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Risas

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Rating: Not Rated


Archive Warning: Creator Chose Not To Use Archive Warnings
Category: Gen
Fandoms: Young Justice (Cartoon), Smallville, DCU, Superman - All Media Types
Relationship: Kon-El | Conner Kent & Lex Luthor
Characters: Lex Luthor, Kon-El | Conner Kent
Additional Tags: mención Superman
Language: Español
Series: Part 2 of Conner Luthor
Stats: Published: 2020-03-04 Words: 1,388 Chapters: 1/1
Risas
by epifaniax

Summary

Había una cierta alegría extraña en la paternidad que Lex nunca había imaginado. Claro, se
había quedado con el bebé, su hijo, Conner Luthor, pero entre la idea de quedarse con él y
hacer lo necesario para otorgar esa seguridad y estabilidad que un bebé necesitaba era otra
cosa muy distinta.

Notes

Buenas noches!!! (en mi país es de noche XD) aquí va la segunda parte, esta salió mucho mas
corta de lo que creí que seria, estoy pensando en poner varias partes. Agradezco mucho todas
la felicitaciones.
Espero que lo disfruten <3
Había una cierta alegría extraña en la paternidad que Lex nunca había imaginado. Claro, se
había quedado con el bebé, su hijo, Conner Luthor, pero entre la idea de quedarse con él y
hacer lo necesario para otorgar esa seguridad y estabilidad que un bebé necesitaba era otra
cosa muy distinta.

Al principio todo parecía muy fácil, apenas había entrado al ultimo piso de LexCorp, donde
él vivía y ya estaba la habitación de su segundo estudio, uno que no ocupaba, amueblado con
todo lo necesario para su hijo gracias Mercy y Justicia. Una linda cuna de madera blanca
repleta de peluches, con estrellas doradas colgando de un móvil, una cómoda con un
mudador, una alfombra bien acolchada y una mecedora colocada debajo de unas letras
colgadas que decían “!es un niño!” probablemente idea de Mercy pues es la que tenia un
sentido del humor mucho más oscuro que justicia.

Conner era un bebé muy tranquilo, abriendo solo por minutos sus ojos para después cerrarlos
con cansancio.

Lex lo entendía, a veces él también solo quería dormir.

Pero volviendo al tema principal. Conner solía dormir mucho durante sus dos primeros
meses, despertándose solo cuando tenia que cambiarse de pañal o comer, había intentado que
Mercy lo hiciera, pero sus guardaespaldas se negaron diciendo que no era parte de su contrato
así que él tuvo que aprender hacerlo, podía sentir a las Cyborg sonriendo maléficamente a sus
espaldas, pero las ignoraría después de todo si podía armar un automóvil podía cambiar los
pañales de su hijo.

Grave error.

Definitivamente era mucho, mucho mas difícil.

Bien, la grasa de motor era una cosa, el aceite también, pero esto era algo totalmente distinto.
A la tercera vez que miro al cielo, negándose a vomitar por todo el contenido del pañal,
maldiciendo en siete idiomas a Supermán como si fuese una chica a la cual dejo embaraza y
la abandonó lo que era ridículo, todo esto en voz baja no quería que su hijo escuchara malas
palabras, sintió las miradas burlescas de sus trabajadoras por lo que se dio la vuelta y cerro la
puerta no sin antes perder una sonrisa en la cara de Mercy disfrutando de su tormento.

Él podía hacer esto.

Se acerco a Conner quien movió sus piernas rechonchas y le lanzo una sonrisa divertida con
esos ojos verdes, que Lex nunca creyó vivir para ver tanto cariño de Luthor a su padre, tomó
con las puntas de sus dedos la esquina del pañal, una respiración profunda contó hasta diez y
lo hizo, no tan pulcro como hubiera imaginado porque había botando el pañal no cerrado
correctamente al basurero.

El quemaría eso.

Pero primero se lavaría las manos con un kilo de jabón.

Esperaba que con el paso del tiempo mejorará.

No lo hizo, al contrario, fue peor.

