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PROCEDIMIENTO DE ESTIMACION E INTIMACION DE

HONORARIOS PROFESIONALES

De conformidad con el artículo 22 de la Ley de Abogados:

“El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir


honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales que realice,
salvo en los casos previstos en las Leyes. Cuando exista
inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto al monto de
honorarios por servicios profesionales extrajudiciales, la
controversia se resolverá por la vía del juicio breve y ante el Tribunal
Civil competente por la cuantía. La parte demandada podrá acogerse
al derecho de retasa en el acto de la contestación de la demanda. La
reclamación que surja en juicio contencioso acerca del derecho a
cobrar honorarios por parte del abogado, será sustanciada y
decidida de conformidad con lo establecido en el artículo 386 del
Código de Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si
surgiere, no excederá de diez audiencias”.

Ante esta clara expresión del legislador, es innegable que los abogados tienen
derecho a percibir honorarios profesionales por los trabajos que realicen,
sean éstos de naturaleza judicial o extrajudicial, ya que se trata de un
contrato de prestación de servicios profesionales. Razón por la cual debe
tenerse como premisa que el cliente siempre está obligado a pagar
honorarios profesionales, pues la actuación que el abogado cumple
obedece al hecho que alguien lo contrató a tales fines. En efecto,
independientemente de la naturaleza jurídica de la relación del abogado
con su cliente, lo cierto es que el abogado despliega su actividad y
conocimientos porque un cliente (persona natural o jurídica) requirió sus
servicios, a cambio de una justa remuneración. (Sentencia del 04
Noviembre de 2005, Tribunal Supremo de Justicia. Sala Constitucional,
Magistrado Ponente: Jesús Eduardo Cabrera R.)

El artículo 23 de la Ley de Abogados preceptúa: “Las costas pertenecen


a la parte, quién pagará los honorarios a sus apoderados, asistentes o
defensores. Sin embargo, el Abogado podrá estimar sus honorarios y pedir
la intimación al respectivo obligado, sin otras formalidades que las
establecidas en esta Ley.”

Y los artículos 25 y siguientes de la misma Ley de Abogados, disponen en


cuanto a la Retasa de los Honorarios.
Tribunal Competente

Ahora bien, lo importante es determinar, cual es el Tribunal


competente a los efectos que el Abogado pueda intentar su acción de
Intimación de Honorarios. El artículo 167 del Código de Procedimiento
Civil, contempla:
“...En cualquier estado del juicio, el apoderado o el abogado
asistente, podrán estimar sus honorarios y exigir su pago de
conformidad con las disposiciones de la Ley de Abogados...”.

Es necesario estudiar entonces que es lo que se entiende por estado del


juicio. El estado del juicio es la etapa procesal que se desarrolla en una
de las instancias y dice relación con el momento procesal en el cual se
encuentra el procedimiento judicial, desde que se inicia con el libelo de
demanda admitido hasta que termina con la ejecución de sentencia,
cuando deba ejecutarse la misma.

El grado, por el contrario, es la posibilidad de revisión que tiene el


Tribunal de alzada con respecto a las decisiones adoptadas por el Juez
de la Primera Instancia. En el estado del juicio, el abogado estimar sus
honorarios profesionales y exigir su pago. En el caso que el juicio ha
llegado a un Tribunal Superior por apelación, los Honorarios
Profesionales no pueden ser estimados ante ese Tribunal Superior, por
honorarios causados por actuaciones realizadas ante la primera instancia
directamente.

Si el legislador en el artículo 167 del Código de Procedimiento Civil,


hubiese señalado: “en cualquier estado y grado del juicio”, los Abogados
podrían estimar y exigir el pago de sus honorarios profesionales, tanto
en la Primera Instancia como en Alzada, por sus actuaciones
efectuadas en la Primera Instancia.
En atención a la Sentencia del 04 Noviembre de 2005. Tribunal Supremo
de Justicia. Sala Constitucional, “en una pretensión por cobro de
honorarios profesionales pueden presentarse diferentes situaciones, razón
por la cual debe establecerse de forma clara y definida el procedimiento a
seguir en estos casos y por vía de consecuencia, el tribunal competente
para interponer dicha acción autónoma, ello con el propósito de
salvaguardar el principio del doble grado de jurisdicción y los derechos
constitucionales de defensa y al debido proceso”.

La Sala Constitucional indica que, según la norma contenida en el


señalado artículo 22 de la Ley de Abogados la reclamación por
concepto de honorarios profesionales extrajudiciales, será resuelta por
vía del juicio breve.

