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La construccién del caso. Psicoanilisis e investigacién Adriana Rubistein Introduccién ste capitulo se ordena en torno a algunas preguntas a las que intentaremos responder 7A qué llamar construccion del caso en psicoanilisis? zEs posible emplear el caso para la investigacién en psicoandlisis sin renunciar a sus principios? ~Como orientarnos? Nos interesa contribuir a “producir una perspectiva comin” que haga posible el empleo del caso para la demostracién en nues- tra comunidad analitica, sin pretender por eso encontrar un for- mato Unico y universal. Tal como plantea Laurent: “,.10s modos del relato no pueden pensarse por fuera de una comunidad de trabajo” (Laurent, 2003). Para la construccién del caso en psicoandlisis no se trata de seguir una guia pautada ni de encontrar un modelo de caso clinico que responda al discurso universal, despejado de los malentendi- dos de Ia lengua. Eso borraria el deseo del psicoanalista y afectaria sus principios. También arriesgarfa a perder lo esencial del caso. Buscaremos entonces ubicar algunas coordenadas que nos orienten para la construccidn del caso, y reflexionar sobre las posi- bilidades de su empleo en la investigacién en psicoanilisis. El caso en la experiencia y el caso en la investigacion < No caben dudas de que el relato del caso ya no es el caso en la experiencia del andlisis aunque parta de ella. La distincién planteada por Freud en “Consejos al médico” entre el caso en el marco del dispositivo analitico y las construcciones que de él pueden realizarse para su transmisién es ya una referen- cia clasica. Si bien Freud se vanaglorié durante mucho tiempo de la intrinseca relacién entre andlisis e investigacién, las condiciones y La terapéutich pen 36 idas de su propia practica Jo Hevaron a tener au, dificultades surg) tre la técnica que sirve a la investigacigy y A ia “en pi marcar la diferencia i destacaba la diferencia entre irve bor analitica”. Al que sirve a la labor 7 < ; pe " rar cientificamente un caso y reconstruir su estructura” y |g “elabo! labor analitica, en la que 1" qctuamos como si no persiguiéramos fin ninguno determina- id da nueva orientacion y ac- do, dejandonos sorprender por cada n an libremente, sin prejuicio alguno’ (Freud, S., 1912, p. 114). También Lacan retoma el tema y en “EI Seminario 22. RSI” afirma que: + “Es indispensable que el analista sea al menos dos, el analis- ta para tener efectos y el analista que a esos efectos, los teori- za” (Lacan, J., 1974). Se trata de dos posiciones articuladas, pero diferentes. En la direccién de la cura es necesario “ ~abordar cada caso nuevo como sino hubiésemos adquirido nada en sus primeros desciframientos” (Lacan, J., 1967, p. 14). Para escuchar un c: : ‘aso, no hay que ponerlo por ad un casillero (Lacan, J,, 1975), a el Pero k ate ele aor como saber se extrae de la experiencia, y aun- ava mantienen sus diferencias, puede decirse que la a con los mismos principios que ri- au nel relato para su transmisién. El una articulacion, ya igue sus principios y eriencia, si, los ¢ ‘MO Momentos diferentes. a ex] ” Pero conviene ubicay 2Qué es un 880? El caso NO es e] 1 El caso n Paciente . 0 es el] Bara dif Paciente, py » “rentes recortes fe. El “mismo pac: ¥ aHlculaciones haciete, Pucde dar Iu- !ACieNdO HocjhIn a1, < , construyan a partir de ¢l, “casos” diferentes. No puede separarse entonces cl caso de su construccién y como veremos enseguida la construcci6n es relativa al discurso en el que se lo situa, a los obje- tivos y condiciones en los cuales se inscribe, a un marco que permi- te localizarlo y darle su valor; La construccién de una caso implica un pasaje del registro “en bruto” hecho por el analista a un orde- namiento que dé cuenta de su logicaj La crisis del relato. Pequefia historia En su texto “El caso del malestar en Ja mentira” (Laurent, E., 2003) el autor ubica la existencia de un malestar respecto de la cons- truccién del caso: el prestigio de la ciencia, nos dice, deteriora la construccién del caso en psicoanilisis. Puede