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Filosofía Aplicada
Filosofía de la guerra
ISSN: 1024-1531
REVISTA PERUANA DE FILOSOFÍA APLICADA N° 22, volumen XV
Enero - Junio 2022
DIRECTOR Y EDITOR
Manuel Abraham Paz y Miño
CO-EDITOR
David Álvaro Huallpa Vargas
COMITÉ EDITORIAL
Sección ética aplicada y bioética: Francisco Fernández B. (Universidad Pompeu Fabra); Hans Lenk (Universidad
de Karlsruhe); Thomas Pogge (Universidad de Columbia); Miguel Polo (Universidad Nacional Mayor de San
Marcos) / Sección filosofía de la ciencia: Oscar Barreda (Universidad Nacional de San Agustín); Robert T. Carroll
(Sacramento City College); Craig Dilworth (Universidad de Uppsala); Andrew Lugg (Universidad de Ottawa);
Marino Llanos (Universidad Nacional Mayor de San Marcos); William Montgomery (Universidad Nacional Ma-
yor de San Marcos); Antonio Peña Cabrera (Universidad Nacional Mayor de San Marcos) / Sección filosofía de la
educación: Juan Rivera Palomino (Universidad Nacional Mayor de San Marcos); Miguel Sotomayor Rivera (Uni-
versidad Cesar Vallejo); Víctor Baltodano (Universidad Nacional de Trujillo); / Sección filosofía latinoamericana:
Ladislao Cuéllar (Universidad Nacional Mayor de San Marcos); Víctor Mazzi (Universidad Nacional de Educa-
ción); Mario Mejía (Universidad Ricardo Palma); Thomas Ward (Loyola College) / Sección filosofía social y polí-
tica: Jon Elster (Universidad de Columbia); Manuel Góngora (Universidad Nacional Mayor de San Marcos); Dick
Howard (Universidad Estatal de Nueva York); Octavio Obando (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
ACCESO ABIERTO
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ISSN: 1024-1531
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Las opiniones y declaraciones vertidas en los artículos de la Revista Peruana de Filosofía Aplicada
pertenecen a sus respectivos autores y no a la Revista Peruana de Filosofía Aplicada.
Digitalizado en Perú
Digitized in Peru
EDITORIAL 7
ARTÍCULOS
Comprendiendo la importancia de la guerra desde
una mirada nietzscheana
MARCO JOSÉ VALENCIA CÁCERES 11
¿Por qué hay guerras?
EDUARDO JESUS CHOCANO RAVINA 23
Acerca de la guerra
ROBERTO JUAN KATAYAMA OMURA 35
Una filosofía de la guerra
MANUEL ABRAHAM PAZ Y MIÑO CONDE 43
ENSAYOS
La guerra desde un punto de vista filosófico
LUIS ENRIQUE ALVIZURI GARCÍA-NARANJO 59
TRADUCCIONES
Alexander Dugin, Lecciones de Belgrado: introducción
al Proyecto Noomaquia. Primera lección: introducción
a la noología
DAVID ÁLVARO HUALLPA VARGAS 65
RESEÑAS DE LIBROS
Víctor Samuel Rivera. Pensar desde el mal: Hermenéuti-
ca en tiempos de Apocalipsis
MANUEL ABRAHAM PAZ Y MIÑO CONDE 99
COLABORADORES 103
EDITORIAL
1. Una primera versión con el título “El significado de la guerra mediante una visión nietzscheana”
se presentó en el evento “Coloquio: Filosofía de la Guerra”, mesa nueve, organizado por la Univer-
sidad Autónoma Metropolitana (UAM) de México entre el 28 de febrero y el 4 de marzo de 2022.
Ahora bien, hay algo interesante en «el telón cae, y el ser humano vuel-
ve a encontrarse a sí mismo jugando como un niño con mundos, como un
niño que se despierta al brillo del amanecer y que riendo se borra de la frente
los sueños terribles» (Nietzsche, 2011, p. 204): la historia universal vendría a
ser como una pesadilla, como un sueño que nos hace despertar de manera
abrupta. ¿Qué es lo que nos quiere decir con esto el joven alemán? Si camina-
mos sobre los pasos de la humanidad nos daremos cuenta de las sangrientas
causas y consecuencias que traen consigo una imposición u orden social a
ciertos grupos humanos que no están habituados a esta exigencia o que la
naturaleza de estos no les permite ser en ese orden social; así podremos vi-
sualizar las imágenes que se habrían presentado en la pesadilla del niño. Em-
pero, este niño viene a ser el propio ser humano jugando con mundos. Esta
figura del mundo-niño volverá a aparecer en sus lecciones sobre Heráclito.
otro tipo de pueblo, que viene a ser el pueblo ungido por el Dios cristiano, el
cual viene a ser un pueblo cobarde y sin energía, ya que su hacer social no es
más que un dejarse llevar por la corriente o, en este caso, por el destino.
Las grandes «ideas» a través de las cuales algunos creen poder concebir esta
lucha son reflejos debilitados de ingenios grandes o pequeños que se mue-
ven en la superficie del mar agitado. Ellos no dominan el mar, pero embelle-
cen, con frecuencia, las olas a los ojos del que mira. Es, pues, indiferente que
la luz venga de la luna, del sol o de una lámpara: en cualquier caso, las olas
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estarán iluminadas con mayor o menor intensidad. (p. 233)
Y sigue mencionando:
literaturas, etc., no por ello son las más importantes. Un pedazo de pan es
siempre más importante que un libro. (Nietzsche, 2011, p. 233)
Areté, como es sabido, significa algo así como “excelencia”, capacidad de so-
bresalir; dones que se poseen y que conceden al poseedor una cierta pre-
eminencia, un cierto poder. Esta areté es un atributo fundamental del aga-
thós, que acaba integrándola en sí mismo. El agathós se convierte, así, en
aristós. (p. 24)
Y esta victoria es más firme y más alta si el otro, el rival, es también «victo-
rioso», si puede ser victorioso. No es un vencido quien sucumbe, sino un
posible vencedor. La gloria del héroe no es vencida. Se vence a un hombre;
pero la gloria que arrastra en su caída, la areté que lleva consigo, el linaje que
le ata al tiempo pasado, no perece con él; lo recoge la fama de aquel que lo
ha vencido. (p. 27)
Solo se puede estar callado y tranquilo cuando se tiene una flecha y un arco;
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de lo contrario, se charla y se disputa. ¡Que la paz sea una victoria! ¿Dicen
que la buena causa es la que santifica incluso la guerra? Yo respondo: la bue-
na guerra es la que santifica toda causa. La guerra y el valor han hecho más
cosas grandes que el amor al prójimo. No es la compasión, sino la valentía,
la que ha salvado hasta ahora a quienes se hallaban en peligro. (Nietzsche,
2015, p. 53)
Asimismo, Nietzsche (2015) nos sigue mencionando que «solo les es lícito
tener enemigos que haya que odiar, pero no enemigos para despreciar. Es
necesario que estén orgullosos del enemigo, porque entonces los éxitos de
él son también los éxitos de ustedes» (p. 54). En este párrafo se hace presente
la influencia griega que hay en Nietzsche, además de la nobleza y el actuar
de los antiguos griegos. El que desprecia a su enemigo es porque no mira
arriba de él mismo, se contenta en batallar a lo que ya ha sido batallado y
abatido. Muy diferente es el hombre o pueblo superior, que siempre tiene la
mirada bien en alto, buscando enemigos formidables con los cuales abatirse
de manera astuta y valiente. Derrotar a un enemigo excelente hace que nues-
tro espíritu tome la excelencia del enemigo para, así, forjar de mejor manera
nuestra excelencia. En esa derrota del otro ese otro merece que le mostremos
un digno respeto.
