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PRINCIPIOS DIDACTICOS

En términos educativos que son principios didácticos

La palabra principio, del latín Principium, significa fundamento, inicio, punto de partida,
idea rectora o regla fundamental. En la literatura se utiliza con frecuencia el
término principio como regla que guía la conducta, fundamento de un sistema, concepto
central que constituye la generalización y extensión de una proposición a todos los
fenómenos de la esfera de la que se ha abstraído o las máximas particularidades por las
que cada cual se rige en sus operaciones.

Los principios didácticos son aquellas regularidades esenciales que rigen la dirección
científica del proceso de aprendizaje de los protagonistas en el aula de clases. En
realidad los principios didácticos son Principios, reglas metodológicas y recomendaciones
prácticas para dirigir el proceso de aprendizaje, educación y desarrollo de la
personalidad de los estudiantes.

Según la Teoría proporcionada por Giusseppe Imideo Neríci ,en su libro “Hacia una
didactica general los principios son:
didáctica general dinámica” sostiene que los principios que todo docente de tomar en
consi-

1. Partir de lo próximo hacia lo remoto.

Siempre que sea posible, deben indicarse hechos o elementos que estén próximos
en el tiempo y en el espacio, y, a través de ellos, dirigirse a los hechos de una misma
naturaleza o de índole afín que se encuentran dispersos.
Constantemente debe suscitarse una relación entre lo presente y lo próximo, capaz de
llevarnos, de manera intuitiva, hacia lo más distante o hacia lo pasado

2- Partir de lo concreto para llegar a lo abstracto.

Este principio abarca aspectos que no pueden ser despreciados para la buena marcha
del aprendizaje. Las clases deben ser concretas en lo posible, de modo que se pierda esa
calidad verbalista que, lamentablemente, impera en nuestras escuelas. Nada impide
-aun cuando se enfoquen asuntos abstractos-, que se parta de los aspectos
concretos, basándose en elementos próximos, con ejemplificaciones variadas, con
elementos secundarios, pero que ofrezcan la posibilidad de favorecer la intuición del
alumno. Esquematizaciones, dibujos, carteles, retratos, noticias periodísticas, obras
de autores tratados en clase, proyecciones, revistas especializadas o no, experiencias,
excursiones, tests, vivencias de los propios alumnos, todos son medios que favorecen el
aspecto concreto en la enseñanza .

3- Partir de lo conocido para llegar a lo desconocido.

Es difícil para una persona situarse dentro de un tema, de una experiencia o de una
problemática que le sea totalmente desconocida. De ahí la necesidad de articular lo nuevo
con lo conocido para que aquello sea aprehendido más fácilmente y, por ende, mejor
comprendido y asimilado. Deben tenerse en cuenta las experiencias del educando
que tuviesen relación lógica, psicológica o analógica con el nuevo tema tratado,
para que dicho tema pueda adquirir significaci6n para el estudiante.

4- Individualización.

A pesar de que el profesor tenga que suministrar conocimientos a una clase, su


preocupación debe ir más allá y situarse en la perspectiva de cada alumno (aun en el
caso de que las clases fuesen homogéneas) ya que cada uno presenta peculiaridades
que no pueden pasar inadvertidas y que, generalmente, son fundamentales para la
orientación del aprendizaje.

5- Libertad.

Es necesario crear en la clase un ambiente de confianza y libertad, de manera que el


educando pueda sentirse seguro; se propiciarán, así, las condiciones para su
personalidad se manifiestan con espontaneidad. A través de la coacción no se obtiene
resultados positivos en la educación del adolescente; ellos se logran por medio del
respeto, la tolerancia, la seguridad, la tranquilidad y, así mismo, del clima de libertad que
consiga transmitir en la vida escolar

6- Actividad.

Los trabajos de clase sólo derivan en aprendizaje efectivo cuando son ejecutados con la
participación del educando. De ahí ,la necesidad de motivar, de concretar, de adecuar las
clases de modo que se promueva esa participación. El individuo intenta hacer todo
aquello en lo cual vislumbra una posibilidad de éxito. Esto solamente será posible
si el trabajo escolar estuviese de acuerdo con las posibilidades del educando.
Deben proponerse, entonces, tareas que puedan ser llevadas a cabo.

El aprendizaje requiere actividad física o mental. Se expresa muy bien Dewey al decir que
se aprende haciendo, pensamiento que ya fuera enunciado por Comenio. Ambos realzan
la necesidad de actividad en el aprendizaje. No se puede querer un alumnado
inmóvil, estático, sino en movimiento, participando activamente de la clase.

Resumiendo: el aprendizaje requiere de actividad por parte del que aprende. Para que
haya actividad es preciso que haya participación. Esta participación solamente se
obtiene a través de la motivación, de la adecuación del estudio a los intereses del
educando y de las condiciones de la escuela que favorezcan la manifestación espontánea
de su personalidad esto es, libertad.

