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: J a *TMAS Dil HUDIDA /TRATRO W. Beare La escena romana ‘Una breve historia del drama latino en los tiempos de la Republica BUDEBA EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES DA MAORNA es 7 occhides ——Quizds tarda? ? Tarai? de 201 ac Pexfodo medio? le Bacchi. Ante ‘des Menacchmi varias conjetu: 19) Mercator __Probablemente teaprana, Mites Glorions Alrededor de 205, aC Mostel Porte 2 191 2.6, 200 a. ¢. Taxco? opiado, Original griego Autor siponen que pertenece Ta Comedia. Modis) Demifilo la por algunos a Menan- {Contiene un verso que se encuen- tua en el Dis Exapaton, de Me ro) Clerumenoe Dif Synaristoset Menandro Desconecido Desconocido Deseonocido Emporos non Alan esconoctdo 2 (Se ugiere con frecuencia el afegos nas de ese nombre. ) Desconocido Carchedonsus Deseonocido Desconosido ? Adelphoe 1 Menanéro Thesaures ilemén Desconoctdo Scheata Desconecido este punto, considerar la naturaleza de y compararla com sus origenes. ‘A COMEDIA GRII La forma literaria de sitira politica, peculiat de Atenas, cono- cida como Comedia Antigua, termind con Ia caida de esta ciudad, en el aio 4042.C, En Io sucesivo la comedia debié buscarse otros temas y no los asuntos atenienses; los encontré en los problemas generales de la sociedad y, sobre todo, en la vida doméstica. Fue ain prolifica; sabemos de cincuenta y siete escritores de Ta llamada “Comedia Media” (404-888 a.C.), dos de los cuales escribieron mds de doscientas obras cada uno; y'de sesenta y cuatro de la “Comedia Nueva", de los cuales Menandro, Filemén y Difilo escribieron al- rededor de cien obras cada uno, De toda esta produccién poseemos les de fragmentos, es cierto, pero sélo dos obras completas —las ssiazusae (891 aC.) y el Plutus (888a.C.), de Aristéfanes, y si bien en el siglo que core hemos recuperado trozos considerables de cinco obras de Menandro debe admitirse, con palabras de Pic- kard-Gambridge (o. F. 152), que “los restos de las obras de Menan- dro son demasiado fragmentarios y In atribucién de los versos a personajes en particular es a veces demasiado insegura” como para resolver nuestras dudas. Las veintiséis obras latinas que nos que- dan constituyen, por cierto, muestras muy completas de Ia Come- dia Nueva®, pero la dificultad reside en distinguir entre lo que los traductotes latinos tomaron de sus originales y lo que ellos mismos agregaron. $i pudiéramos estar seguros, por ejemplo, de que las obras griegas se hallaban sujetas a la regia de los tres actores, }briamos entonces que todas las escenas de obras Tatinas que con- tienen cuatro personajes han sido alteradas por el escritor latino. Se supone comtinmente, ademés, que toda obra griega tenfa un pr6- logo y un coro, no vineulado con la accidn, y sobre todo, que esta- ‘ba légicamente construida, Estas suposiciones son todas cucstionablee. Podemos observar en Ja tragedia griega una tendencia a res- tringir los papeles hablados, en cualquier escena, a tres (aparte del coro). Sabemos que habia tres actores, y no se nos habla de un * Las tentatvat hechas para vineular el Amphitruo y el Perse 2 1a Comedia ‘Media carecen de base firme y deen tomarse con reser 37 en los registros amente todos parecen haber © haberse movido en In orquesta (id, Theatre of ver, In naturaleza del Antigua, Q inaciin volvid a ser un xOpos. Pero en las Ecclesiaznsae cl coro es atin importante por cuanto representa, con los actores, a Jas mujeres que, vistiéndose de hombres ante nuestros oj a la Asamblea y votarin por que el Estado quede en mi Jas mujeres (estas escenas nos fuerzan casi a aceptar que no habla ninguna barrera fis ién esencial dev los actores y el coro). En el Pl . Algunos manuscritos de estas dos piezas muestran aqui y allé el si “(actuacién) del coro”. Esto ha sido interpretado de di nera: 1) como lo que queda de una oda coral compuesta por Aris- téfanes que fue suprimida por algiin empresario o editor posterior a 4; 2) como in de Arist6fanes al director por Ia cual éste’ debfa cuya Tetra ma de estas dos in- ' veces oped parece ser lector que sintié la necesidad rear el coro (Pickard-Cambridge, y es concebible que la falta ién que hace tie muy Teldo 8 ‘serfan ambos adecuados para Ta leet, ya que tatan temas de interés general. 