You are on page 1of 62
€ oe ¥. é BG eg ee ¢ ee Dodane wana Pas OO “one Carituto I JORGE Y BERTO #: E,soesan Jorge Betanzos y Berto Henares. Jorge es el chico de la izquierda, con camisa y corbata. Berto es el de la derecha, con camise- ta y un corte de pelo demencial. Recordadlos bien. JESCOJA sus PLANTAS: Ore : Pe a fo e - e CC eee eT ( é Ore r : “ ee ees | e y Berto eran amigos intimos. Tenfan muchisimo en comin. Eran vecinos y los dos estaban en la misma clase de cuarto afio de la Escuela Primaria Jeronimo Chui Jorge y Berto eran por Jo general chicos res- ponsables, Cada vez que ocusria algo malo, los responsables solian ser Jorge y Berto. jENCOUA SUS PLASTAS Pero no os hagais una idea equivocada de ellos, Jorge y Berto eran en realidad unos chi- cos muy majos, Al margen de lo que los demas pensaran, eran buenos, educados y amables... Bueno, vale, a Jo mejor no eran tan educados ni tan amables, pero buenos si que lo eran. Sin discusién MA) NAAN dr wary dnd * ‘ © © et ‘ ig . ct ‘ ip ( 3 « wy” Gla Lo que pasa es que tanto Jorge como Berto tenian cada uno una vena de alocado de mucho cuidado, que por lo general les resultaba dificil serios. Y veces los metia en controlar, una ver los metié en un lio muy, MUY serio. Pero antes de contaros esa historia os tengo que contar esta otra. Wert de un laborioso dia de tomar ef tar bromazos y alborotar en la escuela, y Berto les gustaba correr hasta su vieja en lo alto del arbol del patio crasero Dentro de la casa del Arbol tenian dos despeluchados, una mesa, un ar- estado de comida basura yun cajon je cerrado con candado y lleno de l&- y montones y montones de pagel “ Pues bien, a Berto Je encantaba dibujar y a Jorge le encantaba inventar historias. Asi que los dos chicos pasaban juntos horas y horas ¢s- caibiendo y dibujando sus propios tebeos. Al cabo de los afios habian producido cien- tos de tebeos inventados por ellos y protago- niizados por docenas de superhéroes también inventados por ellos. Primero fue “Superdo- * Juego vino “Atufante, el Retrete Par- Pero, de entre los muchos que habian in- ventado, el mayor superhéroe de todos los tiem- pos s6lo podia ser “el Capitan Calzoncillos”. Fue Jorge el que tuvo la idea. —Casi todos fos superhéroes andan volan- do por ahi como si fueran en ropa interior —dijo—. Bueno, pues este tipo ira volando por Los dos chicos se rieron un buen rato. —jBso es! —dijo Berto—. jY podra utilizar sus superpoderes superelasticos para luchar! Jorge y Berto pasaron tardes enteras escri biendo y dibujando vifietas con las aventuras del Capitan Calzoneillos, 'Exa su superhéroe superguay superfavorito! Afortunadamente para ellos, a sectetaria de la Escuela Primaria Jerénimo Chumillas esta- ba demasiado ocupada para fijarse en Ia foto- tunidad, Berto y Jorge se colaban en las ofici- nas y sacaban varios cientos de fotocopias de sus tebeos de fabr casera por el médico precio de 60 céntimos cada uno. CaPituLo 3 LAS AVENTURAS DEL CAPITAN CALZONCILLOS Guion de Jorge Betanzos Dibujes de Berto Henares , au! SOTMINOZIYD NYA avd SOAnUdAY SooI,SPfuEy 5Dq 2, lap i Carituto 4 EL ODI0SO SENOR CARRASQUILLA No te Pierdas nuestra Préxima Aventura Escalofriante EL CAPTTAR CALZONCILLOS y El ATAQUE DE LOS RETRETES PARLANTES, MUY pronto En Tu Patio de REcreo mds Proximo C Veis a ese tipo ma- yor de abt arriba que mira por la ventana? Es el se- Pues bien, el sefior Carrasquilla era el més odioso y el mas malaspulgas de todos los di- rectores de la historia de la Escucla Primaria Jer6nimo s. Odliaba las risas y los can tos. Odiaba el ruido de los nities cuando juga- ban recreo. En resumen: odiaba a los ni- fios y punto. Y ahora, ja que no adivindis a qué nifios odia- ba mis el sefior Carrasquilla? is apostado por Jorge y nado... El sefior Carrasq Jorge y a Berto, Aborrecia sus bromas y sus cuchufletas. Abo- rrecia su falta de seriedad y sus constantes ata- ques de risa floja. Y aborrecia mas que nada aquellos espantosos tebeos del Capitan Cal- zoncillos, por Berto ha- la aborveciaa —Uno de estos dias es0s chicos wan a saber lo que es bueno —se ps rrasquilla—.;Y ese dia estd muy, pero que muy cercal ia el sefior Ca- ARRODILLARSE Aqui ¥ CaPituLo 5 UNO DE ESTOS DIAS.. éR ecordais que he dicho que Jorge y Ber- to tenian una vena de alocados que una vez les metié en un lio muy, MUY