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Título original: Milk for Little Ones: An Introduction to the Baptist Catechism.

Autor: Ryan C. Hodson


Traducción al español por Emanuel Cardona Quiles.
Revisión (inglés-español) por Alaín J. Torres Hernández.
Revisión (uso del español) por Javier Martínez Pinto.
Diseño de portada por Jorge A. Rodríguez Vega.
Traducido y publicado por © Editorial Legado Bautista Confesional (Santo
Domingo, Ecuador, 2021).
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser
reproducida o copiada, ya sea de manera electrónica o mecánica, incluyendo
fotocopias, grabaciones, digitalización o archivo de imágenes electrónicas,
excepto cuando sean autorizados por la editorial.
Traducción de Las Santas Escrituras: LA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS. Copyright ©
1986, 1995, 1997. La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editorial para La
Fundación Bíblica Lockman; a menos que se indique otra versión.
ISBN 978-9942-8965-2-0
Clasificación Decimal Dewey: 238
Cristianismo. Credos y Catecismos.
Versión Digital / E-book.
ÍNDICE DE CONTENIDOS

Prefacio de la serie
Agradecimientos
1. La Creación
2. La Divinidad
3. La Biblia
4. El hombre
5. El Pacto de Obras
6. El pecado
7. El Pacto de Gracia
8. El arrepentimiento y la fe
9. El establecimiento del Pacto de Gracia
10. Los oficios de Cristo
11. Los Diez Mandamientos
12. La oración del Señor
13. La Iglesia
14. El Juicio final y el mundo venidero
Lecturas complementarias
PREFACIO DE LA SERIE

E l propósito de la serie Rescatando nuestra herencia


confesional es tratar temas relacionados con La
Segunda Confesión de Fe de Londres de 1677/1689 (2CFL).
Esta centenaria Confesión es ampliamente reconocida como
la Confesión de Fe más importante de la historia bautista.
Habiendo sido publicada por primera vez en Inglaterra en
1677, se convirtió en la norma {o el estándar}[1] para los
bautistas en Norteamérica colonial mediante la publicación
de las ediciones de Filadelfia en 1742, Ketockton (Virginia)
en 1766, Charleston (Carolina del Sur) y Warren (Rhode
Island), ambas en 1767, y muchas otras. William Cathcart,
el editor de {trad. no oficial}[2] La enciclopedia bautista,[3]
todavía podía decir en 1881: «En Inglaterra y Estados
Unidos, las iglesias, los individuos y las Asociaciones, con
mentes claras, con corazones llenos de amor por la verdad
[...] han mantenido con veneración los artículos de 1689».
Desde entonces ha sido adoptada por bautistas de todo el
mundo y traducida a muchos idiomas.
Debido a dos factores, creemos que producir una serie de
libros breves sobre la 2CFL será útil para muchos pastores y
miembros de las iglesias.
En primer lugar, ha aumentado el interés por la 2CFL en
los primeros 15 años del siglo XXI. De hecho, desde
principios de la década de 1960, es evidente que ha habido
una mayor concienciación de esta Confesión entre los
bautistas en los Estados Unidos y alrededor del mundo. Una
de las pruebas alentadoras de este creciente interés es la
multiplicación de iglesias que identifican la 2CFL como su
norma confesional.
En segundo lugar, es necesario explicar de manera clara y
convincente muchos asuntos relacionados con la Confesión
para que continúe el robusto y bien fundamentado rescate
del confesionalismo bautista. Aunque muchas iglesias y
personas han adoptado formalmente la 2CFL como norma,
no siempre ha quedado claro si entienden total o
correctamente su contenido. Por lo tanto, el objetivo de esta
serie es ayudar a aquellos que estén considerando adoptar
la 2CFL, y a quienes ya están comprometidos con esta, a
producir o mantener un confesionalismo bautista informado
y vigoroso.
La serie incluirá tratamientos de diversos temas por parte
de muchos autores. Los temas que se tratarán son los que
los editores de la serie (junto con los consultores)
determinen que son de particular interés en nuestros días.
Los autores serán aquellos que muestren gran capacidad
para tratar el tema bajo análisis. Algunas de las entregas {o
publicaciones} serán más complejas que otras dependiendo
de la naturaleza del tema que se esté tratando y las
necesidades actuales que se perciban. Muchas de las
contribuciones abarcarán aspectos fundamentales del
sistema teológico intrínsecamente coherente expresado en
la Confesión. Otras abordarán facetas difíciles (a menudo
incomprendidas o incluso negadas) de las formulaciones
doctrinales de la 2CFL. Cada entrega contará con una
bibliografía titulada «Lecturas complementarias» al final,
para fomentar un estudio más profundo del tema analizado.
Esperamos que, con la bendición de Dios, estos libros
breves generen un mejor entendimiento de «la fe que de
una vez para siempre fue entregada a los santos» {Jud. 3},
así como una comprensión más clara y robusta de lo que
significa confesar la 2CFL en el siglo XXI.
James M. Renihan, redactor jefe
Richard C. Barcellos, director editorial
Octubre de 2016
AGRADECIMIENTOS

