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Conservadurismo eool Imaginen los lectores que fueron abducidos en 1993, © que rompieron un récord de sobrevivencia en estado de coma. que se perdieron en una isla desierta. O que decidieron incorporarse a un monasterio budista. O que la rehabilita- cién tomé més tiempo del calculado. O que la charanda aquella que les ofrecieron en la fiesta de entrada a la li- cenciatura los dejé, como temieron en los momentos pre- vios al apagén, en un prolongadisimo estado vegetativo. O inseguida, que vuelven a la vida después de la criogénesis. imaginen que los extraterrestres, seres de conocido sadis- mo, no los regresaron a nuestro planeta hasta la semana Pasada. O que 17 afios después tuvieron una crisis religiosa Yabandonaron el monasterio. O que quién sabe cémo pa- Saron los efectos de la charanda luego de tanto tiempo. listo? 83 Ma NEGRO DE LA IZQUIERDA MEXICANA. LIBRO See Pee hore cue Ilegan a la primera reunién fami. Imagine! ee 7 .. Jiar luego de la hibernacién, piden a sus parientes que Igy iar n al tanto de lo que ocurrié en México durante los pongat i fos y SUS {iltimos 17 afios ¥ an ll un movimiento etnicista, dirigido por un universitarig que cree fervorosamente en una vuelta a los (supuestos) primitivos de convivencia colectiva como via a parientes les contestan que surgig esquemas c i 4 la felicidad, apoyado por un obispo surgido de la ideolo- gia ristera y fervoroso convencido de la virtud de prohibir los vicios. E imaginen que sus parientes les dicen que ese hombre y el movimiento que encabez6 fungieron como simbolos indiscutidos de progresismo en México y unos cuantos paises europeos, que el partido de izquierda mo- derada predominante en las ultimas dos décadas decidié asumir su ideario como justo y de avanzada, y que muchos intelectuales autodenominados de centroizquierda, con- vencidos de la necesidad de legalizar las drogas y respetat el caracter secreto del voto, por ejemplo, decidieron otor cee a tet de renovacién de la progresia moderna. me ae 3Seirfan convencidos a su casa? ;O més bien ae ae Parientes también tomaron de la aa So explica que confundan de semejante mod. F © Sus Categorias politicas? ;No intentarian explicatles que no, que hace varias décadas ! CONSERVADURISMO COOL 85 Y sin embargo, los parientes tendrian raz6n, Porque ese estatus fue el que, inexplicablemente, alcanzaron el Subco- mandante Marcos y el nuevo zapatismo, muy poco después de que se declararan en guerra contra el Estado mexicano en enero de 1994, cuando nos informaron a todos que las columnas de guerrilleros indigenas se disponian a enfren- tar al ejército y avanzar por el pais, rumbo al centro, hasta ocupar la capital. En pocas palabras, la izquierda se les cua- dré, Mas que eso: entré, con mayor frecuencia de la con- veniente, en estados de abandono mistico-revolucionario, en éxtasis. Luego vino la decadencia del encapuchado y del movimiento entero, claro, pero mientras, comer de la mano esuna expresin que describe bien lo que pas6. Porque no fueron pocos los que comieron de la mano de Marcos, el presunto adlatere de un movimiento pre- suntamente indigena que en general parecia servirle mas bien como telén de fondo, es decir, lo que para ojos despre- juiciados parecia otro movimiento de adliteres alrededor de un presunto guia iluminado. Quiz4 no haya que sor- prenderse de que comiera de su mano una figura como la de Ofelia Medina, una actriz con un largo curriculum en organizaciones sociales de diferente naturaleza, pero sobre todo en las que tienen que ver con eso que solemos llamar | «mundo indigena»; por ejemplo, el Fideicomiso Para la Salud de los Nifios Indigenas de México, que fund6 y presi- de, antecede en casi cuatro aiios al levantamiento zapatista. Es coherente, por ejemplo, que el novelista y bidgrafo Paco Ignacio Taibo U1, quien se ha prestado