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EL ÚLTIMO AVISO Final-4
EL ÚLTIMO AVISO Final-4
EL ÚLTIMO AVISO
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CRÓNICAS DE TIEMPOS PASADOS
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CRÉDITOS/DERECHOS
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DEDICATORIA
<<Éste libro está dedicado «a todos aquellos soñadores o ingenuos que, creyendo
encontrar o haber encontrado una isla, tal vez incluso 'su isla', empeñaron la vida (la
salud, su dinero, la compañía) en su cuidado, confiados en que ese paraíso al final del
viaje, descubierto o preservado por ellos como oro en paño, podría ser el inicio de un
trayecto más favorable, incluso la salvación, para los otros; y en especial va dedicado a
quienes, aun intuyendo o sabiendo a ciencia cierta que su empeño sería estéril,
persistieron empecinados en la quimera, a aquellos que creen y sueñan con un futuro
mejor, también a aquellos que siempre ven el vaso medio lleno en vez de medio vacío y
a quienes buscan historias de amor, se inspiran en el arte o persiguen sus viejos
sueños de la infancia.
Dios nos ha formado a todos y cada uno de nosotros de una manera que podemos
sentir el amor en el interior del corazón de cada uno, y no ilusiones construidas por la
fama ni el dinero. Porque al final, uno sólo puede llevarse consigo los recuerdos que
fueron fortalecidos por el amor. Esforzaos para llegar hasta las metas que queréis
alcanzar y recordad que es posible vivir unidos, crear puentes de unión entre las
distintas culturas de la Tierra y que todavía existe esperanza para la Humanidad.
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Agradecimientos
A mi amada hermana Diana, que fue mi guía, mi faro y mi timonel, y siempre me apoyó
a lo largo de ésta magnífica Aventura, y a mi querida madre, por incitarme a escribir,
un arte que me encanta y sin la cual no estaría hoy aquí. A ellas, gracias.
LEONARDO DA VINCI
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PREFACIO
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ÍNDICE
Pag.
Capítulo X. La Iniciativa......................................................................................................99
Epílogo................................................................................................................................246
Bibliografía..........................................................................................................................249
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EL ÚLTIMO AVISO
I. Relatos de un tiempo pasado
Miguel y Ana corrían por los pasillos de la enorme galería de túneles, esa zona
estaba destinada al atletismo y para ello en su día se construyeron alrededor de 325
kilómetros de longitud de pistas subterráneas dedicadas a ello, las cuales estaban
pintadas de rojo claro y delimitadas con líneas a ambos lados, y en cierta zona se podía
ver incluso un espacio con un área dedicada a maratones, e incluso otras aptas para
poder disputar carreras olímpicas o Mundiales si así se quisiera.
Al cabo de varios minutos corriendo tomaron un desvío que llevaba a otra zona
y empezaron a caminar por un estrello pasillo amarillo, entonces, al llegar a un punto
dado, llegaron a una escalerilla con una preciosa alfombra de color azul claro. Al final
de la escalerilla había una pesada puerta con un cartel encima que ponía: "Biblioteca".
—Querido lector, si estás leyendo estas hojas sin duda habrás escuchado
historias de una época en la que el hombre vivía al aire libre fuera de este complejo de
túneles, un Mundo en el que había parques y jardines y también muchos animales que
corrían sin parar, la gente daba paseos por esos parques e iba a unos sitios llamados
zoológicos para ver a los animales en su hábitat, había también enormes selvas llenas
de aire puro... todo esto fue evidentemente antes del meteorito... y sin duda estas
historias te parecerán leyendas y cuentos difíciles de creer pero te aseguro, querido
lector, que todas son ciertas.
Pero para comprender mejor todo, quizás en vez de comenzar por el pasado,
debamos de hacer una mirada retrospectiva al futuro, ya que esta historia realmente
comenzó ahí.
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Capítulo II. El Comienzo
Sí lo hizo sin embargo, unas pocas semanas después, y sin que siquiera se
pronunciara su nombre. Y es que en el fondo era uno mas entre cientos de miles, su
nombre se mezcló con las distintas estadísticas de muertes por todo tipo de razones:
con los de las mujeres asesinadas por sus maridos, con las cifras de muertes por
accidentes domésticos, con los de las cifras de muertos por el covid19.... y es que si se
hubieran investigado a fondo los extraños fenómenos de esos primeros meses, se
habrían encontrado cientos de miles de extraños acontecimientos muy similares por
todo el Mundo, ataques aleatorios de animales a humanos por todo el planeta y sin
sentido alguno.
Arrosco permaneció tan mudo como los peces que había pescado a lo largo de
toda su vida. Cuando finalmente se lo encontró formando parte de una estadística, los
acontecimientos ya se habían precipitado de tal manera que eran ya imparables y todo
ello se parecía ya más a una más de las siniestras profecías de Nostradamus que a
algo propio de la realidad en la que vivimos. Y aún así... estaba pasando realmente. De
todas formas, ya incluso desde mucho antes del comienzo de estos hechos, nadie se
había preocupado realmente por Arrosco.
El litoral costero de Mutriku tiene una extensión de aproximadamente cuatro
Kilómetros y está considerado como uno de los más bellos de la costa vasca. Es un
lugar ineludible para el visitante que esté de turismo en Guipúzcoa y el País Vasco. Se
trata de uno de los tramos de la costa de Euskadi con las aguas más limpias y con
mayor interés naturalístico. Al Este, limita con el municipio de Deba del que le separa
la ría del mismo nombre, y al Oeste lo hace con Ondarroa (Vizcaya), límite donde se
encuentra la conocida playa de Saturrarán.
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Prácticamente equidistante de los dos extremos, se encuentran el casco y
puerto de Mutriku, dividiendo su litoral en dos zonas. La más occidental está
constituida por los acantilados de Saturrarán y la rasa mareal de la zona conocida
como "Siete Playas". La situada al Este del puerto, entre la punta de Alkolea y
desembocadura de la ría de Deba es conocida como ensenada de Arbe.
Así por lo menos lo veía Arrosco, quien no era muy partidario de que Mutriku se
hubiera transformado con los años en un destino turístico internacional, como si fuera
algún sitio paradisíaco. A él no le servía de nada que unos perfectos desconocidos
esperaran que la gente saliera al mar en arcaicos botes de juncos.
Al parecer, la época de nuevos cambios que recién comenzaba a extenderse por toda
Europa había decidido dejar de lado a Arrosco. Entretanto, él se sentía cada vez más
amenazado. Por los ecologistas, que en los congresos sobre pesca excesiva y
destrucción de los bosques decían que estaba muy claro que las cabezas de los
políticos se daban la vuelta despacio y miraban fijamente a los dueños de las flotas
pesqueras, hasta que de repente se daban cuenta de que estaban mirando un espejo.
Entonces sus miradas seguían hasta Arrosco, que tampoco tenía la culpa del desastre
ecológico.
Tampoco era amigo de los bandos nacionalistas que reclamaban
exclusivamente para ellos la pesca de la zona. Él no era el culpable de los plásticos en
el mar, y en concreto de los microplásticos. Organizaciones como Greenpeace llevaban
ya un tiempo alertando sobre el efecto de estos compuestos, que se encuentran de
manera cada vez más frecuente en el agua del planeta. Así, un informe de 2015
denominado "Plásticos en el pescado y el marisco" calificaba a los microplásticos como
«bomba de relojería ecológica» e instaba a gobiernos e instituciones a reducir su
presencia.
Tenía apenas veintiocho años y era ya uno de los últimos de su especie. Sus
cinco hermanos mayores trabajaban en Bilbao. Lo consideraban un imbécil porque
estaba dispuesto a salir él sólo con una mini trainera, para esperar bonitos y caballas
que no llegaban nunca en la inmensidad de las aguas costeras. Solían decirle que no se
puede resucitar a los muertos.
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Pero se trataba de continuar la tradición familiar heredada de su padre, muerto
2 años antes debido al Coronavirus, o Covid19 y de su padre antes que él y a su vez de
varias generaciones más de la familia, su padre y los familiares que lo precedieron en
el negocio familiar habían salido todos los días al mar y hasta edades avanzadas; su
padre llegó a hacerlo a los setenta años, uno de los últimos días que le vio antes de
enfermar. Ahora, su madre, sola y triste yacía en la casa familiar con una extraña tos y
varias manchas en la cara, y parecía perder paulatinamente la razón; Arrosco Carranza
se había emperrado en que podría mantener vivo el recuerdo del anciano para su
madre mientras mantuviera con vida la tradición del negocio familiar.
Desde hacía más de mil años, los antepasados de Arrosco, los Atxutegi y los
Begoitia, habían usado botes de juncos. Habían explotado toda la costa y habían
provisto de pescado a Bilbao, la capital del país vasco. La zona es muy conocida por la
gran abundancia de fósiles, siendo un lugar muy concurrido por los coleccionistas de
ammonites y belemnites.
Antaño, uno podía salir en la trainera y pescar montones de peces, hoy día ni
en los más húmedos de los sueños de Arrosco, se podrían alcanzar tales botines. E
incluso los propios juncos de los que se hacían los antiguos botes, habían desaparecido
hace años.
<<Tal vez soy realmente tonto>>, pensaba Arrosco, mientras la corriente balanceaba su
trainerita. Tonto y culpable. Todos nosotros somos tontos porque nos empeñamos en
seguir haciendo algo condenado al olvido, con sólo el fracaso como único objetivo a
evitar, donde nada valían ya tener buena disposición y una mente fijada en el arte de la
pesca.
Eso quedó ya obsoleto hace décadas. Sus hermanos así se lo habían advertido cuando
dejaron de acompañarlo hace ya 5 años. —¡No ganarás nada con esto! ¡Ven a Bilbao
conmigo a estudiar, Arrosco!, —le dijo seriamente su hermano Lander uno de esos días,
pero él no hizo caso.
Arrosco conocía por las leyendas lo que los arqueólogos habían encontrado en los
antiguos templos españoles medievales en la ciudad de Bilbao, bajo el puerto. Noventa
esqueletos yacían allí: hombres, mujeres y niños, muertos a golpes o a puñaladas. En
un intento desesperado por detener la irrupción de las aguas de la ría del año 1560, los
sumos sacerdotes habían sacrificado la vida de noventa personas, y las aguas
retrocedieron.
¿A quién más habría que sacrificar para detener la pesca excesiva? —se preguntaba a
veces Arrosco.
Según Arrosco había oído, y de los datos que habían podido obtener los
investigadores de los restos, una vez avanzadas las obras, al parecer, un responsable
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de las mismas en vez de tirar las piedras como si de escombro se tratara, ordenó llevar
las piedras a un lugar del barrio de Laranga para regalárselas a un vecino de la zona,
“Pikua,” para que las reaprovechara como quisiera en su terreno y lo que hizo con el
dispositivo es una gran fuente a modo de ornamento. Según las informaciones verbales
constaba que las maderas que se hallaron se cortaron para quemarlas y que los
elementos metálicos del molino fueron enviados a la chatarrería, todos ellos sin un
valor aparente, en principio.
El grave error es que nadie en el Cabildo de Mutriku supo apercibirse del valor
patrimonial de lo encontrado, aunque la zona era de presunción arqueológica desde el
año 1997. Con un diseño muy particular fueron colocados los diez grandes pedazos o
mas bien restos, de las piedras de la antigua concha sobre un pedestal algo elevado,
evitando colocarlas a ras del suelo, para así conseguir realzar la estructura. La
instalación de la fuente, propiamente dicha, no se realizó ya hasta el mes de Junio de
2010.
Lo que sobraba de una fracción de las rocas existentes del molino, fue
correspondientemente conservado gracias a la decisiva intervención del vecino José
Luis Elorza “Pikua,” el único visionario que fue capaz de vislumbrar algo especial en las
rocas y decidió que había que conservarlas y exponerlas a los viandantes y turistas que
quisieran verlas y no destruirlas, tirarlas o reutilizarlas para construir otra cosa ya que
se habría perdido su valor intrínseco.
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con el dictador, reconocido seguidor culé, pero que al final éste le denegó la petición, y
cómo sería la cosa que Paquito, el año siguiente y quizás sintiéndose culpable por no
haberla permitido disfrutar de tan noble deporte, le concediera el indulto">>.
Por el momento, el noroeste vasco tenía un aspecto realmente idílico. Hacía días
que no se veía una nube en el cielo. A esa hora tan temprana, los surfistas todavía
estaban en la cama. Hacía poco más de media hora que Arrosco se había adentrado en
el agua con su trainera por las olas que avanzaban mansas, junto con apenas una
decena de pescadores, antes de que surgiera el sol. Ahora, éste salía lentamente tras
las escasas nubes existentes, y bañaba las aguas con una clara luz cristalina. La
inmensidad infinita del horizonte, hasta ahora plateada, adquirió un tono azul suave.
En el mismo se adivinaban las figuras de numerosos barcos pesqueros que desfilaban
cual marcha nórdica en dirección Bilbao.
Arrosco, deslumbrado ante la belleza del amanecer, sacó las redes, con varios
metros de largo, y comprobó el arpón. Finalmente verificó que todo estuviera en su sitio.
Estaba sentado en la trainera y gateaba sobre la cubierta de la misma. Las traineras
afortunadamente disponían de una cubierta interior para poder sentarse, no como los
anticuados botes de juncos.
Hizo una breve parada para comprobar de nuevo las redes. Pensó en su madre,
todos los días tenía la esperanza de que su madre mostrara algún gesto de alegría en
su rostro. A su hijo ya no lo reconocía. A veces lo llamaba por el nombre de su padre,
provocando el llanto de Arrosco. El joven finalizó la inspección de la red. Ya la había
examinado en tierra, pero las redes eran muy caras y con sus escasos recursos no
podía permitirse el lujo de comprar unas nuevas. La pérdida de una red significaría el
fin.
Arrosco podía estar en el bando de los perdedores en esa partida de póquer por
lo que quedaba de los recursos del Pacífico, pero no tenía intención de perdonarse la
menor de las negligencias ni de darse a la bebida. Nada le resultaba más insoportable
que la mirada de los desesperanzados que dejaban que se les pudrieran los botes y las
redes. Arrosco sabía que, si alguna vez encontraba esa mirada en el espejo, moriría,
sería el fin.
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Indeciso, Arrosco miraba a los hombres y mujeres que, uno tras otro,
deslizaban sus redes al agua, poniendo especial cuidado en amarrarlas con un cabo al
bote. Las boyas redondas, rojas, flotaban brillantes en la superficie. Arrosco sabía que
ya era hora de hacer lo mismo, pero pensaba en los días anteriores y no hacía nada
más que seguir mirándolos absorto en sus propios pensamientos.
Unas cuantas sardinas y dos míseros rapes. Eso había sido todo.
Su mirada siguió a otra trainera que se hacía cada vez más pequeña. Había días que
tenía más suerte. Atraídos por las temperaturas más cálidas de las aguas, a veces
grandes atunes, varios bancos de rapes y muchos tiburones martillo se extraviaban en
la corriente, en la que normalmente no se sentían muy a gusto. Entonces, para
Navidad, en Nochebuena concretamente, aparecían magníficas porciones de estos
pescados en la mesa.
Sin embargo, las semanas anteriores a las fiestas, los pocos peces pequeños
que había solían acabar engullidos por otros peces más grandes. Una máxima siempre
era cierta en la vida y siempre se la había repetido su padre mientras estuvo en vida:
<<Nunca se puede conseguir todo, Henry, tienes que saber elegir tus objetivos>>. Claro,
que también era cierto que, teniendo en cuenta aquella situación única, aquellos que
se atrevieran a adentrarse más en el mar conseguirían mayores piezas, ésa era la
contrapartida.
Ideas fútiles todas ellas. Ningún bote entraba tan adentro. Y además, el
problema mar adentro siempre era la corriente. En ese momento, un grupo de San
Martines pasó nadando a su lado, algo muy extraño, pues no eran típicos de esa
fechas, lo cual lo alarmó enormemente.
Con la actual crisis derivada del coronavirus, hasta los obreros de las fábricas
habían perdido su empleo, la gente tenia miedo de acercarse unos a otros e iba siempre
con mascarillas tapando su cara y con espesos guantes de látex protectores, a pesar de
que había que tener mucho cuidado con su uso, y no podían faltar tampoco los geles
esterilizantes con base de alcohol, que se habían vuelto imprescindibles en el día a día
de la sociedad desde hace 2 años, a Henry le tenían harto aquellos hidroalcohólicos. A
los 3 empleados que tenía, los tuvo que despedir para evitar contagios. Los grandes
bancos de boquerones no habían vuelto jamás. ¿Qué debía hacer? No podía permitirse
ni un día más sin pescar, sería el fin.
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Pero su madre moriría el día en que Arrosco cortara los hilos con el pasado. Y
es que aunque su anciana madre ya no estaba en sus cabales, debía sin duda alguna
percibir ya que su hijo menor había perdido la fe. Esa intuición de madre nunca fallaba.
Arrosco apretó los puños hasta que se le marcó el blanco de los nudillos. Luego
alzó el remo y se dispuso a seguir a la trainera perdida a lo lejos, lento pero de forma
decidida.
Tan confiado iba, que pensó que a su vuelta ningún viento posible de última
hora lo retrasaría. Si no era hoy no sería ya nunca, lo dejaría ya e igual se iría a
estudiar junto a sus hermanos a Bilbao. Pero era mejor no pensar de momento en eso,
los peces lo estaban esperando mar adentro y planeaba atrapar unos cuantos.
Al cabo de un rato se detuvo y miró hacia atrás. Mutriku y sus casas apiñadas
se habían vuelto muy pequeñas. A su alrededor sólo había agua. No le había seguido
ningún bote o trainera. La pequeña flotilla había quedado muy lejos.
En ese mismo instante algo golpeó por debajo de la trainerita, lo cual lo hizo
tropezar dentro de la misma, pero se recobró rápidamente. Miró a ambos lados a ver de
qué se trataba, y vio extrañado, que era un delfín, y, de nuevo, era también muy raro
ver delfines por esa zona, lo cual nuevamente lo volvió a dejar con una rara sensación.
Arrosco sonrió, algo que últimamente poco hacía esos días, y mientras esperaba
a que algún pez se enredara en las redes, se frotó el pelo, lo tenía ya largo e iría pronto
a darse un buen corte, a su madre no le gustaba que se lo dejara crecer tanto. El bote
se mecía sobre las olas, las cuales eran un poco más altas las de la costa, sí, pero se
estaba bien en su pequeña trainera, esas olas le encantaban cuando llevaba su gran
tabla de surf, la cual usaba como si fuera un gran paipo, ya que en realidad Arrosco lo
prefería a surfear él mismo, pese a ser muy bueno surfeando.
Arrosco se entusiasmó; era mejor que lo que había pescado en los últimos 3
meses, que ya era decir mucho. De hecho podría incluso regresar ya, pero ya que
estaba allí, bien podía esperar un poco más. Entonces volvieron a ocurrir más cosas
extrañas, un grupo de morsas se acercó a la embarcación, e iban acompañadas del
delfín, el pintoresco grupo se puso a hacer acrobacias en el agua, era muy extraño,
como si se tratara de un espectáculo de esos que se ven en los zoos con acuarios y el
grupo estuviera actuando para él.
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Henry los lanzó la pelota. Se pusieron a perseguirse unos a otros y a luchar por
la posesión de la misma, para luego, tras adquirir una determinada disposición sobre
las aguas, empezar a hacer piruetas, los delfines no se sabe bien cómo lo hacían pero
conseguían entre dos dar impulso desde abajo a la pelota y lanzarla hacia lo alto, para
a continuación las morsas remataban en el otro extremo de cabeza como si fueran
futbolistas, se fueron rotando una tras otra hasta hacer todo el grupo el mismo
ejercicio, y a continuación cambiaron los roles. Era todo muy extraño. Tras más de
media hora, el grupo se alejó y lo dejó solo.
Algo debía de haberse atascado en la red, algo grande y pesado, un pez espada
tal vez. Pero un pez espada habría acelerado la marcha y arrastrado consigo a la
pequeña trainera. Lo que fuera que había quedado atrapado en las mallas de las redes
y tiraba fuerte hacia abajo.
Intentó recuperar la soga a toda prisa. Una nueva golpe bajo la trainerita lo tiró
esta vez al agua. Al hundirse le entró agua en los pulmones. Emergió tosiendo y
escupiendo agua, para luego, agarrarse al borde exterior de la trainera, donde esperó a
recomponerse, tras lo cual, enfurruñado buceó a ver qué era lo que ocurría. En efecto,
un pez espada estaba tirando de las redes hacia abajo para luego soltarlas, y repetía la
hazaña una y otra vez. Henry salió a la superficie y cogió el arpón, procedió a asustar al
pez acercándose con el arpón para alejarlo, lo cual consiguió, pues al acercarse al
mismo el pez se asustó y soltó las redes. Al subirse de nuevo a la trainera miró
alrededor y suspiró tras ello tranquilo, al menos la pesca del día seguía a salvo sobre la
cubierta.
Aún no se había repuesto del todo, cuando esta vez, un grupo de focas se
acercó a la pequeña trainera. Arrosco no les hizo caso en un primer instante, quería
volver a la costa ya con su pesca, demasiadas cosas habían pasado ya, así que, tras
agarrarlo, comenzó a remar, pero para su sorpresa, en vez de avanzar, la trainerita
comenzó a moverse lentamente en círculos, patidifuso vio que el delfín se había vuelto
a acercar y, agarrando la cuerda de la embarcación nadaba en círculos y en dirección
contraria a la que remaba Arrosco, con lo cual provocaba un movimiento idéntico por
su parte de la trainera, que en vez de avanzar se movía de forma circular.
Entonces pudo ver por fin lo que hacían las focas: estaban saltando sobre el
agua jugando entre ellas, igual que hacen en los parques acuáticos donde hay
espectáculos con este tipo de animales, los leones marinos. Todo lo vivido le empezó a
parecer a Arrosco como una especie de burla, los animales lo estaban forzando a verlos,
cuando normalmente cuando uno acude a este tipo de zoos era al revés, los animales
eran los que eran obligados a actuar de cara a los visitantes. Empezó a sentir miedo, y
a la vez, el nerviosismo se apoderó de su cuerpo.
Pronto iba a saberlo, pues en ese momento se auto invitaron a la escena dos
enormes tiburones peregrinos. Arrosco no entendía nada de lo que ocurría, el Tiburón
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peregrino no rondaba esa zona del mar, sino que solía nadar por aguas del Atlántico y
también podía vérselo en el Océano Pacífico, además era una especie tranquila.
Pero hoy estaba aquí y no parecía muy amigable, los dos tiburones rodearon la
pequeña trainera, como si examinaran la situación, a continuación se acercaron al
delfín, que se había alejado junto a las focas y las morsas, que parecían estar
contemplando desde la distancia la extraña escena. Tras unos minutos, durante los
cuales era como si se estuvieran comunicando entre sí, los tiburones se marcharon.
Arrosco tembló de miedo, quería salir de lo que parecía un mal sueño, una pesadilla de
esas que uno tiene de niño cuando te persigue un monstruo y sólo te mueres de miedo
y gritas pero nadie acude a salvarte y nada más quieres despertar cuanto antes de la
misma. Desesperado, se puso a rezar:
—Señor, baña mi ser con honestidad, que mi vida sea un resplandor de rectitud y de
felicidad, acorde a los principios de tu amor y de tu gracia.
Querido señor mío, quédate en mi corazón, con una unión tan íntima a la
verdad y a la entrega diaria hacia mis hermanos, que pueda servirles con agrado y
pasión, como quiera que sea tu voluntad.
Que mis acciones sean fieles a mi esencia de integridad y que quienes entren en
contacto conmigo puedan sentir en mí, tu presencia, para gloria tuya.
Hermoso padre, estoy dispuesto a recibir tu ayuda para librarme de los defectos
de mi carácter, de los cuales ahora me doy cuenta, son un obstáculo en el camino de
mi salvación. Ayúdame a ser una persona honesta conmigo misma y a actuar con
serenidad y con justicia en todas las decisiones que tome en mi vida.
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De igual manera, te ruego para llenes de amor el corazón de mis hermanos y
me puedan perdonar por mis ofensas, las que hago consciente o inconscientemente,
pero que en alguna medida lastiman su ser. Perdóname tú también por mis pecados y
permíteme escuchar tu voz, para hacer lo correcto, para salir de mi egoísmo y donarme
a los demás constantemente y sin reproches, porque sé que eso me llenará de
verdadera felicidad.
Padre eterno, guía mis acciones y mis palabras, para que mi vida sea de tu agrado y
sea para ti, un sembrador de esperanza, sinceridad y alegría.
Al siniestro grupo, en el que varios de los peces solían depredarse entre ellos, se
les unió un calamar gigante, que también solía ser presa del Cachalote, aunque
extrañamente ahora, Arrosco los veía nadar juntos a pocos metros bajo él, sin
animosidad alguna entre ellos. Todo parecía una surrealista escena sacada de algún
cuadro, y los animales estaban dispuestos como si tratara de un juicio maquiavélico
donde los animales eran el jurado y él el acusado, tan sólo faltaba el...
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—«Tienes que salir de aquí», —se dijo en su interior, —¡vuelve a la costa ya!—.
Cogió al remo y empezó a remar, pero a la cuarta remada uno de los peces arremetió
contra el remo y se lo arrancó de la mano cayéndose éste al agua.
—Padre siempre dice que los adultos habían dañado mucho el Planeta y eso fue
una suerte de "castigo cósmico" por ello, hermanita.
—Ya, de ahí que aquel daño al Medio Ambiente diera lugar al comienzo de las
revueltas.
—En efecto. Bueno, veamos cómo continúa la cosa —dijo finalmente Miguel,
cerrando la conversación, por el momento.
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Capítulo III. Un serio problema
17 de Abril de 2022
Henry Michel tenía el cabello moreno y unos ojos azules celeste, era Licenciado
en Física por la prestigiosa Universidad Americana de Harvard, situada en la ciudad de
Cambridge, pertreneciente al Estado de Massachussets, y t 33 años de edad. Henry se
encontraba en ése momento en su despacho, leyendo el último número que le había
llegado de la prestigiosa revista científica americana Psi-Science, a la cual estaba
suscrito esos días. En ese momento estaba leyendo un extenso artículo de un nuevo
avance científico que rezaba así: Un grupo de físicos de la Universidad de Harvard logra
detener la luz.
Manifestaron que la masa era demasiado grande para ser piel de ballena, y que
tampoco olía como tal. Lo que se sabe hasta el momento arroja paralelismos
asombrosos con los llamados globsters, masas gelatinosas que aparecen
reiteradamente en las costas. De qué tipo de animal provienen, es algo sobre lo que
sólo se puede especular". Les informó, Laura Daughtery desde la CNN, a día de 17 de
abril de 2022".
Henry se pasó en el laboratorio de Física todo ese día. Por la noche se fue a dormir
temprano.
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El pulso láser tenía una longitud estimada de varios kilómetros antes de ser
introducido en la celda, pero de todas formas pudo entrar intacto dentro de la cámara
de apenas unos centímetros de ancho. ¿A Alguien le suena a magia? Puede ser... pero
sólo era mecánica cuántica. La mecánica cuántica describe las complejas e intrincadas
reglas de la luz y la materia a escalas atómicas.
En esa realidad, subatómica, la materia puede estar en dos lugares a la vez
(Schrödinger/Heisenberg...). Los objetos pueden ser partículas y ondas a la vez
(dualidad corpúsculo-onda). Y nada es seguro, solamente es probable o improbable.
Este logro, casi imposible, detener la luz, fue logrado por tres grupos de
científicos. Uno de ellos estaba liderado por Ron Walsworth, físico de partículas del
Instituto Harvard-Smithsonian de Astrofísica, otro por Lene Hau del Departamento de
Física de la Universidad de Harvard, y el último equipo estuvo liderado por Gérard
Mourou y Donna Strickland.
El equipo de Walsworth utilizó vapores tibios de rubidio para detener el pulso láser; el
de Hau empleó un gas de sodio muy frío para lograr el mismo efecto. Finalmente el
equipo de Mourou y Strickland lo logró empleando una técnica llamada “Chirped
Pulsed Amplification” o CPA de acuerdo a sus siglas en inglés (chirrido de pulso
amplificado).
Antes de conseguir detener por completo la luz, Lene Hau y sus colegas en una prueba
anterior, hecha en 2009, redujeron significativamente su velocidad hasta dejarla
similar a la que podría tener una bicicleta. Los fotones, o partículas de luz, y carentes
de masa, pueden viajar muy rápido. Los científicos de Harvard detuvieron sus rayos
láser "poniendo pesos a los fotones".
El método básicamente requiere del uso de dos láseres: uno de ellos, llamado "láser de
control" y el otro, el "láser de señal". El láser de señal es el que se detiene. Mediante el
láser de control, el equipo de Walsworth consiguió que el gas de rubidio de la celda de
cristal se hiciera "dispersivo", o dicho con otras palabras, la velocidad de la luz que
circulaba a través del gas, dependía expresamente del color de la luz utilizada. (Los
prismas funcionan todos de forma parecida entre sí, aunque la comparación no es
100 % exacta).
En este clase de gas de dispersión, los átomos y los fotones reaccionan entre sí de
forma enérgica, de acuerdo con Walsworth.
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"Al ser desplazados de forma efectiva por las fuertes reacciones entre los átomos,
los fotones se vuelven lentos". Los físicos suelen llamar a estos sistemas átomo-fotón,
un "polaritón" ( o polariton en inglés). Tras ello, los científicos hicieron disminuir la
intensidad del láser de señal hasta que el polaritón fue completamente atómico.
Entonces, de forma repentina, ya no aparecían fotones en la cámara. No obstante, la
huella de los fotones continuó en los átomos. Como un trompo hecho para meros
adolescentes, los átomos giran a gran velocidad alrededor del núcleo. Se dice así, que
los átomos "poseen momento angular".
"En un futuro no muy lejano, este procedimiento podría permitir el registro reversible
de información cuántica entre los átomos y la luz de forma eficiente", dice Walsworth.
Hasta la fecha de este descubrimiento (1985) era imposible amplificar pulsos láser que
tuvieran una intensidad superior a 1015 W/cm2, ya que fundían cualquier material con
el que se fabricara el amplificador láser. El procedimiento consta de 4 fases:
Los transportadores de Star Trek permanecerán como ficción sin duda alguna
durante muchos años más, o eso dicen hoy los científicos. No obstante, detener la luz
podría ser un pequeño primer paso hacia este fin.
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jugando con los estados cuánticos (como el giro) de los átomos individuales. Debido al
enorme número de átomos existentes, incluso en una cantidad infinitesimal de materia,
los ordenadores cuánticos podrían tener una potencia inimaginable todavía hoy día.
Esta clase de PC funcionaría solamente en caso de que hubiera una manera de detener
la luz, cambiar su fase, o estado, y re-enviarla.
De la misma forma, tener pulsos láser ultracortos es como tener una cámara
muy rápida para “ver” procesos que antes parecía que eran instantáneos. Y es que uno
podría pensar que estos pulsos son como el tic-tac de un reloj, el cual permite
establecer el orden en el que han sucedido los eventos. Por ejemplo, se puede observar
cómo se mueven los electrones durante el proceso de fotosíntesis de las plantas o el
movimiento de los electrones alrededor de un átomo. Es decir, en definitiva, se puede
analizar cómo ocurren las reacciones químicas a nivel atómico.
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Esta técnica tiene múltiples aplicaciones en diversos ámbitos: química, biología,
física, ciencia de materiales, electrónica, industria, medicina... No voy ciertamente a
comentar cada una de ellas, pero espero haberos convencido de que este
descubrimiento bien merece un premio Nobel, no sólo por el descubrimiento en sí, sino
por todas las aplicaciones que ha tenido a posteriori.
Y es que todas estas posibilidades son varios de los múltiples ejemplos de cómo
un avance en el ámbito de la ciencia básica puede acabar transformando otros campos
de investigación y dar lugar a aplicaciones que eran impensables antes de ése
descubrimiento.
No tiene por qué: un equipo, dirigido por Phillip Hemmer de la Base Hanscom
de la Fuerza Aérea, quien está ahora en la Universidad A&M de Tejas, ha probado que
la luz puede ser detenida también por sólidos. Ellos utilizaron un aislante mezclado con
una tierra rara, (materiales que normalmente son usados en la actualidad en la
producción de procesadores y memorias ópticas de ultra-alta densidad).
"Es gratificante pensar que funciona también en un estado sólido, lo cual nos
acerca más a la electrónica que conocemos", dice Walsworth. Se trata de una realidad
compleja y sofisticada y dentro de una ciencia nueva, y es que ver cosas como estas,
donde los científicos pueden detener la luz, guardarla y posteriormente soltarla cuando
lo deseen, hace que algo que parece tan familiar nos de más seguridad, tranquilidad y
ciertas garantías.
29
Bergen fue una de las nueve ciudades europeas honradas con el título de
capital europea de la cultura en el año 2000. En 2020 y a pedido de la ONU se
publicaron varios artículos sobre el océano y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14.
Henry y Miles fueron 2 de los principales ponentes durante la misma. La serie de
artículos se publicó a partir del 8 de junio, en el Día Mundial de los Océanos.
La ciudad de Bergen fue fundada en 1070 por el rey Olaf III el tranquilo, hijo a
su vez del rey Harald Haardrade. Bergen celebró su aniversario número 900 en 1970.
Fue la capital de Noruega en el siglo XIII y hasta 1299.
Bergen es ampliamente reconocida hoy día como una de las ciudades más
bellas de Noruega. La parte antigua de la ciudad se halla en la parte norte de la bahía
de Vågen. Es donde se encuentra el Bryggen, una serie de viejas casas de madera de
principios del siglo XVIII, producto de la reconstrucción de la ciudad tras un incendio
en 1702, y hechas con el estilo de los edificios medievales que estaban en el lugar antes
del incendio. Seis de las casas de la zona fueron reconstruidas tras otro incendio en
1955.
Una atracción turística muy popular es el mercado al aire libre a lo largo del
puerto. Además, está el área comercial principal de la ciudad, reconstruida tras el
incendio de 1916 en estilos como Art Noveau. Varios viejos barrios de casas blancas de
madera están esparcidos dentro y fuera del centro, especialmente en Nordnes, Marken
30
y Sandviken. Nygårdshøyden es una zona pintoresca con un gran número de edificios
del siglo XIX, muchos de ellos construidos con fachadas en arquitectura neoclásica.
En el fondo, para Henry la ciudad era además muy propicia para albergar
universidades y centros de investigación, parecía diseñada expresamente para ello. En
concreto, las zonas de Arna Bakklandet o Bergenhus eran la típica imagen de una
metrópolis tecnológica. En medio del idílico colorido de casas de madera reformadas,
parques e iglesias de estilo medieval, y con edificios modernos metálicos construidos
en los alrededores del río, se podía absorber el progreso mismo como si uno lo bebiera
de un vaso, si eso fuera posible.
Casi ninguna ciudad mezclaba el pasado y el futuro con tanta genialidad como
Bergen. Y justamente por eso, en el fondo, Henry Michel se consideraba afortunado por
residir, aunque tan sólo fuera de forma temporal y en régimen de alquiler, en el barrio
de Åsane, un barrio tradicionalmente rural y tranquilo, lejos de los ruidos del resto de
la ciudad.
31
esperanzas. Y es que Henry había pasado los últimos 12 años de su vida trabajando en
el mismo. Mas de uno incluso se atrevería a decir que el espíritu de Julio Verne guiaba
la vida de Henry.
Nadie como aquel sabio galo había sabido conjuntar de forma tan exquisita
entre sí, el calor de la máquina de vapor de la Revolución Industrial, el
ultraconservador espíritu nobiliario y el gusto por lo imposible. Así como imposible
parecía a su vez su proyecto, pues Henry, había estado todo este tiempo trabajando en
un proyecto que involucraba el tratamiento de los taquiones.
Cuando se utilizan los taquiones para la materia ordinaria vemos que la energía
aumenta con la velocidad y se convierte en infinita a medida que la velocidad se
aproxima a la velocidad de la luz. Si la masa es imaginaria tendremos que el
denominador de la fracción también debe ser imaginario para poder obtener la energía
común número real. Para que el denominador sea imaginario el número de la raíz
cuadrada debe ser negativo.
Hay que tener en cuenta que los taquiones están limitados por la proporción de
tipo espacial de grafito que se obtiene al analizar la energía y el momento. Por tanto,
esta partícula hipotética no puede ir nunca a velocidades inferiores a la de la luz. Como
dato curioso, conforme la energía de esta partícula va disminuyendo, su velocidad va
aumentando.
32
Si los taquiones existieran y pudieran interactuar con la materia ordinaria se
podría incumplir el principio de causalidad. Este principio describe la relación que hay
entre las causas y los efectos. Se trata de un principio fundamental para todas las
ciencias naturales, especialmente en el campo de la física. La causalidad también se
puede estudiar desde otras perspectivas como lo es la filosofía, la computación y la
estadística.
Si nos vamos a la teoría de campo vemos que los taquiones son usualmente un
campo escalar. En este caso, tiene una masa al cuadrado negativa. El hecho de que
exista tal particular significa que hay una inestabilidad del vacío espacio-temporal.
Esto es porque la energía del vacío tiene un máximo en vez de un mínimo. Un pequeño
impulso en este espacio y tiempo podría causar una decadencia de amplitudes
exponenciales que produzca una condensación de taquiones.
Henry se acercó a la esfera que tenia colocada en el centro del laboratorio y pulsó unos
botones de un panel de control de la misma mientras seguía divagando en voz alta:
Cuando esa mañana casi al mediodía, salió con su flamante y nuevo Citröen
Cx 5, (coche que había comprado ya que lo recordaba al gran Citröen Cx que tuvo su
padre cuando él era niño), en dirección al Departamento de Investigación de la
33
Universidad Internacional de Bergen, revivió el interminable fin de semana anterior.
Había estado por los bosques de los alrededores y había visitado pueblos muy
apartados que el tiempo apenas había alterado.
De haber sido verano habría ido de acampada con alguno de sus amigos
docentes de la Universidad, como por ejemplo, Miles o Pedro, con un buen puñado de
bocadillos de tortilla francesa rellena de lonchas de queso fundido en el maletero,
envueltos en papel albal, dos o 3 botes de Patatas Pringles y una botellita de Merlot.
En los escasos 2 meses que llevaba en Bergen, Henry y Jenniffer habían hecho
suyos una serie de lugares que no frecuentaban ni los turistas ni los habitantes de la
región que buscaban descanso. Poco después de llegar habían llegado por casualidad a
la orilla de una enorme laguna, donde se entusiasmaron al encontrar una pequeña
cabaña rural que estaba necesitada de importantes reformas.
Durante las semanas siguientes, Henry se las arregló para que, por poco dinero,
un par de obreros belgas, de los que había recibido buenas referencias, dejaran en
condiciones la destartalada casa, hasta que ésta se pareció a la imagen que tenía de
aquellos refugios que supuestamente sirvieron de casas rurales y de placer a los
antiguos vikingos que antaño poblaron aquella región.
Allí, sentado frente a la laguna, pasaba algunas tardes de los Sábados y los
Domingos en el porche, leyendo a los visionarios clásicos, desde Shakespeare a
Jonathan Swift y H. G. Wells; escuchando a Mozart y a Beethoven, al genial Chopin o a
Tchaikovsky. Se había provisto de una gran biblioteca. Como sucedía con los CD,
Henry tenía dos ejemplares de casi todos sus libros favoritos. No pensaba renunciar ni
a la música ni a la lectura, se encontrara donde se encontrara.