E ste catecismo es en gran medida una adaptación del


catecismo presbiteriano estadounidense del siglo XIX
titulado Catechism for Young Children: Being an Introduction
to the Shorter Catechism,[4] escrito por Joseph P. Engels. He
tratado de ser fiel al catecismo original cuando es óptimo
teológica y estilísticamente.
Hay otras dos adaptaciones modernas del original.[5] En
algunos lugares decidí seguir los pasos de estas dos
versiones modernas con fines de modernización, teología o
mayor claridad. Doy mi más sincero agradecimiento al
Consejo de Administración de Reformation Today Trust y a
Great Commission Publications por su generoso permiso
para utilizar parte de su material que está protegido con
derechos de autor.
En cuanto a la razón por la cual escribí este catecismo
habiendo muchos catecismos bautistas reformados que son
excelentes y están disponibles hoy, deseaba tener uno que
no solo fuera un poco más robusto en su exposición de la
Teología Pactual, sino que también delineara explícitamente
el tipo particular de Teología Pactual que yo sostengo, a
saber, el federalismo de 1689.
En cuanto al uso de este catecismo, hay que señalar que
el catecismo de Engels pretendía ser una introducción a El
Catecismo Menor de Westminster. El equivalente bautista
de El Catecismo Menor de Westminster es El Catecismo
Bautista (también conocido como El Catecismo de Keach),
que fue a su vez una adaptación bautista de El Catecismo
Menor de Westminster. Por tanto, este catecismo que tienes
en tus manos pretende ser una introducción a El Catecismo
Bautista. Debería ser utilizado por los padres, maestros de
la Escuela Dominical y pastores para instruir a los niños más
pequeños en los fundamentos de la religión cristiana y
prepararlos para la catequesis de El Catecismo Bautista una
vez que se haya establecido una buena base.
¡Qué podamos atender seriamente el llamado a
catequizar a nuestros hijos, especialmente en los días en
que nos encontramos! Nuestros antepasados bautistas
particulares eran muy conscientes del papel vital que
desempeñaba la catequesis en el discipulado de la siguiente
generación de la Iglesia. Dieron una seria reprensión en el
prefacio de La Segunda Confesión de Fe de Londres:
Ciertamente hay una fuente y causa de la decadencia de la Religión
en nuestros días que no podemos dejar de mencionar e instar
encarecidamente a que se corrija; el descuido de la adoración a Dios
en las familias por parte de aquellos a quienes se les ha encomendado
la carga y la conducción de estas. ¿No puede la burda ignorancia e
inestabilidad de muchos, así como la profanidad de otros, ser
imputada justamente a sus padres y cabezas de hogar, quienes no los
han adiestrado en el camino por el que debían andar cuando eran
jóvenes? Antes bien, han descuidado aquellos mandatos frecuentes y
solemnes que el Señor les ha impuesto para que así los catequizaran
e instruyeran, a fin de que sus años tiernos fueran sazonados con el
conocimiento de la verdad de Dios como se revela en las Escrituras; y
también por su propia omisión de la oración y otros deberes de la
Religión en sus familias, junto con el mal ejemplo de su vana
conducta, ¿acaso no los han habituado primero al descuido y luego al
desprecio de toda piedad y Religión? Sabemos que esto no excusará
la ceguera ni la maldad de nadie, pero de cierto caerá pesadamente
sobre aquellos que así han dado ocasión para lo anterior. Los
primeros, a la verdad, mueren en sus pecados, pero ¿no se
demandará su sangre de aquellos bajo cuyo cuidado estaban, quienes
incluso les permitieron seguir adelante sin advertencia, y hasta los
condujeron a los caminos de destrucción? ¿Acaso la diligencia de los
cristianos en el cumplimiento de estos deberes en épocas pasadas no
se levantará en juicio contra ellos y condenará a muchos de los que
ahora serían considerados cristianos?
Que podamos obedecer el llamado que se hace a cada
generación de creyentes: criar a nuestros hijos en la
disciplina e instrucción del Señor.
Por último, me gustaría reconocer mi agradecimiento y
deuda con las siguientes personas: mi amada esposa Anika,
por todo su apoyo y estímulo; los santos de Sovereign Joy
Reformed Baptist Church, quienes han hecho del pastoreo
una carga ligera que es causa de gozo; Jim Renihan, por su
estímulo y guía; Richard Barcellos y Sam Renihan, por su
invaluable aporte pastoral y teológico a este catecismo; y
por último, pero no menos importante, ¡el Señor Jesucristo,
quien nos amó y se dio a Sí mismo por nosotros! ¡Qué Él use
este catecismo para Su Reino y para llevar muchos hijos e
hijas a la gloria! ¡Amén!

Ryan C. Hodson, pastor


Sovereign Joy Reformed Baptist Church
Haltom City, Texas
Diciembre de 2020
1
LA CREACIÓN

P. 1: ¿Quién te creó?
R.: Dios.
Génesis 1:26-27; Salmos 100:3.

P. 2: ¿Dónde te creó Dios?


R.: Dios me creó en el vientre de mi madre.
Job 31:15; Salmos 139:13.

P. 3: ¿Qué más creó Dios?


R.: Dios creó todas las cosas.
Génesis 1; Juan 1:3.

P. 4: ¿Por qué Dios te creó a ti y todas las cosas?


R.: Para Su propia gloria.
Salmos 66:4; Isaías 43:7; Apocalipsis 4:11.

P. 5: ¿Cómo puedes glorificar a Dios?


R.: Amándolo y haciendo lo que Él manda.
Eclesiastés 12:13; Miqueas 6:8; Juan 14:15, 21.

P. 6: ¿Por qué deberías glorificar a Dios?


R.: Porque me creó y me cuida.
Salmos 139:14; Salmos 145:9-10; Lucas 12:28.
2
LA DIVINIDAD

P. 7: ¿Qué es Dios?
R.: Dios es Espíritu y no tiene cuerpo como nosotros.
Juan 4:24; 1 Timoteo 1:17.

P. 8: ¿Dónde está Dios?


R.: Dios está en todas partes.
Salmos 139:7-10; Jeremías 23:23-24.

P. 9: ¿Puedes ver a Dios?


R.: No. Yo no puedo ver a Dios, pero Él siempre me ve.
Salmos 33:13-15; Proverbios 5:21; Colosenses 1:15.

