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Infecciones Sexuales
Infecciones Sexuales
CONCEPTOS NECESARIOS
EPIDEMIOLOGÍA
El micoplasma genital está causado por una bacteria de tipo mollicute que puede
colonizar el tracto reproductor tanto en hombres como en mujeres. La infección por
esta bacteria se asocia a uretritis no gonocócica en hombres y a cervicitis,
enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) e infertilidad tubárica en mujeres
ETIOLOGÍA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Muchos de los pacientes con infección por micoplasma genital presentan alguna de las
siguientes manifestaciones:
Cervicitis
Dolor abdominal
Dolor pélvico
Secreción/flujo vaginal anormal
Fiebre
Sensibilidad motora cervical
Uretritis
Disuria
Prurito uretral
Exudado uretral mucopurulento
TRATAMIENTO
PREVENCIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Normalmente, es posible identificarlos entre los 2 a 5 días luego del contagio. Sin
embargo, en los hombres, los síntomas pueden tardar hasta un mes en aparecer, incluso,
es posible que en algunos no se manifieste ninguno, y en las mujeres, mayormente no se
presentan o son muy leves.
En el caso de los hombres, éstos pudieran consistir en: dolor y ardor al orinar, aumento
de la frecuencia o urgencia urinaria, secreción del pene (de color blanco, amarillo o
verde), abertura del pene (uretra) roja o inflamada, testículos sensibles o inflamados,
dolor de garganta (faringitis gonocócica); y en las mujeres, aunque pueden ser sutiles y
desconcertar con otros tipos de patologías, podrían consistir en: dolor y ardor al orinar,
dolor de garganta, relaciones sexuales dolorosas, fiebre y/o dolor pélvico (cuando la
infección se ha diseminado a las trompas de Falopio y la zona estomacal), sangrado
uterino anormal, sangrado luego de la actividad sexual, secreción vaginal anormal con
mal olor y de coloración verdosa o amarillenta; adicionalmente, cuando la infección se
ha extendido hasta el torrente sanguíneo, se dan síntomas de fiebre, salpullido y una
sintomatología parecida a la de la artritis.
TRATAMIENTO
PREVENCIÓN
3. SIFILIS ADQUIRIDA
CONCEPTOS NECESARIOS
La sífilis es una enfermedad infecciosa con afectación sistémica causada por el
microorganismo Treponema pallidum subespecie pallidum, perteneciente al Orden
Spirochaetales, familia Spirochaetaceae. Son organismos de diámetro exiguo, con
morfología característicamente enrollada. Presentan un movimiento rotatorio y
ondulado sobre el eje central de la bacteria. De los treponemas identificados, solo cuatro
causan enfermedad en el ser humano: T. pallidum ssp pallidum (sífilis), T. pallidum ssp
pertenue (frambesia o pian), T. pallidum ssp endemicum (bejel) y Treponema carateum
(pinta). Estos cuatro microorganismos son parásitos obligados del hombre y no se
conoce un reservorio animal. Estos treponemas son morfológica, serológica y
químicamente indistinguibles, por lo que las pruebas diagnósticas de la sífilis pueden
ser usadas para diagnosticar la frambesia, el bejel o la pinta. Las enfermedades se
diferencian por las manifestaciones clínicas que producen, le edad de la población
afectada, la distribución geográfica y el modo de transmisión
EPIDEMIOLOGÍA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Sífilis primaria
Poco después del período de incubación aparece una pápula en el lugar de inoculación
que rápidamente se erosiona dando lugar al chancro. Se caracteriza por ser de base
limpia e indurada, no exuda y es poco o nada dolorosa. Pueden aparecer múltiples
chancros, especialmente en los pacientes inmunodeprimidos, siendo los treponemas
fácilmente demostrables en estas lesiones. Los genitales externos son los lugares más
frecuentes donde aparece el chancro, seguidos del cuello uterino, boca, área perianal,
etc. Acompañando al chancro hay una linfadenopatía regional consistente en un
agrandamiento moderado de un ganglio linfático, que no es supurativo. El chancro cura
al cabo de tres a seis semanas, sin lesión residual. La adenopatía persiste un poco más.
Las espiroquetas pueden ser identificadas mediante la observación directa con campo
oscuro o por detección de antígeno por inmunofluorescencia. También puede efectuarse
el diagnóstico mediante la detección de anticuerpos. Por regla general, éstos aparecen
entre una y cuatro semanas después de la formación del chancro.
