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Colegio Marista San Alfonso

ERE - 4o grado
Colegio Marista San Alfonso Licda. Carmen García.

“Dios participa de la
historia humana”
Destreza: Secuenciar las principales características de la
participación de Dios en la historia humana, a través de una línea de
tiempo.

Después de la creación y la desobediencia de los seres humanos, en la Biblia comienza


la narración de la historia de la humanidad. Allí, Dios se revela como un aliado de todos
los seres humanos. Dios es generoso, pero cuando se da cuenta de que la maldad se ha
apoderado de los seres humanos que están poblando la tierra decide que todo debe
desaparecer. Sin embargo, hay un hombre llamado Noé, que vive según las reglas y la
bondad divina. Por eso Dios les ordena que construya un arca de madera y que entre en
ella con su familia y con dos seres de cada especie que habita la tierra, pues Él enviará
un diluvio que lo destruirá todo.

Después del diluvio que acabó con la humanidad excepto con la familia de Noé, Dios
prometió no volver a destruirla, pues sabía que, aunque los había creado con libertad
para elegir el camino correcto, podía suceder que la maldad los desviará, pero sólo
necesito hallar a un hombre justo y su familia, para darle una oportunidad a toda la
humanidad. Por eso es importante reconocer ante Él los pecados y pedir perdón con
sinceridad. De esa manera Dios puede seguir confiando en nosotros.

La Biblia nos narra la historia de Abraham, cuyo nombre significa "padre de las naciones"
y de quien provienen todos los pueblos de la tierra. Abraham era el jefe de una tribu de
pastores que iban de un lugar a otro en busca de alimento para su ganado (nómadas).
Dios lo eligió y le ordenó que dejará su tierra y se dirigiera al país de Canaán, Abraham
confío en Él y se marchó con su tribu hacía donde le indicó el Señor.
Abraham y su esposa Sara era muy ancianos pero un año después de aceptar la misión
que Dios les había encomendado tuvieron un hijo, según la promesa de Dios, al que
llamaron Isaac.

Isaac, hijo de Abraham, heredó la promesa de Dios, y fue una persona obediente y fiel a
su voluntad. Isaac se casó con una mujer llamada Rebeca y tuvo dos hijos: Esaú y Jacob.
Este último recibió la misión de llevar una vida ejemplar y ser fiel a las enseñanzas de
Dios. Según un pasaje de la Biblia, un día Dios le cambió el nombre de Jacob por el de
Israel, que significa "fortaleza de Dios". De allí procede la palabra israelita, nombre que
reciben los descendientes de Jacob.
En cierta ocasión Jacob recibió de su padre la bendición, Dios le habló y le vuelve a
prometer tierra para su descendencia que poblaría los cuatro puntos cardinales. Jacob
tuvo doce hijos de los que nacieron las doce tribus de Israel, en Egipto los israelitas
descendientes de José hijo de Jacob y sus hermanos se convirtieron en un poderoso
pueblo, eran tan fuertes que los egipcios temieron que se rebelaran y los vencieran, por
eso los sometieron a la esclavitud.

Los gobernantes egipcios seguían pensando que los israelitas eran peligrosos pues eran
muchos y estaban organizados. En un momento, el faraón ordenó que todas las familias
israelitas debían arrojar al río a sus recién nacidos varones; en una familia, una madre se
negó ahogar a su hijo y lo escondió, pero luego se vio obligada a dejarle una cesta de
mimbre en la orilla del río. Por suerte, ese día la hija del faraón fue a bañarse y encontró
al niño, le puso por nombre Moisés, qué significa "salvado de las aguas".

La hija del faraón cuido y educó al niño israelita, pero Moisés siempre sintió que la
esclavitud de su pueblo era injusta y lo defendía. Pasaron los años cuando el faraón que
había esclavizado a los israelitas murió, lo sucedió su hijo y la situación del pueblo de
Israel empeoró. Moisés tuvo que huir de Egipto pues asesinó a un hombre por defender
a un esclavo, se convirtió en pastor y se alejó; un día mientras cuidaba su ganado, vio
una Zarza que ardía, pero no se consumía, al acercarse una voz en medio de La Zarza
lo llamó por su nombre y le indicó que debía rescatar al pueblo elegido de Israel de la
esclavitud de los egipcios.

De esta manera, la Biblia nos cuenta como Moisés un joven hebreo fue elegido por Dios
para liberar a su pueblo de la esclavitud. Moisés confiaba en Dios y quería obedecerle,
pero tenía algunas dudas; pensaba que nadie le creería, pero el Señor le mostró su poder
convirtiendo su bastón en una serpiente y luego regresándolo a su forma normal.
También preocupaba Moisés sus pocas habilidades para hablarle a la gente, por eso Dios
escogió a su hermano Aarón para que fuera su portavoz.

Moisés y Aarón obedecieron la voluntad de Dios y se presentaron ante el faraón de Egipto


para pedirle que dejara salir libres a los israelitas. Sin embargo, el faraón se negó, por lo
que Egipto fue castigado por Dios con diez plagas. Luego de la última plaga, el faraón
aceptó dejar a ir los a los israelitas. Pero al poco tiempo de haberles permitido partir, el
faraón arrepentido envió su ejército para obligarlos a volver. En la persecución, los
israelitas lograron cruzar el mar rojo y dejaron atrás a los egipcios.

Durante mucho tiempo el pueblo de Israel recorrió el desierto, pero Dios no los abandonó,
después de su larga travesía acamparon frente al monte Sinaí. Moisés subió al Monte
Sinaí y allí recibió de Dios los diez mandamientos que simbolizan la alianza entre Dios y
su pueblo.

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