P. 10: ¿Sabe Dios todas las cosas?


R.: Sí. No se le puede ocultar nada.
Salmos 139:1-4; Lucas 12:7; Hebreos 4:13.

P. 11: ¿Puede Dios hacer todas las cosas?


R.: Sí. Dios puede hacer toda Su santa voluntad.
Jeremías 32:17; Lucas 1:37; Efesios 1:11.

P. 12: ¿Cuántos dioses hay?


R.: Hay un solo Dios vivo y verdadero.
Deuteronomio 6:4; Jeremías 10:1-5; 1 Corintios 8:5-6.

P. 13: ¿Cuántas Personas hay en este único Dios?


R.: Tres Personas.
Mateo 3:16-17; 2 Corintios 13:14.

P. 14: ¿Cómo se llaman?


R.: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Mateo 28:19.
3
LA BIBLIA

P. 15: ¿En dónde aprendes a amar y obedecer a Dios?


R.: En la Biblia, la Palabra de Dios.
Salmos 1; 119:9-11.

P. 16: ¿Quién escribió la Biblia?


R.: Hombres santos que fueron guiados por el Espíritu
Santo.
Hechos 1:16; 2 Timoteo 3:15-16; 2 Pedro 1:21.
4
EL HOMBRE

P. 17: ¿Quiénes fueron nuestros primeros padres?


R.: Adán y Eva.
Génesis 2:18-23; 3:20.

P. 18: ¿De qué fueron hechos nuestros primeros


padres?
R.: Dios hizo el cuerpo de Adán de la tierra y formó a Eva
del cuerpo de Adán.
Génesis 2:7; 2:21-23.

P. 19: ¿Qué les dio Dios a Adán y a Eva además de


cuerpos?
R.: Les dio almas que nunca podrían morir.
Génesis 2:7; Mateo 10:28.

P. 20: ¿Tienes un alma además de un cuerpo?


R.: Sí. Tengo un alma que nunca puede morir.
Eclesiastés 12:7; Filipenses 1:22-24; Santiago 2:26.

P. 21: ¿Cómo sabes que tienes un alma?


R.: Porque Dios ha escrito Su ley en mi corazón y me ha
dado una conciencia.
Romanos 2:14-15; 9:1.

P. 22: ¿En qué estado creó Dios a Adán y Eva?


R.: Los creó santos y felices.
Génesis 1:27; 1:31; Eclesiastés 7:29.
5
EL PACTO DE OBRAS

P. 23: ¿Qué es un pacto?


R.: Es un compromiso vinculante entre dos o más personas.
Génesis 9:12; 26:28-29; Jeremías 31:31-34.

P. 24: ¿Qué pacto hizo Dios con Adán?


R.: El Pacto de Obras.
Génesis 2:15-17; Oseas 6:7.

P. 25: ¿Qué exigió Dios a Adán en el Pacto de Obras?


R.: Obedecer perfectamente a Dios.
Génesis 1:28.

P. 26: ¿Qué prometió Dios en el Pacto de Obras?


R.: Recompensar a Adán con la vida eterna si obedecía
perfectamente a Dios.
Génesis 3:22; Levítico 18:5.

P. 27: ¿Qué amenazó Dios en el Pacto de Obras?


R.: Castigar a Adán con la muerte si desobedecía.
Génesis 2:17.

P. 28: ¿Guardó Adán el Pacto de Obras?


R.: No. Él pecó contra Dios.
Génesis 3:1-6; Oseas 6:7; Romanos 5:12.
6
EL PECADO

P. 29: ¿Qué es el pecado?


R.: El pecado es cualquier falta de conformidad con la ley
de Dios o la transgresión de esta.
1 Juan 3:4; Santiago 2:9.

P. 30: ¿Qué significa falta de conformidad?


R.: No ser o no hacer lo que Dios exige.
1 Samuel 12:23; Mateo 23:23.

P. 31: ¿Qué significa transgresión?


R.: Hacer lo que Dios prohíbe.
Josué 23:16; Romanos 4:15.

P. 32: ¿Qué merece todo pecado?


R.: La ira y maldición de Dios.
Romanos 1:18; Deuteronomio 27:26.

P. 33: ¿Cuál fue el pecado de nuestros primeros


padres?
R.: Comer el fruto prohibido.
Génesis 3:6.

P. 34: ¿Quién tentó a Adán y Eva a {cometer} este


pecado?
R.: El diablo tentó a Eva, y ella le dio el fruto a Adán.
Génesis 3:1-6.

P. 35: ¿Qué les sucedió a Adán y Eva cuando pecaron?


R.: En vez de ser santos y felices, se volvieron pecadores y
miserables.
Génesis 3:7, 10; 3:16-19.

P. 36: ¿Actuó Adán solamente por él mismo en el


Pacto de Obras?
R.: No. Él representaba a toda la humanidad.
Romanos 5:12; 1 Corintios 15:22.

P. 37: ¿Qué efecto tuvo el pecado de Adán sobre toda


la humanidad?
R.: Toda la humanidad nace en un estado de pecado y
miseria.
Génesis 6:5; Eclesiastés 7:20; Efesios 2:3.

P. 38: ¿Has nacido tú también en un estado de


pecado y miseria?
R.: Sí. Yo también nací pecador, soy culpable ante un Dios
santo y no puedo librarme de la maldición de Dios por mis
propias obras.
Salmos 51:5; Romanos 3:10, 23; Gálatas 2:16.

P. 39: ¿Cómo se llama la naturaleza pecaminosa que


heredamos de Adán?
R.: Pecado original.
Romanos 5:15; 1 Corintios 15:22.

