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Gestion de Recursos Gubernamentales
Gestion de Recursos Gubernamentales
GUBERNAMENTALES
8 CUATRIMESTRE
Antecedentes
Betanzos, Andrade y Paz (2006) hacen referencia al año de 1960 como inicio
de las investigaciones realizadas sobre este constructo, con un aumento en la
década siguiente, cuando comienzan a crearse modelos para comprender este
concepto de interés. Omar y Florencia (2008) en su investigación declaran que
el constructo del compromiso organizacional inicialmente era considerado
unidimensional esto en los años 1990, en los años posteriores se genera
paulatinamente un constructo multidimensional, en estos se consideran la
propuesta de Meyer y Allen (1991) los cuales dividen en tres componentes al
compromiso organizacional, y es a partir de estas aportaciones en donde se
designa al compromiso organizacional como “una relación que se define por el
deseo, la necesidad y la obligación de permanecer en la organización” (p.358).
Meyer y Allen (1991) definen las tres dimensiones para determinar el
compromiso organizacional: afectiva, continuidad y normativa. Montoya (2014),
Dávila y Jiménez (2014), Arciniega y González (2012) y Mijares (2011), indican
que basta con realizar una búsqueda de información científica para corroborar
que el modelo teórico multidimensional más fiable ha sido el de Meyer y Allen
(1991), ya que proporcionan una definición más completa del compromiso
organizacional, realizan un análisis más profundo y dividen el compromiso en
tres dimensiones, que son las escalas de medida más aplicadas para analizar y
realizar investigaciones acerca de este constructo. El éxito del modelo radicó
en identificar y combinar las grandes aproximaciones dentro de
un solo modelo con tres dimensiones interrelacionadas: afectiva, continua y
normativa.
Marco teórico
El servidor público debe convertirse en un decidido promotor de valores y
principios en la sociedad, partiendo de su ejemplo personal al aplicar
cabalmente en el desempeño de su cargo público este Código de Ética y el
Código de Conducta de la institución pública a la que esté adscrito. El liderazgo
también debe asumirlo dentro de la institución pública en que se desempeñe,
fomentando aquellas conductas que promuevan una cultura ética y de calidad
en el servicio público. El servidor público tiene una responsabilidad especial, ya
que a través de su actitud, actuación y desempeño se construye la confianza
de los ciudadanos en sus instituciones.
Aspectos innovadores
Hoy en día los gobiernos y las administraciones públicas enfrentan una nueva
frontera de desafíos que no dudamos en catalogar de disruptivos y que no
dispone de precedentes que nos permitan valorar en propiedad el profundo
cambio que trae aparejado. En un mundo golpeado por recientes crisis de
diversa índole, cuyos efectos se han hecho notar en recortes fiscales y ajustes
presupuestarios, en la imperiosa necesidad de hacer más con menos, en la
urgente prerrogativa por aprovechar recursos y capacidades (inclusive más allá
de los límites del Estado), el espacio y dimensiones de la gestión pública tal
como la conocíamos hasta ahora está dando un giro radical en cuyo eje se
entremezclan fenómenos de carácter político, económico, tecnológico y muy
fundamentalmente, cultural.
Un miembro del personal satisfecho aún puede dejar su negocio por más
dinero si quisiera, pero un miembro del personal comprometido quiere seguir
viendo crecer y desarrollarse a la organización, lo que resultará en una menor
rotación de personal.
Mayor productividad
Reformas administrativas
Antecedentes administrativos
Este sexenio fue uno de contrastes en materia de reforma administrativa. Por una
parte, las prioridades políticas del presidente Calderón nunca incluyeron la
modernización administrativa como un tema independiente e importante en sí
mismo. De hecho, a la mitad de su gobierno el presidente propuso eliminar la
Secretaría de la Función Pública, la cual había sido creada por su antecesor en
2003 como sustituto de la SECODAM para administrar el nuevo Servicio
Profesional de Carrera. Los intereses del gobierno en materia de reforma
gubernamental se limitaron a cuestiones que pudieran reducir los ámbitos de
intervención del gobierno o aumentar los mecanismos de control sobre el mismo.
Así, el 4 de diciembre de 2006 se emitió un “Decreto de Austeridad” que
básicamente buscaba controlar el gasto corriente en materia de sueldos del
personal y compras en te TICs. En términos de gestión de personal, se emitió un
nuevo reglamento que descentralizó la administración de los subsistemas de
recursos humanos, lo cual a su vez incrementó el control directo (y la
discrecionalidad) de los líderes de cada institución federal. La actitud presidencial
hacia las reformas administrativas paradójicamente permitió que la legislación y los
instrumentos administrativos en materia de monitoreo, evaluación y
presupuestación por resultados pudieran avanzar, pues se les veía como nuevas
formas de eficientar el control sobre programas e instituciones federales.
Asimismo, en 2008 se aprobó una reforma constitucional en temas de
Contabilidad Gubernamental, para homologar los esquemas en los tres ámbitos
gubernamentales del país.