siempre al debate g6 EL LIBRO NEGRO DE LA IZQUIERDA MEXIC desde posiciones de izquierda, haya volteado tia hacia el movimiento, al punto de escribir ‘a cuatro manos con Marcos, Muertos incémod ginalmente iba a escribirse a seis manos, con el. espanol Manuel Vazquez Montalban, autor de saga del detective Pepe Carvalho y seguidor inco del neozapatismo. Como no es digno de sorpresa que, tamb extranjero, se haya dejado caer, con todo el del viejo comunismo que jamas abandoné, José el Nobel, protagonista de una notable sesién sel la que el pleno de la asamblea zapatista lo someti (un juicio casi simbélico: casi...) por manifestar ide mente separadas de la doxa indigenista, sin apa nacién por su parte. O el socidlogo francés Alai 0 el intelectual francés Regis Debray, antig ge 1 u18RO eGo DE LA IZQUIERDA MEXIG) fi oluntad negociadora del gobier cer nen alge con los mismos interlocutores por el lado zapatista, z sehizo acompanar por su otro hijo, Curauhtémoe, drés Manuel Lopez Obrador, cuya experiencia la reputada con las comunidades indigenas de Ta tojé un buen argumento curricular para su cor La buena fe de Cardenas por los zapatistas se ta en su certeza de que, en efecto, tenian toda la del mundo para negociar y fue un operativo militar: Guadalupe Tepeyac concebido para detener a ¢ 9 de febrero siguiente, lo que dio al traste con las n ciones. La misma buena fe se manifiesta en sus reiterados por poner en funcionamiento la Conven Nacional Democrética, la llamada «Aguascalientes» e nor al congreso revolucionario ocurrido en esa ciud 1914, en la que una «presidencia colectiva» de CONSERVADURISMO COOL 9B ode las FARC en Colombia, con los montones de secuestra- gos en nombre de la utopia, ni quedaba en pie mucha de ja buena reputacién del sandinismo nicaragiiense, echado de la presidencia por Violeta Barrios en 1990 a punta de vyotos, luego de la comprobada tendencia al sovietismo y la cleptomanta de Daniel Ortega y algunos miembros de su camarilla. ‘Asi que, para empezar su andanza publica, el zapatis- mo abandoné la retérica marxista por una de corte més patriotero, en teorfa congruente con la presencia de Zapata en el nombre de la organizacién. La famosa Primera decla- racién de la Sierra Lacandona, su presentacién escrita en sociedad, esta ya libre de arcaismos como «dictadura del proletariado». Conviene recordar, en cambio, que no habia perdido la carga de mesianismo social y la correspondiente beligerancia, ni en el discurso ni en la practica, Sus inten- ciones explicitas, luego de ocupar con armas en la mano las cabeceras municipales de San Cristobal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Oxchuc, Huixtan y Chanal, eran avanzar por el pais hasta tomar la capital y desterrar a un gobierno de vendepatrias que habia entre- gado el pais al capital extranjero, via el Tratado de Libre Comercio, en operacién justamente desde ese afio. Quizé porque esos rastros de frenesi revolucionario tampoco funcionaron muy bien para las relaciones publi- casy el paladar mayoritario, quiza porque el pais no se ilu- miné con las mil llamas revolucionarias de un pueblo que tedricamente solo esperaba la sefial para alzarse contra el CONSERVADURISMO COOL % cho se llamaba Rafael Sebastian Guillén Vicente, nacido en ‘Tampico en 1957 y esencialmente desaparecido de la vida social desde los aftos 80, se regodea con la incapacidad de Ja inteligencia militar —una contradiccién en los términos, segin un clisico norteamericano— para dar con su iden- tidad. No le faltaban motivos. En su magnifica historia de Marcos y el neozapatismo, Marcos, la genial impostura, los periodistas Maite Rico y Bertrand de la Grange hacen un recuento acaso no exhaustivo, pero sin duda ilustrativo, de Jas identidades que las fuerzas del orden nacionales le col- garon al hombre de la mascara, un catélogo digno de car- cajadas que incluye personajes