7- Participación .

Este principio quiere decir que no hay orientación educativa (Lección o clase) en donde
no haya participación, lo anterior quiere decir, que es el alumnado quien le da vida a la
labor docente, ya que son los mismos los que ayudan a que se desarrolle la clase. una
clase será más autentica en la medida que el docente vaya abandonando la visión
tradicional de la enseñanza e innove cada día su acción educativa en la transmisión de
los conocimientos y el alumnado adquiera el conocimiento. Educación es así mismo,
participación, esta participación debe ser llevada mas allá de los salones de clase,
orientando al alumnado hacia la participación y no a ser un espectador de la realidad que
se discute en la realidad.
La clase y los otros trabajos escolares realizados con la participación activa del
alumnado favorecen:

a) La iniciativa, toda vez que puedan manifestar opiniones propias y sugestiones de


conceptos y experiencias.

b) La responsabilidad, deja que tomen parte activa en las decisiones referentes a la


vida escolar, restándole pasividad al mero obedecer,.

c) La cooperación, toda vez que no se trata de un simple acatamiento de ordenes


dictadas por el profesor, sino de un juzgar, de la reflexión, del sugerir, un asumir
compromisos en conjunto con el resto del grupo de la clase, todo con la intención de que
sean alcanzados los objetivos previamente establecidos.

Todo lo anterior sugiere que la escuela debe crear condiciones para que el educando se
exprese, participe y se empeñe por las tareas que deba realizar, debiendo para eso, crear
las condiciones que le permitan actuar dentro de un ambiente de confianza y seguridad.

8- Respeto a la personalidad del alumno/a

Este es un principio capital si, realmente se quiere educar. El respeto a la personalidad,


se practica no solo permitiendo la autonomía del alumnado y respetando sus
maneras peculiares de ser, sino, también, no queriendo hacer uso de sus mejores
posibilidades personales para inducir al alumnado a seguir determinado rumbo, que es
casi siempre, el del propio docente. En las actitudes fundamentales de la vida sean
de orden político, filosófico, religioso, etc. El docente debe orientar, sin llegar a obligar o
forzar al alumnado a que asuma su percepción de las cosas, mediante la orientación, el
análisis el alumnado debe adoptar su propia percepción, en donde asuma su propia
responsabilidad de adoptar aquella posición que va sostener producto del análisis, esto le
permitirá sentirse artífice de su propia formación de vida, consciente de una realidad
que existe por él y no desde el docente.

9- Principio de realidad .

Este principio pretende sugerir que los centros educativos deben “educar con la vida” El
docente debe estar educando constantemente en esa realidad que a diario vive,
no es posible educar en la realidad, si el docente no conoce esa realidad, el
centro educativo no debe perder de vista las realidades del alumnado, y de la comunidad
en donde se proyecta el proceso de aprendizaje de modo que sirva a ambos.
Este principio recomienda que no se debe realizar una formación estereotipada, sino
“formar para el cambio, ya que una de las características fundamentales de toda realidad
es la de su constante transformación. Se debe condicionar al educando a que tenga
presente que los cambios se producen en todos los sectores de la vida, ya que la
transformación es una constante de la realidad social.
10- Principio de adecuación.

Poco o ningún resultado se obtendrá con la Educación, si la misma no fuese adecuada al


nivel e la enseñanza, al desarrollo del educando, y la realidad socioeconómica y cultural
de la comunidad en donde se desarrolla la labor docente.
La adecuación entonces parte de 3 niveles principales y el docente deberá valorar su
aplicación dependiendo de;

a) Adecuación al nivel de la enseñanza, el proceso de aprendizaje que oriente el


docente lo deberá adecuar a los niveles inicial, primario, medio o superior, es decir
al nivel de enseñanza en donde se encuentre.

b) Adecuación al desarrollo del educando, no olvidar que en el proceso de


aprendizaje el alumnado es el protagonista del proceso, ello implica el sentido
individual de manera que no se olvide al educando como un ente en formación.

Adecuación a la realidad socioeconómica y cultural de la comunidad, de manera que la


enseñanza sea más funcional y objetiva y sea realmente útil al educando y a la
comunidad.

11- Principio de ordenamiento.

Para la buena marcha de los trabajos escolares en una disciplina;¡. la enseñanza debe
ser ordenada de modo que las nociones asimiladas contribuyan a la asimilación de las
que viniesen después. El ordenamiento es necesario. además, para no originar
confusiones en la mente del alumno, que se produce cuando las nociones son
estudiadas sin orden y sin secuencia. Adquiere mucha responsabilidad en el
aprendizaje el trabajo de ordenar las unidades. subunidades y nociones relativas a
cada disciplina. de manera que se formen conjuntos significativos, cada vez más
amplios. pero a partir de los mas simples y de fácil asimilación por el educando. El
ordenamiento adecuado de una asignatura coadyuva en la dirección de la clase
favoreciendo. también. la coordinación entre las disciplinas, de suerte que una pueda
ayudar a la otra. Ordenar es casi un sinónimo de planificar.