38 igno ond, los fragmentos de Ia Comedia Media wna banda de fa que se acercan por Ia calle y a les el personaje que habla al parecer desea evitar. Por lo iy quizis dos de estas referencias, van seguidas en los en Menandro, por la indicacién xopoB. En estos casos, apa- coro, y tenemos “una escena habi- jue los actores se hacfan humo ante la prox’ (Theatre of Diony i in embargo, parece seguro que siguieron representindose obras de Sdfocles y de Eurk ppides en Tas cuales el coro tomaba parte en Ja accién. Ademds, te: hemos pruebas de que en obras de fines del siglo tw los. actores pueden todavia dirigirse al coro, Aun en Menandro se supone que €l coro puede representar a los huéspedes que se encuentran ‘en una de I , ¥ Allison hace que Quert Epitrépontes, para evitar a un grupo de fa. el acto Tl entran a Ia casa de él como hués- re rristas, que al con pedes, La tink ca del coro Nueva. Puede ser que estuviera decli- nando para Hegar a su final ex de dramatis personae de que icin, y Ia vinica lista supérstite sponemos (en Hera, de Menandro) nemos pruebas de que en 279a.C, inclufa choreutae (Theatre of Dio- una oportunidad, a fines del siglo 1a.C., en un actor oémico, dos asistentes y cuatro - F, pag. 291, n. 6). Nueva poseia en ica se vincula con Jos dramaturgos roman: ripides se nos presentan modernos, la profusién de més Ia excena de recon Ignora ‘que es Habia_probablem ogo y la lista de “dra nombres los otros sesenta y tres drama onocemos de Eurfpid que observamos en la come: yen fa trama de ta Comedia’ eccién por obra de Euripides” (Pap, O ‘como creador del Tos temas en que Menandro tratd dos autoridades antiguas parecen oponerse una lo esto ast conviene recordar la famosa pregunta del presenta un largo trez0 de un prélogo pro: ‘extinina el método del prélogo y da ef argumento, £ suados todos los temas excepte recisado a buscar en ésta un asunte ra; Jo tomé del mundo que cas existentes. torn son necesarios en una co- pero, las convenciones atenfenses ofrecian aqui unt cultad aparentemente fatal. Las jévenes no aparecian en piiblico; res Jas casaban con hombres que nunca habian visto. Por nt hombre se enamoraba, debia ser de algu cal inferior, con Ia cual no se le permiti era. Costoso io of femes tosas y a veces sin corazdn, com que esclavos mntes array ° le al y forman uniones ilicitas de la Comedia puede tornar el feliz secreto de que la mi buena cuna, Las jévenes son ganarse cl amor de un hombre antes di su sexo y clase social, di nifiez; si hasta alcancar I iven en casa de sus ¥ se aventuran a asistir a una fiesta femenina nocturna, las asaltantes a los que no ven ni mn debe ser expésito, y aun asf la joven m: nada por su marido. Es satisfactorio poder ¢s jue Ia probabilidad de que un nino expés fs del ciento por ciento, que los niffos rap reconocidos y 1 los a padres buenos cho violador de una muchacha en un fes que luego la repudia por impudicia siempre resultan ser la persona, que la comprensién de Ja culpa conduce al remordi y el remordimicnto a la reconciliacién. 41 a capacidad para la farsa, pero afirma que jor s{ mismo para que sus obras sean dignas de admi- se tratara de “hermosos. poem: todos eseritos en los metros usuales de la declamacién excénica; smados metros “litieos” s6lo hay I dle Laber un esclivo de es a los naturales como st gracia Corpor educacién y disponer de actor de mimos en las y los derroté a todos, ine El gran favor que el mimdgrafo ex esclavo encontrd a una ver mids et gusto de los déspotas por los entre- 1 pueblo comin. Como era de esperar en el caso de pieras que en gran medida parecen. haber sido poco queda de los mimos de Siro. Hay dos fragmentos no muy iustrativos y un trozo de dieciséis versos que denuncia la extravagancia: de los romanos, citado por Trimalcién (Petz, 65, 8) como obra de’ Siro, pero'se ree actwalmente que ¢s itacidn de Siro compuesta por Petronio mismo y, lo mas sorprendente de todo, tenemos una vasta coleccién de dichos mo- rales y epigramas 2 , muchos de los cuales deben de os. Su alto ‘> sorprendia a Séneca%, quien observa que son mas dignos dle la tragedia que del mimo, Eviden- temente, os romanos gustaban de que se incluyera un elemento de gravedad aun en m 0s tales como © witari misero Longa; fell Brevert rinuestran que Siro tenia algo més eit st que las mimicae teptine y los chistes erba ad summam catieam spec- y mos ue estos verdaderos’ epigramas eran capaces de echar el teatro abajo (non uides.quemadmodum theatra dicta sunt quae publice adgnoscimus ‘et consensu. ueva esse teslamur?), Con Laberio y Siro Iegamos al fi - Quedan descriptas hasta aqul todas, las, formas, dramsticas conocidas en Ia escena de Ia época repiiblitina. eon el plan genetal de este libro, trataré-ahora de” dar-algunas expli Acerca de obmo se representaban y escenificaban estas obras, basando informaci6n, dentro de'to posible, en mismo