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Para finalizar analicemos algunos pasajes de su igual famoso libro El anti-
cristo. En este Friedrich Nietzsche (2013) dice:
Acorde con el avance del artículo una de las afirmaciones que se puede
deducir es que la guerra o el conflicto vendrían a ser la búsqueda y el en-
cuentro de la felicidad, claro está si es que se llega a sobrepasar la resistencia
o lo que se halla como obstáculo ante tal pueblo o nación. Todo pueblo que
posee la voluntad de poder conseguirá que cada individuo que pertenezca a
tal sociedad beba de esta voluntad acrecentando, así, el gozo en la existencia
individual-comunitaria.
Ahora bien, para entender la última parte del parágrafo número dos de-
bemos remitirnos al parágrafo número siete:
Habiendo leído este extracto del parágrafo número siete podemos en-
tender de mejor manera lo que nos quiere decir Nietzsche: «Los débiles y fra-
casados deben perecer». Se refiere a una conservación corrupta como conse-
cuencia de la compasión, ya que ésta conserva lo que está putrefacto y como
vida putrefacta contagia todo lo vital. Se debe de enseñar que la compasión
es parte del espíritu del débil y que no es digno del espíritu fuerte significa
«ayudar a morir» a los débiles y fracasados, claro está que en cuanto espí-
ritu. Se asesina al débil mediante el ejemplo del hombre fuerte. Esto puede
ser explicado desde una perspectiva griega, ya que en estos «el concepto de
modelo, de “ejemplo”, no es un concepto abstracto, no es una teoría, sino que
está encarnado en la vida, en el aristós que, al vivir, señala el camino de su
areté» (Lledó, 1988, p. 24).
Conclusiones
Referencias
Lledó, E. (1988). El mundo homérico. En V. Camps (Ed.), Historia de la ética: 1.
De los griegos al Renacimiento (pp. 15-34). Crítica
Nietzsche, F. (2003). Los filósofos preplatónicos. Editorial Trotta.
Nietzsche, F. (2011). Obras completas. Volumen I. Escritos de juventud. Editorial
Tecnos.
Nietzsche, F. (2013). El Anticristo. Ebisa Ediciones.
Nietzsche, F. (2015). Así habló Zaratustra. Ediciones Lea.
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Abstract: Ever since we are born we find ourselves influenced by war. War
is not only what is socially presented as a clash of countries. It is present
in every field of development of a person: In the personal field, the social
fields and the state one. The following article will seek to explain that wars
between states are born because of internal wars, explaining, for that, each
one of the wars mentioned in order to understand their origins.
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Introducción
Conceptos de la guerra
Una manera de relacionar la moral con la ética es por medio de sus eti-
mologías. Moral proviene del latín moralis, cuyo significado es «referente a
las costumbres» (deChile, 2022b). Por otro lado, ética proviene del latín ethos,
significando «manera de hacer las cosas o adquirir las cosas» (deChile 2022a). 25
Si una gran cantidad de la población tiene formas parecidas de realizar las
actividades en su vida, sus éticas se convierten en la moral, pues serán las
costumbres que rigen en dicha sociedad.
¿Para qué nos sirve todo este análisis de la moral y la ética? El compren-
der que ambos términos se interrelacionan es la base para comprender el origen
de las guerras. Comencemos con las guerras internas. Cada persona sigue un
conjunto de valores que determinan su manera de vivir: ¿Robarías?, ¿mata-
rías?, ¿copiarías? La respuesta que tengamos depende de si consideramos
correctas o no las acciones presentadas; depende de la ética que sigamos.
Guerra interna
La problemática surge por culpa de los cambios que vivimos. Con que
pase un solo segundo, ya no somos los mismos que fuimos antes de que
transcurriese ese segundo. De hecho, mientras leen estas líneas ya no son la
misma persona que fueron antes de haberlas leído. Esta idea del cambio per-
petuo proviene del filósofo Heráclito de Éfeso, cuyo pensamiento se resume
26 en que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río dos veces (1981, p.
326). Lo mencionado nos lleva a entender que las ideas, que consideramos
faros en nuestra vida, se enfrentan constantemente a nuevas ideas que pue-
den resultar conflictivas con lo que creemos, alcanzando el punto en que uno
actúa pese a que no cree que lo que está haciendo es correcto.
¿Qué tan maleable es la ética? Depende de qué tanto uno haya analizado
lo que sigue. Kant (1785) en su obra Fundamentación de la Metafísica de las
Costumbres plantea la idea de dos imperativos: El categórico y el hipotético. El
primero consiste en actuar por el hecho del deber ser. Para que un imperativo
sea categórico se necesita cumplir con tres requisitos: Que se tenga la inten-
ción de que llegue a ser seguido por todas las personas (que sea universal),
defender la dignidad del ser humano al tratarlo como fin en sí mismo en vez
de un medio y la libertad de escoger libremente el actuar. Los tres requisitos
unidos generan el nacimiento de un imperativo categórico. Lo cual es el gra-
do más grande de la ética, ya que nuestras ideas se encuentran totalmente
definidas al estar en capacidad de poder defenderlas. Deprimentemente, la
mayoría de la población sigue el imperativo hipotético, el cual consiste en
actuar no por el deber ser, sino como medio a un fin. Por lo que las ideas del
por qué se actúa son sumamente cambiante, llevándonos al vivir constante- 27
mente en guerra interna (Kant, 2007, pp. 66-74).