P. 40: ¿Puedes ir al Cielo con esta naturaleza


pecaminosa?
R.: No. Mi corazón debe ser cambiado antes de que yo
pueda ir al Cielo.
Juan 3:3; 1 Corintios 6:9-10.

P. 41: ¿Cómo llamamos este cambio de corazón?


R.: Regeneración.
Tito 3:5.
P. 42: ¿Quién puede cambiar tu corazón?
R.: Solo el Espíritu Santo.
Juan 3:5; 6:63.

P. 43: ¿Puede alguien salvarse mediante el Pacto de


Obras?
R.: Nadie puede salvarse mediante el Pacto de Obras.
Romanos 3:20; Gálatas 3:21.

P. 44: ¿Por qué nadie puede salvarse mediante el


Pacto de Obras?
R.: Porque todos lo han roto en Adán y están condenados
por este.
Romanos 5:18-19.
7
EL PACTO DE GRACIA

P. 45: Entonces, ¿cómo puedes ser salvo?


R.: Por medio del Señor Jesucristo mediante el Pacto de
Gracia.
Hechos 4:11-12; Hebreos 9:15.

P. 46: ¿Qué es el Pacto de Gracia?


R.: Es el pacto misericordioso de Dios mediante el cual
promete perdonar libre y gratuitamente los pecados de
todos los que confían en Cristo, y darles corazones nuevos y
vida eterna.

P. 47: ¿Quién es el Cabeza y Mediador del Pacto de


Gracia?
R.: Jesucristo.
1 Timoteo 2:5-6; Hebreos 9:15; 12:24.

P. 48: ¿Qué es un mediador?


R.: Alguien que representa a otros ante Dios y actúa en
favor de ellos.
Hebreos 5:1; 9:24; 1 Pedro 3:18.

P. 49: ¿Qué ha hecho Cristo por Su pueblo en el Pacto


de Gracia como Mediador de ellos?
R.: Él guardó toda la ley que ellos no pudieron guardar, y
sufrió el castigo que los pecados de ellos merecen.
Romanos 5:6-8; 8:3-4; 2 Corintios 5:21; Gálatas 3:13-14.

P. 50: ¿Cometió alguna vez nuestro Señor Jesús el


más mínimo pecado?
R.: No. Él vivió una vida perfectamente santa.
Hebreos 4:15; 7:26; 1 Pedro 2:22.

P. 51: ¿Qué tipo de vida vivió Cristo en la Tierra?


R.: Una vida de obediencia y sufrimiento.
Isaías 53:3; Mateo 26:39; Hebreos 5:7-8.

P. 52: ¿Qué tipo de muerte sufrió Jesús?


R.: La dolorosa y vergonzosa muerte de cruz.
Juan 19:16-18; Gálatas 3:13; Hebreos 12:2.

P. 53: ¿Cómo pudo sufrir el Hijo de Dios?


R.: Cristo, el Hijo de Dios, se hizo hombre para poder
obedecer y sufrir en nuestra naturaleza.
Juan 1:14; Filipenses 2:5-8.

P. 54: ¿Qué significa expiación?


R.: La satisfacción que dio Cristo a la justicia de Dios con
Sus sufrimientos y Su muerte en lugar de los pecadores.
Isaías 53:5; Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21.

P. 55: ¿Qué le sucedió a Jesús después de morir?


R.: Su cuerpo fue envuelto con un sudario de lino y
colocado en un sepulcro, que fue sellado con una gran
piedra.
Mateo 27:57-60; Marcos 15:45-46; Lucas 23:50-53.

P. 56: ¿Permaneció Jesús en el sepulcro?


R.: No. Resucitó del sepulcro al tercer día después de Su
muerte.
Mateo 28:5-7; Marcos 16:4-7; Lucas 24:1-9.

P. 57: ¿Dónde está Jesús ahora?


R.: En el Cielo, donde está sentado en Su trono
intercediendo por pecadores.
Isaías 53:12; Romanos 8:34; Hebreos 7:25; 8:1.
P. 58: ¿Regresará?
R.: Sí. Regresará para reunir a Sus santos y juzgar a los
vivos y a los muertos.
Mateo 26:63-64; 2 Tesalonicenses 1:6-10; Apocalipsis 22:12.

P. 59: ¿Qué beneficios nos promete Dios en el Pacto


de Gracia?
R.: {Nos promete} [j]ustificar y santificar a aquellos por
quienes Cristo murió.
Jeremías 31:33-34; 1 Corintios 1:30; 6:11.

P. 60: ¿Qué es la justificación?


R.: Que Dios perdona libre y gratuitamente a pecadores y
los trata como si hubieran vivido una vida perfectamente
libre de pecado como Jesús.
Génesis 15:6; Romanos 4:5-8; Filipenses 3:8-9.

P. 61: ¿Qué es la santificación?


R.: Que Dios hace que {esos} pecadores crezcan en
santidad de corazón y conducta.
Efesios 5:25-27; Filipenses 2:12-13; 1 Tesalonicenses 5:23.
8
EL ARREPENTIMIENTO Y LA FE

P. 62: ¿Qué debes hacer para ser salvo?


R.: Arrepentirme de mi pecado y creer en Jesús.
Hechos 2:21; 3:19; 16:30-31; Romanos 10:9-10.

P. 63: ¿Qué es arrepentirse?


R.: Lamentar mi pecado, odiarlo y abandonarlo porque es
desagradable a Dios.
Isaías 6:5; Lucas 3:10-14; 2 Corintios 7:9-11; Efesios 4:28.

P. 64: ¿Qué es creer o tener fe en Cristo?


R.: Confiar solo en Jesús para la salvación.
Juan 1:12; 2 Timoteo 1:12; Hebreos 11:1, 13.