de'la Repi 136 capfruLo XIX LOS PROLOGOS LATINOS ¥ SU VALOR COMO. DOCUMENTOS PARA EL ESTULO DE LAS CONDICIONES ESCENICAS Toilas las obras de Terencio y la mayor! i prologo. Los pertenecientes al primero contienen Jos. us enemigos; es claro, entonces, imo y que Teflejan las condi- ciones de sw pr fs tan claro, icamente a. una tepo- je la muerte de to al ser pre. dente que este prélogo es siquiera igualmente inebatible que al no fue traducida, del original griego, También parece posterior a smo exactamente en esos té Jos. prélogos plautinos nos permite afl senela de referes por su propi que aun en aliadidos p el prOlogo de Ia Casina, a un, periado na muy posterior a de: Plauto, “Son presumiblemente obra de. los empresarios, zpues ibitra -tenido oportunidad. 0 contemporineas: demostrati mano (pero véase Ci restabe activa y'son anteriores ata época 1, para ofrecerlo: a-un piblico 5 Fniena: dociimentacién em la: que res- de ‘imaginar que iidas del griego pre- ia apro- go sensato tomaria lo que los encontrase ‘Tenemos muy poca documentacién directa respecto de los pré- logos de la Comedia Nueva griega. Sabemos que los dioses apa- Ja necesaria informacién acerca iromene, de Menandro, contenia \ciado diosa Equivocacién, jono de este fragmento tinico es los espectadores estan miserva parte. iosa parece dar por sentado idos en Ia obra y no luto animar su narracién apelaciones, alusiones tépicas de cualquier un prdlogo “diferido”, 0 sea que no se lo pronuincia al comienzo de Ia obra sino después que ya se han representado algunas escenas, Es de tono tan sobrio como los prélogos expli- gunas someras referencias en Ia Comedia Media y Nueva! a tépicos éstas parecen ocurtir en los prélogos: tr: prélogo explicativo y de cuestiones afines. Los. prdl fo y de Terencio difieren enteramente de Io que acerca de logos griegos. La diferencia equivale a la existent entre informacién y propaganda, Los ex man a suponer que su auditorio esté interesado en Ia obra, Sus prOlogos estén destinados, sobre todo, a asegurarse oyentes que resten atencién, no hubiera servido, segiin 1 dramaturgo tenia que ganar_su te, una promesa de que la tépica, cualquiera de esas cosas podia ser efectiva. A’'su vex, resultaba en ocasiones mds adecuado no comenzar con un prélogo, sino ditectamente con una escena plena de vivacidad y efecto. Una solucién de compromiso consistia en dar la informacién necesaria en un prél ferido”, tal como it », donde hay refe- ‘ientes a hechos de 12 obra como para que lo conside~ mica y tener atento al pitblico mientras le impart macién. El problema a considerar era de que estratégica, i, Te era pos la teatral tales como el eq inmediata po los dos prdlogos de dad, ef dramaturgo se ve forzado a pregonar su mercancia: wr vacios todos los bancos, como mut a } Hecyra, de Terencio, Enirentado con tal hac comeedia; lepoe luducgu ridieula res ext 13-4), Tales promesas estaban destinadas a asegurarse el silen- encidn necesarios: ita ovie facetis fab (Amph,, 15; asi también Capt,, 54, Poen. ‘Los prélogos plautinos tenian por finalidad divertir, y no siem- pre hay que tomarlos literalmente. Por ejemplo, es suponer que Jas admoniciones dirigidas a las mujeres casadas, las nodrizas ¥ las cortesanas dehieran ser obedecidas, pero por lo menos im- plican que entre los presentes habia Los prdlogos de ‘Terencio no buscaban divertir, pero a vei i fan desorientar a Ios espectadores. DEsarnorto pe Los rastivates DRAMATICOS EN Roxta Todas las representaciones draméticas en Roma se oftecian como parte de un tuvieron vinculados con la religién del E lo y siempre conser 139 LA BHOBNA ROMANA Aparte de tos dl todos los ludi estaban a cargo wagaha el Estado, los magistrados que , y la entrada cra libre pata ales i Se Risiron Duractéa ‘seénios je Imperio En honor Titulo 3 1 Romani | Jupiter 2 Florals | Flora S Phebe | Jopiter { Apoltinares| Apolo 5 Megatenses| Gran Madre siglo ve | 864 a¢. | Bailes curuk| 419 Teepe. | sept 28 (anua |? coal. 28 aba Tes desde 28 abril | 8 mayo 173) 2a “tr 22 204 410 bri Los fes ofrecia simulténeamente. Tas carreras se realizabi nen un teatro improvisado, dios en cuyo honor se efec i 10 los ud spendifan necesariamente lice que los devotos 108 PROLOGOS LAvINOs ¢ reuniera tenia ia Ia pena entre- a de que tan grande desde el punto ones politicas se ve observa en la comedia jaber aumentado a siete w yet in Plauius, pig. 1). En el ia puede haberse representado ms de una pero con todo Jas oportunidades para dram: limitadas, y no es facil entender odmo se ganaban Ia fores durante las 51 semanas en que