Guerra social
su vida por parte del Estado. Nadie cede su voluntad sin recibir beneficios.
Cada persona tiene sus propios intereses ocultos y siempre están preparados
para ser liberados por culpa del conflicto. La política es un detonante para
que los sujetos busquen a semejantes que, en lucha por su autoconserva-
ción, se unan con sus similares para enfrentarse a los diferentes de su misma
sociedad.
El Estado para poder ejercer sus funciones tiene diversas entidades. Los
trabajadores en estas son los funcionarios públicos. El Perú, en su Ley N° 31419
(2022), la cual establece disposiciones para garantizar la idoneidad en el acce-
so y ejercicio de la función pública de funcionarios y directivos de libre desig-
nación y remoción, define a los funcionarios públicos de la siguiente manera:
método objetivo para descubrir cuál es el dios verdadero o si, en realidad, exis-
te uno. Cada uno es libre de decidir su pensamiento. Sin embargo, la batalla
histórica entre creyentes contra los no creyentes continua. Tanto los temas
políticos como los temas religiosos terminan generando guerras entre los
miembros de la sociedad.
Este fermento de la conciencia nacional puede ser utilizado por los go-
bernantes para su propio beneficio, por lo que menosprecian a otros Estados
y declaran que solo el Estado del que forman parte es el que merece todo,
situación conocida como chovinismo o chauvinismo. El nacionalismo exa-
cerbado con fines personales del gobernante termina originando las guerras
entre Estados.
Claramente, los Estados atacados por los alemanes tuvieron que respon-
der. Una población con ideas diferentes amenazaba sus valores que organi-
zaban su manera de vivir. Toda esta situación llevó a la formación de dos ejes.
Resultaron victoriosos los Aliados frente a los alemanes y sus aliados.
Rousseau se apoyaba en la tesis del buen salvaje, según la cual el ser hu-
mano, en su estado natural, original y primitivo, es bueno y cándido, pero
la vida social y cultural, con sus males y sus vicios, lo pervierten, llevándolo
al desorden físico y moral. De ahí que considerase que el hombre en su es-
Conclusión
lismo exagerado para decirnos que el error no es de ellos, sino de los externos
que no apoyan sus valores. Siempre es culpa del resto, no de nosotros.
Referencias
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Kant, I. (2007). Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres. Pedro M.
Rosario Barbosa.
Ley N° 31419, Ley que establece disposiciones para garantizar la ido-
neidad en el acceso y ejercicio de la función pública de fun-
cionarios y directivos de libre designación y remoción. (21 de 33
enero de 2022). Obtenido de https://busquedas.elperuano.pe/nor-
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neidad-ley-n-31419-2039240-2/
Real Academia Española (2022). Guerra. DLE. https://dle.rae.es/guerra?m=-
form
Rousseau, J. (2011). Emilio o De la educación. Alianza Editorial.
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Abstract: This paper studies the nature of war. War has been with human be-
ings, as evidenced by cave paintings, since the dawn of the species, but what is
it? What is its nature? What causes it? These and other questions are addressed
in this research. The method used is that of the philosophy of language.
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Pero es cierto que las palabras o, mejor dicho, el uso social y comunicativo
de ellas, remite a una taxonomía epistémica u orden cognitivo que, desde el
cogito ergo sum cartesiano, indica la primacía del conocer sobre el ser. «Pues
lo mismo es pensar y ser», escribió Parménides en su Poema (Peñaloza, 1973,
p. 66), indicando que el ser determina el pensar y por eso no se puede pensar
el ser que es y no es (pues es imposible que algo así exista por contradictorio)
36 ni se puede pensar la nada como si fuera algo (pues la nada, nada es). Con el
cogito cartesiano esta relación se invirtió y ahora eran el subjectum y su cogito
quienes determinaban qué era real y qué no era (Rojas, 2011, p. 248). ¿Qué
es pues lo real?
Por lo anterior, habría así cinco usos discursivos o sentidos principales del
término “guerra”:
1. Durante la revisión de un borrador del presente artículo alguien me sugirió que a veces tam-
bién se usa la frase “estoy en guerra conmigo mismo”, este giro o uso lingüístico del término gue-
rra es abarcado por este primer sentido, solo con la aclaración de que esta molestia no es contra
otro sujeto (alguien externo) sino contra el propio sujeto (alguien interno o él o ella mismo/a).
Pero si hubiera que sintetizar estos sentidos en uno solo, para captar lo que
Husserl llamaría la esencia o el sentido de la idea en el sujeto, ¿qué diríamos?
Conclusión
Si bien los sentidos y usos del término “guerra” son distintos y variados,
la necesidad social de la expresión y su uso se origina en un sentimiento de
insatisfacción o molestia por la situación actual que vive un individuo, un
grupo social, una institución, un Estado o una nación. Situación que, excepto
cuando atañe al propio sujeto solamente, no puede ser resuelta por causes
regulares o pacíficos, lo que origina un conflicto violento entre las partes. Esta
violencia puede ser controlada o descontrolada.
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Referencias
Borges, J. (1974). Obra completa. Emecé
Cisneros Araujo, M. (2011). La naturaleza humana en Hobbes: antropología,
epistemología e individuo. Andamios, 8(16), 211-240. http://dx.doi.
org/10.29092/uacm.v8i16.472
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1. Le hemos puesto “Una filosofía de la guerra” y no “Filosofía de la guerra” pues nuestra intención
acá no es mencionar ni discutir a los filósofos históricos que han tratado el tema.
La violencia humana
La violencia es el uso de la fuerza física por parte de los animales para do-
minar, someter e incluso comer a los de otras especies e incluso a sus propios
congéneres.
Por otro lado, a pesar del desarrollo de la civilización, que inhibe las bajas
pasiones a través de la censura y represión social, aquéllas no dejan de exis-
tir y, dadas ciertas circunstancias psicosociales (Fromm, 1975; Gunn, 1976),
siempre hay quienes se dejan llevar por tales pasiones al ganarles la codicia,
la envidia, el odio y la lujuria, y llegan a dominar o asesinar a otros en base
a la fuerza de la violencia y el miedo para robarles sus tierras, propiedades,
riquezas y hasta sus mujeres o enriquecerse esclavizándolos.
Las causas pueden ser, por lo común, económico-limítrofes, esto es, cuan-
do hay disputas de territorios geoestratégicos y/o ricos en recursos naturales
También están las guerras por causas religiosas donde dos o más ejérci-
tos luchan por territorios considerados sagrados (e.g., las cruzadas europeas
católicas contra los árabes musulmanes por la Tierra Santa, 1096-1291), o para
defender la hegemonía de su propia fe (e.g., en Europa occidental y del norte,
entre católicos y protestantes, 1524 y 1697; en Francia, entre católicos y calvi-
nistas, 1562-1598, etc.).