serio? Bueno, pues &ta es la historia de como ocurrié. Y de como unas cuantas bromas gordas (y un cierto chan- ctor en ef super- héroe mds molén de todos los tiempos. Llegé el dia del gran partido de fatbol ame- ricano entre los Cabezashuecas de Chumillas y los Bombasfétidas de Chaparrales. El grade- rio estaba abarrotado de hinchas. tajillo) convirtieron a su di GseuEtA YERONIMO CHUM, ae jHoy! GRAND/OSO PARTIDO DE FUTBOL Las an adoras saltaron al campo y se puc sicron a agitar Jos pompones por encima de sus cabezas. Un fino polvillo se desprendié de los pom- —jHuccas! jCabecee... xa-al tornudaron —jA-al hinchas, Las animadoras estornudaban y estornuda- i @ ban y estornudaban, No 5 tornudar. —jBh! —grité un hincha desde las gradas—, iAlguien ha espolvoreado pimienta negra en los pompones de las animadoras! —Me pregunt 6 otro hincha \ién habré sido... -apun- 29. Las animadoras salicton atropelladamente del campo sin dejar de estornudar y moquear, y la banda de misica ocupé su puesto. Pero, cuando Ja banda empez6 a tocar, de cacla uno de sus instrumentos comenzé a fluir un torrente de pompas! |Habia pompas por to- das partes! La banda desfilé de-un extremo a otto del campo resbalando, patinando y de- jando tras de si un hiimedo y burbujoso ras- tro de espuma. —jBh! —grité un hincha desde las gradas—. jAlguien ha echado gel de bafto en los instru- mentos de la banda! —Me pregunto quién habrd sido... —apun- Enseguida entraron en el terreno dejue 7, go los dos equipos. Les tocé sacar alosCa bezashuecas y la patada hizo elevarse el balén alto, alto, muy alto. Cada ver. mas ) alto. El balén Ileg6 hasta las nubes y siguié subiendo sin parar hasta que todos lo perdicron de vista th! —grité un hincha des- 5 gradas—. jAlguien ha inchado el balén con al pial mA —Me pregunto quién habra sido... apunt6 otro { ae neha. Ci Ge | on Pero el balén desaparecido no exa ya un pro- blema porque en aquel preciso momento los Cabezashiuccas se estaban revolcando por todo el campo de juego, restregindose y rascindose como locos. —jEh! —grité el entrenador—.Alguicn ha cambiado nuestra Locién Hiperténica Muscu- lar de Precalentamiento por Picapica Come: zénica Superrascona del Doctor Picajoso! —jNos preguntamos quién habra sido..! —exclamé la hinchada desde las gradas. 32 ‘Toda Ja tarde transcurri6 més o menos igual, con gente que gritaba cosas como “Eh! |Al- guien ha puesto renacuajos en la limonada!” o “Eb! jAlguien ha pegado con cola las puertas de los servicios y no se pueden abrit!”. Al poco tiempo, la mayor parte de los hin- chas habian abandonado sus localidades y se habian ido, El gran partido se habia pe no habia nadie en la escuela que no se sintiera deprimido. TUFO DE NENOK PODRIDO SO MARRANO! (Mant / mae Sees of ~ T Oo « gee ea SAE € x ai ae ey a es i Bueno, nadie menos dos chicos que se par- tian de isa acurrucados en Ja sombra, debajo del graderio. —jHan sido las mejores bromas que hemos gastado hasta ahora! —sc carcajeaba Berto, —Desde luego —decia sofocado Jorge— van a ser dificiles de superar, eso seguro, —Sélo espero que no nos la carguemos pot esto —dijo Berto, —No te preocupes —dijo Jorge—. Hemos borrado as pistas fa mar de bien. jNo hay for ma de que nos cacen! 34 Capituto 6 iCAZADOS! Aida siguiente sond un aviso por Jos alta- voces de la escuela: “Jorge Betanzos y Berto Henares, hagan el favor de presentarse inmediatamente al se- fior Carrasquilla en el despacho de Direc- cién”. madre! —dijo Berto—. [Esto no me nada bueno! —No te preocupes —dijo Jorge—. jNo tie- nen ninguna pruebal hucle Jorge y Berto entraron en el despacho de Di- reccién del seftor Carrasquilla y se sentaron en las sillas que habia frente a su mesa. Los dos chicos habian estado juntos antes en aquel des- pacho un montén de veces, pero esta vez era diferente. El sefior Carrasquilla sonreia. Y, des- de que Jorge y Berto conocian al sefior Ca- , nunca, jamds, le habian visto son- reit, El sefior Carrasquilla sabia algo, —No os vi en el partidazo de ay mucha- chos —dijo el sefior Catrasquilla. —Pueees... no —respondié Jorge—. Es que no nos encontribamos bie ~S... $... Si —tartantuded nerviosamente Berto —. N....N... Nos fuimos a casa. —Vaya, hombre, qué léstima —opin6 el se- for Carrasquilla—, Pues os perdisteis un gran partido, muchachos. Jorge y Berto se miraron fugazmente, traga- ron