constatarse esta afirmacién en las criticas que por ejem- plo algunos analistas de la IPA (Fonagy, P., 1999) hacen al uso del caso como prueba en psicoanalisis. Para ellos el caso fue util en el contexto de descubrimiento, pero no lo es en el contexto de verifi- cacién y consideran necesario aportar otro tipo de pruebas “objeti- vas” para validar lo resultados. “El estudio de casos, en si mismo, sin embargo, es insuficien- te como método de investigacién. Precisa ser complementa- do por otros procedimientos confirmatorios tales como la replicacién, los estudios experimentales detallados y las in- vestigaciones anatémicas, genéticas y neurofisioldgicas” (Fonagy, P., 1999, p. 31). También el Libro negro del psicoandlisis (Meyer, C., 2007) y recien- temente Onfray (Onfray, M., 2010) cuestionan el uso freudiano del caso, acusandolo de falsear la verdad. No carece entonces de impor- tancia legitimar la construccién del caso en psicoanilisis. Laurent sittia una crisis del relato en psicoandlisis ya que no se sabe demasiado cémo redactarlo, y hace un interesante recorrido por algunos momentos de la construccién del caso en los textos ae en los post-freudianos y en la ensefianza de Lacan. Para Subimienns manele al principio con el modelo de la novela, con el eae lel personaje, logrando dar una forma narrativa a la , integrando la produccién analitica en un mismo relato oients. PEE] GUE OL Hong, yume ole oul scape Preudianos que toma | srrnnany Hel et patime de han a wo a8 Falun € yilelea y bueqe, “la Hleratura 8 APOderg fol relate ae so” (Laurent, B., 2003 syelata de case” (Lait " “PeOyy Sept planted, eb pire de Jog ale he had fain quel iaite Ai vynortatidad ving en pelly e encontraron con lo We resiste ANlos duh nen i . : rw ef relat del cine, Pao yp plete east l, Jaan anvaliatans A on Lucid y eMpeZATOH A PrEOCUDARSE por oy wetiel! Hien seen pel aque mramienita ena! Jacana y a da intery aves for Ha a partie de all que caries 7 Jad de la sesion paleoanalition lo que constiluye "en lit id cle Ta nen ecm uy i “tall informe, lon autores tratan de hace ¥ coincidir i nag a prictica, es el sueno de un registro de notas aurrelato conan practen, ta extraccion de mo- de laboratorio el que sirve de bas nad ‘ee jalen 6 una sesidn, Ja unidad del relato ya no es elientino de un nujelo sino el hecho memorable, transn stialdo de tna sesion” (Laurent, E,, 2003, p. 7), olde y coun lin Lacan puede ubiea "10 ala lipica’", EL primer momento de la enseian 0 selld un modo de construceién en Ja historia del psi- © un movimiento que va “de la histo- a de Lacan pone eLacento en Pasar de un relate desordenado a construir la légica del easo. Lav formalizacion del Hombre de las Rat 8, de Dora, de Juanito, son ejemplos de sus inte cindolo de ta anéedota, nlos de matematizar el caso sa- Laurent destaca que el pas “abandonar Jas en cambio |, sicoandlisis le hace * de un método exhaustive” buscando “ coherencia del nive] formal donde esté establecido el “itoma, “Nae ; Menvoltura formal del Sinloma concebida como una espe: Cle de mattiz Kipiea” r (Laurent, 8, 2003, 3i bie abandona MEAL, cada ver mg 5, one el acente, P: ©): St/bien no aba °Y hacia el final, on dar cuenta de Se Ve biey momento armade de doal, 80 de Lacan al I * esperanzas ento en localizar el goce del suje- los modos de funcionamiento. I caso se corr sponde con ciertos “Y NO puede ser independiente de ello, Cuan Nadas de J, estructyr, Paradigmas para hacer surgit 0 Tuctura, ubicando tanto el sintoma en und es de la vida de un sujeto que s® COMO of la teors Ne impor . Ort feudianos i Coord, Adriana Rubistein: La construccién del caso. Psicoandlisis ¢ investigacién 39 repiten, que permutan o que incluso declinan en la repeticién de lo mismo. Si en el primer Lacan est puesto el acento en la estructura, en el matema, en la formalizacién, hacia el final un caso no se redu- ce a escribir la estructura formal, “..uN Caso es un caso que testimonia acerca de la incidencia , légica de un decir en el dispositivo de la cura y de su orienta- cién hacia el tratamiento de un problema real, de un proble- ma libidinal y un problema de goce” (Laurent, E., 2003, p. 9). Y esto sera central para la construccién psicoanalitica del caso en cualquiera de sus condiciones. La construccion y el relato del caso Ubiquemos ahora algunas coordenadas que nos orienten para construir el relato del caso en psicoanilisis. 