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SEVERO SARDUY. simple que marea el La poesia de Juan Gelman o| ‘onciencia critica. Se Ia ternura desatada. ‘dio mas extenso que Bictiricos y su incor- faduy, y en especial novela, que Sarduy ‘near el lenguaje no oelobjetivo mismo ‘gamiticas © modos, fecisin. El texto de verbal, proyecta ‘azciones égiimente HUGO ACHUGAR En 1963, hace mis de veinte aflos, aparecia en Buenos Aires Gotén, cuarto libro de poemas, de un poeta que comenzara a publicar en 1956 Juan Gelman. Era la época, segiin Isaacson, del «neo-humanismo» en literatura. Se venia a proponer un modo de ser, ast en la poesla como en la vida social, Se rataba de transformer el mundo y no de funder el mun- o por la palabra. No alcanzaba con interpretar o expresar el mundo y la palabra sino, precisamente, era necesario transformar mundo y palabra. Otto posta, Horacio Salas, ha apuntado de esa époce, no sin cierta nostalgia que: «Todavia — deciamos con ingenuidad — Ia literatura puede cambiar el mundo, y muchos de nosotros, convencidos, Hlendba- mos piginas y cajones de poemas, cuentos 0 ensayos...».? Conclencia voluntad que aparecian en revistas, artculos y ensayos. El editorial de la revista Signo de Tucumén afirmaba en 1961: «...nadie puede discutir en «estos momentos, que tno de los rasgos que particulariza nuestra liter tura, como a la de toda América Latina, es la de ser una literatura de ac- cidnty Andrés Fidalgo afirmaba en 1959 en la revista Tarja: «no perde- 8 ‘mos de vista que la maxima calidad del escrtor se dara cuando no se desatienda su condicién de hombre en ef mundo».5 Se escribia con el horror todavia cercano de Hiroshima y Nagasaki; se escribia con la indignacién de Guatemala, con Corea, Argeliay los procesos del senador McCarthy en le memoria y, sobre todo, con Ia ota y eco rare wagaavo. Autor de Ttolole » wirucurs narratives oh Jest ‘Donasey de numeroos estes bre Meriva hepancemercata, He pote de Noth sestera Unrest 1. Juan Geman, Obra podtic, Buenos Airs, Correpior, 17S. Tags ls cia eres ponden a eta edi y de ahora en adelante sles nce cl amero de ing "2 Cita por Lt Ricardo Furlan, Generacion poles del, Buenos Aes, Mise e Cultura y Educacén, 1974, p. 2, éscaion, 1978, 9.9. 5S Gite por Pura, p 2 % JUAN GELMAN. ‘esperanza desplegada por la revoluci6n eubana. Pérer Jiménez escapaba ante la sublevacion del pueblo y una alegre confianza en la hucha de! hombre por Ia justicia cocial permitia creer en el advenimiento de una sociedad sin hipocresias ni anacrénicas celebraciones hollywoodenses de ‘egolsmo individualista. En San Francisco Ginsberg y los suyos itritaban cl contento de la clase media; en Nicaragua, Sandino— mitico fénix — Tenacla de sus cenizas; irumpla Ta extética de la «nouvelle vague los ‘«parrieidas» argentinos estllaban con jracundia; se remitian al pasado Jos horrores de Stalin; se relta la historia; los peronistas desplazados del poder trabajaban en la clandestinidad; Ia iaquierda argentina tomaba distancia con la ortodoxia del Partido comunista. La imaginaciOn y la utopia no pareefan ya ejerccios intlectuales. ‘Gelman se presentaba en Velorio del solo (1961), su tercer libro, as Somos los que encendimos el amor pars que dure, ara que robrevia a toda soledad frente al dolor Hemos quemado el miedo, hemos miredo trent fntes que merecer esta esperanza Heemos aberio las ventanas para darle mil rostres (9. 8). Era la época en que las propuestas posticas de entre guerras — herederas dal simbolismo decimonénico trasmutado por Ia vanguardia — comer: zarian a ser disputadas por un neo-romanticismo que abandonando la in genuidad estétca reclamaba su lugar en el mundo contemporaneo. Hugo Friedrich, a finales de los cineuenta, ceducfa la poesia moderna a les calegorias de oscuridad, disonancia y antisentimentalisma.