saliva ¢ intentaron con todas sus fuerzas no poner cara de culpables. —Por suerte para vosotros, tengo una cinta de video de todo el acontecimiento —expli- 6 el sefior Carrasquilla. Encendié el televisor rinc6n y apret6 un botén del mando del video, En Ja pantalla aparecié un: coy negro, Era una toma de Jorge y Berto es- polvoreando picapica en los pompones de las animadoras. En la toma siguiente apareci ge y Berto echando gel de bafio en los instru- mentos de la banda de miisica. — ,Qué 0s parece la pelicula de la prepara i el sefior Ca iraba aterrado la pantalla de televi- paz de responder. Berto tenia los lo, retorciéndose de nervios y sudando la gota gorda, El sefior Carrasquilla apagé la tele —Mirad —dijo—, desde que llegasteis a esta escuela habéis gastaclo una broma pesada tras otra, Primero pusisteis ranas diseccionadas en la gelatina el dia de la comida de padres y profesores. Luego hicisteis que nevara en el co- medor: Después conectasteis todos los interfor nos de forma que emitieran masica durante scis horas seguidas a todo yolumen, Durante cuatro largos arios habéis estado haciendo bu- rradas en esta escuela y nunca he conseguido una sola prueba... hasta ahora! EI sefior Carrasquilla agitaba en la mano la cinta de video. —Me he tomado la libertad de instalar pe- quefias cimaras de vigilancia por toda la es- cuela, Sabia que algiin cla iba a cazaros con las manos en la masa, [Lo que no sabfa es que iba a ser tan fei CaPituLo 7 UN CHANTAJILLO Bisse rasquilla se repanting6 en su asiento y estuvo riendo sofocadamente él solo durante largo rato, Por fin, Jorge hizo acopio del valor suficiente para hablar —Q.- Qué va a hacer usted con esa cin- ta? —pregunts, —Ya creia que no ibas a preguntérmelo nun- ca —1i6 el sefior Carrasquilla —He estado pensando mucho y muy en se- rio lo que iba a hacer con esta cinta —expli- cé—. Primero pensé en enviar copias a vues- tos padres. Los chicos tragaron sa iva y se hundieron —Luego pensé en la posibilidad de mandar copia al patronato de la escuela —conti- nu el sefior Carrasquilla—.Podria hacer que 0s expulsaran a los dos por esto! Los chicos tragaron mas saliva y se hundie- ron atin més profundamente en sus sillas. Por fin he tomado una decisién —con- cluyé el sefior Carrasquilla—. Seguro que al equipo de fitbol le apetecerfa muchisimo en- terarse de quién Fue el verdadero responsable del fracaso de ayer. (Creo que voy a mandarles una copia! Jorge y Berto saltaron al suelo y se hincaron de rodillas. —iNo! —grité Jorge—. No puede usted ha- cet eso. Nos matardn! — Seguro! —suplicé Berto—, Nos matarén. todos los dias durante el resto de nuestras vidas! El sefior Carrasquilla se refa y se reia sin parar. —Por favor, tenga compasién —gritaron los —. Haremos lo que sea! —¢lo que sea? —repitié el sefior Carrasqui- lla encantado. Alargé la mano hasta su mesa, sac6 una lista de obligaciones y deber con un gesto brusco, se la puso a los cl Lante de los ojos—. $i no que tos durante el resto de vuestras vidas, tendré que seguir estas reglas al pie de Ia lecra! de Jorge y Berto observaron detenidamente la lista. _jBsto... esto es un chantaje! —dijo Jorge. Llamadlo como querdis —respondié brus camente el director Carrasquilla—, pero si no esa lista al pie de Ia letra, esta cinta pa- a set propiedad de los Cabezashuecas de — Fase REGLA Ss LAS CUCHUFLETAS RONDE SONRISITAS ae SE ACABARON tee Los DIAS Carituto 8 CRIMEN Y CASTIGO ana del dia siguiente, Jorge y Berto se arrastraron fuera de sus camas, asa del sefior Carrasq lla y se pusicron a lavar su coche. Lucgo, mientras Berto restregaba bien los neumiaticos, Jorge recorrié el patio arrancando todos los hierbajos y mat s pochos que pudo encontrat, Después limpiaron los desagiies y lavaron todas las ventanas de la casa del se- Sor Carrasquilla, 45 En clase, Jorge y Berto se sentaron b chos, escucharon con atencién y hablai cuando les pregun ni gastaron bromas, No contaron chistes era sonrieron, Su profesora se pellizcaba sin parar. —Ftoy segura de que esto no puede ser mas que un sucfio. (o> A [a hora de comer, los dos chicos dieron una pasada de aspiradora al despacho del se- for Carsasq mpiaron bien los zapatos y sacaron brillo a su mesa de trabajo. Durante el recreo le cortaron las ufias y le plancharon la corbata. En cada rato libre de la