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LIBROSROMANTICOS
ESPOSA DECapitulo 1
La manana esta siendo eterna para la joven
Willow, puesto que no ha logrado entregar ni un
solo volante y el sitio no es muy concurrido. Se
siente derrotada, y sus pies reclaman por un
descanso. Ha estado un buen rato paseandose en
la esquina del local del sefor Hanks; su jefe. Un
viejo cascarrabias que no le agrada nada ni nadie.
La mayor parte del tiempo se la’pasa encerrado en
un pequenio despacho dentro de la tienda, un
lugar repleto de antigiiedades especializada en la
venta de objetos pasados de moda. Pero que por
alguna razon, swproducto es normalmente
suministrado por subastas, ventas dél estado,
busquedas en los mercadillos, y esas cosas. que no
le interesa en lo mas minimo a la chica. Sin
embargo los objetos son de gran valor para los
adinerados que no saben en qué gastar su fortuna.
La verdad es que si atin sigue trabajando en ese
lugar, es porque no ha encontrado otro sitio
mejor, y no podia darse el lujo de perderlo justo
ahora, ya que tenia que pagar el alquiler donde
vive y lleva acumulado tres meses de renta.
Por estar distraida mirando los volantes que
sostiene, no sé percata de la sefora que viene
andado hacia la tienda. De repente, se girabruscamente y choca con ella, derramado el café
que la sefiora traia en manos.
Willow abre los ojos desmesuradamente al
escuchar el chillido histérico de la senora.
—iéAcaso no te fijas por donde caminas, ninita?! —
reclama la mujer mayor apartando la tela mojada
de su pecho.
—L-lo siento, lo siento —farfulla la jovencita
preocupada—. Déjeme ayudarle con eso, tengo
toal...
Estira la mano hacia la blusa que valia mas que su
miserable sueldo.
—iAparta tu mugrosa mano de mi, mocosa! —
grune la sefora—. Acabas de arruinar el outfit que
estuve eligiendo por horas en mi armario, éSabes
lo que cuesta decidirse por la mejor ropa de marca
y asi no llevar la misma que tus amigas?
La chica no sabe lo que es eso, puesto que la
mayoria de las perchas de su armario estan vacias.
Incluso, a veces tenia que repetir su ropa para
venir al trabajo.
—Senora...—iNo, no sabes! —intervino la mujer mayor
lanzandole una mirada cargada de arrogancia—.
Asi que no tengo idea como ni con qué, pero vas a
reponer este incidente.
—Pero senora, eso cuesta una fortuna. Ademas
usted misma dijo, fue un incidente, {Nunca le ha
ocurrido? —la joven no podia costear aquella
prenda tan ridiculamente cara.
La detalla minuciosamente, notando la costura
finamente cosida en cada borde de la blusa. No
hacia falta ser una experta en lamateria para darse
cuenta que la ropa‘de la sefiora habia sido
confeccionada por un gran disenador de moda.
—No, jamas me ha sucedido porque no soy torpe.
Estoy pendiente por donde camino —responde la
mujer mirando a la joven con arrogancia—. Y
claro que deberias reponer mi blusa, pagar lo que
cueste.
—P-pero, no tengo el dinero y seguramente es
mas que lo que gano mensualmente. Tenga al
menos un poco de empatia y pongase en mi lugar
—replica la joven Willow sintiéndose de repente
molesta por la actitud tan hostil de la mujer
mayor.
—Ese no es mi problema, nifia —hace énfasis enlo ultimo—. Entonces, al menos deberias pagar la
tintoreria.
Senala la zona de la blusa manchada de café.
Willow estaba por hablar, cuando un tercero
intervino.
—éSusanne? —la nombrada voltea hacia el senor
Hanks—. No sabia que venias.
—Vengo por unas cosas —dice la sefora
acomodando su cabello perfectamente arreglado
en un peinado elegante.
El senor Hanks asiente, y se percatarde la joven
Willow quelos mira.