P. 65: ¿Puedes arrepentirte y creer en Jesús por tus


propias fuerzas?
R.: No. No puedo hacer nada bueno sin la ayuda del Espíritu
Santo de Dios.
Juan 3:5-8; 6:63; 1 Corintios 2:13-14.

P. 66: ¿Cómo puedes obtener la ayuda del Espíritu


Santo?
R.: Dios nos ha dicho que debemos orar a Él para pedirle el
Espíritu Santo.
Efesios 3:16.

P. 67: ¿Cuánto tiempo hace que Jesús vivió y murió en


la Tierra?
R.: Hace unos dos mil años.
Lucas 2:1-2; Hechos 4:27.
9
EL ESTABLECIMIENTO DEL
PACTO DE GRACIA

P. 68: ¿Cuándo Dios reveló por primera vez el Pacto


de Gracia?
R.: Dios reveló por primera vez el Pacto de Gracia a Adán y
Eva en la promesa de un Salvador.
Génesis 3:15.

P. 69: ¿Cuándo Dios estableció oficialmente el Pacto


de Gracia?
R.: Dios estableció oficialmente el Pacto de Gracia con la
sangre de Cristo en el Nuevo Pacto.
Jeremías 31:31; Hebreos 8:6; 9:15-18.

P. 70: ¿Por qué fue necesaria la sangre de Cristo para


establecer oficialmente el Pacto de Gracia?
R.: Porque tuvo que ocurrir una muerte para que se
estableciera el pacto, así como el antiguo pacto de Moisés
se estableció con la muerte y la sangre de los becerros y los
machos cabríos.
Hebreos 9:15-18.

P. 71: Pero, ¿existía el Pacto de Gracia antes del


Nuevo Pacto en Cristo?
R.: Sí. La sustancia del Pacto de Gracia, con todos sus
beneficios, existía antes del Nuevo Pacto en la promesa de
un Salvador que siempre ha sido la misma.
Gálatas 3:8, 18.
P. 72: ¿Cómo se salvaban las personas antes del
establecimiento del Pacto de Gracia en la {primera}
venida de Cristo?
R.: Creyendo en la promesa del Salvador venidero.
Génesis 15:6; Juan 8:56.

P. 73: ¿Cómo demostraron su fe?


R.: Confiando en Dios y obedeciendo Su Palabra.
Hebreos 11.
10
LOS OFICIOS DE CRISTO

P. 74: ¿Qué significa oficio?


R.: Un oficio es una forma de servir a Dios y a los demás
mediante el cumplimiento de ciertos deberes.

P. 75: ¿Cuántos oficios tiene Jesús como Mediador del


Pacto de Gracia?
R.: Tres.

P. 76: ¿Cuáles son?


R.: Los oficios de Profeta, Sacerdote y Rey.

P. 77: ¿Cómo Cristo es Profeta?


R.: Enseñándonos la voluntad de Dios.
Deuteronomio 18:15; Lucas 4:24; 24:19.

P. 78: ¿Por qué necesitas a Cristo como Profeta?


R.: Porque soy ignorante.
Efesios 5:17; 1 Corintios 3:1-3; Hebreos 5:11-14.

P. 79: ¿Cómo Cristo es Sacerdote?


R.: Muriendo por nuestros pecados y orando a Dios por
nosotros.
Isaías 53:12; Romanos 8:34; Hebreos 7:25; 9:11-12; 10:11-12.

P. 80: ¿Por qué necesitas a Cristo como Sacerdote?


R.: Porque soy culpable.
Salmos 25:11; Santiago 2:10.
P. 81: ¿Cómo Cristo es Rey?
R.: Gobernándonos y defendiéndonos.
Lucas 1:32-33; Romanos 16:20; 2 Tesalonicenses 1:6-10.

P. 82: ¿Por qué necesitas a Cristo como rey?


R.: Porque soy débil e indefenso.
Marcos 14:38; Hebreos 12:12-13.
11
LOS DIEZ MANDAMIENTOS

P. 83: ¿Cuántos mandamientos dio Dios en el monte


Sinaí?
R.: Diez mandamientos.
Éxodo 34:28.

P. 84: ¿Cómo se llaman a veces los diez


mandamientos?
R.: El Decálogo o Las Diez Palabras.

P. 85: ¿Qué enseñan los cuatro primeros


mandamientos?
R.: Nuestro deber para con Dios.
Éxodo 20:1-11; Deuteronomio 5:6-15.

P. 86: ¿Qué enseñan los últimos seis


mandamientos?
R.: Nuestro deber para con el prójimo.
Éxodo 20:12-17; Deuteronomio 5:16-21.

P. 87: ¿Cuál es el resumen de los diez


mandamientos?
R.: Amar a Dios con todo mi corazón, y a mi prójimo como a
mí mismo.
Mateo 22:35-40.

P. 88: ¿Quién es tu prójimo?


R.: Todo ser humano es mi prójimo.
Lucas 10:29-37.
P. 89: ¿Se agrada Dios de quienes lo aman y
obedecen?
R.: Sí. Él dice: «Amo a los que me aman».
Proverbios 8:17; 15:9.

P. 90: ¿Le desagradan a Dios quienes no lo aman ni lo


obedecen?
R.: Sí. Dios se indigna cada día contra el impío.
Salmos 7:11; 11:5.

P. 91: ¿Cuál es el primer mandamiento?


R.: El primer mandamiento es: «No tendrás otros dioses
delante de mí».
Éxodo 20:3; Deuteronomio 5:7.

P. 92: ¿Qué nos enseña el primer mandamiento?


R.: Que debemos adorar solo a Dios.
Deuteronomio 6:13-15; Lucas 4:8.