Sífilis secundaria
Representa el estadio clínico más florido de la infección. Empieza entre dos y ocho 8
semanas después de la aparición del chancro, pudiendo estar éste presente todavía. Los
treponemas invaden todos los órganos y la mayoría de los líquidos orgánicos. Las
manifestaciones son muy variadas. La más frecuente es el exantema, maculopapular o
pustular, que puede afectar a cualquier superficie del cuerpo, persistiendo de unos días a
ocho semanas. La localización en palmas y plantas sugiere el diagnóstico. En las áreas
intertriginosas, las pápulas se agrandan y erosionan produciendo placas infecciosas
denominadas condiloma planos que también pueden desarrollarse en las membranas
mucosas. La sintomatología constitucional consiste en febrícula, faringitis, anorexia,
artralgias y linfadenopatías generalizadas (la que afecta al ganglio epitroclear sugiere el
diagnóstico). Cualquier órgano del cuerpo puede estar afectado: el SNC, con dolor de
cabeza y meningismo, en un 40%, el riñón se puede afectar por depósitos de
inmunocomplejos, puede aparecer hepatitis sifilítica, alteraciones del tracto
gastrointestinal, sinovitis, osteitis, etc.
Sífilis latente
Es el período en el que hay una ausencia de manifestaciones clínicas, que no implica
una falta de progresión de la enfermedad, pero durante el cual las pruebas
antitreponémicas específicas son positivas. Durante la sífilis latente puede producirse
una recaída (por lo tanto, el paciente es infeccioso) más frecuente en el primer año, y
cada recurrencia será menos florida. La sífilis latente tardía es una enfermedad
inflamatoria poco progresiva que puede afectar a cualquier órgano. Esta fase suele ser
referida como neurosífilis (paresias, tabes dorsal, sífilis meningovascular), sífilis
cardiovascular (aneurisma aórtico) o goma (infiltrados de monocitos y destrucción
tisular en cualquier órgano).
Neurosífilis
En términos generales, la neurosífilis es una superposición de alteraciones
meningovasculares parenquimatosas. El diagnóstico de la neurosífilis asintomática se
realiza en pacientes que no tienen manifestaciones clínicas pero sí anormalidades del
líquido cefalorraquídeo (LCR), como pleocitosis, aumento de las proteínas, disminución
de la glucosa o una respuesta positiva en la prueba VDRL, con lo cual se hace necesario
la punción lumbar para poder establecerlo. La neurosífilis meningovascular se debe al
desarrollo de una endoarteritis obliterante que afecta a los vasos sanguíneos de las
meninges, cerebro, cordones espinales, etc., que provocará múltiples infartos. La
parenquimatosa se debe a la destrucción de las células nerviosas, sobre todo de la
corteza cerebral
TRATAMIENTO
La eficacia del tratamiento es bien conocida. Sin embargo, para que sea adecuado hay
que tener en cuenta una serie de recomendaciones obtenidas de las infecciones
experimentales: a) que T. pallidum se regenerará al cabo de 18-24 h si los niveles de
penicilina en sangre están por debajo de la concentración mínima inhibitoria, b) que se
necesita una concentración de penicilina >0.03 µg/ml de penicilina para asegurar un
efecto bactericida, y c) que para curar una sífilis precoz se requiere una concentración
adecuada mantenida durante 7 días. Durante muchos años se ha tenido a la penicilina
benzatina como el tratamiento de elección, excepto en el caso de una invasión del LCR
(se han aislado treponemas en LCR de pacientes con chancro primario, lo que refleja la
espiroquetorraquia). Por lo tanto, el tratamiento actual de la sífilis con una combinación
antibiótica o un régimen prolongado asegura que esta secuela, la más importante de la
sífilis, no ocurrirá. Esto es especialmente importante en los pacientes
inmunodeprimidos.
Sífilis temprana (primaria, secundaria)
Penicilina G sódica .
Otros: amoxicilina + probenecid, doxiciclina, ceftriaxona y penicilina G
procaína + probenecid.
En los alérgicos a la penicilina se recomienda la desensibilización y el
tratamiento con penicilina y, como alternativa, el cloranfenicol.
Sífilis en el embarazo
Las gestantes deberían recibir tratamiento adecuado al estadio de la sífilis. Es de
elección la penicilina, incluso en los alérgicos, donde es necesaria la desensibilización,
porque tanto las tetraciclinas como el cloranfenicol no se recomiendan explícitamente
PREVENCIÓN
La única manera de evitar las ETS es no tener relaciones sexuales vaginales, anales ni
orales.
Si usted es sexualmente activo, puede hacer las siguientes cosas para disminuir las
probabilidades de contraer la sífilis:
Tener una relación mutuamente monógama a largo plazo con una persona que se
haya hecho pruebas y haya tenido resultados negativos para las ETS.
