigiosos ‘milagros del Cristo de Mapeté, del Sefior {tzmiquilpan, o bien del Cristo de El Arenal. Pero no s6lo las guerrillas insur- gentes propagaron cl culto, sino que, por otro parte, los Tlamados “voluntarios”” Con que se aumentaba las filas de’ los realistas, causaron ¢sa difusién plena- mente confirmada con los documentos correspondientes a los censos de las milicias. Todo lo anterior, aunado a los sucesos de la intervencién francesa y poste- riormente al incremento de las comunicaciones del iiltimo tercio del siglo pa- sado, vinieron a dar como consecuencia, mayor afluencia de ficles peregrinos a ‘estos centros de culto. Podemos afirmar que funcionaban seis centros religiosos importantes, de los cuales, tres tienen un caricter y origen netamente colonial, y tres se origi- naron en la etapa histérica nacional; uno de ellos sufrié un incremento notable a rafz de las Iuchas armadas que hicieron posible el despertar del indigena a su pasado prehispinico, el Santo Nifio de Portezuelo, Los centros religiosos menciondos, se encuentran en las estribaciones de la Sierra de Pachuca y parten desde la pequefia cordillera de los cerros de Jua- rez, La Palma y La Muficca con las alturas del cerro del Santuario y terminan en las faldas del cerro Los Frailes de Actopan, en forma aislada se sitda el altimo de estos santuarios en la pequefia sierra de Tetepango-Ajacuba, al suroeste del Mezquital. 28 Diaz Covarrubias José. La Instruccién Publica en Mérico, México 1875. p. 85. %4 Fabila Alfonso, EI Valle del Mezquital. México. 1938. p. 35. 632 MANUEL ARELLANO ZAVALETA La secuencia de norte a sur, de los santuarios mencionados, es como sigue: El Cristo venerado en el pueblo de Santuario al norte de El Cardonal es el conocido con el nombre de El Sefior de Mapeté, ie fue traido a fines del siglo xvi a estos Reales de Minas por Alonso de Villesca, el minero extraor- dinariamente rico de esa zona, que al morir dejé sus bienes a su tinica hija y a los jesuitas, ya que él fue quien patrociné la fandacién de la compafiia y a Su costa fundé los colegios de San Pedro y San Pablo, asi como otras varias construcciones religiosas de importancia, costeando todas estas obras pias preci- samente con la plata que se extrafa en la zona de la sierra de Pachuca. Bil Sefior de Mapeté estuvo a punto de ser transladado durante varias épo- cas, tanto a El Cardonal como a Itzmiquilpan, para su cuilto, pero se cuenta que prodigiosamente se tomnaba pesadisimo a tal grado que no se le podfa mover entre varios hombres, motivo por el cual nunca fue sacado de ese sitio, consi- derando los ficles que dicha imagen deseaba que en ese higar se le conservara y los yeeinos acordaron construir una iglesia o santuario que estuviera de acucr- do con la entonees floreciente mineria. Se construy6 un templo en las margenes del rio Mapeté, en forma tal, que parece como si el templo se asentara sobre el mismo Iecho del rio. Posterior mente, habiéndose obtenido una cantidad de ricos donativos, se mandaron cons- truir algunos retablos Fe cubrir los muros de la iglesia, siendo considerado el retablo principal del altar mayor como uno de los mas hermosos del arte de esa época. A este Santuario acuden principalmente los moradores de la zona norte de El Mezquital que son los correspondientes a la zona arida, asi como de los distritos de Zimapin, Jacala, Metztitlin, Molango y la parte oriental de la ‘Huasteca. En El Cardonal se veneraba una pintura de Nuestra Sefiora de la Concep- cién que también fue Tevada por don Alonso de Villaseca; se le consideraba protectora de los labradorcs quienes acudian en tiempos de sequia ante Ja ima- gen a pedirle que les suministrara el agua de Muvia necesaria para el desarrollo de sus sementeras; evaban desde Inego ofrendas que consistfan en flores fabri- cadas con productos del maguey, lechuguilla, palma y otros objetos, En Itzmiquilpan se venera el Cristo de Jalpa cuya leyenda cuenta que siendo transportado por unos artieros que lo conducian del pueblo de Jalpa a la ciudad de México, al pasar por Itzmiquilpan se tomé pesadisimo, a grado tal, que las bestias no pudieron caminar y por este motivo fue colocado en ef templo. Debemos hacer notar que este Cristo vino a sustituir en el culto de esta poblacién al Cristo de Plomo Pobre, cuya historia es la siguiente: Se encontraba este Cristo desde 1545 en el Real del Plomo Pobre pro- piedad del ya menciondo Alonso de Villaseca quien acordé transladarlo a