—¢Queé haces alli parada? No te pago para que
andes de cotilla, ve a ordenar las repisas —
demanda el jefe de la chica.
—Ya lo he ordené ayer, sefior —le recuerda
Willow, se muerde la lengua para no soltarle
improperios.
—Pues entonces busca que hacer en vez de
quedarte de vaga —exige el senor.
La chica resopla echando a andar hacia la tienda.—Oye, no hemos terminado —habla de nuevo la
mujer, pero Willow la ignora y sigue caminando
—. Es una grosera, éc6mo puedes contratar a ese
tipo de maleducados?
La joven no alcanza a escuchar la respuesta del
senor Hanks ya que ingresa a la tienda
refunfunando. Se dirige al deposito de la tienda y
comienza a recoger las cajas pesadas que estan en
el suelo. Hace tiempo que lleva haciendo lo
mismo, asi que se ha acostumbrado a realizar ese
tipo de trabajo forzado. Aunque luego debia lidiar
con dolores de espalda, ‘sin embargo no habia otro
empleado en la tienda que pudiera cargar las cajas
que pesaban. Por lo que no le queda de otra ala
chica.
Después de un rato, Willow se seca con la manga
de su camisa el sudor que baja por su frente. Va
hacia el refrigerador y saca una botella de agua
que toma de un sorbo. Se marcha del deposito y
agarra el plumero para quitar el polvo de los
objetos que estan en las repisas altas. Empieza a
limpiar mientras tatarea una cancion que le viene
a la mente, la mayoria de las veces no recuerda en
donde la ha escuchado antes.
Mueve los brazos como si estuviera tocando un
instrumento imaginario, anda tan concentrada
limpiando los objetos de valor, que no se percatadel muchacho que ha ingresado a la tienda
cargando un enorme cuadro. La joven Willow
sostiene un jarron que parece haber pertenecido a
la realeza con lo antiguo que se ve. Empieza a
inspeccionarlo curiosamente, pero de pronto la
voz del muchacho, una voz que tanto reconoce,
hace que se sobresalte y suelte el jarron al suelo
ocasionando que quede echo anicos.
—Mierda —abre los ojos. como plato y se agacha a
recoger el desastre que ha ocasionado ella misma
por ser tan asustadiza.
—Disculpe sefiori«. —el muchacho no\termina su
oracion al verla—. Willow?
La susodicha alza la cabeza y le da una mirada
fulminante.
—Tan inoportuno como siempre —murmura la
chica a su ex novio.
—Wow, iComo has cambiado! —expresa
repasandola de pies a cabeza—. ¢Trabaj
s aqui?
—Si, pero no me sorprenderia que tarden en
echarme —emite sin ninguna expresion en su
rostro.
—Oh si, en cuanto a eso, de verdad lo siento.Olvidé lo asustadiza que eres —hizo una mueca
mientras pasaba la mano por su cabello rizado—.
Te podria compensar por ello, hay un café que
queda cerca y...
—Dylan —interrumpe la joven sabiendo a donde
se dirige su ex novio—. Prefiero perder mi trabajo
a salir contigo de nuevo.
El muchacho simula estar despreocupado, para no
demostrar su orgullo herido.
—Vale, solo era una salida de amigos. No tengo
otras intenciones ~explica alzando lasmanos en
senal de rendicion.
—Ay por favor, te conozco muy bien —comenta la
chica colocando los pedazos del jarron en el cesto
de basura.
El muchacho esta por agregar algo, pero el sefior
Hanks entra a la tienda. Willow sin mas remedio,
decide contarle de lo sucedido con su jarron
anticuado.
—Senor, primero que nada debo decirle que no
fue mi culpa lo que pas6, pero sabe como soy de
torpe y muchas veces meto la pata hasta el fondo
—habla de prisa—. Aunque un objeto menos no
hace la diferencia, atin le quedan muchas cosas devalor aqui y...
—De qué estas hablando? —inquiere su jefe
frunciendo el cenio.
