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El Cánon
El canon es el importe periódico que el tomador debe abonar al dador como
contraprestación por el uso y goce de la cosa, durante el plazo de utilización del bien. Es
una suma de dinero pactada por las partes. Constituye un elemento tipificante del contrato,
ya que al ser oneroso necesariamente tiene un precio.
Las partes tienen completa libertad para convenir el monto del canon. Se admiten diversos
métodos. En general, el canon se integra con diversos rubros como: a. valor locativo; b.
valor de amortización; c. costo financiero; d. los riesgos inherentes a la conservación del
bien; y e. gastos administrativos y servicios.
Debe ser cierto y determinado en dinero y se distingue —por la pluralidad de rubros— de
un mero alquiler, propio del contrato de locación. Respecto de la periodicidad, también el
criterio legal es flexible, está librado a la autonomía de la voluntad de las partes y se pueden
pactar cuotas iguales o escalonadas en forma creciente, decreciente o alternada, mensual,
bimestral o trimestral y todas aquellas opciones que no desnaturalicen el contrato.
ARTÍCULO 1230.- Precio de ejercicio de la opción. El precio de ejercicio de la opción
de compra debe estar fijado en el contrato o ser determinable según procedimientos o
pautas pactadas.
El artículo hace referencia al valor residual, que es el importe que debe pagar el tomador
para el caso de ejercer la opción de compra, otro elemento tipificante del contrato. Esta
norma indica que el precio de la opción de compra, o bien debe estar fijado en el contrato, o
bien debe ser determinable según procedimientos o pautas pactadas en el mismo.
Constituye un verdadero contrato de opción, del cual nace para el tomador un derecho de
opción que obliga al dador, no solo a cumplir el contrato de compraventa, sino de
abstenerse de celebrar con terceros otros negocios que puedan afectar ese derecho durante
el plazo del ejercicio de dicha prerrogativa. Se otorga a las partes una gran libertad y
autonomía para fijar esta opción de compra. Sin embargo, además de ser cierto y
determinado, el precio debe ser razonable, existiendo una relación entre el precio por el uso
del bien y el precio por la compra. La falta de determinación de la opción de compra hace
nulo el contrato, al igual que si se lo deja al arbitrio exclusivo de una de las partes.
El contrato de leasing debe inscribirse por ante el Registro correspondiente para resultar
oponible a los acreedores de las partes (a terceros). La inscripción registral genera la
publicidad necesaria y suficiente para resultar el contrato oponible a terceros, pudiendo
incluso, ser invocado por las propias partes ante los acreedores de la otra.
Por la finalidad y funcionamiento del leasing, en especial, la protección de los derechos que
el contrato confiere al dador y al tomador, resulta indispensable que los terceros,
especialmente los acreedores de las partes, conozcan la existencia del contrato. La norma
otorga a los acreedores del tomador la posibilidad de subrogarse en los derechos de este
para ejercer la opción de compra, pagando el valor residual que se haya estipulado en el
contrato, en el supuesto en que el tomador no lo haga, sin perjuicio del carácter facultativo
que tiene esta opción de compra.
ARTÍCULO 1238.- Uso y goce del bien. El tomador puede usar y gozar del bien objeto
del leasing conforme a su destino, pero no puede venderlo, gravarlo ni disponer de él.
Los gastos ordinarios y extraordinarios de conservación y uso, incluyendo seguros,
impuestos y tasas, que recaigan sobre los bienes y las sanciones ocasionadas por su
uso, son a cargo del tomador, excepto convención en contrario. El tomador puede
arrendar el bien objeto del leasing, excepto pacto en contrario. En ningún caso el
locatario o arrendatario puede pretender derechos sobre el bien que impidan o
limiten en modo alguno los derechos del dador.