Sin embargo, en lo atinente a la reclamación surgida en juicio contencioso


no existe una remisión expresa, a un procedimiento propio, sino que lo
vincula y concentra al juicio contencioso donde se genera la actuación del
profesional del derecho. Es allí, dentro del juicio, donde el abogado va
pretender cobrar sus honorarios a su poderdante o asistido.

Por ello, es necesario estudiar las cuatro posibles situaciones que pueden
presentarse y que, probablemente, dan origen a trámites de
sustanciación diferentes, ante el cobro de honorarios por parte del
abogado al cliente a quien representa o asiste en la causa, a saber:
1) Cuando el juicio en el cual se pretende demandar los honorarios
profesionales causados, se encuentre, sin sentencia de fondo, en
primera instancia;
2) Cuando cualquiera de las partes ha ejercido apelación y esta haya
sido oída en el solo efecto devolutivo;
3) Cuando dicho recurso se haya oído en ambos efectos y,
4) Cuando la sentencia dictada en el juicio haya quedado
definitivamente firme, surgiendo la posibilidad en este supuesto,
que el juicio entre a fase ejecutiva, si es que se condenó al
demandado.

En el primer supuesto, es decir, cuando el juicio en el cual el abogado


pretende demandar los honorarios profesionales causados a su
cliente, se encuentre en un Tribunal de primera instancia, la
reclamación de los mismos, se realizará en ese proceso y por vía
incidental.
En el segundo supuesto (cuando se haya ejercido el recurso ordinario de
apelación y éste fue oído en el efecto devolutivo. Un solo efecto) la
reclamación de los honorarios profesionales judiciales, se realizará,
igual que en el caso anterior, en ese mismo juicio y en primera
instancia.

En el tercer supuesto -ejercido el recurso de apelación y oído en


ambos efectos, a pesar que el juzgado de primera instancia ha perdido la
competencia con respecto a ese procedimiento, la reclamación de los
honorarios profesionales judiciales causados en ese juicio que ahora está
en un Juzgado Superior, deberá ser intentada de manera autónoma y
principal ante un Tribunal civil competente por la cuantía, “ello a fin de
salvaguardar tanto el principio procesal del doble grado de jurisdicción, a la
parte que resulte perdidosa en la fase declarativa del juicio de cobro de
honorarios profesionales judiciales, como los derechos constitucionales de
defensa y al debido proceso establecidos en el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.”
En el cuarto y último de los supuestos -el juicio ha quedado
definitivamente firme- al igual que en el anterior, “sólo quedará instar
la demanda por cobro de honorarios profesionales por vía autónoma y
principal ante un Tribunal civil competente por la cuantía, si es el caso, ya
que la expresión del tantas veces señalado artículo 22 de la Ley de
Abogado ‘la reclamación que surja en juicio contencioso’, en cuanto al
sentido de la preposición “en” que sirve para indicar el lugar, el tiempo, el modo,
significa evidentemente que el juicio no haya concluido y se encuentre en
los casos contenidos en el primer y segundo supuesto antes referidos, es
decir, dentro del juicio sin que éste haya terminado, para qué, entonces,
pueda tramitarse la acción de cobro de honorarios profesionales por vía
incidental en el juicio principal”.

Se ha dicho que en beneficio del abogado, es posible intimar y estimar


Honorarios Profesionales por parte del Abogado en la fase de
ejecución de la sentencia, ante el Juez que conoció la causa por ser ésta
una consecuencia del “juicio contencioso”. Pero ello no es así, ya que
cuando el juicio concluye, como sucede en los casos donde no hay
fase de ejecución, el cobro de Honorarios Profesionales, es imposible
que tenga lugar en la causa donde se pretende se causaron los
honorarios y ante el juez que la conoció, ya que esa causa finalizó y no
hay en ese momento juicio contencioso alguno, ni secuelas del mismo.

El Procedimiento de Intimación

El Artículo 22 de la Ley de Abogados establece:

“El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir


honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales que realice,
salvo en los casos previstos en las leyes. Cuando exista
inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto al monto de
honorarios por servicios profesionales extrajudiciales, la controversia
se resolverá por la vía del juicio breve y ante el Tribunal Civil
competente por la cuantía. La parte demandada podrá acogerse al
derecho de retasa en el acto de la contestación de la demanda.
La reclamación que surja en juicios contenciosos acerca del derecho
a cobrar honorarios por parte del abogado, será sustanciada y
decidida de conformidad con lo establecido en el artículo 386 del
Código de Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si
surgiere, no excederá de diez audiencias”.

De acuerdo a este artículo observamos que existen dos situaciones


procesales en la sustanciación del procedimiento de cobro de
Honorarios Profesionales.