® La. pro- puesta de Friedrich miraba hacka atrls, y la nueva poesta reclamaba un presente inédito, Gelman, pero también Nicanor Parra, Ernesto Carde- nal, Rogue Dalton, Antonio Cisneros, Benedetti, Ferndndez Retamar y ‘otros muchos, comenzaben a apostar @ une lirica de Jo eotidiano, de lo claro, de lo sentimental, de lo irénico, de lo historico y, sobre todo, deo social. Apuesta anacrénica para los friedrich de América Latina que pretendian ignorar Ia poesia de Brecht como parte de la historia mocer nag. Apuesta que disputaba Ta hegemonfa nerudiana de una lirica ex huberante y rechazaba en Canto generel y en Odas elementales o que la retorica debia a su diccidn anterior. Apussta que rechazaba Ia poesia UGC social tenien Expaa regoct espa vangu y eyors demaz media A jo a Franca Ludov peor e demag en Lat politica poesia de belt nacien, Cimero pre fue poesia tinuado doming fundam de belle clones d atras en sus ins Tan indirecca 7. Udi Aliwsere Meson, Si 3. Benes ce, Vous UANGELMAN... iméner escapaba (en la lucha del nimiento de una. liywoodenses del §suy0s itvitaban. imitico fenix —, tlle vaguen; los nitlan al pasado desplazados del ‘entina tomaba maginacién y Ja {ercer libro, as: al dolor o ‘as — herederas ‘tdia — comen- ‘sdonando la in- porineo, Hugo ‘moderna alas smo.§ La pro- freclamaba un Ernesto Carde- ez Retamar y ‘otidiano, de lo Yoretodo, de lo ica Latina que ‘storia moder= tna lirica ex- ies 1o que la ‘ta la poesia Baral, 1959, HUGO ACHUGAR 7 social de los treinta y de los cuarenta en to que de explicto 0 de cartilla tenfan; apuesta que encumbraba tanto al Vallejo de Poomas humanos y Espana, aparta de mi este céliz como al de Trilce. Apuesia que 8 regodeaba con el Aftazor de Huidobro pero buscaba atmésferas y espacios poéticos que hicieran bien comin los nuevos terrtorios que la vanguardia habia ganado con excelencia mediante la dificultad ‘Apuesta populista? Quizés, aunque el término persiste sonando peyorativamente en los oldos latinoamericanos, Populista que no demagégica, la apuesta de cierta poesia latinoamerieana que irrumpe a ‘mediados de los cincuenta y alcanza su plenitud en los sesenta.” Apuesta estética, proyecto idcol6gico, formalizacién lirica que no {dcj6 de levantar sospechas y desagrados. En 1965, en la revista Zona Franca de Venezuela se saludaban con eatusiasmo las reflexiones de Ludovico Silva contra lo que el crtico y poeta llamaba «una nueva y peor especie de formalismo, que en vocabulario polltico se lama demagogiay. Decia Silva «... Buena parte de esas montafas de poesia que fn Latinoamérica nacen como respuestas a las crisis revolucionarias politicas. A fin de presentarse como auténticamente revolucionaria, est poesia se eree siempre obligada a olvidarse de toda metéfora sospechosa de belleza, para reducirse al estado de gritoy. Los recelos y las sospechas nactan, mis que del conocimiento cabal de poetas como Gelman, Parra, Cisneros, Valera Mora, etc. de la igualacién indiserimada de lo que siem- pre fue mala poesia — sin distincion de tema o de poética —, con una poesia que cuestionaba los fundamentos estéticos de Friedrich, con- tinuador y te6rico tardio, en ese aspecto, del neo-simbolismo que domind y, todavia, perdura entre muchos de nuestros poetas. Nactan, fandamentalmente, de un sistema de valores estéticos en el que la nocién, de belleza es ceniral y en el que, ademds, bellezae historia tienen tela ciones difkcile. Nocibn de poesia y sistema de valores estéticos que van ‘tras en la historia y tienen, entre otros, a Benedetto Croce como una de ‘us inspiraciones. También en 1965 y en Zona Frarea otro poeta y critica cuestionaba indirectamente esta poesia eatenta al mando. Con el rigor y la inteligen- 7. lisamos a! urmize en el send que Ernesto Laciu deseo a pars 6e [Ataaser en Police e Meola en teria macs, Cepia, faxen, popalame, Mes, Spo XX, 198,208. ein 2. Ladovio Siva cn Zone Pesce, 1965 9. Beneseto Croce, Le pol, Hari Editor Late, 1980, Larelacin con Croce n06¢ de absoltaidcatdad pero las propeesas del ico fallano perduran ms Ge lo que se ‘et, Vea al respect, on party, la sein Ls poe el letra, GELMAN. lexescapaba la lucha det ‘mio de una ‘odenses del os irvitaban, fix —, tagucy; los ‘val pasado lazados del a tomaba, taciéa y Ja libro, asi: herederas ‘doa in- 0, Hugo maa las La pro aba un © Carde- Hamar y to, de Io 40, de lo ‘ima que moder oque la poesia HUGO ACHUGAR a social de os treinta y