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La casa del arbol Casa, vereda y calle Lacasa La vereda Lacalle La ciudad Jugar en la vereda La fiesta en la calle Caminos y senderos El territorio de juego Espacio de juego Campo de juego Notas BIBLIOGRAFIA 63 65 65 68 7 74 76 17 79 83 84 85 87 95 INTRODUCCION «El espacio habitado trasciende el espacio geométrico.» Gaston Bachelard El titulo ampliado de este ensayo es “Espacio geométrico - Espacio habitado. Nombres que nos remiten al espacio susceptible de ser ordenado en categorias, formas y medidas, y al espacio de apro- Piacién subjetiva. Titulo que servird de guia para hablar de la prac- tica psicomotriz con nifios y adolescentes, y también del trabajo corporal con adultos, en el marco de la formacién profesional Tomaré como referencia los espacios de la vida cotidiana, funcionando como fondo de la sala' de trabajo de psicomotrici- dad, y la vivencia corporal del espacio. Etimolégicamente, la palabra espacio significa ‘estadio’ o ‘campo para correr’. Esta ultima acepcién se refiere a una capaci- dad que posee el cuerpo, la de trasladarse en la carrera. El término espacio, entonces, tiene ya desde el lenguaje una relacién con el movimiento, con el cuerpo y las acciones. Henri Wallon analiza criticamente este vinculo entre el movimiento y el espacio, dice: El movimiento se define corrientemente por la distancia recorrida en un lapso dado. Pero esta prioridad del espacio y del tiempo sobre el movimiento es verdadera inicamente en el plano intelectual. 1. El término sala, utilizado reiteradamente en este estudio, se refiere al espacio ambiental en el cual se desarrolla la practica psicomotriz Piensa que el impulso del sujeto corresponde al acto y al deve- nir y no tanto a un célculo espacial o temporal, dividido a voluntad en metros 0 minutos, Podemos pensar en un espacio del cuerpo, donde se elabora el impulso, se prepara la accidn a desarrollarse en el espacio ex- terno. Espacio corpéreo demarcado por coordenadas espacio- corporales: arriba-abajo, derecha-izquierda, adelante-atrés, asi como también adentro-afuera, remitiendo al volumen y a la capacidad que tiene el cuerpo de hacer de sus “limites naturales” una fiontera de intercambio con los demas cuerpos El término espacio se refiere también al espacio de los objetos, al espacio local del habitat, al espacio geogralico y al espacio cos. mol6gico; a este tiltimo, por carecer de coordenadas convencio- nales, se lo describe desde el punto de vista del observador, o en relacién con otros objetos contenidos en ese espacio (Vernon, 1979). El espacio cosmoldgico es uno de los espacios que ha ocupado Y preocupado a casi todos los artistas y pensadores de la humani- dad, fue largamente habitado sélo con la mirada, porque durante siglos fue imposible de ocupar corporalmente. La luna sirve como ejemplo. La ocupacién momenténea por los primeros cosmonau- tas, la presencia del pie y de su huella, no tuvo el caracter de habi- tabilidad. La presencia del cuerpo del hombre sobre el suelo de la luna, televisado a todo el mundo, produjo el retiro de las miradas, ¢lapaciguamiento de los interrogantes, el desvanecimiento de un referente que en épocas pasadas fue utilizado hasta para nombrar alos desvariados “lunaticos”. Sabemos que algunos de estos espacios son muy dificiles de ocupar, pero cuando hablo de espacio habitado no me refiero sola- mente a un espacio ocupado. No se trata s6lo de la presencia del cuerpo y del movimiento, sino también del cuerpo extendido, pro- yectado en el espacio a través de algunas de sus manifestaciones cor- porales, como son la mirada, el olfato, la escucha, la actitud postural? 2. En laactitud postural percibimos un proyecto de accién, la preparacién de un acto, un pre-gesto, Para més informacién ver Calmels, 2009, 10 de soportar los cambios y las transformaciones del curso de la historia. En ocasiones recurriré al discurso poético, coincidente con la propuesta de desarrollo de una topografia vivencial; pues cuando la vivencia no encuentra palabras, cuando ignora el con- cepto que la defina en forma econémica, surge la comparacién, la imagen, la metafora. Espacio vacio - Espacio ocupado Hace ya afios, un arquitecto se encontraba realizando el boceto de una plaza, y omiti6 algo deliberadamente: dejé los senderos sin hacer, una plaza sin caminos donde todo estaria cubierto de césped. Ya construida la plaza y estando el césped crecido y fuerte, se dejé librado el paso de la gente por ella, y en el término de una semana el camino estaba hecho. Al caminar por la plaza, al cruzarla desde distintos angulos, los caminantes dejaron un surco colectivo, una marca comiin. En ese surco se colocaron las. baldosas que servirian de camino. Hasta aqui una aparente his- toria clésica con