Western con Pelícanos: "El Último Vuelo del Pelícano"
El sol se ocultaba tras las colinas polvorientas de Aguablanca cuando Plumas
Doradas, el forastero con sombrero de ala ancha, llegó montando su imponente pelícano llamado Tormenta. En el salón de la ciudad, las miradas recelosas de los lugareños no intimidaron a Plumas Doradas, quien, con voz ronca, contó su historia de traición y saqueo.
Una banda de forajidos había robado su tesoro, y él había jurado venganza.
Tormenta, un pelícano de alas doradas y ojos penetrantes, parecía comprender cada palabra de su dueño. Juntos, se alzaron en el cielo del atardecer, la silueta del pelícano recortándose contra el crepúsculo naranja.
Atravesaron cañones y desfiladeros, persiguiendo a la banda de forajidos. La
leyenda de Plumas Doradas y su pelícano justiciero se extendió como el viento del desierto. En una confrontación épica en un cañón rocoso, Tormenta descendió desde lo alto, desatando una tormenta de plumas doradas que dejó a los forajidos derrotados.
Con su tesoro recuperado, Plumas Doradas y Tormenta se despidieron del pueblo. En
el horizonte, el sol se ponía, dejando tras de sí el eco de un pelícano y un forajido que, por fin, habían encontrado su redención.