la ciudad de México, pero cuando se emprendié el viaje, al pasar por el pueblo de Itzmiquilpan acontecié lo mismo que con ¢l Sefior de Mapeté y fue a tal grado el peso que adquirié la imagen que ya no pudo ser transladado ni un metro mas por Jo que se considerd que el eobc mrareneba cue ern diera culto en Itzmiquilpan y fue levado a la iglesia del pueblo donde perma- necié algin tiempo. Dicha imagen, por estar hecha de paplesn y engmdo suftié una destmuccién casi total de su rostro. En el afio de 1615 se encontraba tan desfigurada que en lugar de inspitar fervor causaba hilaridad. Por este motivo, el Arzobispo de México Juan Pérez de la Serna, cuando visits Zimapin, acordé que el Cristo fuera destruido y sus restos enterrados en el féretro del primer anciano que muriera en gracia de Dios, Pero como tal muerte no ocurriese en HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 633, Ja forma ordenada, la imagen siguié conservindose por algiin tiempo hasta que en una ocasién al abrirse Ja iglesia, los fieles descubrieron con gran sorpresa que el Cristo estaba totalmente renovado de su rostro, noticia que hizo crecer en alto grado el culto a esta imagen. Pocos dias después, fue transladado a Ta ciudad de México y depositado en el convento de Santa Teresa junto all sitio en que se encontraban los restos de Fray Gregorio Lépez, que fue el primero que escribié una gramatica en otom{ y desempefié el cargo de Prior del convent a Ttzmiquilpan en el iltimo tercio del siglo xvz, después de Fray Andrés de fata.25 El 16 de febrero de 1679, se inspeccioné la imagen por varios téenicos y pintores, para después transladarla a Ja capilla de la iglesia nueva de Nuestra Rega Anheae del convento de las Garmelitas Descalzas, donde quedé co- Tocada. En Alfajayucan existia el culto al Cristo de la Buena Muerte, cuyo origen se inicia durante el siglo xvu. Aproximadamente a diez kilémetros del pueblo de Itzmiquilpan se encuen- tra la poblacién de Portezuelo, precisamente sobre la carretera a Ciudad Juarez. En este lugar se venera el Santo Niiio que tiene Ja caracteristica extraordinatia de ser un pequetio idolo de piedra y al parecer de fabricacién prehispinica, al que han vestido al uso del alta cavblicn, Gon ealyedad dc que‘ tole autor a ningtin extrafio acercarse al nicho donde se le tiene colocado y solamente una vez al afio, en Navidad, se permite al sacerdote subir al altar para cambiar de ropa al Santo Nifio. Durante el transcurso del afio, los mayordomos del San- tuario visten con diferentes indumentarias al Santo Nifio, como pot ejemplo, de chatro, El culto al Santo Nifio de Portezuclo se incrementé en el siglo xx y la Mayordomia de administracién de los bienes de la iglesia tenfa la obligacién de cuidar los donativas que hacian los otomies. De esta manera se fue acumu- Jando un cuantioso capital, consistente en terrenos, rebafios de ganado mayor y menor, piaras y aves de cormal. Como dato interesante, aunque aconteci6 fuera de nuestra épaca de estudio, pero que nos muestra Ja fundtica devocién del ind{gena por el Santo Nifio de Portezuelo, mencionaremos que hace aproximadamente veinte afios, unos ban- doleros incitados por las limosnas que se guardaban en una caja bajo cl altar, horadaron un muro del templo y se Ilevaron el dinero que ahi se encontraba. Cuando los habitantes de Portezuelo se percataron del robo, hicieron cundir la vor de alarma entre los habitantes de los pueblos vecinos y de esa manera pronto fueron capturados los sacrilegos ladrones, y a pesar de que fue rescatado lo robado, los otomies no perdonaron a los asaltantes y fueron asesinados a ma- chetazos, colgando después de un mezquite sus destrozados cuerpos. A fines del siglo pasado, todavia se practicaba con regularidad la Danza del Cortagallo, en honor del Santo Nifio. El baile consistia en una cercmonia efec- tuada exclusivamente por otomies. ‘Més al sur del Mezquital y casi en el centro del vallecito de Actopan, se encuentra cl pueblo de El Arenal que fue fundado en el siglo xvi por los frailes agustinos que todavia en esa época habitaban cl convento de Actopan. En este lugar se venera al Santo Cristo de las Maravillas, que en un principio se lamé “Nuestro Seffor de los Laureles” y que la historia de su origen, dice que uma sefiora nativa del pueblo de Atotonilco ¢l Chico, cono- 25 Manzano Teodomino, Anales del Estado de Hidalgo. Pachuca 1927. pég. 9. 