1. La construccién del caso y su legitimidad. La orientacién por lo real Al responder a las objeciones de la ciencia positiva, Freud fun- damenta reiteradamente la importancia del estudio de casos realiza- do con el método analitico para la investigacién y la verificacion de sus conceptos. No procede nunca con protocolos pseudocientificos e insiste reiteradamente en que la investigacién psicoanalitica no puede prescindir de sus conceptos y de su método (Rubistein, A., 2008).El estudio de un caso se convierte tanto en la condicién nece- saria para poner a prueba la teoria, como en el punto de partida para modificarla si esto fuera necesario, a partir de lo producido durante la experiencia de la direccién de Ja cura} En un interesante trabajo Berenguer (Berenguer, E., 2006), apo-& yado en la ultima ensefianza de Lacan da interesantes razones para legitimar la construccién del caso. Para él la construccién es legiti- ma porque ya las neurosis, las psicosis y las perversiones son cons- trucciones, son modos de respuestas del sujeto frente al encuentro con lo real. Y la construccién hecha por el analista para la transmi- sién o la investigacién no puede sino seguir las lineas de la cons- truccién del sujeto, orientarse por lo real. Por eso la construccién del caso es homogénea a los principios de nuestra practica. 2 CO ek lerapeulicd | 10 La leray clinicas ya son modalidades de consitruccign ujelo frente aun Te estructura: al, 5 por el si La emprenlid ance del sujelo no son sino divers «quello questa aleance de suelo no son sino dives Fa eenativas de ertar,falsificar, desmentis” (eren jormas allennaliva guer E, 2006, p. 19) Se trata ja segunda ensenhanza g (i o ac ania | + Tiste es el nticleo que acompal i or propias del sujeto, de construir el caso siguiendo las construcciones | buscando el modo en que cada uno ha construido sus respuestas frente al encuentro con lo real, Eso ya ordena el caso cuando uno Jo igiendo y reaparece cuando se intenta claborarlo como saber. esta d Cémo localizar ese modo singular? Hay que leerlo en Jos di chos, en los sintomas, en las construcciones fantasmaticas con Jas que el sujeto ha respondido al encuentro con lo real. Construccio- nes privilegiadas que incluyen ya algo de Io real. EI fantasma recu- bre con su respuesta el agujero de lo real; el sintoma con su nucleo de goce, encierra un real y seguir sus vicisitudes es un modo de orientarse por lo real para la construccién del caso y no por el fan- tasma del analista. 2. El Recorte y los objetivos ¢ La construccién del caso supone un recorte, una sele ordenamiento que s6lo toma su valor ala luz de] se Propone y en las condiciones del dispositivo en el que se reali one cual ge net caso que se presenta Para una Eten : guramente preguntas Y Cuestiones vin. culadas a difi irecci “ a dificultades en la direccién de la cura, que |; © caso en un ateneo en el cual podran 80 seman scntacion ito, disti sito, distintos aspectos de la direcciébn de [a cura y d. a y de su} ; Para la ensefianza, a fi . 84M aspecto de la teoria al jue el sieved ee § que el caso sirva de ejemplo. i responder al problem, Elcaso en 1a ‘a que se quiera esty- oner a prueba saberes S de tension o difi, dificul- Sesgo i es : Particuan oc Presentaciones dard al caso un alles, omitirg S, Omitird otros, © los conceptos que se Adriana Rubisteir : La construcei nt del caso. Ps buscan esclarecer. En algunas ocasiones podra interesar mas Ja particularidad del caso, en otros su valor como paradigma. De diversos modos se pondra en juego la tensidn inevitable entre el nivel de la experiencia analitica y la produccion de un saber sobre ella (Rubistein, A., 1999), Los historiales freudianos son un buen mplo del valor que el objetivo tiene en la construccién del