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y < a = = z a 5 ; Ss J 5 5 TO z 2 Zz Ps ) 2 ye 2 z ‘i a , 2 5 < 2 9 > y SR a0 900 SOCUN, 2 oy a 5 a peeesnss | i i a ee Bare es y noes un libro autobiogeiico. En ll experiencia per sonal se narra través de una sucesién de fragmentos, en forma de pequetas insrantineas, en las que se elaboran variaciones sobre un tema tnico, el de habtar en el mundo. La estructura arménicalaforman ese yo invisible que se ocultaen los peque- fos relatos, esa memoria y esa experiencia vivida que, a pesar desex personaly nica, seasemeje a muchas otras. Uno es uno yyimachas sees al mismo tiempo. Eleeuo Los lugares abitados ene gran significado La realidad del texto sectcunscribea una experiencia yalavezala de muchas crras personas, Habiar esa esencia dela experiencia coridiana, «que, pesar de se individual, es compartda con orrs. Solo en cl sue se habita en los mundos intimos,tnicos, propos. Los lugares son consteucciones materiales, culturalesy psicolbgicas en las que hay signiicados particulares, en ocasiones especiales, «ques descfran dia dia y noche noche. Se habitaen uno yen ‘muchos lugares. El cuerpo reside en uno de ellos, los demas se encuentran ena mente La memoria fos guard, ls ecupera, log vrvive. La memoria va viene, se oculta, se transforma, El ubuitulo cTema yvariaciones» noes gracito. La existencia es una suesn de variacones sobre muchos temas, en este caso ttnos de esos temas son los lugares habitados. Cada dia se vive en Toya vivid, cada dia se experimentaalgo nuevo. Es quizd por cso que en lamisil forma de etemay varacones» es an ica ‘en pobilidadesyrodava no se ha agorado, Es una forma que aadmiteliberrades, desviaciones, retornos, evocaciones ‘Eseribir sobre uno mismo tiene rieggos. Uno de ellos es darle lugar a nostalgia, Oto es embellecer demasiado el pasado, ‘omamentarlo, La memoria es traicionera. En ella se magniican ‘ose reducen los hechos ela vida. Recordar es un artey contiene ‘mucho de imaginacién, Dejarse llevar por as palabras, abando- narseal placer de escribir también tiene sus riesgos. Escrbie es ‘comprometerse con ls palabras y también con la memoria ycon losucedido, La experiencia personal noes literaria; se transforma cnliteratura cuando cuenta, cuando seesribe. Articular frases seductoras es una rencacén que puede conducir al eallejin sin sala de as banalidades. Este libro est concebido como una serie de instanténeas en Jhomenaje una primera mara —una Brownie Fiesta de Kodak—, Jomas parecdo a una cémara oscura elemental, primaria. Estas instancéneas son fragmentos de a existencia. Este libro es un fragmento de fragmencos. La vida continia. Eltema es habiar, lo demés son variaciones. [Lamemoria no aleanzaa registrar todas las imagenes deloslgares snabitados ells reposan en algin lugar del inconsciente y afloran en suefios que a veces se recuerdan yla mayor parte se ocultan, Descubritlos no es ficil Hay tants lgares memorables ena infancia que es imposible dar cuenta de todos ellos. Estin aby de vezen cuando aparecen enlos suciios. Call puede seen la memoria, el primer recuerdo de un lugar? Por azones de ica noesla del ugar donde senacié. Hubo un primer cuarto de infancia, en una casa dela calle cerca dela ‘carrera en Bogots bautizada devotamente con el nombre de ‘San Cayetano Era grande? Era pequefa? Nada de ella aparece ‘enla memoria. ‘Bsa primera casa existe todavia. Ahora es un restaurante de arepas de huevo y un bar llamado Modelo cuyo uso noes del todo claro, Lacata eed deterirada, pero todavia es digna. En las noches, cuando est vain, deben revivirlas voces, los recuerdos deben recorreria. Los mlos? Los de otros? Las casa albergan lasalmas de quienes las habiearon ys espectros de os difuntos. Hay una imagen Irjanayboross del comedor de asa de los ahoclospaernosen Riosucio, Caldas. La acompatala imagen elaabuela, una mujer ale, de porte imponence, con su cabello ‘Manco perfecament