Henry subió con el Citröen por la suave pendiente del terreno. Ante él se alzaba
el edificio principal de la Universidad Internacional de Bergen, una construcción
bastante grande que databa de mediados XX, similar a una media luna y con una
especie de Torre en el medio.
Detrás del edificio se extendía el Campus Universitario, con sus aulas y sus
laboratorios de investigación. Por todas partes se respiraba el ambiente Universitario,
muchos jóvenes que comenzaban las clases de primer curso y que apenas comenzaban
el trimestre, y todavía se podía decir que muchos de ellos aún tenían dificultades en al
encontrar sus aulas. Henry se estiró dentro del coche tras aparcar en su plaza 345 A
de color verde que le habían asignado en el parking. Había pasado un estupendo fin de
semana en la laguna junto a Jenniffer, era un lugar muy tranquilo y revitalizante.
Dos fines de semana antes había ido con la ayudante del jefe del Departamento
de Química a ver las plantas eólicas de la Universidad y también las nuevas granjas
solares, capaces de producir alrededor de 2.000 Kilowatios Hora cada año. Jenniffer y
él habían ido muy despacio y a lo largo de muchos años, hasta tener en la actualidad
una relación muy consolidada.
34
—Llegas un poco tarde —dijo burlona—. ¿Fue el merlot de Enate o alguien que
no quería dejarte ir?.
Henry sonrió. Thompson, su novia, había hecho tanto la carrera de Física como la de
Periodismo en importantes Universidades de los Estados Unidos, siendo Harvard una
de ellas, donde había coincidido con Henry. Y, mientras Henry había estado dando
clases en Noruega, ella había estado informando durante las últimas semanas de la
grave situación Medio-Ambiental Mundial debido a las, cada vez más catastróficas
consecuencias del efecto invernadero.
—Lo sé. Henry distribuyó el café en dos tazas y echó unas gotas de leche
semidesnatada en la de ella y volvió a su despacho. Te conozco ya como la palma de mi
mano. ¿Lo has olvidado ya?.
—No. No lo he olvidado.
—Jejeje. Gracias a Dios que no lo has hecho. Siéntate. —¿Qué te trae por aquí?.
Jenniffer cogió su café, le dio un sorbo y se sentó. Luego, le dirigió una mirada muy
enigmática.
Henry arqueó las cejas y la observó. Jenniffer respondió a su mirada como si esperara
una respuesta antes de que se formulara la pregunta; típico en ella: era impaciente por
naturaleza.
—¿Crees?.
En lugar de contestar, ella cogió una lata grande de Monster Energy de color blanco
que reposaba encima de la mesa central del despacho y lo colocó sobre el escritorio
delante de él. Estaba aún sin abrir. A su lado puso un enorme bote de metal de color
dorado, el cual estaba cerrado también.
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Henry abrió entonces con minucioso cuidado el cierre hermético del bote y lo
destapó. El recipiente estaba lleno de agua. Algo viscoso y largo que emitía una luz que
destelleaba y se retorcía en su interior. Henry lo contempló atentamente.
Él se encogió de hombros.
—Sé qué son las anguilas eléctricas, Henry. ¿Podrías estudiarlas detenidamente
y clasificarlas por mi? Aunque necesitaríamos el informe bastante rápido... y, siento
decirte querido, pero tú tampoco eres biólogo.
—Bueno... el caso es que tengo algún amigo que lo es… déjame pensar… Henry
se inclinó un poco más sobre el recipiente—. Como ya te he dicho, son Electrophorus
Electricus, y además muy bonitas ambas, con unos colores fantásticos. Existen cientos
de estos peces. Pero no tengo ni idea de qué especie es. ¿Qué es lo que os preocupa?.
—Ojalá lo supiéramos.
Alzó la vista.
—Puedo hablar con un amigo para que les eche un vistazo. ¿Te va bien
mañana?.
—Estaría bien. Hizo una breve pausa. Hay algo que te ha llamado la atención,
¿verdad? Se te nota en la mirada.
—Puede ser.
—¿Qué es?.
—No puedo decirlo con precisión. No soy experto en estos temas; no soy
taxónomo. Las anguilas suelen ser ciegas, sobre todo las de cenote, también conocida
como yucateca. Se orientan con el sonido. Estos ejemplares no parecen ciegos en
absoluto. Además…el tema de las patas me mosquea un poco. Veremos qué es lo que
opina mi amigo. Estas anguilas parecen una especie de cruce entre anguilas eléctricas
y lagartos... Bueno, todavía no lo sé.
36
—Qué lástima. Jenniffer frunció el ceño; luego sonrió inesperadamente. ¿Por
qué no se las llevas a tu amigo ahora mismo para que las examine lo antes posible?.
—¿Tan rápido? Tiene más cosas que hacer que atenderme a mi, ¿sabes?.
—Teniendo en cuenta la hora a la que has llegado, no creo que tengas tanto
trabajo.
La similitud con la anguila común está dada sobre todo por su cuerpo fusiforme
y largo, de hasta 2 metros y medio y 20 kilogramos de peso, cubierto por una piel de
color gris verdoso desprovista casi completamente de escamas. La cabeza es aplanada y
la boca grande, con una hilera de dientes cónicos en cada mandíbula. No presenta
dimorfismo sexual apreciable.
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Hay distintas formas de matar una anguila. La más habitual consiste en
meterlas en alcohol, en vodka o en aguardiente. Desde la perspectiva humana, eso
promete una muerte en plena borrachera, es decir, no es la peor manera de expirar.
Las anguilas lo ven de otra manera, ya que en su agonía se contraen emitiendo
múltiples descargas hasta convertirse en una masa blanda si no las tranquilizan antes;
y para eso sirve el cloruro de magnesio. Los músculos de los animales se relajan de
modo que después puede hacerse cualquier cosa con ellos.
Por precaución, congeló una de las anguilas. Siempre era mejor tener un
ejemplar de reserva, por si más adelante había que realizar análisis genéticos, estudiar
el Adn mitocondrial o examinar isótopos estables. Media hora después, llegó su amigo.
Se trataba de Charles Smith, biólogo francés. Tenía cuarenta y dos años.
Su estructura interna indicaba también que aquella criatura era sin lugar a dudas una
Electrophorus. Charles se encontraba mirando las incipientes patas de la anguila.
—He visto muchas de estas criaturas antes amigo mío. Por dentro y por fuera,
pero el hecho de ver estas dos pequeñas patas incipientes supera todo lo que conocía.
Charles continuó examinando durante unos minutos más la anguila, pero cuanto más
la contemplaba, más fuerte era la sospecha de Charles de que esa especie todavía no
estaba clasificada.
Henry le acercó su portátil a Charles para que consultase ciertos archivos en Internet.
—¿Qué ocurre?.
—Pues… La anguila por una parte, parece existir, pero por otra, no. Charles
tenía cada vez más curiosidad. Estaba tan fascinado con el trabajo que casi se le olvida
el motivo por el cual estaba estudiando la anguila.
—Llevamos mucho tiempo saliendo, sí. Nos lo hemos querido tomar con calma y
tampoco queríamos airearlo. Y ahora, con respecto a esto, creo que es una buena idea,
38
Charles. Ya estaba realmente empezando a alterarme. Pero, es que es algo… inaudito,
¿verdad?.
Cuando por fin comenzaron a correr bajo los techos de cristal de los pasillos de
la universidad en dirección a la cafetería, ya iban con quince minutos de retraso
respecto a la hora acordada entre Henry y Jenniffer. Irrumpieron en la cafetería,
divisaron a Jenniffer en un rincón y fueron hacia ella. Estaba sentada a la sombra de
una palmera en una de las meses del exterior de la cafetería y les hizo señas con la
mano al verlos desde lo lejos.
—¿Y?.
—Me alegro de que nunca cambiasen su sabor. Pese a los dos intentos que
hubo.
Jenniffer los miró sin comprender la pequeña broma entre ambos. Luego hizo un gesto
de impaciencia.
—Está bien. Vamos ya al grano. Henry volvió a dejar la copa sobre la mesa y
cruzó las piernas. De algún modo lo divertía hacerla perder la paciencia. Después de
haber estado esperándolo con trabajo un lunes por la mañana, se merecía
especialmente que la tuviera en suspenso. Charles, ¡dále el informe por favor!.
Jenniffer le describió el sitio. Estaba a una distancia considerable del Reino Unido,
donde la planicie inglesa penetraba en el fondo del mar. Henry y Charles escuchaban,
pensativos.
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—¿Puedo saber qué estáis haciendo por allí?.
—Bueno, a alguno que otro sí que conozco, sí, —dijo Jenniffer ligeramente
irritada—. Mi problema es saber si esto va a ir a peor y en cuánto tiempo
aproximadamente. A nadie se le escapa que el progresivo avance del mar en las últimas
décadas ha alcanzado unos niveles alarmantes. Se han cerrado muchas playas en el
Mundo hoy día. En el 2015 se tuvieron que construir los diques de protección en las
costas y el año pasado ante el agravamiento de la situación, la ley Silver promulgada
por la ONU forzó el cierre de la gran mayoría de playas. Nuestro trabajo es averiguar si
esta situación remite o empeora aún más. El desarrolló masivo de China no ha
contribuido a ello en absoluto, desde luego. Así que vamos allí y estudiamos qué es lo
que anda nadando por ahí y en qué condiciones está el ecosistema para que nadie se lo
cargue aún más.
Ciertas sustancias que contenían estas aguas dañaban el ciclo reproductivo del
bacalao. Tenían el efecto de las hormonas femeninas: los machos se volvían estériles o
mutaban su sexo. Y entretanto también otras especies parecían amenazadas. De modo
que surgió la necesidad de detener de inmediato los vertidos, así como las
multimillonarias multas derivadas de la contaminación subsiguientes.
—Está muy bien que vigiléis, dijo Charles. Cuanto más, mejor.
—De anguilas.
—Qué disparate. Las anguilas podrían estar en cualquier sitio. ¿Y por encima
de los cien metros? ¿No había ninguna allí?.
—No. Jenniffer se removía impaciente en su silla. Bueno, ¿qué pasa con esos
malditos bichos? Me gustaría liquidar el asunto, todavía tenemos una montaña de
trabajo.
40
—Por supuesto. Son dos anguilas.
—¿Metano?.
—Sí. Y ahí es donde el asunto empieza a mejorar. Tus anguilas tienen unas
extrañas patas incipientes desconocidas en su especie. Tienen características
adaptativas pertenecientes a los reptiles. Al inicio de la vida los seres vivos venían del
mar. Posteriormente vino el salto a la tierra con los primeros anfibios, pero eso no
ocurrió de la noche a la mañana, sino que tuvo lugar en un proceso evolutivo de
millones de años. Los peces desarrollaron patas y extremidades para poder vivir en
tierra firme.
—Bueno. O hemos estado todos ciegos hasta ahora o tus nuevas amigas antes
no estaban ahí.
Jenniffer guardó silencio un momento. Luego preguntó, con gran interés-: ¿Para cuán-
do tendrías el informe completo?.
—Está bien.
—Voy a tener que enviar tus anguilas por todo el mundo, pero para eso uno
tiene sus contactos y va a llevar algo de tiempo. Charles los miró a ambos, pensativo,
luego miró su reloj.
—¿Sabes qué? ¡Dáme dos semanas, Jenniffer!. Y no intentes discutir los plazos.
Aunque quiera, realmente no puedo hacerlo más deprisa.
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—¿Y se alimentan de peces que comen metano?.
—De peces que comen bacterias que comen metano, entre otras cosas. También
se comen pájaros pequeños si se acercan mucho a la superficie del agua, le corrigió
Charles. Un sistema simbiótico bastante intrincado sobre el que gente más inteligente
que yo te contaría más cosas. Pero eso vale para la anguila o el lagarto que creo que
está emparentado con la tuya. No hay nada probado todavía.
—Si es más grande que el del golfo de México, tendrá más apetito, razonó
Jenniffer.
—Más que tú, seguro, dijo entonces Henry mirando su plato intacto y soltando
una carcajada. A propósito, me sería de gran ayuda que pudieras sacar más ejemplares
de tu gusano, esto.. quiero decir, de la anguila.
—¿Muchas?.
—Tendría que calcularlo. —Hizo una pausa—. Pero diría que hay decenas de
miles.
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Capítulo IV. Las Revueltas
Los días iban y venían y así el verano dio paso al crudo otoño Noruego. William
Cormack no podía recordar cuándo había sido la última vez que había diluviado
durante tanto tiempo seguido en los últimos años. Miró hacia afuera, hacia la
superficie uniforme del océano. El horizonte aparecía como una línea difusa entre el
agua y la masa de nubes grises de debajo. Allí atrás comenzaba a perfilarse una pausa
en el incesante murmullo; aunque no podía decirse con exactitud, también podía ser
que se levantara la bruma.
Cuando los días volvían a acortarse, las ballenas iniciaban otra vez el largo
camino de vuelta a México. Allí, protegidas de sus peores enemigas, precisamente las
orcas, traían sus crías al mundo. Dos veces al año, los enormes bancos de inmensos
mamíferos marinos pasaban bordeando las costas americanas, de ahí que las
estaciones de observación de ballenas de sitios como Long Island, Bar Harbour y
Jacksonville se llenaban de gente. Pero ese año no. Aún no se había visto ni una sola.
Hacía rato que algún ejemplar de una u otra especie debería haber mostrado su
cabeza o su cola para la foto de rigor. En esa época del año la probabilidad de
encontrarse con los mamíferos era tan alta que muchas estaciones de observación la
estación de observación incluso garantizaban su avistamiento y ofrecían, en caso
contrario, repeticiones gratuitas del viaje. Pero lo cierto es que no iba a aparecer
ninguna en todo el año.
43
el Golfo de Botnia, cerca de Estocolmo. A ojos de cualquier lego en el tema, parecía
como si se tratara de un cónclave para celebrar una siniestra alianza entre enemigos.
—Si esto sigue así, vamos a tener que cambiar de profesión, le dijo Jake como
despedida antes de que William entrara en el taxi.
Había utilizado los meses de verano de los años anteriores para publicar un
libro muy respetado sobre la inteligencia y la estructura jerárquica de manada de las
distintas especies marinas y ganarse con ello la consideración de los principales
expertos y naturalistas con sus espectaculares experimentos. En el fondo, le gustaba
pensar en sí mismo como el nuevo Cousteau.
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especies marinas, conocería a otros grandes expertos naturalistas y viviría en un piso
alto de un rascacielos de una gran ciudad.
—¿Hacer qué?.
—Buscar.
—Ya lo he hecho.
—¿Y?.
Jake sonrió.
—¡Qué gracia, unos cocodrilos que no comen!, es la primera vez que oigo tal
disparate.
—Esto es muy serio, es una actitud muy extraña Jake, y además, el cocodrilo
cubano, que es una especie que se encuentra en peligro de extinción y que se
encuentra muy amenazada debido a la hibridación existente con el cocodrilo americano,
suele ser muy voraz, no es en absoluto nada normal este comportamiento, el cual es,
podría decirse, ciertamente inquietante.
—Perdona... darás con ello hombre, tú tranquilo. ¿Nos vemos esta noche en el
bar de Shykes para relajarnos un poco?.
—Creo que exageras un poco con el trabajo. Déjaselo a otro, por una vez.
—Tengo que hacerlo yo mismo Jake, esto es importante para mí. Además yo no
entiendo nada de bitcoins y esas cosas de bolsa...
La indirecta era por Jane Walker, la novia de Jake. Era agente de Bolsa en
Vancouver y estaba pasando unos días de vacaciones en Ontario. Su concepto de
vacaciones parecía consistir básicamente en poner nerviosos a todos con su teléfono
45
móvil y con cualquier consejo financiero alternativamente, y ambas cosas en voz muy
alta. Hacía tiempo que Jake se había dado cuenta de que ambos jamás iban a hacerse
amigos, en especial desde que la burra de Jane atormentó a William durante toda una
noche con preguntas acerca de su origen.
—Tal vez no lo creas —dijo, pero Jane también puede hablar de muchas otras
cosas.
—Ya me pasaré otro día, cuenta con ello, pero en serio amigo, no puedo ahora,
tengo que llegar antes al fondo de este asunto con los cocodrilos.
—Mentira. No vendrás.
William sonrió.
A Jake le valió con eso, sabia que William nunca faltaba a su palabra una vez dada.
William condujo hasta el zoológico, tenia que estudiar la situación de cerca para
hacerse una idea más concreta del por qué podría estar sucediendo tal insólita
situación. Su instinto le decían que algo no iba bien. Al llegar al mismo, casi tres horas
y media después, y tras la debida presentación al guía principal de la entrada, le
indicaron donde se encontraba la zona de los cocodrilos. El veterinario principal lo
estaba esperando, junto al principal experto en nutrición animal y dos cuidadores de
animales del zoológico.
—Pues verá, esta actitud es como sabe muy poco frecuente en un cocodrilo
para empezar, pero si bien cuando otras veces los cocodrilos han mostrado alguna
variación de comportamiento, estos solían recuperar su actividad normal tras dejarlos
unos días a solas con las hembras, para que se apareen, pero...
46
—Es más, parecen haber empeorado en su actitud, dijeron ambos cuidadores
de animales a la vez.
—Impropio, mas bien. Y diría que una actitud muy humana dijo Bill,
visiblemente sorprendido, los cocodrilos son reptiles de tipo saurópsido y suelen ser
animales muy voraces. Además, todos los animales se caracterizan por tener ése
instinto primordial basado en el hambre. Esto no tiene ningún sentido.
—Y sin embargo...
En ese momento entró en la sala uno de los auxiliares veterinarios del centro.
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—Sí, perdonen que interrumpa esta información, pero me llegan noticias muy
preocupantes de última hora, y es que se reportan actualmente múltiples ataques de
distintos animales en distintos zoológicos del país simultáneamente en estos momentos,
en los zoológicos de: Filadelfia, San Luis, Oakland, Miami, Omaha, San Diego, Denver,
Fort Worth, Columbus, Brevard, Audubon, Woodland Park, Alaska, Cincinnati,
Memphis, Houston, Brookfield e Indianápolis. El caos cunde y ha habido múltiples
heridos, pero afortunadamente no hay que lamentar ninguna baja humana. Las
autoridades han ordenado por tanto el cierre provisional de todos los zoos del país
hasta que se determine qué está ocurriendo y si todo esto tiene que ver con los
misteriosos robos de animales en los zoológicos.
Estados Unidos y Europa ahora son aliados contra esta enfermedad. Seremos
socios en la reconstrucción de la sociedad Occidental en la lucha contra el virus y a su
vez estaremos unidos en esta nueva crisis que hoy afrontamos, el cambio climático, la
rebelión de la madre Naturaleza. Y esta noche, ¡le damos la bienvenida a la distinguida
líder y Presidenta Ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jenniffer Morgan!.
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La gente volvió a aplaudir profusamente.
Primero se hizo un silencio, luego la gente alrededor del palco comenzó a aplaudir.
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—Bien, eso es todo, le entrego mi dirección de correo electrónico par que me
envíe lo antes posible sus conclusiones. Buenas tardes.
Cuando entró en el edificio tras aparcar el coche en el parking, tuvo que pasar
los pertinentes controles de seguridad, luego, un soldado lo condujo por un pasillo
hasta llegar ambos a un despacho donde lo dejó solo. El General Richard Mac Tavish lo
estaba esperando.
—Señor Cormack.
William le presentó la libreta en la que tenía todas sus anotaciones hasta el momento.
El general lo cogió y estuvo alrededor de veinte minutos leyéndolos, aunque no los
entendiera mucho ya que en realidad era un hombre de acción y no de ciencia, por lo
que William supuso que en realidad estaba tardando más tiempo del requerido de
forma premeditada en señal de respeto a su trabajo y por ello no hizo comentario
alguno al respecto.
—Bien, tenemos que llevar esto al Comandante en Jefe una vez que lo analicen
los principales expertos del país. En breve llegarán los datos del resto de instalaciones
afectadas por éste incidente. ¿Recibirá pronto los datos que restan del zoológico de
Bjorneparken, señor Cormack?.
—En las próximas horas deberían de llegarme, sí. En cuanto los reciba se los
entregaré para su debido cotejo, no se preocupe General.
—Bien, quédese en las instalaciones hasta que los reciba, luego puede ir a La
Casa Blanca, el resto de expertos lo estará esperando. Un tal Forrester pregunta por
usted. Según dicen, ha escuchado de su trabajo.
—Ah, antes de marcharme y dejarlo solo por aquí, querría comentarle una
última cosa, el Jefe del Estado Mayor, el General Mark Milley, quería felicitarlo
personalmente en privado por su trabajo, pregunte por él en recepción.
—Entiendo. Lo buscaré.
Los recepcionistas lo hicieron pasar a un pequeño despacho poco iluminado donde dos
personas lo esperaban cómodamente sentadas en gran sofá de cachemir de color azul
claro, siendo una de ellas el general.
—Buenas tardes.
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—Y yo a usted señor Cormack. Déjeme decirle que estamos muy contentos con
el trabajo que está realizando en esta crisis y... el senador hizo una leve pausa.
—¿Y?.
—Yo creo que sí general, nos lo ha probado con creces estos días, ¿no cree?.
William los escuchó pensando sobre de qué estarían hablando mas mantuvo silencio.
Entonces el senador se dirigió a él.
—En realidad soy muy fan de su trabajo y presencié esa cumbre por la red.
Pretenden salvar especies del Mundo e incluso clonar especies extintas, ¿ verdad ?.
—¿De verdad?.
—Cree que nos puede ser de gran ayuda. Una cosa de la que debo de avisarle,
eso sí antes que nada. Si decide aceptar arregle todos sus asuntos más urgentes estos
próximos días y prepárese para que lo llevemos a las instalaciones secretas del
complejo donde estamos llevando a cabo el proyecto.
—Tiene apenas unas horas para ello, pero sí, puede hacerlo. Si decide
incorporarse, al llegar a la Casa Blanca hable con el señor Forrester, creo que ya le han
informado de que estaba preguntando por usted...
—¿Sí?.
—Comprendo.
William se despidió y abandonó el edificio, durante unos minutos pensó sobre sus
próximos pasos a dar y sobre lo que le habían contado. Se comenzaba a plantearse el
51
aceptar la propuesta de trabajar en ése proyecto secreto. Arrancó el coche y se dirigió a
la casa Blanca. Tras salir del coche, en el parking exterior vio a una atractiva joven
rubia, de alrededor de 33 o 34 años, con una coleta en tirabuzón y que estaba al lado
de un teodolito el cual estaba correctamente dispuesto en el suelo y a la vez, a unos
metros de ella tenía ubicado un pequeño satélite, la joven de vez en cuando tomaba
anotaciones de ambos aparatos en una libreta. Curioso, se acercó a ella.
Ella le sonrió amablemente, sin contestarle. Vista desde más cerca, pudo ver que la
chica tenia el rostro bronceado. Calzaba unas sandalias y llevaba puestos unos shorts
y un bonito top rosa.
—Hola, dijo de nuevo. Sonó muy dubitativo, casi tímido, lo cual hizo que la
chica le sonriera de nuevo.
En el momento en que alzó la vista hacia ella para escucharla, su presencia allí
le pareció incluso más interesante. Sus grandes y bellos ojos verdes le resultaron
arrebatadores, brillaban de curiosidad. William estaba seguro que multitud de hombres
hacían cola en su puerta todos los días. Irradiaba un aura mística a su alrededor que
cautivaba profundamente a William, lo cual hizo que se quedara completamente
embobado mirándola.
En otra situación diferente, William no habría ido más allá de una vaga
respuesta y se habría alejado un poco. Había muchas formas de hacer entender a la
gente que sobraba y debía pirarse.
Pero, en lugar de eso, se sorprendió escuchándose a sí mismo responder muy
sumisamente:
De repente se le ocurrió que no era una desconocida; creía haberla visto antes en
alguna parte, pero no la ubicaba en esos momentos.
—Yo también estoy trabajando en un informe, dijo, pero me temo que casi nadie
querrá leerlo cuando llegue el momento de escribir el libro sobre mis hallazgos.
—Así que de eso la conocía. Una bella mujer rubia con sombrero, gafas de sol y
una visera roja.
—¿Qué pasa con las ballenas? —le preguntó. No conseguimos ver ninguna.
52
—¿Por qué?.
—Eso mismo querría saber yo, es el primero de los muchos sucesos misteriosos
que han ocurrido estos últimos días.
—Puedo comprender qué le ronda por la cabeza. Los míos tampoco vienen, pero
a diferencia de usted, yo conozco el motivo.
—Tal vez debería dejar de esperar y empezar a buscar, use algún satélite, igual
las encuentra, sugirió tímidamente y esquivando hábilmente su pregunta.
—¡Oh, le creo!.
—Pobrecillo, —dijo ella agarrándolo, ¡pero si está temblando de frío! mintió ella
de forma amable, como reconociendo la verdadera causa de su nerviosismo pero en el
fondo no queriendo avergonzarlo. Buscamos de todas las formas imaginables,
escuchamos el cielo, ponemos sondas y les enviamos mensajes, le dijo entonces.
—William Cormack.
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—Pues hay aún más. El presidente estadounidense saliente, Trump, estaba a
punto de revelarlo todo, antes de que los extraterrestres le dijeran: "Espera, deja que la
gente se calme primero". Y es que, se conoce que "No quieren iniciar una histeria
masiva".
La mujer hizo una breve pausa, como si estuviera pensando de forma cuidadosa en su
siguiente palabra.
—Digámoslo así, señor Cormack, han sido capaces de dirigir desde la distancia
a los países más poderosos de la Tierra (sobre todo los Estados Unidos) hacia donde
ellos querían, todo acorde a sus propios y egoístas intereses, principalmente debido a
las promesas hechas por estos a lo largo de los años de compartir su tecnología, la
cual es aproximadamente dos mil quinientos años más avanzada que la nuestra: y hay
un factor más, éste tiene que ver con los seres humanos viviendo por el poder y el
dinero, la avaricia, el poder por el poder, el consumismo y el capital y con ello
vendiendo siempre a quien hiciera falta por poder, ya fuera a países, razas enteras,
tecnologías... da igual, en realidad es todo un ciclo vicioso repetitivo y lo peor de todo es
que todo ello por apenas un breve momento de gloria que los plante en la historia, ese
derecho u oportunidad de poder estar entre dioses, quienes en este caso resultan ser
extraterrestres.
—¿Dioses, dice?.
—Ya veo.
Los Draconianos son muy sabios, son seres anímicos, grandes artífices de
creación de grandes artefactos y son muy ingeniosos elaborando nuevas tecnologías,
muchas de ellas limpias e inocuas para el medio ambiente, pero son unos abusones. Lo
que les mueve a los draconianos es el poder y el control, vigilar y someter a terceros, y
ya que no hay razas a su nivel que puedan combatirlos y erradicarlos se volvieron unos
tiranos, básicamente decidieron estar del lado del mal ya que se consideran superiores
al resto de razas humanoides existentes en el Universo conocido. —Son los principales
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responsables de una guerra que hubo hace muchos milenios en el Universo y que duró
600.000 años —y prácticamente casi aniquiló a la especie humana en nuestra galaxia,
ellos se atribuyen además, el ser los que acabaron con los Neandertales en la Tierra y
me temo que no muestran remordimiento alguno por ello, al contrario, es algo
mencionan con orgullo, como si fuera una hazaña, todo acorde a las declaraciones
hechas por el señor Collier.
—Ya lo creo. Junto con los Draconianos, hay otras razas de extraterrestres que
expanden olas de pesimismo en la galaxia, queriendo conquistar a otras y establecer su
propio orden. Nuestra propia historia sobre el planeta, así como nuestra misma
civilización no tendrían sentido sin esa mística. Piense en ello como algo que está inter
relacionado entre sí, algo así como un injerto. Collier dice que la mayoría de los
planetas de las galaxias del Universo, lo que viene conociéndose técnicamente como el
Big Bang, deriva de expulsiones de materia entorno a agujeros negros, salieron de ellos.
—En efecto, o al menos así lo afirma Collier. Luego estarían los Orianitas de
Orión (comúnmente conocidos como los Grises), genéticamente manipulados, y
habitualmente asociados con los draconianos. los grises son como una especie de secta,
se dividen en castas y tienen un sistema religioso basado en la transferencia de
energías, alguno que sea profano en la materia podría llamarlo magia, pero se trata de
otra cosa realmente, y utiliza las energías y auras del cuerpo. No podría explicárselo
ahora mismo en pocos minutos, sería algo para contárselo en otra ocasión y con más
detalles.
—Verá usted, dentro de los grises, la casta de mayor importancia y que ejerce control
sobre el resto, son los del Grupo Orión, propiamente dicho. —Todo funciona como un
sistema de clases muy arcaico realmente, pero a ellos les sirve para tener controlados a
los de las clases inferiores. Inmediatamente dependientes de esta primera clase o casta
dirigente están los sacerdotes, que técnicamente son independientes pero ya sabe, a
veces la corrupción impera, incluso en este tipo de sistemas y en ocasiones, algunos...
llamémosles sacerdotes, que son nombrados discretamente por los de la casta dirigente
del grupo.
—Ahí vamos. Este tipo de sistemas suele predominar entre razas con
tendencias agresivas y violentas, con gusto de someter a otras y estableciendo clases
dirigentes o de realeza y distintos subgrupos servidores, siempre hay unos guerreros y
también es muy frecuente la existencia de un grupo que miembro de una iglesia u
otro sistema religioso, así que los sacerdotes se encuentran también allí. Y claro, si
perteneces a una casta inferior siempre serás tratado peor que otros de otra casta
superior. Aquí en la Tierra por nuestra historia, tenemos muchos ejemplos de esto
mismo. Antiguamente los Pleyadianos, otra de las razas existentes, compartían
también estas mismas creencias, pero afortunadamente decidieron hace muchos años
reformarse tras ver lo erróneo de su proceder durante varios siglos.
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creencias agresivas, hace ya unas cuantas décadas muchas razas galácticas de
unieron y crearon un Concilio sagrado: El Concilio de Andrómeda, a veces llamado
también como Federación Galáctica de Andrómeda. —Puedo aseverarle que es una
estructura u organización galáctica de carácter político del que por el momento forman
parte como adscritas al Concilio, unas 133 razas, con culturas muy diversas y de
distintos sistemas planetarios muy distintos entre sí.
—En total existen fuera del Concilio por el momento y de las que tenga
constancia el señor Collier, mil doscientos sistemas y razas galácticas en distintos
grados de evolución, los cuales son observados cada cierto número de años por
integrantes del Concilio, que serían candidatas a ser invitadas a unirse en un futuro al
mismo si llegan a obtener un determinado nivel de evolución establecido de forma
democrática por el Consejo del Concilio, formado este por 3 representantes de cada
raza.
La mujer sonrió.
—¿Y qué puede contarme sobre esos... Andromedianos? —¿se dice así?.
—¿Qué mas?
—Eso sería todo, señor Cormack, al menos por ahora. Vaya, ¿cómo hemos
terminado hablando de esto? ¿Qué era lo que quería yo contarle a usted, señora...
Ella se rió.
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—Lo siento. Ha sido culpa mía, lo he distraído. Pero es señorita. Siento haberle
contado todo este rollazo que le he soltado, no se lo tome muy en serio, por el momento
son todo especulaciones y rumores. Verá, trabajo en El Seti y observamos el espacio
para buscar vida extraterrestre.
—¡Oh! Ella se frotó la barbilla y lo sonrió. La última vez que un hombre guapo
me preguntó eso fue hace diez años. ¡Qué emocionante!.
—Buena idea. Pero primero tiene que hablar con el presidente Biden, señor
Cormack. Perdóneme si le confieso que ya sabía quién era usted cuando lo he visto
llegar. A propósito, ya que me preguntó y no una sino varias veces, le extendió la mano
derecha, soy Ángela Corvin. Llámeme Ángela, o Angie, todos lo hacen. Si se une a la
Iniciativa, lo veré más tarde para cenar.
Ella se marchó sonriéndolo y enviándole un ficticio beso, formado por sus manos.
—Y usted es...
—En efecto.
—¿871?.
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encrucijada señor Cormack. Digamos que tiene que tomar una decisión y tiene dos
caminos enfrente suyo, el primero de ellos lo llevará por una vida que realmente sabe
que no le satisface, no le llena por completo y siempre se quedará auto preguntándose
a sí mismo: ¿Y si...?.
—¿Y si hubiera tomado la pastilla roja, vez vez de la azul, por así decirlo?—. En
efecto. El otro camino, en cambio le llevará a todo lo que siempre ha deseado, ser el
nuevo Cousteau, y trabajar salvando el Mundo. Dicho esto depende de usted y solo de
usted la decisión de elegir uno de ellos, le entrego esta hoja y este bolígrafo. Si decide
aceptar, o no hacerlo, firme en la casilla correspondiente en la hoja.
William pensó detenidamente por unos instantes, luego miró la hoja frente a él
y se quedó en silencio. Tras aproximadamente medio minuto, que se hizo eterno,
procedió a firmar en la casilla que indicaba: Acepto. Tras ello, le devolvió la hoja a
Forrester, que miró su elección y tras ello lo sonrió.
—Así que, William, como hemos visto, fue reclutado para la Iniciativa, a
sugerencia del abuelo —dijo Ana.
—¡Crees de verdad que era una buena idea? No habría eso generado el caos, o
peor aún, los hubieran tomado por locos, Miguel?.
—Mirándolo así, puede que tengas razón, Ana. —Sigamos. ¿Qué hay de los
aliens? —preguntó Miguel, riéndose a su hermana.
—Cobarde.
—¡Déjame en paz!
—¡Niños, silencio, por favor! —los riñó la bibliotecaria, quien se había acercado
a ellos, ya que habían estado hablando en voz alta sin darse cuenta.
—¡Perdón!.
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Capítulo V. Cuarentena por Permafrost
Durante una semana, Henry Michel no supo nada de Jenniffer Thompson. Durante ese
tiempo estuvo dando sus clases con tranquilidad mientras esperaba los resultados del
informe de las anguilas de su amigo Charles Smith. Realmente, echando cuentas,
Henry se dio cuenta de que había dado algunas clases más de las planeadas. Además
estuvo ocupado redactando un artículo para la revista National Geographic. Por otro
lado, había conseguido encontrar a buen precio un pack completo de todas las
temporadas de la serie perdidos de J.J. Abrams y había comenzado a acortar sus
noches con cada capítulo.
Siempre había tenido muchas ganas de tener esa serie que tantas emociones le
había despertado en su pasado. Bajo el poderío de la isla, las anguilas de Jenniffer
fueron quedándose en un segundo plano, dado que, por el momento, no tenían más
resultados sobre ellas. Finalmente, ocho días después de su último encuentro,
Jenniffer lo llamó por teléfono, aparentemente, de un humor excelente.
—Por la mañana estoy ocupado, dijo. Tengo que familiarizar a mis estudiantes
con el sex appeal de la física molecular.
—Está bien, ya que me pones esos ojitos de cordero degollado, lo haré, pero no prometo
nada, si no pueden hacerlo, tendré que ir yo sola o con una amiga.
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En ése mismo instante a Henry le sonó el móvil, un Samsung Gala S22 Ultra que había
comprado recientemente.
—¿Quién es? Sí, entiendo... bueno, ahora en realidad estoy muy ocupado, tengo
que impartir una clase y... ¡Ya, lo comprendo! Está bien, acudiré de inmediato entonces.
—¿Qué ocurre?.
—Tendré que posponer la clase, o hablar con Harry, mi suplente, por si puede
sustituirme. ¡Y tú te vienes conmigo, nos necesitan urgentemente!.
—Pero...
—¡Rápido, no hay tiempo que perder! ¡Y avisa a tu amiga Cathy, la quiero allí
también!.
—Un pescador estaba perforando el hielo para atrapar unos peces cerca de una
ladera, cuando un talúd de hielo de la misma se desprendió, por culpa del deshielo, a
su vez, parte considerable de la tierra inferior del hielo y perteneciente al permafrost
fue también desplazada. Media hora más tarde, el trabajador reportó sentir molestias y
se tomó un descanso. Cuando fueron a verlo a su tienda porque tardaba mucho en
volver, se encontraba con una fiebre alta y sudoración excesiva, además de tener la
cara llena de puntos azules. No tiene buena pinta, la verdad.
Casi una hora pasó Cathy encerrada sola en su oficina, mientras pensaba en el
siguiente paso a dar.
—Debemos dejarla sola unos momentos, ella sabrá qué hacer Henry, ten un
poco de paciencia.
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El doctor Hansen también comenzaba a impacientarse, Jenniffer le hizo una
señal con la mano indicándolo que mantuviera también la calma. En ese momento
Cathy salio de la oficina y se dirigió a las habitaciones del paciente. Se aproximó al
mismo, se trataba de Lucas Taylor, un joven americano de 33 años, rubio. Cathy le
inyectó unos antídotos contra los sedantes que le habían administrado para
despertarlo. Al cabo de unos minutos abrió lentamente los ojos, se encontraba confuso
y alterado.
—¡No lo entiende!.
El paciente entonces comenzó a sufrir espasmos, y de la boca escupió sangre, era uno
de los síntomas propios de los filovirus como el ébola o el virus de Marburgo, mas
incluso en esa situación, el paciente trató de hablar.
—Los... osos, los... osos... dijo a duras penas el paciente, antes de sufrir una
parada cardiaca.
El paciente no respondió.
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Cathy salió de la habitación y se dirigió a la sala para reunirse con el resto y comentar
la situación, apenas se acababan de acomodar cuando una enfermera entró en la sala,
se encontraba visiblemente alarmada.
—Señor Hansen, cinco trabajadores más, los cuales estuvieron en contacto con
el enfermo, han caído a su vez enfermos, y hay otros diez que empiezan también a
mostrar síntomas.
—Lo primero será aislar a todos los enfermos y extraer muestras del patógeno
para examinarlo e identificar de qué tipo se trata para poder estudiarlo más a fondo y
poder establecer una pauta de actuación.
—Es en gran parte derivado del cambio climático, dijo Henry. Las capas
superiores del permafrost llevan tiempo bajo un proceso de deshielo y virus que podían
llevar enterrados bajo el hielo muchos siglos, e incluso milenios, salen ahora a la
superficie. Por cierto, esto no es todo, dijo Cathy visiblemente alterada.
—Ha sugerido que el derrumbe no fue casual, que, de alguna forma fue...
—¿Osos? No hemos visto a ningún Oso Polar cerca de las instalaciones estas
últimas semanas, pero...
—Estaba muy convencido, Hansen. Es como si los hubiera visto él mismo por la
zona...
—Esto es una tragedia. Y como esto sea cierto —el doctor Hansen miró a su
izquierda y luego a su derecha dubitativo, antes de proseguir. —Oíd, ¿alguno cree que
podría estar relacionado con las revueltas?
—Es probable, —dijo Henry muy serio. Pero estas revueltas animales, rebeldía
de la Naturaleza, o como queráis llamarlas, no son lo peor. Los pronósticos apuntan a
que si el calentamiento global existente sigue avanzando como hasta ahora, entorno al
año 2040 los climas del norte de Europa ya no serán lo suficientemente fríos y secos
para sostener el permafrost y estos paisajes podrían desaparecer por completo. Y es
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que estos ecosistemas son extremadamente frágiles y bien podría decirse que en la
situación actual, se encuentran poco menos que al borde del precipicio, señor Hansen.
—Entiendo
—Escuché hace poco sobre un reciente estudio que indicaba que la velocidad
actual del deshielo podría verse limitada, e incluso parcialmente revertida, si se toman
cuanto antes las correctas políticas orientadas a mitigar el cambio climático, sobre
todo el reducir la emisión de gases a la atmósfera, lo cual viene denominándose
emisiones 0, también habría que abandonar los combustibles fósiles al completo o
sustituir el uso de gasolina por otros medios como el hidrógeno y los coches eléctricos...
pero ya sabéis como es la cosa, hay muchos intereses en esto y no es fácil.