P. 93: ¿Cuál es el segundo mandamiento?


R.: El segundo mandamiento es: «No te harás ídolo, ni
semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo
en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los
adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy
Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los
hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que me
aman y guardan mis mandamientos».
Éxodo 20:4-6; Deuteronomio 5:8-10.

P. 94: ¿Qué nos enseña el segundo mandamiento?


R.: Que debemos adorar a Dios solamente como Él manda y
que no debemos hacernos imágenes o retratos de Dios.
Éxodo 25:9; Levítico 10:1-2; Romanos 1:22-23.

P. 95: ¿Cuál es el tercer mandamiento?


R.: El tercer mandamiento es: «No tomarás el nombre del
SEÑOR tu Dios en vano, porque el SEÑOR no tendrá por
inocente al que tome su nombre en vano».
Éxodo 20:7; Deuteronomio 5:11.

P. 96: ¿Qué nos enseña el tercer mandamiento?


R.: Que debemos honrar y valorar el Nombre, la Palabra y
las obras de Dios.
Salmos 111:2-7; 113:1-3; 138:2.

P. 97: ¿Cuál es el cuarto mandamiento?


R.: El cuarto mandamiento es: «Acuérdate del día de reposo
para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra,
mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios;
no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está
contigo. Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la
tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el
séptimo día; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo
santificó».
Éxodo 20:8-11; Deuteronomio 5:12-15.

P. 98: ¿Qué nos enseña el cuarto mandamiento?


R.: Que debemos santificar el día de reposo.
Isaías 58:13-14.

P. 99: ¿Qué día de la semana es el día de reposo


cristiano?
R.: El primer día de la semana, llamado día del Señor.
Hechos 20:7; 1 Corintios 16:2; Apocalipsis 1:10.

P. 100: ¿Por qué se llama el día del Señor?


R.: Porque ese día el Señor Jesús resucitó de entre los
muertos.
Mateo 28:1-7; Marcos 16:1-7; Lucas 24:1-7.
P. 101: ¿Cómo debe guardarse el día de reposo?
R.: En oración y alabanza, escuchando y leyendo la Palabra
de Dios y haciendo el bien a los demás.
Mateo 12:11-12; Colosenses 3:16; 1 Timoteo 4:13.

P. 102: ¿Cuál es el quinto mandamiento?


R.: El quinto mandamiento es: «Honra a tu padre y a tu
madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que
el SEÑOR tu Dios te da».
Éxodo 20:12; Deuteronomio 5:16.

P. 103: ¿Qué nos enseña el quinto mandamiento?


R.: Que debemos amar y obedecer a nuestros padres y
maestros.
Éxodo 22:28; Efesios 6:1-3; Hebreos 13:17.

P. 104: ¿Cuál es el sexto mandamiento?


R.: El sexto mandamiento es: «No matarás».
Éxodo 20:13; Deuteronomio 5:17.

P. 105: ¿Qué nos enseña el sexto mandamiento?


R.: Que nunca debemos pecar contra los demás con
nuestras palabras u obras, ni tener ira injusta contra nadie.
Mateo 5:21-22; Santiago 4:1-3.

P. 106: ¿Cuál es el séptimo mandamiento?


R.: El séptimo mandamiento es: «No cometerás adulterio».
Éxodo 20:14; Deuteronomio 5:18.

P. 107: ¿Qué nos enseña el séptimo mandamiento?


R.: Que debemos ser puros de corazón, lengua y conducta.
Salmos 24:3-4; 1 Timoteo 4:12; 1 Pedro 2:12.

P. 108: ¿Cuál es el octavo mandamiento?


R.: El octavo mandamiento es: «No hurtarás».
Éxodo 20:15; Deuteronomio 5:19.

P. 109: ¿Qué nos enseña el octavo mandamiento?


R.: Que nunca debemos tomar algo que no es nuestro, y
que debemos trabajar duro.
Proverbios 9:17-18; Efesios 4:28; 2 Tesalonicenses 3:10-12.

P. 110: ¿Cuál es el noveno mandamiento?


R.: El noveno mandamiento es: «No darás falso testimonio
contra tu prójimo».
Éxodo 20:16; Deuteronomio 5:20.

P. 111: ¿Qué nos enseña el noveno mandamiento?


R.: Que nunca debemos mentir, sino decir siempre la
verdad.
Salmos 34:12-13; Proverbios 20:17; Juan 14:6.

P. 112: ¿Cuál es el décimo mandamiento?


R.: El décimo mandamiento es: «No codiciarás la casa de tu
prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni
su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu
prójimo».
Éxodo 20:17; Deuteronomio 5:21.

P. 113: ¿Qué nos enseña el décimo mandamiento?


R.: Que debemos estar contentos con lo que Dios nos ha
dado, y alabarlo en todo.
Job 1:21; Filipenses 4:11-13; 1 Timoteo 6:6-8.

P. 114: ¿Puede alguien guardar perfectamente estos


diez mandamientos?
R.: Desde la caída de Adán, ningún simple hombre ha
guardado o puede guardar perfectamente los diez
mandamientos.
Romanos 2:13; Santiago 2:10; 1 Juan 1:8, 10.
P. 115: ¿Para qué sirven los diez mandamientos?
R.: Nos enseñan nuestro deber para con Dios y nos
muestran nuestro pecado y nuestra necesidad de un
Salvador.
Romanos 7:7; Gálatas 3:24; 1 Timoteo 1:8-10.
12
LA ORACIÓN DEL SEÑOR

P. 116: ¿Qué es la oración?


R.: La oración es un agradecimiento a Dios de corazón por
todas Sus bendiciones y una petición a Él de lo que nos ha
prometido.
Filipenses 4:6; 1 Timoteo 2:1-3; 1 Juan 5:14-15.