peinad, una larga tages yuna voz que ‘ain resena, Laimagen del comedor ela de un espacio angosto, on una gran vdriera en uno de sus lados. Hay una larga mesa yrunas bancas de madera lado y lado, Laz dfs, de un dia ‘abla, se flr por el venanal. Hay muchas personas reunida, tina conacas, otras desconocidas, Una fotografi extraviada en le archivos faliares registra, posblemente, ese momento. Lamemori epistraoraimagen: una fchada en ladeillo con una puerea que conduce aun vstbulo con una escalera de madera, Frente ala puerta hay una calle, ‘orecorer en tricclo —ese aparatoarcaicoen que se moviizaron smuchasinfancias anes delaera del bicileta—Cronoldpiamene, cesta seria la segunda casa habitada y es la primera que afloraen a memoria, Se recuerda el nimero de la placa de la fachada, «3-16», No se ecuerda mucho mis della, ‘més bien un andén para caminar Hay en la mente otra casa que alberga los primero recuerdos. Bsa representaci dela infancia, no importa que haya sido realmente ‘onola primera que se habité. Es un lugar real transformado en tun sinniimero de experiencias diversas. No se sabe por qué se llegé a ella, ampoco importa mucho. Lo que habia sido difuso adquiere en ella contornos mis precsos. Elcrecer puso en alerta fos sentidos y despert los primeros aisbos de conciencia. Lacasa de los recuerdos conriene los lugares inolvidables dela infancia, Su experiencia contene algo de arquetipico. No se limita alos espacis sco, sino quealberga todo aquelloquelossentidos los sentimientos pueden abarca. Esta casas la imagen primariade habitat e el apoyo de toda la experiencia existencal sa vivenda, cesel hogaren el que el olor de los alimentos inunda los recintos. Esl efugio que en las nochesofrece calor y seguridad, La memoria de esta casa seresiste ala exacticud. Cima ese casa delos recuerdos? Eracnteaidad un apartamento Guebaca pare deloquchoy slamariaunavvenda erfamiins cupaba el segundo piso de a edificacin y tenia, como ventaja sdiconalun solr posterior. Abajo vivian los vecinos. nla cas, que yano existe un largo zaguén conducia a una cscalera de madera que desembocaba en el vesrbulo de segundo piso. Adelante quedabane san ylasaleobas, Arcs, separados porun patio, se encontraban el comedor, a cocina y las depen- dencias del servicio. El solar pareciainmenso, con sus roles, flores y bichos de toda siete. ‘Recorrerla casera oda una experiencia. Elsalén formal per smanecia cerrado sabia en as noches yen ocasiones especiales. Lasaleobas eusaban para dormit. Un enorme radio nea Victor presidael sain, yen las noches, como en un cual familia, se escuchaban as noticias ya mia Se captabanemisoras lj avcde Londres la Vozde Améccs, la Radio Espaol El mundo penetraba en la casa através del ojo anaranjado de la radio. En [a infancia, la cocina era un lugar importante. La estafa de carbén de piedea,recostada en uno de sus rincones, era el lugar donde la alquimia cotidiana de a comida cobraba Forma desde la safiana hasta la noche, Era un laboratorio que operaba mas de doce horas. La estufa de carbén era un prodigio. Las planchas Aehiero,calentadas al maximo, permitian hacer carnes doradas ycocidos de odo tipo, Del horno salian rortasy plats especiales. Un pequefio calentador de agua de cobre proveia agua caliente permanencemente. Otro, cilindrico y de gran ramaio, colgaba en- cima dea eseufs. Dos empleadas tabajaban rodo el dian qué? En todo, Una de elas, la ede adenteo» atendia las habitaciones; Inotraerala encargada de preparar las comidas. La casa operaba ‘como una primitiva emquina de habitara, El solar de a casa deparéexperiencias énicas. Era cultivado salvaje al mismo tempo, La plantas secuidaban as aves los ingectos eran independientes. Un enorme durazno en el ‘centro daba peviédicamence a apariencia de cosecha. Rosas de todo tipo crecfan aquéy all, juno con la dalias y los aleles, Escolopendeas, araiasy gusanos deambulaban ener los inters- ticios de los bordes. El solar