—Lo peor es que los gobiernos no muestran el suficiente interés en ello, dijo
Jenniffer.
El grupo se desplazó entonces al laboratorio para examinar las muestras, donde Cathy
ya los estaba esperando examinando el microscopio.
—Dejaré al señor Hansen que se explaye un poco, eso es, si está dispuesto a
seguirme el juego, claro.
—¡Oh! por supuesto, ¡Permítame ilustrarlo, señor Michel! Verá, doctor Henry,
existen...
63
eso de la transcriptasa inversa? —claro, es normal para alguien no versado en la
materia.
—La transcriptasa inversa es una enzima de tipo ADN polimerasa que tiene
como función sintetizar ADN de doble cadena utilizando como molde ARN
monocatenario, es decir, básicamente catalizar la retrotranscripción o transcripción
inversa. Se encuentra presente en los retrovirus, y su nombre obedece principalmente
a que el proceso normal de la transcripción, la cual se puede llamar «directa», codifica
el ARN a partir de la secuencia inicial de ADN, y no al revés. De esta forma, la
transcripción inversa implica el proceso contrario, o sea, la síntesis de ADN a partir del
ARN.
—I. Virus de tipo ADN bicatenario: Los virus de este grupo infectan a animales,
protistas, hongos, bacterias y arqueas. Sin embargo, tengo que destacar Henry, que
suele atacar más sobre todo a las bacterias y a las arqueas. Entre éste tipo de virus
se encontrarían por ejemplo, el virus del herpes, el de la varicela, el de la viruela, el
del papiloma y el del molusco contagioso.
—Exactamente.
—Todavía tenemos para un largo rato, respondió Cathy, quien se encontraba cogiendo
una probeta en esos momentos al otro lado del laboratorio.
—Pues lo dicho, en el grupo II estarían los virus ADN monocatenarios, de los que
hemos hablado antes. Los virus de este grupo infectan a todos los organismos celulares,
tanto a animales, plantas, hongos, protistas, bacterias y arqueas, sin embargo es cierto
que son más predominantes en las bacterias y los animales. Podríamos señalar en este
tipo de virus al Parvovirus, también a los del género Microviridae o a los del género
Circoviridae. Y llegamos a los del tercer grupo.
III: Virus de tipo ARN bicatenario. Los virus de este grupo infectan tanto a animales
como a las plantas, a hongos, a protistas e incluso a bacterias, sin embargo el grupo
es más predominante en los hongos. Por huéspedes tendríamos a las familias
Chrisoviridae o la Chrysovoridae entre otros muchos, tampoco querría aburrirte Henry.
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—IV: Virus de tipo ARN monocatenario positivo. Se trata de virus que tienen ácido
ribonucleico (o ARN) de cadena sencilla de sentido positivo como material genético y no
se replica usando ADN intermedio. Pertenecen como hemos dicho ya antes al tipo ARN
monocatenario, los cuales pueden clasificarse según el sentido o polaridad de su ARN
en negativos o positivos. Los virus ARN positivos son idénticos al ARNm del hospedador
y por lo tanto pueden ser inmediatamente traducidos por la célula hospedadora. Entre
estos virus se encuentran el virus del SARS, el virus SARS Cov2, responsable del
coronavirus 19, el de la fiebre amarilla, el virus del Nilo occidental, el de la hepatitis C,
el del dengue, el de la poliomelitis, el del resfriado común, el de la rubeola entre otros
muchos.
—Bien, pasemos ahora a los del quinto grupo, dijo Jenniffer interviniendo en la
conversación
—V: Virus de tipo ARN monocatenario negativo. Es un virus que tiene ácido
ribonucleico, (ARN) de cadena sencilla de sentido negativo como material genético y no
se replica usando ADN intermedio. Puede decirse que este grupo también incluye a los
virus ARN monocatenarios ambisentido, es decir, que tiene ambas sentidos, tanto el
positivo como el negativo. Entre los virus de este grupo que infectan a los humanos
destacan los filovirus, entre los que se encuentran tanto el virus de Marburgo como el
ébola. En este quinto grupo se encuentran también el Sarampión, la Parotidis, la Rabia
y la Gripe.
—Se trata de un filovirus muy agresivo, ésa sería la única noticia buena que podría
daros. Y las malas son que no sé qué virus es ni la forma en que este ataca al hombre,
ni cuáles son los síntomas, o cómo tratarlo, veréis, se trata de un virus nuevo, o al
menos nuevo para nosotros probablemente y como creo recordar, y alguno de nosotros
ya señaló hace unas horas, puede que lleve siglos o incluso milenios, oculto bajo el
permafrost.
Todos se tomaron unos minutos en silencio para digerir las noticias reveladas
por Cathy. Decidieron que lo mejor sería inducir primero el coma al resto de los
pacientes y poder así estudiar con más calma el virus y examinar uno a no a todos los
pacientes y evaluar detenidamente todos sus síntomas durante los próximos días para
averiguar más sobre el virus, y eso es precisamente lo que estuvieron haciendo los
siguientes 14 días, trabajando a destajo día y noche; durante ese tiempo, cuatro de los
enfermos sucumbieron al virus, el resto mostró síntomas por un lado consistentes con
una extraña caquexia que dejó muy débiles y delgados a los mismos y a la vez iba
deteriorando sus órganos internos.
Tras el día quince, los enfermos sufrían convulsiones repentinas durante unos
momentos para luego volver a un estado de calma y sus cuerpos desprendían un olor
que se parecía a la descomposición de los cuerpos, los cuales, en efecto, se estaban
descomponiendo lentamente, para finalmente adquirir una palidez extrema, la cual
hacia que se resaltasen aún más los puntos azules por todo el cuerpo de los enfermos.
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Henry y Jenniffer se encontraban descansando solos en la sala de descanso del
interior del complejo cuando recibieron una llamada de su amigo Charles, al cual le
explicaron el delicado predicamento en que se encontraban. Tras escucharlos,
escucharon un silencio en el otro lado durante unos instantes, sin duda se encontraba
asimilando las malas noticias.
—Siento decir que no. Pero es bastante probable que mañana sí tenga ya algo.
—Estupendo.
De hecho, era muy inquietante que surgiera como de la nada un tipo nuevo de especie
en un animal, sobre todo en ecosistemas tan conocidos. Henry comenzó a hablar solo,
divagando en voz alta
66
—Da que pensar, desde luego, —dijo Jenniffer, tras haber acabado Henry su
disertación en voz alta. Después de todo, querido Henry, como bien señalas, las
especies evolucionan constantemente, si bien es cierto, que muchas veces los cambios
ocurren de forma muy lenta y a lo largo de siglos e incluso milenios. Pero la vida en la
Tierra comenzó en el agua con LUCA, la primera bacteria y ser vivo de la historia, luego
de ella surgirían vendrían los procariotas, y millones de años después los peces
saltaron a la Tierra, cuando surgieron los primeros anfibios y reptiles.
—En efecto, Jenniffer, la evolución desde los peces con aletas a los animales
terrestres de cuatro patas es uno sin duda alguna, uno de los pasos más importantes
de la historia, y el primer pez en lograr dicha hazaña fue el Tiktaalik hace más de 365
millones de años durante el Devónico tardío, según descubrió la Academia Nacional de
la ciencia de Filadelfia en el año 2006. Todo este proceso se sabe que ocurrió hace
entre 385 y 359 millones de años, en el Devónico tardío.
—Pero estoy seguro de que más de alguno diría simple y mera coincidencia,
Jenn.
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de mantener la capacidad torácica que precisaba el nuevo sistema respiratorio
pulmonar.
Jenniffer tomó entonces la palabra, continuando así el relato de Henry, a pesar de que
se encontraban solos en la habitación.
—¿Qué ocurre?.
—¿Cómo? A ver, Charles, cálmate, por favor, ¡dime al menos de qué se trata!.
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—De verdad que no puedo hacerlo, lo siento mucho, oye, si resolvéis lo de la
epidemia a tiempo, reúnete conmigo si puedes la semana que viene en tu despacho de
la Universidad. Dale recuerdos a Jenniffer de mi parte.
—Ya voy, era Charles, te envía recuerdos, Jenn y dice que ha averiguado algo
inquietante.
—Espero que no sea tan inquietante como esta siniestra pandemia de hace
milenios, le respondió Jenniffer, sin duda más preocupada en esos momentos por
resolver la crisis actual que por lo que Charles pudiera haber averiguado.
Los tres días siguientes murieron otros dos pacientes, Cathy tenía ya realizadas
un montón de anotaciones sobre el transcurso de la enfermedad en un gran cuaderno
rojo, desde los síntomas observables, las reacciones a los diversos medicamentos que
iban probando con los pacientes, o los días transcurridos y las etapas del virus
observadas hasta ahora.
—¡Llegamos tarde! —dijo Henry en voz alta, expresando lo que todos estaban
pensando, con muestras evidentes de desesperación en sus rostros.
—Alguno de los enfermos debió de tener algún contacto previo con alguien del
exterior o nos olvidamos de ingresar a alguno de los trabajadores, sea como sea, ya es
tarde.
—¿Pero cómo es posible que con el tiempo que ha pasado desde el primer
contagio y con lo que llevamos trabajando, no hayan aparecido enfermos hasta este
momento? ¿Es posible que haya mutado el virus y cambiado tan rápido el tiempo de
incubación? —preguntó el doctor Hansen.
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—Lo más probable es que el virus entrara en contacto con algún tejido o
material y no haya infectado a los pacientes hasta ahora, lo cual indicaría una
supervivencia muy alta fuera de un cuerpo humano y eso no es bueno.
—Si descubro algo más os avisaré Jenn, lo importante ahora es que mientras
pensamos en algún tipo de plan de contingencia, os mantengáis a salvo.
—Adiós.
—Cuéntame.
—¿Cómo dices?.
—Esto es peligroso Henry, reúnete con él, a ver qué te cuenta. ¿Cuando te
había citado?.
—En 7 días.
70
Se encontraba de vacaciones durante esos en la ciudad y aparentemente había
acudido a la Bergen para visitar a viejas amistades. A Henry, con todo lo que había
pasado durante los últimos días, se le había olvidado que estaba en la ciudad. No
habían hablado desde hace dos meses por teléfono. Aparentaba tener mala cara.
—¿En serio?.
Llegaron a una escalera estrecha y descendieron por ella. Se cruzaron con unos obreros.
Jack los saludó, mientras se acercaban al laboratorio. Sus pasos resonaban en el pozo
de acero.
—No te van a matar unos minutos más de charla, protestó Jack. Podrías...
—La próxima vez me quedaré más rato, te lo prometo. Y traeré otra vez a Henry.
—¡Pero Jenn!...
Diez minutos después llegaron los guardias de seguridad del edificio. Pronto se
acordó que los agentes de la ley se personasen cuanto antes en el lugar para comenzar
la investigación del misterioso asesinato. Henry se encontraba muy afectado por todo lo
ocurrido. Apenas había articulado más de dos palabras desde que encontraron el
71
cuerpo. Se había derrumbado en un rincón en el exterior del laboratorio y permanecía
allí tendido, llorando a su amigo.
Jenniffer había tratado de confortarlo, mas había sido en vano. Uno de los
guardias de seguridad le dio un sobre. Al parecer Charles quería enseñarle algo relativo
a su investigación. Henry abrió lentamente el sobre para ver qué era lo que contenía.
Cuando vio el interior se quedó anonadado. Todo parecía un callejón sin salida. Se
trataba de dos fotografías, la primera de ellas era una gran foto en color de una
orquídea marina. La segunda era una única palabra, marcada en negrita: Iniciativa.
—¿Por qué querías enseñarme una orquídea marina Charles? ¿Qué relación
tiene con todo esto? ¿Y qué eso de La Iniciativa?.
Uno de los alumnos se erigió desde muy pronto como el portavoz del resto y con
un micrófono lanzaba furiosas diatribas de protesta por la interrupción de las clases.
La policía trató de mediar e imponer de nuevo el orden, de la misma forma y en el
interior, otro policía se acercó lentamente a Henry ofreciéndole consuelo, Henry se
levantó y disculpándose, negó que necesitase algún tipo de ayuda.
—¿Seguro que se encuentra bien, señor? parece bastante afectado. ¿No quiere
que hablemos un poco para que se relaje antes un poco? ¿Quiere un valium?.
—No nos precipitemos, Jenniffer, ¿tú crees que esto es todo por las anguilas?.
—Perdone, ¿es que ustedes dos tienen alguna idea de quién puede ser el
asesino? les preguntó el policía que lideraba la investigación.
—Pues la verdad es que no sabemos quién puede haberlo hecho, tan solamente
tenemos esas fotografías, pero Charles había estado examinando durante las últimas
semanas dos extraños ejemplares de anguilas que le habíamos entregado y hoy nos
había citado para hablarnos de algo muy importante que había descubierto y de lo cual
no podía hablarnos por teléfono. Habló de una conspiración.
—Y ustedes creen que lo asesinaron por eso —los inquirió dubitativo el policía—.
—Estoy totalmente convencido de ello, al cien por cien —dijo entonces Henry,
interrumpiéndola. Verá. Se trataba de dos ejemplares de una especie nueva de anguila,
era algo muy extraño. Él descubrió algo muy importante que sintió que debía
contarnos en persona. Al parecer, alguien no quería que esto saliera a la luz. De lo que
no estoy seguro es si quien lo asesinó se llevó lo que quería o no lo hizo.
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—Bueno, eso es todo por el momento. Si recuerdan algo más, díganmelo. Soy el
agente Burns, Richard Burns.
Henry volvió a su casa, acompañado por Jenniffer. Lo que había ocurrido les
había causado un tremendo impacto. Jenniffer se quedó unas horas en el piso de
Henry hasta que este se fue a acostar a la una de la mañana. Los dos se encontraban
muy cansados. Acordaron ir al laboratorio el día siguiente por la tarde para ver si la
policía había encontrado alguna pista o algún documento significativo. El día siguiente,
Henry se pasó toda la mañana viendo un documental marino sobre la costa inglesa. El
teléfono sonó. El documental se escuchaba de fondo mientras Henry hablaba con
Jenniffer para citarse por la tarde en el laboratorio e intentar averiguar más sobre por
qué Charles pudo haber sido asesinado.
—Errores muy graves, fueron sus palabras exactas, Ana. Realmente iban a
contrarreloj, como dice a veces padre.
—Ya, pero...
—Sí, lo sé, hermano. Lo sé. Cuando en cambio, le preguntas a mamá por ello...
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74
Capítulo VI. Punto de encuentro
12 de Noviembre de 2022
Miles O´Brien era una persona relativamente joven, tenía treinta y seis años, el
pelo moreno, los ojos verdes, medía 1.76 metros de altura y se consideraba una
persona reflexiva, metódica, que nunca dejaba nada a la ligera y planificaba bien todos
sus pasos con antelación. Asimismo, tenia un carácter bromista y le gustaba cantar en
ocasiones, siempre y cuando tuviera una buena audiencia que lo escuchara. Por último,
habría que destacar que le gustaba disfrutar de un buen vino, tanto solo como en
sociedad, con su grupo de amigos.
Miles trató de salir a la superficie pero, espantado vio algo que lo dejó
aterrorizado. Un enorme pez parecido a una ballena pasó a su lado y mordió una
cuerda, la cual se enroscó alrededor de su hermano, quien trató de soltarse en vano.
Miles trató inútilmente se alcanzarlos para liberar a su hermano, pero solo pudo ver
impotente, a lo lejos cómo posteriormente, el enorme animal se dirigió a las
profundidades arrastrando a su hermano consigo.
Los días siguientes fueron muy duros para Miles, las noticias del ataque
estaban a todas horas en todos los noticiarios de la CNN y la principal periodista de
investigación del canal, Laura Daughtery, lo había llamado ya tres veces tratando de
conseguir una entrevista con él pero aún no se encontraba con ánimos para ello, con lo
cual lo había pospuesto por el momento, así que Miles volvió varias veces al lugar de
la tragedia tratando de encontrar el cuerpo de su hermano por si hubiera sido
arrastrado hacia la superficie el cadáver, pero sin éxito alguno, por las noches tenia
pesadillas muy vívidas donde la ballena asesina los atacaba a él y su hermano y los
engullía a ambos.
Tras varios días con grupos de búsqueda, todos ellos infructuosos, se abandonó
la misma y Miles tuvo que renunciar con ello a poder encontrarlo y así darle un
entierro apropiado del cuerpo, con lo que tuvo que resignarse a enterrar un ataúd vacío.
Al funeral acudieron varios amigos de Miles, entre ellos Henry y Jenniffer y también el
resto de sus antiguos amigos, Johan, Juan, Pedro y Thomas. El párroco tomó su lugar
en el púlpito, todos los asistentes se sentaron.
—En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡La paz esté con
ustedes!
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Queridos hermanos y hermanas, esta Santa Misa la celebramos por el alma del
difunto Josh O´Brien, miembro de esta parroquia, a quien el señor ha reclamado a su
lado recientemente; de todo corazón, expreso mi compasión humana y cristiana, como
también a todos los miembros de su familia, y en especial a su hermano Miles, aquí
presente.
—Tenemos que hablar luego, —dijo en voz baja Miles a sus amigos, mientras el
cura proseguía con la misa.
—Ante la llamada de Dios, nuestro señor, se callan todas las objeciones y las
fábulas humanas. Queda solamente la respuesta de quien ha sido llamado ante Dios, y
nuestra intercesión humana mediante el sacrificio de Jesús ante el misericordioso
Padre Celestial. Que Cristo Rey, a quien ofrecemos esta Santa Misa, reciba el alma de
nuestro hermano difunto, Josh, y le otorgue el premio por sus buenas obras y el
perdón de sus faltas. También nosotros nos arrepentimos por las buenas obras que
dejamos de cumplir y por todos nuestros malos pensamientos, palabras y obras no
acordes con la ley de Dios, nuestro Señor.
Acabada la ceremonia, y tras las pertinentes muestras de condolencia a Miles por parte
de los asistentes a la misa, se procedió a introducir el féretro en el coche funerario y
tras ello, la comitiva se encaminó al cementerio. Miles había dispuesto una bella lápida
de mármol color claro, sobre la que había una cruz de bronce, la cual sujetaba un
ángel con las alas extendidas.
—Querido hermano nuestro, ¡Josh! ¿Cómo no recordar todos esos años que
transcurrimos juntos por el camino del Señor, cada conversación nuestra, cada oración
nuestra, colectiva e individual y todo lo que pasamos juntos? ¿Cómo no podríamos
recordar ahora cada uno de tus sacrificios y tu lucha por nosotros, día tras día? —y...
¿Cómo no recordar tu bondad y tu amor hacia tus semejantes? A menudo
preguntabas tanto a familiares como a conocidos "—¿Sabéis que os quiero?". Tales
preguntas no necesitaban respuesta alguna al ser todos conscientes de tu amor por
todos el Mundo. Sentimos tu amor tantas veces y de tantas maneras y recordamos hoy
tantas palabras tuyas. A menudo preguntabas después de las apariciones: “—¿Cómo
se siente la Virgen?”.
—En efecto. Porque tú, hermano Josh, estás ahora con ella, tú que consagraste
tu vida a ayudar al prójimo, tú que hiciste todo para que todos conocieran su amor y
bondad, ése amor y bondad que se encontraban justamente en ti, y eso lo pudo
experimentar toda persona que te conoció. Te agradecemos por ello, querido hermano,
por tu apoyo hacia nosotros que tantas veces necesitamos, y que nos diste en cada
momento y paso del camino. Te agradecemos por cada uno de tus consejos que nos
diste cuando más los necesitamos. Gracias porque nos guiaste e nuestra vida terrenal y
porque nos ayudaste a través de la oración en nuestra vida privada. Gracias por cada
una de tus visitas a nuestros hogares que trajeron tantas bendiciones y alegría a
nuestras familias. Gracias por cada una de las veces que jugaste con nuestros hijos,
76
los cuales supieron reconocer al amigo verdadero y auténtico. Hoy, querido Josh,
lloramos, pero al mismo tiempo nos alegramos porque tú estás con el Señor y caminas
a su lado. Tu recuerdo pervivirá por siempre en todos nosotros, tus hermanos de
espíritu, y tu querido hermano, Miles orará siempre por ti de ahora en adelante.
Descansa en paz, Josh.
Tras el discurso del cura, Miles quiso tomar la palabra y decir algo sobre su
hermano, pero como lloraba de forma inconsolable y no se veía capaz de ello, se
encargó en su lugar Henry de hacerlo.
—Josh, siempre fuiste un grano en el culo, el amigo que nos pinchaba si veía
que nos quedábamos atrás, que nos animaba al vernos alicaídos y nos impulsaba y
motivaba a ser mejores y también además de eso, fuiste un gran hermano para Miles.
Un hermano es un regalo para el corazón y un amigo para el espíritu. Todos nacimos
del mismo árbol y aunque nuestras ramas vayan en distinta dirección, siempre nos
unirán nuestras raíces. Sé que nos estarás vigilando desde el cielo y cuidando de
nosotros, pero nos habría gustado disfrutar durante más tiempo de ti. Has dejado un
gran vacío en Miles y en nosotros, tus amigos, siempre te recordaremos.
Juan sacó una petaca que llevaba oculta y se la ofreció a sus amigos para que echaran
un pequeño trago en homenaje a Josh. Todos bebieron y dirigiendo la mirada al cielo,
brindaron teatralmente en señal de respeto.
—¡Por Josh!.
—¡Por Josh!.
—¡Por Josh!.
Johan, Juan, Pedro y Thomas. Todos eran muy buenos amigos suyos desde la infancia
cuando coincidieron en un campamento de verano de ciencias en España, era un
grupo variopinto, todos expertos en áreas muy distintas de la ciencia, Miles era biólogo
molecular, Johan antropólogo, Juan era a la vez físico como Henry y botánico, Pedro
era meteorólogo y finalmente Thomas era un reputado químico, que había ganado el
año anterior el premio Nobel por inventar su empresa una de las vacunas contra el
coronavirus (Covid19) siendo él el líder de la investigación de la misma.
Tras el brindis, Juan, el más bromista de entre el grupo de amigos, tomó la palabra.
—Oíd chicos, oíd, a ver, Si la cola del paro fuera un Ficus, ¿cual sería?.
—A ver, tengo otro, ¿sabéis cual es la planta que mas se lava los dientes?...
—Nunca cambies Juan, nos animas siempre al resto con tus bromas—le dijo
Thomas, dándole un fuerte abrazo.
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—Así que una especie de anguila nueva y un asesinato, Henry, le dijo Miles a
su amigo, ambos se habían alejado unas decenas de metros del resto de amigos.
Jenniffer los observaba desde la lejanía.
—Es algo ciertamente inquietante, Miles. Y entre nosotros dos, nunca había
visto a una anguila con elementos de reptil, ¡patas, Miles, patas!.
—Si averiguas algo más, te agradecería que me informaras sólo a mi, Henry.
Tras volver con el resto, todos animaron a Miles para que fuera a terapia, le
vendría bien para superar el duelo, y él estuvo de acuerdo con ellos, con lo que decidió
apuntarse. Su terapeuta, Luisa González, era muy comprensiva y simpática con él y le
había recomendado un seguimiento de la terapia EMDR, que era especial para superar
traumas como el suyo y que había dado mucho éxito en el tratamiento de soldados, e
incluso famosos como Mel B la habían seguido hace unos años.
Media hora después Miles salió de la consulta de su psicóloga tras darle las
gracias por su primera sesión, quedaron para volver a tener una segunda sesión dos
semanas después. Sonrió satisfecho. La terapia le había venido muy bien y confiaba en
que el tratamiento funcionase y poder superar así su pérdida. Para darle un medio
cierre al asunto y despedirse por última vez de su hermano, decidió volver a la playa, al
lugar del desafortunado incidente y por eso, antes de salir cogió su pequeña taza
térmica de café, la cual llevaba siempre a casi todas partes y se sirvió una pequeña
ración para el camino, y una vez allí rezó por su hermano dos padre nuestros y un Ave
María.
Cuando Miles ya estaba a punto de irse de vuelta a su casa vio lo que parecía
una pequeña y extraña criatura, se acercó a ella y se agachó para contemplarla mas de
cerca, a sus pies, en la orilla del agua se encontraba lo que en principio parecía un
pequeño renacuajo, el cual recogió. Derramó lo que le quedaba de café en una papelera,
rellenó la taza con un poco de agua de mar y metió a la pequeña criatura dentro. Así
tendría un último recuerdo de su querido hermano.
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—Todas las pertenencias del biomédico se encontraban en la habitación, no
puede haberse ido así, sin más. Personalmente y como Gerente del hotel les digo a los
familiares del señor Ávila, que dedicaré día y noche en la investigación sobre este
asunto y trataré de ayudar a las autoridades a esclarecer este caso.
—En estos momentos se cree que puede haber sido secuestrado por alguien que
codiciase su investigación, seguiremos informándoles en los próximos días. Se despide
de ustedes, Laura Daughtery.
—Vaya, últimamente todos son desgracias, —dijo Miles en voz alta, como
queriendo quitarse un peso de encima.
Finalmente, una hora y media después y tras haber cenado, decidió acostarse, había
sido sin duda un largo día. El día siguiente volvería a su trabajo como biólogo
molecular en la Universidad de Pensilvania.
—Pobre tío Miles. Ahora me siento mal por tomarle a veces el pelo —dijo Ana.
—Padre dice que a veces así es la vida. Un día estas bien y al siguiente, te has
ido.
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Capítulo VII. Inusual Terremoto
Esa mañana, todos los canales de noticias de los Estados Unidos abrieron su
emisión con las noticias que dio la periodista, Laura Daughtery, sobre el terremoto
producido durante la pasada noche de 6.7 grados en la escala de Richter y que había
sacudido la ciudad, produciendo graves desastres. A la ciudad acudieron Henry y otros
expertos en calidad de asesores para evaluar los graves daños a varias estructuras de
la ciudad, como por ejemplo, el tejado de los famosos Jardines botánicos, el Museo de
arte y el Museo de Naturaleza y Ciencia. Igualmente, a modo de precaución, se
estableció un plan de estudio para averiguar el lugar exacto del epicentro del terremoto.
Henry solicitó que acudiera a evaluar la zona y ubicar el epicentro del terremoto,
al sismólogo Paul G. Richards, del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty, cerca de la
ciudad de Nueva York, al que Henry no conocía en persona pero de quien había oído
hablar y respetaba su profesionalidad y buen hacer. Una vez llegó, tras venir en un
vuelo privado, saludó a Henry y al resto del equipo especial designado por el Gobierno.
—Pues teniendo en cuenta que el Museo de arte ha sido el edificio más dañado,
creo que el lugar ideal para ubicar el primero de los 3 sismógrafos que vamos a utilizar,
cara a determinar el epicentro sería Evergreen, otro iría en Firestone y el último lo
ubicaría en el condado de Arapahoe.
Tras ubicar los sismógrafos, determinaron el punto donde se ubicaba el epicentro del
terremoto, lo cual los llevó a la zona inferior de una cafetería destrozada en la Avenida
13 Oeste, justo enfrente del Museo de Arte. Al llegar a la zona, extrañamente los datos
registraban nuevas ondas sísmicas, aunque de momento muy ligeras todavía. A Henry
le extrañó enormemente ver a 4 extraños topos por la zona, y cerca de lo que habría
sido la puerta de la cafetería, ahora destrozada, uno podia ver grandes trozos de cristal,
los cuales habían conformado la misma, desperdigados por el suelo.
Dos horas después, se encontraban visualizando los bajos del café, un equipo
liderado por Henry bajó equipado con linternas y trajes de protección mientras
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Richards supervisaba la tarea desde arriba. Entre los escombros Henry pudo ver
restos de una antigua línea de metro hace que sin duda cerró hace muchos años. Dos
ratas, que huían de algo, se les cruzaron yendo en dirección contraria a ellos, al fondo
escucharon un ruido muy alto, como un zumbido.
—¿Qué tenemos? Las ondas detectan alta actividad sísmica, los preguntó desde
arriba el doctor Richards.
Henry, quien se había adelantado unos metros al resto del equipo, vio a 4 topos
parados en una esquina, junto a una vieja papelera en muy mal estado. << ¡Qué raro,
otra vez unos topos!>>, pensó Henry para sí mismo.
—Tienen que ser restos de una antigua línea de metro, —dijo entonces Tobías
Whale.
James Miller, que era mas callado que el resto, se acercó a Henry.
—A mi juicio es inquietante que las ondas sean cada vez mayores, hay desde
luego un riesgo importante de que se reproduzca otro terremoto y esta vez sea de mayor
intensidad. Habría que desocupar casi más de media ciudad en ese caso.
En ese momento el zumbido que venia del otro lado del oscuro túnel se hizo más fuerte
y las ondas comenzaron a ser más fuertes, escucharon también patas sin duda de
algún tipo de animal acercándose a ellos, Henry dirigió su linterna hacia donde venia el
sonido, la tensión se podía palpar en el ambiente; pero cuando finalmente los animales
en cuestión se cruzaron con ellos, resultaron ser más de treinta topos. <<De nuevo,
topos, pensó Henry para sí. Esto pinta muy, muy mal>>.
—¿Sabéis ese chiste de topos?. Dos agricultores estaban furiosos, porque había
un topo que destrozaba toda su cosecha. Entonces uno le dijo al otro:
—Oye, tenemos que atrapar a ese bicho. ¡Ve a matarlo, pero primero, tortúralo!.
Pasaban las horas y no regresaba el encargado de torturar al topo, hasta que llegó y el
otro le preguntó:
—Sí.
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—No.
—No.
—Ya sé que es muy malo, pero trataba de distraeros y que no pensarais tanto
en la situación en la que nos encontramos, y es que esto podría venirse abajo en
cualquier momento, sobre todo con esas ondas sísmicas que aumentan por momentos,
si se produjera un terremoto de mayor intensidad que el de la pasada noche...
—Veamos primero qué hay tras todo esto, dijo seriamente Henry, retomando la
marcha del grupo.
Así por tanto, continuaron la marcha, segundos mas tarde el ruido se hizo cada vez
mas alto y el suelo comenzó a vibrar bajo sus pies. Allí a diez metros por delante suyo
pudieron ver una escena muy dantesca, había montones de topos, que Henry calculó,
serían alrededor de varios cientos de miles, los cuales se arremolinaban entorno a las
paredes del túnel y se encontraban cavando en el suelo, generando así las vibraciones.
Ellos eran los que estaban tras el terremoto y las ondas que se estaban produciendo en
esos momentos.
Mientras todos daban media vuelta, James sacó su móvil y marcó el teléfono el
gobernador de Colorado.
83
terremoto y podría destruir por completo la mayor parte de la ciudad. Lamento tener
que darle tan malas noticias, gobernador.
—Bueno, y qué decir aquí, Ana, todo un ejemplo de inclusión, pero bien hecha y no
forzada, como era la costumbre entonces.
1 La frase ( מזל טובmazal tov (masel tov pronunciada normalmente): buena suerte) proviene del yidish, y posteriormente fue
incorporada al Hebreo moderno. Se usa para felicitar cuando haya ocurrido un evento exitoso. Significa "Me alegro de que
esta buena cosa te ha sucedido a ti". En cambio, la palabra "behatzlaja" se usa para desear a alguien algo que pasará en el
futuro. Significa: "Te deseo que puedass cumplir esta tarea con éxito".
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Capítulo VIII. La Conferencia
—En este Día Internacional de la Madre Tierra, todas las miradas están puestas
en la pandemia del Covid19, el mayor desafío al que se enfrenta el mundo desde la
Segunda Guerra Mundial y del que ahora comenzamos a salir poco a poco.
Debemos trabajar juntos para salvar vidas, aliviar el sufrimiento y reducir las
devastadoras consecuencias económicas y sociales.
Dicho esto, señalar que la biodiversidad está en un pronunciado declive desde hace
muchas décadas, el cual se ha acelerado de modo alarmante en estos últimos años. Las
perturbaciones del clima se están acercando a un punto de no retorno. Debemos por
ello actuar con decisión para proteger nuestro planeta tanto del coronavirus como de la
amenaza existencial de las perturbaciones climáticas.
Se debe poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles, y quienes contaminan
tienen que empezar a pagar la contaminación que general.
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Segundo: si se utiliza el dinero de los contribuyentes para rescatar empresas, es
necesario vincularlo a la consecución de empleos verdes y de un crecimiento sostenible.
Estos seis principios constituyen una importante guía para recuperarnos mejor
juntos. Los gases de efecto invernadero, al igual que los virus, no respetan las fronteras
nacionales. En este Día de la Tierra, sumen sus voces a la mía para exigir un futuro
sano y resiliente para las personas y el planeta.
Tras finalizar el vídeo todos los presentes aplaudieron de forma muy sonora, Henry y
sus amigos procedieron a sentarse, todos juntos, en una de las filas del fondo de la
sala.
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—Gracias Sergio, —dijo la Ministra Carolina Schmidt, la siguiente en hablar,
que había sido la Presidenta de la última edición, ocupando a su vez su sitio en el
estrado. —"La decisión tomada en su momento sobre el aplazamiento de la COP25 fue
lamentablemente una medida necesaria para proteger a todos los delegados y
observadores. Nuestra determinación es asegurarnos de que continúe el impulso de la
ambición climática, en particular para la preparación y presentación de nuevos
objetivos éste año".
Un asistente le pasó una nota a Henry, la guardó para verla más adelante.
—Se trata de un proyecto que no estará completo hasta dentro de 5-10 años al
menos, según calculo, estoy trabajando en la construcción de una máquina del tiempo
con propósitos científicos, recuperar especies extintas, evitar la desaparición de otras...
todo controlado y regulado por supuesto, que no haya ningún alarmismo ante todo.
87
—Ya sé, ya sé que la idea en sí pueda parecer algo disparatado, pero mi modelo
físico-mátemático basado en los taquiones que estoy desarrollando, a la larga dará
resultados, estoy convencido de ello.
—Bueno, señor Henry, si tiene éxito será una gran idea, señaló Forrester, y,
díganos si puede, ¿qué nombre le ha dado al proyecto?.
—Proyecto Arca.
La reunión transcurrió sin mayores incidentes; dos horas más tarde, tan sólo les
quedaba por hablar al propio Forrester y a Miles O´Brien el único de los amigos de
Henry que faltaba por hablar.
Miles se roció las manos con gel hidroalcohólico para desinfectárselas como medida
preventiva antes de subir y acomodarse en el estrado. Una vez se sintió cómodo allí,
miró un instante a sus amigos y sonrió.
Henry le dió una hoja con unas anotaciones y dibujos sobre las cadenas de ADN
amodo de broma a su amigo Miles, al que arrancó una ligera sonrisa, antes de
continuar con si discurso.
88
avances impresionantes, desde que en 1942 Conrad Waddington empezase a proponer
este mecanismo bajo una visión híbrida, entre genética y embriología, para
conectar el genotipo (el patrimonio genético de cada ser vivo) y el fenotipo, es decir,
(los caracteres perceptibles), incluso antes de conocer de que estaban hechos los genes.
Los avances alcanzados a partir de este siglo han conducido a que los investigadores
reconozcan el valor premonitorio de la definición de Waddington que ha resultado más
amplia e incluyente de lo que se podía imaginar. La Epigenética, hoy día engloba todos
los procesos de regulación de la expresión génica, tanto en el desarrollo (y es aquí
donde debo de señalar que realmente la endo-epigenética sería mi propuesta
terminológica) como una especie de respuesta a las señales externas, siendo estas exo-
epigenéticas.
Entonces Miles dió click a un botón del mando que conectaba el proyector y ahora
aparecieron unas imágenes de unos ratones sobre la pantalla del mismo.
—En todo caso, los ratones seleccionados con el fenotipo deseado mantienen el
linaje. Asimismo es muy significativo, en línea con lo que acabo de sugerir, que el
régimen alimenticio parece jugar un papel en mantener la herencia del estado deseado.
Y aquí destaco que existe una fuerte Interdependencia entre evolución, desigualdad y
cambio climático y estando armado de lo que se he expuesto brevemente acerca de lo
que nos ofrece la epigenética y que en mi opinión refuerza el concepto de “entorno de
sociabilidad”, que ya acuñé hace un tiempo en mis estudios sobre la relación entre
economía y crisis sociopolítica y económica, me propongo plantearles hoy una hipótesis,
una visión analítica que considero que no es gratuita, de la relación entre evolución y
dos grandes desafíos ambientales.
89
energética, la dependencia, las preocupaciones económicas con el consiguiente estrés
que pueden evolucionar a problemas de salud mental...y esas presiones evolutivas
relacionadas con la calidad de vida se pueden agravar en una sociedad tan consumista
como la actual. El cambio climático es el enorme riesgo ambiental de nuestros tiempos
que causa y potencia los retos sociales: además, su influencia con la producción de
desastres naturales de notables dinámicas y dimensiones sobre los acervos genéticos y
epigenéticos pueden llegar hasta inducir mutaciones.
—Permítame que le entregue ésta pequeña hoja con una pequeña selección de
especies animales y plantas a considerar salvar si tiene éxito su proyecto, profesor, dijo,
alargándole un folio escrito por las dos caras.
—Tienes razón, Miguel. "Es propio de aquellos con mentes estrechas embestir contra
todo aquello que no les entre en la cabeza." (Antonio Machado).
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Capítulo IX. El Proyecto Arca
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- Ualabí de Grey
- Perezoso terrestre del caribe
- Vaca marina de Steller
- Perro polar argentino
- Rata gigante de Galápagos
- Gliptodonte
- Ratón saltarín de Darling Downs
- Perro de pelea de Córdoba
- Mono de la Española
- Moloso
- Oso Grizzly de California
- Fosa gigante
- Lobo de Terranova
- Camelops
- Esturión Adriático
- Bandicoot de patas de cerdo
- Eslizón gigante de Caboverde
- Kawekaweau
Había muchas especies en la lista, algunas de ellas creía Henry que en esos
momentos eran casi imposibles de recuperar, como el Megalodón, que era
extremadamente difícil de capturar y por tanto de extraer de forma segura, otras eran
especies de las que apenas se conservaban algunos ejemplares conservados en formol,
como el Guará y otras de las que incluso existían varios especímenes congelados, de los
que era posible extraer ADN de sus pelos en un futuro próximo para intentar clonarlos
como era el caso del Mamut lanudo. Tras ello, miró también la nota que le entregaron
durante su disertación. Era un dibujo de un mamut, que estaba cubierto de hierba. Lo
hizo sonreir.
92
años, gracias a los últimos avances realizados recientemente por un grupo de
científicos japoneses.
A pesar de este gran avance, los investigadores aseguran que el éxito no fue
rotundo, debido a que no observaron que se diera la división celular necesaria para
poder crear un cigoto viable. Pero sin duda alguna, lo más preocupante no es
solamente si es posible, sino si sería viable y las implicaciones éticas de reintroducir un
animal extinto hace más de 10.000 años en un ecosistema que evoluciona por
momentos, tan distinto al primigenio de esta especie cuando vivía y que es tan delicado.
Henry comenzó a escribir en una pizarra los pros y los contras de tal decisión.
Tras casi una hora, miró el resultado de lo que había recopilado para estudiar el caso
con más detalle. Los principales puntos eran:
A priori, podría parecer que existen hoy día varias áreas en el Ártico que tienen
los parámetros climáticos necesarios para el ecosistema ideal de los mamuts: una
estepa gigantesca y grandes poblaciones, llenas de pastizales.