La primera es demostrar el derecho al cobro de honorarios


profesionales por aquél quien los exige. Esta fase se desarrolla en
forma incidental en el propio expediente donde se realizaron las
actuaciones judiciales generadoras del precitado derecho, o en el
Tribunal competente según lo indicado anteriormente.

La sustanciación en el caso de realizarse en el propio expediente,


debe hacerse en cuaderno separado, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 607 del Código de Procedimiento Civil, y la decisión que se dicte
acordando o negando el derecho reclamado es apelable, e incluso se
puede ejercer recurso de casación.

La segunda situación sólo tendrá lugar si previamente se ha reconocido el


derecho a cobrar honorarios profesionales por aquél que los ha reclamado
y está concebida para que el demandado por tales honorarios, si considera
exagerada la estimación que de ello se ha hecho, pueda someter a la
revisión de un Tribunal Retasador el monto de los mismos. En esta
fase, a diferencia de la primera, las decisiones que se dicten sobre
retasa son inapelables, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 28
de la Ley de Abogados, y por tanto no pueden ser recurribles en
casación.

En el caso que no pueda intentarse en el mismo Expediente, por las


razones expuestas anteriormente, debemos acudir necesariamente al
Procedimiento de la Intimación previsto en el Código de Procedimiento
Civil.

La demanda por intimación de honorarios profesionales, debe


tramitarse conforme las disposiciones del Código de Procedimiento
Civil, ha sido la Jurisprudencia pacífica y reiterada de la extinta Corte
Suprema de Justicia y en tal sentido señaló lo siguiente: “El juicio por
intimación de honorarios, como lo ha señalado este máximo Tribunal, es un
procedimiento autónomo, el cual debe tramitarse mediante la aplicación del
Código de Procedimiento Civil, aunque su conocimiento y resolución pueda
corresponder, en virtud de la competencia funcional, “Omissis”. (SCP-TSJ.
22-10-2002).

El objetivo del procedimiento por intimación está regulado en el


artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, que textualmente
señala:
“Artículo 640: Cuando la pretensión del demandante persiga el
pago de una suma líquida y exigible de dinero o la entrega de
cantidad cierta de cosas fungibles o de una cosa mueble
determinada, el Juez, a solicitud del demandante, decretará la
intimación del deudor, para que pague o entregue la cosa dentro
de diez días apercibiéndole de ejecución. El demandante podrá
optar entre el procedimiento ordinario y el presente
procedimiento, pero éste no será aplicable cuando el deudor no
esté presente en la República y no haya dejado apoderado a quien
pueda intimarse, o si el apoderado que hubiere dejado se negare
a representarlo”.

En la Exposición de Motivos del Código de Procedimiento Civil, al tratar el


punto concerniente al procedimiento por intimación, se reseña lo
siguiente:
“Con este procedimiento se trata de lograr fundamentalmente, en
forma rápida, la creación del título ejecutivo, por el sistema de
inversión de la carga del contradictorio, el cual queda ahora a
iniciativa del demandado....” y “el nuevo procedimiento permite
que intimado el pago al demandado, a falta de oposición formal
de éste, adquiere el decreto de intimación fuerza ejecutiva con
autoridad de cosa juzgada, procediéndose sin más a la ejecución.
En cambio, si el intimado tiene alguna objeción o razón seria y
fundada que hacer valer, propone su oposición al decreto de
intimación y el asunto continúa por los trámites del juicio ordinario,
abriéndose en ese momento la verdadera contención, con la
contestación de la demanda...”.

En estos términos fue concebido por el legislador el procedimiento por


intimación previsto en los artículos 640 y 651 del Código de
Procedimiento Civil. Conviene destacar que este último artículo
dispone:
“...El intimado debe formular su oposición dentro de los diez días
siguientes a su notificación personal practicada en la forma
prevista en el artículo 649 a cualquier hora de las fijadas en la
tablilla a que se refiere el artículo 192.
En el caso del artículo anterior, el defensor deberá formular su
oposición dentro de los diez días siguientes a su intimación, en
cualquiera de las horas anteriormente indicadas. Si el intimado o
el defensor en su caso, no formulare oposición dentro de los
plazos mencionados, no podrá ya formularse y se procederá
como en sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada”.