de los cuarenta en lo que de explicito 0 de cartlla tenfan; apuesta que encumbraba tanto al Vallejo de Poemas humanos y Espana, aparia de mi este edliz como al de Trice, Apuesta que se regodeaba con el Altazor de Huidobro pero buscaba atmésferas y espacios poéticos que hicieran bien comin los nuevas territorios que la vanguardia habia ganado con excelencia mediante la dificultad. ‘eApuesia populista? Quizis, aunque el término persiste sonando peyorativamente en los oldos latinoamericanos. Populista que no ‘demagogica, Ia apuesta de ceria poesia latinoamericana que irrumpe a ‘mediados de los cincuenta y alcanza su plenitud en los sesenta.” ‘Apuesta estética, proyecto ideol6gico, formalizacion lirica que no 4dej6 de levantar sospechas ¥ desagrados. En 1965, en la revista Zona Franca de Venezuela se saiudaban con entusiasmo las reflexiones de Ludovico Silva contra lo que el erltco y poeta llamaba «una nueva y peor especie de formalismo, que en vocabulario politico se llama demagogiay. Decia Silva «... buena parte de esas montafias de poesia que en Latinoamérica nacen como respuestas a las crisis revolucionarias politicas. A fin de presentarse como auténticamente revolucionaria, esa poesia se cree siempre obligada a olvidarse de toda metafora sospechosa de belleza, para reducirse al estado de grito».* Los recelos y las sospechas rnaclan, més que del conocimiento cabal de poetas como Gelman, Parra, CCismeros, Valera Mora, etc. de a igualaei6n indiserimada deo que siem- pre fue mala poesia — sin distincion de tema 0 de poética —, con una Poesia que cuestionaba los fundamentos estéticos de Friedrich, con- tinuador y tedrico tardio, en ese aspecto, del nco-simbolismo que domind y, todavia, perdura entre muchos de nuestros poctas. Naclan, fFundamentalmente, de un sistema de valores estéticos en el que la noci6n de belleza es central y en el que, ademas, belleza e historia tienen rl clones diftelles. Nocion de poesta y sistema de valores estéteos que van atris en la historia y tienen, entre otros, a Benedetto Croce como una de sus inepiraciones. ‘También en 1965 y en Zona France otro poeta y critica cuestionaba indirectamente esta poesia vatenta al mundon. Con el rigor ylainteligen- 7. Uizamos ot trmino en el senido que Erato Lada desarrollo & parr ‘Anus en Poli idcolorte en tora rearsta. Cate, fc, popula, taco, sizo XX, 1980, 245. lion 2 Ludovico Siva en Zona Frenct, 1965 3. Benedetto Crave, La pov, Ba, Rion Laces, 1980, La clan cm Croce nos a sola sential pero les propacts et rico iano pesduran mals deo que 9e ‘ee, Weasel respec, en parle, Ia ecioy uspoela a eeetray JUAN GELMAN... cia que siempre Ie ha caracterizado, Guillermo Sucre decfa en un articulo de elocuente titulo, «Algebra y fuego», que: «El poeta moderne asumela responsabilidad de su zetitud creadora, con su palabra intenta fundar un ‘mundo. Su poesia es producto de la enerpia del espiritu, del entusiasmo de la inteligencia y de la secreta fuerza del propio lenguaje; no ¢s el resultado de un magnetismo misterioso y universal que prende por azar ‘en el poeta. La idea de predestinacién pottica es sustituida de este modo por Ia idea de destino pottico».19 La sugerencia de Guillermo Sucre bordea y se acerca al solipsismo pottico de Octavio Paz. La fuerza del idioma funda un mundo, la poesia se asume rigor y pasion, Algebra y fuez0, en el destino individual y pottico. ‘La poesia de Geiman pareefa buscar un espacio menos enfético, un tono mas cordial — del latin cor, cordis: corazin, esfuerzo, Snimo —, tuna situacin donde respirara el hombre de la calle y donde el héroe resultara de carne y hueso y no de bronce ecuestre o mérmol paradigm- tico. Le vor rescatada en sus poemas, ya desde 1956, tenia eganas de charlar un rato/ de todo, de cualquier cosa, de nada. /De llorar a raz de la cebolla / y de reir a punto en la euchara» (p. 38). Si la voz liriea de (Odtas elementates de Neruda proclamaba que venia a contar y a cantar ‘una aventura colectiva, siesa misma vor lloraba con la cebolla, su di 0 no dejaba — al igual que los textos de Nicolds Guilléo— de manejarse intertextualmente con poemas