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Sin embargo, y tal como indica el informe, ningún estudio que se haya realizado
hasta ahora sobre la extinción ha abordado la influencia del PH del suelo: y es que en
los últimos 10.000 años, los suelos de esta región pueden haberse vuelto demasiado
ácidos, como resultado del aumento de la humedad del suelo, haciendo que sea difícil
que puedan soportar el retorno de aquellos ecosistemas de pastizales sin que exista
previamente una intervención humana, introduciendo elementos externos (tratando
las tierras) en el entorno.
Otros factores que dificultarían la resurrección del mamut: los cambios post-
glaciales hacia regímenes climáticos más cálidos en las latitudes más bajas han
alterado de una manera muy similar la vegetación. Además, sería “difícil o inviable”
introducir mamuts a determinadas latitudes en América del Norte, debido al inevitable
conflicto humano-mamut.
Las áreas del Ártico con los parámetros climáticos necesarios propuestos para una
supuesta reintegración del mamut están menos densamente pobladas, pero aun así
habría que tomar medidas para evitar la posible interacción entre los mamuts y la
civilización humana, tanto por el bien de los propios mamuts como de las personas.
Conclusiones
“No está clara todavía cuánta esperanza podemos tener en revertir los cambios
de estado ecológico a gran escala que se han dado en el entorno durante los últimos
milenios y recuperar las funciones ecológicas del mamut, para su correcta
reintegración en el ecosistema, o reestablecer los servicios de transporte de nutrientes
perdidos”.
Para terminar, el informe llega a las siguientes conclusiones. En la cuestión de
la clonación de animales extintos, y su reintegración en los ecosistemas cambiantes de
planeta, los científicos deberían:
En primer lugar, seleccionar las especies que sean mejores candidatas para este
proceso, que serán aquellas que tengan bajos niveles de redundancia funcional (es
decir, cuya impacto en los ecosistemas no sea demasiado alto).
Priorizar a las especies que se han extinguido más recientemente, puesto que los
intentos de reintroducir las funciones pueden ser ineficaces si ha transcurrido
demasiado tiempo (y los ecosistemas ya hallan cambiado demasiado).
Por último, el informe también menciona que la búsqueda de estos niveles de
funcionalidad bajos (para la selección de un candidato) son extremadamente subjetivos
pero, que aun así, “merece la pena”.
En cuanto a los riesgos de “resucitar” un mamut, como criatura extinta que es, y
reintroducirla en el ecosistema, el informe menciona que las comunidades ecológicas
evolucionan dinámicamente, de modo que las especies resucitadas y sus funciones
recuperadas podrían combinarse mal con las redes ecológicas existentes, y que esto
podría provocar “reacciones en cadena difíciles de revertir”.
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Un punto positivo
Otra cosa es que la propia extinción esté propiciada por la actividad humana,
como es el caso. y es ahí donde precisamente reside el punto positivo que destaca el
informe: la clonación de especies extintas puede ser beneficiosa en el caso de especies
que se acercan peligrosamente a la extinción pero que aún no han cruzado el umbral.
Henry fue conducido al interior de un coche, donde le vendaron los ojos, poco
después uno de los secuestradores arrancó el motor. Estuvieron conduciendo
alrededor de 20 minutos, tras los cuales lo hicieron bajar del coche y lo llevaron a un
edificio, uno de ellos le agarraba del brazo para que no se tropezase con ningún
obstáculo. Le hicieron sentarse en una silla, ante la que había un mueble, sobre el que
le apoyaron los brazos, luego le quitaron la venda de los ojos, ante él había unos
documentos que parecían estar escritos y firmados por su letra pero que nunca antes
había visto. Él tenía constancia de que nunca había escrito ni formado aquello, no
entendía nada de lo que estaba ocurriendo.
—¿Pero qué?...
Sus secuestradores se pusieron a hablar entre ellos a sus espaldas. Henry los
escuchaba susurrarse cosas entre sí.
Un tercer hombre entró de repente en la sala y se dirigió a los otros dos. Su voz le
resultó conocida, la había escuchado antes en algún sitio, pero no conseguía ubicar
donde ahora...
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—De momento no le hemos consultado, 442, recuerda las órdenes del director,
debíamos de esperarlo a usted primero...
—Ante todo, perdone por éste pequeño acto teatral, señor Michel, pero le
aseguro que ha sido todo por su propia seguridad, verá dirijo una operación secreta
sancionada por el Presidente y de la que pocos conocen su existencia, ¿ qué me diría o,
mas bien, aconsejaría si le digo que si hipotéticamente un meteorito gigante
radioactivo fuera a estrellarse contra la Tierra dejando más del 90 por ciento de la
superficie de la misma irradiada e inhabitable y hubiera que construir pasadizos estilo
cuevas de cientos de miles de kilómetros para vivir en ellos?.
—Comprendo. Bueno, pues verá, en primer lugar, habría que sellar los túneles
con un material auto-reparable, por ejemplo, hormigón auto-reparable, lo último hoy
día en materiales de construcción y que sea antiporoso en primer lugar, luego habría
que construir e instalar un sistema de filtrado, digamos, un generador que depurase el
aire basado en algún medio de obtención de energía casi ilimitado, como por ejemplo, el
sol y que a su vez recibiese dosis alternativas de energía de algún depósito de residuos
nuclear, cuya energía residual puede durar bajo tierra miles de años.
—Ya le he dicho que se enterará de ello a su debido tiempo, cuando esté listo. Y
ahora, profesor, vamos a realizar un pequeño viaje al Golfo de Méjico.
—Pero...
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—Pero ya sabe usted, que no es la primera, ni será tampoco la última: y es que
en los últimos 500 millones de años, el planeta ha vivido ya hasta cinco episodios en
los que al menos la mitad de los seres vivos fueron erradicados en un abrir y cerrar de
ojos, bajo la perspectiva de la historia geológica. Y es que en total, más del 90% de los
organismos que un día caminaron, nadaron, volaron o reptaron sobre la superficie
terrestre, han desaparecido. Por favor, ilústrenos con su sabiduría, profesor:
Los dos se fueron rotando citando cada una de las extinciones masivas de
especies que había habido en la historia.
—La Tercera extinción masiva se produjo durante El Período Pérmico, hace 252
millones de años. Produjo la desaparición del 95% de las especies existentes entonces.
Sus posibles causas: repetidos impactos de asteroides sobre la superficie del planeta, y
la alta actividad volcánica existente entonces. Ha sido calificada como la "madre de
todas las extinciones", esta crisis biológica devastó los océanos y las tierras. También
es la única en la que prácticamente desaparecieron todos los insectos.
Algunos científicos estiman que se produjo durante un período de millones de años,
otros 'sólo' durante 200.000 años. Los trilobites que habían sobrevivido a las dos
primeras extinciones desaparecieron por completo, así como algunos tiburones y peces
con huesos. En la tierra, los moshops, unos reptiles herbívoros de varios metros de
largo, también se desvanecieron.
—La cuarta Extinción Masiva fue la del Triásico, desapareció entre el 70% y el
80% de las especies. Ocurrió hace 200 millones de años. Hay múltiples causas
probables de la misma, el debate sigue abierto entre los principales expertos. La
misteriosa extinción del Triásico eliminó muchas grandes especies terrestres, la
mayoría arcosaurios, que eran ancestros de los dinosaurios y de quienes descienden
los pájaros y cocodrilos actuales. La mayoría de los grandes anfibios existentes también
desaparecieron.
97
—Finalmente tenemos la Quinta Extinción masiva ocurrida hasta ahora, la cual
ocurrió al final del Cretácico, hace unos 65 millones de años. Desapareció el 75% de las
especies existentes entonces en el planeta, y ocurrió por el impacto de un enorme
asteroide sobre la Tierra. Entre las especies desparecidas, destaca principalmente la
desaparición de los dinosaurios no aviarios como los T-Rex y los triceratops. La
mayoría de mamíferos, tortugas, cocodrilos, anuros y aves sobrevivieron, así como la
vida marina. Y sin los dinosaurios, los mamíferos proliferaron, conduciendo al
nacimiento del homo sapiens sapiens, que somos la especie responsable de una
probable sexta extinción, de la cual se está debatiendo ahora.
—Dicho esto profesor, tiene ante usted parte del cráter Chicxulub, el cual se ha
verificado que es el formado por el asteroide de quince kilómetros que produjo la
desaparición de los dinosaurios, el asteroide cayó aquí profesor, en el golfo de Méjico,
muy cerca del Yucatán.
Por su forma de hablar, estaba claro que no era la primera vez que leían el libro.
—Adelante, Miguel.
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Capítulo X. La Iniciativa
Todavía estaba viendo las noticias, y pensando sobre las trágicas noticias,
cuando sin apenas tiempo para poder pensar mucho recibió un correo que le envió su
amigo Miles O´Brien, el asunto, en un tono preocupante y en marcada negrita
decía: ¨Mira la foto". Henry le dio click al link con el botón izquierdo del ratón. Era
ciertamente una noticia a la que acompañaba una foto.
Al principio no notó anda extraño, era una foto que parecía haberse realizado
en un recinto montañoso de España, donde salía el malogrado naturalista Don Félix
Rodríguez de la Fuente al lado de unos lobos. El pie de la foto indicaba que la noticia
era de 1973; tras observar detenidamente la foto, Henry se dio cuenta de una cosa que
lo dejó helado.
—Veámonos en el Parque The Backs, esta tarde a las 15h, y...venga usted solo,
profesor, —le respondió de forma escueta Forrester.
Harry llegó cinco minutos antes del encuentro y aprovechó para deleitarse
durante unos breves instantes contemplando a los patos del lago. Poco después
escuchó una voz saludándolo proveniente de alguien a su espalda.
—Profesor Michel.
—Señor Forrester. Tiene muchas cosas que explicarme, como por ejemplo
hablarme sobre esta foto, —dijo entregándole una copia de la misma.
—Ya veo.
—¿Alguna semejanza física con usted? ¿hay algo destacable que pueda
contarme sobre él?.
—Pues... no realmente, pero verá, una cosa sí puedo decirle sobre él,
últimamente lo tengo muy cerca de mi, y estas últimas semanas he estado en contacto
cercano y directo con él —dijo Forrester, mirándole directamente a los ojos. —Y ahora,
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si le parece bien, señor Michel, déjeme hablarle antes de otro asunto, ya volveremos a
esto, no se preocupe. Recuerda la conversación que tuvimos en el Ártico, ¿verdad?.
—¡Cómo olvidarla!.
—Esto va a ser difícil de asimilar para usted señor Michel, y créame, ya que lo
entiendo perfectamente. Pero también le recuerdo ha sido usted quien ha pedido
saberlo, y por esa misma razón nos hemos reunido aquí. Pero déjeme darle un consejo
antes, o un aviso si así lo prefiere... como mejor quiera tomárselo. Aún está por lo tanto
a tiempo de salirse de esto, y si no quiere saber más de este asunto, no volveremos a
vernos, así que es este el caso, dígamelo ahora y lo dejaré tranquilo, si no, a partir de
aquí no vale ya echarse atrás.
—Todo lo que le dije el otro día ocurrirá, exactamente dentro de apenas 5 años,
concretamente el 18 de Diciembre de 2027.
—Verá. Esto puede que le sea difícil de asimilar, pero como habrá podido
sospechar o inducir de la foto, no soy de ésta época. Tras el cataclismo consiguiente
por el impacto del meteorito dentro de cinco años, alrededor del 95 por ciento de la
superficie del planeta quedará inhabitable, contaminada por la radiación procedente
del meteorito y alrededor del 80 por ciento de la población del planeta morirá, el resto
sobrevive a duras penas en un conjunto de cuevas y pasadizos subterráneos diseñados
por el Director, todo protegido con un material aislante auto-reparable, el soporte vital
funciona mediante unos filtros de aire.
La fuente de energía del complejo la proporcionan unos depósitos de residuos
radiactivos nucleares subterráneos, por lo que es prácticamente auto-sostenible por
varios miles de años. Entenderá ahora las preguntas de nuestro último encuentro.
—Su proyecto, profesor, por eso tenía tantas ganas de conocerlo. Su máquina
funciona, o, para ser exactos...no funcionará hasta dentro de 10 años...—¡Oh, hay
tantas cosas de las que querría hablarle!... pero no tenemos tiempo para ello ahora, ya
le iré contando y poniendolo al día, según estas vayan surgiendo. Lo importante es
salvar a tantas especies como podamos e intentar impedir la colisión del meteorito, si
es que esto es posible, claro.
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—Sí, ir allí, al futuro, donde se encuentra la base y conocerlo. Así se hará una
idea de la situación y si considera oportuno el ayudar.
—Entiendo...
—Si tan solamente se trata de una persona, no habrá ningún problema, pero
deberías de hablarle antes tú sobre nosotros y sobre lo que hacemos, y para ello, mejor
que sea usted el que se aproxime a él que que lo haga yo ¿entiende, señor Michel?.
—Ésa es la idea.
—¿O sea, que vamos casi a extinguirnos? —Y... ¿Cuando me dijiste que llegaba
el meteorito a la Tierra?. —Pero... ¿te fías de ése Forrester?.
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Capítulo XI. La Reunión
Durante más de medio minuto los rociaron intensamente con los chorros de
aire cargado con sustancias anti-radiactivas que se solían utilizar en las salas de
descontaminación radiactiva. Forrester evitó pasar por donde iban ellos y en vez de
entrar en la cámara de descontaminación, cruzó al otro lado por una pequeña
plataforma deslizante que maniobró mediante un mando, el cual recogió de una
pequeña mesa en la esquina de la sala.
Henry pulsó el botón, al principio no sintió nada, pero apenas dos segundos
después, sintió como si sus mismas moléculas, su propio cuerpo se descompusiera en
millones de microscópicos átomos para entrar en una especie de túnel luminoso y a su
alrededor se proyectaban miles de imágenes a toda velocidad de distintos hechos y
sucesos históricos, era como ver la historia futura representada ante él a rápida
velocidad.
Finalmente las imágenes se fueron poco a poco ralentizando, empezó a poder
casi tocarlas a lo largo del tubo luminoso de imágenes; finalmente todo cambió y, tras
sumirse en la total oscuridad, pudo por fin ver que se encontraba ahora en el interior
de lo que le pareció ser un túnel oscuro donde, desde el fondo del mismo, una persona
vestida con un traje antiradiación tipo hazmat de color blanco se acercaba hacia él
lentamente.
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Por su vestimenta, a Henry le pareció que se trababa de un médico. Cuando su
visión se ajustó y las imágenes dejaron de moverse, vio que se encontraba en el interior
de una enorme burbuja o esfera de cristal, que al instante reconoció, ¡era parte de su
máquina del tiempo, la máquina que acababa de empezar a construir! ¡vaya locura!.
—Bien, me alegro. ¡No sabe usted el honor que supone para mí el conocerlo y
verlo en persona, profesor!. De verdad, esto es un acontecimiento único que nunca
pensé que podría ver.
—Lo entiendo perfectamente, la privacidad es buena y claro, hay que tener una
tapadera del algún tipo.
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—Veo que sí lo entiende. Mire, mucha gente quiso apoderarse del proyecto, e
incluso en un momento dado se descubrió a dos espías rusos en el interior de las
instalaciones, a los que se aprehendió y expulsó de inmediato, por supuesto...
—Hay que tener mucho cuidado con los espías industriales, aseveró Miles, pero
todo eso si bien son cosas muy interesantes, también son asumibles dentro de todo
proyecto. Si es tan amable, querría que me contara algo de lo que aún no le haya dicho
a Henry, en esencia, y que yo tampoco sepa, porque verá usted, señor Forrester,
presiento que quedan cosas por saber de las que todavía no nos han informado.
—Es sin duda usted muy perspicaz, señor O´Brien. Sin duda alguna es más de
lo que parece a la vista, si me permite decirle.
—¡Oh, por favor! alábeme todo lo que quiera señor Forrester, todas las
alabanzas son bienvenidas, pero lo advierto que no me encandilará con ellas.
—Mire, tiene razón, aún quedan cosas por revelar, pero por ahora puedo
tranquilizarle asegurándole que lo sabrán todo a su debido tiempo.
—De acuerdo, me vale de momento con eso, dijo Miles. Y ahora, brindemos por
una fructífera cooperación y por salvar el Mundo. Ambos entrechocaron las copas en
pos del éxito de la operación.
(En esa misma hora, minuto y segundo, pero cuarenta y cinco años después, en 2067)...
Henry y su acompañante se pararon ante una gran puerta metálica dorada, parecía
una especie de sala de juntas.
—Muchas gracias.
Henry se sentó en una de las dos sillas que había en el despacho, sobre la mesa
había una serie de documentos, los cuales ojeó rápidamente sin prestar demasiada
atención, se trataba de los planes de localización de una sustancia radiactiva en el
ártico, pero pasado un tiempo, nadie entraba al despacho. Como se aburría, le dio por
encender el ordenador; en el escritorio había un documento de Word dirigido a él, que
indicaba: "Henry, abre éste archivo," ahí había un link. Intrigado, clickeó dos veces el
mismo, tras lo cual se abrió un archivo de audio.
—Bienvenido Henry, sin duda las circunstancias no son las idóneas para la
revelación que voy a hacerte y por mi parte, yo también esperaba que hubiesen sido
distintas. Te empezaré a hablar de mi vida: Crecí en una modesta familia en el Sur de
Surrey, mi padre era tendero, mi madre enfermera de un hospital de la capital,
Guildford, soy hijo único. Mi sueño siempre fue dedicarme a la ciencia y ayudar con
mis conocimientos al Mundo... según Henry iba escuchando una sensación de sorpresa,
miedo y asombro se fue apoderando de él.
105
ése año, hecho que fue bastante duro para mí y a falta entonces de amigos, me centré
en los estudios, mi padre fue mi único apoyo familiar en aquella época. Tras ello, hice
finalmente varios amigos en un campamento de verano para jóvenes científicos al que
precisamente me llevó mi padre. Años después fui a estudiar Ingeniería Aeronáutica al
MIT en Massachussets gracias a otra beca, la cual obtuve gracias a que gané un
concurso de televisión de jóvenes científicos de preguntas y respuestas al cual me
inscribió mi padre. Me gradué muy joven y de forma muy rápida en apenas 2 años y
estudié Físicas en Harvard, donde coincidí nuevamente con la que es hoy mi mujer,
Jenniffer y tras mi etapa académica en la Universidad, volví a Inglaterra y solicité
trabajo en la Universidad de Oxford, donde obtuve una plaza como Profesor... sí, ahora
ya sabes quién soy Henry, pues yo soy... tú, y tú eres yo, ambos somos El Director.
11.2 El Director
—Me temo que es todo cierto, —dijo quien entró por la puerta, que no era otro
que él, salvo que aparentaba tener alrededor de casi 40 años más que él.
—¡Dime que no hemos tenido nada que ver con las recientes muertes en mi
época o con las desapariciones de científicos, o con la de los animales en los zoos!.
—¡Ojalá pudiera decirte que no se han cometido errores! pero te aseguro, que
los culpables serán aprehendidos y debidamente amonestados.
—¿Que se han cometido errores, dices? ¡Ha muerto gente! ¡Habéis...! Henry hizo
un pausa leve, dándose cuenta de su error... —¡Hemos asesinado a gente, Henry!.
—¡Tú no sabes como ha sido! ¡Tuve... quiero decir, tuvimos que tomar
decisiones imposibles en un momento imposible! ¡La mayoría de la humanidad ha sido
aniquilada!, ¡corre peligro nuestra propia existencia como civilización, joven Henry! ¿No
te das cuenta de lo que eso significa? ¡Henry!... —hasta llegamos a curar el cáncer con
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una terapia revolucionadora basada en años y años de tratamientos experimentales
basados en el ARN Mensajero para identificar las proteínas con cáncer y eliminarlas
creando una cura viable...
—¡No quiero convertirme en ti! ¡Y ahora mismo, me importa una mierda ahora
el dichoso cáncer! le gritó Henry a su yo anciano, mientras cogía rápidamente una
pistola del expositor de armas de la esquina del despacho y la dirigía hacia sí mismo e
intentó dispararse varias veces, sin éxito alguno.
—Siento decirte, Henry, que tras lo sucedido la última vez, les quitamos todas
las balas a los rifles expuestos en el despacho. Y... no te recomendaría usar el mando
para volver, lo acabo de desactivar.
—¿Qué has dicho? ¿Tras la última vez, dices? No... yo no había estado antes
aquí, ¡lo recordaría!... y, no lo entiendo, ¿tanto me odias, quiero decir, tanto te odias a
ti mismo que has tenido que tenderte una trampa, bueno, a mi, a tu yo pasado, para
atraparme?
—¡Henry! Ésta es la sexta vez que los dos nos reunimos aquí en ésta época. Y
no, no te odio, no me odio, justo lo contrario, te hemos traído para que nos ayudes.
Henry se cayó al suelo, abatido, tremendamente agobiado y con falta de aire por el
ataque de pánico que estaba teniendo ante tantas revelaciones juntas.
—¡Caray! —supongo que no es buena idea soltar tantas cosas de golpe, ¿no crees, Ana?
—No podría estar más de acuerdo contigo, hermanito. Venga, pasa ya la página.
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Capítulo XII. A la sexta va la vencida
El Henry más mayor comenzó entonces a divagar, hablando él sólo en voz alta...
—Cada vez era más lejos, los enviábamos más años hacia atrás, al pasado, y
nunca conseguíamos cambiarlo, al primer hombre lo mandamos veinte años al pasado,
al segundo treinta, al tercero cuarenta y dos, al cuarto treinta y cinco años... al final al
último lo enviamos unos cuarenta años al pasado, y de eso hace solamente dos días,
era un joven de veintidos años, tiene ahora sesenta y dos. Pequeños cambios, incluso
infinitesimales en el pasado, implican cambios mucho mayores en el presente, esto se
ve incluso dentro del mismo período de tiempo, por ejemplo, el aleteo de una mariposa
en Sri Lanka pueda provocar un huracán en los EE.UU., es lo que se llama el...
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—No somos ahora exactamente los mismos que éramos entonces, —repitió a su
vez el joven Henry, tratando de comprender y racionalizar lo que acababa de escuchar.
—La última vez, agarraste un arma del expositorio del despacho y te disparaste,
así que desesperado, recurrí a la última opción posible, aquella que nunca habría
querido tomar y, por eso, antes de que murieras desangrado, envié a nuestro hijo
Michael al pasado a unos meses antes de la vez anterior.
—Entiendo.
—Pero déjame contarte una cosa más antes de que te presente al resto del
equipo. En 2024 se produjo un descubrimiento asombroso. Primero, y para ilustrarme
mejor, empezaré desde lo básico, con los aminoácidos:
—Las proteínas están formadas por aminoácidos. Estos no son más que los
ladrillos con los que están construidas. Hay veinte aminoácidos distintos, cada uno con
unas características específicas. Verás joven Henry, es como tuvieras ladrillos grandes,
pequeños, rojos, amarillos, negros... en fin, con toda una gama de propiedades que los
distinguieran fácilmente unos de otros. Los aminoácidos se enlazan formando cadenas
que llamamos péptidos, o cadenas polipeptídicas, que una vez madurados serán las
proteínas que forman parte de nosotros, o cualquier otro ser vivo. ¿Ves? son parte
integrante de nuestro ser.
El viejo Henry dibujó entonces una especie de hendidura o pliegue de una roca.
—En el caso, por ejemplo, de una enzima, el pliegue de la cadena, siendo aquí
representada por la roca, es crucial. Una enzima viene a ser un catalizador que nuestro
110
propio cuerpo construye para conseguir que muchas de las reacciones químicas que
necesitamos en nuestro metabolismo sean más rápidas, o incluso para que sean
posibles. Las enzimas son, por lo tanto, también proteínas, con una forma especial que
les permite unirse a los substratos de la reacción y ayudarlos a llevarla a cabo. Luego
la enzima libera los productos y regresa a su estado inicial. Imaginemos que esta
enzima deberá acoplarse a un substrato de forma cuadrada.
—Y...
—Función, claro.
—El genoma...
—Es otra parte consecuente de ello, pero no nos desviemos de la cuestión que
tenemos ahora entre manos. Digamos, por decirlo de forma sencilla, que la información
será procesada de manera que el resultado final sea una flamante proteína. Las
instrucciones de montaje de la misma se agrupan en un gen, o veces, en varios.
Estrictamente hablando, podríamos considerar como un gen como aquella fracción de
ADN que se transcribe a ARN; de esta forma, el paso de ADN a ARN se llama
transcripción, mientras que el ARN es una molécula de estructura y composición
similar al ADN.
—ADN y ARN
—La diferencia funcional más importante aquí, joven Henry, es que el ADN se
comporta como un almacén estable de la información, y el ARN como un mensajero
111
entre el almacén y el procesado de esta información. Ahora bien ¿ qué ocurre si esta
información en el ADN aparece de forma errónea, digamos, mutada ?
—Tenemos un cáncer.
—¿Entonces?.
—¿Y con todo esto, cuál fue el descubrimiento clave? —preguntó el joven Henry,
ya muy intrigado.
—Estoy casi seguro de que ya sabes en el fondo a donde lleva todo esto. Resulta
que se descubrió un tratamiento revolucionario basado en un método mixto,
combinando células madre y cadenas de péptidos que corregía las anomalías o
alteraciones en el ADN y también los errores en las proteínas y mediante la
manipulación y, digamos reescritura primero de éstas, corrigiendo las proteínas que
funcionasen de forma incorrecta o directamente no funcionasen, se vio que se
conseguía curar el cáncer de forma efectiva en hasta un 92% de los casos, y con todos
los tipos de cáncer conocidos
—En efecto, joven Henry, lo fue. Y si bien no se llegó al 100% de éxito sí que fue
muy significativo. Y dicha esta buena noticia, volvamos a las malas noticias. Déjame
decirte que lo peor de toda esta situación de la que te hablé es que éste no es siquiera
el único problema que tenemos entre manos Henry, aseguró el anciano, pero como dije
112
antes, déjame primero que te acompañe al despacho para que conozcas al resto del
equipo.
—Una cosa, no había querido decir anda antes, por educación pero...¿todos
esos robots?.
-—Sí, ¿de donde han salido? ¿Cual es la historia tras ellos?. ¿Son
autoconscientes? ¿Tenemos acaso a unos posibles Terminator entre nosotros?.
—De acuerdo —dijo el joven Henry finalizndo así la conversación sobre ese
tema, por el momento.
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Realidades alternativas en Regreso al Futuro II, debidas a Biff Tannen
114
Capítulo XIII. La Sala de tanques del Arca
Henry condujo entonces a su homólogo joven por un pasillo con las paredes y el
suelo acristalados, allí miró maravillado a su alrededor y, mirando hacia abajo, vio
cómo se podían distinguir los niveles inferiores del complejo; la poca luz que se filtraba
desde la superficie daba al conjunto un aire casi mágico.
Flora/Fauna, en la -11 Henry leyó escrito esta vez en letras rojas, a diferencia
del resto, que eran negras: Capilla/Morgue y el resto de plantas inferiores, de la -12 a
la -17 al parecer estaban dedicabas a zonas residenciales, ya que todas indicaban lo
mismo: habitaciones, en la -18 indicaba: AA y finalmente en las últimas dos plantas se
podía leer: I+D en la -19 y en la -20 y escrito en letra cursiva y negrita ponía:
Aulas/Escuela. La -21 no indicaba que tuviera nada en ella, era raro.
—No abrumen tan pronto a nuestro joven invitado, doctores, ya habrá tiempo
más adelante para que lo vea todo. Disculpa a Charles Adegoke y a Nora Brown, Henry,
son dos de nuestros mejores Biogenetistas aquí en el complejo, Charles además es
también un reputado biólogo y Nora se está formando también en Micología, hay que
especializarse en muchas cosas estos días ¿no crees Henry?.
—Bueno, si me preguntas a mi, como científico te diré que nunca está de más
saber algo nuevo... respondió sonriendo Henry de forma gentil.
Tras saludar a los doctores y de forma muy educada rechazar por el momento
su amable invitación, pasaron de largo y se dirigieron hacia el pasillo central, allí,
sobre la entrada podía verse una inscripción claramente escrita en caracteres Times
New Roman y en negrita la cual rezaba: "Especímenes Animales del Arca" y a su vez
sobre los otros pasillos, uno a la izquierda y tres a la derecha del pasillo central:
"Muestras Vegetales del Arca", "Muestras minerales del Arca" y sobre el último
115
"Registros del Arca - especies animales: Tierra, mar y aire/Criogenización" tras llegar al
final del pasillo central, llegaron a una gran sala con unas cápsulas tapadas con
bellas lonas de tela dorada para tapar el polvo. En realidad se trataba de una especie
de tanques de conservación.
—Bienvenido a la sala Vip de tanques del Arca Henry, le dijo su yo mayor. Todo
mi, esto... mas bien nuestro trabajo condujo a esto, como verás ahora.
Se acercaron a uno de los tanques del Arca, había muchísimos, desde lo lejos
pudo ver que al fondo de la sala había un enorme acuario. Al levantar la lona del
tanque al que se habían acercado, Henry pudo contemplar en el interior del mismo una
pareja enorme y muy bella de Jaguares de Arizona conservados en éxtasis.
Hacia el otro lado de la sala había 5 o 6 tanques más pero Henry se sintió muy
impresionado por los 3 del centro, incluso estando todavía vacíos y finalmente se
acercó al del final de la sala, obviando al resto de los tanques que se encontraban en
medio, el acuario estaba vacío pero en la placa del frente ponía en letras doradas:
"Megalodón". Satisfecho con lo visto, decidió que ya vería el resto de las salas del Arca
con más detalle en otra ocasión.
—Ya veo que te has quedado muy impresionado con estos 3, supuse que serían
justo esos, después de todo, yo soy tú dijo riéndose su otro yo. El Dodo será nuestro
próximo proyecto, y eres más que bienvenido a participar en la recuperación. El
presidente ya ha dado luz verde a la operación, por lo que como Director, daré luz verde
lo antes posible a la operación.
—Jajajaja bueno no, yo solamente dirijo ésta operación, que a decir verdad es el
proyecto de mayor importancia Mundial, todo sea dicho, eso sí bien cierto, pero el
Presidente es quien lo dirige todo.
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dichos obviamente, lo que sí existe tras el colapso Mundial por el incidente del
asteroide y que se creó años después, es una coalición de Gobiernos Unidos, conocida
como El Gobierno Mundial, con los supervivientes de muchos antiguos países, ahora
todos reunidos como uno solo. Hay delegaciones subterráneas en lo que era Europa,
también aquí en América, otra en Oceanía, una en África y una en Asia, básicamente
una bajo cada antiguo Continente y todas ellas están conectadas entre sí a través de
los túneles subterráneos. Nosotros diseñamos nosotros todo el sistema, Henry. Te lo
digo, por si algo del diseño del mismo te viene en algún momento a la cabeza como una
idea. Se estableció un Presidente Mundial y cada cuatro años se celebran elecciones,
no hay límites de mandatos y todo aquel que sea mayor de edad puede participar en las
mismas. El actual Presidente está en su sexto año de mandato, y lo conoces muy bien
Henry, es nuestro amigo Miles.
—¿O´Brian?.
—El mismo que viste y calza jejeje—le respondió su yo adulto sonriendo ¿hemos
llegado lejos desde aquel verano en el campamento de ciencias, verdad?.
—Desde luego, y hoy día y tal y como establecimos de forma hipotética durante
aquel verano, puede decirse que el futuro del Mundo está en nuestras manos. Henry
miró su reloj, por algún extraño fenómeno temporal, no funcionaba, parecía haberse
parado en la hora que dejó su época. Se miró a sí mismo, a su yo mayor durante unos
instantes y dijo: "Estoy listo, vamos a por ése Dodo".
—¡Qué impaciente! Pero supongo que tienes razón, éste es tan buen momento
como cualquier otro.
—No tan deprisa muchachos, antes dedicadme unos comentarios para la sala
de prensa, dijo una bella mujer que entró en la sala, micrófono en mano, la cual miró
primero al Henry mayor y, tras guiñarle un ojo se giró a continuación en dirección al
Henry joven, lo miró detenidamente y lo abrazó fuertemente, a Henry le costaba
respirar.
—¡Ay, Henry, sigues estando para comerte vivo, dijo sonriendo la mujer
mientras aflojaba su fuerte presa sobre él!.
—¡Trátalo con más cuidado mujer!, que le vas a asfixiar así al pobre—la espetó
el Henry viejo, y además, no sé yo si ya te ha conocido en su época.
—¡Quédate con esta frase! —respondió Henry, —"Estamos reparando los errores
pasados de la Humanidad".
117
—Y supongo que volvemos al tema de los errores, hermanito.
—Padre siempre dice que uno debe de coger todo lo malo y convertirlo en algo bueno.
—¿Y bueno, no?, ¡tenían literalmente una máquina del tiempo, Miguel!
—Pero recuerda lo que dicen, Ana, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad"
(siglo I a.C. Damocles).
118
Capítulo XIV. Objetivo Dodo
Tras arreglarse y vestirse adecuadamente acorde con la época que iban a visitar
y tras repasar durante unos minutos varias frases de español antiguo, Henry se dirigió
hacia la máquina del tiempo, y mientras el resto iba entrando en la misma, sus
pensamientos se centraron en su amada Jenniffer, la cual se encontraba en esos
momentos tan distante en el tiempo. Henry se subió el último en la cápsula temporal,
la máquina del tiempo que él aún no había acabado de fabricar en su propio tiempo,
sino que recién comenzaba a construir.
119
Henry tenía un buen nivel de idioma en español, el cual estudió unos años
atrás años motivado por su buen amigo de la infancia, español y físico como él, Juan.
Salieron de la máquina del tiempo y escondieron la cápsula minuciosamente tras unos
matorrales. Poco después, unos lugareños se acercaron a ver a qué se debía tal
alboroto; antes de que el joven Henry pudiera hacer nada su yo mayor se adelantó a él
y se acercó a ellos.
—Le doy las gracias, buen omne, que Dios todopoderoso lo bendiga.4
120
—Es la noche de los lobos, señor...
—¡Henry! me llamo Henry, Henry Michel, soy siervo del barón, —mintió Henry.
—Me llamo Emilia. Es un placer conocerlo. Desde luego, qué dura vida la
nuestra, siempre sirviendo a algún noble señor, ¿verdad?.
—No es por usted señor, es por mí, lo necesito otrosi7 mismo, lo respondió la
joven, procediendo a empalarse sobre su enhiesto miembro mientras lo cabalgaba lenta
pero vigorosamente, y ahí mismo se consumó un bello acto de amor, con tan sólo la
luna como testigo silenciosa del mismo.
—Lo mejor es lo típico, rodear a cada espécimen y luego capturarlo tras haberlo
aturdido, señaló el líder de los soldados que les acompañaban, que además era el más
experimentado de ellos.
Los siguientes 7 días los pasaron perfeccionando los detalles del plan y evitando
al máximo el contacto con el resto de la tripulación y de otros pasajeros. Finalmente
llegaron a Isla Mauricio y se despidieron del capitán, al que dieron las gracias. El bajel
zarpó, rumbo a otras costas. El grupo se desperdigó en un amplio área para abarcar
bastante terreno, los soldados se adelantaron al resto para hacer de exploradores, Los
2 Henrys se quedaron juntos, varios metros por detrás del resto.
—Esto es neutralizar y asegurar Henry, tiene que ser una maniobra rápida le
indicó el Henry mayor. De esta forma se es más efectivo cuando se caza.
—Bueno, no es que cacemos de por sí, pero sí que empecé a leer unas viejas
revistas de caza de un tiempo aquí atrás, ya sabes, por mantenerse uno informado,
nunca me... nos han interesado esas artes, —matizó su yo mayor, auto corrigiéndose.
6 Muchos ha casi meros esclavos: En Castellano antiguo ("Muchos somos casi meros esclavos").
7 Otrosi: En Castellano antiguo ("ahora").
121
—Ya veo.
—Se trata de una hembra, mi señor, —le dijo a los dos Henrys uno de los
soldados.
—Nos falta por lo tanto un macho, será más fácil, dijo sacando un trozo de
algodón y mojándolo con un poco de alcohol, luego se acercó a la hembra para
empapar con su esencia y feromonas el algodón.
—Con esto atraeremos al macho hacia la hembra siendo más fácil el capturarlo,
muy hábil señor, dijo el jefe de la unidad de soldados felicitándolos.
—¡Atrapadlo! —gritó el joven Henry tras caer la red sobre el animal, que fue así
capturado.
122
Capítulo XV. Saludos Tatatatatarabuelo
Pocos días tras volver de la misión de recuperación del Dodo, uno de los Cyborg
de seguridad les comunicó que tenían una visita inesperada en el despacho. Se trataba
de un chico joven, moreno, de sobre un metro y 92 cm de altura y que rondaría
aproximadamente los 25 años. El chico entró en el despacho con un aire ceremonioso.
El joven miró a todos los presentes en la sala, en concreto sólo a los hombres,
pasó de Miles a los dos Henrys, tras lo cual sonrió y luego hizo una reverencia ante el
joven Henry.
—Antes de entrar a ésta sala se me conocía como Theo Walcott, aunque debería
de decir que ahora acabo de confirmar, que en realidad soy Theo Michel, su
Tatatatataranieto, señor Henry.
Henry miró anonadado al joven, casi incapaz de creer lo que veían sus ojos.
—Pero... no puede ser, yo, no tengo siquiera ningún hijo... bueno, realmente
quiero decir que aún no los he tenido.
—Te dije que no debías haberlo hecho Henry, le dijo a Henry su yo mayor en
forma de reproche.
—Va a ser que sí, —dijo Theo—, eres tú, mi Tatatatatarabuelo, el dibujo no
engaña.
—¿De qué habláis? ¿Qué hiciste, Henry? —le preguntó directamente Jenniffer,
temiendo la respuesta.
—Cari, yo...
123
—¡Jenniffer! el Henry anciano salió tras ella, para tratar de calmarla.
Henry siguió por los pasillos a su mujer, que se encontraba muy enfadada.
—¡Jenniffer, espera!.
Jenniffer respondió mientras seguía andando unos metros por delante, y una vez llegó
a la escalera se detuvo a esperar a su marido, luego bajaron juntos al piso -7, donde se
encontraban la sala de ocio y el teatro, se dirigieron a la sala de ocio andando muy
despacio
—¡No quiero oírlo! ¿Así que no sólo estabais de misión, sino que también
aprovechasteis para divertiros, verdad? ¿teníais que ultrajarme? ¡Espero que os hayáis
divertido de lo lindo!.
—A ver, ¿tú estabas ahí, verdad? ¡Lo permitiste entonces! ¡culpable por
asociación!.
—Pues resulta que no, que me encuentro aquí mismo y déjame decirte una cosa
querido ¡aún siendo mayor, sigo siendo tu esposa y por tanto, su esposa, por tanto ésa
no es excusa!.
Los dos se sentaron frente a una mesa de ajedrez y empezaron a echar una
partida mientras Henry trataba de calmar en la medida de lo posible a Jenniffer.
—Buena jugada.
—Si quieres volver a ir a otra misión con él y volver a liarte con una pelandusca,
eres libre de hacerlo, no voy a ser yo la que te retenga, mi amor.
—¿Quizás, qué?.
—Trata de entenderlo.
—Lo pensaré. De todas formas, que no espere que le hable al menos durante
una buena temporada, y en unos años, serás tú al que no le hable, no lo olvides,
aunque no hayas hecho nada fuera de este complejo...
124
—¡Dichoso asteroide!.. No aguanto más estas dichosas paradojas temporales.