Consecuencias de la guerra
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Las guerras ocasionan ingentes gastos en pertrechos, destrucción de los
edificios públicos y las viviendas, gran pobreza, hambre, movilización, abuso
y muerte de civiles y militares2, así como pérdida de territorios.
2. Se calcula que murieron más de 60 millones de personas en la Primera Guerra Mundial y más
de 80 en la Segunda. Y, en el conflicto armado entre la subversión del Partido Comunista Peruano
Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas peruanas, se produjo más de 69 mil muertos y desapa-
Entonces, los que van a ser militares deben ser preparados para el arte,
la técnica y la ciencia de la guerra, vale decir defenderse hiriendo o matando
al enemigo.
Y, claro, hay armas “más civilizadas” y sofisticadas como las armas bioló-
gicas —en base a bacterias, virus y hongos—, armas químicas o tóxicas, o
bombas de neutrones que pueden acabar con la vida de las personas sin des-
truir casas y edificios, y armas inteligentes como drones con cargas explosivas
para destruir blancos específicos o aniquilar vidas con costos menores a las
bombas nucleares.
Por otro lado, paradójicamente, los cuerpos y las fuerzas militares, como
los de las Naciones Unidas, los llamados cascos azules, crean y mantienen la
paz, con éxito relativo, en zonas de conflicto alrededor del mundo (Nacio-
nes Unidas).
Y en época de paz, los militares pueden hacer una labor pacífica en bene-
ficio de la sociedad y de su país en general como cuando ocurren desastres
naturales, la lucha de la policía contra el crimen y el narcotráfico, la seguridad
de los comicios generales, la construcción de carreteras, etc. (Kuan, 2017).
5. Evidentemente, diversas guerras se han iniciado sin mediar conversaciones diplomáticas pre-
vias a causa de: invasiones a la soberanía, ataques terroristas o de “prevenirlos”, la defensa de la
democracia occidental y la lucha contra el totalitarismo fascista o comunista, etc. En el caso del
actual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, se debe, según el presidente ruso Putin, para “pre-
venir” que en este segundo país, si fuera aceptado como miembro de la OTAN, se instalen misiles
atómicos con miras a bombardear en minutos al primero (Cuesta, 2021).
Tras los ejércitos participantes de los conflictos bélicos hay una serie de
intereses económicos y comerciales, especialmente de parte de los trafican-
tes de armas de fuego y de las transnacionales petroleras, de ser el caso. Los
primeros se enriquecen en gran medida con los países antagonistas del lla-
mado Tercer Mundo que les compran armas para sus respectivos ejércitos, y
los segundos explotando sus recursos naturales.
Y ese gran temor estaba justificado porque luego de lanzarse entre sí,
los bandos antagónicos, bombas nucleares (de uranio, plutonio, hidrógeno
o neutrones), ya no habrá vencedores, sino solo vencidos: los sobrevivientes
a las radiaciones. Sobrevivientes que buscarán alimentos a como dé lugar en
el peor de los casos, o por medio de la negociación o el acuerdo en el mejor
de los casos.
Pero, los líderes rusos, estadounidense y de los demás países que tienen
arsenal nuclear saben el riesgo mundial que se daría con una conflagración
atómica. No obstante, eso no impedirá que alguno de ellos por equivoca-
ción, accidente, presión, provocación o locura pueda iniciar un ataque ató-
mico contra el o los otros, lo cuales le responderán produciendo la temible y
terrible Tercera Guerra Mundial: simplemente los radares de un país podrían
captar erróneamente ojivas nucleares en su dirección (siendo en realidad, por
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ejemplo, la salida de la luna, la luz del sol, una sonda científica o un satéli-
te), podrían prodcirse falsas alarmas (por mal funcionamiento de ellas o de la
computadora conectada a radares e incluso una cinta de entrenamiento para
simular un ataque), la pérdida de comunicación temporal con estaciones mi-
litares, también, puede confundirse con haber sufrido ataques del enemigo,
las cargas de profundidad de advertencia pueden ser confundidas con ata-
Conclusiones
Por otro lado, las armas de la guerra han evolucionado en conjunto con
las sociedades humanas. No obstante, han aparecido desde el siglo pasado
diversas instituciones internacionales, siendo la más importante la Organiza-
ción de las Naciones Unidas, que se han esforzado reiteradamente en impedir
las guerras o contralarlas con resultados muy limitados.
Tal temible Tercera Gran Guerra si se llegara a dar, al ser masiva y darse
en distintas regiones del planeta, acabaría con gran parte de nuestra especie,
sin ningún país vencedor, sino con todos vencidos, además de exterminar a
otras regiones por la contaminación radioactiva que cubriría toda la atmós-
fera terrestre.
Referencias
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guerra nuclear y rectificó a tiempo. Business Insider. Consultado el 31
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julio de 2022, de https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-60584847
seres humanos, que somos producto de dicha materia, no podemos ser más
que un reflejo de lo que ella es. Cuando observamos cómo funciona nuestro
cuerpo a nivel microscópico descubrimos que en todo él existe un constante
combate entre seres que le hacen daño y los que le hacen bien. Al final los
que lo destruyen inevitablemente triunfarán, y a eso le llamamos “muerte”.
Pero ello es parte de la misma vida, pues con la muerte esta resucita.
ello los alimentos y placeres que ahora nuestras ambiciones desatadas nos pi-
den. El actual comercio de las drogas, que generan una violencia y una guerra
constante cada día en todas partes, no se daría si no fuera por la urgencia de
los más ricos por sentir “el gusto y el disfrute de estas”, a pesar que anualmen-
te mueren cientos de miles a consecuencia de ese capricho. De esto se dedu-
ce que las guerras no son todas iguales: van desde las más evidentes, donde
participan los soldados con sus armas, hasta las más silenciosas y oscuras que
producen igualmente muertes pero que no son consideradas como “guerras”
sino como “mecanismos” para obtener beneficios. Tal es el caso de la produc-
ción de elementos de consumo masivo que provocan millones de muertos
pero que no se consideran crímenes, como es el caso del tabaco, las drogas o
la comida chatarra, así como numerosos productos “medicinales”.