Este artículo es consecuencia lógica de los principios que rigen el contrato de leasing, en
virtud del cual el tomador no adquiere la propiedad del bien objeto del contrato, sino su uso
y goce, que debe ser conforme a su destino o en la forma convenida en el contrato
Este derecho personal constituye la causa fin del contrato. Además de las obligaciones
propias del contrato, el tomador tiene ciertas prohibiciones en materia de disposición del
bien. Así, se le impide vender, gravar o disponer del bien. Si lo hiciera, debe responder por
los daños y perjuicios. De acuerdo con Lorenzetti, el dador podrá iniciar acción
reivindicatoria contra el tercero, solicitando el secuestro de la cosa. El tomador debe
mantener el bien en buen estado de uso y conservación. Por ello debe abonar los gastos
ordinarios y extraordinarios de conservación, incluyendo seguros, impuestos y tasas que
pesen sobre el bien, así como las sanciones ocasionadas por su uso, excepto convención en
contrario de las partes. Como consecuencia de este deber, el tomador tiene la obligación de
facilitar al dador la inspección del bien, ya que él mantiene la propiedad y, en función de
ella, tiene derecho a controlar si el tomador está usando el bien conforme su destino. El
tomador tiene legitimación para arrendar el bien objeto del contrato, excepto pacto en
contrario. Este precepto resulta razonable en virtud del derecho personal de uso y goce,
pudiendo percibir los frutos del arrendamiento, industriales, naturales o civiles. Sin
embargo, el locatario o arrendatario no puede pretender derechos sobre el bien que impidan
o limiten en modo alguno los derechos del dador.
ARTÍCULO 1240.- Opción de compra. Ejercicio. La opción de compra puede
ejercerse por el tomador una vez que haya pagado tres cuartas partes del canon total
estipulado, o antes si así lo convinieron las partes.
La opción de compra es un elemento esencial del contrato de leasing. Consiste en la
facultad unilateral del tomador de adquirir la cosa o bien. El dador no puede oponerse a su
ejercicio ya que prestó su consentimiento al celebrar el contrato.
La opción de compra es un verdadero “contrato de opción” (art. 996 de este Código) que
obliga al dador a cumplir el contrato de compraventa y a abstenerse de poner en riesgo la
opción celebrando con terceros contratos que puedan afectar este derecho, mientras la
opción se encuentre vigente. Este artículo establece el momento en que puede ejercerse el
derecho de opción, que puede quedar librado a lo que convengan las partes en el contrato.
A falta de acuerdo respecto del plazo, la norma establece que la opción se podrá ejercer a
partir del pago de las tres cuartas partes (el 75%) del canon total estipulado, pero también
podrá hacer uso hasta antes del vencimiento contractual.
Leasing inmobiliario
ARTICULO 1248: Cuando el objeto del leasing es una cosa inmueble, el
incumplimiento de la obligación del tomador de pagar el canon produce los siguientes
efectos:
a. si el tomador ha pagado menos de un cuarto del monto del canon total convenido, la
mora es automática y el dador puede demandar judicialmente el desalojo. Se debe dar
vista por cinco días al tomador, quien puede probar documentalmente el pago de los
períodos que se le reclaman o paralizar el trámite, por única vez, mediante el pago de
lo adeudado, con más sus intereses y costas. Caso contrario, el juez debe disponer el
lanzamiento sin más trámite;
b. si el tomador ha pagado un cuarto o más pero menos de tres cuartas partes del
canon convenido, la mora es automática; el dador debe intimarlo al pago del o de los
períodos adeudados con más sus intereses y el tomador dispone por única vez de un
plazo no menor de sesenta días, contados a partir de la recepción de la notificación,
para el pago del o de los períodos adeudados con más sus intereses. Pasado ese plazo
sin que el pago se verifique, el dador puede demandar el desalojo, de lo que se debe