¡Mira, te como tu alfil con mi peón! ¡Jaque! ¿De verdad crees que es una buena idea,
Henry?.
—Esos dos, eran uña y carne. ¡Qué desgracia!, pobre Juan. Que Dios escuche
tus palabras mi amor. Y hora... muevo mi caballo y como tu peón de arriba, ¡jaque!.
—Por vez primera puedo tomarme un respiro en la partida. Por cierto, no le cuentes
nada aún a Henry sobre el misil nuclear, Miles pretende decírselo durante una de las
próximas reuniones, para ponerlo al día...
—¡Oh, pobre Thomas! la muerte de Juan nos afectó a todos, pero sin duda a él
más que al resto, eran muy cercanos, alguno incluso diría que eran más que amigos.
Y...ya que lo mencionas, lleva ya un año sobrio y aún sigue acudiendo todas las noches
por precaución, las reuniones lo ayudan a mantenerse fuerte.
—Y lo está, verás Henry, viene por la noche solamente para acudir a las
reuniones e inmediatamente se vuelve a ir tras acabar las mismas. Eso nos contó la
noche de su primera reunión antes de volver al complejo, donde vive el grupo con el
que están negociando.
—Bueno, esto ha sido desde luego algo inesperado, dijo el joven Henry a Theo.
125
ser mi perdido Tatatatatarabuelo. Desde luego, al principio no podía creerlo, pero tras
un tiempo, y ya pensando sobre todo ello, todas las locas historias que siempre me
habían contado en casa, comenzaron a cobrar sentido.
—¡Yo...la verdad es que no sé qué decirte Theo! hace apenas unas semanas que
nos encontramos con tu Tatatatatarabuela en el barco, y fue todo algo muy repentino,
en una noche, yo no lo había ni pensado... tampoco pensaba engañar a mi mujer, aún
me siento culpable de ello la verdad, mi otro yo me ayudó a verlo...
—No hace falta que me explique cómo van las cosas del amor y lo pasado,
pasado está, mejor que tratemos de hacer las cosas de otra forma a partir de ahora.
Henry dio un fuerte abrazo cariñoso a Theo, dándole así la bienvenida oficial a
la familia. <<Trataré de enmendar las cosas con Jenniffer más adelante>> —pensó para
sí mismo.
—Nadie es perfecto. Ese fue de los únicos errores que tuvo en su vida, o al menos es lo
que se suele comentar por el lugar... —dijo Ana, remarcando la palabra lugar como si
realmente estuviera hablando de un sitio en concreto.
—Y de los errores uno aprende, —dice siempre Papá, Ana. —La pregunta es, ¿cuando
se dieron cuenta de que se habían separado tanto que antes de que fuera irreparable
dieron la vuelta?.
—Bueno, eso sólo ellos dos lo saben, querido hermano. Únicamente ellos dos, y no iré a
juzgar nada ahora, pero ciertamente eso fue algo feo.
126
Capítulo XVI. Objetivo Sable
Henry solía pasarse las horas muertas escribiendo planes en una vieja pizarra
digital del despacho que su otro yo, su yo mayor, había accedido a compartir con él,
con lo que el Henry joven hacia uso del despacho por las mañanas mientras el mayor lo
utilizaba por las tardes. En esos momentos eran las 12 de la mañana y Henry estaba a
punto de ir a la cafetería a tomar un café, cuando oyó voces viniendo del otro lado del
pasillo subterráneo.
—Te digo, querido, que debemos de ocuparnos de ello, total, van a arder
igualmente y si además, éste futuro, tal y como lo conocemos dejará de existir... ya
que... ¿vamos a cambiarlo, verdad? quiero decir, de eso se trata toda esta empresa al
fin y al cabo, ¡ese es el objetivo!... y además, ¡Laura opina lo mismo que yo! —oyó Henry
a Jenniffer preguntarle a su yo mayor.
—Eso tendrás que preguntárselo al joven Henry, —le dijo su otro yo a su esposa.
—¡A ése no pienso hablarlo en un tiempo! no creerás que voy a perdonarlo así
como así, ¿verdad? ¡Me engañasteis, Henry! ¡Y da gracias que no esté también enfadada
contigo!.
—Yo sólo te digo que con respecto a ese asunto, querida, él es quien toma todas
las decisiones como mi yo pasado y formará quién seré yo en el futuro, como bien
sabes.
—Sólo digo que ya que estamos aquí, ¿bien nos vendría un poco de decoración,
no? ¡Piénsalo!, la Hera de Samos, la Atenea de Lindos, la Afrodita de Cnido, y sobre
todo, ¡el Zeus de Fidias, Henry!.
Henry, ahora muy interesado, escuchó desde el despacho ahora con mayor
atención, para ver de qué trataba todo este asunto.
—¡Él!...¡Yo!. Los dos somos el mismo, corazón, pero lo siento, no puedo decidir
yo eso. ¡Además, para esto lo hemos traído!, ahora él manda más aquí realmente.
En ese momento Henry vio moverse el pomo de la puerta, con lo que corrió
rápido a sentarse en la silla del despacho y fingir que leía un viejo artículo del periódico
sobre el cincuenta aniversario del 11 de Septiembre, el atentado de las Torres Gemelas
en el antiguo Nueva York, en 2001 lo cual le trajo muy malos recuerdos.
127
en 2004 y luego a la erupción volcánica de la isla española de La Palma en Septiembre
de 2021, muchas de ellas debidas a acciones del ser humano ya fuera de forma directa
o indirecta debido al cambio climático. En ese momento la puerta se abrió, eran Miles y
Laura y llamándolo, que lo sacaron de su ensimismamiento
—¿Sigue sin saberse quién es, verdad Miles? le preguntó el joven Henry a su
amigo.
—En tu época se creía que podía ser un joven llamado Robin Gunningham,
pero nadie lo sabe con certeza, otro sospechoso fue el suizo Maître de Casson, pero él lo
negó una vez en su página web, de momento nada es seguro, podríamos vigilar a Robin,
quien se encuentra en el complejo, pero... algo me dice que sería mejor que
respetáramos su privacidad.
—¡Esto es caza mayor, muchachos! esta vez no vais a por unos simples
pajarillos como cuando fuisteis a por los Dodos, no señores míos, ahora tendréis
enfrente a todo un verdadero depredador Alfa y el más mínimo error significaría la
muerte inmediata, los Tigres dientes de sable acechan desde los bosques a sus víctimas
y buscan debilidades y puntos de posible ataque y luego atacan rápido y se marchan
con la presa a la que desgarran con sus enormes dientes afilados, irán siempre a por el
que vean más débil, también pueden tratar de acorralaros y aislaros para ello con lo
que andad con cuidado, y no voy a mentir, alguno podría morir en esta misión con lo
que éste es el momento para que si alguien no se ve apto para la misma que de un paso
atrás y se retire ahora mismo.
Nadie se movió.
—¡De acuerdo chicos, vamos a ir a la Era de hielo y vamos a volver con dos
preciosos Smilodones ! vamos, todos a la de 3, ¡uno, dos, tres!... ¡Hurra!.
128
—Es un trabajo de equipo, –replicó Henry.
—Hace tan sólo unos meses nunca habría jurado que esto fuera posible, créeme
cuando te digo que ha logrado algo muy grande, señor Michel.
—No me sea tan modesto, señor Michel, realmente no se hace una idea de...
—Me alegro de haber podido contribuir dijo de forma educada. ¿Tiene algún
consejo más que pueda ofrecerme como biólogo y que pueda añadir a lo que nos ha
contado ahora el teniente, doctor Charles?.
—Gracias, doctor.
—Sí, ¡dime!.
129
—Nos vendría bien a mi equipo y a mi algo de ayuda. Si pudiera decirle a su
hijo que reclute a alguien para nosotros, se lo agradecería.
—Bueno, no creas, ¿tienen después de todo, una máquina del tiempo, ¿no? —replicó
Ana, sonriendo a su hermano.
130
Capítulo XVII. Michelenium, Elemento 121
—Windsor, cuéntame por favor todo lo que sepas del Michelenium, —preguntó Henry
al Cyborg, quien se activó él solo al escuchar la pregunta.
131
Tabla periódica Elementos 2027
Entre las propiedades más conocidas de los mismos están el ser buenos
conductores del calor, el sonido y la electricidad a temperatura ambiente. El proceso de
extracción de los metales, involucra la reducción de los iones al metal elemental (con
número de oxidación igual a cero). Las propiedades físicas de los metales se refieren a
aquellas cualidades observables y medibles que no alteran la composición del
compuesto.
No es correcto decir que todos los metales en general, son materiales fuertes o
duros con puntos de fusión y densidades altos. Por ejemplo, el antimonio, bismuto y el
manganeso son metales quebradizos, mientras que el sodio y el potasio son metales
suaves. Sus propiedades son las siguientes:
1. Brillo: Una de las propiedades que normalmente distinguen a los metales es el brillo.
De hecho una de las calificaciones de brillo es "brillo metálico".
Sin embargo, los compuestos con silicio, un no metal, también presentan brillo.
Por ejemplo el cuarzo es un compuesto de silicio y oxígeno (no metales) que se
caracterizan por su brillo.
132
3. Maleabilidad: La propiedad de maleable de un metal se aplica cuando este
puede golpearse hasta formar una lámina. Esa es la propiedad que se aplica cuando se
forja el hierro para hacer utensilios y herramientas.
5. Punto de fusión alto: Los metales típicamente tienen puntos de fusión altos.
Por ejemplo, el tungsteno se funde a 3410º y el aluminio a 660ºC. Excepciones a esto
son el cesio que se funde a 29ºC, el mercurio a -38ºC y el galio a 30ºC.
—Perdona que te interrumpa Windsor, pero ¿hay algún dato relevante especial
sobre el elemento, que necesite saber?.
—Pues...
De hecho se estima que puede emplearse para dar energía a todo tipo de
vehículos motorizados, generadores y toda clase de motores.... actualmente el 100% de
los depósitos de este elemento existentes sobre la superficie terrestre, de los cuales
existen grandes cantidades se encuentran en Alaska en forma mineral, en la región de
Anchorage, una zona altamente contaminada por la radiación y con niveles mortales
de la misma de alrededor de 7.500 milisieverts.
133
Durante unos instantes, el inesperado descubrimiento dejó sumido al joven
Henry en un estado de shock y permaneció ensimismado debido a ello durante varios
minutos, hasta que oyó que Miles, a su espalda, quien lo estaba llamando, lo cual lo
hizo salir del trance.
—¡Vaya, esa es una gran cantidad! se sorprendió Laura, que se había situado a
su derecha. ¡Señor Presidente, creo que se nos ha sumado un nuevo objetivo a nuestra
ya de por sí larga lista, dijo Laura a su marido Miles, sonriendo.
—Debes de entender Henry, que con todo lo que pasó en esa época, nadie
reparó en ello. Y es que entre las revueltas animales, la aparición de la pandemia del
Permiren 22, el surgimiento del grupo eco-terrorista Finisterra...
—Ya, entiendo, supongo que pasaría desapercibido entre tantas cosas... y ahora
que lo mencionas, la pandemia...
—Verás Henry...
134
El joven Henry se llevó las manos a la cara, en clara expresión sombría.
—Bueno, será mejor que nos centremos en lo positivo ahora, que es lo que
importa chicos. Tenemos por donde empezar.
Todos se quedaron unos instantes en silencio, tras lo cual Miles levantó el puño
derecho en señal de victoria
—En efecto, amigos, hay que recolectar Michelenium, afirmó sonriendo Miles
como conclusión al tema.
Henry quiso hablar en privado con su versión mayor, para lo cual ambos
salieron del despacho y se internaron en los pasadizos subterráneos.
—Oye Henry, hay una cosa que querría preguntarte, la verdad es que no me
había atrevido a hacerlo hasta ahora...
—Verás, Henry... Johan murió aplastado por una torre eléctrica que se
derrumbó encima suyo y Juan... la voz se le quebraba... las lágrimas empezaron a
asomar en sus mejillas...
—¿Y qué hay de Juan? —volvió a preguntar el joven Henry, muy inquieto, a su
viejo yo.
—Juan... murió de cáncer hace muchos años, provocado por la radiación que
produjo el asteroide al estrellarse sobre la tierra, fue a investigar unas plantas de la
zona y se vio inmerso en todo aquello, y cuando quiso huir ya era muy tarde, la
radiación lo había invadido todo el cuerpo. Pedro y Thomas se encuentran ahora
mismo en misión diplomática en otras instalaciones subterráneas, unas que se
encuentran al otro lado de las pistas y que se cree que pertenecen a un grupo
anarquista sin afiliación alguna y anti-gobiernos, están tratando de establecer una
Alianza entre el Nuevo Gobierno Mundial y Ellos.
Las duras noticias impactaron a Henry quien, al igual que su versión más
adulta, tampoco pudo contener la emoción.
135
—¿Cuántas veces habéis fracasado?.
—Lo hemos intentado ya 8 veces, al final nos dimos por vencidos en ese aspecto
y dejamos aparcado por el momento el proyecto, por eso estamos con el que era el plan
B, nuestro plan del Arca, pero ahora que estás aquí Henry, podría...
—Entiende que nadie esperaba que Tennu golpease la Tierra, sino que a lo
sumo pasase cerca pero a cientos de kilómetros de la misma, los cálculos existentes
estimaban que había entre 1 y 2.700 posibilidades de estrellarse contra la Tierra en
algún momento del siglo XXII, entorno al 11 de Septiembre de 2.175, así que nadie lo
tomó en serio, creyeron que sería como el Bennu, previsto para el 25 de Septiembre de
2.135 pero que fue descartado que impactase finalmente contra la Tierra y empezaron
a llamarlo de forma burlona el "Torres" ya sabes, por las...
—Las Torres Gemelas, me imaginaba que sería por eso, y de muy mal gusto,
por cierto, el dichoso nombrecito.
—Jajaja. Y claro, está el hecho de el transportar las piezas por todo el país, lo
cual sería algo clave, convino también Henry con su yo mayor.
—Diseñó una gran sala de 300 metros cuadrados dividido en varias habitaciones con
distintas pistas y claves en plan ocio, es divertida. Durante la cena lo comentamos.
—Sí, creo que es una buena ocasión para celebrarlo. Y por la noche podríamos
contárselo al resto, anciano, durante una partida de trivial. Una última cosa, y ahora
que me acuerdo, antes estuve donde la máquina y noté algo raro, parecía tener caliente
el motor, ¿ sabes si alguien ha hecho algún viaje no programado ? Que oye, no pasa
nada, en principio todos los del grupo son libres de escaparse un rato a alguna época
pasada si quieren tomarse un respiro...
136
—Pues no que yo sepa, joven Henry, pero preguntaré al resto por si
acaso, quizás Miles sepa algo.
—¿Sabes qué, sabio Henry? Todo esto me ha hecho pensar en una cosa,
cuando una empresa necesita que otra empresa le reparta los bienes y mercancías,
necesita un local o galería comercial bien para venderlos luego o para recogerlos, y ése
sitio debe de ser por un lado conocido pero sin llegar a ser demasiado llamativo para no
generar sospechas e ningún tipo y a la vez tener cierto... encanto.
—Henry remarcó bien esta última palabra como queriéndole dar a propósito
otro significado mientas le sonreía a su versión mas vieja.
137
—A veces me olvido que no somos las dos únicas cabezas pensantes del recinto
jovencito y luego te veo y recuerdo cómo echaba de menos ése ímpetu y espíritu
aventurero que tienes, que en definitiva solía tener yo cuando era tú, un joven, esas
ansias de descubrir nuevas cosas cada día es lo que nos impulsa a seguir tratando de
lograr aquí lo imposible, de tratar de ser mejores cada día que el día anterior.
El joven Henry abrió un cajón de la gran mesa del despacho y sacó una
pequeña llave dorada, luego se dirigió a un armario de la esquina contraria del
despacho, lo abrió y sacó una botella de whisky. Sirvió 2 copas bien llenas.
—Como te dije, lo había estado guardando Miles para una ocasión especial y
¡qué rayos!, ¡No podría haber ninguna situación más especial que esta! ¡Tomémonos
un buen trago de este whisky!: ¡"Un Rittenhouse Straight Rye 100 Proof!".
Los dos chocaron las dos copas a modo de brindis y bebieron al delicioso cóctel
—¡Guau, vaya rico sabor especiado, dijo el joven Henry paladeando la bebida
con cara de felicidad!.
Al conectar el explorador, la web lo dirigió a una web que informaba de algo, aunque en
su estado actual, no era lo que había querido buscar.
—Nuestro tatatatatatatata...hic...tatata...hic.
El joven Henry hizo un gesto como si estuviera disparando con una ametralladora Ak-
47.
—Tatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatatarabuelo...hic.
Media hora más tarde, la puerta del despacho se abrió y por ella entraron Laura,
Jenniffer y Miles. Dentro se encontraron a los 2 Henrys, el mayor tendido sobre el suelo
riendo, y el joven cantando y bailando la Macarena, una vieja canción española. Era
muy evidente que estaban ligeramente borrachos; sobre la mesa, Miles pudo ver una
botella a medio beber.
—Espero que todo esto sea por algo importante y sólo porque habéis bebido del
Rittenhouse.
138
—¡Eso, eso... jaja! ¡Dále a tu cuerpo, ale...!.
—Cosa buena...
—Si uno quiere construir algo a partir de piezas y fabricarlo de forma que pase
desapercibida, primero necesitas distribuirlo por el país pieza a pieza y luego reunir
las piezas en un centro o empresa, digamos por ejemplo, una gran galería comercial y
allí bien comprarlas o recogerlas, esto último si las has pagado antes de antemano
claro, lo mejor para hacerlo de la forma más eficiente es a través de una gran empresa,
que sea muy conocida, pero por otra parte esto haría que alguien se diera cuenta de lo
que estás haciendo, y dejaría entonces de pasar desapercibido...
—Bueno, también nos topamos con ese asunto, Jenniffer, respondió el joven
Henry.
—Como ya he comentado, no puedes hacer una cosa sin la otra, si uno quiere
vender algo de la forma más eficiente necesita la mejor empresa.
—Y ahí es donde nos dimos cuenta de que para que ambos factores
coincidiesen había un detalle que no habíamos considerado todavía, y es el tiempo.
139
—¿El tiempo, Henry? volvió a inquirir Jenniffer a su esposo de forma
persistente, como el gato que persigue a su presa.
—¿Y si las piezas las lleváramos a una época pasada y...las dispersamos
primero por el país, para pasar desapercibidos, por decirlo de una forma y pasar así
bajo el radar y tras ello, cuando las cosas se calmen, las juntemos todas en un mismo
sitio, digamos en la galería comercial, donde a través de una empresa que crearemos
previamente, las compremos para montar el misil.
—Una vez hecho eso, por supuesto, para lo cual aún tardaremos un tiempo,
pues ya habéis fallado varias veces antes de mi llegada, implementaremos nuestro
plan.
—¿Cual diríais que es la mayor cadena de paquetería Mundial hoy día? ¿Bueno,
quiero decir en realidad, cual era la mayor cadena antes del?... ya sabéis, preguntó
Henry a su entretenida audiencia.
—Antes del desastre del Asteroide, era UPS, la cual empleaba a más de
495.000 personas en todo el mundo y en 2019 entregó la asombrosa cantidad de 5.500
millones de paquetes y documentos. En 2019 el valor de la empresa era de 29.300
millones de dólares.
—Bien, bien, dijo Henry asintiendo. Y ahora decidme, pues esta es la pregunta
del millón como dicen: ¿Si nos fuéramos a los años 50, ¿ cuál era una de las mayores
galerías comerciales del Mundo, a la cual iban muchos de los grandes actores de la era
dorada de Hollywood?.
Todos se quedaron callados, incluso su versión mayor, que sabía la respuesta pues
esperaba que el joven respondiera él mismo su propia pregunta.
—Pues si hoy tenemos entre otra muchas, Macy´s, Harrods, el Mall de América
en Minnesota, el Sunway Pyramid de Malasia o el Krzywy Polaco, en los años 50
estaban las grandes galerías Comerciales del Encanto en Cuba, una de las más
espectaculares del Mundo y la favorita de muchas de las grandes estrellas de
Hollywood como Tyrone Power, John Wayne, César Romero o María Félix entre otros
muchos y que fueron considerados un modelo a seguir por la industria debido a su
capacidad de innovación, prácticas comerciales y modelo de negocio siendo sus
prácticas imitadas y desarrolladas hasta la actualidad.
140
En 1888, dos hermanos asturianos, emigrantes en Cuba, José (Don Pepe) y
Bernardo Solís, establecieron una tienda de telas, denominadas en aquella época
«sederías», en la esquina de las calles Galiano y San Rafael de La Habana. El éxito que
obtuvieron y las nuevas prácticas de comercio que quisieron aportar iban más allá de
la ampliación a los aledaños y les llevaron a buscar capital externo para la ampliación
del negocio constituyendo con un compatriota suyo que tenían empleado como
dependiente, Don Aquilino Entrialgo, la mercantil Solís, Entrialgo y Cía. S.A. en 1900.
—Entonces tenemos por un lado las Galerías del Encanto y por el otro UPS...
años 50...
—Pero UPS es muy conocida hoy día, en los 50...Henry,—comenzó a decir Miles,
dubitativo.
—Será más que capaz, dijeron muy serios los dos Henrys.
141
—Deberíais de limpiaros la lengua antes de osaros a criticar a ése gran hombre,
dijo ahora el Henry anciano enfadado, lo cual hizo callar al resto.
—James Emmett Casey, más conocido como Jim Casey, miembro del Salón de
la Fama del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos de América desde 2002 y
del Salón de la Fama de Logística desde 2016. Murió el 6 de junio de 1983 en un
hospital-asilo de ancianos en la ciudad de Seattle de los Estados Unidos y su tumba
estaba en el mausoleo del cementerio católico de Holyrood en Shoreline, ciudad de
Washington, la capital de América. En el momento de su muerte, el Señor Casey dejó
tres legados: UPS, la Fundación Annie E. Casey y Casey Family Programs, para ayudar
a jóvenes desfavorecidos.
—Oh... esto, perdona, tienes razón. James Emmett Casey nació el 29 de marzo
de 1888 en Candelaria, pueblo del condado de Mineral en Nevada, perteneciente a los
Estados Unidos de América y fue un hombre de negocios estadounidense, conocido
sobre todo por ser el cofundador de la American Messenger Company , hoy conocida
como United Parcel Service, más conocida por sus siglas, UPS, la mayor compañía de
mensajería del Mundo antes del colapso cono todos sabéis.
142
—Jim solía repetir constantemente y de forma diaria en la empresa a sus
trabajadores: " Cualquiera puede entregar paquetes. Lo que distingue a UPS es nuestra
cultura y principios fundacionales que fueron construidos con tanto cuidado como
nuestra devoción hacia la entrega de paquetes". Uno de los lemas de la compañía solía
rezar así: Desde el origen humilde de la entrega de mensajes, hace ya más de 100 años,
hasta el transporte de más de 16 millones de paquetes por día, el 28 de agosto marca
el Día anual de los Fundadores de la empresa. —Es un día para celebrar y recordar que
somos una pequeña empresa “grande”, que todavía cuenta con la guía de los
estándares establecidos por su fundador Jim Casey. “No puede haber glamour, ni
romance, ni realmente grandes éxitos, a menos que sean compartidos por todos en la
empresa”, —afirmó también Jim Casey sobre los empleados que contribuyen al éxito de
la Compañía en el Mundo.
—Vamos Henry, que nos estas matando, ¡dilo ya!, —dijo Miles nervioso.
—Seríamos como los cazadores del tesoro entonces cariño, —dijo Jenniffer.
—Puedes llamarlo así, —dijo el joven Henry, pero es algo necesario y a la vez
eficaz, no despertará sospechas.
—Está decidido entonces. Es un gran plan Henry, dijo Miles una vez terminada
la disertación.
—No hay de qué, señor Presidente, —dijeron los dos Henrys a su amigo Miles,
sonriendo.
—Y ahora, vayamos ya a echar esa dichosa partida de trivial, que quiero relajarme un
rato, —dijo Laura.
143
144
Capítulo XVIII. Noche de Trivial
—¿Qué pasa, joven maridito? ¿dónde estuviste estos años, que no sabes ni una?
jejeje.
—La Casa Rosada, era el edificio desde donde ejercía el presidente del Gobierno
de Argentina y la sede del poder ejecutivo del país.
La partida siguió durante un largo rato. En un momento dado, Jenniffer miró a Laura y
le hizo un gesto, ambas al parecer, habían acordado algo en común.
—Ya que estamos aquí todos reunidos, Miles, las chicas hemos estado
pensando sobre cierto tema estos días.
—A la vez, de fondo...
—Pues verás, querido esposo mío, resulta que tenemos una máquina del tiempo,
no?.
145
—Pues sí, mi amada Laura.
—Venga ya... lo diré a voleo, dijo el joven Henry, que vio a su otro yo distraído...
¡Morata!.
—Bien, bien.
—¿Como cuales?.
—Eso no creo que sea importante y creo que aún siendo el presidente es el
joven Henry el que debe encargarse de esas cuestiones, es el principal consejero que
tenemos y al que he puesto al mando de este asunto salvador tras todos nuestros fallos
pero... bueno, si os parece tan importante, al no ser algo muy complicado de hacer ni
nada que pueda comprometer en gran medida el orden del continuo espacio-tiempo...
se lo puedo mencionar o pedir un día de estos, nos preocupéis, estoy seguro de que
accederá a ello.
—Desde luego cómo sois los hombres a veces, señor Presidente dijo de forma
despectiva entonces Jenniffer.
—¿Y si matáramos a Hitler? —dijo entonces en voz alta Laura, silenciando así
todo el despacho.
146
—Ya, claro, supongo que ésa es la típica pregunta o el típico dilema de todo
aquel que tenga una máquina del tiempo...dijo el viejo Henry. Pero un cambio tan
drástico en el pasado, crearía una drástica alteración cósmica, que supondría alterar el
continuo espacio tiempo de formas tan peligrosas que podrían poner en riesgo el propio
tejido de la realidad, de la misma existencia... simplemente es algo que no podemos
hacer, Laura, por mucho que me gustara hacerlo, no es posible.
—Sin embargo eso del talento, como sabéis es algo muy subjetivo, —respondió
Laura a la apreciación de Michael. —El asunto es que el joven artista no fue admitido
en la Academia, lo cual lo decepcionó muchísimo. Al año siguiente, y con una técnica
más depurada, lo intentó de nuevo, pero los resultados fueron aún peores, e incluso
llegaron a prohibirle presentarse otra vez al examen de acceso. Aunque el rector se
apiadó de él y, vistos sus dibujos en los que abundaban los edificios y escaseaban las
personas, lo aconsejó intentarlo en el campo de la arquitectura. Pero claro, Hitler no se
había graduado en la escuela, y eso era imperativo para poder entrar en arquitectura.
Por lo que tras todo su duro ése esfuerzo y empeño, al final quedó enormemente
frustrado ya que consideró que su futuro se había acabado. —"Estaba convencido de
que aprobar el examen sería un juego de niños… estaba tan convencido de que
aprobaría, que cuando recibí el suspenso fue como si cayera sobre mí un rayo del
cielo," —dijo años después Adolf, recordando amargamente aquello.
147
joven Kaiser no iba a renunciar a su ambición artística, por la opinión de unos
“vulgares judíos”. Y es que, según parece, el futuro dictador estaba convencido de que
fue un profesor judío el que había rechazado sus obras y años más tarde, durante la
ocupación militar en Austria, ordenó personalmente el asesinato de varios miembros de
la Academia por las SS. Prácticamente indigente, su única fuente de ingresos fue
barrer la nieve, cargar maletas en la estación de tren o ejercer como peón de la
construcción. Comía en comedores sociales y a veces dormía en la calle, pero nunca
dejó de pintar. Quizás esperaba entonces conocer algún día a un artista que pudiera
ayudarlo en su carrera, y por eso frecuentaba cafés de artistas, donde nunca acabó de
destacar. Se estima que en esos años Adolf realizó más de mil dibujos, pinturas y
acuarelas, muchos de los cuales vendió para sacar algo de dinero.
—Y, llevando esa triste vida bohemia en Viena, poco a poco su suerte fue
mejorando y hasta llegó a mantenerse durante una temporada, exclusivamente
pintando cuadros y postales de la ciudad (y aquí hay que mencionar que curiosamente,
la mayoría de sus clientes eran tiendas de comerciantes judíos). Pese a todo, su
antisemitismo creció durante esa época y de forma exponencial en la cosmopolita Viena,
y de hecho, años después reconoció que fue en esta ciudad donde su odio a los judíos
comenzó a fraguarse, el cual era mínimo en su juventud.
—Ese odio fue además una excusa para irse escaqueando poco a poco del
servicio militar, ya que “no deseaba servir junto a eslavos y judíos”. Aunque con el
estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914, Hitler acabó presentándose como
voluntario y luchó en el frente occidental, hasta ser ascendido a cabo (no fue promovido
más allá, pues parece ser que aún no poseía las dotes de mando que adquirió después).
Seguro de que Alemania iba a perder la guerra “por causa de los judíos y los
marxistas,” decidió canalizar su ira pintando. De hecho, dibujó algunas cosas para el
periódico del Ejército, incluidas varias caricaturas. Pero cuando efectivamente
Alemania salió derrotada, fue un golpe durísimo para un fanático nacionalista como él.
—En efecto, joven Henry, fue precisamente ahí cuando empezó su verdadero
odio visceral a todo lo que pareciera semítico, pues culpó a los judíos alemanes de
traición, junto a “esas ratas socialdemócratas.” Ya como veterano de guerra, regresó a
Munich y vio a su país sumido en el caos y la miseria que la recién creada República de
Weimar intentaba controlar. Miles de facciones políticas causaron una tremenda
crispación social y cualquiera podía dar un discurso en cualquier cervecería. Un día, el
ex-soldado abrió la boca en un exaltado discurso y dejó a todos con la boca abierta.
Resulta que el sádico era un excelente orador.
—Tras ello, en cuestión de semanas cada vez había más muchedumbre que
acudía para escuchar sus arengas contra los judíos, los marxistas y los separatistas.
En ese momento, Hitler decidió que el arte ya no era una prioridad para él. Ahora lo
suyo era la política…y menuda armó. Aparcó la pintura por un tiempo y sólo la retomó
ya a nivel aficionado. —dijo Jenniffer, queriendo contribuir a la conversación.
—Antes de la Segunda Guerra Mundial (la que fue su gran obra maestra,
podríamos decir en el mal sentido), Adolf le dijo al embajador británico Nevile
Henderson: “Yo soy artista y no político. Una vez que se resuelva la cuestión polaca,
quiero terminar mi vida como artista”.Y es que al final y después de todo, Hitler fue
conocido por sus obras, pero claro, por otro tipo de “obras”, pero nunca le llegó el
ansiado reconocimiento artístico que deseó tener.
148
—Desde luego es una triste y trágica historia, chicas, pero no podemos hacer
nada, lo siento —dijo Miles, muy serio.
—¡Pero pensad en todas las vidas que podríamos salvar! —reclamó Laura,
desesperada.
Laura salió del despacho muy enfadada dando un fuerte portazo, Miles trató de
seguirla, pero el Henry anciano lo agarró del brazo para impedírselo.
Segundos después de salir la mujer de Miles, se dispuso a salir, también muy enfadada,
Jenniffer, pero justo antes de salir por la puerta, se giró y entonces se dirigió al joven
Henry...
—¡Tú no te creas que te perdonaré tan fácilmente, por ahora digamos que
toleraré tu presencia, pero ya veremos cariño!.
—Vaya con esto, supongo que es lo que todo el Mundo esperaría ver en una
película, Miguel, sobre todo si es sobre viajes en el tiempo.
—Sí, son las típicas preguntas y dilemas que siempre suelen hacerse y surgir,
respectivamente sobre sobre los viajes en el tiempo, Ana. ¿Salvar a los de las Torres
Gemelas? ¿matar a Hitler? ¿qué hay de evitar el desastre del Hindenburg 8 en 1937? —
O evitar el hundimiento del Titanic... —esas son míticas.
—Es una pena, a mí me habría encantado volar en uno de esos zepelin de antes,
Miguel. —Oye, ¿podríamos preguntarle a...?.
—Ni se te ocurra, Ana —ya sabes cómo se pone si le mencionas algo por el
estilo.
—Supongo, Miguel, que aquí el autor quiso dar un poco de merecido Fan
service9 a sus lectores.
8 El accidente del Hindenburg ocurrió el 6 de mayo de 1937, cuando el dirigible (zeppelin) de pasajeros alemán LZ 129
Hindenburg se incendió y fue destruido durante un intento de aterrizaje en la Estación de Aire Naval Lakehurst en el
municipio de Mánchester. De las 97 personas a bordo, hubo 35 muertes.
9 Es un concepto utilizado precisamente en los medios visuales, especialmente aunque no únicamente, por los fans del
manga y el anime, para referirse a contenidos superfluos a la historia principal y que son creados generalmente para divertir
o atraer al público, cumpliendo así sus deseos y reclamaciones.
149
150
Capítulo XIX. Los siete sabios de Grecia y la solución Sibilina
—La leyenda cuenta, —decía Henry... que la sibila de Cumas se presentó en cierta
ocasión ante el rey romano, Lucio Tarquinio el Soberbio, como una mujer muy anciana
y le ofreció nueve libros de profecías a un precio extremadamente alto. Tarquinio se
negó, pensando en conseguirlos más baratos y entonces la sibila destruyó tres de los
libros.
Unos días después volvió a verlo y le ofreció los seis restantes al mismo precio
que al principio; Tarquinio se negó de nuevo y ella destruyó otros tres. Ante el temor de
que desaparecieran todos y aconsejado por sus más fieles siervos, el rey aceptó
comprar los tres últimos y pagando por ellos el mismo precio que la sibila había pedido
por los nueve.
Los romanos del siglo II. A.C. en tiempos de la República Romana, antes del
Imperio, apreciaban mucho estos libros y los guardaban en un colegio formado por diez
sacerdotes menores, llamados Decem viri sacris faciundis. En situaciones de grandes
crisis los consultaban para ver si había una profecía que pudiera aplicarse a la
situación del momento.
Para todos a los que nos apasiona la historia del libro, no podemos pasar por
alto un tipo de libro muy especial que existió en la antigua Roma y que dictaba gran
parte de la religión y política romana: los libros sibilinos.
Los Libros Sibilinos o Libros Fatales, eran una colección de libros de gran
importancia en Roma y que contenían los arcana imperii, es decir, las profecías del
Imperio. A través de ellos era posible conocer sobre el futuro, por lo tanto eran libros
proféticos consultados principalmente en tiempos de crisis, con la esperanza de
encontrar alguna profecía que diera una solución al problema que enfrentaban.
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La leyenda cuenta que un día la Sibila de Cumas se presentó ante Lucio
Tarquinio (534-509 a.C), rey romano conocido como “El Soberbio”; la sibila ofreció al
rey una colección de 9 libros proféticos a un precio muy alto, desde luego Tarquinio no
aceptó la oferta esperando que la Sibila los vendiera más baratos; la Sibila, por el
contrario destruyó 3 de los nueve libros y una vez más ofreció los 6 restantes por la
cantidad inicial; una vez más el rey rechazó la oferta y la Sibila destruyó otros 3; fue
cuando Tarquinio tuvo miedo de perder los tres libros que quedaban y accedió a
pagarlos por la cantidad que la Sibila pedía por los 9 libros. Se dice que Tarquinio
mandó guardar los tres libros en el templo de Júpiter.
En cuanto al origen real de estos libros, existen dos teorías: una afirma que
estos eran netamente de origen griego, mientras hay otros que defienden que realmente
eran de origen etrusco. Lo cierto es que los Libros Sibilinos estaban escritos en griego
sobre hojas de palmera, aunque una segunda generación de libros sibilinos estarían
escritos en lino; estaban guardados en un cofre de piedra y es muy posible que a partir
del siglo I a.C. los libros comenzaran a ser vistos como proféticos.
En sus orígenes, alrededor del siglo V a.C. los Quindecénviros eran dos simples
cuidadores del templo de Apolo, ayudados por un par de intérpretes griegos; sin
embargo, ya en el siglo II de nuestra era, fue cuando los Libros Sibilinos comenzaron a
cobrar incluso una mayor importancia para la vida romana, y se conformó el ya
mencionado anteriormente Collegium Sacris Faciundis (uno de los cuatro colegios
sacerdotales de Roma) donde un grupo de 10 sacerdotes se hacían cargo del cuidado de
los libros sibilinos, más tarde este grupo aumentó a 15 sacerdotes.
Finalmente se sabe que estos nuevos libros tampoco han llegado hasta nuestros
días, porque en el año 405 de nuestra era, el general romano Estilicón ordenó su
destrucción; según unos, porque los libros profetizaban que él pretendía tomar el poder,
otros en cambio aducen distintas razones a esas: y que es que Estilicón pudo ordenar
quemarlos para apaciguar el pánico que corría en todo el Imperio Romano, debido a las
turbas que existían en aquel momento y que ponían en peligro al Imperio.
Vale aclarar, que este mismo Estilicón fue quien obligó a San Jerónimo a
retractarse de su profecía sobre la destrucción del Imperio Romano.
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también que quien realizó la copia de los mismos y luego se encargó de salvaguardarlos,
bueno...
—Bueno, ¿qué?.
—Está bien, reconozco que es una opción remota—dijo el Henry mayor, una vez
que su yo joven dejó de leer, y ciertamente es una opción tan válida como cualquier
otra. Pero no creamos ahora en historias absurdas, probablemente un rival del general
se llevó los documentos y s etapó la cara para que no lo reconocieran.
—La verdad, Henry, es que pocos meses antes del colapso final y cuando la
mayoría de gobiernos Mundiales vieron que no había más remedio para la salvación de
la humanidad que esconderse bajo tierra, se crearon cientos de miles de puestos de
control y vigilancia en las principales ciudades Mundiales, todos ellos en sitios
protegidos contra radiaciones y poco proclives a tener terremotos, previendo ya éste
tipo de situaciones.
Verás, dijo tras dirigirse a uno de los ordenadores de la sala, para proceder
entonces a empezar a introducir unos comandos en el teclado.
—Miles, digo... señor Presidente, Laura, ¿podéis bajar aquí, por favor?.
Pocos minutos después tras acabar de procesar unos datos del programa que estuviese
corriendo a través del ordenador, aparecieron unas imágenes de una ciudad, se podía
percibir un ambiente ciertamente oscuro a pesar de ser de día en la ciudad que
estuviera viéndose en la pantalla...
—Estas son unas imágenes del puesto de control de Chicago, Henry. Como
verás, hay ciertos cráteres producidos en parte por impactos de pequeñas rocas
desprendidas del gran meteorito, y salvo eso, en gran medida la ciudad está bien
conservada, al menos bajo una mera mirada superficial claro, digamos, que sólo lo está
visualmente. Si en cambio, nos fijamos en otros factores como en la calidad del aire, la
temperatura a nivel del suelo, el grado de contaminación del aire o en los niveles de
radiación existentes...la cosa cambia bastante claro. La temperatura es de 43 grados
centígrados, el nivel de radiación existente en la zona es letal, casi ningún ser vivo
podría sobrevivir en ningún punto de la ciudad.
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Henry pasó luego a mostrar otras ciudades de América, Nueva York,
Washington, San Francisco, San Antonio...daba igual la zona del país o qué Estado les
mostrara... la situación era igual de mala y deprimente en todas ellas. Más tarde los
enseñó distintas ciudades de países Europeos: Londres, Berlín, Madrid, Santander,
Sevilla, Barcelona, Bilbao, San Sebastián, Roma, Atenas, París, Marsella, Viena, Dublín,
Moscú...