Usar condones de látex de manera correcta cada vez que tenga relaciones
sexuales. Los condones previenen la transmisión de la sífilis al evitar el contacto
con las llagas, pero a veces, las llagas pueden estar en áreas que el condón no
cubre. La sífilis todavía se puede transmitir al tener contacto con estas llagas.
Sífilis - Enfermedades de transmisión sexual (cdc.gov)
1. TRASTORNOS DEPRESIVOS
CONCEPTOS NECESARIOS
Los trastornos depresivos se caracterizan por una tristeza de una intensidad o un
duración suficiente como para interferir en la funcionalidad y, en ocasiones, por una
disminución del interés o del placer despertado por las actividades. Se desconoce la
causa exacta, pero probablemente tiene que ver con la herencia, cambios en las
concentraciones de neurotransmisores, una alteración en la función neuroendocrina y
factores psicosociales.
EPIDEMIOLOGÍA
Las estimaciones de este organismo indican que 300 millones de personas viven con
depresión en el planeta; afecta más a mujeres que a hombres, en mayor número a
personas de 60 a 64 años de edad, y es la segunda causa de muerte entre las personas de
15 a 29 años de edad.
Se estima que cerca de 50 millones de personas en la región de las Américas viven con
depresión, casi un 17% más que en 2005. En un reporte realizado sobre depresión y
otros trastornos mentales comunes, la OMS señala que más del 80% de la depresión en
el mundo se encuentra en países de ingresos bajos y medios. Para América Latina y el
Caribe la depresión mayor se estima en más de 21 millones de personas.
En el Ecuador, la depresión afecta en mayor medida a las mujeres. De las atenciones
ambulatorias que registra el Ministerio de Salud Pública, el número de casos de ellas
triplica a los de los hombres. Los datos más recientes en Ecuador que se tienen
corresponden a 2015. En ese año, hubo 50.379 personas con diagnóstico presuntivo y
definitivo por depresión; 36.631 corresponden a mujeres y 13.748 a hombres.
De acuerdo con las cifras de egresos hospitalarios del Instituto Nacional de Estadísticas
y Censos (INEC) de 2015, en Ecuador ese año existieron 3.406 hospitalizaciones
relacionadas con casos de depresión.
ETIOLOGÍA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La depresión provoca una disfunción cognitiva, psicomotora y de otros tipos (p. ej.,
escasa concentración, cansancio, pérdida de deseo sexual, pérdida de interés o placer en
casi todas las actividades que anteriormente se disfrutaban, alteraciones del sueño) así
como un estado de ánimo depresivo. Las personas con un trastorno depresivo con
frecuencia tienen pensamientos suicidas y pueden intentar suicidarse. Otros síntomas o
trastornos mentales (p. ej., ansiedad o crisis de pánico) coexisten con frecuencia y a
veces complican el diagnóstico y el tratamiento.
Los pacientes con cualquier forma de depresión tienen más probabilidades de padecer
un abuso de alcohol o de otras sustancias de uso recreativo, en un intento de tratar por sí
mismos los trastornos de sueño o los síntomas de ansiedad; sin embargo, la depresión es
una causa menos frecuente de trastorno por uso de alcohol y otros trastornos por abuso
de sustancias de lo que se pensaba antiguamente. Los pacientes también tienen más
probabilidades de convertirse en fumadores importantes y de descuidar su salud, con lo
cual aumenta el riesgo de que se desarrollen o progresen otras enfermedades (p.
ej., enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
La depresión puede reducir las respuestas inmunitarias protectoras. También aumenta el
riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, porque durante la depresión
se liberan citocinas y otros factores que aumentan la coagulación de la sangre y
disminuyen la variabilidad de frecuencia cardíaca (todos factores de riesgo potenciales
para los trastornos cardiovasculares).
Depresión mayor (trastorno unipolar)
Los pacientes tienen un aspecto triste, con ojos llorosos, ceño fruncido, comisuras de la
boca hacia abajo, postura decaída, escaso contacto visual, ausencia de expresión facial,
pocos movimientos corporales y cambios en el habla (p. ej., voz baja, falta de prosodia,
uso de monosílabos). El aspecto puede confundirse con el de una enfermedad de
Parkinson. En algunos pacientes, el estado de ánimo depresivo es tan profundo que se
acaban las lágrimas; dicen que son incapaces de sufrir las emociones habituales y
sienten que el mundo se ha vuelto anodino y apagado.
La nutrición puede sufrir un deterioro importante, que requiere una intervención
inmediata.
Algunos pacientes con depresión descuidan su higiene personal o incluso a sus hijos,
otros seres queridos o a sus mascotas.