dar vista por cinco días al tomador. Dentro de ese plazo, el tomador puede demostrar
el pago de lo reclamado, o paralizar el procedimiento mediante el pago de lo adeudado
con más sus intereses y costas, si antes no hubiese recurrido a este procedimiento. Si,
según el contrato, el tomador puede hacer ejercicio de la opción de compra, en el
mismo plazo puede pagar, además, el precio de ejercicio de esa opción, con sus
accesorios contractuales y legales. En caso contrario, el juez debe disponer el
lanzamiento sin más trámite;
c. Si el incumplimiento se produce después de haber pagado las tres cuartas partes del
canon, la mora es automática; el dador debe intimarlo al pago y el tomador tiene la
opción de pagar lo adeudado más sus intereses dentro de los noventa días, contados a
partir de la recepción de la notificación si antes no hubiera recurrido a ese
procedimiento, o el precio de ejercicio de la opción de compra que resulte de la
aplicación del contrato, a la fecha de la mora, con sus intereses. Pasado ese plazo sin
que el pago se verifique, el dador puede demandar el desalojo, de lo que debe darse
vista al tomador por cinco días, quien sólo puede paralizarlo ejerciendo alguna de las
opciones previstas en este inciso, agregándole las costas del proceso; d. producido el
desalojo, el dador puede reclamar el pago de los períodos de canon adeudados hasta el
momento del lanzamiento, con más sus intereses y costas, por la vía ejecutiva. El
dador puede también reclamar los daños y perjuicios que resulten del deterioro
anormal de la cosa imputable al tomador por dolo, culpa o negligencia por la vía
procesal pertinente.
Este artículo establece el procedimiento legal ante el incumplimiento de afrontar el pago
del canon por parte del tomador en el contrato de leasing inmobiliario. Se prevén una serie
de efectos progresivos a favor del dador, producto de este incumplimiento, teniendo en
cuenta lo que efectivamente haya pagado el tomador.
Si el tomador ha pagado menos de un cuarto del monto total convenido La mora es
automática y el dador tiene la facultad de demandar el desalojo del inmueble. Debe dar
vista al tomador por cinco días. Él, frente a esta vista, que —en realidad— es un clásico
traslado de demanda, puede probar documentalmente que ha pagado los períodos que se
reclaman o paralizar el trámite, por única vez, pagando todo lo adeudado con intereses y
costas. Si no asumiera alguna de estas dos conductas, el juez debe disponer el desalojo sin
más trámite. En los casos de leasing de consumo, la norma debe ser aplicada de modo tal de
asegurar el respeto a lo establecido en el art. 42 CN y lo regulado en el art. 1092 CCyC y
ss.
Si el tomador ha pagado un cuarto o más pero menos de tres cuartas partes del canon
convenido También en este caso la mora es automática pero el dador debe remitirle una
intimación extrajudicial requiriéndole los cánones adeudados. El tomador, ante ello,
dispone de un plazo no menor a sesenta días, por única vez, para cancelar lo adeudado, más
sus intereses. Una vez transcurrido este plazo el dador tiene la vía libre para demandar el
desalojo, debe dar vista al tomador por cinco días quien, en ese plazo, en el marco ya de un
proceso judicial, podrá: 1. pagar lo adeudado con sus intereses y costas, siempre y cuando
no haya recurrido al procedimiento con anterioridad, logrando con ello, la paralización del
proceso; 2. demostrar documentalmente el pago de los cánones reclamados por el dador; 3.
ejercer la opción de compra, si no hubiera cláusula contractual en contrario, más los
accesorios legales y contractuales. Si guarda silencio el juez dispondrá el lanzamiento del
inmueble sin más trámite.
Si el incumplimiento se produce después de haber pagado las tres cuartas partes del canon
La mora es automática y se aplica un procedimiento extrajudicial similar al caso anterior.
