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Licenciatura en Psicología Familiar con especialización en Logoterapia

Curso: FILOSOFÍA
Ciclo: 2022 (Segundo Año, segundo semestre)
Catedrático: Lic. Abel Abraham García Méndez

La fenomenología de Kant: gnoseología,


antropología y ética

MANOLA ANA ISABEL ESCALER DE PIETERS


CARNET: 20016341
INTRODUCCIÓN:
Inmanuel Kant (1724-1804) es la expresión más depurada del pensamiento de la Ilustración.
A lo largo de este ensayo podremos ver como su pretensión es superar su postura antagónica
ante el racionalismo y el empirismo. Desarrolla su idealismo trascendental y su ética del
deber. Y nos va a ir desarrollando su filosofía bajo las premisas de que el conocimiento y
nuestro razonamiento se encuentra limitado por la experiencia, y aun así la razón práctica
nos conduce a la afirmación de la libertad humana, la inmortalidad del alma y la existencia
de Dios.
La Filosofía de Kant recibió estas influencias:
1. El racionalismo
2. El empirismo
3. La física de Newton
4. La Ilustración
5. El Pietismo
Kant, filósofo ruso que pasó toda su vida en su ciudad natal, pero que no lo limita a estar al
tanto de todos los sucesos sociales y políticos que tuvieron lugar en Francia y en la
Revolución Francesa. Su pasión por la filosofía lo llevó a la investigación y al desarrollo de
sus teorías filosóficas y esto lo llevó a ser un filosofo reconocido y célebre muy apreciado
por los pensadores de su época.
La lectura de Hume lo lleva a abandonar los presupuestos del racionalismo y despierta en el
una crítica a la razón en su propio tribunal, dando como fruto a tres obras importantísimas:

1. La Critica de la razón pura


2. La crítica de la Razón Práctica
3. La Crítica del Juicio

La Ilustración lo llevó a “liberar al hombre de su incapacidad culpable, es decir de la


imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía del otro. Y fundó una filosofía en la
que la razón es el fundamento último del que se desarrollan los principios epistemológicos
que nos permiten alcanzar un conocimiento seguro de la naturaleza, los principios éticos
universales que deben regir el actuar humano y la organización política de la sociedad
humana.
LA FENOMENOLOGÍA DE KANT: GNOSEOLOGÍA,
ANTROPOLOGÍA Y ÉTICA

Kant se educó en los postulados racionalistas vigentes en las universidades europeas. Pero
al estudiar a Hume, Kant abandona los presupuestos del racionalismo, e inicia una crítica de
la razón.
Su filosofía la podemos enmarcar en torno a la Ilustración, que tuvo lugar en la época de las
revoluciones. En el nos dice: La Ilustración es la liberación del hombre de su culpable
incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la
guía de otro. La incapacidad reside no en la falta de inteligencia, sino en la falta de decisión
y valor para servirse por si mismo de ella sin tutela de otro. Así fundo una filosofía en la
cual la razón es el fundamento último del que emanan tanto los principios epistemológicos
que nos permitirán alcanzar un conocimiento seguro de la naturaleza, como los principios
éticos universales que deben regir la acción moral del ser humano y la organización política
de la sociedad humana.
Kant quería dar respuesta a tres grandes interrogantes:
1. ¿Qué podemos saber los seres humanos?
2. ¿Qué ciencias podemos hacer?
3. ¿Qué nos cabe esperar?
EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO HUMANO

El conocimiento humano inicia cuando nuestros sentidos perciben las impresiones sensibles.
El sujeto luego ordena en el espacio y en el tiempo estas impresiones. El resultado de este
proceso es el fenómeno. Pero para que se produzca el conocimiento es necesario que haya
una segunda ordenación por el entendimiento, y que lleva a la conceptualización de la
información empírica recibida. Por esta segunda ordenación quedan los fenómenos
explicados categorizados, conceptualizados y así resulta en conocimiento.
En este proceso el espacio y el tiempo no son realidades objetivas, absolutas sino formas de
nuestra sensibilidad porque son la manera en que ordenamos las impresiones que recibimos.
Son independientes de nuestra experiencia. Son también intuiciones puras porque no son
conceptos, son únicos, vacíos de contenido.
El concepto empírico se aplica a los datos fenoménicos concretos y se usan para designar
objetos particulares percibidos. Son conceptos puros o categorías. Sin esta conceptualización
no hay conocimiento humano. Hasta que no aplicamos un concepto a un conjunto de datos
empíricos (al fenómeno) no lo conocemos en realidad.
Para Kant el sujeto no es un mero receptáculo pasivo de la realidad fenoménica, sino un
principio activo que se proyecta sobre el objeto conocido, le imprime sus a prioris y de este
modo llega a conocerlo.
LA IMPOSIBILIDAD DE LA METAFÍSICA