jornada, los chicos se dedicaron a satisfacer todos los caprichos del director, 47 Después de la escuela, Jorge y Berto corta- ron [a hicrba del jardin del sefior Carrasqui- Ila, se lo adecentaron y empezaton a pintar La fachada de su casa. Al ponerse el sol, el direc- a la puerta y les entregé a cada uno bros. leretes —dijo—, he pedido a vues- tros profesores que os pongan raciones extra de —Gracias, sefior —gimieron los dos chicos, —Colega, éte ha sido el peor dia de mi vida —dijo Jorge. —No te preocupes —dijo Berto—. Sélo ten- dremos que hacer esto durante ocho Luego podremos marcharnos a alguna tierra tan Iejana que no puedan encontrarnos. Qui- la Ant —Tengo a pate 1 em Sacé del bolsillo un trozo de papel y se lo dio a Berto. Eta el recorte de un anuncio de a revista, en qué va a ayudarnos eso? —preguntd Berto. —Todo lo que tenemos que hacer es hip- notizat al sefior Carrasquilla —propuso Jor- ge—. Haremos que nos entregue el video y que se olvide de que ha ocutrido este follén. Qué gran idea! —dijo Berto—. Y lo me- jor de todo es que sélo tendtemos que esperar de cuatro a sis semanas para el enviol 50 Carituto 9 DE CUATRO A SEIS SEMANAS MAS TARDE Dssises de cuatro a seis semanas extenuan- tes trabajando como esclavos, haciendo canti- dades atroces de deberes y portindose humi- Iantemente bien en la escuela, Megs a casa de Jorge un paquete postal de la casa Chicolisto y Cosachuli. Era el Hipno-Anillo Tridimensional. —jAleluya! —exclamé Jorge—. jEsto es lo que he esperado con mas ansia cn toda mi vida! —Déame verlo, déjame verlo —gritd Berto. —No lo mires directamente —le advirtid Jorge— sino quieres que te hipnotice a ti. — De veras croes que funcionard? —pre- gunt6 Berto—. Crees de verdad que podre- mos dejar estupefactos a nuestros amigos, con- trolar a nuestros enemigos y dominar el mun- do como dice el anuncio? —iMis vale que funcione —dijo Jorge—, porque si no nos habremos gastado fo tonto! 52 Carituto 10 EL HIPNO-ANILLO TRIDIMENSIONAL A Ja mafiana siguiente, Jorge y Berto no Ile- garon temprano a casa del scior Carrasquilla para lavarle el coche y repararle el tejado. De hecho, incluso Ilegaron un poco tarde a la es- cuela. Cuando al fin se dignaron aparecer, el sefior Carrasquilla estaba especandolos de pie ante la puerta principal. Y estaba furioso. aya si lo estaba! El director condujo a los chicos a su despa- cho y dio un fuerte portazo. —Muy bien. ;Se puede saber donde os ha- béis metido esta mafiana? —rugid. —Queriamos ir a su casa —dijo Jorge—, peto nos hemos entretenido intentando desci- frar el secreto de este anillo, — {Qué anillo? —progunté furioso el sefior Carrasquilla. Jorge alz6 la mano y le ensefi el anillo —Tiene grabado uno de esos dibujos raros —dijo Berto—. Si uno lo mira durante un. rato, aparece una figura, —Pues sujetadlo sin moveros —gruié el se- fior Carrasquilla—, $i no, no puedo ver ese maldito garabato, —Tengo que moverlo hacia adelante y ha- cia atras —explicé Jorge—. De lo contrario no funcionara, pT Los ojos del sefior Carrasquilla seguian el movimiento del anillo, adelante y atras, ade- lante y atrds, adelante y atrés, adelante y atras. —Tiene que mirar al anillo més fijamente —dijo Berto—. Mas fijamente.. fijamecente.. fijameceente...fijameceeente. Leesté entrando a usted suciio —dijo Jor- ge—. Muuuuuucho suceeceerio. Los parpados del sefior Carrasquilla empe- zaron a cerrarse. —TTeeecennngoooomuuuuichoooosssuccecetio —dijo entre dicntes A los pocos minutos, los ojos del sefior Ca- rrasquilla estaban cerrados a cal y canto. Y em- pez6 a roncar. —Estis bajo nucstro hechizo —dijo Jorge—. (Cuando chasque los dedos, obedeceris todas codas nuestras érdenes! jChasc! —Ovobecedeeeceréééé —musité el director. ) in e —Muy bien —dijo Jorge—. {Todavia tienes aquella cinta de video en Ja que saliamos Berto y yo? Carrasquilla abrié la cerradura de tun archivador y sacé el cajén de mas abajo. Ex- trajo de él la cinta de video y se la entregé a Jorge. El chico la metié en su mochila, Por su parte, Berto sacé de su mochila ocro video diferente y lo metié en el archivador. — Qué video es ése? —pregunts Jorge. —Es uno de “Bongo, el Dragén Rosa Pa- changuero”, de mi hermana pequetia. —Buena jugada —dijo Jorge. 