final feliz. Pero lo que pas6 después fue que nadie 1us6 el camino de baldosas y se volvié a surcar la plaza por otros lugares, conformandose nuevos senderos. En primera instancia, este espacio geomeétrico, espacio vacfo donde «se hace camino al andar», fue modificado esponténeamente; pero luego quien planificé y legaliz6 ese paso se vio burlado. La reaccién ante los mandatos dominantes relacionados con el ordenamiento es la “transgresin”, que no es mas que decir, desde su significado literal, ‘ir mas alla’ o ‘pasar a través de’ (Corominas, 1973). Al transgredir se fuerzan los limites, se ‘modifican los mérgenes. Los caminantes de la plaza fueron mas allé de su propio camino, de su propio orden. Al desarrollo de la creatividad no le es ajena la necesidad de transgredir los dise- fos espaciales clasicos, necesidad de ir mas alld de la norma, de laregla. El espacio vacio es una tentacién para el deseo. Antonio Porchia dice: «Lleno me queda lo que pude lenar de mis deseos; lo que tomé vacto» (Porchia, 1956) La practica psicomotriz se desarrolla en un espacio particu- lary diferente al de otras practicas. Este “escenario” es recomen- dable presentarlo vacio al iniciar la tarea, para que los nifios lo Menen con sus necesidades y para que no interfieran las necesi- dades y los deseos de los otros; o sea, retirar todo lo retirable de Ia sala, todos los restos habitados por los que pasaron antes por ese espacio. Para el nifio que termina su tarea no sdlo es indicado guardar sino desarmar, hecho tan importante como armar La des-construccién, el des-hacer, es un fenémeno que trasciende el ordenamiento formal. Después de desarmar y guardar se vuelve al espacio inicial, el cual no permanece inmutable sino que tiene transformaciones en la renovada mirada del nifio. De esta manera, cuando el nifio comienza, vuelve a empezar: reco- mienza en la hoja en blanco de la sala. 2Cudntas veces en nuestra prictica llenamos el vacio de la sala con nuestras necesidades?, a veces con objetos, a veces con propuestas hidicas. Interferencia para la eleccién del nifio, exce- siva presencia del saber del adulto. Guiaré este escrito la interaccién entre el lleno y el vacio que se apoya en los objetos reales, cotidianos, mensurables, de for- mas geométricas. Es mi intencién llegar a ellos reflexionando desde o hacia la prictica psicomotriz, tratar de violentar su inge- nuidad, Partir de ellos sabiendo que «el espacio habilado trasciende el espacio geométrico» (Bachelard, [1957] 1965). u El rincén Si bien ef rincén es un espacio que pucde encontrarse ex ius inte. Flores de las casas, cl concepta de rineén —tal como lo conciho aqui tiene un sentido mas araplio, incluyendo ef cldsico rineén de las habitaciones pero extendide a tans sitios, Se puede construic uu rincdn en diversos espacius que se ahuecan o se delinsilan con hordes (et hueco de un Arbol, por jempto!. Muchos hueces con llevan una invitacidn a ser ccupados. Elvincén es un phegue encuentro de lades, profundidd, un hueco expaesio. Hay muchos sentimientos posibles que se gencran a partir de Ja presencia en un rincén, que eeglobamies con el nombre de co; afia vivencial. En este sentido cl riueén puede funcionar, cvitre vtros, coma ryirgio, ists, celda o ni ador Celda Elvinedn puede cumplir una {uncidn prolectora, pero lam- bidn separa y mangive: us el riac ae} Jugar mds alsjado det exn- tro y sdlu hay cuacro, Si egrante de un grupo accede al vin- cén queda.en un ugar diferente. Eliteniginario colective privilegia el centro como lugar de eacuentro y Ins rincones como lugares de marginaci“n. Esto se hace cvidenté cuando se castiga a los nifios mancandolos al rinesn. En este casy, el nition debe estar “metido” on él, mirando hacia la pared, urtinconado. Aqufes-vivido el rinecin come tus pequeda cde, porque no hay necesidad de rejas para apresar a aifio, bastan algunas wanuubtas de apcistoramicato parn logrario, entre ellas cl retiso de la mirada propia y ajena,y la exposicion paralizanie de la espalda, lugar de ataques y amona- yas, Dice Joan Berges (1990) Ev el lenguaje ronitas muchas exprresion es que metes- “au cima la expaida e: ied peligns, Bi un fantasmue racurvente ef ser apuraladn por la expalda. Agueilo sebre lo stir 8 jue conovenos la espatela de os Giras, fda de los otvos donde asesia mos ba euch llada Fu la espalda.se potencia el peligro porque cn ella anicla fa seguridad, cl recuerdo. Ja insetipeiéa de tk many primiyenia que “de brazos”. De asta forma, cn los comienzns dé ka vida log ojos pueden aprender andzar, pues lienen seguro su fondo, el “sosténi de apoye.” en la nuca y espalda El aif puesto en el zines como castigo se encuentra sia res- paldo, querla marginado a fa vista de vodas ln Mirador Diferente es la situacién de quien Heyy af rinesn para poder