Esta teoría del conocimiento lo lleva a concluir con que el conocer realidades nouménicas es
imposible. Estas son realidades que no tenemos conocimiento sensible, empírico como Dios,
el mundo y el Yo. La idea de su existencia está en nuestra mente por la razón pura que
elabora estas ideas, aplicando indebidamente las categorías del entendimiento a realidades
no fenoménicas.

LA CIENCIA

La ciencia estudia la realidad fenoménica, lo que quiere decir que si no conocemos la realidad
por medio de los sentidos no podemos decir nada sobre ella. Así los juicios de la metafísica
no son parte de la ciencia.
Kant clasifica los juicios de la siguiente manera:

• Juicios analíticos
• Juicios sintéticos
• Juicios a priori
• Juicios a posteriori
• Juicios analíticos
• Juicios sintéticos
POSIBILIDAD DE LAS FÍSICAS Y METAFÍSICAS:

Para Kant se aumenta nuestro conocimiento de la realidad fenoménica con un tercer tipo de
juicios que son al mismo tiempo universales y necesarios. Estos son los juicios sintéticos a
priori, que nos informan de la realidad fenoménica son los enunciados característicos de las
ciencias. Estos enunciados solo se dan en las matemáticas y en la física. Cumplen las
condiciones para el conocimiento científico: las condiciones empíricas y las condiciones a
priori.
El principio de causalidad es un juicio sintético a priori de la física y no de un juicio sintético
a posteriori. Para Kant, la afirmación “todo efecto ha de tener una causa que lo produce” es
universal y necesaria. La ley general de la causalidad es una ley que nuestro entendimiento
aplica siempre a los fenómenos de nuestra experiencia. De esto se deriva que la metafísica
no puede ser considerada una ciencia. La metafísica es incapaz de juicios sintéticos a priori.
Las ideas de la razón no son realidades fenoménicas, entonces no cumplen con las
condiciones de los juicios científicos. Es una negación de la metafísica trascendente, pero
no poder conocer las realidades nouménicas, no quiere decir que no existan. Por el contrario,
hay buenas razones de tipo moral para suponer que estas realidades existen.
De su teoría del conocimiento se derivan las siguientes consecuencias filosóficas: El
subjetivismo, el fenomenalismo, el idealismo trascendental y el criticismo.
COMO DEBEMOS COMPORTARNOS

Las éticas materiales y la ética formal tienen una distinta idea de la felicidad, y proponen
diferentes maneras de actuar para lograrla. Sus éticas se caracterizan por ser éticas a
posteriori, egoístas, que formulan mandatos hipotéticos, heterónomas.
La ética para Kant debe ser: a priori, donde los mandatos morales no pueden derivarse de la
experiencia sino de la razón. Desinteresada, donde la actuación moral no se debe realizar en
vistas a ninguna finalidad debe formular imperativos categóricos, que son mandatos morales
válidos para todos e incondicionados. Se ha de actuar por y solo por deber. Y Autónoma, en
la que el propio sujeto quien utilizando su razón descubra el deber por sí mismo, sin necesidad
de supeditarse a códigos morales ajenos al sujeto.
Hay que distinguir entre lo que es y lo que debe ser. No podemos decidir qué es lo bueno y
lo malo teniendo en cuenta lo que sucede, sino lo que debería suceder. Esta es la única
manera de elaborar una ética universal válida para todos. Lo que debe ser no puede derivarse
de lo que es o sucede derecho. Además, hemos de actuar por deber, no simplemente conforme
al deber. La moralidad de las acciones tiene que ver más con la intención del que actúa, con
su buena voluntad, que con las consecuencias de sus actos.
El criterio que establece cuál es el deber ha de ser un criterio universal, válido para todos,
independiente de los intereses particulares. Tiene que ser un bien común y universal, este es
el imperativo categórico. Este nos hace actuar de un modo determinado e incondicional. Así
el imperativo categórico va a señalar lo que es bueno para todos.
Existe una dificultad en la actuación moral según Kant. El mundo natural condiciona nuestro
actuar y esto nos quita libertad, entonces si no somos libres, la moral carece de fundamento.
La verdadera actuación libre la logramos cuando actuamos según los imperativos de la
moralidad – es cuando nos elevamos por encima de las leyes de la naturaleza.