fue, ademés de ls parques y los potreros, el lugar deencuentro con la naturaleza y sus misterios. Las plantas se sembraban,crecian forecian y daban fruro. Las aveslegaban y anidaban los colibriespasaban Fugazmence. Estar asolas dentro dese pequetio mundo significé mucho. Los espacios pequeios y cerrados poseen un encanto especial en Jainfancia. Estar debao del escritoro parerno eraagradable. All se cabla perfectamente, no se necesitaba mis. En a imaginacién ese espacio era muchas cosas. Se viva como si fuera de verdad. (Orro lugar especial eral interior del bail: un espacio cerrado, oscuro, separado del mando real. Entrar al era una experiencia almismo tiempo exctanteyaterradora. A pesar dela sensaci6n de opresin en su interior habia cade, ea un espacio acogedor. Por qué? Lascolchas de las camas que llegaban hasta el piso ocultaban se pequefio mundo de abajo, Ese minimo espacio eal escondite perfecto en lo juegos yelrefugio ideal en los regafos; propor cionaba una extrafa sensacién de bienestae, | | | ne sian un centro, hoy solo Ios pueblos lo i al all'seencontraba todo, ‘denen. Baa infanca ese centro era real Iral Seana eeno pei Nose vstaba odo los dia, Seiba de compasen um rial losalmacenes de elas dela calle, judi ieander, las compras Tee peleterias de lsjudios en el paque de Santander, as compe comanes en los almacenes Ley y Tia. Se iba en Semana Sana y otras fears eligiosas. El ngreso a una iglesia colonial en pe- rumbea,oloroaaincienso lena de oro y de imAgenesrorcuradas, se aproximaba al sublime, ‘Antes las ciudades te Lainfancia no se reducea la imagen dela primera casa. La ciu- dad estaba ahi: lo cercano y seguro se alrernaba con lo distante yy desconocido. La ciudad era un mundo por descubrir. Salir de Ia asa era entrar ala ciudad. La puerta era el umbral. Nacer y vivir en la ciudad era —y es rodavia— un modo de moldear el caricrer en un tiempo y un espacio definidos. ‘Unacasaes su barrio ysu ciudad. Es una calle que tiene unas dimensiones precsas y dos caras, la suyay la del frente. Elandén «scl espacio propio por excelencia, Es un mundo completo en si mismo. Ena calle de a memoria habia una tienda de esquina cuyo defo, llamado don José, posela uns enorme earoza funera ‘on penachos de plumas trada por un caballo negro igualmente ‘enorme. Pasar por debajo de la carroza sin agacharse era un placer singular. sos pees son ge Sel cogent =e ond SEPT Riaed sens o oie ties meas ecesacal omas so de bes bizare. ras $s El pane os = agar de Gensadobven Se Site de Wbercad Ira pergne rsegresar wep nenio uns eens que dea am pea scbar ale ee paces so asx ms Sos Se ena pate ceca por agus Sores sivemses rat 7 Dichos de soda muerts 20 os end ennes orpsizaton Los perros son pro- Jarra dels nraralece. Une sare en el pocrero era placer deemar eae Gndad in saber. lprimer colegio ola guarderia son necesariamente ee desconocios. El saber exigengresar en una tmequiara que nea parece cermina. Los colegiosnaciron rs la epresencacin desagradabe del dolor de conocer: Hoy sen haber cambiado un poco- Pan Tnsieuto Central Colombiano, stuado ena calle 1, ceca Parque de Espa, rau vieja eificacin del priodorepubli- ‘ano llena de vercuetostenebrosos. El salén de clases del primer ‘ao caaba en el ercer patio, Era oscuro. Su poca luz disimulaba tlbigoe dela maestra qu impartia, dela mejor manera posible, Ininseruccin bisica. Lo tinico agradable era el reereo. Paraunnifo, lugares de tem lugar del segundo colegio quedaba en una tipica casa republi- cana de un solo piso situada en la carrera 6 con calle 10,en una calle de casas semejantes. La fachada en ldrillo ostentaba —y pposiblemente ostenta— una portada en piedra. Unas grandes ventanas «arrodilladas» y alineadas compleraban la composi- cin, El zaguan incinado levaba al primer patio bordeado por corredores. A un lado un pequefio saldnalbergaba el piano con todo y profesor. El antiguo salén, sobre a fachada, se usaba como un aula mis, asi