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La Fenomenología de Kant Gnoseología, Antropología y Ética
La Fenomenología de Kant Gnoseología, Antropología y Ética
Curso: FILOSOFÍA
Ciclo: 2022 (Segundo Año, segundo semestre)
Catedrático: Lic. Abel Abraham García Méndez
Kant se educó en los postulados racionalistas vigentes en las universidades europeas. Pero
al estudiar a Hume, Kant abandona los presupuestos del racionalismo, e inicia una crítica de
la razón.
Su filosofía la podemos enmarcar en torno a la Ilustración, que tuvo lugar en la época de las
revoluciones. En el nos dice: La Ilustración es la liberación del hombre de su culpable
incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la
guía de otro. La incapacidad reside no en la falta de inteligencia, sino en la falta de decisión
y valor para servirse por si mismo de ella sin tutela de otro. Así fundo una filosofía en la
cual la razón es el fundamento último del que emanan tanto los principios epistemológicos
que nos permitirán alcanzar un conocimiento seguro de la naturaleza, como los principios
éticos universales que deben regir la acción moral del ser humano y la organización política
de la sociedad humana.
Kant quería dar respuesta a tres grandes interrogantes:
1. ¿Qué podemos saber los seres humanos?
2. ¿Qué ciencias podemos hacer?
3. ¿Qué nos cabe esperar?
EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO HUMANO
El conocimiento humano inicia cuando nuestros sentidos perciben las impresiones sensibles.
El sujeto luego ordena en el espacio y en el tiempo estas impresiones. El resultado de este
proceso es el fenómeno. Pero para que se produzca el conocimiento es necesario que haya
una segunda ordenación por el entendimiento, y que lleva a la conceptualización de la
información empírica recibida. Por esta segunda ordenación quedan los fenómenos
explicados categorizados, conceptualizados y así resulta en conocimiento.
En este proceso el espacio y el tiempo no son realidades objetivas, absolutas sino formas de
nuestra sensibilidad porque son la manera en que ordenamos las impresiones que recibimos.
Son independientes de nuestra experiencia. Son también intuiciones puras porque no son
conceptos, son únicos, vacíos de contenido.
El concepto empírico se aplica a los datos fenoménicos concretos y se usan para designar
objetos particulares percibidos. Son conceptos puros o categorías. Sin esta conceptualización
no hay conocimiento humano. Hasta que no aplicamos un concepto a un conjunto de datos
empíricos (al fenómeno) no lo conocemos en realidad.
Para Kant el sujeto no es un mero receptáculo pasivo de la realidad fenoménica, sino un
principio activo que se proyecta sobre el objeto conocido, le imprime sus a prioris y de este
modo llega a conocerlo.
LA IMPOSIBILIDAD DE LA METAFÍSICA
Esta teoría del conocimiento lo lleva a concluir con que el conocer realidades nouménicas es
imposible. Estas son realidades que no tenemos conocimiento sensible, empírico como Dios,
el mundo y el Yo. La idea de su existencia está en nuestra mente por la razón pura que
elabora estas ideas, aplicando indebidamente las categorías del entendimiento a realidades
no fenoménicas.
LA CIENCIA
La ciencia estudia la realidad fenoménica, lo que quiere decir que si no conocemos la realidad
por medio de los sentidos no podemos decir nada sobre ella. Así los juicios de la metafísica
no son parte de la ciencia.
Kant clasifica los juicios de la siguiente manera:
• Juicios analíticos
• Juicios sintéticos
• Juicios a priori
• Juicios a posteriori
• Juicios analíticos
• Juicios sintéticos
POSIBILIDAD DE LAS FÍSICAS Y METAFÍSICAS:
Para Kant se aumenta nuestro conocimiento de la realidad fenoménica con un tercer tipo de
juicios que son al mismo tiempo universales y necesarios. Estos son los juicios sintéticos a
priori, que nos informan de la realidad fenoménica son los enunciados característicos de las
ciencias. Estos enunciados solo se dan en las matemáticas y en la física. Cumplen las
condiciones para el conocimiento científico: las condiciones empíricas y las condiciones a
priori.
El principio de causalidad es un juicio sintético a priori de la física y no de un juicio sintético
a posteriori. Para Kant, la afirmación “todo efecto ha de tener una causa que lo produce” es
universal y necesaria. La ley general de la causalidad es una ley que nuestro entendimiento
aplica siempre a los fenómenos de nuestra experiencia. De esto se deriva que la metafísica
no puede ser considerada una ciencia. La metafísica es incapaz de juicios sintéticos a priori.
Las ideas de la razón no son realidades fenoménicas, entonces no cumplen con las
condiciones de los juicios científicos. Es una negación de la metafísica trascendente, pero
no poder conocer las realidades nouménicas, no quiere decir que no existan. Por el contrario,
hay buenas razones de tipo moral para suponer que estas realidades existen.
De su teoría del conocimiento se derivan las siguientes consecuencias filosóficas: El
subjetivismo, el fenomenalismo, el idealismo trascendental y el criticismo.
COMO DEBEMOS COMPORTARNOS
Las éticas materiales y la ética formal tienen una distinta idea de la felicidad, y proponen
diferentes maneras de actuar para lograrla. Sus éticas se caracterizan por ser éticas a
posteriori, egoístas, que formulan mandatos hipotéticos, heterónomas.
La ética para Kant debe ser: a priori, donde los mandatos morales no pueden derivarse de la
experiencia sino de la razón. Desinteresada, donde la actuación moral no se debe realizar en
vistas a ninguna finalidad debe formular imperativos categóricos, que son mandatos morales
válidos para todos e incondicionados. Se ha de actuar por y solo por deber. Y Autónoma, en
la que el propio sujeto quien utilizando su razón descubra el deber por sí mismo, sin necesidad
de supeditarse a códigos morales ajenos al sujeto.
Hay que distinguir entre lo que es y lo que debe ser. No podemos decidir qué es lo bueno y
lo malo teniendo en cuenta lo que sucede, sino lo que debería suceder. Esta es la única
manera de elaborar una ética universal válida para todos. Lo que debe ser no puede derivarse
de lo que es o sucede derecho. Además, hemos de actuar por deber, no simplemente conforme
al deber. La moralidad de las acciones tiene que ver más con la intención del que actúa, con
su buena voluntad, que con las consecuencias de sus actos.
El criterio que establece cuál es el deber ha de ser un criterio universal, válido para todos,
independiente de los intereses particulares. Tiene que ser un bien común y universal, este es
el imperativo categórico. Este nos hace actuar de un modo determinado e incondicional. Así
el imperativo categórico va a señalar lo que es bueno para todos.
Existe una dificultad en la actuación moral según Kant. El mundo natural condiciona nuestro
actuar y esto nos quita libertad, entonces si no somos libres, la moral carece de fundamento.
La verdadera actuación libre la logramos cuando actuamos según los imperativos de la
moralidad – es cuando nos elevamos por encima de las leyes de la naturaleza.
BIBLIOGRAFÍA:
1. HISTORIA DE LA FILOSOFÍA,