56 Carituo 17 iVIVA LA HIPNOSIS! Cae se agaché para cerrar el ar- chivador, eché un rapido vistazo al interior. ~jHala! —grit6—. Mirra todos los chismes que hay aqui! Bl archivador estaba leno de todo lo que el seitor Carrasquilla les habia confiscado durante afios. Alli habia tiragomas, matra- cas, monopatines, caca de perro de pega y mil cosas més, —iMira esto! —exclamé Jorge—. Un montén de tebeos del Capitiin Calzoncillos! —(Tiene todos os néimeros! —se asom- br6 Berto, Los dos chicos estuvieron varias horas sen- tados en el suelo, riéndose y leyendo sus te- beos, Por fin, Jorge miré el reloj de la pared. —jAlhi val —dijo—. jBs casi la hora de co- mer! Mas vale que arreglemos este desorden y 0s a clase. Los dos miraton al director, que, de pie de- tras de ellos, habia pasado toda Ja mafiana en trance. lauuyyy, casi se me olvida el sefior Hla! —dijo Berto—. {Qué hacemos con al? — (Quieres que nos divirtamos un poco mis? —pregunté Jorge. — Por qué no? —contesté Berto—. jNo me he divertido nada en las Gltimas cuatro a seis semanas! —Vale —dijo Jorge. Caminé hacia el sear Carrasquilla y chasque6 los dedos. /Chase!—. Abora eres... jun pollo! De repente, el director salt6 sobre su mesa, alete6 con los brazos y se puso a hacer “clo- clo-clo-cloooo-clo” tirando los papeles detris de la mesa con los pies y picoteando su juego de escritorio. Jorge y Berto se retorcian de risa, Déjame probar, déjame probar —dijo Ber- to—. Mmmm... Ahora vas a seeeer.. jun mono! —Tienes que chasquear los dedos —dijo Jorge. ‘Ab, si —dijo Berto. ;Chasc!—.jAhora eres un mono! Y de repente el sefior Carrasquilla salté de a columpiarse de las pan- escente aullando; “;Uuuu- UUUUUU!" y dando brin- Jorge y Berto se refan tanto que casi se les saleaban las lagrimas. 60 Jor- . {En qué le convertimos ahora? —ijo Berto con un tebeo del Cae tiempos: jel fabuloso Capitan Calzon El sefior Cartasquilla arr roja de la ventana de su despacho y se la até alrededor del cuello. Luego se quité los zapa- tos, los cal la camisa, los pantalones y la cortina — jTatata-chaadaddadn! —cacared. Y el seftor Carrasquilla se planté delante de los dos chicos con aire de triunfo, con su capa ondeando a causa de fa brisa que entraba por la ventana abierta. Jorge y Berto estaban bo- quiabicrtos. — Sabes una cosa? —dijo Jorge——. Se pa- rece bastante al Capitan Calzoncillos. —Pues si —repuso Berto. ‘Tras un breve silencio, se miraron y estalla- ron en una carcajada, Jorge y Berto no se ha- bfan reido tanto en toda su vida, Por sus meji- llas cortian lagrimas mientras rodaban por el suelo aullando de risa, Al cabo de un rato, Jorge se levanté del sue- lo para echar otro vistazo. —jEh! —pritd—-. ;Dénde se ha metido? 62 Carituco 12 POR LA VENTANA ese y Berto se abalanzaron a la ventana y miraron afuera. Alli, corriendo a través del aparcamiento, se podia ver a un tipo gordin- fl6n, ya mayor, en ropa interior y con una capa roja ondeando a su espalda. —Maelva, sefior Carrasquillal —grité Berto No reaccionara con es0 —dijo Jorge— Ahora cree que es el Capitan Calzoncillos, ——jNo es posible! —dijo Berto. —Probablemente sc ha echado a La calle para combatir el crimen —opiné Jorge. — {No es posible! —se asust6 Berto. —Y tenemos que detenerle —dijo Jorge. —|NO es posible! —exclamé Berto—. jNO PUEDE SER! —Escucha —explicd Jorge—, podrian ma- tarle ahi afuera, Berto no se conmovid. —O fo que es peor —siguid Jorge—. ;Po- driamos meternos en un lio GORDO! —Tienes razon —dijo Berto—. jTenemos que ir a buscarlo! Los dos chicos abrieron el cajén inferior del archivador y sacaron sus tiragomas y sus mo- nopatines. — (Crees que deberiamos Ilevarnos algo mas? —pregunté Berto. —Pucs si —dijo Jorge—. Nos llevaremos la caca de perro de pega. Buena idea —asintié Berto—. Nunca sabe uno cuando ya a necesitar una caca de perro de pega! Berto apretujé la ropa, los zapatos y el pe- Tuquin del sefior Carrasquilla en su moc Lautego, los dos chicos saltaron por la ventana, se deslizaron por el palo de la bandera y salie- on dispatados sobre sus monopatines en bus- ca del fabuloso Capitan Calzoncillos. 