—Es suficiente, —dijo Henry, me hago una idea. Al fin y al cabo, ¿para esto es
para lo que me habéis traído, verdad?.
—En efecto, —dijo Miles, como ves estamos constreñidos a esta habitación,
dentro del plano físico actual. No podemos ir actualmente en esta época a casi ningún
punto del planeta, el 92% de la superficie del Globo es inhabitable.
—Tal y como lo veo, comenzó Laura a hablar, una buena opción sería acudir a
las mismas raíces de nuestra civilización, y la esencia de la misma viene de los
romanos, que a su vez adoptaron muchas ideas, políticas, leyes y conocimientos de los
griegos, por lo que podríamos empezar por ahí, apostaría a que los famosos siete sabios
de Grecia podrían tener alguno o varios consejos que podrían darnos y que nos
ayudarían mucho en nuestra tarea...
—Sobre eso Laura, la tomó Henry la palabra, tienes razón, y es que sabemos
que las ruinas de las ciudades antiguas donde vivieron, las cuales se encuentran cerca
de los asentamientos de esas mismas ciudades modernas actualmente, tienen unos
niveles de radiación mortales hoy día...
—La verdad es que tampoco nos queda mucho tiempo, puntualizó Laura.
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Entonces todos se quedaron mirándolo y sonriendo profusamente, los había traído
esperanza, una esperanza que en gran parte, todos ya habían perdido.
—Ya sólo nos queda por lo tanto usar... —comenzó a hablar Laura.
Miles miró a Henry y el Henry joven miró detenidamente a su vez a Miles durante unos
instantes.
—¡Ven aquí, bribón, —dijo el Henry joven a Miles abriendo los brazos para
abrazarlo!.
Examinó unos instantes más la tabla periódica, pensativo. Miles estuvo apunto
de realizarle una pregunta, pero el Henry más mayor le hizo un gesto indicándole que
no interrumpiera su concentración.
—Ten en cuenta que sólo ha sido como última alternativa y tras intentar
muchas y variadas opciones antes Henry, —le respondió su anciano yo.
—¿Y si... Henry hizo una breve pausa, y si reclutáramos a más gente, entiendo
las implicaciones, mi tatatatataranieto presente en ésta época y antes inexistente
previamente a nuestro viaje para extraer al Dodo, dejó claras las cosas. —Ahora bien,
tenemos que salvaguardar el futuro de la humanidad, hay simplemente cosas que no
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afectan a nivel cósmico al desarrollo de la línea temporal, digamos que ciertos cambios
son...
—¡Eres un genio Henry! bueno, más correctamente debería decir que los dos
somos unos genios,—dijo sonriendo, ¿en quienes habías pensado exactamente?.
—Vuestra máquina del tiempo, Henrys, los dos la inventasteis, —dijo Laura,
elevando la voz sobre el resto.
Se hizo el silencio.
—¿Y bien?.
—Está bien, está bien, el verdadero padre de la electricidad, el gran Nikola Tesla.
—Me parece una excepcional idea Henry, dijo Miles sonriéndolo. ¿Y quién sería
el segundo de los candidatos, a tu juicio?.
En ese momento Henry salió de su ensoñación y miró su reloj, era ya muy tarde
y hora de cenar, mañana sería un nuevo día y debían de estar en plena forma para
hablar con el profesor Mendeleyev. Entonces, se acordó de su amigo Thomas.
—Lo siento Henry, pero llamó hace poco para despedirse, te lo has perdido por unos
minutos solamente. Me dijo que ya les queda poco para alcanzar un acuerdo de unión
y cooperación.
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—¡Vaya! bueno, otra vez tendré más suerte.
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Capítulo XX. Clase Magistral de Mendeleyev
Los dos Henrys y Miles se habían vestido como si fueran dos profesores
Universitarios, y una vez vestidos con ropas adecuadas para emprender la siguiente
misión, viajaron con la máquina al destino deseado, concretamente al año 1869 y a la
ciudad de San Petersburgo, era el último día de Febrero, acorde al calendario
Gregoriano. En Rusia aún utilizaban en aquella época el calendario Juliano y para ellos
sería el 16 de Febrero, justo el día siguiente sería cuando todo el Mundo conocería la
primera tabla periódica existente como tal de los elementos químicos, la cual ideó el
famoso químico ruso.
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—El primer dibujo, es el primer esbozo de la tabla periódica, que realizará
Mendeleyev mañana a las 12:45 y lo escribirá sobre una servilleta, y la figura de abajo
es...
—¡Ah!, entiendo, y entre esos elementos estará el nuestro claro. ¿Pero qué otros
elementos vas a desvelarle?
—Así que...
Una vez acabada la clase, los dos Henrys se quedaron esperando al profesor fuera del
aula. Tras hablar con unos estudiantes, se acercó a ambos.
—Buenas tardes, jóvenes. ¿Qué los trae a mi humilde clase?—les preguntó el ilustre
profesor de química.
Mendeleyev los miró fijamente durante unos instantes con especial interés, como si
estuviera tratando de dilucidar si podía fiarse o no de ellos...
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—Verá, sabemos por fuentes internas de nuestros agentes americanos...
—No puedo confirmar ni desmentir nada al respecto, profesor, pero no viene al caso
en este momento. Como le iba diciendo, sabemos por nuestras fuentes, que lleva
tiempo investigando sobre ciertos elementos químicos, sus propiedades, sus números
atómicos y que ha incluso tratado el caso con sus alumnos durante sus clases
enseñándolos estos, y... ¿en forma de tabla?.
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Mendeleyev se alarmó mucho ante la revelación.
—Le digo que no es importante ahora, profesor, verá es de vital importancia para el
futuro de la especie humana que escuche lo que tengo que decirle. Debe de propulsar
en su país el estudio de cierto elemento químico, elemento que hemos descubierto
recientemente.
—Creemos que puede ser la clave para establecer un método futuro de energía
completamente limpia, que revolucionaría el Mundo, profesor.
—Interesante.
Henry le enseñó las hojas con los 2 bocetos que escribiría el profesor la mañana
siguiente, lo cual alarmó aún más si cabe al profesor.
—Sé que ha estado tiempo pensando en la tabla de los elementos profesor, como
verá de nuestros informes recibidos sobre sus trabajos, los cuales le acabo de entregar,
va bien encaminado. Ahora bien, puedo desvelarle más elementos que ha descubierto
en secreto nuestro país y cuya existencia aún no se ha hecho pública, pero sólo si me
promete que su país empezará las investigaciones de inmediato.
Dimitri Mendeleyev los volvió a mirar, a continuación miró el bosquejo que le había
entregado el anciano Henry, el cual llevaba tiempo en su cabeza. Y es que, para el
profesor se trataba del trabajo de su vida.
Se dirigieron a un pub ruso, el cual había sido antiguamente una cervecería y tras
pedirle tres vodkas el profesor, para calentar algo sus cuerpos, el joven Henry sacó
unos folios y empezó a dibujar una tabla periódica-sólo revelarían lo necesario para
despertar el interés del profesor, y no más.
—Entienda que por ejemplo, tenia previsto usted la existencia de unos elementos
que aún no se haban descubierto y le puedo confirmar que en efecto existen. Nuestros
informes nos indican que usted quería llamarlos Ekaboro (Eb), Ekaaluminio (Ea),
Ekamanganeso (Em), o Ekasilicio (Es), y le puedo confirmar que esos elementos se
corresponden respectivamente con el Escandio (Sc), el Galio (Ga), el Tecnecio (Tc) y el
Germanio (Ge).
A su vez hay unos gases que hemos detectado, y llamémoslos por ahora gases
nobles, los cuales irían en un grupo aparte, que se encontraría situado a la derecha de
su tabla periódica.
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Por ahora, sabemos de la existencia de dos de ellos, como el Helio y el Argón, pero
probablemente existan más, no tenemos esos datos ahora mismo. Y permítame que le
diga, que el elemento más ligero que existe es el Hidrógeno. Finalmente, puedo
confirmarle también que hemos comprobado que hay elementos que poseen más de
una valencia, como usted creía.
—Muchas gracias.
—Y, profesor, con respecto a nuestro otro asuntillo —dijo entonces el anciano
Henry, retomando la palabra para finalizar la conversación.
—Pues entonces, creo que con esto nuestra misión ha finalizado. Ha sido un
placer, Profesor, dijo sonriendo entonces el joven Henry a modo de despedida.
Lantánidos La Ce
Actínidos Ac Th
163
Grupos
1 2 3
Períodos 1 H
2 Li Be
3 Na Mg
4 K Ca Sc
5 Rb Sr Y
6 Cs Ba Lu
7 Fr Lr
8 Uue Ubn Michelenium
4 5 6 7 8 9
Ti V Cr Mn Fe Co
Zr Ni Mo Tc Ru
Hf Ta W Re Os Ir
Bh
Pa
10 11 12 13 14 15
B C N
Al Si P
Ni Cu Zn Ga Ge As
Pd Ag Cd In Sn Sb
Pt Au Hg Tl Pb Bi
Cn
16 17 18
He
O F
S Cl Ar
Se Br
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At Rn
Lv
164
165
166
Capítulo XXI. La búsqueda del tesoro
—¡Vaya!
—Tenemos que empezar a preparar varias mochilas con provisiones, las cuales
llevarán nuestros porteadores. Es un largo viaje, dijo Laura.—Hay que tener en cuenta
la cantidad necesaria, y de acuerdo a las expediciones fallidas a la zona, que fueron
hechas antes de la caída del meteorito, esto sería...
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Laura hizo una pausa para recordar las cifras exactas, que había memorizado.
—Son muchas cosas, cariño, —dijo Miles, por una parte apesadumbrado ante
la enormidad de la tarea, pero de acuerdo con ella. ¡Henry, me gustaría comentarte algo
en privado! —dijo Miles al joven Henry. Dicho esto, el resto los saludó y fueron
abandonando todos lentamente el despacho. Fuera del mismo, solamente se quedó el
equipo de seguridad formado por los dos cyborgs, vigilando la puerta.
—El resto estamos ya muy mayores para esta tarea Henry, te tocará ir sólo, si
quieres pido a tu hijo que te acompañe, Forrester es muy capaz.
—Está bien, Henry, iremos nosotros dos, junto a varios portadores y unos
cuantos soldados como protección.
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En reunir todos los suministros necesarios, tardó el grupo dos días, algunas
cosas eran muy escasas, como por ejemplo, las palas para excavar en el lago o el
equipo de buceo para fondear el mismo.
—Si necesitáis algo más, Henry, siempre podéis adquirir algo en el Continente y
llevarlo con vosotros.
—Por supuesto.
Ambos se dirigieron al despacho, una vez dentro del mismo, dejaron vigilando fuera al
cyborg de seguridad para que nadie los interrumpiese.
—Bueno Henry, interpeló el viejo Henry al joven. Lo que te voy a revelar ahora
es el resultado de la investigación que hemos llevado a cabo a lo largo de varias
décadas de trabajo y en distintas líneas temporales. Esto es todo lo que sabemos por
ahora de cómo comenzó todo: verás, hemos conseguido aislar el origen mismo del
accidente a...
—Pues, al fin y tras mucho tiempo como te estaba diciendo, resulta que todo se
reduce a un simple caso aislado, en concreto, a un único ataque a un pescador en
España y que al principio pasó desapercibido, pero que, tras analizar el conjunto,
parece que no era tan intranscendente después de todo. Lo hemos llamado el paciente
0, o el origen.
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—Como si lo hubieran sometieron a un... bueno, nosotros lo llamaríamos una
especie de juicio sumarísimo, donde los peces hubieran ejercido como los jueces y él
era el culpable, al que ajusticiaron. Hay indicios de que había entre otros muchos
peces, un tiburón blanco, unos delfines, al menos dos especímenes de tiburones
peregrinos y varias focas, pero me consta que había alguna especie más...
—¡Pero eso es... imposible! —dijo el joven Henry, atónito. Los tiburones y las
focas son...
—¡Son especies enemigas entre sí!, lo sé, como también lo son los delfines y los
tiburones. Y hablando de los tiburones, también hay mucha rivalidad entre las
distintas especies existentes de los mismos, se trata de un pez muy territorial. No es
posible que convivan entre sí varias clases distintas y mucho menos, que establezcan
pactos entre ellas.
En ese momento, la puerta se abrió y el cyborg de seguridad dio paso a un joven agente
de la Iniciativa.
—Es sobre el discurso que dio el Presidente Joe Biden tras los primeros ataques
masivos a humanos en las revueltas animales. Ha... cambiado.
El joven Claude abandonó el despacho y con ello acabó la reunión entre los dos
Henrys ése día. Al tercer día vino el agente Forrester, en realidad Michael Michel, el hijo
de Henry, con lo que estaban ya todos y todo estaba listo para poder emprender la
Búsqueda del tesoro perdido del Inca Atahualpa, el oro prometido a los españoles.
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—Saludos del joven Miles, padre, —le dijo Michael al joven Henry.
—¿Sigue en...?.
—La central, —respondió Michael antes de que su padre pudiera acabar la frase.
Y ahí estará cuando vuelva a tu época, exactamente a sólo unos instantes después de
haberme ido, con lo que puedes estar tranquilo, que no se aburrirá precisamente, ya
luego el Miles anciano podría echármelo en cara, —dijo riéndose.
Tras salir de la máquina del tiempo, la cual ocultaron de forma muy minuciosa
bajo unos grandes matorrales y en una zona apartada de cualquier edificación, para
que nadie la encontrase, Henry calculó que el pueblo más cercano sería San Miguel de
Salcedo, el cual se encontraría entorno a seis kilómetros de distancia de donde se
encontraban.
Tras acabar su breve meditación, Henry se dio la vuelta y miró a Michael y acto
seguido ambos comenzaron a andar, al principio lentamente, procedieron a situarse
tras el numeroso grupo de porteadores en un tramo del camino, que se encontraba
muy embarrado y con cientos de guijarros en el suelo. Tras recorrer lo que serían
doscientos metros, giraron a la derecha, en dirección Este, y siguieron caminando. Al
cabo de una hora y media y casi de improviso, se toparon con un gran cañón fluvial
interandino de árida apariencia, por cuyo fondo corría un río y a cuyos lados
proliferaban unos preciosos cabuyos.
—Tenemos al menos otra hora más hasta que lleguemos a Píllaro, calculó
Michael.
—Vamos por buen camino, hijo, —dijo Henry por toda respuesta, mirando al
frente.
Durante el largo camino del ascenso sobre el árido terreno, Henry se fijó en que
sobre las peñas del fondo del paisaje, había muchos festones de unas plantas que
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colgaban sobre las mismas. Los relatos de previas expediciones al lugar, indicaban que
se trataba de la planta epifita Tillandsia usneiodes, llamada vulgarmente entre los
Ecuatorianos como «barbacho» o «salvaje», y por los ingleses "spanish-moss" (o musgo
español).
—Hay que estar alerta a la forma de este musgo hijo, ya que coincide con la
descrita que existe en el famoso Derrotero de Valverde y que inicia el camino final
hacia el lago donde los incas escondieron el tesoro. La entrada se encuentra al lado de
un socavón cubierto por el musgo, en los montes de esta interminable selva de
Llanganati.
—Ese mismo paso entre las rocas escarpadas del Guapante, se revela como una
exclusiva selección muy característica de la formación geológica superficial existente en
toda la región y que es conocida comunmente por los nativos ecuatorianos con el
nombre de Molli-ambato. Las peñas exhiben una inusual acumulación de estratos, ya
organizados, ya fuertemente esparcidos, hasta que acaban distribuyéndose en una
posición casi vertical, con materiales puramente fluvio-volcánicos que se alterman o
entremezclan a partes iguales, con sedimentos claramente de tipo lacustre, y en gran
medida, quebradizos.
Tras acabar el breve relato, Henry se fijo en que una densa neblina se había
formado en el cielo, oscureciendo bastante el paisaje, que se cubrió de humedad,
empezó también a hacer bastante frío, lo que hizo que todo el grupo parase brevemente
para ponerse ropa de abrigo de las mochilas. Una bandada de pájaros chirlotes pasó
volando cerca del grupo. Se encontraban frente a un campo donde había una
plantación de trigo. Unas casas aisladas se encontraban a doscientos metros enfrente
de Henry, sin duda se trataba de pequeños poblados de campesinos.
—Estos pobladores rurales, Michael, están aquí desde la época española, los cuales
retomaron la tradición a su vez de los antiguos habitantes aborígenes de esta zona,
pues antiguamente en estas tierras habitaba una gran Nación indígena Quitense.
Michael escuchaba ahora atentamente todo lo que decía su padre, más ducho
en el tema que él, tras haber estudiado la zona en los libros la semana anterior. Tras
andar durante cuarenta y cinco minutos más, llegaron a la plaza mayor de Píllaro, la
cual según recordó Henry, se encontraba a 2817 metros sobre el nivel del mar. Como la
noche se les ya echaba encima, Henry y Michael convinieron en que el grupo formara el
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campamento en una zona ligeramente apartada del pueblo, para pasar la noche bajo
los troncos de unas secuoyas gigantes.
Recién acababan de montar las tiendas, cuando dos parejas de huemules
pasaron andando cerca del grupo, que se quedó observándolos en silencio. La belleza
de las cornamentas fascinó a Michael, que sonreía viendo tan fantásticos ejemplares.
—Desde luego hay que andarse con cuidado hijo, repuso Henry al verlo.
—Desde luego, es una zona muy bella Michael, se nota más incluso desde aquí
arriba, que cuando mira uno desde allá abajo y ciertamente supera todo aquello en lo
que uno pueda pensar, al verlo a lo lejos desde los estrechos valles inter-andinos en los
que comenzamos el viaje.
—Debes saber, hijo mío, que de la presencia humana en esta región, hay varias
evidencias que la datan sobre hace aproximadamente dos mil años. Fue un conocido
asentamiento de la cultura Panzaleo. Los Panzaleos poblaron Tungurahua y la región
de Cotopaxi, que queda al Norte de aquí, extendiéndose hasta Carchi, y constituyeron
una de las etnias más representativas de la región de la Sierra durante el período de
integración regional. Antes de descubrir el continente los españoles, las tierras que
conforman esta provincia estuvieron habitadas por los altivos Hambatus, que eran un
pueblo independiente, que a su vez estaba dividido en cuatro tribus: los Quisapinchas,
los Yzambas, los Guachis y por último los Píllaros, de los que viene el nombre del
pueblo donde dormimos la pasada noche.
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Sobre el actual territorio, también se hallaban en él parte de las tribus de los
puruhas y los panzaleos y posteriormente los grupos indígenas que se formaron aquí,
fueron sido anexionados por la civilización Inca, a comienzos del siglo XIV. En el
período de la dominación Inca, te podría destacar que en el año 1530, en las cercanías
de la actual Ambato, fue donde cuentan las historias que Atahualpa venció a su medio
hermano Huáscar dentro de la guerra de sucesión por el Trono Inca, como ya nos contó
Laura.
De forma que fueron cortando ramas, a diestro y siniestro con los machetes,
Henry y Michael se adelantaron en ese momento al resto del grupo, para que los
porteadores pudieran avanzar cómodamente. Bajo sus pies se escuchaban los
chasquidos de las ramas al pisarlas. Se movían muy lentamente por lo tanto y al cabo
de un rato y por sólo unos instantes, el desánimo se instaló en el grupo.
—¡Dichosas ramas!.
—¡Ya sabíamos que gran parte del camino sería así, no se queje padre!.
—Sí, supongo que al acceder a venir, de alguna forma, todos firmamos por esto.
Tras más de dos horas, durante las cuales habían avanzado solamente medio
kilómetro, el terreno cambió y descendieron con cuidado por un tramo estrecho y
escarpado, la montaña se transformó entonces ante sus ojos y se convirtió casi en un
vulgar nevado, algo que les pareció de lo más extraño, como si la mente los estuviera
jugando una mala pasada y engañando sus ojos, pero como si fuera un forma de auto
verificarse a sí mismos.
Ambos se los frotaron para comprobar, que efectivamente lo que tenían ante sí
era real. Michael se sintió más relajado debido a ello, lo que quizás fuera un error por
su parte al confiarse en exceso.
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páramos sobre el horizonte, que serían los de Guagra-huasi y Cocha-huasi, y a su vez
los de Jaramillo y Leyto. Tras ellos ya quedaba muy atrás y a la izquierda, el Cotopaxi
como volcán interandino.
—¡Mire señor, Los Llanganati! —señaló una montaña a lo lejos uno de los
porteadores, con el dedo índice, muy emocionado.
—Se equivoca, buen hombre, lo corrigió Henry tras consultar su mapa, esos no
son más que pequeños pichachos de la cordillera de Mulatos y están tan lejos de aquí
que probablemente tardaríamos varias semanas en llegar a esa zona.
—Estos desolados parajes explican claramente por qué tan pocas personas a lo
largo de la historia han logrado ver los lejanos Llanganati, padre. ¿Cree que estamos de
verdad en la región de Guapa?.
—Bueno, es posible, pero desde luego una cosa es cierta, seguimos los pasos
correctos entorno a la ubicación del Derrotero de Valverde.
Retomada la marcha tras la larga parada, y tras estar unos minutos observando las
vistas, bajaron a la enorme explanada a sus pies.
—Esa es la laguna de los anteojos, señores míos, les indicó uno de los
porteadores.
—Ahora, nos falta bajar a esta gran explanada y avanzar a la laguna de Los
Anteojos, padre, recuerde que por El Pongo pasamos entorno a las doce del mediodía,
y salimos de Píllaro ya pasadas las ocho de la mañana.
—Lo entiendo. Bueno, padre, ya que pregunta, no tengo nada que reprocharle
en ese aspecto.
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—Puedes tutearme si quieres, después de todo, soy tu padre aunque todavía no
te haya criado, técnicamente, lo hizo, o lo hará mi otro yo. Vaya... supongo que después
de todo, lo correcto aquí sería decir que lo haré yo o que lo hice yo.
—De acuerdo. Bueno, que sepas que has sido un buen y cariñoso padre y
siempre me apoyaste cuando lo necesité, e incluso cuando estabas a veces muy
absorto en tu plan de salvar el Mundo, siempre encontrabas tiempo para poder
dedicármelo a mi.
Henry miró a su hijo y sólo vio una expresión cargada de gratitud en él.
—No es tan fácil hijo... cometí un error y no veo cómo arreglarlo. Ella nunca me
perdonará...
—Si le hablas desde el corazón, todo puede arreglarse padre, tan sólo inténtalo.
En ese momento llegaron abajo y lo que desde la cima les había parecido una
planicie, no lo era en absoluto, sino que estaba llena de colinas serpenteantes, alguna
de ellas con pendiente muy pronunciada, lo cual les hizo más pesado si cabe el camino.
Al Oeste de donde se encontraban, y a lo lejos, Michael divisó la laguna de Pisayambo,
la cual habían podido ver señalada en el viejo mapa de Guzmán, era una laguna
inmensa, de cuatrocientos o quinientos metros de largo de Oeste a Este y sobre unos
doscientos metros de ancho de Norte a Sur. A su vez, a la derecha de la misma, había
una zona pantanosa, por lo que avanzaron por el dorso de la colina.
Los pájaros se posaban alegres y revoloteaban sobre las aguas del pantano en
una clara invitación al grupo de exploradores que los observaba desde lejos. Muchos
de aquellos pájaros casi nunca se habrían encontrado con un hombre anteriormente,
por lo que según se acercaban a ellos, se echaban a volar, asustados de ellos. Henry
pudo distinguir entre las aves varios gansos, una bandada de patos salvajes y muchas
gaviotas lacustres, con el cuerpo y la cabeza blancos.
Henry se fijó en que no había ninguna edificación en pie, cuando pasaron por el
centro del antiguo pueblo, aunque pudieron distinguir y deducir por las ruinas que
veían al pasar por lo que habrían sido las calles del antiguo poblado, que en su
momento varias casuchas de vaqueros indios habrían constituido el núcleo del mismo,
asimismo restos de lo que había sido un alto muro que protegía la zona estaban
desperdigados por el suelo.
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—Ciertamente, hijo mío, son los signos de un medio de vida pasado, basado en
la agricultura, pero la despoblación o abandono de los pueblos se extendió a la mayoría
de países del Mundo.
A los lados del camino había muchas plantas llamadas en España piñuelos,
muy largas de hasta tres metros de diámetro, con una gran roseta central y que al
comienzo del tallo tenían unas espinas curvas a modo de protección. Uno de los
porteadores sacó varias fotos de ellas con su cámara digital.
A la mañana siguiente vieron que al Norte corría el pequeño río Guapante, que
recibía sus aguas de lo que parecía un conjunto de pequeñas lomas elevadas de los
páramos de Chalupas, y, el Quilindaña, magnífico entre ellos, se podía divisar en el
punto medio del horizonte. Al fondo, al Este de donde se encontraban, se vislumbraba
la silueta traicionera de un alto cerro, conocido como Anchilibí, que discurría hacía el
Norte, hasta lo que se conocía como los Páramos de los Mulatos.
—Tenemos unas vistas magníficas desde aquí arriba padre, lástima que haga
tanto viento.
Por fin llegaron a Tiupungo. Henry sugirió que para acortar camino sobre el
trazado por Valverde, evitaran la Laguna y subieran por las altas cumbres, campo a
través. Tras caminar durante un largo trecho se toparon con otra expedición, Henry
conocía bien al líder de la misma, tras haberse informado de las que se produjeron en
el pasado. Era José Juan Alhazer, fotógrafo y expedicionario ecuatoriano, del que se
sabía que había conseguido llegar en su momento a la laguna pero se volvió junto a su
expedición con las manos vacías tras llegar extenuados y sin recursos.
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Más adelante cruzaron un pequeño arroyo, el cual sería una afluente del
cercano río, pero Henry no recordaba su nombre en esos momentos, al haberlo
descentrado el encuentro con la otra expedición.
Esa noche Henry quiso estar en una tienda él solo para meditar; los
remordimientos y la culpa por haber engañado a Jenniffer lo atormentaban.
Casi una hora después, se durmió, casi sin darse cuenta. A la mañana
siguiente, retomaron la marcha, y tras salir del bosque se toparon con una espesa
vegetación, con hierba que remataba en pico y los hacía pequeños cortes en la piel.
Muchos juncos, muy altos, surgían a su alrededor y el terreno estaba muy fangoso.
Avanzar por aquella zona era muy difícil, iban muy despacio incluso con los machetes
que traían consigo.
—Se trata de la Chusquea aristata, que crece en los bordes de los parches del
bosque. En los parches más pequeños forma en ocasiones una barrera densa en los
límites. Y cuando la vegetación de los parches es más baja, esta crece entre pequeños
árboles de Polylepis como vegetación pionera. Es de tipo juncoso y muy típica en estas
alturas, les dijo.
178
—El oro, hijo mío, el oro.
—En efecto.
Poco a poco, agachados, y vigilándose unos a otros para que nadie sufriera
ningún grave percance y con mucha cautela, fueron superando aquel obstáculo, lo cual
los llevó casi dos horas debido al escabroso terreno y la enorme amplitud del pantano.
Una vez al otro lado, Henry calculó que se encontraban ya muy cerca de la
famosa gran laguna de Auca-Coba, aunque para llegar a ella deberían de atravesar
primero el Río del Golpe, que transcurría por la región Norte del País, área donde se
encontraban. El río, muy sinuoso, nacía en una laguna cercana y tras recorrer muchos
kilómetros servía a su vez como afluente de otro río, el Yanacocha, el cual se
encontraba geográficamente entre los Llanganati y los Páramos de mulatos. Se trataba
ése, de un río navegable para pequeñas embarcaciones, con una anchura de 7 metros y
una profundidad cercana a los dos metros.
El terreno se elevaba cada vez más y Henry realizó una breve parada para echar
un pequeño trago de su cantimplora, antes de reemprender la marcha.
—Tu madre eligió personalmente la fecha adecuada para realizar esta misión;
no creo que me perdonara si te pasara algo y, personalmente, yo tampoco me lo
perdonaría a mi mismo, querido hijo, replicó sabiamente Henry.
179
—Caminemos con cuidado por esta zona y, por favor, manteneos todos alerta,
señaló Martín, uno de los soldados, al grupo principal, tras acercarse a ellos.
El joven, larguirucho y delgado, y más débil que los del resto de su misma edad,
se podía decir que era uno de esos jóvenes sensibles que despiertan ternura al
instante de conocerlos; Juanma vestía pantalones deportivos de color caqui y a su
espalda cargaba con una mochila grande y color rojo de acampada de la marca Altus.
En sus orejas tenia puestos unos auriculares, los cuales iban conectados a un
walkman de marca Sony, se encontraba escuchando una cinta de cassette mientras lo
miraba con ojos que denotaban alegría.
Henry le hizo una señal con las manos, para que se quitara los cascos de su oreja
derecha.
—Es muy buena canción, desde luego y ¡vaya ritmo! replicó a su vez Henry.
—Bueno, verás Juanma, siempre he querido hacer del Mundo un lugar mejor,
además, me encanta la naturaleza, los animales, las plantas... y querría... Henry hizo
una pausa.
—¿Sí?.
180
mapa de Guzmán los cerros, aunque se encontraban mal situados en el mismo,
estando más hacia el Norte de las lagunas de los anteojos.
Toda esta región, pocas veces había sido frecuentada por el hombre a lo largo
de la historia, salvo por pequeños grupos ocasionales de exploradores como ellos y era
muy común la presencia de Osos Negros por la zona, los cuales venían también
dibujados sobre el mapa y justo al lado de los dibujos había unas letras rojas de
advertencia; también podía uno cruzarse en esas colinas con otros animales, como
pumas y venados.
El Obelisco en sí, era una gran Esfinge natural, que había formado la propia
Naturaleza, se trataba de uno de esos raros milagros naturales, normalmente sólo
vistos muy de vez en cuando y todo el grupo se quedó maravillado al verlo,
contemplándolo durante unos minutos. Tenía un inusual trazado, con forma humana
que habría sido tallado naturalmente a lo largo de varios siglos. La cabeza, con forma
humana, dotada de unos grandes ojos, con una nariz chata y una boca en forma de
media luna, que parecía sonreirlos de forma sarcástica.
El grupo tomó varias fotos del Obelisco, desde distintas posiciones. Parecía casi
imposible para los ojos humanos que no hubiera realizado el hombre aquella escultura,
pero así era, totalmente natural y sin intervención humana alguna. Se despidieron de
la esfinge y continuaron el ascenso en dirección a la cima del dorso Norte del Sunchu-
urcu, Henry se sintió maravillado con todas las impresionantes vistas del paisaje bajo
suyo que podían divisarse a lo lejos.
Una de las cosas de estar en un sitio que apenas ha sido visitado por el hombre,
era justamente ése, ver nuevos puntos de vista del paisaje, y lo hacía a uno pensar en
que para descubrir todos los rincones ocultos al hombre, debería de recorrer palmo a
palmo todas aquellas montañas, ya que no bastaba con divisarlas solamente desde la
lejanía o desde otras rocas ya exploradas, ya que la sensación quedaría de esa manera
incompleta.
—<<Mira Henry, los chinos comen perros y sí, es algo bastante desagradable
dada nuestra postura y visión de occidentales, no es algo muy aceptado, pero aporta
muy buenos nutrientes al organismo y..
—No se trata de eso cariño, pues muy bien podríamos estar hablando de la
vaca y su mayor cantidad de proteínas, por ejemplo, el perro no es un animal destinado
al consumo, y... francamente...
181
—¿Sí, querido?.
—¿Por?.
—Entiendo.
—Y existe una reflexión muy relacionada con esto, Jenn: "Los vástagos del
Tomarctus, transitan hoy día por rúas de urbes plagadas de descerebrados, que no se
hicieron cargo del camarada de sus ancestros, del prójimo que no habla, del que con
tesón, espera la fecha en que todo retorne a ser tan simple como lo fue antaño". Henry
se dio cuenta de que se estaba enrollando demasiado, —¿ves, Jenn? con la vaca nunca
ha existido tal simbiosis. Es comida y el perro, mascota.
La bajada se parecía a una larga escalera que bajara a un pozo, nunca los daba
la sensación de que dejaran de bajar, y por encima suyo sobrevolaban buitres que
revoloteaban alrededor, sin duda esperando un posible accidente de un miembro del
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equipo, que afortunadamente no se dio. El grupo parecía estar bajando como una
enorme oruga extendida, todo desperdigado a lo largo del sendero de bajada. Poco
antes de llegar al fondo del mismo, a Michael lo llamó poderosamente la atención las
enormes figuras cilíndricas de basalto de las estructuras rocosas de enfrente, parecían
lapiceros gigantes de roca.
—Ya estamos casi ahí —le dijo a su padre, señalando el ya cercano e inmediato,
Cerro Hermoso.
—Sin duda, tan sólo nos quedan tres últimos kilómetros hasta la cima y tras la
explanada, en lo más alto, se encuentra ya la laguna del tesoro, la laguna de Ayllon, en
Sigsig, antiguamente conocida como la laguna de "Zhin-Zham".
Y allí se encontraban, media hora después en la base del Cerro, que se erigía
sobre ellos como un gran rascacielos. Tras tomar varias de las restantes provisiones
que les quedaban y calculando tener suficientes para el regreso, decidieron acampar
por un breve rato antes de emprender el ascenso final. Que hiciera buen tiempo y no
estuviera cubierto de nieve el Cerro, los facilitaba mucho el ascenso.
—¡4.576 metros de roca!, —dijo Henry en voz alta, para que todo el grupo lo
escuchara.
—Ya casi palpamos el tesoro, señor, —dijo uno de los porteadores del grupo,
sonriendo.
—Por fin podremos salvar el Mundo, —dijo a su vez exultante Michael, y todo
gracias a ti, padre.
Frente a ellos se encontraba una montaña negra, con miles de picos negros, era
como un enorme erizo oculto acechando en la espesura, que sabes que está ahí, listo
para atacarte, esto claro, si los erizos fueran animales agresivos. La cima se componía
de cientos de dientes rocosos afilados que dejaban entrever el valle que había tras ellos.
Así pues, el grupo comenzó la última ascensión, iban con mucho cuidado por lo
abrupto del terreno, que podía ser traicionero. Tras subir un largo repecho del camino,
con mucha pendiente, se toparon con un conjunto de varias colinas superpuestas una
tras otra cada diez metros entre sí, mas o menos, las cuales circundaban
prudentemente por sus dorsos de forma sucesiva, alternándose estas con más
repechos de considerable pendiente.
En este punto, los resultó sumamente difícil avanzar, dado que todo el suelo
estaba lleno de vegetación cortante muy espesa, que se unía a las púas y filos de las
hierbas, torturándolos de forma indecible. Todo ello resultó en que el grupo se convirtió
en una larga fila, de la cual sólo se oían todo tipo de lamentos, quejidos y gritos
constantes a lo largo de la misma.
183
Muchos sangraban bastante debido a las heridas, por lo que pararon un rato a
curarse y a beber de sus cantimploras, antes de retomar la marcha. Una vez retomada
la travesía y, tras pasar por una primera cresta, poco practicable, al igual que el resto
del terreno, bajaron con cuidado una garganta, la cual era recorrida por un sendero de
piedras y arenilla.
El grupo iba muy estirado, con Henry y Michael en su zona central y a veces
Henry perdía de vista al que tenia delante suyo, que se le adelantaba varias decenas de
metros. Era un ascenso muy vertical y cualquiera habría jurado que vista desde lo lejos,
la comitiva se asemejaría a un reguero de puntos móviles, que gateaban a ciegas hacia
el cielo mientras raspaban la roca, andando por el vértice de un prisma rocoso que
hubiera sido hecho por los albañiles de la Naturaleza, los cuales ya habían hecho antes
aristas casi tan perfectas como aquellas hasta el infinito.
Al llegar a la cima, casi tres horas y media después, mucho más tiempo del que
habían esperado emplear en subir, todos estaban exhaustos y se tumbaron durante un
buen tiempo en el suelo para coger aire, todos tenían los músculos agarrotados, el
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respirar se les hacia muy dificultoso debido a la elevada altura a la que se encontraban
y el corazón les bombeaba a tope, pero poco a poco todos se fueron reponiendo. Tras
ellos, a varios cientos de metros en dirección Sur, se encontraba por fin, la laguna del
tesoro.
Tras trabajar durante dos horas, consiguieron divisar el tesoro, el cual debido a
las ligeras corrientes de la laguna, se había desperdigado por una extensa zona. Con
palas y picos fueron trayendo los distintos objetos del tesoro a la orilla, había desde
utensilios de comer, a vasijas y múltiples estatuas y objetos decorativos de oro, una
gran cantidad de todo. Tras cargarlo todas las piezas existentes, lo cual los llevó casi
tres horas, Henry dio la orden de hacer un alto para comer y recobrar energías, antes
de emprender la ruta de vuelta al campamento base.
—Sabes, hijo, al llegar al complejo, deberíamos de añadir ciertas cosas sobre las
que estado pensando durante esta larga búsqueda.
—Entiendo.
—Hum... puede ser una buena idea, tienes razón, se lo sugeriremos al grupo.
Días después llegaron a Píllaro, donde se encontraban aún los restos del
campamento base, ya solamente les restaba una hora para llegar al lugar donde habían
ocultado la máquina del tiempo. Sin perder más tiempo del necesario, se dirigieron
hacia allí, era hora de pasar a la siguiente parte del plan.
Una vez al lugar del escondite, la destaparon, para proceder entonces a entrar
rápidamente en la máquina y fijaron en el panel las coordenadas de vuelta. Al llegar a
la base, los recibió Miles, con una sonrisa.
185
Por toda respuesta, Henry lanzó un plato de oro al suelo. Al verlo, Miles los sonrió.
—Bien, bien. ¡Henry! —es hora de pensar en qué es lo primero que haremos a
partir de ahora.
186
Capítulo XXII. La Calma antes de la Tempestad
Por su parte, Miles estuvo de acuerdo en que la idea que había tenido Henry
durante la búsqueda del tesoro, merecía ser tomada en consideración y la anotó en el
tablón de posibles alternativas.
—No sólo tratamos de salvar o curar el Mundo por nosotros, sino también por
nuestros hijos, para que tengan un futuro en el que puedan vivir. Por eso debemos de
establecer las características o más bien el factor o factores determinantes, que
llevaron en su momento al lobo de pasar de ser un animal que acechaba a sus presas
escondido en los bosques o en las montañas, a asociarse con el ser humano y pasar a
vivir en los salones, jardines o terrazas de las casas.
Eso sí, no se sabe con precisión, cómo ni cuándo se produjo esta primera
domesticación, aunque varios estudios apuntan a que su origen puede remontarse a
un período de entre veinte mil y cuarenta mil años, proceso que probablemente se
repitió en múltiples ocasiones en distintas partes del Mundo y a su vez en distintas
épocas, desde la Prehistoria hasta nuestros días. Desde luego, no fue algo que sólo
ocurriera con un único grupo aislado, y una sola manada de lobos.
Este apunte quizá pueda explicarnos por qué los "lobos “troquelados", es decir,
aquellos que son criados desde pequeños por las personas, pueden acabar teniendo
187
una relación con el hombre parecida a la que se establece entre los perros y sus amos.
Así, queridos alumnos, es como lo afirmaron hace unos años tanto Carlos Sanz, biólogo
español del programa El Hombre y La Tierra y también trabajador del Centro del Lobo
Ibérico de Castilla y León, como el ya citado “Félix Rodríguez de la Fuente”, quien pudo
criar a más de un centenar de lobos a lo largo de su carrera profesional, y según él: “si
un lobo es criado por un ser humano desde sus primeros días de vida, y a ser posible
antes de que abra los ojos, puede llegar a ser tan noble, fiel, sumiso y cariñoso como
cualquier perro, o incluso más.