caso. Ellos no son una secuencia de hechos biograficos 0 anecdéticos § ino que respon- den y se ordenan segiin alguna finalidad precisa. En la presenta- cién del caso Dora, Freud fundamenta lo que selecciona para la exposicién. Nos dice: “En efecto, no he expuesto, en general, la labor de interpreta- cién que hubo de recaer sobre las asociaciones y comunica- ciones del enfermo, sino tan sdlo los resultados de la misma. De este modo, y salvo en lo que respecta a los suefios, sdlo en algunos puntos aparece detallada la técnica de la investiga- cién analitica. Con este historial clinico me importaba espe- cialmente mostrar la determinaci6n de los sintomas y la es- tructura interna de la neurosis. Una tentativa de llevar a cabo simultaneamente la otra labor hubiera producido una confusion irremediable”. Y agrega mas adelante: “La pre- sente comunicacién fragmentaria del historial clinico de una muchacha histérica intenta mostrar cémo la interpretacién de los suenos interviene en la labor analitica. Me procura, ademas, una ocasién de propugnar publicamente y por vez primera, con toda la amplitud necesaria para su mejor com- prensién, una parte de mis opiniones sobre los procesos psi- quicos y sobre las condiciones organicas de la histeria” (Freud, S. 1905, p. 15). En otras ocasiones puede buscar poner de relieve las dificulta- des en la direccién de un tratamiento como en el caso de la joven homosexual. O bien, en otros momentos Freud se vale del empleo de casos como medios para ejemplificar algtin concepto que quiere verificar, tal como aparecen por ejemplo los suefos en La interpreta~ cidn de los suefios (Freud, $., 1900) o los ejemplos en la Psicopatologia de la vida cotidiana (Freud, S., 1901). El objetivo de la presentacién es entonces preciso y en tuncion de eso se produce el ordenamiento y la seleccion del material, icg psicOMHantyes: “fy fica P jon de un caso no es ingenua y requie to de los objetivos que se Propone como de ja. i, ing IS genta. En este punto ninguna presenta, todos los interrogantes de la teoria. Tam. Por lo tanto Ja presentac uenta tan ridades que pre’ lar respuesta a Freud dice: re dar ¢ iculal particu cién puede di bién en Dora, “No se puede exigir deun solo caso (Freud, $. 1905, p- 12). alos objetivos la eleccién del caso 0 de los mas de lo que puede dar” También es relativa oe, casos que formaran parte de la investigacion. 3. La teoria y su empleo Sin duda la construccién del relato del caso no es independien- te de las articulaciones tedricas que orientan al analista. Son los conceptos mismos los que van a ordenar Ja presentacién. No hay manera de separar la construccién del caso de la orientacién teérica ye Bs ponies que orientan la cura. De hecho hemos visto ‘ me en diferentes teorias y en diferentes momentos de la ensefian- ca aie ne “ mr “ Privilegian en el relato ciertas lineas y no otras. inevitable. Son las coorde: ° nadas conceptuales las que mar- Adriana Rul La construccion del caso. Psicoundlisis ¢ investizacion 4) Berenguer plantea que el uso de la teoria no es modelo ni meta lenguaje, es nombrar, no se trata tampoco de traducir, Dird que para Lacan la teoria es mas bien una forma de nombrar (Berenguer, E,, pp. 55-56). Y esto es lo que esté presente en nuestro uso de la teorfa para construir casos, en definitiva lo que hacemos es poner palabras que nombran algo de este real, sabiendo que siempre va a haber un agujero entre lo simbdlico y lo real que nombra. Es mas bien una forma de ponerle nombre, de escribir lo imposible de decir. 4. Lo universal, lo particular y lo singular La construccién del caso se inscribe entonces en conceptos ge- nerales, pero no puede perder lo singular. Puede decirse que hay siempre una la tensién inevitable entre las particularidades del caso y las regularidades de la estructura. Freud nos ensefia como estudiando un caso en profundidad, puede revelar no sélo los detalles singulares del mismo, sino tam- bién los elementos esenciales de la estructura y Jos mecanismos ge- nerales que intervienen en su constitucion. La “exposicién detalla- da de un historial clinico” avala asi sus teorias y le permite trans- mitir sus resultados, ya que sélo en la trama del caso puede aislarse la especificidad de la estructura (Rubistein, A. 1999). En su “Respuesta al comentario de Jean Hypolite”, Lacan, ha- blando de la alucinacién del dedo cortado del Hombre de los Lo- bos, ilumina las articulaciones entre lo singular del caso y la teoria. Plantea alli que: “No es de los hechos acumulados de donde puede surgir una luz, sino de un hecho bien relatado con todas sus correlaciones...”