como el comedor vidriado que quedaba al otro lado del patio. Al fondo, en el segundo patio, habfa una cocina donde se hacian almuerzos de dudosa calidad. Ese fragmento de ciudad no habia ingresado ala modernidad. Las profesoras rampoco. No eral quelosnifiosfueran al mercado central. Ese lugar, leno de oloesy colores, estaba rodeado de antros de la peor especie. La experiencia de exe recorrido por a diversidad fue ‘xtrardinari: primero ls legumbres, luego las frutas, mas alt fos granos yas ores; fuera,en otro edifico las cares. Tod clloiba a para ala despensa dela casa, que era una réplicaa pequeiaescala del mercado, ‘Una imagen perdura la del enorme rotonda ceneral en donde sereunian todos los oloes, sabores y sonidos de la vida. mnsector dela ciudad dej6 sus marcas. Los colegios, 1 hospital de San Jos, la iglesia del Voro y laestacin dela Sabana deja- omen laconciencia el] sibor dela vieja ciudad republicana que vane olvida, Algo deello ued se adormeci6 y ha resurgido posteriorment en mucha frm, La memoria no abandonalog recuerdos agradables. Habitar en el parque de Espafia¢ [Nacional el hogar de San Pablo Flo de abril de 948 fuel comienzo de una noche y varios dias inalvidables, Por a ventana del corredor que miraba hacia el uznte se weia un cielo anaranjad y se disingufan ls llamas de lovedificis que ardian en el eeno dela ciudad. En la calle la rmuchedumbee desfilaba,raspando con sus machetes la fachada dela casa Enel incerior las luces permanecian apagadas. Se hizo tuna cama franca en el sadn con ls colchones tendidos en el piso, No se queria dar sales de vida, El silencio no era tal se ofan ‘tides aerradores que ingresaban por las ventanas se difur- lan por todos los espacis: disparos ljanos, el rasteear de los machetes los gritos los pasos de centos de pies en las calles, las pisadassilenciosas en la cast. En medio del rerrorhabia un place singular: no sei al colegio cen muchos dias. El mundo se habia cerrado en torno de la casa La ciudad se convittésibitamente en una fuente de temor. sana presencia temprana ena memoria, ran borrosa veeoladelarprmens i Sladelaciadad, Se recuerda un ro yuna paneallaluminada, unas veces en ‘sen color. No se recuerdan los nombres de etal, pero algunos han sbreivdo, Las ily a noe aa Perdeel Sade moa oralgtin morivo desconocido se ‘ecuerdan las imagenes fantisciss de La bella y a bestia de Jean ‘Cocceau, Maria Félix era un nombre peohibido. Tasaladecine se convirci ripidamente en un segundo hogar Cada domingo en la rare se ingresaba en él durance un par de horas para vive orras realidades. En ese lpso el mundo se con- sgelaba y solo exstia a imagen, ampli recto oscut blanco y negro, otras El Museo Colonial ce Bogot es un patio bordeado por arcadas de piedea. Al fondo se vela ctipula dea iglesia de San Ignacio, Enel centro se encuentra el emono dela pila», un muchachito barroco orinando, que estuvo en el centro de la plas Unos corredores amplios conducen a espaciosllenos de obras dle arte de ese periodo ilusorio llamado «colonial: plaeria, alla cen madera, pineura. En a infancia nose reconocis este lugar en toda su dimensisn; solo se percibis y caus6 emocidn, Fue este cl primer contacto con el arte? Cada recorrido por el Museo Colonial permitié descubrit mayor de Santafé. algo nuevo y reconocer lo que se descubris. Nuevos nombres se registraron en la memoria: Gregorio Vasquez de Arce y Ceballos, Baleasar de Figueroa, el Plareresco. sional quedaba lejos dela casa y se vsitaba devez especial pues era unasuerte de espac fiom Todavia parece grande y fuera de lo comin, rodavia an vendo en al mismo, En ese enronces se ignoraba que el el parque eferido del encuentro entre empleadas y policias, era el lugar pr yyqueall seengendraban muchos nifios El Parque Na« cen cuando [alli eraalg Et Cementrio Central fe, ademas dens glesis, uno de lor rsp decgvencon lve, Tod al desperab ray adnracin al mismo cempe- El lugar de los muertos