que pueden Hlevarse veinte afos, veinte centimetros o veinte kilos. Que Marcos ayudé a evidenciar un problema serio de inoperatividad militar es un hecho, pero en este apartado al menos conviene no subestimarlo. La clandestinidad exi- ge siempre un reinventarse a si mismo, un rescribir el pro- pio pasado para desconcertar a tus perseguidores y quiza mantener a salvo a tus seres queridos, probables objetos de acoso policial. Pero la capacidad de reinventarse de Gui- én es algo pocas veces visto. En realidad, con todo y que el presidente Ernesto Zedillo aparecié frente a las cimaras 19 de febrero del 95 para revelarnos la identidad del gue- rrillero, es decir hace ya 17 afios y morralla, no es mucho. lo que sabemos a ciencia cierta de su vida, particularmente cuando hablamos de sus afios de juventud y primera ma- durez, Nacid, efectivamente, en Tamaulipas. Sabemos que el padre, don Alfonso, fue un préspero empresario mue- EL LIBRO NEGRO DE LA IZQUIERDA MEXICAN, 96 blero que luego se despefié financieramente yala vey poeta frustrado y un hombre de izquierda, mezcl, 2 Sabemos que tiene siete hermanos, él es el cuarto porque el mundo es un pafiuelo o porque la clase muy pequefia, Carlos Monsivais dixit, pero sobre todo pg que la vida a veces se pone irdnica, sabemos que una hermanas, Mercedes del Carmen, militante Priista de to Ia vida, alguna vez diputada por ese partido, esta con José Maria Morfin. Lo que, como sabe cualquier Perto en alquimias electorales, no deja de tener gracia, 1988, Chema Morfin trabajaba con Manuel Bartlett. L lectores que conocen los entretelones de la vida Politica sional, y los que no los conocen pero no se saltaron el ca pitulo 1 de este libro, recordaran que Bartlett era entoncé el secretario de Gobernacién, es decir, el presunto culpab del fraude que Puso a Salinas de Gortari en la presid due le correspondia por derecho a Cuauhtémoc C: CONSERVADURISMO COOL 97 ge una tremenda capacidad para hablar en piblico. Para terminar con sus antecedentes académicos, sabemos que estudié Filosofia en la UNAM y trabajé como profesor en Ja carrera de Disefto de la Universidad Autonoma Metro- politana hasta el momento en que desaparecié en la jungla. Sabemos también, por sus padres pero sobre todo por Ja habilidad periodistica de Rico y De la Grange, que en sus dias de universitario viajé con frecuencia de la Ciudad de México a Tampico, pero que a partir del afio 84 sus visitas empezaron a disminuir en ritmo ya crecer en sensacién de misterio: lo mismo decia que se habia marchado a estudiar a La Sorbona, hecho enteramente falso, que inventaba un periplo yanqui para trabajar por los chicanos. Se forjaba ahi el gran mitémano que iba a traer de cabeza a la inteli- gencia mexicana. Sabemos, igualmente, que se presenté en la casa pater- na, para escdndalo de su madre, con alguna que otra novia. La primera fue una compaiiera de estudios que respondia al nombre de Rocio y que luego, ya convertida en guerri- llera, usé el sobrenombre de Mercedes. Sus padres no lo sabian, pero la casa tampiquefia de los Guillén iba a tener més de una visita de esa naturaleza. En otra ocasién lleg6 Rafaelito con una mujer de rasgos claramente indigenas, una tal Yolanda, que luego ostentaria el cargo de mayor en la guerrilla. Estamos casi totalmente seguros de que Marcos estu- Vo en Nicaragua, porque hay numerosas si bien a menudo también contradictorias fuentes que asi lo aseguran. Sin gO NEGRO DE LA IZQUIERDA MEXICAN, ny gst embargo, nO sabemos cudntas veces, en qué cuanto tiempo. Parece ser que, en Se en 1981 hacer turismo solidario a tierras sandinistas. No s Be sabido que la izquierda filomarxista ha militado ef mente desde la revolucién bolchevique del 17, A 1 ceso revolucionario sigue una ola de entusiasmo desaf do por una nueva forma del marxismo que ahora sf a revestir de telas humanitarias. A la inevitable desil —es increible lo que cuesta entender que si un modelo. fi veinte veces en veinte sitios y veinte épocas, en que falla es el modelo mismo y no las circunstancias qu de relativo silencio hasta que aparece el préximo ilum do y se vuelve a prender la llama del afan utépico. Prim fue la URSS, luego la China de Mao, luego Cuba y en lo !a Nicaragua Sandinista, que provocé pasiones lo bast encendidas como para que algiin genio decidiera quen en publico la imagen de Octavio Paz cuando se atrevi hicidamente, en 1984, a criticar a Daniel Ortega ys marilla de carteristas bolchevizados cuando casi hacia y exigir elecciones libres en el Pais cent Aparentemente alli fue a parar el futuro ciclos, a hacer no sabemos bien a bien q ‘arian, No hay registro alguno de sue CONSERVADURISMO CooL 9 aportan evidencia tangible alguna de que asi haya sido. La Tribuna asegura también que en 1987 estuvo en Nicaragua para recibir entrenamiento guerrillero, Tampoco hay, sin embargo, pruebas que lo sustenten mis alld de algunos tes- timonios no demasiado precisos. Marcos ha contribuido, tanto como ha podido, a con- yertir su vida en una narrativa discontinua y contradicto- ria, A veces en franco tono de mofa, a veces con un punto de seriedad plausiblemente destinado a marear al entorno, el guerrillero ha negado sistematicamente ser Guillén, de lamisma forma que es reluctante a hablar sobre su pasado en el radicalismo de corte marxista, pero también, entre bromas y veras, se ha promocionado como una especie de clochard en sus aos jévenes o, en el colmo de la impostu- ra, como el subalterno de una comandancia indigena que realmente se limité siempre a seguir sus instrucciones y li- neamientos. En esto, hay que decirlo, no se parece nada a su gran modelo, el Che Guevara, un hombre monolitico que, salvo por el hecho de que se disfrazo (con gran habili- dad) para sumarse a la lucha guerrillera en el Congo y aca- so por el pecadillo de rediseftar parcialmente su vida para hablarnos de su despertar a la luz revolucionaria, cuando de joven se lanz6 a recorrer el continente en moto, jamas oculté su identidad o su pasado, ni renegd de su fe en el comunismo duro, ni de su voluntad de masacrar a los ene- ™igos del proletariado, ni de su desprecio sistemitico por ¢l yanqui o por el burgués ni, para el caso, de su negativa sistemética a ducharse, que subrayaba con el hecho irénico = _ L1nRO NEGRO DE LA IZQUIERDA MEXICANA tL 100 de firmar alguna pieza de correspondencia como El Chan. cho, 0 sea el cerdo. El Che tuvo muchos defectos, pero no fue un mentiroso. La referencia al guerrillero argentino es indispensable, Porque si algo sabemos de cierto es que a Marcos le atrae parecerse al Che 0, mejor, tomar el lugar del Che. Se discu- tio durante mucho tiempo si Guillén habia recibido entre- namiento militar en Cuba, pero esta posibilidad despertaba muchos escepticismos entre los analistas y los expertos en movimientos guerrilleros latinoamericanos, porque la isla, segiin una versién casi consensual, se habia abstenido de impulsar organizaciones de esta naturaleza en México, el pais aliado que se habia resistido a seguir los hostiles linea- mientos estadunidenses frente a la isla en la Organizacion de Estados Americanos. No conviene subestimar nuncala tendencia a la traicién de Fidel Castro, Una de las figuras mis llamativas de la Cuba postrevolucionaria, el célebre Benigno, asegura que Marcos se entrené en Cuba, Vetera- no de la revolucién surgido de la Cuba rural més profunda, aoe aoe enteramente natural, camarada de armas os Se us ee. exilado en Francia desde hace Poi acts a a (otra) obra memorialistica que entre elo, y agus guerrilleros de toda América Latina: Bran revelacién, algunos mexicanos: Conform, i <3 ie A version, Marcos no solo pasé por los eat amiento islenios, igual que otros miem|

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