Solo que se amplía el plazo de interpelación en noventa días corridos, siempre y cuando no
haya recurrido con anterioridad al procedimiento. En caso de silencio del tomador, el dador
podrá demandar el desalojo, con la misma modalidad y alternativas que el caso anterior, a
cuya lectura se remite. En este caso, producido el desalojo, el dador podrá reclamar el pago
de los períodos de canon adeudados hasta el momento del lanzamiento, con sus intereses y
costas, por la vía ejecutiva. También la norma faculta al dador a reclamar los daños y
perjuicios que resulten del deterioro anormal de la cosa imputable al tomador por dolo,
culpa o negligencia por la vía judicial pertinente. Frente a esta facultad que la norma otorga
al dador (vía ejecutiva más daños y perjuicios), debe tenerse especialmente en cuenta, de
resultar ello pertinente, lo dispuesto en el art. 1092 CCyC y ss.
ARTÍCULO 1249.- Secuestro y ejecución en caso de muebles. Cuando el objeto de
leasing es una cosa mueble, ante la mora del tomador en el pago del canon, el dador
puede: a. obtener el inmediato secuestro del bien, con la sola presentación del contrato
inscrito, y la prueba de haber interpelado al tomador por un plazo no menor de cinco
días para la regularización. Producido el secuestro, queda resuelto el contrato. El
dador puede promover ejecución por el cobro del canon que se haya devengado
ordinariamente hasta el período íntegro en que se produjo el secuestro, la cláusula
penal pactada en el contrato y sus intereses; todo ello sin perjuicio de la acción del
dador por los daños y perjuicios, y la acción del tomador si correspondieran; o b.
accionar por vía ejecutiva por el cobro del canon no pagado, incluyendo la totalidad
del canon pendiente; si así se hubiera convenido, con la sola presentación del contrato
inscripto y sus accesorios. En este caso, sólo procede el secuestro cuando ha vencido el
plazo ordinario del leasing sin haberse pagado el canon íntegro y el precio de la opción
de compra, o cuando se demuestre sumariamente el peligro en la conservación del
bien, debiendo el dador otorgar caución suficiente. En el juicio ejecutivo previsto en
ambos incisos, puede incluirse la ejecución contra los fiadores o garantes del tomador.
El domicilio constituido es el fijado en el contrato.
Esta norma establece las acciones que tiene el dador frente a la mora del tomador en el
pago del canon en el caso de los bienes muebles.
En general, son posibles diferentes acciones, que se enumeran a continuación. 2.1. Pedir el
secuestro inmediato del bien Ello resulta viable con la simple presentación del contrato
escrito, previa interpelación al tomador por el plazo de cinco días, a fin que regularice su
situación morosa, pagando lo adeudado. Debe aclararse que el secuestro que permite la
norma no es una medida precautoria, sino un verdadero procedimiento ejecutivo que
produce la resolución del contrato. El dador también puede promover ejecución por el
cobro del canon que se haya devengado ordinariamente hasta el período íntegro en que se
produjo el secuestro, la cláusula penal pactada en el contrato (si la hubiera) y sus intereses.
Todo ello, sin perjuicio de la acción por los daños y perjuicios que tienen las partes con
fundamento en el contrato. Nuevamente aquí sostenemos que, cuando el tomador es un
consumidor, la norma debe ser aplicada en un todo de acuerdo con lo dispuesto en el art. 42
CN y lo regulado en este Código en materia de relaciones y contratos de consumo (art.
1092 CCyC y ss.). 2.2. Accionar por la vía ejecutiva por el cobro del canon no pagado y sus
accesorios También ello es posible, con la sola presentación del contrato inscripto. En este
caso, el secuestro solo procede si ha vencido el plazo del leasing y no se ha pagado la
totalidad de los períodos del canon y el precio de la opción de compra, o cuando demuestre
sumariamente el peligro en la conservación del bien, debiendo el dador otorgar caución
suficiente. Aquí el secuestro funciona con carácter precautorio. 2.3. Ejecución contra los
fiadores o garantes del tomador En ambos supuestos, ya sea que se elija la vía del secuestro
o la ejecutiva, es posible incluir la ejecución contra los fiadores o garantes del tomador.