Y de esto último se trata: de que, así como asumimos la muerte con re-
signación, igualmente debemos hacerlo con respecto a las guerras. Ningu-
na es “justa ni injusta”; simplemente son “humanas”, y el ser humanos es lo
que nos identifica. Sentir pena, frustración, rabia, odio, tristeza ante ellas es
inevitable y es parte de la vida. Ante eso ¿qué nos dice la sabiduría? En pri-
mer lugar, aceptación, comprender que esa es nuestra naturaleza y nuestro
modus operandi, cosa que no vamos a cambiar nunca. Y, en segundo lugar,
procurar estar preparados para ello. ¿De qué manera? Filosofando o siguien-
do los consejos de una religión, cualquiera que ella sea, puesto que estos son
los dos métodos que el ser humano ha creado como respuesta ante dicha
circunstancia. Solo quienes profundizan en ambas y siguen sus recomenda-
ciones podrán soportar el enfrentamiento ante una realidad que va más allá
de nuestra voluntad y nuestros deseos.
PRIMERA LECCIÓN:
INTRODUCCIÓN A LA NOOLOGÍA2
Alexander Dugin
Traducción al español de David Álvaro Huallpa Vargas (d.huallpa@pucp.edu.pe)
1. Se trata de un conjunto de diez lecciones en total, de las cuales aquí transcribimos y traduci-
mos solo la primera de ellas, dadas en inglés y presentadas en el mes de marzo del año 2018 en
la Balkan School of Geopolitics (Serbia).
2. Sobre esta lección, está disponible una transcripción bastante lograda —con algunas salve-
dades— en el portal web educativo académico Пαιδευμα: “Noomachia (Serbia 2018) Lecture 1.
Introduction” (2019). Respecto a esta lección, se han realizado cuatro traducciones. Primero, una
al italiano elaborada por Donato Mancuso: “Introduzione a Noomachìa. Lezione 1. Noología: la
disciplina filosofica delle strutture dell’intelletto” (Geopolitika, 2019), la cual es bastante fluida; sin
embargo, omite algunos pasajes o simplifica demasiado otros sin justificación. Segundo, una tra-
ducción al portugués, de la cual existen dos versiones. Por un lado, una presentada por el grupo
Nova Resistência: “Aleksandr Dugin – Introdução sobre Noomaquia – Lição I – Noologia: A Disci-
plina Filosófica das Estruturas Intelectuais” (2019), la cual, sin embargo, solamente es una traduc-
ción de la versión italiana. Por otro lado, una versión ligeramente mejorada de la anterior que se
halla disponible en la plataforma web Geopolitika: “Introdução à noomaquia (Lição I) - Noologia:
a disciplina filosófica das estruturas intelectuais” (2020). Tercero, una al alemán llevada a cabo por
Alexander Markovics: “Einführung in die Noomachie (Erste Einheit) – Was ist Noomachie?” (2020),
el cual sigue con apego la transcripción inglesa ya mencionada e introduce algunas correcciones
e interpretaciones interesantes. Cuarto, una al español que se incluye en la antología titulada: La
Noomajía y la lucha triádica entre Apolo, Dioniso y Cibeles (Fides: Tarragona, 2021); sin embargo,
no pudimos acceder a dicha traducción. Al respecto, nuestra traducción ha tratado de ser lo
más rigurosa posible, prestando especial atención a los matices filosóficos que lo fundamentan y
que, a veces, pasan desapercibidos. En algunos puntos, no obstante, nos hemos visto forzados a
realizar una interpretación (e.g., al momento de establecer dónde dividir los párrafos, los signos 65
de puntuación, con la traducción de algunos términos, etc.). También, hay algunos pasajes que
pueden resultar un poco oscuros. Para resolver esas dificultades, hemos consultado y revisado
otras conferencias, entrevistas y textos de Dugin. Por otra parte, hemos tenido que pulir algu-
nos aspectos propios del discurso oral como la repetición redundante de algunos conectores,
las muletillas, pensamientos inconclusos, etc., como establece la convención. Por último, hemos
dispuesto algunos subtítulos en el texto y, también, algunos añadidos, marcados por corchetes,
para una mejor compresión del texto. Las notas a pie de página también son todas nuestras y
tienen el fin primero de aclarar o expandir algunos puntos al lector. Agradecemos, finalmente, a
Alexander Dugin por habernos dado su consentimiento para realizar esta traducción.
El ser humano es el ser que se diferencia de cualquier otro ser del mun-
do en cuanto intelige o piensa: es ser pensante. Todas las demás cualidades
las compartimos con los otros seres, pero el inteligir pertenece [solamente]
al ser humano. En consecuencia, ser humano es tener intelecto. [Todos] te-
nemos cuerpos, instintos, dolores, sufrimientos o alegrías, pero las demás
[2.1. La filosofía]
espejo del intelecto. Al estudiar filosofía nos ahorramos tiempo para estudiar
al otro, la política o la historia, porque todo está en contacto con la filosofía:
todo se le presenta simultáneamente. Así, si leemos la Historia de la filosofía,
estamos leyendo la Historia de la humanidad. ¿Por qué? Porque inteligir es lo
humano y los filósofos consagran toda su vida y todos sus esfuerzos a dicha
actividad; entonces, claramente, ellos son más humanos que todos los demás.
Hacen lo mismo que todos, pero de una manera especial: están concentrados
en la humanidad de lo humano. Los demás participan también: podríamos
decir que todo hombre es filósofo, pero el filósofo es un hombre completo, con-
sumado y perfecto, pues se dedica al principal fin del ser humano: inteligir o
pensar. Por este motivo, la filosofía es tan importante para la noología.
Para la noología es, asimismo, importante y necesario —tal vez algo nue-
vo aquí— tener algún conocimiento de geopolítica, pues la geopolítica es la
concreción de la civilización. Es una especie de generalización: si [no] descu-
70 brimos la posición geopolítica de algún intelectual o pensador, no podremos
entender lo que quiere decir. Y es que todos estamos definidos no solo por la
tradición filosófica y religiosa, sino también por nuestra posición en el mundo
6. Esta tesis es ya conocida, con claridad, por lo menos desde Hegel. Vid. los dos últimos capítulos
(“La religión” y “El saber absoluto”) de su Fenomenología del espíritu (e.g., México D.F.: Fondo de
Cultura Económica, 2015).
[2.4. La sociología]
[2.5. La antropología]
des arcaicas podríamos descubrir una sociedad más compleja que la nuestra,
pero eso es algo completamente diferente: no es que estén en situación de
subdesarrollo. No describen, pues, etapas “infantiles” de una misma cultura
universal. Tal vez sea una etapa madura, “infantil” o antigua de otra cultura
diferente que debemos estudiar cuidadosamente sin proyectar nuestras pro-
pias creencias sobre ellos. Esa es la ganancia de la antropología moderna y
uno de los principios fundamentales de la noología y la noomaquia —hay
[también] una etnosociología que une etnología y sociología.