Para el diagnóstico de depresión mayor, ≥ 5 de los siguientes síntomas deben haber
estado presentes casi todos los días durante un período dado de 2 semanas, y uno de
ellos debe ser el estado de ánimo depresivo o pérdida de interés o placer:
Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día
Marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las actividades la
mayor parte del día
Aumento o pérdida significativa (> 5%) de peso, o disminución o aumento del
apetito
Insomnio (a menudo insomnio de mantenimiento del sueño) o hipersomnia
Agitación o retardo psicomotor observado por otros (no informado por el mismo
paciente)
Fatiga o pérdida de energía
Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada
Capacidad disminuida para pensar o concentrarse, o indecisión
Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, intento de suicidio o un plan
específico para suicidarse
Trastorno depresivo persistente
Los síntomas depresivos que persisten durante ≥ 2 años sin remisión se clasifican como
trastorno depresivo persistente, una categoría que consolida trastornos anteriormente
denominados trastorno depresivo mayor crónico y trastorno distímico.
Los síntomas generalmente comienzan de forma insidiosa durante la adolescencia y
pueden durar muchos años o décadas. La serie de síntomas a menudo fluctúa por
encima y por debajo del umbral del episodio depresivo mayor.
Los pacientes afectados pueden presentarse habitualmente negativos, pesimistas, sin
sentido del humor, pasivos, obnubilados, introvertidos, hipercríticos respecto de sí
mismos y de los demás y quejumbrosos. Los pacientes con trastorno depresivo
persistente también tienen más probabilidades de experimentar trastornos de
ansiedad subyacentes, trastornos por abuso de sustancias o trastornos de la personalidad
(es decir, personalidad de tipo limítrofe).
Para el diagnóstico del trastorno depresivo persistente, los pacientes deben haber
tenido un estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, con más días presente que
ausente durante ≥ 2 años, más ≥ 2 de los siguientes:
Falta o exceso de apetito
Insomnio o hipersomnia
Baja energía o fatiga
Baja autoestima
Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones
Sentimientos de desesperanza
Trastorno disfórico premenstrual
El trastorno disfórico premenstrual implica síntomas de ánimo y ansiedad que están
claramente relacionados con el ciclo menstrual, con inicio en la fase premenstrual y un
intervalo libre de síntomas después de la menstruación. Los síntomas deben estar
presentes durante la mayoría de los ciclos menstruales durante el pasado año.
Las manifestaciones son similares a las del síndrome premenstrual pero son más
intensas, causando malestar clínicamente significativo y/o notable deterioro de la
actividad laboral o social. El trastorno puede comenzar en cualquier momento después
de la menarquia; puede empeorar a medida que la menopausia se acerca, pero cesa
después de la menopausia. La prevalencia se estima en 2 a 6% de las mujeres que
menstrúan en un intervalo dado de 12 meses.
Para el diagnóstico del trastorno disfórico premenstrual, los pacientes deben
presentar ≥ 5 síntomas durante la semana anterior a la menstruación. Los síntomas
deben comenzar a remitir a los pocos días después de la aparición de la menstruación y
son mínimos o nulos en la semana después de la menstruación. Los síntomas deben
incluir ≥ 1 de los siguientes:
Notables cambios de ánimo (p. ej., repentina tristeza o ganas de llorar)
Notable irritabilidad o furia o aumento de los conflictos interpersonales
Estado de ánimo muy depresivo, sensación de desesperanza y pensamientos de
desvalorización personal
Marcada ansiedad, tensión o nerviosismo
Además, debe estar presente ≥ 1 de los siguientes:
Disminución de interés en las actividades habituales
Dificultades para concentrarse
Baja energía o fatiga
Marcado cambio en el apetito, atracos o antojos de alimentos específicos
Hipersomnia o insomnio
Sentimiento de que las cosas lo superan o que está fuera de control
Síntomas físicos tales como hipersensibilidad en las mamas o hinchazón, dolor
articular o muscular, distensión abdominal y aumento de peso
Trastorno de duelo prolongado
El duelo prolongado es la tristeza persistente que sigue a la pérdida de un ser querido.
Se diferencia de la depresión en que la tristeza se relaciona con la pérdida específica
más que con los sentimientos más generales de fracaso asociados con la depresión. A
diferencia del duelo normal, esta afección puede ser muy incapacitante y requiere
tratamiento específicamente diseñado para el trastorno de duelo prolongado.