—Su jarron —seniala hacia el cesto de basura.
—Deéjate de rodeos Willow —la joven levanta un
pedazo del jarron.
—Lo he roto sin querer, pero debo agregar que no
fue totalmente mi culpa. El iba entrando y me...
—Mira Willow, nome importa saber quién tuvo la
culpa o no —dice el sefior Hanks clavando sus ojos
azules en.lajoven—. Ya ha ocurrido otro§
incidentes contigo, me dejaras en la quiebra si
continuas trabajando aqui, por lo que es mejor
que no vengas mas.
—Qué? —el rostro de la joven se deforma—. (Me
esta echando? Pero senor, le prometo que no
volvera a suceder. Yo...
—Recoje tus cosas y vete —ordena el senior mayor
manteniendo la calma, una calma que descoloca a
la chica—. Toma, alli tienes el pago de esta
semana.
Willow agarra el dinero entre sus manos y sale dela tienda sin importarle dejar su gabardina
desgastada. Echa a andar por la acera desolada,
pero un agarre en su brazo la detiene.
—Willow.
Voltea a verlo, y su odio hacia él incrementa atin
mas.
—iQué quieres? —dice entre dientes.
—Lo siento, todo esto ha sido mi culpa. Nunca fue
mi intencion que te echaran, dé verdad
disculpame —emite Dylan preocupado.
—Ya.¢Y qué gano yo con tus disculpas? Eso‘no me
devolvera el trabajo, asi que solo desaparece de mi
vista, es lo mejor que sabes hacer, ‘No? —gesticula
cada palabra con veneno—. Marcharte sin decir
adios.
Se suelta bruscamente del agarre de su ex novio y
le da la espalda retomando el camino.
Dylan fue su mejor amigo, el unico que se ofrecio
ayudarla cuando no tenia un techo donde dormir
luego de haber sido echada del orfanato. Aunque
al principio solo surgié una estrecha amistad entre
ambos, luego sus sentimientos se convirtieron en
mas que eso. Willow agradecia enormemente loque Dylan hizo por ella, sin embargo jamas podria
perdonar que se habia marchado sin siquiera
dignarse a despedirse de ella.
‘ion,
No sé molesto en darle una explica
simplemente se marcho y la dejo abandonada.
Tres anos habian pasado ya desde entonces, y
justo hoy que perdia su empleo volvia a
reencontrase con su ex novio.
Maravilloso. Piensa la joven soltando un bufido.
Conseguir un nuevo empleo le costara
muchisimo, ya que la mayoria exigia que para
obtener el trabajo, debia haber terminado los
estudios y-ella ain no habia comenzado la
universidad debido a lo costosa que era la carrera
que queria estudiar.
Ser disefiadora de moda.
Un suefio dificil de cumplir, mas no imposible. En
su interior todavia existia un poco de esperanza,
quizas no estaba todo por perdido y solo debia no
darse por vencida. Sin embargo, su positivismo
habia decaido, recordando que no tenia trabajo.
Aprieta los puiios sintiendo enojo, pero ya no
puede hacer nada, ya la despidieron y no hay
Vuelta atras. Y para completar su mala suerte, derepente empieza a caer pequenas gotas de agua
que se van convirtiendo en un torrencial de Iluvia.
Pero a la joven siquiera le interesa estar
empapandose, de hecho, agradece que el clima
esté a su favor, pues sus lagrimas se mezclan con
la lluvia y el resto no parece notarlo. El enojo ha
pasado, pero ahora se siente triste, caminando por
las pobladas calles de Brooklyn; lugar donde ha
vivido toda su vida:
Llega al pequefio piso de alquiler, y sube los
escalones. Introduce la Have enla cerradura y
luego de forcejear‘con la puerta dafada por los
embates del tiempo, logra abrir la madera vieja e
ingresaa'su.calido y desolado hogar. A los
segundos aparece Oreo, su gata con manchas
oscuras esparcidas en todo su pelaje.