no actuaban. antiguos en Roma parecen haber ganado su magra teniendo al piblico y sirviendo a los poderosos, si se ofrecia ‘oportunidad, mediante el baile, el canto Bufonerfa 0 esc se lo permi su talento HI XX LA ORGANIZACION DEL TEATRO ROMANO En el intervalo que media entre Ia redaccién de una obra y su aparicién en escena hay mucho que hacer. Acerca de la orga: nizacién del teatro romano primitivo tenemos pocos detalles; casi guarda sil ‘Terencio es evasivo y Ios eseritores post pueden no haber conocido los hechos, Entre el dramaturgo gente que anhelaba vender su obra, el piblico general que deseaba divertirse si alguien 10 pagaba y e1 magistrado ambicioso que es- taba dispuesto a suplemeniar la asignacién estatal (lucer) con sus propios recursos, cl vinculo esencial Io constitufa el productor y actorempresario. Un hombre tal era Ambivio Turpién, que pre- sent las obras de Terencio, Compré las comedias de ‘su propio peculio® (pretio emptas meo, Hec., 57), aunque esperando sin duda recuperar Ta suma con el dinero que le pagaran los magis trados (Eun., 20). En un prélogo escrito para él por Terencio ) s© precia de haber animado a Cecilio a presentar sus obras, pese a It actitud desfavorable del pablico. El debe de haber sido actor que promuncié el prélogo del H.T. Tiene tun tono de dignidad y autoridad, como hombre consciente de haber ayudado a dramaturgos que luchaban por abrirse camino, que no used la mera ganancia, sino que hasta. corrié viesgos financicros ara favorecer ‘0 en beneficio del pitblico. No sabemos qué clase de trato hacta el empresario con el dra- por un lado, y con los magistrados, por otro, El punto después de vender el Epidicus. “Aunque smo, no puedo soportarlo wee el papel (principal).” Esto stigiere que se hi nes de obras de Plauto durante su vida, pero sobre las Wr (Latin Pleudepigraph, pig. 42), 18, por Ios elles~ a mi propio precio” su vieja obra tan Un cargo tal traet lo presumiblemente eo vendlin o cei a alan yercial, Algunas obras, ¢s ‘9 para un empresari Tos prélogos de Terenc pero se los conservé como parte ¢ {que las obras teatrales, como el tes Tas nuevas no tienen val ‘ocho mil sestercios, ¥ q Salen, tal gs renee sido entonces menores, En eben de, ae resin pobre en compari, que ganaba anualmente el actor Ros dice que el fracaso signi era casi el tinico ye produjera un nambre para él. ganarse Ta vida con Ia pluma, es A DSOENA RoMANA eae Hea aeeamterres irae i vas de recobrar sus bienes, % actores se Hamaban habitualmente histriones; i pe degen in, ng oer ani re ‘aban organizados en una compafifa (erex, caterua), Se una época en que los jévenes ciudadanos de ae 0 9 sabemos que el actor ebmieo Ro Sila To hizo eabllero 7 Ciceron To consent fogs nador. Se ha inferido Ja: obra Jo sumo ico Esopo, dejé una clos. Evidentemente Ia pro- ia por si misma una barrera para el agudo contras J de un actor comin de tragedia 0 1 hecho mismo de que los sctores la bajo un. dominu sug esclavitud, Por. supe ‘Mio Podian repre. ® actores necetran algtn amo se gunaran In vida animanda para quitarse Tas rop: igo y lo: que actuaron mal serin cast 'e, pero no podemos imaginar con fa era, por ejemplo, em el teat idad creciente del auditorio romand debe de haber a degradar el rango de quicnes representaban para divertir io dice que en 167 aC. los eminentes mis yeontraron que la manera mis tia en emprendet a ese au griegos reunidos en el escenario directa de agradar a la multitud c Se dice a menudo que en Roma las compaiiias eran més gran- des que en Grecia. No parece haber prueba de esto, excepto Tas ‘observaciones de gramiticos tardios’, quienes quizi pensaban en Tas catervas que salfan a escena en los especticulos de fines de la época imperial. La tradicién eset en Grecia el niimero de actores adiestrados Debido al uso que Jos griegos haclan de la més- actores romanos més de una parte *, s6lo es posible afirmar que las obras latinas idas de modo que una compania de cinco actores ejercitados (ayudados ocasionalmente por gesticuladores) podia re cenalquier escena de una comedi ‘La competencia entre las diferentes compafifas era aguda; cada smibro de un conjunto entonces incitado a rendir el mé- as a recompensas otorgadas @ compafifas 0 to también a desleales solicitacio- agrar tales recompensas, Los textos 10 ubicaban a sus partidarios por todo el teatro, con laudir en el momento justo, y nos dicen ademds pedidos en persona o por carta, y aun tentativas de sobomar a los magistrados. Graso | curul en 211 a.C., fue el primero, segin se dice, en ofrecer coronas de oro y plata, Tetencio (Phorm. 