12- Propender a la transparencia.

Toda enseñaza debe estar orientada hacia la adquisición de conocimientos habilidades


y actitudes que sean eficientes no solo en la escuela, sino, principalmente, fuera de ella.
De este modo, la enseñanza debe preocuparse por la funcionalidad del aprendizaje
escolar en la comunidad. De ahí la necesidad de que sean establecidas correlaciones
permanentes entre los estudios llevados a cabo en la clase y la realidad que
trasciende los muros escolares. Sería interesante que los estudios tuviesen como fuente
de motivación la realidad extraescolar, de manera que, desde el comienzo, traigan
consigo el sello de la autenticidad. Otra manera de facilitar la transferencia consiste en
hacer que los alumnos aprendan lo esencial de los hechos estudiados y no se
distraigan en aspectos secundarios y
simplemente memorísticos. Un procedimiento conveniente es el de llevar a los educandos
a asimilar conocimientos y habilidades tal y como existen de hecho en la realidad.
13- Clarificar y precisar los objetivos previstos.

El cumplimiento de esta recomendación facilita en alto grado el aprendizaje, pues


el educando logra una visión más precisa de las metas que debe alcanzar, dando
con ello sentido a los esfuerzos que origina dicho aprendizaje. Con una visión más
clara de los objetivos, el educando trabaja de una manera más consciente y puede
actuar en forma más esforzada, crítica y creativa, y no pasivamente, esto es, no
mediante un simple almacenamiento de datos o informes sin sentido. La visión preliminar
de una totalidad, de un todo, antes del estudio de sus partes, ayuda a dar sentido a los
esfuerzos del alumno.

14- Provocar la reacción del educando .

Para ser eficiente, la enseñanza necesita provocar la reacción mental del


educando, por medio del razonamiento. Así, es aconsejable que se presenten
situaciones problemáticas que lo obliguen a opinar, criticar, inferir conclusiones, refutar,
justificar, investigar, etc. La estimulación intelectual, no obstante, debe situarse dentro
de los limites de las posibilidades del alumno, pues si el estímulo resultase demasiado
exigente, podrá frustrarlo o dejarlo indiferente; y si el estimulo fueses muy débil, no habrá
razón para esforzarse.

15- Aspirar a la perfección.

No es aconsejable que se exija perfección en los estudios y realizaciones del educando',


ya que es difícil que ésta pueda lograrse y resulta frustrante el sentimiento de
haberse esforzado en vano. En compensación, es indispensable motivar al alumno para
que mejore sus realizaciones, a través de un proceso de autosuperación. Así, se deben
reconocer los méritos del trabajo ya efectuado, y mostrar -cuando sea oportuno- que es
posible 'Obtener mejores resultados, favoreciendo, para que eso ocurra, las necesarias
oportunidades. Ésta será una forma de llevar al alumno a repetir para alcanzar mejores
resultados.

16- Corregir los errores.

Debe ser preocupación constante del profesor; enseñar, verificar y rectificar el


aprendizaje.
Debe evitarse que los errores se fijen. Cuando un alumno comete muchos, lo interesante
sería no consignarlos todos de una vez, sino de a uno o dos por vez, en un proceso
dinámico a través del cual el propio educando los reconozca y los venza apelando a
la ayuda del docente, si fuera necesario. Conviene destacar que una corrección
efectiva se satisface cabalmente cuando, dentro de lo posible, el educando es llevado a
identificar o descubrir sus errores. Este procedimiento facilita la corrección.

17- Integrar e irradiar.


Para el estudio de un hecho, el docente debe utilizar el mayor número posible de fuentes
y también de disciplinas, a fin de dar un sentido de integración entre los diversos sectores
del conocimiento de irradiación, puesto que el mismo hecho puede enfocarse y
profundizarse a través de distintas asignaturas. Dos son los caminos a seguir:

 El primero, empleando diversas disciplinas para la mejor comprensión de un


hecho o fenómeno determinado; el segundo, aprehendido un hecho dentro de la
disciplina, correlacionarlo con otras. En el primer caso, interviene el proceso
de integración.

 En el segundo, el de irradiación. La actitud de integrar y de irradiar, además


de propiciar conocimientos más profundos y significativos, facilita también el proceso de
transferencia de las nociones estudiadas en la escuela para enfrentar las situaciones
de la vida que presentan fuera de su ámbito.

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