—Hola peque, étienes hambre? —la carga entre sus
brazos y acaricia su cabeza.
Oreo mailla en respuesta. Asi que Willow va hacia
la cocina y abre las despensas vacias, encontrando
solamente una lata de attin que abre y la coloca en
el plato de la gatita.
Se dirige a su habitacion a darse una ducha tibia,
ya que podria coger un resfriado. Se despoja de la
ropa que comienza a pesarle y las prendas caen alas baldosas formando un charco de agua. Entra a
la ducha y sin soportar mas el nudo en su
garganta, rompe en Ilanto.
Jamas se habia sentido tan miserable y sola en la
vida, siempre se ha esforzado por ser
independiente a pesar de pasar trabajo muchas
veces. La joven fue criada en un orfanato desde
que era solo un bebé, nunca conocio a sus
verdaderos padres; siquiera.tiene idea si estan
vivos o no. A los catorce afios de edad la echaron
del orfanato alegando que ya era bastante
mayorcita y podia valerse por‘si misma, ademas
que ninguna familia querria adoptar auna
adolescente rebelde como ella.Capitulo 2
Por lo tanto, a Willow no le quedo de otra que
apanarsela sola. Su primer empleo resulté ser de
vendedora ambulante por las calles de Brooklyn,
pero a veces no vendia ni un solo dulce para
costear la comida de ese dia. En muchas ocasiones
le toco pasar la noche durmiendo en la calle y sin
comer nada. Esos dias fueron muy duros para una
jovencita de su edad, sin embargose mantuvo
positiva ante lavida;
No obstante, hubo ocasiones dénde la tristeza la
envolvia. Justo como enveste momento que la
ansiedad la abrumaba.
Sale del bario envuelta en una toalla, agarra la
pijama de caricaturas animas, esa que compré
hace tiempo y se notaba cada dia mas desgastada.
Se la coloca y se encamina descalza a la cocina por
un poco de comida.
En el refrigerador consigue solamente un pedazo
de pizza, la que habia ordenado hace dos dias y
aun le quedaba una porcion. La coloca en el
microondas y luego la sirve en un plato. Todavia
no es medio dia, pero pareciera que fuera mas
tarde debido a la tormenta que hay afuera. Luego
de comer la rancia pizza, regresa a su habitacion arevisar las posibles oportunidades de empleo que
estén disponibles en el periddico.
Pero no encuentra nada.
Frustrada, decide abrir su libreta de notas, esa
donde guarda todo sus pensamientos y emociones
mas profundas, palabras que no es capaz de emitir
en voz alta y prefiere plasmarlas en papel. Sostiene
el boligrafo entre'susdedos escuetos y se permite
dejar fluir lo que esta sintiendo en ese instante.
"Vacio, asi es como me siento la mayor parte del
tiempo. Sin ganas. de seguir, de tirar latoalla y
rendirme. No puedo soportarlo mas, mis
emociones vienen a mi como una fuerte/ola que
me golpea y me sacude de aqui para‘alla,
dejandome a la deriva. Intento nadar en el mar
que me rodea, pero este me hunde cada vez mas
en la profunda oscuridad de la que me ha
convertido."
Finaliza dibujando a una chica de espalda
mirando hacia el horizonte. Y asi, entre trazos
Willow se va quedando dormida cayendo en la
inconsciencia.
(..)
La joven despierta sobresaltada al escuchar losgolpes en la puerta, se incorpora de la cama y va
hacia la sala mientras estruja sus ojos con pesadez.
Al abrir, maldice mentalmente por estar en esas
fachas y que el dueno del piso donde vive la
repase con una mirada extrafia, que la pone
incomoda.
—Digame —dice la chica haciendo un esfuerzo
sobrehumano para no cerrarle la puerta en la cara
al viejo.
—Vengo por el dinero, ya hoy es tltimo de este
mes —le recuerda el hombre de ojos
quisquillosos.