[2.7. La fenomenología]
7. Vid. Gilbert Durand, Les Structures antropologiques de l’imaginaire (París: Borda, 1969).
8. Ello lo hará en la quinta lección dedicada exclusivamente al Lógos de Dioniso.
9. Vid. Alexander Dugin, Социология воображения: Введение в структурную социологию
(Moscú: Академический проект, 2010).
10. Vid. Edmund Husserl, Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía Fenomenológica
(México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 2013).
[2.8. El estructuralismo]
11. Para una pequeña ampliación de esta idea, vid. Alexandr Dugin, “Reality is not real” (Geopoli-
tika, 2021). https://www.geopolitika.ru/en/article/reality-not-real
12. Es otro libro de Dugin: Четвертая политическая теория (San Petersburgo: Амфора,
2009). Hay una traducción al español: La cuarta teoría política (Barcelona: Ediciones Nueva Re-
pública, 2013).
13. Concretamente, se refiere a: Johann Bachofen, Das Mutterrecht: eine Untersuchung über die
Gynaikokratie der alten Welt nach ihrer religiösen und rechtlichen Natur (Stuttgart: Verlag von Krais
& Hoffmann, 1861). Hay una traducción parcial al español: Johann Bachofen, El matriarcado: una
investigación sobre la ginecocracia en el mundo antiguo según su naturaleza religiosa y jurídica (Ma-
drid: Akal, 1992).
14. Es pertinente aclarar aquí, para evitar cualquier tipo de confusión, que, en griego antiguo, el
plural de lógos (ὁ λόγος) es lógoi (οἱ λόγοι).
[3.2. Los tres Lógoi están presentes en cada cultura en distintas propor-
ciones]
A estos tres Lógoi los podemos encontrar en cualquier cultura. Las culturas
no están destinadas a tener uno [solo] de ellos. Tampoco hay una jerarquía
entre estos tres Lógoi: encontramos los tres Lógoi necesariamente en cual-
quier tipo de cultura. Ese es el resultado de mi trabajo y el resultado de otros
tantos estudios e investigaciones. Partí de la hipótesis de que, tal vez o tal
vez no, los podíamos encontrar en cualquier cultura. Después de estudiar di-
versas culturas del mundo, incluidas las más arcaicas de Oceanía, de África,
del sur de la India y de Norteamérica, he llegado a la conclusión en la que se
confirma dicha hipótesis. En cualquier cultura y en cualquier sociedad, arcai-
ca, moderna o posmoderna, europea o no europea, en cualquier época y en
cualquier forma de sociedad, podemos hallar estos tres Lógoi en diferentes
proporciones y en diferentes equilibrios. Pueden combinarse de muchas ma-
neras, en millones de formas (es dinámico), pero están presentes en todas
partes. Ninguna cultura, ningún pueblo, ninguna religión, ninguna región
podría decir “tenemos este Lógos y solo este, o [solamente] estos dos”. Cada
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cultura tiene los tres Lógoi, eso es lo importante.
co, moderno, capitalista, liberal, europeo, eurocéntrico. Sería, pues, una suer-
te de europeo [incompleto] en vías de subdesarrollo: no es [valorado como]
el representante de una cultura que sigue su propio camino. Y, [bajo] la idea
moderna de tolerancia [solo] deberíamos de tolerarlo en tanto que imperfec-
to, inválido, algo en camino a ser como nosotros mismos: eso es completa-
mente racista. [Al hacerlo] no reconocemos al otro como un ser humano com-
pleto, perfecto y diferente a nosotros. Aquellos piensan que todos van por su
camino, que todos están obligados a seguirlo y que no hay otro camino; en-
tonces, tienen lástima [a los que no son como ellos]. Hay una película muy in-
teresante de Werner Herzog: Where the Green Ants Dream (1984). Muestra que
la gente de Australia no solo no puede seguir el paradigma occidental, sino
que tampoco quieren hacerlo. Están siguiendo su propio camino diferente al
occidental y esa es la decisión de su cultura. [Muestra un] choque de la visión
racista anglosajona de la historia contra esa visión aborigen australiana de su
propia identidad: no son occidentales de segunda categoría, son australianos
de primera clase por sí mismos.
colonialista por el poder, pero no entender ni saber nada sobre la verdad: ¡eso
es algo completamente diferente! Por esta razón, la noología es tan impor-
tante. Es la base filosófica y metafísica de la Teoría del mundo multipolar: el
concepto de los tres Lógoi muestra las diferencias que pueden existir por sus
múltiples combinaciones en las diferentes culturas.
Ahora bien, ¿cuáles son estos tres Lógoi? Aquí podríamos recordar el con-
cepto nietzscheano de los dioses griegos Apolo y Dioniso15. Apolo y Dioniso
fueron dos dioses griegos, pero Friedrich Nietzsche no los interpretó [simple-
mente] como objetos de culto o adoración. Fueron tomados [más bien] como
metáforas: como una especie de símbolos o figuras. No es, pues, necesario ser
un adorador de Apolo para ser apolíneo, así como no es necesario ser un ado-
rador de Dioniso y participar en sus orgías para ser dionisíaco. Para Nietzsche,
ser dionisíaco o apolíneo tenía un significado completamente diferente: ser
apolíneo equivalía a ser jerárquico y lógico al momento de entender el mun-
do, y ser dionisíaco era ser irracional e intuitivo en la comprensión del mundo.
De acuerdo con Nietzsche, el primero equivale a una forma de pensar diurno,
y el segundo, nocturno, auroral o crepuscular.
Buscando al Lógos oscuro me topé con que había algo [más] fuera de este
nuevo Lógos dionisiaco. Ahí estaba el tercero: detrás del Lógos de Dioniso se
ocultaba algo más que permanecía a sus sombras. Si Dioniso era la sombra
de Apolo, existía, entonces, la sombra de la sombra. A eso yo lo he llamado en
mis estudios el Lógos de Cibeles17. Cibeles es el nombre de una diosa madre
muy antigua de Anatolia equivalente a la diosa griega Rea. Antes de los hiti-
tas existió un pueblo preindoeuropeo muy especial, el de los hattianos, y el
idioma indoeuropeo de los hititas adoptó [luego] a esta diosa y la integró a su
propio contexto religioso; después de eso, los frigios también desarrollaron el
culto a Cibeles. Eso era un círculo muy interesante cuyo concepto se basaba
en la castración ritual del varón y el gobierno de la Gran Madre. Los sacerdo-
tes de Cibeles eran convertidos en eunucos: esa fue parte de la gran visión
del matriarcado en el cual la posición del varón es completamente diferente
80 a la que conocemos.