Frcs umenratovecnaria, disinto delos aris de los vio, es paedes, lens de pequefiasceldas se idenifzban le varsbresdelosresdentes qu, segin dicen, pueden permanecer tite ahos en su celda. Los rcos los notables se alojan para Sempre en sus propio edifices, rodcados de jardines visita se convireié en un paseo ravés de un recinto ms ie leno de mansleos que llamaban Ia atencin. Sin conocer Ssinbulogi lacus degre aegis 0 dolientes straian especialmente. “Fue ese oro encuenro con el arte ylaarquitectura? albarrio de Chapinero fue algo lraslado de centro de Bogor casa era nueva, oliaa foaun cambio de continente. La sia anevo. Quedaba enlacalle 694 con carrera 16x en dina de as eaquinas de un pequefio conjunto urbano. Las casa uesodeabon elpequeto cidesec eran odas nuevas distin sac gan predio aco poblado de bales, sicuado al fondo Aelesaca emanaban odo los ruidos dela nararalza: usury inos, maullidos yladridos. “Lrclle ecina de tfc intenso eral barrera que separabala seguridad del miedo, Deno del conjunto coda era seguro, fuera feo amenazaba. Ese micromundo contenta vodo lo necesario, amigos y juegos. Qué mas se necesitaba? parecid uevo 5 sexo donde la nocién de vecindario cobré identidad, ue en Chapin Pos qua No sesabe a nia eta La cecani de a gesia a propa dea sala de cine, de a ienda dela esq rar dea ote, del paraderodelos buses rodo ello debi influ ears enstrucci de esa coneienca en fa que lo cotidiano yo | ‘special conivan olgadamente. Vena? Barco? Tl vez las dos cosas al misma tempo, Usa cca cuyo cenero erala cas. La ciudad estaba mis alli slededor, por todas partes | nueva casa al colegio era leery reer la carla a lo lrgo de exe lento recorrido. Qué se mab Trede CChapinero al centro era parca cn slice Geenuevoafachadas continaas con air viejo; era como aaa ales yal derecho, a historia de a ciudad. Todos los descubeia algo nuevo, algo distinto. ares cidosfacron, sin sabelo,un contacto memorable con|a ciudad yl arguitecara. Iry veniren trolley dea En ababitacién, en las sombras de a noche, lapersiana vene- ciana dejaba pasar luz dela calle formaba linea paralelas en lapared. La sombra de los érboles mecidos por el vento rompiala geometriacon sus formas arbitraras yasiméerias que semejaban fantasmas amenazantes. ‘Afios después, en otra habiracin, otea ventana con persianas proyecaba ercamentesombras andogas. Elrecuerdo de La ventana indisceta de Alfred Hicchcock percurbabs el sueso. La habitacién se rornaba opresiva, amenazante. Durante ls lpsos de somno- lencia se perilaba nftidamente una silueea contra el reflejo de as persianas en a pared. El suefoy la realidad se entrecruzaban de ‘manera fantéstica. imagen dla cad sfrma con lo reconoetle: as clles ky taps aierox —unos ms verdes que otros, Ts edificog ccna defnidos que otros—- Laimagen de la ciudad eset ‘pads de lores memorable: algunos de cllos permean as capas més profundas de la memoria. La ciudad en la infancia fue iniclalmente una coleccién de migees visuals. El plano metal ard6 mucho en cobra forma, ue plano era yes todavia — la conjuncién entre lo conocide yloquese descbre. La casaerael feo desde el cual se constru eron los dversos Limits dela experiencia, que no eran cfrculs oncéntics sino formas iregulares de contornos arbrarios, Enronces haba un centro —siempre— y habla periferias, lngares decertdumbre y de incertidumbre, de confianza y de miedo Es posible que hoy suceda algo semejante. Lesreorrids dela infnca son experiencia sngulares, Ataviesn Iaciudad en diferentes direcciones y cada una deellasengendra pins bac crassa Vee a ac cl norteavistar amigos, a oriente hacia el cereo de Monserrate, hacia occidente alas vacaciones. eS : fancies para unos un mando de felicidadesencurbiad in pn Hominad por licidades pasjeras. Laconciencia de habitar aparece cuando, a llegar ala adolescen- cia, se afianza a conciencia del ser. El mundo cambia se trans- forma. Lo que era indiferente se vuelve fundamencal; el