—Bueno, vera sefior Farrell. Hoy me fue terrible
en el trabajo, y me ha sido imposible conseguir el
dinero. Pero le aseguro que si me da dos dias mas
puedo pagarle lo que le debo —suplica la joven
reteniendo el aire que tiene atorado en el pecho.
—Dos dias —recalca el duefio del piso—. De lo
contrario deberas buscar otro sitio donde vivir.
Willow suspira aliviada.
—Vale, muchas gracias sefior Farrell. Le prometo
que tendra su dinero —el hombre asiente yse
marcha escaleras abajo.La chica cierra la puerta y toma asiento en el
incomodo sofa oscuro que debe de cambiar
pronto si no quiere quedarse sin su trasero.
Aunque comprar un sofa nuevo le costaria seis
meses de su sucldo, y tomando en cuenta que ha
perdido su empleo, eso es un poco imposible en
este Momento.
Oreo se acerca a la joven y frota su cuerpo en las
piernas de la chica. Willow la carga entre sus
brazos mientras se dirige a su dormitorio.
—No sé qué sera de nosotras sino llego a
conseguir ese empleo, carifio —comenta
acariciando la cabeza de la gatita que la mira
desinteresadamente.
La joven decide cambiarse de ropa para salir ala
calle, necesita buscar cuanto antes un empleo. Y
quedarse en casa de brazos cruzados mientras
€spera a que suceda un milagro, eso no resolveria
nada.
Se enfunde en unos vaqueros desgastados y su
suéter de Jana para cubrirse un poco del frio que
ha causado la Iluvia. Se coloca sus botas oscuras y
sale del apartamento no sin antes traer un
Paraguas consigo. No iba a arriesgarse de nuevo,
odiaba coger un resfriado, con lo dificil que se le
hacia en ese instante comprar medicamentos.Las calles de Brooklyn estan desoladas, a exencion
del senor Joshua que se encuentra en la banca de
la pequena plaza. Es el que mas visita ese sitio
puesto que alimenta a las palomas que invaden la
fuente. La joven al pasar cerca de él, sacude su
mano saludando al agradable sefior que le sonrie
en respuesta.
Continua su marcha en direccion a su antiguo
trabajo, pasara a buscar sugabardina, esa que lleva
tiempo conservando con ella y por alguna extrana
razon no puede tirar a la basura o perderla. Llega
en menos de cinco minutos al local del senor
Hanks, este al verla no refleja ninguna ‘expresion
en su arrugado rostro.
—Vengo por mi gabardina —anuncia cortésmente.
—Willow —la llama el sefior Hanks.
—Digame.
—Imagino que atin no has podido encontrar
empleo —la joven Willow se encoge de hombros
—. Conozco a alguien que esta buscando una chica
para hacer los quehaceres de la casa, aqui esta su
direccion por si estas interesada.
Le tiende un papel doblado cuidadosamente, la
chica lo toma sin dudarlo.—Vale, le agradezco —le regala una sonrisa de
boca cerrada y se dirige al depdsito por su
gabardina.
Al salir de la tienda, decide ir por una tarta, asi que
emprende camino a la cafeteria que suele recurrir.
Las calles estan en completa tranquilidad, apenas
y se oye el murmullo de las pocas personas en la
plaza. Pero el silencio no dura para siempre, ya
que al ir adentrandose al barrio.de Brooklyn, el
sonido del claxon de los autos es bastante
ensordecedor para la joven Willow que detesta el
ruido.
La cafeteria se encuentra semi vacia, algo que le
resultamuy extrano a la chica, puesto que és el
sitio con mas clientes.
—Oliver —saluda al muchacho de piel oscura que
ordena algunos dulces en la vitrina.
—iWillow! —emite dibujando una sonrisa en su
labios—. Estabas perdida.
—No habia tenido tiempo de pasar por estos lares
—dice tomando asiento en la barra.
—Ya veo —hace una mueca en respuesta —.
Hablando de ello, {Cémo te va en el trabajo?