¿QUÉ NOS CABE ESPERAR?

Esta ley moral se concreta en alcanzar el pleno desarrollo de la racionalidad humana, la


libertad del ser humano dentro de la sociedad y la paz perpetua entre los pueblos. Se logran
con la libre actuación de los seres humanos, a pesar de que no podemos comprobar que esto
se logrará. Sin embargo, tenemos buenas razones para pensar que se alcanzará porque
nuestra propia naturaleza lo favorece. Así, no es irracional que haya una providencia que
guie a la historia.
El desarrollo de nuestras capacidades racionales se logra en asociación y colaboración con
los demás. Hay una inevitable necesidad de vivir en sociedad, a pesar de la tendencia al
aislamiento. Y la ley moral se postula el respeto a la vida de todo sujeto y la paz entre los
seres humanos. Esto ha de ser paz entre los pueblos, asociación necesaria para abandonar la
guerra entre los mismos. Es de eso de donde parte Kant de la necesidad de crear organismos
internacionales que puedan velar por esta paz.
Queda aún la cuestión sobre si podemos esperar en el más allá, y la existencia de Dios. Llega
a dos conclusiones: 1. La existencia real de Dios no puede probarse, pero tampoco puede
negarse. 2. No resulta irracional suponer su existencia. Hemos de suponer que existe, pues
la moralidad lo exige. Sin el pierden sentido los imperativos morales que descubrimos en
nuestra razón.
Religión es la creencia en Dios como una voluntad moralmente perfecta, que manda cumplir
libremente con la ley moral y que es la garantía del logro del sumo bien y la felicidad plena.
No se debe creer en razón al premio o temor al castigo, pues la vivencia moral y religiosa
han de ser auténticas. Para el no deben existir ni los ritos, costumbres o ceremonias, pues la
relación con Dios debe ser directa, individual. No deben haber intermediarios, sino que es
una cuestión entre uno y Dios. La piedad interior es suficiente.
CONCLUSIÓN:

La filosofía de Kant reestablece el racionalismo ético, ante el emotivismo moral de Hume.


En este racionalismo ético sus afirmaciones son:
1. No son el sentimiento o emociones lo que nos lleva a una experiencia y conocimiento, sino
que es la razón a priori independientemente de toda experiencia.
2. Los mandatos morales concretos no están dados, sino tan solo el criterio moral que el
sujeto debe aplicar, y que no es otro que cumplir con el imperativo categórico.
3. La moral tiene un carácter universal, pues sus mandatos han de ser válidos para todos.
4. La moral ha de tener un carácter necesario y no depender de lo que queda cada cual sienta
o experimente como agradable, pues los mandatos morales no dependen de consideraciones
subjetivas.
Elabora también su filosofía del conocimiento partiendo de la experiencia y del
entendimiento. La materia se da por la experiencia y la forma la pone el sujeto, ordenando
su sensibilidad en el espacio y en el tiempo. Luego se conceptualizan por el entendimiento
por los conceptos y categorías.
En esto, considera que, en las ciencias, las leyes son producto tanto de la actividad
experimental como de la actividad racional del entendimiento. Los enunciados científicos
son juicios sintéticos a priori porque son enunciados sobre la realidad empírica y tienen un
carácter universal y necesario.
La metafísica no es posible porque sus objetos de estudios no están al alcance de nuestra
experiencia. Estas ideas las elabora la razón en su pretensión de encontrar un fundamento
último (nouménico) de la realidad fenoménica que percibimos. Esto no significa que no
debamos suponer su existencia.
En cuanto a la ética, la actuación moral es actuación por deber. Este se determina por el
propio sujeto iyendo a su razón y no a la experiencia. Este tiene que tener un carácter
universal y necesario, valido para todos, e independiente de el placer o de la utilidad que nos
representa.

BIBLIOGRAFÍA:

1. HISTORIA DE LA FILOSOFÍA,

José Ramón Ayllón, Carlos Diaz, Marcial Izquierdo


Editorial Ariel, 10ª. Edición.

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