9, 10) su- giere que una buena actuacién podia proporcionar inmerecido éxito 1A BSCBNA ROMANA a una mala obra; Plauto observa que una interpretacién deficiente puede arruinar una buena obra (Bacch., 214-5). En todlo drama griego y romano estaba presente un elemento musical. La Comedia Nueva griega lo habia reducido, pero no eli- minado (ocurre en el did ‘Menandro, asi como en las dan- zas corales), y en la escena latina aumenté hasta tal punto que re sulta dificil concebirlo. Gran parte de Ia mayorfa de las obras latinas se declamaba con acompafiamiento musical. El miisico tena dos flautas, cada una de cincuenta centimetros, unidas a su boce por una banda que le rodeaba Ja cabera, dejéndole libres las manos para manejar las Haves. Las flautas se Namaban pares si eran de la misma longitud e impares si una era mds larga que otra. Se supone que con una el miisico tocaba la melodia y con la otra un acompa- Aamiento *. Tales flautas se han encontrado en Pompeya, y tenemos flustraciones que muestran al miisico en escena, de ple entre los actores y acompaffando sus palabras, De toda la riqueza de metros que encontramos en las obras de Pleuto s6lo uno —el senario ydm- ico se utiliza en Tas partes habladas sin acompafiamiento musi cal **, Asi en el Stichus, de Plauto, cuando los esclavos estin cele brando una fiesta y deciden invitar al miisico a beber con ellos, el metro cambia y se usa el septenario ydmbico por siete versos (762 8), mientras bebe el tibicen. Una nota preliminar i antiguo manuscrito dice que Ia mtisica del Stichus Tn “compuso” Marcipor, esclavo de Opio. Quizt hay vex compositor y ejecutante, Flaco, esclavo de Claudfo, “compuso” Ia mtsica para las obras de Terencio, El tibicen debe de haber tenido una considerable capacidad de memoria; cada “parte” importante, segiin parece, tenia su miisica tradicional, y tan pronto como el tibicen atacaba Ia ober- tura los conocedores sabfan qué personaje estaba por aparecer Se dice habitualmente que en la escena romana s¢ utilizaban ‘antores adiestrados queinterpretaban los cantica o canciones, mien- tras el actor acompafiaba las palabras mediante gesticulacién. Esto parece haber surgido de una confusién entre Ia pantomima y el dra- ma propiamente dicho, que ocurre en Ia explicacién de Livio™, Si se trata de separar de esta manera las partes habladas de Ias cat tadas, la comedia latina, tal como la conocemos, se torna irrepresen- table. Debemos suponer que los actores no sabjan “cantar” (en cu Rechata este punto de vista el Oxford Classical Dictionary (sv. "i... algin mecanismo....permitia que Tos tubos sonaran spa atabos insirumentos pueden haletse ‘comblnado. para produair una escala mat fextensa”. ** Deberlamos quizts agregar que los omanos no distingulan tan netamente como nostrs entre hablado y tantido; véase el capitulo XXVI. * Cie, Acad, I, 20, prime inflatu iva de panting? 146 . | | 1A ORGANIZAOION DBT, MRATRO ROMANO resulta. incompatible dial en esta Ios prélogos de la existe Pregonero (pracco) puede ha- ber sido requerio a vecs para per cena alte ese he representacién (Poen., 11). El dissignator (Poen., 19.20) indicaba a Ja gente su asiento. Los conquistores (Amph., 68) vigilaban que se mantuviera el orden, pero quizi éte no fuera un eatgo regu. De: be de haber habido carpinteros, tramoyistas, encargados de Ia lim: pieza y otro personal semejante, que podlan quizd ponene una mascara y un vestido y tomar a su cargo una parte “muda” en un momento de apuro. Con el curso del tiempo se necesitaron, hom. bres para operar el teldn; a éstos les daban la sefial los que contro. laban el tiempo, seabillarii*, golpeando en el piso con sus zapatos de madera, especialmente disefiados. Un funcionario de mayor rango a fines de In Reptiblica era el censor de obras teatrales. Puede ser que en épocas anteriores se et: cangara a los magitrados que patrocinaban Ia sepresentaciin. ett blecer que la obra por exhibir no contenta nada ofensivo, El prélo- go del Eunuchus habla de una representacién preliminar dada en presencia de los magistrados y de ciertas personas interesadas, tales como el rival de Terencio, Luscio Lanuvino, Aunque nada indiqute en este pasaje que una funcién previa fuera en modo alguna un rx: pesiente desecastumbrado, no tenemos ots veltenciag’s tal rte ica. Quizé las eriticas reiteradas a los métodos de ‘Terencio bayan inducido a los magistrados, en esta ocasién, a so) nnidad de ver la obra antes de que se Ia mostrara No es facil establecer si se hacia saber al piblico de una representacién, En época posteriar