634 MANUEL ARELLANO ZAVALETA cido como el mineral de El Chico, trajo a El Arenal la escultura del Santo Cristo y la propuso en venta a los pobladores quienes realizaron una colecta entre is familias y reunieron la cantidad de treinta pesos que le fucron entre- gados a la vendedora, De inmediato fue improvisada una pequefia ermita con paredes de adobe y techos de paja para instalar la imagen que empez6 a ser motivo de culto por parte de los indigenas y de los yecinos de pueblos comarcanos, En la segunda mitad del siglo x1x, principié a cobrar fama la imagen, por los milagros que por su intercesién se realizaban, lo que dio motivo para que posteriormente se le lamase “El Sefior de las Maravillas”, nombre que los vecinos explican de la siguiente manera: se cuenta que habia una indigena otomf que tenia un amante al que diariamente le levaba de comer al campo; en una ocasién, la infiel se encontré al marido cuando acudia a su cita diaria con el sujeto de sus ilfcitos amores, viéndose interpelada por el marido que la interrogd sobre el lugar a donde se dirigla y cual era 1 contenido de la ca- nasta que tapaba con su rebozo, la mujer, no sabiendo qué contestar, ideé una mentira, afirmando que iba a dejar una ofrenda al Cristo de los Laureles, y que consistia en flores de maravilla, planta muy comin en aquellos lugares, y que Jas evaba en la canasta para protegerlas del calor del sol. Entonces el marido insistié en acompafiarla a depositarla a la pequefia crmita, Grande fac la sor- presa de la infiel esposa al ver que la comida que Ilevaba se habia transformado en un ramo de frescas y encamadas maravillas.2® Una costumbre que data desde la primera década del siglo xix, es la de “las limpias” con yerbas, en el interior del templo, y que consisten en que el sacerdote pasa sobre el cuerpo del peregrino un maiojo de yerbas con atribu- ciones curativas, cobrando por esta ceremonia, una cantidad determinada de di- nero, segin sea lo cerca de la imagen que se realiza el acto, la persona que ha recibido la “limpia” puede quedarse a su vez con el manojo de yerbas con que ha sido limpiado. En el pueblo de ‘Tetepango, del Distrito de Tula, existe una imagen al parecer de fines del siglo xvz, de gran culto y cuyo origen, segiin la tradicion es al siguiente: Estando un pastor cuidando sus ovejas en un sitio Heno de mezquites en el que ahora se levanta el pueblo, escuché el sollozo de un nifio, y al buscar la causa, encontr} junto al tronco de un frondoso mezquite una figurita femenina que tenia en sus ojos unas légtimas. El labriego o pastor a recogié y entregs en cl pueblo de Ajacuba a los frailes que tenian su conyento en esa poblacién, éstos la guardaron, pero no pasé mucho tiempo sin que el pastor volviera a escuchar los sollozos que partian del mismo sitio y con gran estupefaccién con- templé que Ja figurita que habfa Mevado al convento se encontraba nuevamente bajo el mezquite, Alarmado la Tlevé otra ver. con los frailes quicnes Ia meticron dentro de una tinaja que fue cubierta. Al dia siguiente al buscar la figurita se encontraron con que habia desaparecido; intrigados los religiosos se trasladaron al sitio que habia sefialado el pastor encontrindola de nuevo bajo el mezquite. Los frailes consideraron que ¢l deseo de la Virgen, a la que llamaron de “Las Lagrimas”, era que en ese Ingar se le erigiera un santuario y de inmediato pro- cedieron a levantar el templo. Actualmente, bajo el altar de Ja iglesia de la poblacidn, se puede ver el tronco de un viejo mezquite. 26 Valdés, Porfirio, EJ Seiior de las Maravillas, Pachuca, Hgo, 1959, HOMENAJE A ROBERTO J. WEITLANER 635 Conciustones 1. Los sucesos histéricos relacionados con la guerra de independencia fue- ron determinantes para la evolucidn politica y social de los habitantes indigenas del Valle del Mezquital, quienes participaron activamente en las filas de ambos bandos contendientes. 2. Inicialmente, cl centro de difusién de las ideas insurgentes lo consti- tuyé la ciudad de Huichapan y posteriormente durante cl periodo de la Re- forma, fue substituido por los grupos liberales de Alfajayucan. 