66 Carituto 13 ATRACADORES DE BANCOS Jesse y Berto recorrieron toda la ciudad en sus monopatines buscando al Capitan Cal- cillos. —No aparece por ninguna parte —se que- j6 Berto. —Se supone que un tipo asi deberfa ser il de identificar —dijo Jorge. Por fin, los dos doblaron una esqui- nna y alli estaba el Capitin Calzoncillos. Plan- tado delante de un banco y con un aspecto de fo mas heroico. —Sefior Carrasquilla! —grité Berto, —Chisss —sised Jorge: iLlimale Capitan Calzoncil —Ah, si —dijo Berto. ~Y no te olvides de chasquear los dedos —avis6 Jorge. —Nale! —dijo Berto Pero antes de que pudiera intentarlo, se abric- ton de par en par Jas puertas del haneo y sa- licron a la calle dos atracadores, Al ver al Capi- Calzoncillos, se quedaron parados en seco. jRendtos —dijo ef Capitin Calzoncillos—, endré que usar mis superpoderes super- os! jAy, madre! —suspiraron Berto y Jorge. otro y estallaron en una carcajada, Solearon el botin y, en pleno ataque de risa, se pusieron a inmediatamente aparecieron unos po- licas y arrestaron a los ma cara de muy pocos amigos. én cuernos se supone que es usted? —Pues yo soy nada menos que el Capitin Cab sel mayor superhéroe del mundo —di- . Lucho por la Verdad, por por todo lo que es de algo —{AH, Stl? —a Esposadle, muchachos! Uno de los pol al Capitin Calzor 6 sus esposas y agarré los por el bravo. 7 Be —jAy, madre! —grit6 Jorge—. ;A monopa- tinar se ha dicho! como rayos en y espectado- derecho a Los pies del Capi- tan Calzoncillos y Jo derribé, Jorge lo aerapd por detras y los dos chicos escaparon a todo patin con el Capitan Calzoncillos a hombros. -;Alto! —gritaron los policias, pero era de- jado tarde, Jorge, Berto y el Capitan Cal- hhabian desaparecido, Carituco 14 EL BIG BANG ‘Tae répida evasién, Jorge, Berto y el Ca- pitdin Calzoncillos se detuyieron en una esquina desierta para tomar aliento. —Bueno —dijo Jorge—. Vamos a des- hipnotizarlo rapido, antes de que ocurra NWN, ji@CA= TAs PUUMMN otra cosa! Una tremenda explosién retumbs en la tien- da de Piedras Preciosisimas, al otro lado de la calle, y un fume espeso empers a salir del edi- ficio. De pronto surgieron del humo dos ro- bots con un diamante robedo y saltaron den- tro de una vieja furgoneta —No me digas que lo que he visto entrar en esa furgoneta eran dos ROBOTS... —se asom- bré Berto. —$abes una cosa? —dijo Jorge—. {Todo lo que ha pasado en esta historia parecia casi po- sible... hasta ahora! 74 —Bueno, pues posible 0 imposible —dijo Berto—, nosotros en esto no nos metemos. Re- pico: VO nos metemos! En ese preciso momento, el Capitan Cal- zoneillos salté de fa acera y se planté delante de la furgoneta. —jAlto en nombre de la ropa interior! ‘grit. —Ay, madre —se asusté Jorge—. Creo que ya estamos metidos. Los robots pusieron en marcha la furgone- ta y trataron de esquivar al Capitin Calzonei los. Desgraciadamente, el vehiculo r0z6 su capa roja y la enganché. Un tremendo tirén desequilibré al Capitén Calzoncillos y la fur- goneta salié zumbando con el superhéroe col- gado detras. [BANDA DE {kos mavos f= —jHAY QUE AGARRARLO! —grité Jorge. Les dos chicos aron con todas sus fucr- zas hacia la fu fo pequefto que exta- 1co—, acabo de ver a dos iz y agarraron al Ca- robots que conducen una furgoneta con un pitan Calzoncillos por los pies. —jSOCOOORROQOOOOCOO! —gri- por la parte de acras y tirando con sus pies de taban mientras la furgoneta los remolcaba por dos chicos en monopatines. las calles de la ciudad. / ~ {No esperarés que me crea semejante his- toria? —Ie contest6 su madre. ViEvO ALMACEN, Por fin, la furgoneta se detuvo chisriando frente a un viejo almacén abandonado. Bl re- pentino frenazo hizo que el Capitin Calzon- cillos saliera volando por encima del techo, se estrellara contra la puerta del edificio y la atra- vvesara. —Vaya, vaya, vaya —dijo una extrafia vor desde ef almacén—. Parece que tenemos visita 78 Carituto 15 EL DOCTOR PANAL Te y Berto se quedaron escondidos detr’s de la furgoneta hasta que se despejé el pano- rama, Luego se deslizaron hasta el agujero de la puerta y echaron un El Capitan Calr dos robots le vigilaban, mientras un extrafio hombrecillo que levaba puesto un pafial se reia como un demente, — Soy el malvado doctor Pafial! —le esta- ba diciendo el extrafio hombrecillo al Capi- tan—. jY tii vas a ser el testigo privilegiado de cémo me apodero del mundo! El doctor Paiial colocé el diamante robado iquina Hamada Laser-Matic 2000. La méquina empez6 a destellar huces y a hacer fuertes ruidos. Pesadas palancas y ma- nivelas se pusieron a girar y a moverse de un Jado a otro y un rayo Laser se disparo directa- mente desde el diamante a través de un aguj 10 del techo. sobre todas las ciu- — (Dentro de exactamente veinte minutos, este rayo laser reventara la Luna y har que sus enormes fragmentos cai as las ciue dades i —dijo riéndose el doctor ce yo me alzaré sobre as y me 2 é del plancta! cosa puede salvarnos ya —su- su rge. Qu — (Qué? —pregunté Berto. | on caca de pega —dijo Jorge. ragomas de la mochila de Jorge y se los dio. Ten cuidado —le dijo—. jEl destino de | todo el planeta es Jorge apunté con precision y de pega para que aterrizara —plop!