se exhibian noticias des- criptivas de las diversas atracciones que se ofrecian en los juegos. Algunos de los prélogos de Plauto parecen dar por sentado Que el piblico no sabia el nombre de la obra que se iba a representar ni €l de su autor griego 0 adaptador latino. Terencio, por el contratio, no considera necesario dar su nombre en los prdlogos. En el. pré. Jogo a H. 7., luego de anunciar el titulo, dice que agregaria su nombre y el del atttor griego si ya no los conociera la mayorla. del auditorio. Parece, por cierto, que hubo bastante discusién pliblica antes de la aparicién de cada una de Jas obras de Terencio, Cuales quiera hayan sido Ias noticias previas expuestas, no puede darse por seguro que las hayan visto todos Jos miembros del anditorio, Ya me he. ref ia observacién de Cicerén de que 10s compases * Vente “7 LA TSOBNA ROMANA injciates de Ta obertura musical indicaban a los conocedores, nombre del personaje por representar. plica que ni estos mony ublico comén sabfan de antemano qué personae 8 ST il i aguro es que en iz €poca imperial se nformaba 69 Port Biey penaaban concurrt al teatro, mediante avisoy pity ‘pldaspiblicas, que si acudian a Tos juegos on oS mate ® para protegerse del sol y Wuvias * de agua perfumada para mitigar Ja atmésfera sofocanis, Bn forma similar, Pomme parece caro por los prélogos de Piauto que, no 1 Bt funmias destinados a ayudar a los espectadores 286507 obra, Ovi Brame a de programas que podian obtenerse ef 1as carvers ci daa eesge jpegos gladiatorios, y como mediante el uso NABH de cee ale un joven entablar relacién con la muchacha de) asiento elles opera nd tenemos prucba de que se hayan utilizado Mon rere eer, "En la époct imperial habia billetes que indicaben nel tenure, Trustee ef espectador ""; quicd Tos tuvieran clertoe pi sencfados, Ta reserva de asientos% para senadores yp tarde) vient na prtica habit desde Ta. época ‘publieana Gi parece haber provocado gran malestar entre Tos cexcluidos del privilegio. « terecio (V, 7583) menciona Tos veldimagnificanente enloreaday, Ser, GY, 89 eal aja el vesplandor del vol relzaban el efecto 12, y Bieber, Theater fps, 435-7 TOS EN EL TEATRO ROMANO Imaginémonos asistiendo a una representaciOn, en, eine de plauto ede Terencio y dejemos vagar nuestra ri Flaw "camponia de dos partes principales: la seaend y 1 cat or actores y la segunda para los espectadores. To Ta cauea ¥ preguntémonos qué clase de uby cain se proven & Jos espectadares y qué puede saberse respect de étos. “Teperamos desde el comicnzo con wna difieultad: dhabie asien: tos para'lon espectadores? Ritchl lo negaba basndose. 60 pasaie 10s PS Abin XIV, 20), y. por consiguiente, considera) todas. 9 referencias we cneventran en los prologos como a 8 cago podian haberse escrito antes del aio 145 2.0 ire tech no encuentra apoyo, en general, en Tt acta 1d (wdase el apéndice A). At (sdase | apemen cuenta en este punto wna camtidad de ree, rodeos elo’ a axientos en Tos teatros de Ja primera malted del Hglo m a.C, Segdm el, ext 394 se asignaban asenios ‘especiales los 1 Ser consul Lépido ordené Ja construccion de coasto y escenario” cerca del templo de Apolo (Wieato” et pros: “teatro y Gpallins); aqul Ja palabra theatrum denota,, ore 1 Gqicgo, el euditortum, que los romanos lamaban coves En 17 Tos ericgo, lemprendieron 1a construceiOn de un escenario oe ville censores emiPigintrados cuando quisieran. ofrecer espectictios <1 el rarian lgeaenam accilibus practoribusgue praebendam) Pe re tae eperece haber sido slo ona estructura temporary En 155 Diem data, pare ro. de pedra que comenz® a ser levantago so) net pero 1a oposcion Puritana, encaberada Pot ¢ e6nsal Naudea’no sBlo obtuvo la destruccién de este teatro sign tiempo la habitual ereccién de tsibunas nsientos i cspucladores, quienes ae vieron entonces for sspermanecer de pie (Livio, Bpit., XLVIN). We a cexigié un Wom sy permanente de picdra hasta ia construccié® 1c) de Pompey en 55 aC. A} era documentacién potlemos quirs co prender por qué hace procamar a los tradicionalistas per 149 LA BSOBNA ROMANA tinaces de la época de Nerén que en el buen tiempo viejo, antes de la construccdn del teatro de Pompeyo, tanto el escenario como Ia plat ‘ido meras estructuras temporarias, y que en époct anterior ain los espectadores estaban forzados a permanecer de pie “para evitar que, st se les permitia sentarse, se pasaran dias enteros hharaganeando en el teatro’ MEI teatro romano se habla atrafdo, desde época temprana, las soxpechas de Ios ciudadanos respetables, Una tentativa de aplacar fstt oposicién puritana