You are on page 1of 2

Estefania Navarro Marin 48696339A 7/3/2017

Metafísica II
Práctica 5. García Marqués, A., "Quine y la interpretación extensional de los cuantificadores"

En el texto se realiza una exposición y discusión sobre el pensamiento de Quine


respecto a su interpretación meramente extensional de los cuantificadores lógicos. En la
primera parte del texto se analiza la eliminación quineana de los nombres para ser
posteriormente sustituidos por una serie de cuantificadores lógicos. En la segunda parte del
texto se discuten las dificultades respecto a la identificación de los objetos si sólo son
mencionados por medio de variables lógicas. En la tercera y última parte del texto se muestra
cómo la incapacidad de solucionar las paradojas lógicas aumenta los problemas de la
interpretación entensional de Quine. A continuación resumo por separado las tres partes en las
que se divide el texto.

En la primera parte se trata la eliminación de los nombres que realiza Quine, y su


interpretación puramente extensional de los cuantificadores. Quine propone la sustitución de
todo nombre en posición referencial por un deíctico, que es vacío de contenido, y un
predicado. Quine toma un criterio lógico-formal para separar el predicado del sujeto, y éste es
la única distinción que hay entre sujeto y predicado. Quine pretende eliminar los nombres
propios, las descripciones definidas referenciales y los nombre comunes en posición
referencial. La forma de nombrar los objetos es ahora el uso de pronombres demostrativos o
personales, es decir, deícticos.

En la segunda parte del texto se presenta la primera dificultad que conlleva la teoría de
Quine, y ésta es la identificación de los objetos. Si tenemos un cierto número de variables que
se refieren a algo, entonces ¿qué es ese algo? Quine no es capaz de mostrar cómo somos
capaces de nombrar un objeto utilizando un puro deíctico, que está vacío de contenido.
Finalmente Quine se ve obligado a sostener que las variables lógicas x, y, z, se refieren a
ciertos objetos, por lo que hemos de entenderlas como objetos o como sus nombres, pero ésto
no soluciona el problema. La razón por la que un deíctico es incapaz de nombrar está basada
en nuestra forma de conocer la realidad, y de hablar sobre ella. No conocemos el mundo ni
mencionamos los objetos como algo informe, sino que cualquier objeto ha de sernos
presentado bajo una formalidad. Nos es necesario siempre un concepto para poder ser capaces
de nombrar la realidad.

En la tercera parte del texto se trata la segunda dificultad suscitada por la teoría de
Quine. Una consideración puramente extensional de la lógica conduce a paradojas
aparentemente indisolubles. Un ejemplo de estas paradojas es la Hempel, ésta nos presenta
una hipótesis que puede ser confirmada argumentando un objeto cualquiera que no cumpla
dicha hipótesis. Para solucionar éste problema se ha intentado acudir a la noción de
relevancia, afirmando que unos casos serían relevantes y otros no, para confirmar la hipótesis.
Si nos atenemos a una consideración totalmente cuantificacional de la lógica, los objetos son
infinitos, y la hipótesis quedaría confirmada. La solución habría de ser buscada en una
reinterpretación de las formulas lógicas no basadas en un modo meramente extensional. Por
todo ello no se trata de restringir el universo de discurso, sino de que el sujeto ha de serme
dado bajo una formalidad determinada.

You might also like