You are on page 1of 325
Vision y Ceguera: Ensayos sobre la retérica de la critica contemporanea Traduccion y edicién- Hugo Rodriguez-Vecchini, Jacques Lezra EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO Primera edicién en espafiol, 1991 © Universidad de Puerto Rico, 1991 Todos los derechos reservados segun la ley Catalogacién de la Biblioteca del Congreso Library of Congress Cataloging in Publication Data De Man, Paul. [Blindness and insight. Spanish} Vision y ceguera / Paul de Man: edicidn y traduccién, Hugo Rodriguez Vecchini, Jacques Lezra. — la ed. p.cm. Translation of: Blindness and insight. with an Introduction and Bibliography ISBN 0-8477-3614-8 1. Criticism. 1. Title [PN85.D3718 1989] 89-38561 801'.95—de20 cIP Titulo original en inglés: Blindness and Insighi: Essays in the Rhetoric of Contemporary Criticism. Tipografia y disefio: Tipografia Corsino Portada: Mayra Maldonado : Paul de Man Yale University Office of Public Information Fotogra Impreso en los Estados Unidos de América Printed in the United States of America EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO Apartado 23322 Estacion de la Universidad Rio Piedras, Puerto Rico 00931-3322 IX. Lirica y modernidad ................................. 185 X. Retérica de la temporalidad . » 207 XI._Impas de la critica formalista .............-...- sswninine 255 XII. Heidegger y las exégesis de Hélderlin ...........0.65 vee 277 XU Resefia de The Anxiety of Influence le Harold BIG Oy one tce nee sean seni SDS XIV. Literatura y lenguaje: un comentario ........ anew: SES, BIDGANAE cma acenecasnca meres aawne rena 331 Indi i Retr aes Introduccion: 1. La vision ciega. Do coidares que miente dize mayor verdat, Ca tu entenderas uno ¢ el libro dize al. Mucho camino ataja desviada estrecha; ante sale a la pefia que por carrera derecha. (El libro del Arcipreste cc.69a, 986d, 637¢-d), vemos el acto de lectura como un proceso interminable en el que la verdad y la mentira se encuentran inextricablemente entretejidas. (“Prélogo”. Visién r ceguera). «Mi punto de partida tendra que ser oblicuo, ya que en el lenguaje polémico el camino torcido suele conducir con mayor rapidez que el derecho. (Critica y crisis”, Visidn y ceguera). La interpretacién no es sino {a posibilidad del error (“Retérica de la ceguera”, Visidn y ceguera). Si éste fuese, como esperamos que sea, el primer volumen de una serie dedicada a la teoria literaria contempordnea, estariamos deliberadamente comenzando por un final. Empezar por el finalesla unica forma de empezar, sobre todo cuando se trata de la lectura. Solo se puede leer a partir de nuestra actualidad, es decir, de nuestra competencia como lectores en un momento dado. Leer, por el X_ Visidn y ceguera contrario, como si perteneciéramos a otra época, la contemporanea a textos medievales, por ejemplo, implicaria, aparte el anacronismo, una negacion de la historia del entendimiento. Ain mas, terminaria por rendir una mala lectura de esos textos, que, muchas veces, como ocurre con el libro citado en el epigrafe, resultan parajédicamente mas modernos que la interpretacién de la que han sido objeto. Enel caso de Paul de Man, se trata no sélo de un final contemporanco y, por tanto, provisional, sino de su primer libro, Blindness and Insight (1971, 1983), que traducimos bajo cl titulo de Visidn y ceguera. Colocamos este primer libro en un final porque efecttia —como hard el autor posteriormente de manera atin mas radical— una critica que deshace, hasta los fundamentos, las construcciones de la teoria critica contemporanea. Y esta desconstruccién comporta una vision renovada de la critica y de su doble objeto: la lectura y el texto literario. Con no pocos saldos histéricos importantes, la critica demaniana abarca, en su primer libro, varias escuelas y figuras sobresalientes de nuestro siglo: desde Martin Heidegger y Georg Lukacs hasta Jacques Derrida, pasando por la Nueva Critica norteamericana, el estruc- turalismo francés, la llamada critica “intrinseca” de Maurice Blanchot y de Georges Poulet, el sujeto en el psicoanilisis de Ludwig Binswanger y en la antropologia de Lévi-Strauss, la vigilancia autocritica en Husserl, la filosofia de la historia de Foucault, y, por ultimo, la teoria de la “angustia de las influencias” de Harold Bloom, colega, como Derrida, de la llamada Escuela Critica de Yale. El dominio de tres contextos culturales, ¢l aleman, el francés y el inglés, permite al critico establecer un puente de comunicacién entre diversas escuelas. y superar asi la tendencia al aislamiento que se regodea, como él mismo sefiala, en la mas ciega de las enajenaciones, la de la cultura nacional y la lengua materna. Natural de una frontera lingitistica, Flandes, Paul de Man desarrolla fuera de su pais la perspectiva comparativa de la literatura y la critica, frente a las escuelas de critica predominales en Europa y en los Estados Unidos. Hoy se le conoce como uno de los exponentes mas rigurosos y abarcadores de la critica post-estructuralista en los Estados Unidos, como uno de los