ROMANOS 14

Tu amor puede ser puesto a prueba más por los cristianos que no están de
acuerdo contigo que por los incrédulos que te persiguen. Se necesita un
diamante para cortar un diamante. ¿Qué debes hacer cuando tu hermano o
hermana no está de acuerdo contigo sobre cómo debe vivir el pueblo de
Dios?
Aceptación (1-9). No todos los creyentes son maduros, y el amor exige que
los miembros maduros de la familia respeten a los inmaduros. El amor
protege a las personas y les da la oportunidad de madurar. Las personas
pueden ser difíciles, pero debemos aceptarlas con amor por amor al Señor.
Responsabilidad (10-12). No tenemos derecho a juzgarnos y condenarnos
unos a otros porque el Juez es el Señor. ¡Cada creyente tendrá bastante que
hacer en mantener su propia cuenta correcta sin interferir con las cuentas de
otros!

Ambición (13-23). Nuestro deseo no debe ser conseguir que todo el mundo
esté de acuerdo con nosotros; nuestro deseo debe ser buscar la paz, no hacer
tropezar a los demás y ayudar a los demás a madurar en Cristo.
Lo que comienza como aflicción (v. 15) puede convertirse en ofensa (v. 21),
debilitar (v. 21) y hacer que otros tropiecen y caigan (vv. 13, 21). El resultado
puede ser destruir la fe de un hermano o hermana (vv. 15, 20). ¿Vale la pena
destruir a otro sólo para salirse con la suya?

Ganando fuerza
El cristiano débil aún no comprende ni practica la libertad en Jesucristo. Los
creyentes judíos, criados bajo la ley de Moisés, tuvieron dificultades para
adaptarse a su nueva vida. La conciencia se fortalece a medida que
aceptamos lo que Dios dice de nosotros en la Palabra y actuamos por fe. Sin
embargo, lleva tiempo que la conciencia se desarrolle, y debemos ser
pacientes unos con otros.