— justoa las pies del doctor Pafial. —jBicoven! —susurraron los clos amigos. EI doctor Pafial vio la caca a sus pies y se puso rojo como un pirmiento. _ ify. pero qué horror! —grité—. (Qué ver- giienza tan cspantosa! Discéilpeme, por favor. el cuarto de bafio. ica me habfa ocurrido antes, se lo Ore... Creo que con toda esta 82 83 Mientras el doctor Pafal salia a cambiarse, ; Jorge y Berto se colaron en el viejo almacén. Carituo 16 Inmediament os robo deen alos CAPLTULO dlos chicos y empezaron a caminar hacia ellos. ’ —jDestruccién de intrasos! —decian los ro- DE LA MAXIMA bots —. ,Destruceién de intrusos! VIOLENCIA Jorge y Berto gritaron y corrieron hacia el fondo del almacén. Por suerte, Jorge dos viejos tablones y le dio uno a Berto. = No tendremis que seo violencia geifica, verdad? —pregunt6 Berto, —Fspero que no —dijo Jorge. contra ADVERTENCIA a la maxima El capitulo que sigue contiene escenas graficas en las que dos chicos sacuden a un par de robots. Si tenéis la tension alta o si os desmayais a la vista del aceite de engrasar motores, os recomendamos encarecidamente que os dejéis de tonterias y que no os portéis como bebés. 85 (Diversi6n asegurada con de efectos sonoros pe FLIPORAMA 1 Si lo hacéis deprisa, las dos imagenes empezar a parecer wna sola i imada, No os olvideis de aftadir ‘estos propios efetossonoros especiales! wn \ 2 J-~ e a ) fa t if 4 88 (27 AQUI MANO IZQUIERDA \ -— r A Z it AQUI “ # PULGAR | perecho: i. t © \ iDESMADRE ROBOTIL! FLIPORAMA 2 (paginas 93 y 95) Acordaos de agitar s6/o la pagina 93. Mientras lo hacéis, aseguraos de que podeis ver la ilustracién de la pagina 93 y la de la pagina 95. Si lo hacéis deprisa, las dos imagenes empezarin a parecer tna sola imagen animada, No os olvidéis de aftadix ‘vuestros propios efectos sonoros especiales! iJORGE SALVA A BERTO! -=: . AQUI $ uucan \ erect \ 92, iJORGE SALVA A BERTO! FLIPORAMA 3 (paginas 97 y 99) Acordaos de agitar slo la pagina 97. Mientras lo hacéis, aseguraos de que podéis ver la ilustracién de la pagina 97 y la de la pagina 99. Si lo hacéis deprisa, las dos imagenes empezarén a parecer tina sola imagen animada, No os olvidéis de afiadix ‘vuestros propios efectos sonoros especiales! jBERTO LE DEVUELVE EL FAVOR! , iy fat Puiaa 4 perecro \ %6 77” nau matio ZOUERDA iBERTO LE DEVUELVE EL FAVOR! FLIPORAMA 4 (paginas 101 y 103) Acordaos de agitar sdlo la pagina 101. Mientras lo hacéis, aseguraos de que podéis ver la ilustracin de la pagina 101 y la de la pagina 103. | Si Jo hactis deprisa, las dos imagenes | empezaran a parecer wna sola imagen animada. Nos olvidéis de afiadir vyuestros propios efectos sonoros especiales ’ 100 (27 RQUIMMANO I2QUIERDA G iCHATARRA AL POR MAYOR! Y EN PIEZAS SUELTAS) apy’ 0 ¢ a PULGAR: | precy \ / C iCHATARRA AL POR MAYOR! Y EN PIEZAS SUELTAS) 103 Capituto 17 LA EVASION g ‘ Tes derrotar a los robots, Jorge y Berto Vamos! —apremié Berté—. jLargué- i que Jorge, Berto y el Capitan Calzon- los se pusieron a revisar frenéticamente dser-Matic 2000 para encontrar la ma- neta de desconectarla ¢ im, minente catastrofe. —Mmmm —dijo Berto—. Creo que ésta debe de ser [a palanca que estamos buscando a palanca de “Autodestruccién” —y tiré con todas sus fuerzas. De pronto ka Lésr-Mat 2000 empea6 a dar sacudidas y a chisporrotear, El gran rayo laser se apagé y las piezas de la maquina comenza- 3% * ron a volar en todas direcciones. —;Va a EXPLOTAR! —chillo Berto—. —jNO TAN DEPRISA! —troné el doctor Pafial, que habia aparecido no se sabfa de dén- de—. Habéis destruido mis robots, Habéis des- trozado mi Léver-Matic 2000. ¥ habiis arrui- nado mi inica posibilidad de apoderarme del mundo, jPero no vais a vivir para contarlo! Y el doctor Pafial sacé su pistola de rayos Patal-Matic 2000y apunt6 con ella a Jorge, a Berto y al Capitin Calzonillos, | f-— cia el doctor Pafial. Los calzoncillos aterriza- ron justo sobre la cabeza del malvado doctor. (Socorro! —grit6 el doctor Paiial—. {No veo! jNo veo nada! Josge y Berto salieron del almacén todo Jo répidamente que pudieron. disparo, Capitin Calzoncillos! —exclamé Berto. i —Hay s6lo una cosa que no entiendo | —dijo Jorge—. (De donde ha salido el segun- do par de calzoncillos? By s . —{Da igual! —grité Jorge—. Ahora largué- monos antes de que la Ldser-Matic 2000 ex.. —,Qué segundo par? —pregunté el Capi- tan Calzoncillos. 