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SOCIEDAD

Un buzo halló una alianza, ubicó a su dueña por redes y revivió


una historia de desamor que el destino podría cambiar
Mientras hacía fotos subacuáticas en el Lago del Desierto, cerca de El
Chaltén, Marcos Ponce encontró un anillo de oro e hizo todo lo que estuvo a
su alcance porque volviera a la mano de su propietaria, que es oriunda de Río
Turbio
Por
Cinthia Ruth
28 de Abril de 2022
cruth@infobae.com

Marcos Ponce, el buzo que halló una alianza en el Lago del Desierto, en El
Chaltén
Marcos Ponce es oriundo de Esquel, abogado de profesión pero buzo por afición. Desde
hace más de 20 años se sumerge en las aguas más profundas de la Patagonia para descubrir
sus bellezas escondidas y retratar con su cámara subacuática los paisajes más imponentes.

El 16 de marzo, al regresar de una travesía por el Canal del Beagle junto a su familia y una
pareja amiga, Franco tomó la ruta provincial 41 para llegar hasta al Lago del
Desierto, situado a unos 30 km de la ciudad santacruceña de El Chaltén.

Era uno de los pocos lugares que le faltaban conocer. Fue una jornada sin mayores
sobresaltos y junto a su amigo Hugo Bottar experimentaron las bondades de un apasionante
buceo de otoño con temperaturas agradables y buena visibilidad.
Tras permanecer 50 minutos en el agua y cuando ya estaban por regresar a la
orilla, Marcos le avisó a Hugo que iba a nadar unos metros más hasta el muelle para
tomar fotografías desde ese ángulo.

Marcos junto a su amigo Hugo Bottar


Mientras se desplazaba por el costado izquierdo, un brillo particular le llamó la atención
junto al embarcadero. Estaba a unos tres metros de profundidad y apenas pudo tocar el
fondo vio que se trataba de una especie de argolla. La guardó en su bolsillo y al salir a la
superficie descubrió que era una alianza de oro.

Lo primero que pensó es que podría pertenecer a una mujer por lo diminuto de su
tamaño. Luego, que podría tratarse de un anillo de bodas o de compromiso
extraviado, que seguramente su dueña estaría deseosa de recuperar. Y así fue como se
le ocurrió subir un posteo a su Facebook, que replicó también en su Instagram y otros
grupos de buceo y fotografía de los que forma parte, para dar con el paradero de esa
persona.

Debido a la vorágine laboral y a los quehaceres diarios, Franco demoró un poco más de un
mes hacer la publicación. “NECESITO AYUDA! HAGAMOS UNA CADENA!
JUNTEMOS ESTE ANILLO CON SU DUEÑ@!!”, escribió Marcos el domingo 24 de
abril, alrededor de las 18 horas, antes de detallar los pormenores de su hallazgo en ese lago
patagónico.
Se trata de un pequeño anillo de oro de 18 k (en la foto donde está con mi mano se
puede apreciar el tamaño) que en su interior tiene grabados estos datos: 18 K, 21-03 y
un año, y y una escritura en mayúsculas que parece decir: D’A MI CO (o algo
similar)”, describió Franco al compartir 5 imágenes de la alianza.

Por último, para asegurarse de que el anillo llegara a la mano adecuada puso una condición
excluyente: “Quien sea su dueño deberá decirme el año que figura en la fecha
grabada”. Y a continuación publicó su correo electrónico por si alguien lo quería contactar
por privado.

Para su sorpresa, dos horas después, el posteo ya había sido compartido más de dos mil
veces y tenía casi un centenar de comentarios. La inesperada repercusión y las buenas
intenciones de sus seguidores hicieron que la iniciativa se viralizara.

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