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IntRoDUCCIONy
tizacion y veto, acaso no por las opiniones mismas, sino por.
las responsabilidades pablicas que el autor ha asumido en ef
pasado. El deliberado esfuerzo por poner distancias entre lag.
responsabilidades de funcionario pablico que juzga post fa.
‘tam los hechos en los cuales fue participe y el andlisis sin pr
juicios de un proceso de negociacién, que es lo que aqui se.
intenta, no obedece, por parte del autor, a consideraciones
distintas de la conviccién de que no puede renuncier a esa}
obligacién y menos después de una experiencia tan rica ert
enseflanzas como la centroamericana, y si acaso pudiera al
bergar temores, no pueden ser fruto de la estigmatizacion
el veto, sino del humano temor a equivocarse.
Debo expresar mis agradecimientos al Fondo Financiero de
Proyectos de Desarrollo, Fonade, y a su gerente goneral, Ma
ria del Rosario Guerra de Mesa, por la ayuda y el interés en la
elaboracién de los trabajos principales de este libro, a Fernan
do Cepeda y Malcolin Deas por su permanente estimulo inte- |
ectual, a Daniel Pécaut por las conversaciones sobre el tema
en Guatemala, a Luis Alberto Padilla, director del Iripaz de
Guatemala, por guiarme en la abundante literatura sobre I
solucién de conflictos, y al entranable grupo de embajadores
de Paises Amigos del Proceso de Paz en El Salvador: Li.is Ro-
driguez Malaspina, de Venezuela; Ricardo Peidré Conde, de 4
afta, y Benito Andién, de México; a Peter Romero, encar
gado de negocios ai. de Estados Unidos, y a los activos y va-
lerosos amigos funcionarios de Onusal de El Salvador, en.
particular a Iqbal Riza y Augusto Ramirez Ocampo, je‘es de
la mision entre 1992 y 1994; a los también entrafables emba-
Jadores del grupo de Pafses Amigos del Proceso de Paz en
‘Guatemala, con quienes compartimos inquietudes y satisfac
ciones en momentos dificiles de las negociaciones de paz en |
Centroamérica; finalmente a Consuelito Péez, que sue'e co-
Fregir tanto mis textos como mis estados de dnimo,
LA CONSTRUCCION DE LA PAZ.
Una aproximacién desde la teoria
de la resoluci6n de conflictos
INTRODUCCION
No deja de ser paradéjico que pese a la profusién de estu-
dios sobre los temas de la paz y la violencia en Colombia,
apenas se registre en ellos alguna alusi6n incidental a los as-
estos concernientes a la negociacion, y cuyo aleance, por lo
general, se reduce al registro, més bien acritico, de los resul-
tados de experiencias pasadas y a la enumeracién genérica
Ge las condiciones sociales y politicas necesarias para la acli-
matacion de la paz!
Es cierto que los llamados “violent6logos” han avanzado
‘en explorar los origenes, la naturaleza, las modalidades y la
seografia del conflicto —lo que significa, por supuesto, avan-
es considerables desde el punto de vista de la comprensién
del fenémeno de la violencia— pero no es menos cierto que
los andlisis sobre la negociacién como tal no guardan corres-
pondencia con los logros de las investigaciones sobre la vio-
Tencia, y antes bien la “violentologia” pareciera agotar la
Utilidad de su estudio tan pronto se entra en el esquivo terre-
0 de las propuestas de solucién, las que por otra parte sue-
"ig Mor Cac Darn eta es Tn Pres rs gn
Exon Cinep, 1992 en donde e presen un detllado toetaro een
cueidosaicaneadon onl oganzaconcsyadesmovilzndaylacéniade
4as conversaciones con la CGSB durante 1991. También Williagn Ramirez To-
ben, “zAlguien quire volver a Taal”, en revista Estucos Pic, Un
‘versida Nacional presenta in als critics yjucioo sobre ents ttn
egociacionesten Teducirse, o bien a los aspectos de fortalecimierto de
Potracia como presupuestos de la aclimatacién de la pa
agolarse la capacicad propositiva de la “violentologia”2 |
Estas notas tienen como objetivo exponer, a partir de las
Proposiciones de la teorfa de la resolucién de conflictos, a
Sunas reflexiones de carécter analitico en torno a la nepoct,
cién como componente del proceso de paz, do come
teniendo coma |
felon de fondo tanto los logros de la “violentologia” come les
experiencias de negociacién de Colombia, Fl Salvador
Guatemala, en el propésito de contribuir a desbrozar el pet
no para una nueva iniciativa de paz —cuya necesidad y ur.
Bencia son por otra parte inobjetables— que ordene
metédicamente los elementos nevesarios para una eventusl
Regociacién con las organizaciones insurgentes de Colom:
bia? y que apunte a superar la reiteraci6n y e
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ILA CONSTRUCCION DE LA PAZ '
caracteristicos de la carencia de férmulas, carencia cuyo ma-
yor riesgo 8 que los pocos espacios sean copados por la di-
namica militar de la confrontacién,
ELA VIOLENTOLOGIA A LA INVESTIGACION
PARA LA PAZ
Poca duda cabe sobre que el punto de partida de la Iamada
“violentologfa” es de cierto modo simple. Si lo miramos en
una perspectiva puramente tedrica, pudiéramos decir con
Galtung que:
‘Dada una variable dependiente —et nivel de violencia directa
(nivel o inexistencia de violencia ~ paz)— se trata de identifi-
Carlas variables independientes que sola o conjuntamente ex-
plican una elevada proporcién de esa variable dependiente
en funcién del tiempo y del espacio’
Vista asi, la “violentologia” en su expresién més superfi-
cial y descriptiva se reduce a un estudio de la historia y de la
geograffa de la violencia, y on su expresion mas académica a
la adopeién de diversos enfoques de las ciencias sociales que
permiten explicar la correlacién entre las variables inde-
pendientes y dependientes.
Esa aproximacién académica, en efecto, va poco a poco
conduciendo a una subdivisién de las variables inde-
pendientes, segtin las orientaciones de las diversas discip]
Ras, que involucran dimensiones econémicas, politicas,
demograficas, sociolégicas, sociopsicolégicas, juridicas, ete
Sobre ello existe en Colombia una plétora de bibliografia que
Pareciera extenderse Ad Nauseari, Henando de detalles el
4 Johan Galtung, “Hacia una definicin de las inveatigaciones paral paz"