P. 117: ¿En nombre de quién debemos orar?


R.: Solo en el nombre de Jesucristo.
Juan 14:13-14; 16:23-27.

P. 118: ¿Qué nos dio Jesús para enseñarnos a orar?


R.: La oración del Señor, también conocida como el Padre
Nuestro.
Mateo 6:9-13.

P. 119: ¿Cuál es La oración del Señor?


R.: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la
tierra como en el cielo. Danos hoy el pan nuestro de cada
día. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el
poder y la gloria para siempre jamás. Amén» (Mat. 6:9-13).

P. 120: ¿Cuántas peticiones hay en La oración del


Señor?
R.: Seis.

P. 121: ¿Cuál es la primera petición?


R.: «Santificado sea tu nombre».
Mateo 6:9.

P. 122: ¿Qué oramos en la primera petición?


R.: Que el nombre de Dios sea honrado en todo el mundo.
1 Reyes 8:41-43; Salmos 113:3; Malaquías 1:11.

P. 123: ¿Cuál es la segunda petición?


R.: «Venga tu reino».
Mateo 6:10.

P. 124: ¿Qué oramos en la segunda petición?


R.: Que el evangelio sea predicado en todo el mundo y
creído por todas las personas.
Génesis 12:3; Mateo 24:14; Hechos 1:8; 13:47.

P. 125: ¿Cuál es la tercera petición?


R.: «Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo».
Mateo 6:10.

P. 126: ¿Qué oramos en la tercera petición?


R.: Que sirvamos a Dios en la Tierra como los ángeles le
sirven en el Cielo.
Salmos 103:20; Isaías 6:1-3; Apocalipsis 5:11-14.

P. 127: ¿Cuál es la cuarta petición?


R.: «Danos hoy el pan nuestro de cada día».
Mateo 6:11.

P. 128: ¿Qué oramos en la cuarta petición?


R.: Que Dios provea todas nuestras necesidades diarias.
Génesis 22:14; Salmos 34:10; Mateo 6:31-33.

P. 129: ¿Cuál es la quinta petición?


R.: «Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
hemos perdonado a nuestros deudores».
Mateo 6:12.

P. 130: ¿Qué oramos en la quinta petición?


R.: Que Dios perdone nuestros pecados por causa de Cristo
y nos capacite para perdonar a los que han pecado contra
nosotros.
1 Juan 1:9; Colosenses 3:12-13.

P. 131: ¿Cuál es la sexta petición?


R.: «Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal».
Mateo 6:13.

P. 132: ¿Qué oramos en la sexta petición?


R.: Que Dios nos guarde del pecado y nos capacite para
huir de la tentación.
Lucas 22:40; 1 Corintios 10:13; Hebreos 2:18.
13
LA IGLESIA

P. 133: ¿Qué es la Iglesia universal o católica?


R.: La Iglesia universal o católica es una asamblea santa de
verdaderos creyentes cristianos, todos los cuales esperan
su salvación en Jesucristo, son lavados por Su sangre, {y
son} santificados y sellados por el Espíritu Santo.
1 Corintios 1:2; Hebreos 12:22-23.

P. 134: ¿Qué es una iglesia local o particular?


R.: Es una congregación de santos visibles unidos por pacto
para adorar al Señor y andar juntos en todos Sus
mandamientos y santas ordenanzas.
Hechos 16:5; 1 Corintios 1:2; 14:33.

P. 135: ¿Qué significa santos visibles?


R.: Los santos visibles son aquellos que profesan la fe del
evangelio y la obediencia a Dios, y no destruyen su
profesión por el error o una vida impía.
Efesios 1:1; 5:3; Apocalipsis 14:12.

P. 136: ¿Cuántos sacramentos ha instituido Cristo en Su


Iglesia?
R.: Dos.

P. 137: ¿Qué es un sacramento?


R.: Es una señal visible dada por Cristo para confirmar y
edificar la fe de Su pueblo.
Lucas 22:19-20; 1 Pedro 3:21.

P. 138: ¿Cuáles son esos dos sacramentos?


R.: El bautismo y la Cena del Señor.

P. 139: ¿Por qué Cristo instituyó estos sacramentos?


R.: Para distinguir a Sus discípulos del mundo, y para
confortarlos y fortalecerlos.
Mateo 28:19-20; 1 Corintios 10:16; 11:26.

P. 140: ¿Qué es el bautismo?


R.: La inmersión o el sumergimiento de los creyentes en
agua.
Mateo 3:5-6; Hechos 8:36.

P. 141: ¿Qué significa esto?


R.: La unión del creyente con Cristo y la participación en Su
muerte y vida.
Romanos 6:3-4; Colosenses 2:11-12.

P. 142: ¿En el nombre de quién debe administrarse el


bautismo?
R.: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mateo 28:19.

P. 143: ¿Quiénes deben ser bautizados?


R.: Solo los que profesan la fe del evangelio y la obediencia
a Dios.
Marcos 16:16; Hechos 2:41; 8:12; 18:8; Gálatas 3:25-27.

P. 144: ¿Deberían ser bautizados los infantes?


R.: No.

P. 145: ¿Por qué los infantes no deberían ser


bautizados?
R.: Porque Cristo no lo ordenó ni se puede encontrar en la
Palabra de Dios, ni por ejemplo ni por buena y necesaria
consecuencia.
Marcos 7:8.

P. 146: Pero, ¿acaso no ama Jesús a los niños


pequeños?
R.: Jesús ama a todos los niños y desea que vengan a Él
para que sean salvos.
Mateo 19:13-15.