3. Los cambios demognificos fueron numerosos debido a causas econémi- cas y politicas, lo que ocasioné la emigracién de numerosos habitantes hacia centros fuera del ambito de estudio, asf como la formacién de nuevos miicleos de poblacién, originados por la divisién de la gran propiedad y la creacion de nuevos ranchos y haciendas, 4. El conticto de los indigenas otomfes con individuos de distintos valores culturales les permitié realizar algunas transformaciones en su cultura, 5. La organizacién de los indigenas otomies estaba basada fundamental- mente en las repiiblicas de indios que a su vez era controlada por los ayunta- mientos espatioles, Esta situacién obligé a las castas a guardar una posicién dentro de la sociedad completamente controlada y supeditada a la voluntad de expioles y criollos en todos Tos apectos de Ia vida. 9. La economia indigena em bisicamente determinada por los productos de las fibras del maguey y la lechuguilla, asi como por Jos recursos naturales que podian ser utilizados ‘en la industria minera como Io era la oblencién del carl 7. Al presentarse la crisis de la minerfa los operarios dedicados a la explo- tacién del maguey y lechnguilla, buscaron nuevos centros de consumo, sicndo Tos principales, Zimapin y el, Mineral del Monte. 8. El producto bisico de la agricultura era el mafz obtenido en ticrras de temporal, lo que naturalmente lo hacia escaso, Unicamente en algunos sitios existian milpas de medio riego, como por ejemplo en la Vega de Balante que eran las mejores tierras de la zona. También con las aguas del rio Itzmiquilpan se lograba i irtigacidn de algunas extensiones, donde adem4s del maiz, sem- Draban otros cereales y hortalizas. 9. La posesion de la tierra caus6 innumerables disturbios entre los pueblos del Valle del Mezquital, que duraron casi un siglo y cuyos expedientes nos indican que debido a la sobrepoblacién de algunos lugares se inicié la invasién de tierras colindantes, originando una constante fluctuacién entre los Kimites de las distintas reptiblicas de indios. Asimismo, por causa de dafios originados por el ganado mayor que invadian las ticrras de los indigenas éstos al presentar sus reclamaciones, se veian despojados o se les oblignba a vender sus propieda- des a los ganaderos, lo cual reducia considerablemente los bienes de comunidad hasta el grado de que en algunos poblados se lego a carecer de ellos. 10. La mineria fue desde el siglo xvr la base de la vida de esta regién y a sa desplome en el siglo x1x originé la desaparicién de muchos clementos de trabajo y organizacién que tuvieron que ser reemplazados por otros que hasta Ia fecha perduran, a pesar de que durante la época de la creacién del Estado de Hidalgo, se trat6 Caine impulsar la pequefia minerfa, no logrindose por Tas concesiones escandalosas que el gobierno del pocfirismo’ otorgé a las com- pafifas extranjeras. 636 MANUEL ARELLANO ZAVALETA 11. En 1805 se incrementé cl establecimiento de escuelas de instruccién elemental, en los poblados indigenas del Valle de Mezquital, siendo pagados los gastos por los propios pueblos. Desde entonces, fue evolucionando aunque paulatinamente, la educacién del indfgena, que por carecer de recursos cultu- tales, obtenia un rendimiento muy bajo en su educacién, sobre todo por su monolingitismo del idioma otomi que hacia més dificil la asimilacién de los conocimientos, asi como por la raquitica alimentacién ¢ inconstancia a las clases. 12, La religién que se profesaba era la cat6lica plenamente amalgamada con cl pasado indigena, lo que daba como consccuencia un sincretismo muy desatrollado. Esta situacién tenfa su antecedente mas importante en los murales del siglo xvi de la iglesia parroguial de Izmiquilpan, donde, sobre el altar mayor dedicado a Ja divinidad cristiana, aparece el dibujo monumental de Tez- catlipoca. 13. El clemento de culto mds importante se encuentra en las representa- ciones de los cristos cnsangrentados y en las cruces atriales, 14. Puede considerarse como algo extraordinario, la existencia de una ve- neracién que surge durante la primera mitad del siglo xix hacia la escultura de piedra negra, con caracteristicas de origen prehispdnico, sobre Ja cual se concentrd la fe los otomfes y que actualmente se conoce como ¢l Santo Nifio de Portezuelo, 15, Les actos considerados como de hechiceria eran comunes y existen varios expedientes de causa criminal contra hechiceros, Durante esta época, pre- valecia considerablemente el temor al infierno y al purgatorio, 16, Durante el siglo x1x, se siguieron conservando clementos de la religin prehispinica incorporados al folklore, principalmente en la danza y la leyenda. Summa Anthropologica ee en homenaje a rs at Ota tea Roberto J. Oy Weitlaner INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA MEXICO 1966 .

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