puede verse en el prélogo y el epilogo de Gaptivi.. A Tos ojos de tales enemigos del teatro, la ereccién ora sional de una estructura temporaria, a ser demolida despuis de Ta terminacién de los juegos, era una cosa, y 12 construccién de un teatro permanente de’ piedra otra totalmente distinta. El proyecto de construir el Theatre Royal en Bristol, en el afio 1764, encontré Ja oposicién de tos cudqueros y de os metodistas, basada en el temor de que “difundiera hdbitos de haraganeria, indolencia y corrupcién fa tmvés de toda esta ciudad, otrora industriosa”. Pero no, puede haber duda de que el publico de Plauto y de Terencio disponia de asientos, por mAs limitada que haya sido su indole, Nora Sonn 108 TEATROS GIRATORIOS DE CURION Plinio el Vijo (N. Hf 36, §§ 116-120) da una explieactn elreanstanc tos dos teatros de madera construides fondo contra fondo por Gayo Cusi 50 a.C, que en un momento dado ghaban sobre sus ejes (mientras Ios expec fadoves seguten ocupando. sts aelento), de modo de enfrentarse sobre el ‘metra en forma de um an ‘Me parece que esta expliecién, rechazada por PAW. (ex. amphitheatrum), implica una imposibilidad geométricn, asl como pro: Diemas de ingenieria que dejan perplejos a los téeicos del silo xx. For det. te rechazo attoja alguna dida sobze la desripeién que previamente hace IIA.) del teatro de Bscatro, con su edifcio eactnico de tres pics y 190.000 asientos, En cuanto a Ia referencia de Plinio (5, $§ 8) a In escena fandio Polvo. (el edi de 99 a.C2), euyn decoracion en perspectiva ia que los cuervos creyeron que 128 teas plntadas erzn reales, st ar ta ott documentaciin de que disponemos, seg le lgnificaba meramente la decoracién del ei tecénico (rease Val. Méx., 2,4, 6 y més abajo, pA. 254). cartruvo XXII LOS ESPECTADORES ‘Todas las clases iban al teatro. EI espectaculo lo ofrecian los magisttados. Livio habla de lugares especiales que desde 194.a.C. se Feservaban pata los senadores. 1 prélogo del Poenulus contiene fadmoniciones 2 las mujeres casadas (rialvonae), nodrizas con sus nifiltos, prostitutas, esclavos (a Jos que estaba’ prohibido ocupar rsientos), Iacayos (bedisegui, asistentes de los magistrados (licto- tes). Que habla mujeres presentes lo testimonia también Terencio (Hee, $5) *. La entrada al teatro era libre; los billetes de la Epoca imperial (que indicaban dénde deban sentarse sus posesores) quieds fueran todavia desconocidos. Una multitud tunmultuosa de toda edad y condicién y de ambos sexos afluia al teatro en busca de diversion y excitacion, gritindose entre ndo, rifiendo, Iu- chando por Ios asientos, EI Estado, que tenfa un ofdo tan suspicaz para lp que se decin en escena, parece haber hecho pocas tentativas, eeningunb, para controlar la” condu fo. Los ujieres (dissignatores) pueden haber contribuido a mantener el orden, peto el dramaturgo ¥ los actores sabfan que quedaba Jibrado a sus man- fomunados esfuerzos asegurarse un auditorio para Ia obra, pues nadie més Ios ayudaria. En el teatro modemo pagamos Ia entrada, y tenemos una in- clinacién natural a resarcimnos del costo del billete. Nos ubicamos fen Ia sala y olvidamos el mundo exterior. Las Tuces artificiales man- tienen nuestros ojos y pensamientos concentrados en el escenatio. En el teatro romano primitivo las cosas ocurrlan muy de otra ma- nera. Los espectadores podian descubrir que habia por allf cerca atracciones en competencia con el teatro. La primera representa Gidn de In Hecira fracas6 porque 1 piblico estaba més interesado en un fundmbulo y en una pareja de boxeadores. La segunda, luego Ge un comienzo promisorio, fue interrumpida por el rumor de que estaba por comenzar un especticulo gladiatorio. ‘Aparte de la reserva de lugares especiales para Tos senadores, + Vitruvio.(¥, If, 1) dice que “durante 1a repretentacién cludadanos con rus esposas e hijos permanecen sentados gozando del especticulo” 151 | La BsonwA noMANA que comenz6 regle parece haber sido que podian jientos delanteros * se la, y no es soxptendente que w de pi declare que mo se va a reventar los pulmones por nadie (Capt esperar que Tos espec En ver ede abastecimiento de refrescos en 0 (Poen, 6-10, 80-1) que no hay nada para si- facer su apetito, excepto la obra misma, Fuera del teatro, se ocupaban de sw negoc 4 los lacayos (Poen,, 40-8) quehag. relrescos t recor ; aparentemente, esta. costumbre no xi ma. Qu jee? que a Augusto le chocé que un eaballero bebiera en el iuando. yo. quiero beber, Emporador no teme to en las antes que comenzara Aun despu 3; los espectadores 8 como en la obra. La Hegada 152 Oi] carirexo