. La construccién del caso requiere tener en cuenta sus detalles y particularidades. Lacan retoma a Freud diciendo ”..que preferiria renunciar al equilibrio entero de su teoria antes que desconocer las mas pequetias particularidades de un caso que la pusiera en tela de juicio. Es decir que si la suma de la experiencia analitica permite desprender algunas for- mas generales, un andlisis no progresa sino de lo particular alo particular” (Lacan, J., 1954 p. 370). 44 nn su texto plante: en la le ular se convierte en a comentarios muy interesantes aj ctura que Lacan hace de los casos Laurent e paradigma y pone en respecto. Recuerda que freudianos, el caso sing! juego la estructura. Se muestran alli tanto yn una clase como los elementos de j iten, que ida de un sujeto que se rep! IK ae dos de declinacién en Ia repeti- E., 2003, p- 8). Asi la particularidad de la construccién l6gica ee cade ne ‘se puede inscribir de alguna manera en los tipos Cnicos. © ‘ ter de coherencia logica del sintoma es la afirmacién de la existencia de clases de sintoma y al mismo tiempo efecttia su deconstruccion. Se trata de una nueva vuelta al problema de lo universal, lo singular y lo particular. Cuando se elabora el caso no se puede pres- cindir de conceptos que ya no son exclusivos de ese caso. El modo en que ese concepto ilumina ese caso da lugar a la originalidad. Se trata de no perder lo singular pero ponerlo en relacién con los conceptos. El tema del diagnéstico entra allf como problema. La singulari- dad del caso no tira abajo las categorias diagndsticas, aun cuando el diagnéstico no sea lo mismo en la primera que en la segunda ensefianza de Lacan. neon ae od Te euesttin ms delicada es inscribir en la caso”, lo mas dificil es » el lugar del sintoma © sustancialidad en permutan, 0 incluso los mo cidn de los mismos” (Laurent, “escribir la distincién del j scribir la disti Personaje ilustre di i Lane historica sin renunciar a la distincién de ta - a nes que él o ella supo afrontar” (Laurent, E. "2003, p.5), LE, , p. 5). inscribirse en clases, pero Posible nombrar el caso, aun sabiendo i que siempre hay algo que escapa, que ni a, ‘0 puede ser nombrado, Por eso: malizar, lo qu 7 e pos aes MOS Nombrar y for- Neurosis, ‘UrOsis, Perversion, Adriana Rubistein: La construccién del caso. Psicoanilisis ¢ inve: igacion 45 transferencia de tal tipo, sintoma de tal caracteristica, es decir Jo que vamos nombrando y lo que escapa. Laurent nos orienta planteando que se trata de preservar en el relato del caso lo heterogéneo ordenando el caso con nuestras cate- gorias, pero con la originalidad del chiste, con algo que haga dife- rencia y que dé lugar a la transmisién de lo mas singular del caso. La calidad del trabajo de cada analista, su presencia, se ubica en la distancia que mantiene con los modelos. Si el relato se acomoda demasiado al cddigo, no transmite nada (Laurent, E., 2003). Lemoine en su libro La entrada en el tiempo (Lemoine, L., 2001) sostiene que cada uno de los relatos de casos contiene una eleccién, el momento en que el analista hace de la historia un caso se atrapa siempre hasta el punto de encuentro, de un aconte- cimiento propio de la cura, sdlo a partir de eso se ordena el relato de las determinaciones que tejen al sujeto, el relato no se ordena alrededor de un saber, se ordena alrededor de un en- cuentro” (Lemoine, L., en Laurent, E., 2003, p. 13). 