El duelo prolongado se considera presente cuando la respuesta al duelo (caracterizada
por deseo o anhelo persistentes y/o preocupación por el fallecido) dura un año o más y
es persistente, generalizada y excede las normas culturales. También debe acompañarse
de ≥ 3 de los siguientes elementos durante el último mes en un grado que cause angustia
o discapacidad:
Incredulidad
Dolor emocional intenso
Sensación de confusión de identidad
Evitar los recordatorios de la pérdida
Sensaciones de entumecimiento
Soledad intensa
Sentimientos de falta de sentido
Dificultad para participar en la vida cotidiana
Algunas herramientas útiles para la detección incluyen el Inventory of Complicated
Grief y el Brief Grief Questionnaire.
Otro trastorno depresivo
Los conjuntos de síntomas con características de un trastorno depresivo que no cumplen
todos los criterios para otros trastornos depresivos, pero que causan malestar clínico
significativo o deterioro del funcionamiento se clasifican como otros trastornos
depresivos (especificados o no especificados).
Se incluyen los períodos recurrentes de disforia con ≥ 4 otros síntomas depresivos que
duran < 2 semanas en personas que nunca han cumplido los criterios para otro trastorno
del ánimo (p. ej., depresión breve recurrente) y los períodos de depresión que duran más
tiempo, pero que no incluyen suficientes síntomas para el diagnóstico de otro trastorno
depresivo.
Especificadores
La depresión mayor y el trastorno depresivo persistente pueden incluir uno o más
especificadores que describen manifestaciones adicionales durante un episodio
depresivo:
Angustia con ansiedad: los pacientes se sienten tensos e inusualmente
inquietos; tienen dificultad para concentrarse porque se preocupan o tienen
miedo de que algo terrible pueda suceder, o sienten que pueden perder el control
de sí mismos.
Características mixtas: los pacientes también tienen ≥ 3 síntomas maníacos o
hipomaníacos (p. ej., estado de ánimo elevado, grandiosidad, mayor locuacidad
de lo habitual, fuga de ideas, disminución del sueño). Los pacientes que tienen
este tipo de depresión tienen mayor riesgo de desarrollar trastorno bipolar.
Melancolía: los pacientes han perdido el placer en casi todas las actividades o
no responder a estímulos habitualmente placenteros. Pueden sentirse abatidos y
desesperanzados, sentir culpa excesiva o inapropiada, despertarse temprano en la
mañana, presentar marcado retraso o agitación psicomotriz, y anorexia o pérdida
de peso significativas.
Atípico: el estado de ánimo de los pacientes mejora temporalmente en respuesta
a acontecimientos positivos (p. ej., la visita de los hijos). También presentan ≥ 2
de los siguientes: reacción exagerada a la crítica o el rechazo percibido,
sensación de parálisis aplomada (una sensación de pesadez, por lo general en las
extremidades), aumento de peso o aumento del apetito e hipersomnia.
Psicótico: los pacientes tienen delirios y/o alucinaciones. Las ideas delirantes
suelen relacionarse con haber cometido pecados o crímenes imperdonables,
albergar trastornos incurables o vergonzosos o ser perseguidos. Las
alucinaciones pueden ser auditivas (p. ej., oír voces acusatorias o condenatorias)
o visuales. Cuando sólo se describen voces, debe considerarse cuidadosamente si
éstas representan verdaderas alucinaciones.
Catatónica: los pacientes presentan retraso psicomotor intenso, participan
excesivamente en una actividad sin sentido y/o se retraen; algunos pacientes
gesticulan o imitan el habla (ecolalia) o el movimiento (ecopraxia).
Inicio periparto: el inicio es durante el embarazo o dentro de las 4 semanas
después del parto. Puede identificarse características psicóticas; el infanticidio se
asocia a menudo con episodios psicóticos que implican alucinaciones de
comando para matar al bebé o ideas delirantes de que el niño está poseído.
Patrón estacional: los episodios ocurren en un momento determinado del año,
con mayor frecuencia en otoño o invierno
TRATAMIENTO
Los síntomas pueden remitir espontáneamente, sobre todo cuando son leves o de corta
duración. La depresión leve puede ser tratada con medidas generales y psicoterapia. La
depresión moderada o grave se trata con fármacos o psicoterapia, y a veces con terapia
electroconvulsiva. Algunos pacientes requieren una combinación de fármacos. La
mejoría puede necesitar entre 1 y 4 semanas de tratamiento farmacológico.
La depresión puede recurrir, especialmente en pacientes que han tenido > 1 episodio;
por lo tanto, los casos graves a menudo justifican el tratamiento farmacológico con un
mantenimiento prolongado.