El trato, de hecho, es muy parecido, aunque la gran diferencia está en que “los
lobos troquelados van cogiendo confianza y poco a poco acaban perdiendo el miedo
instintivo que cualquier animal salvaje tiene a las personas”, pero por lo demás
mantienen sus instintos y comportamientos como lo harían en una manada en libertad.
En un momento dado y haciendo una leve pausa, Charles miró a Henry sonriéndolo y
lo saludó, a su vez Henry le devolvió el saludo con un gentil movimiento de cabeza.
—Así que para la siguiente clase muchachos debéis de venir con un trabajo
epigenético, quiero que sea una disertación según vuestra opinión personal con
motivos a favor y en contra sobre la convivencia futura con el lobo y cómo el lobo
antepasado del actual pero fue evolucionando y seleccionando los genes más propicios
para la adecuada convivencia con el hombre y desechando el resto, menos apropiados
para ello.
Una vez acabada la clase Henry y Charles charlaron durante un largo tiempo
sobre los pormenores de la empresa en la que se encontraba la Iniciativa, encaminada
a intentar salvar el Mundo y a todas sus especies. Vieron pasar en un momento
determinado a dos de los profesores de idiomas, en concreto a Luis Martínez, profesor
de español y a Nicolás Moramarco, el profesor de inglés, el cual los saludó a través de
la ventana.
—Pues ahora que hemos encontrado el tesoro tras una ardua y difícil búsqueda
como bien sabes, no ha sido nada fácil desde luego la tarea, nos encontramos como
quien dice en la calma que precede a la tempestad Charles, se puede decir que estamos
descansando para coger energías y emprender el próximo paso en la misión, que es
establecer una empresa de forma discreta para poder comenzar a hacernos con las
piezas que necesitamos para construir el misil, es un proceso delicado.
—No me seas modesto Charles, la formación de las mentes del mañana es casi
igual de importante.
Charles se sonrojó.
188
Esa tarde Henry acudió a la capilla acompañado de su mujer, su otro yo y del resto de
sus amigos.
—Primera Lectura: Números (24:2-7, 15-17 ): Y al alzar los ojos, vio Balaam a
Israel acampado por tribus. Y le invadió el espíritu de Dios. Entonó su trova y dijo:
«Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del varón clarividente. Oráculo del que oye
los dichos de Dios, del que ve la visión de Sadday del que obtiene respuesta, y se le
abren los ojos. ¡Qué hermosas son tus tiendas, Jacob, y tus moradas, Israel! Como
valles espaciosos, como jardines a la vera del río, como áloes que plantó Yahveh, como
cedros a la orilla de las aguas. Sale un héroe de su descendencia, domina sobre
pueblos numerosos. Se alza su rey por encima de Agag, se alza su reinado.
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Entonó su trova y dijo: «Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del varón
clarividente, oráculo del que escucha los dichos de Dios, del que conoce la ciencia del
Altísimo; del que ve lo que le hace ver Sadday, del que obtiene la respuesta, y se le
abren los ojos. Lo veo, aunque no para ahora, lo diviso, pero no de cerca: de Jacob
avanza una estrella, un cetro surge de Israel.
Aplasta las sienes de Moab, el cráneo de todos los hijos de Set. —En verdad
hermanos que hay veces que nos vemos perdidos en nuestra vida, que buscamos y no
encontramos respuesta y nunca está de más saber pedir ayuda, así el señor ayuda al
que lo necesita y se lo merece y le abre los ojos a nuevas opciones y allí él encuentra de
nuevo el camino.
Palabra de Dios.
—Jesús, te pedimos perdón. —Por las veces que no nos tratamos bien en casa.
Todo el Mundo se puso de nuevo en pie, los chicos del coro empezaron a cantar
nuevamente.
—Queríamos también, así, enseñar de nuevo a los jóvenes que esta vocación,
esta comunión de servicio por Dios y con Dios, existe; más aún, que Dios está
esperando nuestro «sí». Junto con la Iglesia, hemos querido destacar de nuevo que
tenemos que pedir a Dios esta vocación. Pedimos trabajadores para la mies de Dios, y
esta plegaria a Dios es, al mismo tiempo, una llamada de Dios al corazón de jóvenes
que se consideren capaces de eso mismo para lo que Dios los cree capaces. Era de
190
esperar que al «enemigo» no le gustara que el sacerdocio brillara de nuevo; él hubiera
preferido verlo desaparecer, para que al fin Dios fuera arrojado del mundo.
(El Cura se acerca entonces al leccionario que está sobre el altar y lo toma y
acompañado por dos chicos con velas, lo lleva solemnemente al ambón). Dos niños más
se acercaron con las ofrendas, unas flores y un canasto con panes.
Henry procedió como todos los asistentes a realizarse la señal de la cruz sobre la frente,
los labios y el corazón ya que empezaba la segunda lectura de la misa.
—Procedamos a la lectura del Evangelio de Lucas (1:26-38) -Al sexto mes fue
enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a visitar a
una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de
la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;
vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»
María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le
respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira,
también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes
de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo
María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel
dejándola se fue. Palabra de Dios
191
Los niños del coro empezaron a cantar otra canción:
—A cada intención, te pedimos señor: Que tu Palabra nos guíe. Para que todos
los hombres del mundo lleguen a conocer tu Palabra. Oremos. Para que tu Palabra nos
haga conocerte y amarte más. Oremos. Para que los chicos que están en la catequesis
sean cada día más amigos de Jesús. Oremos. Para que todos nosotros vivamos de
acuerdo a lo que nos enseñas en tu Palabra. Oremos.
—Saludemos ahora a Dios, nuestro Padre, con la oración que nos enseñó Jesús:
Amén.
192
—Y a continuación, vamos a pedirle a la Virgen María que nos ayude a entender y
practicar las enseñanzas de Jesús. Digamos con amor.
Sacerdote:
Por eso,
con los ángeles y los santos,
proclamamos tu gloria, diciendo:
193
—Queridos hermanos:
Es renovar nuestra amistad con Él y querer parecernos cada día más a Él.
Por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de
manera que sean para nosotros cuerpo y sangre de Jesucristo, nuestro Señor.
Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a
sus discípulos diciendo:
Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza
nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el
perdón de los pecados.
-Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!.
194
Te pedimos humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor,
de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y reunida aquí en el domingo,
día en que Cristo ha vencido a la muerte
y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal;
y con el Papa, con nuestro Obispo Norberto
y con todos los pastores que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Amén.
Se formaron dos grupos, que poco a poco fueron recibiendo la hostia sagrada,
Henry fue uno de los últimos en recibirla. Al volver meditó rezando en silencio
mientras estaba de rodillas.
—Volvamos a nuestros hogares revestidos con la alegría de saber que Dios nos
ama y siempre sale a nuestro encuentro.
195
—No perdamos la fe, es muy importante en estos tiempos que corren, Ana.
—Si te refieres a la pequeña Mezquita del complejo, para los seguidores musulmanes,
la mencionan en el segundo tomo, Ana. Creo que el haram la construyeron más
adelante en la úlima planta del subsótano, junto a la alquibla.
—Dice padre que también habían construido un pequeño Mandir para los hindúes en
esa planta, Miguel.
196
Capítulo XXIII. Redecorando
"Y eso fue lo que ocurrió. Calcedonia era la ciudad de los ciegos, a la que se
había referido el Oráculo de Delfos. Y por lo tanto, Byzas fundó su ciudad frente a ella,
tal como había ordenado el Oráculo. Le puso Bizantion, un nombre derivado del suyo
propio, pero la conocemos más por la denominación latina que con el tiempo, le dieron
los romanos: Bizancio.” (Isaac Asimov; 1996).
—Me lo debes, Henry, considéralo como un primer paso para enmendarte —le
dijo Jenniffer, cuando dejó de leer.
197
—Bueno, querido, tampoco es como que vayamos a hacer ninguna locura, no sé,
como por ejemplo... evitar el hundimiento del Titanic, o... no sé, evitar el incendio en el
Hindenburg, avisar a Ucrania del ataque de Rusia meses antes del mismo, o al
gobierno de la URSS de que en la central de Chernobyl iba a estallar el reactor, pero es
que también nos podríamos plantear evitar la destrucción de las Torres Gemelas... son
todas ellas, Henry, cosas que podríamos habernos planteado... pero que algún
caprichoso, y no daré nombres ahora, ha descartado. Y tampoco sabría decir el por qué
—dijo Jenniffer enfadada.
—Cosas que causarían una disrupción tan brutal en la línea temporal, querida,
que podrían causar la destrucción misma de la existencia —dijo el joven Henry,
interrumpiendo a su esposa al considerar que estaba en una línea peligrosa de
conversación.
—Ya, —la cortó Henry, me puedo hacer una idea cariño. ¿Y dime, cuál es tu
sugerencia para la segunda base de operaciones?.
—Pues estuve pensando en otro sitio como el primero, que estuviera inaccesible
en el momento clave que a nosotros nos interesa, el cual es, por supuesto antes del
cataclismo.
—Naturalmente, ¿y?...
—Y verás, resulta que es un sitio ideal para nuestros propósitos, igual que El
Encanto. Imagínate el lugar casi paradisíaco perfecto y lugar de veraneo de la mayoría
de Europa en su época, sitio que, vamos a decirlo, sufrió un pequeño percance en
modo de invasión turca y desde entonces quedó aislado para el resto del Mundo,
abandonado y deteriorándose poco a poco. Era un lugar con bellas playas y un
fantástico complejo hotelero recién nuevo a donde acudían muchos actores y actrices
de renombre de Hollywood todos los veranos, como por ejemplo, Richard Burton,
Brigitte Bardot o la mismísima Elizabeth Taylor, quien tenía su hotel favorito en la isla
y todo, el Hotel Argo...
198
—Desde luego suena ideal para nuestro plan, reconozco que vas bien
encaminada.
—Esto es para que sepáis cómo nos sentimos el resto la mayoría de las veces,
cuando sois vosotros, los dos Henrys, quienes vais tramando por vuestra cuenta los
planes, que en realidad son de todo el grupo.
—Comienzos de los años setenta, Chipre... ¿te dice esto algo ya?.
Y con tan sólo eso y aunque pareciera increíble, Henry cayó en la cuenta.
—¡Ah... ya!.
—La verdad es que todo debe de ser valorado en su justa medida, te has
superado a ti misma, enhorabuena querida, es el sitio ideal para nuestros propósitos.
Te dejaré que informes tú misma al grupo. Y ya que estás, dile también a Laura que los
dos Henrys, como nos llamais todo el Mundo aquí en la base, aprobamos vuestra
misión decorativa —dijo entonces Henry a modo de sorna, lo cual hizo reír a Jenniffer.
Según avanzaba por el pasillo, pasó por el exterior del aula de inglés, donde el
excelente profesor Nicolás Moramarco, se encontraba aún dando la clase de C2,
correspondiente a sus alumnos. La puerta estaba ligeramente entreabierta y Jenniffer,
mientras avanzaba por el pasillo, pudo escuchar durante unos instantes y en silencio,
parte de la clase.
199
—So, Marcos, what´s your take on climate change?
—Well, I should say, first of all, that we are all concerned about climate change,
and saying this sentence in the past, before the great catastrophe would have seemed
banal, like a but, when it seems like a problem only for future generations, who would
say, "Will climate change affect me?". And that's the thing, we all know the damage we
humans did to the Earth and how climate change was basically destroying it, but
hardly anyone did anything to prevent it. In the end, no matter what anyone cares
about, climate change was already affecting our world and all countries should have
united to prevent it.
—I have to say that the saddest thing is that although everyone knew about
climate change, only a few did something to prevent it.
—All right, you two, you're the best. And now let's rock and roll, guys. Here you
have these sheets that I'm going to hand out, we're going to do a cloze test.
Tras el breve receso, Jenniffer saludó a través de la puerta a Nicolás antes de proseguir
su camino hacia la sala de cine. Una vez allí, sacó silenciosamente a Laura de la misma
y de camino le fue explicando el plan.
—El Chambelán imperial, sí, el cual, anteriormente había sido eunuco. Tenía
una impresionante colección en el mismo, y es que era un gran admirador del arte. No
sólo poseía la estatua del Zeus de Olimpia, una de las 7 maravillas de la antigüedad
sino que también tenía la Hera de Samos, la Atenea de Lindos, y la Afrodita de Cnido,
entre otras muchas.
—Impresionante.
—Nos haremos pasar por emisarios del emperador, Flavio Zenón, para
participar en un proyecto privado de restauración de la estatua. Esto nos dará la
cobertura perfecta para desaparecer con la Estatua poco antes del incendio, llevaremos
con nosotras un conjunto primitivo de poleas para poder moverla y a varios
200
voluntarios como ayudantes. Henry nos ha dado luz verde y libertad de acción. Creo
que nos acercaremos al palacio desde la famosa Mese, la calle principal.
—Pero aquí he de matizar, que sólo nos haremos pasar como meros artistas, no
tomando parte en las disputas entre el Emperador, que ése año tuvo que huir a
comienzos de año y refugiarse en Antioquía, donde estuvo hasta veinte meses
escondido, debido a la revuelta provocada por los partidarios de Basilisco a resultas del
origen Isauro del emperador Zenón, lo que generó cierto recelo y desconfianza entre
muchos de los habitantes de Constantinopla en esa época.
Las dos chicas se dirigieron al despacho Presidencial, donde las estaban esperando el
resto de sus amigos, los principales miembros del Gobierno.
—¿Es que alguien quiere añadir algo? —me pareció oir un ruido—. ¿No?
continuemos pues, —decía que, apartándonos momentáneamente de nuestra misión
principal, las chicas vayan a obtener ciertas esculturas para... no sé, digámoslo de
forma elegante, ¿no?... para decorar un poco el recinto. ¿Pero, por qué no nos lo explica
mejor un poco antes el propio Henry?.
—¡Vaya, eso no es propio de ninguno de los dos Henrys! —dijo riéndose Miles,
mientras simulaba otra voz.
—Salvaremos el Mundo y la historia, ¿de acuerdo? ¡No quiero volver a ver esas
actitudes pesimistas"! —dijo ligeramente enfadado Henry al resto.
—Perdona, no te enfades.
—Hum... bueno, vale, dejémoslo ahí por el momento, pero desde ahora no
quiero que ninguno de nosotros cuestione el plan. Y dicho esto, quisiera comentar que...
201
—Pero hablemos un poco de la ciudad y sobre su origen primero, Jenniffer,
para que así nos escuchen nuestros amigos, seguro que el Presidente querrá escuchar
esto, y si no luego le daré una colleja —dijo Laura riéndose.
A partir de ese instante, todo pasó a ser básicamente un diálogo entre Jenniffer y Laura,
siendo ocasionalmente interrumpidas por alguno de los dos Henrys. Laura fue la
primera en hablar...
—En efecto, Laura, y he de decir, que comúnmente se admite que la ciudad era
originariamente una colonia de la ciudad griega de Megara. En el año 628 antes de
Cristo, tuvo lugar una primera ampliación de la ciudad, con gente venida de Megara
liderada por Zeuxipo. La diosa Hera era la patrona de la ciudad. En esos primeros años,
la ciudad la dirigió una monarquía, que con el tiempo dio paso a un sistema
aristocrático.
—Ya está el aguafiestas interrumpiendo una vez más, —dijo Jenniffer riéndose
de la versión joven de su marido.
—El Presi, que se esté calladito ahora —dijo Laura—. Esta es una tarea
solamente de las chicas. Dejadnos tener también nuestro momento de gloria.
202
—¡Ahí le das dado, Jenniffer! y por tanto, continuaré. He de decir, que ante todo
esa función como cerrojo del Bósforo que desempeñaba Constantinopla en el Mundo
antiguo, explica a su vez que tanto Atenas como Esparta se disputaran continuamente
su alianza con la colonia, y que los príncipes que querían debilitar a estas potencias y
ejercer algún tipo de influencia sobre Grecia, trataran de asegurarse su posesión.
Bizancio, cuya historia es menos conocida que otras pequeñas ciudades polis de la
antigua Grecia, poseyó, no obstante, un gran papel político durante el siglo IV antes de
Cristo.
—Muy cierto, Jenniffer. Y ahora pasemos a hablar de esa obra que ya hemos
mencionado y que dio origen a la refundación, o transformación que sirvió para
producir ése cambio fundamental de la ciudad. La antigua Bizancio pasó a ser
Constantinopla tras esas obras, y fue embellecida a costa de otras ciudades del Imperio,
cuyas mejores obras fueron saqueadas y trasladadas a la nueva capital. En el foro
colocaron una columna donde se emplazó una estatua del dios Apolo, a la que
Constantino hizo quitar la cabeza para colocar una réplica de la suya.
—Bueno, hay quien diría que está de acuerdo con eso. También se hizo
trasladar distintos mosaicos, esculturas, retablos, columnas y obeliscos desde
Alejandría, Éfeso y hasta desde la mismísima Atenas. Constantino desde luego no
reparó en gastos y estimuló la construcción privada, prometiendo a los dueños de casa
donaciones de tierras de las propiedades imperiales de las regiones de Asiana y del
Ponto y así, el 18 de mayo del año 332 d.C. anunció que, como en Roma, se repartirían
alimentos de forma gratuita a los ciudadanos mediante la annona.
203
—A partir de aquí, hay que entender, Laura, que en el momento de la muerte de
Constantino la fragmentación del Imperio romano ya era un hecho. Sin embargo, esto
no se produciría de forma definitiva hasta la muerte de Teodosio, descendiente suyo.
Finalmente, en el año 395 después de Cristo, el imperio quedó permanentemente
dividido en dos partes. Así pues, Constantinopla se convirtió en la capital del Imperio
romano de Oriente, que pasó a la historiografía moderna con el nombre de Imperio
Romano Bizantino.
—Es lo que estoy diciendo. La Mese contaba con grandes pórticos, coronados
por cientos de estatuas y con gigantescas columnas, que protegían a los viandantes de
las inclemencias del tiempo y que disponían de algunas tiendas y locales interiores,
pues el pórtico era de dos pisos. El porticado se engalanaba en momentos especiales de
celebración, con guirnaldas de flores (sobre todo, una gran variedad de rosas) y con
ramas de olivo o telas colgantes de colores. Una de las cosas más extraordinarias de la
Mese es que disponía de alumbrado público, el cual consistía en lámparas de aceite
colgadas de los arcos por la parte exterior del porticado. Por esa avenida pasaban los
desfiles militares, los triunfos, las comitivas fúnebres, las bodas, y las procesiones
religiosas. A la Mese se accedía desde la Vía Regia, calle que daba acceso al Palacio
Imperial desde la Puerta Chalke.
204
—Vale, ya puedo continuar yo, sabelotodo, dijo Jenniffer a su viejo marido.
—Pues bien, sigo, la Vía Mese comenzaba en el monumento Milion, que fue el
hito o miliario dorado en el centro de la ciudad de Constantinopla (estaba cerca de la
Basílica, el Hipódromo y Santa Sofía) y marcaba el origen desde el que se medían las
distancias de todas las carreteras que llevaban al resto de las ciudades del Imperio
romano de Oriente. Es el equivalente en Constantinopla al Miliario de oro del foro de
Roma. La Mese se dirigía hacia el Oeste en línea recta, pasando por el Hipódromo, por
los palacios de Lauso y Antíoco y tras recorrer alrededor de seiscientos metros, llegaba
al Foro de Constantino, que tenía forma de óvalo, y era a su vez el lugar donde se
encontraba una de las dos casas del Senado de la ciudad.
—Sí, y ese tramo de la calle en concreto, también era conocido como la Regia o
Camino imperial, ya que formaba parte de la ruta ceremonial original desde el Gran
Palacio y la plaza Augustaion, que hacia las veces de mercado, hasta el foro de
Constantino.
—Con todo esto, Jenniffer, hay que destacar que Constantinopla fue tras la
caída del Imperio de Occidente, la heredera de la cultura europea romana en el Mundo,
y lo siguió durante más de 1000 años; era el centro del arte bizantino, el cual estaba
salpicado de influencias orientales, griegas y cristianas. Destacaba por su arquitectura
majestuosa, por los mosaicos artísticos que decoraban los interiores de los palacios y
las iglesias, y por una exquisita técnica de bajorrelieves trabajados especialmente en
marfil.
—Desde luego, Laura y es en este mismo contexto, tras apenas dos siglos de
existencia, cuando entramos nosotras en acción. Palacio de Lauso, año 475 de nuestra
era; el emperador Bizantino era entonces Flavio Zenón.
—Por supuesto, he buscado información estos días sobre él. Flavio Zenón, nació
como Tarasis Kodisas Rusombladadiotes. El futuro Zenón, fue un guerrero isaurio de la
región, que antes del cataclismo era Antalya, provincia de la costa suroeste de Turquía
y antiguamente conocida como Adalia. Su fama como guerrero no pasó desapercibida
en su momento para el emperador León I el Tracio, a mediados de la década del 460 al
470 después de Cristo, período en que el César estaba buscando alternativas al
205
creciente empleo en su ejército de mercenarios poco fiables, procedentes de distintos
pueblos germánicos.
—Como hemos dicho antes, Isauria era una antigua región de la antigua
Turquía, cuya ubicación actual, su territorio, sigue perteneciendo hoy a la actual
Turquia. En el año 466, Tarasis desenmascaró la traición de Ardabur, el hijo de Aspar,
el magister de Oriente, y se hizo así aún más indispensable. Hacia el 468, cuando el
incompetente (y quizás traidor) Flavio Basilisco, hermano de la emperatriz Elia Verina,
la mujer del emperador León I, condujo a la flota bizantina al desastre en la campaña
contra los vándalos, Tarasis pasó a ser considerado como el mejor general del
emperador. Durante una campaña en Tracia, escapó por poco de un asesinato
instigado por Aspar, y cuando Tarasis volvió a la capital, Aspar fue ejecutado por orden
de León I, y por tanto, Tarasis obtuvo el cargo de magister militum como líder del
ejército, por propio derecho.
—Resulta que para resultar más fácilmente aceptado por la jerarquía romana y
la población griega de Constantinopla, Tarasis adoptó el nombre griego de Zenón, que
usaría durante el resto de su vida; cambio que realizó de forma oficial, tras su
matrimonio con Ariadna, la hija de León I, en el año 468 de nuestra era. Aunque este
matrimonio tenía la finalidad de que León asegurara el apoyo isaurio frente al
ambicioso ministro Aspar, el acuerdo político daría lugar a que el hijo de Zenón y
Ariadna llegara a ser emperador, como León II tras la muerte de su abuelo en el año
474 d.C.
—Pero Laura, resulta que como ya hemos comentado antes, Zenón era muy
impopular, debido a la falta de prestigio dinástico, y sus únicos lazos familiares con el
trono imperial eran su matrimonio con Ariadna, la hija de León I, y a través de su hijo,
ahora muerto León II. Además, debido a que era isaurio, la élite bizantina lo
consideraba un extranjero, y para agravar las cosas, las arcas del tesoro real estaban
vacías en el momento de su ascensión al trono.
—Pero...
206
medida compuesto por compatriotas isaurios, hasta que marchó sobre Constantinopla
en Agosto del año 476.
—Y así pues, con ello el gobierno imperial afrontaba de esa forma los hechos. Al
mismo tiempo, el nuevo dueño de Italia, Odoacro, antiguo siervo de Atila, fue nombrado
magister militum per Italiam y recibió la administración del país en calidad de virrey
del Emperador, que de este modo se convirtió en teórico gobernante de un Imperio
romano reunificado. El gobierno de Zenón estuvo marcado por constantes disturbios, y
sólo a través de la astucia y el soborno logró gobernar durante diecisiete años, hasta su
muerte el 9 de abril de 491.
—Las mujeres romanas llevaban una túnica larga y holgada, la estola, la cual
tenía muchos pliegues y que para las nobles matronas se adornaba con franjas o ricos
bordados. Sobre ella vestían la palla, un manto parecido a la toga viril que cubría la
espalda y a veces, la cabeza. También se tapaban con una cofia que se llamaba mitra o
con un velo, llamado ricinum, o con una capucha.
207
—Tampoco queremos nada demasiado sofisticado cariño, que sea cómodo para
que vosotras podáis trabajar a gusto y fijar las estatuas dentro del recinto de la
máquina, a la cual hemos añadido ciertos elementos para hacerla parecer un antiguo
carromato romano, un poco estrafalario debo decir, eso sí, —añadió Henry.
—Eso fue idea mía, dijo Miles. Y por cierto, la frase clave, cariño, es...
—Bien, como primer paso preventivo y a falta de una mayor investigación, esa
frase os abrirá muchas puertas y servirá para probar vuestra ciudadanía. La
vestimenta hará el resto, y en caso de que sea necesario...
—Tendremos los documentos que habéis preparado, esas tablas están muy
logradas y son similares a las que empleaban entonces.
—Daje.
—Vale, vale, dejaros ya de tanto latín e iros ya, Jenniffer, dijo Miles.
Las dos mujeres de vistieron en sus respectivos domicilios dentro del complejo,
para reunirse luego con sus tres ayudantes, pertenecientes al selecto y reducido
grupo de cuarenta hombres y mujeres originarios de la antigua Atenas, que vivían
también como refugiados dentro de las instalaciones. Sus nombres, Acadio, Ajax y
Alcander. Con todo ya listo, se dirigieron a la máquina; Miles y Henry se acercaron al
grupo para sacarles una foto antes de la partida. Al viejo Henry le pareció ver algo raro
en el interior de la máquina, cuando enfocaba el interior con su cámara.
—Vaya Henry, supongo que los efectos de introducir mil y pico años antes de su
tiempo un deporte como el fútbol serían catastróficos.
—No, veréis, ahora en serio, no teníamos pensado llevarlo con nosotros, —dijo
Laura, era tan sólo una broma.
Con ello, tanto el viejo Henry como Miles se tranquilizaron, pero por si acaso, Miles
agarró el balón, para tenerlo a buen recaudo.
13 La frase Civis romanus sum en latín significa: soy ciudadano romano. Es una frase repetida con orgullo por muchas figuras
romanas importantes, para reclamar los privilegios inherentes a la condición de ciudadanos romanos.
14 Interjección: Era usada entre los campesinos para llamarse de lejos.
208
—A ver, decid patata a la de tres.
—¡Patata!.
—¡Listo! Habéis salido muy bien, venga, ¡a por esos romanos!, buen viaje a
todos y a todas.
Miles y el viejo Henry levantaron las manos a modo de despedida, a lo lejos, también se
vio al joven Henry, quien acababa de venir de la sala del Arca y también se despidió del
grupo.
—¡Adiós!.
—Los datos nominales son correctos, Jenniffer. ¿Estáis todos bien? —preguntó
Laura al grupo de acompañantes.
Los tres hombres ataron una cuerda que traían consigo a la máquina y tiraron
de ella como si efectivamente fuera algún tipo de carromato romano y con ello, la
máquina comenzó a rodar. Tras ello, todo el grupo decidió que lo más conveniente sería
acercarse a la puerta principal de la ciudad, la cual se encontraba a escasos
trescientos metros aproximadamente de donde estaban y donde pudieron divisar desde
lo lejos que había una patrulla de guardias custodiando las puertas de entrada a la
ciudad. Se trataba de la famosa puerta dorada de Constantinopla, su único obstáculo
antes de entrar. Una vez se posicionaron frente a los guardas, Laura tomó la palabra:
—Ave.
—Ave.
El jefe de los guardias las examinó durante apenas unos instantes, pareció complacido.
16 (Todas las conversaciones durante esta misión se mantuvieron íntegramente en latín): Somos embajadoras del emperador
Flavius Zeno. Pedimos audiencia al Emperador Flavio Basilisco, venimos a restaurar unas estatuas en el Palacio de Lauso.
209
—Gracias-dijo educadamente Jenniffer mirando la máquina, que en efecto,
ahora parecía una biga romana. Perdone, decurión...
—Vale.17
—Vale.
—Algo así debió de ser, Acadio, en el año 183 después de Cristo, cuando
Constantinopla aún era la antigua ciudad de Bizancio, —dijo Ajax.
—¡Héme aquí yo, conquistador del Imperio Persa, señor de los aqueos y los
Macedonios ! Maestro Aristóteles, ¡dígame otra vez los tres principios básicos que debe
de satisfacer la geometría!.
210
—Y en cierto modo así era, Jenn. Fue un visionario, que supo anticipar que
Roma acabaría cayendo y quiso preservar de algún modo la cultura romana
trasladando los principales valores de la misma a Oriente. Somos los herederos de ésa
cultura.
—Más adelante, tranquila. Por ahora sólo añadiré que tristemente muchas
veces los historiadores olvidan que entre Occidente y el Islam hubo una tercera
civilización sin la que no se entiende Europa… la Bizantina.
Dejaron el Palacio Imperior atrás, el cual quedaba al Sur, con su imponente entrada, la
puerta de Chalke y continuaron su camino, pasando al lado del Palacio de Lauso, al
cual contemplaron durante unos instantes.
—"Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora," dijo Buda.
—Sabias palabras, Laura. Parece que el reto de hoy es cual de las dos recuerda
más frases zen-dijo Jenniffer mientras se reía.
Finalmente llegaron a uno de los dos edificios del Senado, pero no se trataba
del edificio principal, con lo que continuaron su marcha. Una vez llegaron a las puertas
del mismo, tras otros diez minutos de marcha, se presentaron ante los guardias de
acceso al recinto, quienes los dejaron pasar sin poner objeción alguna. Ya dentro, y
tras sentarse en unas butacas que se encontraban libres, presenciaron una discusión
entre el usurpador y los senadores.
—Así que Roma acude a mi para pedir tropas de ayuda, —¡Pues yo quiero
gladiadores! solicito que Roma me envíe unos gladiadores para celebrar el CXXXVIII
aniversario de la muerte de nuestro querido fundador, el gran Constantino I.
211
—El pueblo, querido senador, Marco Aurelio Crassino... ¡se atendrá a lo que le
imponga su Basileus!18 pues... ¡yo soy su emperador!.
—De acuerdo, Basileus. Puede que con ese compromiso por su parte valga.
—Como entendidas en arte que somos, creímos que era nuestro deber, al fin y
al cabo son unas bellas obras de arte y no queríamos que se estropearan con el tiempo,
como comprenderá.
212
—Pero eso no será hasta dentro de unos días, he solicitado ya los gladiadores a
Roma, veréis, aquí en Constantinopla el viejo anfiteatro está en desuso y los combates
no se disputan desde hace muchos años, ya que a los cristianos no les gustan este tipo
de espectáculos, un poco crueles para su fino gusto, supongo. Pero yo quería algo
tradicional, para conmemorar este aniversario de su muerte.
—Bien, eso es todo por el momento, podéis visitar las ciudades de nuestro
Imperio mientras llegan los gladiadores, os recomendaría ver la bella Éfeso, que
esconde varias maravillas. Y ahora, si me disculpáis, debo de acudir al ágora a
presenciar el discurso del gran Proclo, que ha venido de visita estos días desde la
lejana Atenas; él nació aquí, en Constantinopla, como bien sabréis.
—Así lo haremos, emperador. Y disfrute usted a su vez del discurso del ilustre
Diádoco20.
20
Otra forma de denominar a los artistas (poetas, filósofos...) en la Antigüedad.
213
Filemón y parte de la dirigida a los Corintios, algunas de ellas incluso estando en
prisión, y no preventiva precisamente, y todo por ser cristiano, claro.
—Un poco de respeto, fue un gran hombre que ayudó a propagar el mensaje de
nuestro señor.
—¡Vamos! ¿Nadie más, salvo Jenniffer lo sabe? ¡Ah! rugió, desesperada, para
finalmente hacerle un gesto a su amiga Jenniffer.
—El Templo de Artemisa, que contaba con 120 columnas de veinte metros de
altura, fue destruido en un incendio provocado por un pastor que quería pasar a la
historia mostrando su gran burrería, el inefable Eróstrato. A día de hoy, sólo queda
una de las columnas en la zona, como vestigio de su antigua grandeza, y es una pena,
desde luego.
214
Henry os podría hablar más del mismo, pero ya le preguntaréis sobre ello si queréis,
una vez que volvamos al complejo.
—Muy cierto, Jenniffer. Bien, sigamos. Éfeso fue también sede del tercer
Concilio Ecuménico, hace pocos años, en el año 431 después de Cristo, en la Basílica
de Santa María. Concilio en el que se declaró que la virgen María era madre de
Jesucristo, Dios y hombre y por tanto, madre de Dios. La ciudad contaba con el
derecho de asilo, muy importante en la época y que era respetado tanto por persas
como por macedonios y romanos. Os podría hablar de las Termas o sobre el Odeón,
pero no nos podríamos dejar atrás el antiguo gran Teatro, de época helenística, aunque
he de decir que en esta época sólo es utilizado más bien como estructura defensiva, en
vez de para su uso habitual. Veréis, en el siglo III un terremoto lo destruyó y aunque
está en gran parte restaurado, no lo han vuelto a emplear como sitio de asambleas
públicas, ni como centro de artes escénicas.
—No sé muy bien exactamente las razones de ello, pero el caso es que fue así
como ocurrió. Y finalmente estarían, cómo no, el Ágora o zona comercial, la puerta de
Adriano, el templo de Adriano y finalmente, las famosas termas o baños de Varius, y
también las letrinas públicas y el templo y fuente de Domiciano.
—Muy cierto. De todas formas, debo de aclarar, que su labor principal fue como
lugar donde recibir masajes con esencias y aceites especiales, y por supuesto bañarse
propiamente dicho: las aguas a veces tenían propiedades curativas y se acudía a las
termas para relajarse. Los baños romanos fueron muy bien vistos entre el pueblo,
cuando empezaron a ser públicos a partir del siglo I a.C. Muchas termas incluso
disponían de zonas de tiendas.
215
Constantinopla, época Bizantina, arriba y abajo
216
Visiones aéreas de Constantinopla desde tomas distintas, arriba
—En efecto, Laura, los baños de Varius de Éfeso por ejemplo, constaban de 3
alturas, siendo por lo tanto de un gran tamaño. Y probablemente dentro de los mismos
habría material de lectura para los usuarios, con noticias del Imperio para que la gente
se distrayese.
217
—Bueno, con eso creo que cubrimos todo, Jenniffer. Vamos ahora a separarnos
y que durante las próximas dos horas cada uno visite por su cuenta la ciudad. Luego
quedaremos en esta misma zona para regresar a Constantinopla.
—Entiendo.
El joven Henry por fin les había asignado aquella misión y Jenn estaba como
quien va a hacer la compra por obligación. Quizás sus jóvenes ayudantes habrían
extraído todas las ansias de su amiga, puesto que ellos sí caminaban ya muchos pasos
por delante, sin duda investigando cada rincón, navegando a través de la historia y
abriendo la boca sin parar ante tanta belleza.
Sin oídos próximos a la redonda, salvo los de Acadio, que no podía de todas
formas oírlas, Laura quiso aprovechar la ocasión para tratar de averiguar qué le estaba
sucediendo a su amiga. Se sentía con la confianza necesaria para preguntarle a
bocajarro y sin embargo, optó por ser sutil y no sacarle de ese ensimismamiento con un
golpe brusco que provocara más bien, que se cerrara aún más.
—Jenn ¿estás bien? Te veo poco ilusionada con este viaje y siempre lo
habíamos tenido pendiente, y sin embargo, ahora que lo hemos conseguido y estamos
aquí, no siento que lo estés disfrutando.
—Ya… la verdad es que creía que al llegar aquí y sobre todo con lo que ello
significa por parte de Henry… Ha sido un bonito gesto después de todo por su parte,
pero no dejo de pensar que lo ha hecho como parte de una cuenta pendiente.
—No entiendo, Jenn ¿a qué te refieres? ¿Estáis bien o es que ha pasado algo
más que yo no sepa?.
218
hacerlo, compartir sus pensamientos y todo aquello que se le había enquistado tiempo
atrás, le haría bien. Henry había tenido una aventura en un momento puntual y
aquello el viejo Henry y ella lo superaron, no sin problemas, pero lo hicieron. Lo que le
atormentaba de día y de noche era que de aquel encuentro fortuito hubiera aparecido
un hijo. Ni siquiera el joven Henry y ella habían tenido uno aún. A Michael, en la base,
lo tuvieron años después. Laura se repuso de su ensimismación y abandonó por fin al
silencio invitando a dar un paseo por la zona a su amiga mientras hablaban sobre el
asunto.
Jenn volvió otra vez sobre sus palabras, estaba en modo bucle, y sin habérselo
propuesto estaba enfadada con los dos Henrys. Le contaba de nuevo a Laura que había
perdonado el engaño pero la cuestión que resultó de ello es lo que le hacía realmente
daño. Sentía que ese hecho había establecido una distancia entre ellos dos. De pronto,
una mujer totalmente desconocida tenía más en común con el hombre de su vida que
ella. Había pasado tiempo e intentaba avanzar, dejar aquello atrás y simplemente
depositarlo en la basura de la mala suerte pero no lo conseguía.
Cada vez que el viejo Henry tenía algún tipo de detalle con ella, en vez de
enfocarlo como tal, automáticamente lo transformaba en algo malo, un pesar de la
conciencia de su marido. Y lo peor era que con quien realmente estaba enfadada era
con el joven Henry. Durante el paseo, Laura trataba de calmarla y poco a poco desviaba
la conversación hacia otros temas, pero esto casi no servía para nada, Jenn no estaba
para escuchar, se había metido ella sola en la rueda de la rata de los problemas y no
parecía querer salir de ahí. Cuando estás en ese tipo de situaciones, está bien dejar que
la persona se desahogue hablando.
Laura sabía que Jenn necesitaba expresar en voz muy alta la rabia que llevaba
por dentro y vaciarse, sólo así podría quizás empezar a superarlo. Después de un largo
rato de paseo por la ciudad de Éfeso y sin admirar ninguna de las figuras, Laura pensó
que ya era momento de actuar y ayudar realmente a su amiga. Avanzó un par de pasos
por delante de Jenn y se volteó para tenerla de frente, alzó los dos brazos y puso cada
una de sus manos encima de los hombros de su amiga; la paró en seco y sacudió su
cuerpo repetidas veces como queriendo con ello que todos los problemas salieran de
ella al igual que el polvo se va al sacudir un trapo.
Jenn, al estar tan ensimismada, no esperaba ese gesto y para ella fue como un
despertar brusco. Miró a su amiga y finalmente rompió en llanto. Las dos se abrazaron
y tras ello, Laura le propuso ir a tomar algo en vez de estar haciendo una cosa sin
quererla realmente, cuando antes hubiera matado por estar allí. Ya podrían ver la
ciudad por su cuenta y más a gusto un poco más tarde. Después de todo tenían una
máquina del tiempo y con ello mucho tiempo a su disposición para poder hacerlo.
Bastante le había costado en tiempo y fuerza a su amiga Jenn, como para que
ahora la interrupción de aquellos tres lo tiraran todo por tierra. Encontraron a pocos
minutos de allí una popina que encajaba perfectamente, era como las típicas terrazas
francesas, un milenio posteriores en el tiempo, con elegantes mesas de mármol para
21 Las Popinae, (plural de popina), eran establecimientos con una barra, que tenía instalados dos grandes calderos cerámicos
(dolia) en los que presumiblemente habría frutos secos o verduras; su porosidad y tamaño no los hacían muy útiles para
guisos con caldo o para albergar vino. El vino estaba a disposición en muchos de estos restaurantes, pero en otras vasijas y
frecuentemente mezclado con especias (miel, pimienta, cedro) y se consumía diluido con agua, ya que era bastante más
alcohólico que el actual.gt.