5. El caso en transferencia: Objetividad y subjetividad Un debate central en torno a la construccién del caso es el que * pone en juego la problematica de la objetividad y de la subjetividad. Para la psiquiatria, el caso tiene que ser una observacién, un registro de hechos objetivos, independientes del observador. Se apela a la ilusién de una ciencia exacta, sin malentendidos. Para el psicoandlisis en cambio, no se trata de la acumulacion de datos objetivos. Se realiza en transferencia y el analista forma parte del campo. Toda construccién del caso pone en juego una lectura del analista, realizada desde el interior del dispositivo y no como observador externo. No hay construccién fuera de transferencia, es decir, que el re- corte del caso seguramente dard cuenta de cémo los dichos del suje- to, estén en relacién a lo que ha sido la posicién del analista, y sus intervenciones. No se trata de lograr una descripcién objetiva del Paciente por fuera de la transferencia. Lo que el sujeto dice no es independiente del oyente y de su posicién, es decir que no se trata de un relato que escape a la transferencia, ntransferencia no quiere decir que es Ja gy. ue es e one en juego. Muchos malentengj. tarse por lo real no es hacerlo or Pero decir q} vidad del analista la oe Pp eso. Oriel n ea dele sta sino por lo real que se juega en el sintg, la subjetividad del analist - ciente. } ma y el fantasma del pa ptimen dockpe eaten j6n no es jr que la construccio! eee sobre un objeto estudiado por my observador neu- oa de que sea la subjetividad del paciente la que est en tral. i osicion en el relato. Claro que eso no es inde- bee “ eee del analista y de su lectura, pero no se ae de avalar el delirio interpretativo del analista, ni una lectura realizada desde su propio fantasma, 0 con el sesgo de lo que quiere encontrar en el caso. Claro que el relato Ilevara las marcas de la enunciacidn del analista y de su posicién en la cura. Pero se trata de una lectura que toma como base el decir del analizante, mante- niendo la fidelidad al texto y a Ja subjetividad del Ppaciente. Freud se ocupé reiteradas veces del tema. Insistié Por eso en to- mar el texto del paciente como un “texto sagrado” (Freud, S., 1900, P. 508) y advirtié sobre los modos de validar en el Propio texto del Paciente las construcciones del analista. Freud insistfa en buscar en las asociaciones, los recuerdos, los suefios la confirmacién de una Paciente y no en las respuestas del yo el valor de la construccién Lacan por su parte insistié que en el andlisis hay Psicoanalista eg ; €sa construccién, impli- lela xPeriencia en, funcién confi Y dar cuenta de tOnces si bien eon CONstruccign del analista. a 5 ir aa eNcia, es Ja fidelida 2 construccién del caso le dal ca, tlace : 'S0 lo que coy . — manda la 0s argum, NOS que ge Ia len Presente en el relato y dar apoyo Osterj, Posterior del caso se extraigan. ___ Adriana Rubistein: La construcciéi caso. Psicoaniilisis e investigacion 47 6. Los datos y su empleo. El relato del caso {Qué incluir entonces en el relato? No se trata de presentar el relato como una acumulacién de datos inconexos. Los datos toman su lugar en la légica subjetiva de la que hay que dar cuenta y en funcién de las coordenadas que ordenan el caso. Se trata entonces de seleccionar y priorizar aque- los detalles que contribuyan al entendimiento del caso y a su cons- truccién segun los objetivos propuestos. Berenguer menciona dos riesgos frente al uso de los datos (Be- renguer, E., 2006). El riesgo de un exceso de construccién, en la que el texto del paciente esté ausente, 0 se encuentre solo de un modo fragmentario 0 bien el riesgo de un defecto de construccién, con un exceso de datos que al modo de la acumulacién pretenden decirlo todo, perdiendo lo esencial. En el primer caso nos encontramos con una construccién cerrada, que no permite vislumbrar en qué mate- rial se apoya la elaboracién. En el segundo, se pierde la légica del caso y no se transmite lo esencial. Hay una tensién a resolver en la construccién entre ambos extre- mos. E] relato debe permitir al lector ubicar el sustento de las afirma- ciones del analista en su construccién, tiene que permitir captar el nticleo del caso teniendo en cuenta el tema de la investigacion, dar cuenta de los puntos nodales, de lo més real de Ja experiencia. Se trata de lograr un relato en el que la elaboracién tome cuerpo, en el que lo mas vivido del caso pueda transmitirse, mas alla de la anécdota. En El hueso de un anilisis Miller (Miller, J.