espacio individual se convierte en el centro del universoy su contenido adquiere sentido, Los simbolos invaden el espacio. El cuerpo y los sentidos cobran presencia. Sehace necesario situarse en un espacio, en un tempo,en una concienciareceptiva y omnivora. mpezara ener concen reuta extrao Sucede de repent aan ac niora. Lasimgenes del mundo se etnen ale ddedor del yoy todo se conver Despute dcx ans casiteda seve memerable Ladi vote imagen ocupa gran parte de la memoria 1. El mundo, antes familiar se veh razonatlo, en cierca medidy que debe ser. ilarseal deseo dese een presente. Cadacosa elas nga desconocide hay que descubrilo, jusifcal, Lo que ss convierte en lo lespacio dela habitacién debia econoctble, Las cosasse ordenaban entonces por colecciones, Lat kjeos cogs aga yal cobraron presencia. Los libros come ‘aro expansén en una mindscula biblioteca, Un pequesio radi) tranamita los seeretos de una masica aparentemente ininteligib El sero empezaba a inguierar; habla que seguir sus indicis, Leer es exist, y existies lee. Julio Ve Julio Verne abrié el camino con rears fanisticos que se devoraron uno tras oa Depend le dems y ded nonce stn ai alrededor y ade alectura es otra vida, Hay momentos en ls que un pit parece decile codo, Pero la lecrura no leg sola. Hay ey Carpadasdeimigene de lugares desconocios que omienzana cocupar el espacio de los deseos. teeta ‘Descubi a biblioeca es una experiencia maravillosa En vpemoriadecada persona ances dela ea de Internet, debe ex tne primera biblioteca en la que se le abr el universo enter Dosbiblioceas bogotanascobran presencia eimporcancia la memoria: la Biblioteca Nacional y la Luis Angel Arango, LaNacional, con su magaifica sala de leerura —ahoratrasfo sada enun vexibulo— fue a primera en conocerse. La segunds ton [a espectacular biveda desu sala principal, no ha dejad de seruna experiencia marvillosa. Hay todavia una sala de mis donde se escuchan, con una fdelidad extraordinaria, las obrasd composters interprets desconocidos. En una sillacbmoda,en medio de una penumbra deliciosa, se llega valorar lo que aor no sereconoce con sufciente laridads el aporte del Estado couleurs cudadana, Tala biblioteca eray es un signo mis de crecimiento. ‘Una de as cantas revelaciones del are sucedi6 al ecorrer una ex- posicén en lagaleria El Callen, siuada sobre el coseado oriental del Parque de Sancander de Bogota. Se leg casualmente sin saberlo se presencié una muestra importante del arte moderne colombiano, Habia nombres hasta entoncesdesconocidos y que ahora se asocian con obras magnifcas: Alejandro Obregén, Fernando Borero, Enrique Grau, Edgar Negret, Eduardo Ramitez Villamizar, Guillermo Wiedemann. L pineuta, quehastaenronces se limitaba a obras reconocidas del aree universal se expandis hacia ‘nuevos horizontes. La pintura cobré un espacio en la existenca, ee tos de escuchar ls sonidos dela radioyun di se peste sca Unaradicla nea y un peu cae on diindan nies ects ut deepen cbraa ea abaradel crease escuhaban las novedades dl lamisil de aos UnidosyEarop. Ena Rai Fern sprendia a desir la isin clisia. Lo primero] aera ls comings en el tardecer, en una poquefa salad eres dapat in dea casa. Lo segundo reson ie habracin, nls mafaaty Is noches de cada domings fons aren xa primera obras que cobraron sentido?) schan chidado del todo. Aleabode cualquiera En la vida hay tn momento en el que e adquiere conciencia de Ia rutina: iy veni todos los dias por la ciudad apie, en bus; des- pertar todas ls mafanas en a misma habitacién, desayunar en el ‘mismo comedor ira clases en las mismas alas del mismo Lormismo ve vuelve insoportable. Entonces se quiere ir mis all, hacia lo diferente, hacia lo inesperado, hacia lo nuevo. Laapariencia rutinaria de la existencia esti compuesta, en realidad, de fragmentos de rutinas y de cambios. Ciertasrutinas duran més que otra, los cambios parecen no percbirve, Cada aio secambia de salén en el colegio, hay libros