17. Vid. el capítulo número veintitrés (“Логос Диониса”) del libro ya citado de Dugin: В поисках
темного Логоса: Философско-богословские очерки (Moscú: Академический Проект, 2012).
Las orgías y todos los ritos, cultos, y todos los temas relacionados con Dio-
niso no son tan fáciles de interpretar. No es [simplemente] una inversión del
orden apolíneo: no fue una especie de revolución. Dioniso es lo mismo que
Apolo, con la diferencia de que no viene de día sino de noche: es el varón en
la noche, la luz en la oscuridad. Es un tipo de sol que se pone al atardecer para
reaparecer nuevamente por la mañana. Pero cuando este pasa, el momento
de la medianoche, es invisible, está escondido, ya no hay sol en medio de la
noche, pero este sol sigue allí. Si fuese a estar absolutamente ausente, ya no
habría ni un mañana ni un amanecer. No es el sol diurno, Apolo o Helios, sino
el sol de la noche. ¿Dónde está el sol cuando no hay sol? ¿Dónde está el cielo
cuando no hay cielo? ¿Dónde está el [elemento] varón cuando no hay varón
y sólo [hay] oscuridad, tierra, inmanencia, materia y principio femenino? Está
escondido, pero es, sigue allí. Ese es el Lógos dionisíaco. Este crea un nuevo
tipo de visión dinámica, una especie de equilibrio entre los géneros y, en me-
tafísica, el equilibrio entre la trascendencia y la inmanencia, entre el cielo y la 81
tierra: es el cielo terrenal o la tierra celestial. Él es una combinación de oposi-
ciones: es dialéctica. Eso es el Lógos dionisíaco.
[4.3.1. Motivo por el cual el Lógos negro no pudo ser planteado antes: el
machismo de los dos primeros Lógoi]
¿Por qué se descubrió tan tarde el Lógos de Cibeles? ¿Por qué antes nadie
había hablado de tres Lógoi? Cuando comencé a tratar de comprender, de re-
solver este problema metafísico, descubrí algo muy interesante. Para el domi-
nante Lógos de Apolo, este tercer Lógos no podía existir. Ver la realidad desde
el punto de vista puramente apolíneo impide ver algún otro Lógos más allá de
sí mismo, porque el concepto apolíneo es exclusivista, puramente masculino
y basado en una especie de equivalencia: el ser humano en tanto que varón
es hombre, y ser varón y ser humano es lo mismo [no hay más]. Así, todo
aquello que no encaje dentro de este concepto no tiene derecho a pretender
llamarse Lógos. En consecuencia, el Lógos solo puede ser Apolo representado
por el ser humano y [concretamente] por el varón. Todo lo que no es mascu-
lino (lo femenino, por ejemplo) y que no es lógico, no pertenece, así, al Lógos
y tampoco pertenece al ser humano: sería una especie de bestia o cualquier
objeto, pero no el sujeto, el sujeto solo puede ser apolíneo.
físico, lo que dice la mujer solo es ruido, no habla, es algo como, por ejem-
plo, el sonido de la naturaleza —que podrá ser hermoso o menos hermoso,
eso depende.
Ese es [el caso del] platonismo [como una pura] filosofía apolínea. Hay
ideas que están arriba e imágenes o íconos que están abajo: existe una verti-
calidad. Está el padre [ por un lado] que es ejemplo eterno y paradigma y está
[por otro lado] el hijo, que es una especie de imitación fenomenológica del
padre y, adicionalmente, está la χώρα (khôra), la materia que no tiene cuali-
dad18. Y la definición más importante del enfoque apolíneo del Lógos es que
más allá del Lógos no hay nada [más]. Más allá del padre o del hijo o de la ma-
teria que no tiene cualidad, [solo “está”], pues, la nada, el no-ser, la oscuridad.
De este modo, está el Lógos del padre que es apolíneo, está [también] el Lógos
del sol inmanente, que es el Lógos de Dioniso, y está el no-Lógos, porque este
enfoque es completamente machista: pertenece a una tradición patriarcal y
por eso no deja que la otra parte de la realidad tenga Lógos. De este modo, lo
negamos y por eso permanecía muy escondido.
18. Vid. Timeo, 48-e-53b. Hay diversas traducciones al español de este diálogo, una de las más
logradas es la siguiente edición bilingüe: Platón, Timeo (Madrid: Abada, 2010).
inclinación del Noûs. Tal vez sea el mismo Noûs, pero la forma es completa-
mente diferente.
Así, el Lógos de Apolo no se deriva [solo] de las personas que leen a Platón
o que han aplicado los textos de Platón a sus sociedades. [Solo] parcialmente
ese fue el caso: no podemos explicar [cada] sociedad apolínea [solo] con la
lectura de Platón. Platón es [solo] una parte. Explicaré en las futuras lecciones
lo que era concretamente la filosofía de Platón20, lo importante ahora es que
el Lógos apolíneo es un Lógos que no es [solamente] platónico. Platón es [él
mismo] un reflejo o espejo de este Lógos; una excelente forma de expresarlo:
es arte perfecto o revelación de este Lógos en la forma más completa. Por
eso, es la mejor introducción al Lógos apolíneo. Pero ello no es una creación
de Platón, es una creación del Noûs. Es la forma como el Lógos apolíneo fun-
ciona en el Noûs y cómo se revela y se manifiesta a sí mismo. No es, pues, una
creación artificial de alguna mente o intelecto humano. El intelecto o mente
humana puede seguir la línea de Apolo y puede ser platónica. Podemos ser
platónicos natos si este Lógos rige en nosotros, en nuestra cultura, en nues-
tra religión o en nuestro sistema de valores. Define nuestro mundo [cuando]
consideramos al cielo más que la tierra; entonces, estamos [hechos de] luz sin
peso y adoramos, por ejemplo, a las criaturas aladas y los ángeles o a las aves
o nuestros dioses son transparentes que viven en el aire, en el cielo o en las
nubes. De este modo, nuestra tradición indoeuropea cristiana sería apolínea.