Procedimiento por Intimación de Honorarios Extrajudiciales

De conformidad con lo señalado en el artículo 22, Primera Parte:


“Cuando exista inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto al monto
de los honorarios por servicios profesionales extrajudiciales, la controversia
se resolverá por la vía del juicio breve y ante el Tribunal Civil competente
por la cuantía. … Omissis

A pesar que el artículo 881 del Código de Procedimiento Civil, indica que
se sustanciarán por el procedimiento del Juicio Breve, las demandas que
no excedan de quince mil bolívares (Bs. 15.000,00) (ACTUALMENTE
1500 UT), por mandato del artículo 22 de la Ley de Abogados, el cobro de
Honorarios Profesionales se llevará a efecto por ante el Tribunal competente
en base a la cuantía, pero por el Procedimiento Breve ordenado en el Código
de Procedimiento Civil.

Es perfectamente posible que el demandado por Honorarios, pueda oponer


la Reconvención que señala el artículo 888 del Código de Procedimiento Civil,
en base a alguna Acreencia que tenga con el Abogado, Reconvención que
se sustanciará de conformidad con el artículo indicado.

De la Retasa

Como ha quedado señalado anteriormente, el Procedimiento por Retasa


está contenido en los artículos 25 y siguientes de la Ley de Abogados.
Para llegar a las conclusiones de la RETASA de honorarios profesionales,
es necesario ajustar lo que ha de pagarse a los presupuestos establecidos en
el Artículo 40 del Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano, en
donde nuestro legislador impone que para la determinación del monto de
los Honorarios, el abogado deberá basar sus consideraciones en las siguientes
circunstancias:
1. La importancia de los servicios.
2. La cuantía del asunto. (Tal como lo establece el Artículo 286 del
Vigente Código de Procedimiento Civil Venezolano, el tope para la
determinación de los Honorarios Profesionales no debe pasar del
treinta (30) por ciento del monto de la demanda)
3. El éxito obtenido y la importancia del caso.
4. La novedad o dificultad de los problemas Jurídicos discutidos.
5. Su Especialidad, experiencia y reputación profesional.
6. La situación económica del patrocinado tomando en consideración
que la pobreza obliga a cobrar Honorarios menores o ningunos.
7. La posibilidad de que el abogado pueda ser impedido de patrocinar
otros asuntos, o que pueda verse obligado a estar en desacuerdo
con otros representados, defendidos o terceros.
8. Si los servicios profesionales son eventuales o fijos y permanentes.
9. La responsabilidad que se deriva para el abogado en relación con
el asunto.
10. El tiempo requerido en el patrocinio.
11. El grado de participación del abogado en el estudio,
planteamiento y desarrollo del asunto.
12. Si el abogado ha procedido como consejero del
patrocinado o como apoderado.
13. El lugar de la prestación de los servicios, o sea, si ha ocurrido
o no fuera del domicilio del abogado.

En cuanto al criterio judicial para dirimir la disconformidad entre el


abogado y su cliente, la Jurisprudencia de la Sala de Casación Civil de la
extinta Corte Suprema de Justicia, ha establecido en sentencia de fecha 15
de Febrero de 1977, con ponencia del Magistrado Carlos Trejo Padilla,
contenida en el repertorio mensual de la Jurisprudencia de Oscar Pierre
Tapia, Tomo II año 1997, pp. 32 a 34, lo siguiente: “ahora bien, considera
la Sala que la tesis sustentada por la recurrida está ajustada a derecho ya
que, como lo expresa con acierto el sentenciador, la facultad para estimar
el valor económico de las actuaciones que haya realizado en un proceso
judicial es un derecho personal que únicamente el abogado puede ejercer
y en el cual el mandante no puede subrogarse aduciendo simplemente su
condición de acreedor al pago de las costas procesales”.

En la fase estimativa del Procedimiento por intimación, el demandado es


intimado para que dentro de los 10 días siguientes se oponga al
procedimiento monitorio o se acoja al derecho de retasa en este especial
procedimiento, con el apercibimiento que, de no hacerlo, quedará firme
el decreto intimatorio o las sumas estimadas por el Abogado según sea
el caso.

Según el artículo 23 Ejusden:

“…Las costas pertenecen a la parte, quién pagará los honorarios a


sus apoderados, asistentes o defensores. Sin embargo el abogado
podrá estimar sus honorarios y pedir la intimación al respectivo
obligado, sin otras formalidades que establezca la Ley”.

El artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, establece lo siguiente:

“…Los jueces deben analizar y juzgar toda cuanta prueba se


hayan producido, aún aquellas que ha su juicio no fueren idóneas
para ofrecer algún elemento de convicción, expresándose siempre
cual sea el criterio del Juez respecto de ellas”.

Establece el artículo 286 ejusdem:

“Las costas que deba pagar la parte vencida por honorarios del
apoderado de la parte contraria estarán sujetas a retasa. En
ningún caso estos honorarios excederán del treinta por ciento (30%)
del valor de los litigado”

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