La mayoría de las personas con depresión se tratan de forma ambulatoria. Los pacientes
con ideación suicida, en particular cuando carecen de apoyo familiar, requieren
hospitalización, al igual que los que tienen síntomas psicóticos o están físicamente
debilitados.
En los pacientes que presentan trastornos por uso de sustancias los síntomas
depresivos se resuelven a los pocos meses de interrumpir el consumo de las sustancias.
El tratamiento antidepresivo es mucho menos probable que sea eficaz mientras continúa
el abuso de sustancias.
Si un trastorno físico o la toxicidad de un fármaco pudieran ser la causa, el
tratamiento primero debe dirigirse al trastorno subyacente. Sin embargo, si hay dudas a
la hora del diagnóstico o si los síntomas son incapacitantes, incluyen la ideación suicida
o hay desesperanza, puede ayudar una prueba terapéutica con un antidepresivo o un
fármaco regulador del estado de ánimo.
El trastorno de duelo prolongado puede beneficiarse con psicoterapia diseñada en forma
específica para este trastorno.
Manejo inicial
Hasta que la mejora comience, un médico puede requerir ver a los pacientes 1 vez por
semana o cada 15 días para darles el apoyo y la educación necesarios y para controlar su
evolución. Llamadas telefónicas pueden complementar las visitas al consultorio.
Los pacientes y sus seres queridos pueden estar preocupados o sentirse avergonzados
por la idea de tener un trastorno mental. El médico puede ayudarlos explicando que la
depresión es un trastorno médico grave causado por alteraciones biológicas que requiere
un tratamiento específico, que la mayoría de las veces es un problema autolimitado y
que el pronóstico con tratamiento es bueno. Los pacientes y los seres queridos deben ser
tranquilizados respecto de que la depresión no refleja ningún defecto del carácter (p. ej.,
pereza, debilidad). Si se informa a los pacientes que el camino de la recuperación tiene
altibajos, esto les ayuda a mirar con otra perspectiva los sentimientos de desesperanza y
mejora el cumplimiento.
Hay que alentar a los pacientes a aumentar gradualmente las actividades simples (p. ej.,
dar paseos, hacer ejercicio sistemático) y a seguir manteniendo las interacciones
sociales aunque se sepa que el paciente quiere evitarlas. El médico puede sugerirle a los
pacientes que no se culpen a sí mismos y explicarles que esos pensamientos oscuros
forman parte del trastorno y que terminarán por desaparecer.
Psicoterapia
Numerosos ensayos controlados han demostrado que la psicoterapia, en particular la
terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal, es eficaz en pacientes con
trastorno depresivo mayor, tanto para el tratamiento de los síntomas agudos como para
disminuir la probabilidad de recaída. Los pacientes con depresión leve tienden a tener
mejor pronóstico que aquellos con depresión más grave, pero la magnitud de la mejora
es mayor en las personas con depresión más grave.
Tratamiento farmacológico para la depresión
Varias clases de fármacos y medicamentos se pueden utilizar para tratar la depresión:
Los pacientes que dejan de comer pueden necesitar la terapia electroconvulsiva para
impedir la muerte. La TEC es particularmente eficaz para la depresión psicótica.
La respuesta a las 6 a 10 sesiones de terapia electroconvulsiva suele ser espectacular y
salvar la vida. La recidiva es frecuente y debe mantenerse el tratamiento farmacológico
después de interrumpir la terapia electroconvulsiva.
Fototerapia
La fototerapia se conoce mejor por sus efectos sobre la depresión estacional, pero
parece tener la misma eficacia para la depresión no estacional.
El tratamiento se puede proporcionar en el hogar con una unidad de luz especial que
proporciona 2.500 a 10.000 lux a una distancia de 30 a 60 cm que los pacientes
observan durante 30 a 60 minutos/día (más tiempo con una fuente de luz menos
intensa).
En los pacientes que se van a dormir tarde por la noche y que se levantan tarde por la
mañana, la fototerapia es más eficaz por la mañana y a veces se complementa con 5 a 10
min de exposición entre las 3 pm y las 7 pm. En los pacientes que se van a dormir y se
levantan temprano, la fototerapia es más eficaz entre las 3 pm y las 7 pm.
Otros tratamientos
A veces se utilizan psicoestimulantes (p. ej., dextroanfetamina, metilfenidato) junto
con antidepresivos. Varios ensayos controlados apoyan su uso en los trastornos
depresivos (1).
Algunos pacientes utilizan productos derivados de hierbas. El hipérico (Hypericum
perforatum, hipericón, corazoncillo, hierba de San Juan) puede ser eficaz para la
depresión leve, aunque los datos son contradictorios. El hipérico puede interactuar con
los antidepresivos u otros fármacos. Algunos estudios controlados con placebo de
suplementación con omega-3 utilizados como agregado o como monoterapia han
sugerido que el ácido eicosapentaenoico 1 a 2 g 1 vez al día tiene efectos antidepresivos
útiles.