ycuadernos nuevos. (Cada cambio de casa trae consign nuevas vivencias. Los viajes y las nuevas amistades abren ventanas antes desconocidas. Este ritmo de repeticiones y descubrimientos dura toda la vida. ion Hay wan coment egal enaaene feat bos ages deepal fueron fuente se placeves ire pero para ello hay que «on ladera experiendt Ini se dejan set ara senilon cerea, No hay ve ypasennannent. "Cailes primer gar que no sda’ Deb ex alleen meio de a Hae vecuer, Fale sere de ano rite we Ta lpn tena dearboles, cya sombre prog dell nmerionde,Talvezuna cana epublicana atborradade jon ease oles. Quid ea habitacion prot, que hese ofvecia day seu tora, pare rvanectan en el hor ex fue una pl agin munvenno de an Aisfrute miso de habia Habveary experimentar el mundo noes dnicamente un acto isico, corporal es un acto de Laconciencia de ser, Habitar rerecortaliad aly exsstenc ia bl sve temp mundo puede Hegara ser pron tehon que pueden ir de la placentero a wocible ato desconocl Lamemora ext actiaen todo momento dela vida, incluso ena echo Pero hay muchas maneras de acudir a ella. Se puede on ‘rtrd como sfueseun archivo en que se guardan experienc vidaso iaginadas. También puede visulizarse como un er ovo scientado, ue se puede ransitar a cravés de senderos i reeonsrayeny se desapareen, Acercarsea un archivo implica am) bisquedaimecional qu espera obtener una respuesta. Recore esrevenidamenesugieelaposbildad de excraviarse, de ence tra algo inesperado, de parte de un puno cualquiera y cermin enotto, sn necesiad de proseguie. nlamemuriaconvvencxperenias de rod ipo una fom deplbran os de imdgenes ns de sonidos, Hay tabi evn deemocnesdesensacones quem enen un eng la Estas epeincas no habican en comparcimenty eras sino qugravian en esc xpaci ingrévido dea meng scrazan aleatoriament® oe congregan a voluntad de qu jure araparls pra hacer algo con ells. El ecuerdo de un i periencia cualuira puede desencadenar un torrente der priencas ascads por lgin mocivo particular en unos pea [gundoso en puts rela fimeres, Pero también es po abetaerla, dejrla sola, para luego olvidarla. aqoreside énicamente en la mente. En elencorne vas ay eda secede memoris mateializadas en oben, etnies guesessocan todo agullo que constituye repre indo interior, ua mundo de espaciosy “tobe doxados de sentido, Hay bros, cuadrosyFrografig “Tasos, slecciones de pequeias figuras de todo tipo y materia tropa vj tens, Hay nemorias materiales estentossy renal aniguas y recientes, yells represenan cl sentido qu Tesmente,en un momento dado, les ororgéy les sigue otorgande ‘ada dia La huella de na experiencia despierta el deseo de revivida para cllosedispone de eitos que a econstruyen algo ceca ala experiencia iniial, pero no igual a ella. La memoria sentacién externa del mu Lamemoriade una experiencia iene una dimensién es pony puede coor palabras imégenesy sonidos yasocialss racinesy sensacones dagrado o desagrado, de place o da, seguridad oemor. La evocacén esuna dimensién podtica des ‘remoraes su dimension afectiva. La diferencia posible ented recuerdo ylaevocacin es que el primero puede se simplemene tin eto involuntario mientras que a evocacin posee un senda, Pero hay ota aproximacién ala experiencia acravés dela me rmoriay esa de buscar en ella las bases para construir rutas que no necesariamente obedecen a una ldgica deerminada pero que, aun dentro de lo absurdo, pueden cobrar sentido. arch dela memoria esta es inmenso. No Se conoce qu asic, pero se confiaen que alli se encuenees o pcss prgunsaso simples devaneos dea mea, ae eran aaraner den explorador, require oases cndacen de un har a oro donde ve Permanee rence per luego sranzar,o retroceder. El beri po camda gz unconjurc de seneros, unos cerrado, ots sbi too Elterzorio del memoria es enigmético, hay que descifrat Pusde consener recuerdos laminosos y oscuros, alegres 0 tists ‘Adeorarseen es una aventura.

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