219
sentarse y degustar los alimentos y con una gran barra en el frente, para atender a los
clientes, un lugar que invitaba a pasar allí el tiempo.
—Tienes todo el derecho a estar enfadada con él, Jenn, pero sólo por un tiempo,
no dejes que todo se acabe por algo de lo que tampoco el viejo Henry era responsable.
Se equivocó, todos estamos de acuerdo y lo hemos hablado con él muchas veces. Está
arrepentido, arrepentido y apenado de causarte este dolor que ahora sientes. A veces
las cosas suceden, algún sentido tendrá por mucho que ahora no seamos ninguno
capaces de verlo. Bien sabemos y mejor que nadie que lo que hemos hecho no se puede
cambiar y por mucho viaje en el tiempo que podamos hacer no conseguiremos cambiar
ese hecho, pero sobre todo, no debemos hacerlo.
—Ya, pero...
—Igual que no deberías dejar que algo así acabe estropeando tu verdadera
historia de amor con Henry. Henry no sintió y no siente nada por esa persona y si lo
piensas detenidamente cometerías una locura absurda, si no pudieras perdonarlo del
todo ya que lo estarías haciendo sin justificación alguna, sólo porque tu parte terrenal
está dejando actuar al ego, ese enemigo de todos que sólo aparece para llevarte a
terrenos pantanosos.
—Otra vez es tu ego el que trata de engañarte, eso no es así Jenn. No hay
ningún pequeño Henry por ahí, hay una personita más en el mundo, pero no es de tu
Henry, del que tú conoces, del que se ha hecho como persona, estando contigo a su
lado. No nació del amor que sí que os tenéis vosotros, no, esa criaturita nació de un
acto en el cual está claro que existe esa probabilidad, pero es un resultado remoto.
Cuando vosotros tengáis al verdadero pequeño Henry, Michael, llegará desde la base
del amor. Ya sabes cómo es Michael, un dechado de amor, de hecho. Y si te dan a
elegir… ¿a cuál de los dos preferirías?.
—A ver… está claro que la otra posición me gusta aún menos que la mía, pero…
—¿Cómo que no los hay Laura? —(dijo Jenn, entre preguntando y exclamando).
—Pues como que no los hay, Jenn, lo siento. No voy a dejar que te tortures
infinitamente, ya está bien de querer hacerte daño. Parece que el castigo que le quieres
hacer pagar al joven Henry, también quieres pasarlo tú. Está bien que te desahogues,
incluso era algo más que necesario. Nunca lo habías hablado conmigo, cosa que ya
resulta bastante extraño, ya que somos mejores amigas y hablamos de todo, te sabes
toda mi vida con Miles y sin duda alguna correría a buscarte si me hubiera pasado algo
parecido a mí.
Pero no iría para que me dejaras navegar en todas mis tormentas, iría para que
me sacaras de ellas, que me escucharas y racionalizaras lo que hubiera pasado.—Las
dos sabemos que hay que usar el cerebro, las emociones son para sentirlas, Jenn, pero
a la hora de tomar decisiones y más aún, las que son tan importantes como
ésta…tienes que pensar Jenn, pensar fríamente desde fuera de la ecuación y resolver.
Piensa en qué me aconsejarías tú a mí y lo verás todo más claro.
220
—No sé muy bien qué decirte a eso Laura, creo que igual necesito algo más de
tiempo para procesarlo y llegar a ese punto. Entre la media botella de vino que
llevamos y todo esto que me estás diciendo…confundo si me estoy aclarando o
emborrachando… —(soltó entonces una leve carcajada).
Volvieron a reír ambas. Continuaron con el vino, no iban a dejarlo allí, era
después de todo un excelente vino cretense, de uva moscatel y ya estaban en el punto
de que les daba exactamente igual que llegaran sus ayudantes y las vieran así, era su
momento y lo necesitaban. Por fin se había esfumado la tristeza profunda en la cara de
Jenniffer y eso se merecía una buena celebración. Debía pensar en todo lo hablado,
pero eso sería después de aquella tarde, ahora era tiempo de risas e ir a ver la ciudad
antes de que anocheciera e ir luego a comer algo.
Tras la liberadora charla entre ambas, para ponerse al día, se dedicaron a ver la
ciudad rápidamente , cada una por su cuenta. Dos horas después, todos se
encontraban de vuelta junto a la máquina, donde sus acompañantes se encontraban
sin duda aburridos esperándolas. Cuando se encontraban a varios metros de distancia
de ellos, los escucharon hablar entre sí.
—Espero que eso sea sarcasmo, querido Alcander. No te preocupes, estaré bien.
—¿Qué tal todos? —preguntó Laura, una vez llegó junto a Jenn a donde se
encontraban sus ayudantes. Sentimos habernos demorado tanto, chicos.
—Yo he estado en las Termas, —dijo Jenniffer y me he dado unos buenos baños
relajantes, que me han venido de maravilla.
—Yo me he perdido un poco por la ciudad, para empaparme del gentío y estuve
también en la zona del ágora viendo los productos, —dijo Alcander.
—Yo visité primero la zona Administrativa y luego fui a ver el gran Teatro, —dijo
finalmente Ajax.
—Ha resultado ser un buen camuflaje, desde luego Laura, —asintió Jenniffer,
riéndose.
—En la zona del ágora podríamos encontrar algo para comprar y comérnoslo.
221
Tras comer opíparamente, cada uno un puls 22 romano y unos rophema, 23 con
hortalizas y algo de carne, que compraron a un vendedor ambulante, se dirigieron de
vuelta a la máquina-biga. Tras establecer Laura las coordenadas, todo el grupo dirigió
un último vistazo a la ciudad.
—¡Pregúntaselo a Antístenes!.
Todos se rieron.
—Lo siento.
—Pero nos debemos primero a la misión, completó la frase Laura, por ella.
—En efecto Acadio, pero al igual que el teatro en la antigua Grecia, las disputas
o combates de gladiadores, propiamente dichos no empezaron así, sino que
originalmente estaban dotados de un componente religioso. La costumbre inicialmente
provenía de las culturas de la Italia arcaica.
—Puede ser Laura, cierto es que tampoco está claro del todo la cosa; lo que sí
se sabe es que tribus de alguna de esas regiones, comenzaron a realizar sacrificios
22 El puls es una comida en forma de sopas/gachas de cereales o legumbres, que fue muy popular en la cocina romana
durante el período del imperio romano.
23 Hervido romano con base de hortalizas, verduras y cereales, al que añadían algo de carne o grasa los días de fiesta, y el
antecesor de todos los cocidos y pucheros de la actualidad.
222
humanos en honor de los guerreros de los clanes de la tribu que habían muerto en
combate. Y también solía inmolarse a los enemigos que habían sido hechos esclavos
sobre los sepulcros de los héroes de la tribu que hubieran muerto.
—Pero el caso, Jenniffer, es que con el correr del tiempo esa tradición fue
cambiando, evolucionando por así decirlo, se estilizó. Aquellos cruentos sacrificios, que
podría considerarse como una especie de ritual de sacrificio de los criados al servicio de
su patrón, y que solía ser frecuente en familias de alta clase, fueron reemplazados poco
a poco por combates entre una o más parejas de esclavos, todo siempre con fines
rituales y como forma de homenajear a los muertos relevantes de la tribu. Se forzaba
a los cautivos a luchar entre sí a muerte.
—Y las armas que utilizaban, oh, Laura, déjame decirte que no eran unos palos
y unas piedras cualquiera del campo, ni mucho menos. En estos combates, en el
munus, se empleaban las mismas armas que utilizaba la tribu en las batallas contra
otros clanes. Y así fue, que pasado el tiempo, el aspecto tradicional religioso quedó
relegado a un lado, e incluso fue olvidado por completo y de esta forma, los combates
entre gladiadores se convirtieron en lo que todos conocemos hoy que fueron, su sentido
más tradicional y por lo que pasaron a la historia.
—En efecto Jenn, los combates fueron la principal plaza para utilizar como
baza política por los candidatos. Prometían un gran espectáculo al pueblo, a ser posible
muy fiero y violento, a su vez les daban alimento gratuito y a cambio recibían los votos
de la gente. A tal grado de afición llegaron los combates entre el pueblo, que los
principales mandatarios romanos terminaron por acapararlos para sí mismos, ser ellos
los que los organizasen.
—Y con el tiempo, Laura, fue el propio gobierno el que se hizo cargo de los
mismos, arrebatándole el control a los ricos particulares con ambiciones políticas. Ya
en el año CV24 antes de Cristo, pocas décadas antes de la caída de la República, los
combates fueron incorporados al calendario de espectáculos del Estado romano.
223
propiamente emperador, fue la que finalizó este adueñamiento de los combates de
gladiadores mediante unas leyes específicas y estipuladas. A partir de entonces, y salvo
alguna excepción en alguna provincia limítrofe del imperio, los torneos fueron
competencia exclusiva del César.
—Sí, Laura, como ya comenté antes, toda esa monopolización explica cómo
llegaron a convertirse en el disfrute favorito durante la época del imperio y a su vez en
un elemento distintivo de la cultura romana.
—Pero verás, Jenn, ese interés de los césares en los combates de gladiadores,
como hemos dicho no era casual, sino que tenía un gran valor publicitario detrás, y es
que el pueblo se aburría por estar hacinado en la ciudad y había que contentarlo con
algo, y ése algo, queridos amigos, fueron los combates entre los gladiadores. Asimismo,
también como efecto rebote, se empezó también a popularizar el otro deporte oficial del
imperio, las carreras de carros de los circos romanos. Y es que hay que verlo todo como
un conjunto, estas actividades estrechaban los lazos de unión entre el emperador y sus
súbditos, la plebe.
—De eso no hay ninguna duda, Laura. Ya desde los tímidos inicios del imperio,
se fueron perfilando y estableciendo poco a poco las características típicas que
definirían estos combates para la posteridad. Para ello se construyeron espacios
específicos para ellos, los anfiteatros, abandonando así su representación inicial en
plazas u otro tipo de espacios improvisados a tal efecto en el foro. Los anfiteatros
consistían como bien sabéis todos, en pistas de forma ovalada cubiertas con grandes
gradas, que sustituyeron a los antiguos espacios improvisados en el foro que se habían
estado utilizando hasta entonces durante la época de la República Romana.
—Y como resultado de todo ello, Jenniffer, el primer anfiteatro del que existe
constancia fue creado a mediados del siglo I antes de Cristo por el magistrado Gaio
Escribonio Curión. Constaba de dos hemiciclos que se podían mover, hechos de
madera, los cuales, tras ser empleados para la representación de distintas obras
dramáticas, rotaban y formaban una especie de elipsis, y allí era donde se celebraban
los combates.
—Y desde luego, Laura, aquella innovación gozó de una gran aceptación entre
la plebe, dado que un recinto cerrado facilitaba el poder ver los combates desde
distintas posiciones en la grada y poder también ofrecerlos a una mayor cantidad de
espectadores. De esta forma se llegó, ya en el año XXIX 27 a.C. a la construcción,
durante el mandato de Augusto, de un estadio más resistente y duradero en el tiempo y
hecho en parte con piedra. Pero como este primer estadio se incendió, se retomó la idea
y se llevó aún más allá.
—Bueno, Jenn, ésa era siempre la forma romana, intentar una y otra vez las
cosas hasta tener éxito, eran muy tenaces, eso hay que reconocérselo. Para no volver a
fracasar, esta vez se decidió hacer algo majestuoso y no se escatimó precisamente en
gastos. Vespasiano ordenó que se utilizaran los mejores materiales y que el nuevo
anfiteatro tuviera un tamaño colosal. Y dada la gran afición y sobre todo, alta adicción
de los romanos al munus hacía que todo este gasto realmente mereciera la pena. El
proyecto fue inaugurado en el año LXXX28 d.C. y se convirtió en el mayor anfiteatro de
la antigüedad, el que tuvo una mayor relevancia histórica y se convirtió en uno de los
principales símbolos de aquella cultura. Fue conocido como El Anfiteatro Flavio, o por
su nombre más conocido, El Coliseo.
224
romanos, pasaron varios días en Constantinopla mientras se acercaba la fecha del
combate, y así, acudieron a ver distintas representaciones en el anfiteatro, compraron
cosas en el mercado, disfrutaron de las calles y la vida pública de la ciudad, acudieron
a cenas invitados por el Basileus... y finalmente y casi sin darse cuenta, llegó el día
señalado.
Cuando todo el Mundo estaba ya sentado en su sitio, una trompeta sonó muy
alto y los gladiadores dieron una vuelta de homenaje entorno al estadio saludando al
público. Tras ello, el emperador se levantó y se dirigió en voz alta al pueblo y
autoridades presentes.
225
Se hizo el silencio. Los gladiadores se dispusieron en círculo, juntaron sus
armas en el centro y se dirigieron al César.
Laura se fijó en el singular duelo mantenido entre los provocatores. Uno de ellos
lanzó un mandoble que el otro detuvo interponiendo su escudo, que recibió un
abolladura, a su vez, éste contraatacó lanzando un rodillazo a su contrincante. El
público chillaba enloquecido, animando a sus luchadores favoritos.
—Desde luego está siendo muy emocionante. Pero has de tener en cuenta,
querida amiga, que los romanos no tenían el mismo concepto que nosotros de
violencia, para ellos este espectáculo trataba de desafiarse a uno mismo, de luchar con
honor, de... ¡Mira!.
Jenniffer señalaba una escena que se estaba dando en ese preciso momento en
la zona frontal izquierda de la arena, donde el secutor había logrado arrinconar al
reciario contra la pared, y tan sólo el tridente los separaba entre sí, las armas
entrechocaron, los dos gladiadores forcejearon durante unos instantes, en los que la
pelea pareció congelarse, hasta que finalmente el secutor valiéndose de la ventaja que
le daba su armadura logró empujar hacia atrás al reciario que cayó al suelo dando dos
vueltas sobre sí mismo, lo cual lo hizo perder la red, pero agarró fuertemente el tridente
para protegerse del ataque de su rival con su gladius, el cual iba dirigido a su hombro.
Mientras tanto, se estaba también dirimiendo otro de los duelos, y los dos
provocatores se encontraban enconados duramente en su combate. Uno de los dos
había logrado desarmar a su contrincante, que se protegía con su escudo, el cual
226
empleaba también de forma ofensiva; de esta forma logró sorprender a su oponente,
golpeándolo fuerte en la cabeza y dejándolo así aturdido por unos momentos, los cuales
aprovechó para abalanzarse sobre su ahora indefenso rival y someterlo sobre la arena.
El ataque lo dejó ligeramente sin aliento y ése preciso momento fue el que
aprovechó su contrincante para derribarlo al suelo con otro golpe, esta vez al rostro,
tras levantarse rápidamente y finalizar el combate poniendo su lanza sobre el cuello del
dimachaerus. Las masas gritaron enfervorecidas ante el desenlace, felicitando al último
ganador de la tarde.
Tras finalizar los combates, cada uno de los ganadores fueron levantados en
volandas por sus compañeros respectivos, los perdedores de los duelos y todos fueron
ovacionados por la multitud. El Emperador bajó a la arena e hizo entrega a cada uno
de los ganadores de su respectiva corona de laurel, por haber luchado de forma
honorable y ejemplar y haber dado un gran espectáculo a la concurrencia. Asimismo
les hizo entrega de un título de propiedad pagadero de cinco mil sestercios, a cobrar en
el banco del templo. Tras estos actos protocolarios y acompañados de ruidos de
trompetas, los ganadores dieron una vuelta a la arena, siendo vitoreados por el público
asistente.
—Desde luego. Y tras esto, tan solamente nos queda culminar la misión que
nos ha traído aquí en primer lugar. Hemos de hacernos con la estatua. Tenemos que
hablar antes con el emperador; prometió darnos permiso para entrar en el templo tras
los combates.
Dos días pasaron hasta que el César accedió a verlas en el edificio del senado.
Restaban dos días solamente para el incendio y debían de preparar todo el equipo en el
interior del templo para asegurar las estatuas. Jenniffer y Laura entraron en el edificio
donde se encontraba el Basileus, a quien vieron dirimiendo en una disputa de tierras
entre dos senadores.
—No, al colindar con la zona norte del terreno del jurista, mi querido Lucius.
¿Qué opina su magnificencia, nuestro amado Basileus?.
227
En ese momento el emperador vio a Jenniffer y a Laura, quienes se habían sentado al
fondo de la sala.
—Creo que lo mejor es que medite sobre este asunto durante unos días y tras
ello os comunicaré mi decisión. Eso es todo por hoy sobre este asunto, senadores.
—Gracias, Basileus.
—¡Mis queridas invitadas, nobles damas! Espero que disfrutaran el otro día de
los combates.
—Me alegro por ello, les dijo su interlocutor, sonrojándose levemente. Bueno,
supongo que están aquí por el templo.
—En efecto.
—Como siempre cumplo mis promesas, os doy permiso para restaurar el templo
y las obras que consideréis oportunas. Id instalando vuestro equipo.
—Sí, Laura, las gubias especiales de boca ancha para piedra, un juego de
formones, dos bisturíes, tres pinceles, algodón de hisopo, un poco de resina...
—Finos y exquisitos materiales veo. Pues nada, lo que sea que necesiten, nobles
damas, y si necesitáis algo más tan sólo pedídmelo. Ordenaré que os dejen trabajar
tranquilas en el templo de Lauso. —Salutem29.
—Salutem.
El emperador les prestó a varios sirvientes para que las ayudaran a trasladar
varias de las estatuas a la zona del atrio del Palacio, donde podrían trabajar mas a
gusto en la restauración de las mismas. Un favor más recibido por el usurpador, que
no obstante se había portado muy bien con ellas, todo sea dicho. Una vez se quedó por
fin el grupo a solas, pudieron hablar con tranquilidad de los siguientes pasos a dar.
—Bueno Laura, saquemos todos los materiales de la biga, —dijo con sorna
Jenniffer, remarcando a propósito la palabra biga.
—Bien, tenemos las gubias y los formones, líquido exfoliante, varios limpiadores
alcalinos, un pequeño cubo para introducir agua caliente si hiciera falta, un cepillo de
Gather, unas láminas de algodón de hisopo, varios bisturíes, tres pinceles, una ligera
cantidad de cemento, un pequeño mazo, un frasco de barniz, un manual de
instrucciones escrito en un folio doblado, el cual se encontraba escondido entre las
gubias que ya habían sacado, unas plumas especiales para limpiar de polvo las
29 Como curiosidad, asociada a su acepción más común, "salud, buen estado físico", la palabra se utilizaba desde época
clásica como saludo, que es, precisamente, de dónde hoy viene el vocablo en castellano.
228
estatuas y por último una pequeña cantidad de resina, por si necesitaban usarlo para
reforzar la pieza.
—Pues sí.
—Y hay aquí algunas cosas que ninguna de las dos hemos metido y creo que
tampoco los chicos.
—Habrá sido alguno de los dos Henrys, seguro, por si acaso las necesitábamos,
Jenn.
—Probablemente.
Laura comenzó entonces a cantar, de forma muy tímida, para pasar luego a tararear.
—Raralaratarararará...
Laura miró la hoja de instrucciones, en ella ponía escrito en letras mayúsculas, a modo
de advertencia:
229
Laura comprendió que los chicos les habían concedido un momento de privacidad,
para que hablaran a sus anchas.
Al día siguiente, tras volver de descansar de las lujosas estancias donde los
había alojado el usurpador, prepararon el escenario del robo, para ello colocaron en el
centro de la estancia y de forma muy cuidadosa la máquina, a una prudente distancia
de las estatuas, las cuales fijaron con unas cuerdas. Ya tan solamente les restaba
esperar a que diera comienzo el incendio para desaparecer entre la confusión y el caos
que generaría el mismo.
Así pues, tras esperar pacientemente durante dos horas, el fuego comenzó en el
exterior del mismo, al prenderse una rama seca que estaba pegada a la pared del
edificio y que habría caído de alguno de los múltiples árboles que rodeaban el Palacio, y
pronto se propagó al interior, a través de una de las ventanas del Palacio. En ese
momento Laura hizo una señal a Jenniffer, quien tras asegurarse de que no había
nadie que pudiera ver al grupo y se alarmara si desaparecían de forma repentina y
misteriosa, entró tras sus compañeros en la máquina y se dispuso a introducir las
coordenadas de vuelta, lo cual activó inmediatamente el proceso del viaje. Una vez que
se encontraron dentro del túnel y mientras transcurrían los dos minutos de
transferencia cuántica, todos pudieron respirar aliviados. Habían concluido su tarea
con éxito.
—Una irá sin duda alguna dentro del atrio, había pensado en la...
230
—Sí, sin duda alguna. Me pondré con ello además nada más lleguemos, si
quieres ayudarme, te lo agradecería mucho.
Constantinopla
231
La zona arriba en marrón y rosa nos presenta, en la punta de la península, la ciudad
del siglo III, anterior a Constantino. En naranja la Constantinopla del siglo IV mandada
construir por Constantino y en amarillo la ampliación del siglo V cercada por la
muralla de Teodosio II.
232
233
—A mí siempre me ha encantado hacer un buen viaje.
—Y ya para rematar, a nadie le hace mal una charla con un amigo, Ana.
234
Capítulo XXIV. Reconciliación
A su vez, el joven Henry tuvo entonces tiempo para reflexionar una vez más
sobre lo erróneo de sus pasadas acciones y lo arrepentido que estaba de haberlas
tomado y recordó momentos de su relación con Jenniffer y cómo se habían conocido
hace ya tantos años. Él era entonces un chico muy inseguro y ella lo había ayudado a
superar esas inseguridades y en gran parte, era la responsable de en lo que se había
convertido hoy día, siempre tan seguro de sí mismo y un apoyo siempre para motivar al
resto, con sus discursos llenos de heroísmo.
El momento concreto de estos hechos, fue pocos años tras acabar la escuela
Primaria, para ponerse uno en situación, habría que remontarse incluso más tiempo, y
es que durante el transcurso de su Primer año en la Secundaria, a Henry lo pasaron
rápidamente al último curso, debido a su alto nivel de CI. La Directora, tras hacerle
diversas pruebas a Henry, le comunicó a su padre que al final del curso Henry ya se
podría examinar para acceder al último Curso de la Preparatoria.
Henry estaba presente mientras los dos hablaban, pero de mente ausente y
muy disperso, pensando en la cabeza en los números primos. Pero fue sacado entonces
repentinamente de su ensimismamiento temporal, por la visión al otro lado del pasillo
de lo que creyó ser un ángel, resulta que Jenniffer se encontraba justo frente a él, al
otro extremo del pasillo. La chica se encontraba charlando con su entonces amiga,
Julia Talbot...
—¿A qué estas esperando, Henry? —¡Vamos, acércate a ella y díle algo!—.
—Pero Harry, ¿Y si... no le gusto? No, mejor lo dejo para otro día, es que es tan...
—¿Perfecta, ibas a decir? Mira Henry, eres un chico muy listo, brillante de
hecho y un día cambiarás el Mundo, estoy seguro de ello. Pero debes de superar tus
miedos y eso sólo se logra enfrentándote a ellos.
Pero cuando apenas había recorrrido la mitad de la distancia que los separaba,
comenzó a temblar de forma significativa<<¡No, no vas a lograrlo, Henry! ¡da la vuelta
ya y así no harás más el ridículo!,>> —pensó Henry para si mismo, mientras temblaba
como una magdalena, pero pese a ello siguió avanzando, aunque cada vez de forma
mas y mas lenta. Cuando ya se encontraba a apenas medio metro de la chica, se le
ocurrió contarle un chiste sobre física, para abrir el hielo. Henry esperaba que no le
resultara raro a ella.
235
exacto. Experimentalmente sólo podemos afirmar que en Irlanda, al menos uno de los
lados de una oveja es negro".
Julia lo miró como si fuera un bicho raro, salido de otro Mundo u otra
dimensión, probablemente una dimensión de bolsillo e imaginaria. Nunca le había
caído bien. En cambio, Jenniffer se rió mucho ante su chiste, lo cual lo hizo relajarse y
reírse a su vez con ella.
—¡Ey!.
—Tranquilo, inspira, expira, inspira... cálmate, tan sólo soy yo, tu compañera
de clase, Jenniffer, no te voy a morder, Henry.
—¿Sabes... mi...
—¿Que si sé tu nombre? ¿Por quién me has tomado, por una de esas divas del
Tik Tok que sólo se preocupan por subir vídeos a la red? ¡Vas a ver!. Te contaré ahora
yo, otro chiste: En un test de inteligencia realizado a personas de varias carreras
universitarias, preguntan cómo calcular la altura de un edificio con un barómetro. El
ingeniero industrial se adelanta al resto, todo resabiado y dice: Mido la presión
atmosférica en la base, la mido también en la azotea, establezco el gradiente y así
calculo la altura.
Por su parte, el físico dice: Yo, subo a la azotea, tiro el barómetro, sacó el
cronómetro y mido cuanto se tarda en oír el "crack contra el suelo" y luego uso la
fórmula de la altura, que es la altura, h, la cual es igual a 1/2 de la gravedad, que es g
* t al cuadrado, siendo t el tiempo.
236
—¿Ves? soy más que una cara bonita. Oye Henry, ¿te vienes a cenar a mi casa
esta noche? mi madre hace unas estupendas pizzas caseras, le preguntó, mirando la
hora.
—¿En serio?.
—Nos vemos luego, tengo clase de Educación Física ahora. ¡Adiós, Henry!.
—¡Adiós, Jenniffer!.
Esa fue la primera vez que habló con ella y desde entonces y hasta que se
decidió a pedirle que se casara con él, tras muchos años de relación, ya que habría que
decir que habían ido muy poco a poco, hasta que por fin tuvo el valor de ir a comprar el
ánulo de compromiso e hincar la rodilla, habían estado juntos. Ella lo había ayudado
mucho a superar sus inseguridades y falta de confianza y lo había vuelto una persona
mucho más tranquila y segura de sí misma.
Henry salió de sus pensamientos y volvió en sí. Debía de dar una fiesta en
nombre de Jenniffer, a modo de sorpresa y pedirle perdón de nuevo, pero para ello,
necesitaba escribir un discurso antes. Con ánimo renovado, se dirigió a la sala del
teatro, que en esos momentos, calculó que se encontraría vacía. Una vez allí, se sentó
en una silla frente al atril y comenzó a escribir en un cuaderno que llevaba en todo
momento consigo.
Una vez estuvo satisfecho con el texto que había escrito, decidió poner el
marcha la segunda parte de su plan. Para ello, decidió emprender una operación
secreta en solitario, y así, tras despistar a su propio yo, diciéndole que pasaría el día
inspeccionando los túneles y galerías del complejo, a Miles le dijo en cambio, que
pasaría el día viendo películas en la sala de cine y a Jenniffer le vino a su vez con otra
invención marca de la casa. Tras ello, se dirigió a la máquina, pero antes de
introducirse en la misma notó algo extraño, el motor volvía a estar caliente.
<<Comprar las flores y las delicias turcas y preparar luego el ambiente, con
unas velas aromatizadas, tiene que salir bien, es mi última oportunidad>> —pensaba
de forma metódica. Una vez llegó a la puerta principal de la Mezquita, se dirigió hacia
la puerta que daba acceso al gran Bazar.
Una vez entró en el gran Bazar, se dirigió a uno de los puestos de especias y dulces,
miró detenidamente los distintos productos expuestos, hasta que encontró lo que
buscaba. Nombradas en turco como Lokum o Loqum, las delicias turcas eran una de
237
las grandes pasiones de su amada Jenniffer, le encantaban. Henry se acercó entonces
al vendedor para pedirle 300 gramos de delicias turcas.
El vendedor, un hombre turco de rostro enjuto, cubierto por un turbante rojo y que
estaría en la mitad de sus cincuenta, lo miró detenidamente y dedujo que era
Occidental, con lo cual lo respondió en Inglés.
—Ricas delicias turcas joven, no puedo dejárselo por menos de 350 liras turcas.
Henry se fue muy contento con sus delicias turcas y se dispuso entonces a
buscar puestos de flores por el Bazar, hasta que encontró uno donde tenían las flores
favoritas de Jenniffer, los tulipanes. Tras regatear con el vendedor, llegaron a un precio
y Henry salió con un hermoso ramo de tulipanes amarillos, con expresión muy decidida.
Ya sólo le faltaban las últimas piezas del puzzle para completar su plan de
reconciliación, las velas aromáticas, y las encontró en un puesto cercano donde atendía
una joven vendedora turca, quien cubría su cabeza y pelo con un hijab de color azul.
Tras comprar dos docenas de velas de color rojo y con aroma a jazmín, volvió a
la máquina del tiempo y, tras asegurarse de que nadie lo veía introducirse en la misma,
estableció las coordenadas de vuelta para regresar al futuro.
Tras ello, se sentó sobre una gran silla negra estilo Gamer, que se encontraba
presidiendo el cuarto y se dispuso a esperar a que su mujer volviera a la habitación, lo
cual no tardaría en producirse, ya que eran ya las 21.00 h.
Así pues, media hora después, entró Jenniffer en la habitación, al ver las velas
encendidas primero gritó del susto, luego, viendo el entramado pasillo iluminado,
sonrió. Henry la observaba desde la silla, muy contento de que el plan parecía estar
funcionando bien. Jenniffer avanzó por el pasillo de velas y se internó en la habitación,
allí vio las delicias turcas y a Henry acomodado en su silla, que con un gesto de
silencio le indicó que siguiera. Jenniffer probó una de las delicias turcas y le ofreció
otra a Henry, ambos las comieron de forma lenta, saboreando así el delicioso manjar,
luego cogió los hermosos tulipanes y los olió durante un largo minuto, para finalmente
coger la nota y leerla:
238
—“Querida Jenn: Me siento terriblemente mal, cada día me atormenta un
sentimiento de culpa que nunca me abandonará. No hay ni un solo momento del día en
el cual no me arrepienta por haberme dejado llevar por mis debilidades y haber
sacrificado toda la felicidad que juntos habíamos construido estos años. Te traicioné a
ti, la persona a la cual debí entregar mi amor y por eso estoy profundamente
arrepentido. Sé además, que no tengo excusa alguna para hacer lo que hice y me siento
profundamente avergonzado, nunca debí de hacerlo. Lo siento mucho, Jenn, mi amor,
mi luz, mi vida. Perdóname, lo diré una y otra vez, las veces que haga falta”.
—¡Ven aquí, tontorrón!. Te perdono, pero que sepas que esta es la primera y
única oportunidad que te daré, si vuelve a repetirse, tú y tus preciosos ojos azules
podéis olvidaros de mi.
El joven Henry salió deprisa hacia el despacho, por el camino se cruzó con
varios de los muchos residentes, que lo saludaron de forma efusiva, mas él les señaló
que no podía demorarse en esos momentos, ya que lo había citado el presidente Miles.
Una vez llegó a la puerta, donde Jet, el Cyborg que custodiaba la Entrada, le dio paso
al reconocerlo.
Nada más entrar se encontró con su viejo amigo Pedro, quien le dio un fuerte
abrazo. A su alrededor se encontraban también Miles, su viejo Yo, su amigo Juanma
Lonxe, como también Laura y por fin su amigo Thomas; el joven Henry los abrazó a
todos ellos, uno a uno y tras finalizar sonrió satisfecho, finalmente estaba todo el grupo
al completo, solamente faltaba por llegar Jenniffer —lo que ocurriría en breves
momentos —calculó mentalmente Henry—.
—Tengo que presentarle a los que han venido con nosotros de vuelta con la
delegación Diplomática, señor Presidente, le indicó guasonamente Pedro a Miles.
239
—Todo a su debido tiempo, Pedro, —respondió Miles.
—Han sido unas largas conversaciones y hemos tenido que ceder en algunos de
los puntos, pero al final aceptaron unirse.
—¡Enhorabuena, Pedro!.
—Thomas, ¡por fin te veo! ¿esta vez ya para quedarte de forma definitiva,
supongo?
La puerta del despacho se abrió, entrando Jenniffer por la misma. Los dos Henrys se
quedaron mirándola, y ella por su parte, los guiñó el ojo a ambos en señal cómplice.
—Bueno, ya podemos dar paso a la siguiente fase de nuestro plan, por fin
estableceremos nuestra primera Base de operaciones, dijo Miles sonriendo a todos los
congregados.
Miles se llevó entonces a un rincón a los dos Henrys, allí le hizo una seña al mayor, el
cual lo respondió de forma cómplice levantado el pulgar de su mano derecha dando el
Ok, el joven Henry no comprendía lo que estaba sucediendo.
—¿Qué ocurre, Miles? ¿Por qué todo este secretismo? ¿Qué habéis planeado?.
El viejo Henry le hizo una señal con la mano a Miles y Miles le indicó al joven
Henry que lo siguiera hasta la gran mesa del despacho. El resto de los presentes
comprendió lo que pretendía Miles y se hizo a un lado, dejándoles a ellos dos solos la
mesa. Miles agarró una pequeña caja de metal, que se encontraba reposando sobre la
mesa y tocó un botón oculto en la misma. Se encendió una pantalla, cual si fuera un
holograma.
240
—¡Tonterías! La gente ya sabe quien eres, que te hemos traído para ayudarnos y
te adoran, querido, dijo Jenniffer a la versión joven de su marido, envolviéndolo en un
fuerte abrazo.
—Antes de dar tu mensaje, Henry, prueba a decir eso que siempre quisiste decir
en un holograma —le susurró Miles.
—"[G. Lucas [Star Wars Episodio IV: Una nueva esperanza]. (1977, Mayo
25)]"...General Kenobi, hace años serviste a las órdenes de mi padre en las Guerras
Clon. Ahora te ruega que lo ayudes en su lucha contra el Imperio. Siento no poder
hacerte personalmente este ruego, pero he sido apresado y...
—¡Pero mira que sois cachondos los dos, Henry! jajaja —Jenniffer se echó en
brazos de su viejo marido, sin poder parar de reírse.
—Puedo entonces, sí, anunciaros que tras acabar la última misión, por fin
podemos comenzar la siguiente fase de nuestro proyecto, ¿y cual es nuestro proyecto,
queridos amigos?.
241
—En efecto, estamos aquí para salvar el Mundo, en parte de nosotros mismos, y
es que tenemos que hacer mejor las cosas esta vez, debemos de ser mejores personas,
ser más responsables y proteger el planeta y evitar la sexta extinción en el mismo, la
extinción humana. Extinciones, que en muchas ocasiones, causaron la muerte del 70%
y a veces el 80% de las especies del planeta.
—Gracias, gracias. Veréis, cuando hace cuarenta años acudí junto a mis
amigos a la cumbre climática y los avisé de que el cambio climático estaba tan
avanzado, que podría correr el Mundo un riesgo casi inmediato de sufrir una extinción
y había que tomar medidas urgentes para combatirlo, el 85% de los miembros del
Comité, no me creyó y por ello sufrimos ahora las consecuencias, ¡malviviendo ocultos
como ratas bajo tierra en túneles!.
—En efecto, lo es. Recuerdo ahora una anécdota de cuando estudiaba, con la
que sería mi bella esposa años después, Jenniffer, aquí presente, ¡Jenniffer, saluda!.
—Claro, las cosas se devuelven, es educación —dijo riendo uno de los presentes.
—Pero luego comprendí, que todo aquello que yacía fuera de ese recipiente,
también formaba parte de mí y ahora en vez de preocuparme por recipientes y cosas
pequeñas, me ocupo de salvar el Mundo. Pienso en grande, en ir más allá, y os doy un
consejo a todos: desafiad vuestros límites amigos míos, no dejéis nunca de aprender
cosas, romped las barreras que hasta ahora os habíais auto impuesto, ¡seguid
hambrientos de conocimiento, seguid ingenuos!. A veces la vida te golpea en la cabeza
con una viga, pero no perdáis la esperanza. Así que para finalizar, sólo me queda
pediros que salgáis ahí fuera y cambiéis el Mundo entre todos, porque sólo trabajando
todos unidos lo lograremos, por eso pido vuestra ayuda, todos los presentes hoy aquí
sois como el general Kenobi, sois nuestra única esperanza. ¡Viva la Iniciativa!.
242
—¡Viva!.
—"Luke, yo soy tu padre" (La Guerra de las Galaxias, 1977, George Lucas) —dijo Ana,
riéndose.
—Creo que esta conversación ha derivado ya al lado oscuro, Ana. Jajaja —Veamos el
final, ¿vale?.
243
244
245
Epílogo
Lo que parecía ser un cyborg de color rojo, con aspecto muy humano, salió de detrás de
unos árboles cercanos, donde había escado escondido.
El cyborg hizo bajar un casco con visión nocturna que llevaba equipado y ajustó con
cuidado la mirilla; se encontraban mirando unos árboles en la lejanía, donde enlas
copas de los mismos había unos primates saltando de rama en rama, en silencio, como
pudo comprobar la figura encapuchada a través de su mira láser.
—El cuarto por la derecha, comenzando desde el quinto árbol a su Oeste, señor.
El encapuchado apuntó con su rifle hasta vislumbrar al primate, quien comía una
fruta en esos momentos. Fijó bien la mira sobre el espécimen, controló su pulso,
mantuvo la calma y finalmente disparó.
—Con eso bastará. Y ahora, he de volver a la base, no vaya a ser que comiencen
a echarme en falta esos lerdos. Y antes de dar ningún pasó más, los prepararé un juego
del gato y ratón, para tenerlos entretenidos. Y antes de ello, ¿qué diría aquí el bueno de
Henry? —¡Oh!, ya sé, algo pomposo como: Hacia el final del Mioceno, el hábitat
existente en los ecosistemas de la región comenzó a codificarse. Una disposición de
recursos más dispersos y variables fue la presión selectiva que llevó hacia el bipedismo.
30 Orden de mamíferos de tipo carnívoro presentes en el Oligoceno y en el Mioceno, donde fueron los dominantes.
31 Mamífero perteneciente a los Creodontos (ver 5).
32 Nombre con el que se conoce al ancestro común entre los chimpancés y los homínidos.
246
La explotación de tales recursos requería una locomoción más eficaz
energéticamente. Ya no importaba tanto la velocidad de desplazamiento, como la
superficie susceptible de ser recorrida para encontrar el sustento necesario —dijo el
encapuchado, cambiando la voz e imitando al viejo Henry. Bueno, volvamos a casa,
Chapi, se hace tarde y aquí corremos peligro.
A medio kilómetro de allí, adonde llegó tras más de una hora y media
arrastrándose lentamente por la selva, se encontraba escondida tras unos matojos la
máquina del tiempo. El desconocido entró en la misma junto al cyborg y, estableció las
coordenadas de vuelta antes de accionar el motor. —A la gloria del gran arquitecto del
Universo —dijo finalmente el encapuchado, antes de retornar al complejo.
Continuará...
247
En ese momento sonó una alarma, con un tono en forma de campana.
—No pasa nada, volveremos mañana a leer el siguiente tomo —dijo Ana,
mirando incrédula a su vez su reloj de pulsera.
Los dos volvieron a su casa, correteando por los pasillos. Al llegar a una puerta roja,
casi media hora después, llamaron a la puerta.
—Pero cuántas veces habéis leído ya esa historia? ¡Ay que ver!, ¡si ya os la he
narrado yo mismo en persona muchas veces!. ¡Michael! ¡hijo!, ¡ya están aquí!. Al
parecer, habían vuelto a ir a la Biblioteca...
248
BIBLIOGRAFÍA
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Monstera, Pexels.
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