y poéticas que tenfan sus rafces en el prestigio del Siglo de Oro espanol. La narratividad y/o epicidad tanto de [Neruda como de Guillén es casi todo el tiempo canto y no charla. La vor Gel otro, la voz colectiva, que aparece en el Son o en Canto general, si bien puede formar parte de un proyecto politico afin o similar al de Gelman, se distancia potticamente. Fl neo-romanticismo o neo ‘bumanismo de Gelman y muchos otros poetas que surgen en Ia d8cada {el SO intenta adem4s una diccién cuyo populismo — en el sentido mane- jado por nosotros aqui y que debe mucho a Leclau!! — rechaza de hecho tanto Ia tradici6n nerudiana como la tradici6n moderna de la que habla Friedrich donde el sentimiento, 0 mejor el sentimentalismo, no tiene ‘Gelman precisa ya en Velorio del solo en su «Arte potticay que: ‘A este ofico, me obligan los dolores ajenos, Jas dgrimas, los patuclossaludadores, Is promesas en medio dl otoRo © del Fuego, 10. Ouilrme Sere, eAlsieay feos, Zone Fence, 1965 UM Vernota, Traba std en «ck ‘mundo, Er sino Tos 0 brazos de para las po Poesia deh cimiento y Toke dos at 20 ale pacae ‘Conocimier ottica re prestigioo, infelizquer Gorin ene romanticén Discépolo o dice «Pedro bin: «voy ¢ boca por i mi alma.» ura exhibie el sentime celebrada sit IUAN GELMAN... ‘ecia en un articulo amoderno asumela ‘eintenta funder un itu def entusiasmo Tenguaje; no es el we prende por azar Iida de este modo ‘e Gulllermo Sucre Paz. La fuerza del ‘paso, Algebra y tens enfético, un fuerz0, énimo —, y donde el héroe firmol paradiema- {tenia «ganas de Dellorara raiz de Sila vor lirica de fontar y a cantar bebolla, su discur- ‘a de manejarse ‘us raices en el bpicidad tanto de tocharla. La vox Canto genera, si Yo similar al de ‘Weismo 0 neo- fen en Ia década ‘sentido mane- ‘sthaza de hecho (Wela que habla tlm, no tiene potica» que: HUGO ACHUGAR » 1s besos del eneueatro, Jos besos del adi, todo me obliga a trabajar con las palabras, con ls sangre [Nunes fal duenio de mis ceriaas, mis versos, rostros oscuros los ezciben como tirar contra la muerte (p. 78) ‘Trabajo, palabra y sangre. El destino y el origen pottico del oficio esté en «colores ajen0s». El dotor ajeno funda la palabra que funda un mundo. En el principio no esté el Verbo fundando un mundo solipsista, sino los Otros. Los otros de «rostros oscuros» cuando se vabren los brazos de la ternura». Demasiada carne, demasiado sentimentalismo para las potticas intelectuales que exigen pura poesia sin contaminacién. Poesia de la ternurs, voz ajena y, sin embargo, también el rigor, el cono- clmiento y la tradicion postiea. Asi en «Diez» de Gordn dice: ‘Toda la bisuteria pottica subiendo le esclera, do de pecho, a dol de pecho, el dolorazo patréa del pecho y sus adjuntos no alcanzan, nada sobran para el infeliz que reresa a su casa a medianoche (p. 105). ‘Conocimiento de a tradici6n pero no sujecion; a ironia de esa xbisuteria ppoétican relativiza el respeto hacia lo que el canon establese como prestigioso. E] «dolorazo» estético «no alcanzan, nada sobran! para cl infeliz que regresa a su casa a medianoche». Tradicion, sin embargo, que Gotan encuentra en Vallejo y también en certo Garcilaso — el Garcilaso romanticén —, en Homero Manzi, en Cétulo Castillo, en Enrique Santos Diseépolo o en Le Pera. «La cuchara de nuevo se le llenaba de rabiay dice «Pedro el albatil» con eco del Pedro Rojas de Vallejo y se dice tam= bign: «voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre/ &l movera mi ‘boca por sltima vez que remoza los verses del soneto «Escrito exth en alma...» de Garcilaso. Tradicién y tango diindose la mano en la ter= nnura exhibida sin afeites ni vergtenzas. Lirismo acendrado y valoracién el sentimentalismo — a veces truculento — del tango. Ternura calebrada sin hipocresias. Atfecto exhibido y hasta proclamado. Lo extrafio mucho verdaderamente, sus ojos se aban a veces de desir eto sabia cllar como un hermano cuando emocionado, emacionad yo le hablaba de Carlitos Garde! (p. 97) JUAN GELMAN. Dolor que osa decir su nombre como en «mi buenos aires querido»: «

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