Platón era parte de esta cultura [y no al revés]. Casi toda la cultura griega, an-
tes de Platón, después de Platón y no sólo la tradición griega sino [también]
la romana, la iraní, la india y la eslava: todas son apolíneas. [Si] pensamos que
el mundo es de este modo y que no hay otro mundo, estamos habitando
en el mundo apolíneo: nuestra tradición [de hecho] está fundamentada en la
visión apolínea.
tales cosas no existen en el mundo que nos rodea: ¡todo es doble! Todo existe
y no existe, muere y nace, de modo que [incluso] en la física, no se presenta
[tal] lógica. La lógica solo describe el mundo apolíneo, el mundo que damos
por sentado, con la que nos relacionamos, pero que no existe. Esa lógica es
una especie de revelación: solo Dios es Dios mientras que todo lo demás es
algo mitad creado por Dios y la otra mitad, nada; de modo que en el universo
no hay nada, excepto Dios, donde se cumpla A = A. Eso era lo lógico, algo
para nosotros tan natural, algo absolutamente trascendental. Es la esencia del
Lógos apolíneo que está ejecutándose dentro de nuestros cerebros, porque
está operando dentro de nuestra cultura, formando nuestro eje semántico: el
paradigma de nuestra manera de pensar. Ese es el Lógos de Apolo.
25. Vid. Física, particularmente el “Libro I”. En español se puede consultar: Aristóteles, Física (Ma-
drid: Gredos, 1995).
26. Vid. Retórica, especialmente el “Libro I”. En español, por ejemplo, puede consultarse: Aristóte-
les, Retórica (Madrid: Gredos, 2005).
27. Vid. El “Libro X” de la República. En español, puede consultarse, por ejemplo: Platón, La Repú-
blica (Madrid: Alianza Editorial, 2013).
apolíneo, racismo apolíneo. Este piensa [pues] que él mismo es el todo y todo
lo demás es parte de sí mismo o una especie de imagen a veces pervertida.
Entonces, Platón señala: saquemos a los poetas y mitólogos de nuestra pólis
apolínea, puramente filosófica, porque pertenecen al mundo de Dioniso y no
tienen lugar en la república de Apolo. La República de Platón es la república
de Apolo. Los poetas deben ser expulsados porque son considerados impu-
ros en cuanto que son rétores. Tratan con la inclinación: no con la línea recta,
sino con las curvas; tratan con la combinación de los elementos estructura-
dos de una manera muy “fantasiosa” (el espíritu artístico, creativo, dionisiaco).
Ciertamente, podríamos encontrar líneas apolíneas en el arte, pero la mayor
parte del arte y la poesía son puramente dionisiacas: es el reino de la inma-
nencia y de la retórica.
28. Dugin, ciertamente, ha dedicado varios trabajos a la filosofía de Martin Heidegger como
Мартин Хайдеггер. Философия другого Начала (Moscú: Академический Проект, 2010), de
esta hay una traducción al inglés: Martin Heidegger: The philosophy of another beginning (Was-
hington: Washington Summit Publishers, 2014); Мартин Хайдеггер: Последний Бог (Moscú:
Академический проект, 2014), Мартин Хайдеггер: Метаполитика. Эсхатология бытия
(Muscú: Академический проект, 2016). Y más recientemente: Мартин Хайдеггер. Возможность
русской философии (Moscú: Академический проект, 2021).
29. Dugin lo pone de esta manera: “t/here being”.
una especie de lucha entre los dos Lógoi. Un Noûs y dos Lógoi que luchan
entre sí. Comenzamos a abordar la razón de la noomaquia: la noomaquia es la
lucha del Noûs o la lucha dentro del Noûs31. Pero el verdadero aspecto dramá-
tico de todo esto se alcanza cuando llegamos al tercer Lógos.
31. Noomaquia literalmente significa algo así como lucha o duelo de/entre/contra el intelecto o
pensamiento —por eso el subtítulo de los libros de Dugin de esta serie es войны ума (guerras
del intelecto). Proviene, pues, del compuesto del griego antiguo: νόος ου, ὁ (cuyo contracto, y 93
más conocido, es νοῦς, lat. intellectus, que suele significar inteligencia, espíritu, mente, pensa-
miento, memoria; razón, intelecto; sentido, propósito) y del sufijo -μαχία (de μάχη ης, ἡ, que
suele traducirse como lucha, combate; campo de batalla; desafío, duelo; riña, disputa). La trans-
literación estándar, así, resultaría “noomachía”, pero también “noomaquia” como, por ejemplo, en
tauromaquia (ταυρομαχία) o titanomaquia (τιτανομαχία), que es la forma, como ya se observó,
que empleamos aquí.
32. Dugin identificará a Demócrito, Epicuro y sus seguidores, Lucrecio, Galileo, Gassendi, New-
ton, etc., como los representantes filosóficos de este Lógos, vid. el segundo capítulo del libro de
Dougin: Ноомахия: войны ума. Три Логоса: Аполлон, Дионис, Кибела (Moscú: Академический
[solo] una especie de reflejo de la tierra; por lo tanto, cualquier tipo de cielo
sería solo un reflejo de lo mismo, de la materia. Estamos llegando a la absolu-
ta inmanencia materialista. La inmanencia de Dioniso no era materialista, era
una inmanencia espiritualista: casi siempre estaba en el medio, mitad espíritu
y mitad materia, donde ese entre es previo [a lo demás], no es la suma, sino
[que es] previo a [todo] ello: antes que la materia y el espíritu.
Para concluir, lo importante es que los tres Lógoi que he descrito se man-
tienen en una lucha absoluta dado que crean [sus propias interpretaciones
del] mundo, del sistema, de la sociedad, las culturas, las religiones, de los cul-
tos, de las relaciones, de los valores, de los sistemas políticos. Se basan en
puntos de vista completamente diferentes y [además] están en conflicto: eso
es la noomaquia.
проект, 2014). De este capítulo está disponible una traducción al inglés realizada por Jafe Ar-
nold: “Alexander Dugin – The Three Logoi: An Introduction to the Triadic Methodology of NOO-
MAKHIA” (Eurasianist-archive, 2019).
33. Además de los mitos (e.g., Hesíodo, Teogonía 675-715), filosóficamente, el referente griego
claro más antiguo se puede encontrar en el Sofista de Platón (246a-b). Puede revisarse, en espa-
ñol, por ejemplo: Platón, El sofista (Madrid: Alianza Editorial, 2010).
95
Este voluminoso y lujoso libro de tapa dura y hojas couché, empieza con
la presentación del mismo por parte de Mirtha Vásquez, Presidenta del Con-
greso de la República hasta julio del año 2021, quien afirma que el diagnósti-
co del liberalismo de las democracias capitalistas por parte de Víctor Samuel
Rivera, quién es Licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica
del Perú y Magister y Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, «es severo» pues ha llevado al mundo al empobrecimiento
y su inminente colapso apocalíptico. Pero a pesar de esto, Vásquez dice que
Rivera apuesta por la metafísica y la apelación a la fe (p. 14).
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Manuel Abraham Paz y Miño Conde
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