XXL EL ESCI VARIO Y LA CASA DE LOS ACTORES ‘Nuestras ideas acerca de Ia apariencia del escenario plautino deriv ‘medida, de los restos atin visibles de los teatros Impevais ls ustraciones disponibles que datan de It misma po, cay la deseripeién escrita por Vitrubio en tiempo de Augusto, iri arc eg eden a eae teza que el teatro de la época imperial era ornado, asi como es muy probable que el plauting fuera simple, Basindome en Ja dacumen- tacién de las obras trataré de describir el atreglo mis simple con ellceallesthabiccang petite veer Targets ates El rasgo esencial del teatro romano desde Ta época mis a cra el escenario de maclera; Plauto le llama! scaena 0 proseaenium y In expresién latina correspondiente a “festival dramitico” ¢s Iu Seaenick. Quiris no estuviera a mis de un metro cincuenta de al tara, pero puede haber sido, aun en época de Plauto, de con rable ancho y cierta profundida de asientos. quedal no, que eorreypontia en de danza, lamado espacio I is generales a la orquesta griega, o “pis orchestra por Jas generaciones romanas posteriores, pero. no ul zado normalmente por los actores romanos; aqui’ se colocaban a veces algunos asientos portitiles para expectadores distinguidos. Des- de Ta orquesta Mevaba al escenario un corto tramo de escalones, mente destinado a servir a cualquier persona del pitblico aparecer en él_(como las prostitutas, a. qui lo en Poen., 17-8), pero no parece que 10 ores en Ia representacién de una obra. Detrds del escenario se levantaba Ta casa de Ios actores 0 ves cuya pared frontal constitufa el fondo permanente de aq) A ambos Iados quedaba cerrado por las alas de la casa de los act {Serna pune star 1) Ig conamucons que s ballan nt ecm int x el eee ep un det pt ‘sel 154 BL BOOBNARIO Y LA 04HA DE LOS ons tores, que se proyectaban lateralmente. La pared del frente de casa presentaba tres aberturas dotadas de puertas de dos hojas, que normalmente se mantenian cerradas. A ambos Iados del escenario tun pasaje abierto o entrada lateral conducia al ala lateral (Vitru- vio lo Tama aersura) de Ia casa. Por Jo tanto, los actores tenfan cinco medias de comunicacién entre el escenario y el vestuario: Jas tres puertas del fondo y Tas dos entradas Iaterales. Las puertas deben de haber sido de construccién sélida, pues tenfan que aguantar buenas dosis de fuertes golpes. Aparte de las puertas, cl fondo del escenario era, segtin parece, una pared de madera en blanco. La casa tenfa escasa altura y un techo practi existia ain techo sobre el escenario), En Amph., 1008, amuncia si intencién de trepar al techo desde dentro de Ja casa para apattar a Anfitrién de 12 puerta vaciindole una olla en Ta cabera. El tinico objeto que se vela permanentemente en el escenario cra el altar, que figuraba en tantas obras. No habfa probablemente ‘min utilerfa eseénica y no se intentaba adaptar Ja puesta en escena de una obra en particular o de Tas escenas de una obra, No exis- ta el teldn; el fondo del escenario, tal como era, quedaba perma- nentemente expuesto a la vista *. La tiniea documentacién de que disponemos sobre estos asin- tos es el texto de las obras, es decir, las palabras que los dramatur- fos ponen en boca de sus’ personajes. No tenemos prucba directa acerca de cémo se escenificaban efectivamente esas obras. La res ponsabilidad de Ia puesta en escena y Ia presentacién no correspon- Gian. al deamaturgo sino al actorempresario, Aquél estaba fami Tiarizado con las condiciones generales de la escena contemporinea, pero no poseemos evidencia de que instruvera al actor-empresario Tespecto de cémo debian presentarse determinadas obras en_patt cular 0 excenas de obras. Me parece falaz arzumentar, sobre Ta hase de una referencia particular encontrada en una piera, que hubiera algo fuera de Yo habitual en el modo de escenificarta efectivamente, sea en Ia primera presentacién 0 cuando s¢ la renonia. EY ac empresario tenfa sin duda sus propias ideas, que pueden no haber sido Ins del Jas de otros empresarios. Slo nodemos pretender fijar Tas con: i jones generales necesarias para la repre: Sentacidn de las obras latinas de que disponemos, awe no contienen ( auizds munca contuvieron) indicaciones escénteas, como no sea Jas implcitas en Tas palabras puestas en boca de los personajes. + Vase et apéndice B, Virovo (V, v7) observa que os mstns se vole= sian hata las putts del teario ado dewaranobfenee On superior, oat Eilkchtmente ls puctas ern aim de madera en sv por, aunque ol ret del ico xeric ets ya constraido en pict, 155

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