-A., 1998) distingue la amplificacion de la reduccién. Para la construccién del caso se trata de encontrar las lineas principales que permitan hacer una reduccién del caso a sus coordenadas esenciales para lo que se espera transmitir. ~Cémo dar cuenta de eso? Si seguimos la ultima ensefianza de Lacan la reducci6n del caso, el nticleo, puede ordenarse en torno a algunos ejes que permitan ubicar el modo de funcionamiento del hablante frente a lo real que lo afecta. El relato del caso implica una trama que ponga en juego: 1. Lo que para ese sujeto constituy6 un encuentro con lo real, ya se trate del encuentro con el agujero en el Otro y lo impo- sible de escribir la relacién sexual (castracién real), con el as me on Ia pordida de yoce ¥ BUS Conng con li fivfaccion CM la jcanles Que iggy pignificamtes privile ; » ordenar of relato, aque sma del OW? HeXO, terminologsa freudi, ” as, (excuse © Hn (exces we trate de los gignil 4, como CL en ; fundonaron ce cuene na), ya § istoria ¢ rau historia coMO ae siados, sin sentido, que Pt rnd " frente ela angusla, frente a lo cual aparec’ la anguslia, ¥ Ge trata de dar cuenta dle Jo que mas ge ponen Ch marcha para cada sujeto ha delen alor de trauma. tomado el valor de t 7 oa ag que puso en marcha el hablante a Jo largo de lucién frente al encuentro con la defensa, Jas vo- 2. Las respues su historia como modos de s cerca las modalidades de luciones sintomaticas, las respucstas fantasmaticas, a las cus- les el sujeto ha recurrido para protege de la angustia. kn ssencial no extraviarse y tratar de ubicar lo real, Seguir de estas respuestas es “4a pieza oculta” que se deja entrever en el relato: el goce que el sujeto obtiene alli, silencioso, que transcurre disimuladamen- te entre las escenas, tras el deseo del Otro, el goce del Otro, el saber del Otro, los ideales, las carencias y que requiere ser lei- do. Se trata de detectar las condiciones de la satisfaccién pul- sional que anima el sostén de la neurosis, asf como los puntos de discordancia entre la construccién fantasmatica y la cons- ; truccién sintomatica (Berenguer, E., 2006, pp. 63-64). . Los momentos y condiciones del fracaso de eso. d d Tespuesta, que son los que gencralmente J] ‘a consulta 4. Los movimientos que se producen d: ne ol eons n durante el tratamiento asi como de las intervenci : venciones y lag i respue: . dan lugar a dichos movimientos, Puestas del sujeto que l Y su orientacién i, una curent, E,, 2003, p.9). Structura logica que terminaciones que Nt, las respuestas lo movieron, halla: lo. das y sus fracasos, S que se enfre ee eee EEE EAE CONSEPUCCION del cas . Privoantlisis ¢ investigaciin ay La cons' ccién formal gira alrededor de un imposible que tie- ne un lugar vacio en reserva, significante del Otro barrado. Se trata de ubicar cual e ‘0 en relacién al agujero del Otro, en relacién a lo real, en relacién al goce que desconoce, al goce que acepla, al que reche Eleccion y determinacién toman un lugar relevante en el rela- to. Se trata ubicar las determinaciones sin dejar de tener en cuenta lo contingente del caso y las respuestas del sujeto, siempre singula- res, frente a esas determinaciones. Tal es la propuesta metodolégica que propusimos para una in- vestigacién en curso sobre la eficacia analitica en un estudio de casos (Rubistein, A., 2011). la posicién del suj a, a la slia, a la castracion, angu El anilisis y la lectura del caso Pero la construccién del caso tiene diferentes momentos ldgicos: La construccién preliminar que se produce durante la direccién de la cura, la construccién que se produce en el relato del caso de la que hemos hablado en el punto anterior y la construccién que se realiza en una lectura del caso que permita construir algunas hipdtesis so- bre la légica del caso y una elaboracién