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Criaturas del hades

- Furias:

Cuando el poderoso Titán Cronos castró a su padre Urano, y arrojó lo que quedaba al mar, las
furias emergieron de la tierra en donde cayeron las gotas de la sangre, si bien Afrodita nació de la
espuma de mar. De acuerdo con otra variante, ellas nacieron de un nivel aún más primordial, de
Nix la diosa de la noche.

Las Furias son las diosas de la venganza que sirven a Hades. Eran sus torturadoras en el
Inframundo y castigaban los crímenes de los pecadores. Su número varía, pero normalmente se
dice que eran tres. Cada una de ellas solía representar a un tipo de delito, como el asesinato, la
infidelidad conyugal, o el parricidio. Las demás criaturas mitológicas, como los sátiros suelen
referirse a ellas como "las benévolas" con el fin de no convocarlas y mantenerse a salvo de ellas,
siendo un alias bastante irónico.

- Moro

Moro o Moros era la personificación masculina del destino, la suerte y de la condenación


inminente.

Era hijo de Nix y Érebo. Como su madre, Moros era invisible y oscuro. Era uno de los llamados
dioses oscuros junto con sus hermanos Tánatos, las Keres, Hipnos y los Oniros.

Todos los demás dioses, includos los Olímpicos, estaban sometidos a Moros y sus hermanas las
Moiras. Sus leyes estaban escritas en un lugar al que los dioses podían acudir a consultarlas. Las
grandes tragedias griegas se inspiran en los designios de este dios.

- Las keres

Las Keres, Ker en singular, eran espíritus femeninos de la muerte y diosas de la muerte violenta,
incluida la muerte en batalla, por accidente, asesinato o enfermedad devastadora. Su contraparte
era Tánatos, dios de la muerte no violenta.

Las Keres no tenían poder absoluto sobre la vida de los hombres, pues estaban al servicio de las
Moiras y Moros, pero en su hambre de sangre buscarían lograr la muerte más allá de los límites
del destino. Zeus y los otros dioses, sin embargo, podrían detenerlos en su curso o acelerarlos. Los
dioses olímpicos a menudo se describen de pie junto a sus favoritos en la batalla, golpeando a los
espíritus de la muerte.

Ánfora de Pandora
Las Keres formaban parte de los espíritus malignos que salieron de la ánfora que abrió Pandora
para plagar a la humanidad.
- Ezis

En la mitología griega, Ezis u Oizys (griego antiguo: Ὀϊζύς, romanizado: Oïzýs) es la diosa de la
miseria, la ansiedad, el dolor, la depresión y la desgracia. Su nombre romano es Miseria, de donde
se deriva la palabra inglesa misery. Oizys es una diosa menor sin un gran culto, pero una diosa
primordial de la miseria y la depresión con cierto peso mitológico no obstante.

- Apate

Ápate era una de los daimones que personificaba el engaño y el fraude, sirvienta de Hermes. Fue,
junto a su correspondiente masculino Dolos, uno de los espíritus que salieron de la ánfora de
Pandora. Ambos eran hijos de Érebo y de Nix, y solían estar acompañados por Pseudologos.

El cinturón de Ápate
Colgando de su cinturón estaban todos los trucos y artimañas que usaba la humanidad, sus
perjurios, artificios y embaucamientos. En una ocasión, deseando la diosa Hera vengarse de su
marido por su última infidelidad con Sémele, buscó a Ápate hasta que, una vez la tuvo delante, le
convenció con halagos y mentiras para que le prestase su cinturón. Le dijo que lo usaría para
disuadir a su marido de tener más amantes mortales y traerlo de nuevo al lecho conyugal, como
también para propiciar con él la vuelta del desterrado Ares al Olimpo. La convenció con estos
argumentos y, recibiendo de ella su cinturón mágico, lo usó para incitar a Sémele para que pidiera
a Zeus que se le mostrase en su forma natural. La ingenua mortal así lo hizo, y Zeus, que ya había
dado su palabra, se le apareció como una tormenta de rayos que la abrasó al instante. Entristecido
por haber dado muerte a su amada, Zeus recogió el hijo que ella todavía albergaba en su vientre y
terminó de gestarlo en su muslo.

- Las moiras

Los antiguos griegos creían firmemente que la existencia humana estaba regida por las Moiras,
tres temibles hermanas nacidas de la gran diosa de la Necesidad, contra la cual nada podía
hacerse. Sus nombres eran Cloto, Láquesis y Atropos.

Entre las tres se repartían el trabajo: Cloto tiraba del hilo, que simbolizaba la vida, de su rueca,
Láquesis lo iba midiendo, incorporando en él todas las vivencias, tanto buenas como malas y, por
último, Atropos, la más terrible del grupo, se encargaba de poner fin a la existencia cortando el
hilo con sus afiladas tijeras.

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