miter. Desde alii. a mirada se hace extensa. El rincdn es bis cadv com sestén del cucrpo que mira: miradar (mangrullo, ate laya}. En el alguien se posictona para comizolar, aclitud que debe imos diferenciar de a acci6n de agruparse (sobre uf} de quien busca inmovilidad, Quien se aguzapa on un riueda nada deja aings, nohay quien lo mire desde sus espaldas. Desde esta nctitud de alerta, el eineSn puede ser wu hugar de vigia, es aqui donde of cuerpo se tensa y sé llexiona, hay un evicedo del mirar contro: lando Jas accioncs de los viros. Aqui el rincén es ocupado mAs que habitado, Ja alencién esed jmosca ea la observacion de lo que sueedde Fuca Rofugio ‘Tarnbien es posible habitar el rineén como un reftgio, en le busqueda de sofeclad @ inmovilidad, Dice Rachchud [1967] 1065) eprimeiamente el rincére es uo refugio tue nos ayssure ia primer valor del ser ta insaovilidads, Refagio e inmovilidad seutides propins rel sinesn, viveacias que ie otoryan su valox de casa, euvolyouie, trenquilizadara. uo se aduena del rincdn en la. medide cn que pierdte la con cloncia, para dejar paso a un vago semimienic de eusueito, ligado alagruperse y acurmucarse on él. Fs un espacio que ofrecc a par tiedesu carencia, un Inscco a habitar. $i bien Ta psicumptricidad se interes por las produeciones de vigitio, por el cuerpn en sas manifisterones?, iantbien Jo hace por los fenérnenos de! casneito, ou los cuales la. conctencia y el control cel cuerpo se modifica El espacio del rinedn facilita estas vivencias 8. Ehewerpe se ha marifestueroses cc Fa mivacla, fa or, al waste, i ec Eleweryo “es” au sus miauustueuots o peidlent a partierle sus manisticiones: Deaarninams porsles a! ecntacto, ios aares. a acrid paseiral, 1a bas gestos express lis prastias, cle: Escribe Casta Bachelard (| 1960] 1963) es comnin insenbir fa ensortaviéu entre los fenémenas de la breguecsfisiee, Sele cive en wn tiempo ds descunso. eavimiongo que ninguna fuera iralia. Come wo ce aconipatuda de ate CiGn, + menuds carers de meniaria. la Filrincén es un lugar wansitorio, et vl: silir de él. esta presence el riesgo de quedar arrinconado, y el rincdn que nes protege se nos vuelve incémoda. Comaodidad 0 incomudidad. el rincén nos garentiza cieela suteciad. Muchas veces los adultes calpabilizamios ¢ juzgamos lo necesidad de los nifios de retiuarsediel abajo y quedarse en un gostudo. Confuidicans sole dad con aistaniento, Para estar solu hay que acorpatiaise con pe seucias imaginarias, voces de relatos, imagenes de otros cuzrpos En la praclica psicommtriz, vemos que rouchos nifies viven- cian el espacio dé la sala y el grupo como amenarador, preseu- can una inhibicién del hacer y slo pueden producir desde un lugar protegido, veulto, wi lugar para mirar y no sex anivado. Necesitan pasar desapercibidos, y ef rinedn, que es un espacio de “media luz’, lo fauilita, Ks frecucnte observar que los nifios nbicados en este rincéa de ula, de ocultamivato, con ¢i abjeto de romper el aislamiento in snomento hay que comivavan # enviay meusajes—botellits al mar que es conve niente recover: L.o8 nihus pueslos cn esta situacion empiezan a lanzar pelolas, desule ese dirigir miradas, a panicipar hablando. lugar comsicneai 9 comunicarse, Aqui el rinedu se conslionye en une isla, en un terres genudo, desde donde se prepara cl viaje por el continence de fa hebisacién. La apasente continuidad de! espacio se ve, pues, alterada: apoyaénduse cu el riwidn, cl sifi coms wuye una “isla”, un espacio separado del “coatinente” de Ta sala De singular imporlaucia ¢s el momency en el que pueden salir de y lo hacen a través de la pared. Al earecer de im sostén inerio- rizado que les pertnita moverse con comodidad por la sala, ka pared los ayuela a ontrar en la turea, 1s Et niio ny percibe el ambiente de trabajo como alge homoge nea. Si en un primer momento es fa puerta, negy es el rinedin el lugar de cwfererieis, porque weada puzde coment asda pructe ser hecha inv na onestarin prensa. y thd ov icatariin implica adgaivir wn, punto Jigen Wiens, 1977}. Cuando el nisic deja de pensar en Ja puerta como Tugir de referencia, cominnua desde su “espacio sagrado” welrineon 9 aduenars ala, funda un espacio habitado Stliien me retro aqufal espacio fisica de Ja sala que lamamos Taesn, y avoces esyuing, esto ne quite que ctro lugar eon cariete- risticas shauilares acs proven de la misma fineién. Et rinecn se deseudbre,s én, donde el tio s# cohija.o depesilta sus objetos queridos Elcononimiersto del espacio reguisre del euerpo y de la acid, La sala de ttahajo no ce presenta caro ingenita ni homogénes 8] nto va ir habitanco este espacio a través de sus aceiones, dul fixe corporal con los abjests explora y, sino ost4, se lo tabrica. Lagar dle sostén, de

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