de saber sobre el problema a investigar. Es un momento imprescindible si se trata de la construc- cin del caso en el marco de una investigacién. Se trata sin duda de momentos que pueden diferenciarse operativamente, pero que es- tan articulados y responden a los principios de la practica. Esta lectura del caso es correlativa a la estructura misma del relato del caso, si el mismo esta sostenido en la ldgica del psicoandlisis y no en la acumulacién de datos. Buscar poner en relieve un ordena- miento que permita construir una Idgica del caso teniendo en cuenta: 1. Lo que pudo resultar traumatico para el sujeto (el encuen- tro con lo real del trauma o con traumas contingentes), aque- que lo divide, que lo confronta llo que le resulta inconciliable, 0 tomando la angustia como con el exceso o con la pérdida, sefial de lo real en juego. mh ; 2. Las soluciones y respuestas singulares (inhibiciones, sinto- mas, angustias, modalidades de defensas, posiciones famine’ cas, etcétera) a las que el sujeto ha recurrido a lo largo de su vida. La ferapeutica clos y lerminaciones 3. Los momentos y condiciones del fracaso de esas respuestas 4, Las modificaciones devenidas en el curso del trabajo analitico, La lectura del caso responde también a las coordenadas psicoa- naliticas y aunque parta del relato del caso hecho por el analista se apoya en el texto del paciente que forma parte del relato, como fuente fundamental para las conclusiones. Es una lectura que tiene en cuenta la diferencia entre enunciado y enunciacién, y presta ten, cién a las asociaciones producidas (los recuerdos, suenos, oe a) buscando localizar al sujeto en sus dichos sin dejarse enganar por las respuestas del yo. Pero también tiene en cuenta las discordan- cias que puedan existir entre la hipotesis del analista que relata el caso y dirigié la cura y la elaboracién que de él pueda hacerse en el marco de la investigacién. Si se trata de varios casos, hay un nuevo tiempo de construc- cidn, el de una lectura comparativa que permita extraer variantes y constantes a partir de la comparacién de casos, articulando la sin- gularidad con los conceptos de la teoria. Un ejemplo interesante, es el empleo que Freud hace de los ca- sos en su texto “Pegan a un nifio” (Freud, S., 1919). Se trata alli del empleo de varios casos para la elucidacion del tema dela perversion y de la fantasia. Lacan en El Seminario 5 (Lacan, J., 1957-1958) hace un comentario muy interesante sobre el procedimiento que sigue Freud para eso. Nos dice que es a partir de un fantasma aislado por Freud en un conjunto de ocho enfermos, 6 nifias y 2 nifios, algu- nos de ellos neurdticos, que Freud realiza un “estudio sistematico y muy cuidadoso, paso a paso” y se “dedica a seguir, a través de las etapas del complejo de Edipo, las transformaciones de la economia del fantasma”. Freud se propone articular la investigacién de las perversiones y el estudio de la fantasia en neurosis y en perversio- nes. Lacan destaca que Freud en su investigacién ‘onfirma constancias y nos las comunica esencial son los avatares de ese fantasma sus transfo: ciones, sus antecedentes, su historia, sus subyacenciae vos que la investigacién analitica le da acceso. El fantasma ‘cono- ce cierto ntimero de estados sucesivos en el curso de los cua- les se puede constatar que algo cambia y algo ene Constante. Para nosotros se trata de extraer una ensesanea de esta investigacién minuciosa, marcada por lo que le da su . Lo que le parece jana Rubistein: La én del caso. Psi a Adriana Rubistein: La construccion del caso. Psiconnsliss einvestigaciin. $1 originalidad a casi todo lo que escribié Freud -precision, in- sistencia, trabajo del material hasta que las atticulaciones que le parecen irreductibles hayan quedado verdaderamen. te aisladas...” (Lacan, J,, 1957-1958, p. 245), Sin pretender hacer de las orientaciones de este trabajo regla general esperamos contribuir al uso y a la construccién del caso en la investigacién en psicoanilisis: Bibliografia Berenguer, E. (2006), “s

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