P. 147: ¿Qué es la Cena del Señor?


R.: Comer el pan y beber el vino en memoria de los
sufrimientos y la muerte de Cristo.
1 Corintios 11:26.

P. 148: ¿Qué representa el pan?


R.: El cuerpo de Cristo, partido por nuestros pecados.
Mateo 26:26; Marcos 14:22; Lucas 22:19.

P. 149: ¿Qué representa el vino?


R.: La sangre de Cristo, derramada para el perdón de los
pecados.
Mateo 26:27-28; Marcos 14:23-24; Lucas 22:20.

P. 150: ¿Quiénes deben participar de la Cena del


Señor?
R.: Solo los que profesan la fe del evangelio y la obediencia
a Dios, y han sido bautizados.
Hechos 2:41-42; 1 Corintios 11:26-29.
14
EL JUICIO FINAL Y
EL MUNDO VENIDERO

P. 151: ¿Qué les sucede a los creyentes cuando


mueren?
R.: Sus cuerpos vuelven al polvo y sus almas van a estar
con Jesús.
Eclesiastés 12:7; Lucas 23:43; Filipenses 1:23-24.

P. 152: ¿Qué les sucede a los incrédulos cuando


mueren?
R.: Sus cuerpos vuelven al polvo, pero sus almas van al
infierno.
Génesis 3:19; Salmos 90:3; Lucas 16:22-26.

P. 153: ¿Serán resucitados los cuerpos de los


muertos?
R.: Sí. Unos a la vida eterna y otros a la muerte eterna.
Mateo 25:31-46; Hechos 24:15.

P. 154: ¿Qué les sucederá a los creyentes en el día


del Juicio?
R.: Irán a la vida eterna y recibirán plenitud de gozo y gloria
con recompensas eternas, en la presencia del Señor en los
Cielos nuevos y la Tierra nueva.
Mateo 25:31-40; 1 Corintios 1:7-8; 2 Timoteo 4:7-8; Judas 24.

P. 155: ¿Qué son los Cielos nuevos y la Tierra nueva?


R.: Un lugar glorioso y feliz, donde los justos estarán con el
Señor para siempre.
Isaías 65:17-25; 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1-5.
P. 156: ¿Qué les sucederá a los incrédulos en el día
del Juicio?
R.: Serán arrojados a tormentos eternos en el infierno y
castigados con la eterna destrucción, excluidos de la
presencia del Señor y de la gloria de Su poder.
Mateo 7:21-23; 25:41-46.

P. 157: ¿Qué es el infierno?


R.: Un lugar de tormento y fuego espantoso y eterno.
Mateo 13:40-42; Marcos 9:43; Lucas 16:22-28; Apocalipsis 14:9-11.

P. 158: Ya que todas estas cosas son verdad, ¿cómo


deberías vivir entonces?
R.: Debería huir a Jesús con fe y arrepentirme de mis
pecados.
Isaías 55:6-7; Mateo 11:28-30; Romanos 10:13.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS

Beddome, Benjamin. Una exposición bíblica del Catecismo


Bautista a modo de preguntas y respuestas. Santo
Domingo, Ecuador: Editorial Legado Bautista Confesional,
2021.
Dickson, David. Truth’s Victory over Error: A Commentary on
the Westminster Confession of Faith {trad. no oficial: La
victoria de la verdad sobre el error: Comentario sobre La
Confesión de Fe de Wetsminster}, John R. De Witt, editor.
Carlisle, Pensilvania: Banner of Truth, 2007.
Helopoulos, Jason. A Neglected Grace: Family Worship in the
Christian Home {trad. no oficial: Una gracia descuidada:
La adoración familiar en el hogar cristiano}. Fearn Ross-
Shire, Escocia: Christian Focus Publications, 2013.
Johnson, Terry L. Catechizing Our Children: The Whys and
Hows of Teaching the Shorter Catechism Today {trad. no
oficial: Catequizando a nuestros hijos: Los porqués y los
cómos de la enseñanza de El Catecismo Menor hoy}.
Carlisle, Pensilvania: Banner of Truth, 2013.
Meade, Starr, Training Hearts, Teaching Minds: Family
Devotions Based on the Shorter Catechism {trad. no
oficial: Entrenando corazones, enseñando mentes:
Devociones familiares basadas en El Catecismo Menor}:
Phillipsburg, Nueva Jersey: P & R Publications, 2000.
Renihan, James M. Herramientas para las Confesiones de Fe:
Ayudas para el estudio de las Confesiones de Fe puritanas
inglesas. Santo Domingo, Ecuador: Editorial Legado
Bautista Confesional, 2020.
[1]
Nota de los traductores: Los textos y/o caracteres {entre llaves} son
traducciones o aclaraciones para preservar la fidelidad al significado del texto
original.
[2]
Nota de los traductores: La etiqueta «{trad. no oficial}» indica que la
traducción que sigue a continuación pertenece a una fuente que aún no está
disponible en español; por tanto, puede aparecer oficialmente con otro título o
como parte de otras obras en el futuro. En cambio, si el material citado ya ha
sido publicado en español en el momento en que se hace esta traducción, se
usará el título oficial precedido de la etiqueta «{título oficial}». Por lo general, la
traducción del título de una fuente bibliográfica aparecerá solo la primera vez
que el autor la cite.
[3]
Nota de los traductores: El título original es The Baptist Encyclopedia.
[4]
Nota de los traductores: Ha sido traducido oficialmente al español como El
Catecismo Infantil de Westminster; también ha sido publicado con el título El
Catecismo Menor de Westminster para niños.
[5]
Véase A Catechism for Boys and Girls, publicado por Carey Publications, de
Reformation Today Trust, y First Catechism (Great Commission Publications).

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