fundadores del desconstruccionismo, y como la cabeza de la Escuela Critica de Yale. La visién ciega X1 Los miembros de esta “escuela”, sin embargo, son todas cabezas, con sus propios intereses y su propia formacién y personalidad criticas. Quizds sea mucho mas justo decir, entonces, que Paul de Man fue y sigue siendo, ante todo, un maestro, cuya leccién fundamental consiste en ensefiar a no tomar nada por sentado, en especial las lecciones del maestro. Esta leccién se aprende con dificultad, Se reconoce en los discipulos, ¢ incluso en los detractores, el estilo critico que caracteriza al mae: ro: la rigurosidad de la pregunta filoséfica, el caracter problematico de los planteamientos, y las soluciones paraddjicas, que suclen tener dichos planteamientos. La obra demaniana se levanta, asi, como un reto al lector. En primer lugar, exige lectura, mucha lectura. En segundo lugar, invita a la correccién, pero todo parece indicar que esta correccién no podra straerse del planteamiento que inaugura ysostiene, El lector tendra que descubrir el error a la sombra de las revelaciones, y enfrentarse a una conciencia radicalmente critica y autocritica, que sabe que la interpretacion no es sino la posibilidad del error y que la correccion sera siempre imperfecta, puesto que no consigue sino desplazar la ceguera. La nocién de “perfectibilidad”, tan arraigada en la episte- mologia y hermenettica de Occidente, da paso aqui a la conciencia de que no hay autoridad ni ciencia que puedan garantizar la verdad independientemente de la retorica que la mediatiza y re-vela, y del tiempo que la relativiza y hace imperfecta. Tanto la creencia en la “revelacion progresista” de la Palabra divina, como los movimientos dialécticos totalizadores proyectan, por igual, la_perfectibilidad temporal de la vision. La imperfectibilidad, en cambio, corresponde a una temporalidad que no es sino la efectuacidn de una mediacin que se caracteriza por la ocultacién y el traslado. por la contradiccidn y su indefinido diferir. La imperfectibilidad entraia. pues, el reconoci- miento de la materialidad del medio frente a la ontoteologia tradicional de la sustancia y la forma, de la otredad frente a la mismidad, de la apertura alegérica frente a los sistemas de totaliza- cién simbélica. La poderosa alianza entre la gramitica y la légica, con la que se sostiene el edificio de la verdad de Occidente, ya no podra descansar sobre la subordinacién de ese mundo insustancial de la mentira que construye la retérica, como si ésta no constituyera la materia misma de la construccién de esa verdad. Hacer critica textual XI Visién y ceguera sera entonces cobrar conciencia de la retdrica constitutiva no sdlo del objeto sino (aun sien menor grado) dela “ciencia” misma, y, por tan- to, de la crisis aporética que se produce entre la pretensién cientifista y la ejecucion retérica, entre la intencionalidad y su realizacién. La crisis de la critica El interés que tiene la perspectiva del critico flamenco estriba no séloen haber convertido la frontera lingiiistica en una ventaja, sino en haber conseguido cambiar —si bien retroactivamente, a partir de su segundo libro, Allegories of Reading (1979)— ¢1 panorama de la critica contemporanea. Hoy podemos decir que Visidn y ceguera decide, a partir del ensayo inicial, “Critica y crisis”, la posibilidad de que haya critica, dando respuesta, con mayor penetracidn, a pre- guntas fundamentales como éstas: {En qué consiste la critica? ;Cudles la especificidad constitutiva de su objeto? ;Cémo ha de ser y hasta donde puede llegar la critica, conforme a su objeto? El planteamiento que hace de Man muestra que la crisis de la critica contemporanea, de donde surge la vanguardia estructuralista francesa, se ha visto condenada a repetir la crisis de otros tiempos, como la de los tiempos también criticos del poeta Mallarmé y del filésofo Edmund Husserl. La critica contemporanea tiene el mérito, escribe de Man (utilizando el lenguaje critico del poeta), de haber realizado un “autoexamen a fondo, hasta reflexionar sobre su origen y cuestionar su propia razon de ser”, La coincidencia de los dos momentos criticos permite llegar a ladefinicién de una misma “crisis”: “es posible hablar de crisis cuando se produce una ‘separacion’ [Arisis], mediante la autorreflexién, entre la intencién [critica o poética] original y el subsiguiente distan- ciamiento de esa intencién™. Que la critica norteamericana haya permanecido al margen de la crisis contemporanea apunta no sdlo hacia el caracter relativo del fendmeno sino también hacia su improbabilidad como argumento referencial histérico, La sub- jetividad de la crisis, sin embargo, no deja de tener implicaciones ineludibles incluso para la critica que no haya hecho suya la crisis. Es esa inclusividad en la que de Man desempefia un papel decisivo, al hacer pertinente el lenguaje de la crisis en ambos continentes, mediante, precisamente, la desconstruccidn de su retérica. El caso de Husserl, quien propone la “autodesmitificacién” como solucién a la

You might also like