La estimulación del nervio vago incluye su estimulación intermitente con un generador
de pulsos implantado. Puede ser útil para la depresión refractaria a otros tratamientos,
pero suele tardar 3 a 6 meses en hacer efecto.
El uso de estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) para el tratamiento
agudo del trastorno depresivo mayor tiene un apoyo sustancial de ensayos controlados.
Se puede aplicar EMTr de baja frecuencia a la corteza prefrontal dorsolateral derecha, y
EMTr de alta frecuencia a la corteza prefrontal dorsolateral izquierda. Los efectos
adversos más comunes son dolor de cabeza y las molestias del cuero cabelludo; ambos
ocurren con más frecuencia cuando se utiliza más EMTr de alta frecuencia que de baja
frecuencia.
La estimulación cerebral profunda con electrodos implantados dirigidos al cíngulo
subgenual o la cápsula interna ventral anterior/estriado ventral ha tenido resultados
prometedores en series de casos no controlados. Se están realizando ensayos
controlados.
Los grupos de apoyo (p. ej., Depression and Bipolar Support Alliance [Alianza de
Apoyo Bipolar y Depresión, [DBSA] ) pueden ayudar a los pacientes al proporcionar un
foro para compartir sus experiencias y sentimientos.
Depresión. (binasss.sa.cr)
Los trastornos por uso de sustancias son un tipo de trastorno relacionado con sustancias
que implican un patrón patológico de comportamientos en los que los pacientes
continúan utilizando una sustancia a pesar de experimentar problemas significativos
relacionados con su uso. También pueden haber manifestaciones fisiológicas,
incluyendo cambios en los circuitos del encéfalo.
Las sustancias que intervienen son típicamente miembros de las 10 clases de fármacos
que típicamente causan trastornos relacionados con sustancias. Estas sustancias activan
directamente el sistema de recompensa del encéfalo y producen una sensación de placer.
La activación puede ser tan intensa que los pacientes anhelan demasiado la sustancia y
descuidan sus actividades normales para obtenerla y utilizarla.
Los términos comunes "adicción", "abuso" y "dependencia" a menudo se han utilizado
en relación con el consumo de sustancias, pero estos términos son demasiado
indefinidos y variables para ser muy útiles en el diagnóstico sistemático. El trastorno
por uso de sustancias es más amplio y tiene menos connotaciones negativas.
Algunos usuarios en apariencia no están afectados por la droga; ellos tienden a usar las
drogas en forma esporádica en dosis relativamente pequeñas, por lo que se evita la
toxicidad clínica y el desarrollo de tolerancia y dependencia física. Muchas drogas
recreativas (p. ej., opio crudo, alcohol, marihuana, cafeína, hongos alucinógenos, hoja
de coca) son "naturales" (es decir, muy parecidos a la planta de origen); contienen una
mezcla de concentraciones relativamente bajas de compuestos psicoactivos y no son
compuestos psicoactivos aislados
EPIDEMIOLOGÍA
ETIOLOGÍA
- Vía de administración
- Velocidad a la que el fármaco atraviesa la barrera hematoencefálica y estimula la
vía de recompensa
- Tiempo hasta la aparición del efecto
- Capacidad de inducir síntomas de tolerancia y/o abstinencia
Además, las sustancias que se encuentran legalmente y/o fácilmente disponibles (p. ej.,
alcohol, tabaco) son más susceptibles de ser utilizadas inicialmente y por lo tanto se
asocian con mayor riesgo de progresión al consumo problemático. Además, como la
percepción del riesgo del uso de una sustancia en particular disminuye, se puede
experimentar con ella o utilizarla con fines recreativos, lo que aumenta la exposición a
las sustancias de abuso. Las fluctuaciones en la percepción del riesgo se ven influidos
por múltiples factores, entre ellos conclusiones respecto de las secuelas médicas y
psiquiátricas del uso y los resultados sociales.
Durante el tratamiento de la enfermedad o después de procedimientos quirúrgicos o
dentales, los pacientes reciben habitualmente opioides. Una parte sustancial de estos
fármacos dejan de usarse, lo que representa un recurso importante para los niños,
adolescentes y adultos que desean utilizarlos con fines no médicos. En respuesta, se ha
destacado la necesidad de:
Usuario
Los factores predisponentes en los usuarios incluyen los siguientes:
- Características físicas
- Características personales
- Circunstancias y trastornos
Es probable que las características físicas incluyan factores genéticos. Sin embargo,
aunque los investigadores han intentado durante mucho tiempo identificar los factores
específicos, se han encontrado pocas diferencias bioquímicas o metabólicas entre las
personas que desarrollan el trastorno por consumo de sustancias y las que no lo
desarrollan.