110 rae oN La Ldser-Matie 2000 estallé destruyendo ae CarituLo 18 « am , ompletamente , COMO RESUMIR lameantes de me 3 dos en todas direcciones. En torno a nuestros Zh UNA LARGA HISTORIA héxoes cayé fucgo del cielo y la tierra empezd ay \ x t a desintegrarse bajo sus pies. J Se ‘Ay, MADRE! —grit6 Berto—. ESTA-_ 7 af s x “MOS PERDIDOS! ’ i 4 5. salvaron, \ y | Capitulo 17 VUELTA ALA ESCUELA i Berto y el Capitan Calzoncillos hicie- ron una breve parada delante de la comisaria Esto lo explica todo claramente. A continuaci6n, Jorge y Berto condui —Eso es — dijo Berto rebuscando en su mo- chila—. ;Pos FL Capitén Calzoncillos se vistié a toda ve- ’ locidad detras de unos arbustos. —Bueno, qué aspecto tengo? —pregunts. —Estupendo —dijo Jorge—. |Abora inten- ta poner cara de estar furioso de verdad! El Capitin Calzoncillos puso la cara mas diosa de que fue capar. — Sabes una cosa? —dijo Berto—. Se pa- rece bastante al sefior Carrasquilla —susurr6 Jorge—. /Es el sefior Ca- UPS rel el Ce Gee Re? —jAb, ¢s verdad! —dijo Berto—. Casi se me habia olvidado. 117 AL poco rato, los tres habian vuelto al des- pacho del director. —Muy bien, Capitan Calzoncillos —dijo Jorge. /Chasc!—. Ahora es usted el sefior Ca- 'n es el sefior Cas gunté el Capitan Calzor —jAy, MADRE! —gr no funciona! Los chicos intentaron una y otra vez des- hipnotizar al Capitin Calzoncillos, pero nada parecia hacer efecto. —Mmmm —dijo Berto—. Déjame ver otra vez el manual de instrucciones de ese anillo. Jorge se registr6 los bolsillos de los panta- Jones. illa? —pre- . Bexto—, Que esto 118 —jAy! —dijo Jorge—. Creo que lo he perdido, ; — Que lo has QUE? —d dos buscaron frenéticamente por todo el instrucciones del Berto, Los ninguna parte —No importa —dijo Jorge—. Tengo una —Lo vi hacer una ver. en una pelicula de dibujos animados —respondi6 Jorge— asi que tiene que funcionar! Al cabo de unos minutos, el sefior Carras- quilla empez6 lentamente a ser otra ver. él mismo. ~¢Se puede saber qué esta pasando aqui? —pregunts irtitado—. ZY por qué estoy com- pletamente empapado? Jorge y Berto no se habian alegrado tanto en toda su vida de ver al sefior Carrasquilla, —iMuy bien, pues vais a Iorar cuando en- tregue ese video a los del equipo de fatbol! —vocifers el sefior Carrasquilla—. jYa estoy hasta la coroniilla de vosotros dos! El director sacé la cinta de video de su ar- chivador. —jMuchachos, os podéis dar por muertos los dos! —les espet6, y sali tempestuosamen- te de su despacho con el video en la mano en direccion al gimnasio. Jorge y Berto soni —jEspera a que los del equipo de fatbol vean ese video! —dijo Berto, mn. 121 —Eso —dijo Jorge—. jApuesto a que segu- ro que les gusta cantar lo del Dragén Rosa Pa- iE —dijo Jorge—. He encontra- do el manual de instrucciones del Hipno-Ani- Ilo Tridimensional. jEstaba en el bolsillo de mi camisa, no en el pantalén! —Bah, tiralo de todas formas —dijo Ber- to—. Ya nunca lo volveremos a necesitar, Espero que no —dijo Jorge. Carituco 20 FIN? A TRA LALLA a Las QUE MOLONGO e f gu Md rennin, HAM i) Aken, De deaquel dia decisivo, nada fue nun- ca igual que antes en la Escuela Primaria Je- x6nimo Chumillas. El equipo de fatbol americano lo pas6 tan bien con el video del sefior Carrasquilla, que cambiaron su nombre de Cabezashuecas por el de Los Amigos de Bongo ef Dragén Rosa Pa- changuero. El cambio de nombre no fue exce- sivamente bien acogido por la hinchada, pero gquicn iba a atreverse a discutir con los defen- sas que formaban cn la alineacién? 123 Jorge y Berto volvieton a bres,a gastar bromazos, a contar cer nueyos tebeos Pero ter or Carrasqu n que andarse con a... viejas costum. chistes y a ha- ojo con el se- ~- (ya sabéis quién! —iAy, madre! —exclamaba Berto, —i¥a estamos otra vee! —decta Jorge. BE *EDICION

You might also like