Las características personales no son claramente un factor importante, aunque las
personas con bajos niveles de autocontrol (impulsividad) o con altas probabilidades de
enfrentarse a riesgos y de buscar la novedad pueden tener una mayor susceptibilidad a
desarrollar trastorno por uso de sustancias. Sin embargo, algunos científicos
especializados en el comportamiento describieron el concepto de la personalidad
adictiva, pero hay pocas evidencias científicas que apoyan este concepto.
Una serie de circunstancias y trastornos coexistentes parece aumentar el riesgo. Por
ejemplo, las personas que están tristes, con angustia emocional, o socialmente alterados
pueden percibir que estos sentimientos son aliviados en forma temporaria por un
medicamento; esto puede conducir a un mayor uso y, a veces a un trastorno por uso de
sustancias. Los pacientes con otros trastornos psiquiátricos, no emparentados no corren
mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias. Los pacientes con dolor
crónico (p. ej., dorsalgia, dolor debido a la drepanocitosis, neuropático, fibromialgia) a
menudo requieren opioides para el alivio; muchos de ellos desarrollan un trastorno por
abuso de sustancias. Sin embargo, en muchos de estos pacientes los medicamentos no
opioides y otros tratamientos pueden aliviar en forma adecuada el dolor y el
sufrimiento.
Deterioro social
- Leve: 2 a 3 criterios
- Moderado: 4 a 5 criterios
- Grave: ≥ 6 criterios
TRATAMIENTO
- Desintoxicación aguda
- Prevención y tratamiento de la abstinencia
- Cese (o rara vez, reducción) del uso
- Mantenimiento de la abstinencia
Las diferentes fases del tratamiento pueden tratarse con medicamentos y/o
asesoramiento y apoyo.
Con cada vez más pruebas y una mayor comprensión de los procesos biológicos
subyacentes al consumo de drogas compulsivo, los trastornos por uso de sustancias se
han establecido con mucha mayor firmeza como enfermedades médicas. Como tal, estas
enfermedades son susceptibles de diversas formas de tratamiento, incluidos los grupos
de apoyo (Alcohólicos Anónimos y otros programas de doce pasos); psicoterapia (p. ej.,
terapia de estimulación motivacional, terapia cognitivo-conductual, prevención de
recaídas); y medicamentos, que van desde agonistas (p. ej., terapia de reemplazo con
nicotina para el trastorno por consumo de tabaco, metadona y buprenorfina para el
trastorno por consumo de opioides) a los enfoques novedosos actualmente bajo
investigación. Centrarse en la identificación precisa de los pacientes con trastornos por
uso de sustancias y derivar para el tratamiento de especialidad será de gran ayuda en la
reducción de las consecuencias individuales, así como del impacto social.
Trastorno por consumo de sustancias (cipesalud.com.ar)
814-823.pdf (semg.info)
In
- Desintoxicación aguda
- Prevención y tratamiento de la abstinencia
- Cese (o rara vez, reducción) del uso
- Mantenimiento de la abstinencia
Introducción:
La asistencia sanitaria ha cambiado, y la tradicional relación vertical paternalista entre
médico y paciente, en la que el enfermo debía obedecer al médico, se ha transformado
en una relación más compleja. En esta nueva forma de relación clínica intervienen
factores que hace apenas unas décadas no estaban presentes, entre ellos la opinión del
paciente sobre las decisiones que le afectan, la necesidad de distribuir los recursos
sanitarios y considerar los costos económicos, una tecnología médica cada vez más
sofisticada, o los avances de la investigación biomédica.
Todo ello ha conducido a que el médico tenga que compartir la labor asistencial de
diagnosticar, tratar y acompañar a los pacientes con otros actores, cediendo una parte
importante de su cuota de poder. Los pacientes han cambiado su rol pasivo por la
participación activa en la toma de decisiones sobre su salud. Por otro lado, la familia en
la cultura latina se engrana en esas decisiones, aconsejando, acompañando o incluso
sustituyendo en algunos casos la capacidad de decidir del paciente. Otro actor
importante en la práctica clínica es el suministrador de los servicios sanitarios, sea
público o privado. La obligación del suministrador es gestionar los recursos y ordenar la
asistencia, condicionando inevitablemente las decisiones de la práctica sanitaria