A los ocho meses Lex estaba seguro que su hijo disfrutaba de torturarlo, moviéndose,
girándose, levantando la cabeza, agarrándose los pies incluso una vez lo vio chupándose su
pie izquierdo lo cual lo tuvo riéndose toda la semana cuando veía el vídeo y las fotos que
Mercy había tomado mientras estaba de viaje después de todo que tipo de padre seria si no
tenía imágenes vergonzosas que mostrar cuando Conner ya fuera un adulto incluso, algunas
veces, solía mirarlo con esos ojos atentos, brillantes de diversión y fascinación por las
muecas y expresiones que Lex sola hacer en su frustración, no sabia que en un futuro esas
mismas expresiones estarían en la cara de su hijo sorprendiendo y maravillando cada vez a
cierto hombre de acero.

“Claro, tú estas muy divertido de toda mi miseria, ¿no?” le pregunta a Conner cuyos ojos se
abren aún más, de una manera chistosa, casi como si preguntaran encantados “¿me estás
hablando a mí?”, abriendo la boca, agitando los brazos entusiasmado.

Fue allí cuando la escucho por primera vez.

La risa.

Su risa.

Una cosa aguda, pequeñas carcajadas tiernas que a Lex le recordaban a esos muñecos de
goma que chillan cuando lo aprietas llegando a un punto en que se cortaba el sonido por falta
de aire y aun así de una manera extraña seguían contorsionando su cara rechoncha y
achicando esos ojos esmeralda. Lo habían dejado congelado, casi creyendo que era una
ilusión, un delirio de su mente cansada y frustrada pero no, seguía allí, presente de manera
brillante en los ojos de su hijo que lo observaban entusiasmado esperando por más.

Invitándolo a más.

Lex nunca había sido el bufón de nadie, si le preguntará algunos de sus trabajadores de
seguro confirmarían que era la imagen de la seriedad y el profesionalismo, a excepción de
Clark. Hacer reír a Clark era fácil, reír con él aun más, no tenia que esforzarse solo diría una
frase y el granjero la repetiría con una sonrisa deslumbrante que haría sonreír a Lex como
nunca antes en su vida.

Había veces en que extrañaba su risa, reír y sobre todo reír junto a él.

Mirando hacia todos lados, buscando alguna de sus guardaespaldas que no estaban presentes,
se inclino un poco más cerca de Conner y le susurro en ese tono de villano que solía usar con
Superman en plena batalla y que haría temblar a todos sus compañeros de la Liga del mal.

“Ah…¿con que te estas riendo no?, ¿te divierte mi dolor, mi martirio eres un pequeño
demonio?” recalca lo último agarrando ligeramente su costado en un pellizco juguetón que
obtuvo el resultado deseado.
Conner se volvió a reír, carcajadas que sacudieron su pequeño cuerpo, abriendo su boca,
levantando sus mejillas y calentando el pecho de Lex de una extraña manera, haciéndolo
sentir ligero, fascinado, encantado casi enamorado.

Sacando rápidamente su celular del bolsillo de su pantalón puso la cámara en vídeo y repitió
el patrón.

Esta vez no resulto.

Conner lo miro, aburrido en su intento de fingir ser el malo de la película dejando a Lex con
un sentimiento de insuficiencia y decepción.

Bien, al parecer su hijo era difícil de satisfacer eso era algo bueno.

Pensando en todas esas veces en que vio a sus empleados y socios en esas molestas cenas de
navidad y negocios interactuando con sus hijos busco maneras de hacerlo reír para satisfacer
ese desesperado y ridículo impulso de grabarlo porque su cerebro insistía en que era
importante.

Descartó el hablarle como un idiota en esos tonos extraños como si fuese un jodido perro,
Conner era más inteligente que eso.

Así que recurrió a su fuente mas confiable de información.

Internet.

Había varios vídeos sobre bebés riendo, alguno muy estúpido sobre romper hojas de papel
que le hizo soltar un resoplido burlesco, ese fue desechado, había otro de alguien comiendo
cosas crocantes, también eliminó esa idea, hasta que llegó a uno que le pareció interesante.
Lo vio dos veces para asegurarse que comprendía la idea.
“Conner…” llamo lenta y sedoso al niño que levanto la mirada de sus pies hacia él.

Mostrando su mano, asegurándose que su hijo la viera la puso a un metro de él como si fuese
una araña y comenzó a grabar.

“Te voy a tocar el estómago” anunció sonriendo mientras el labio de Conner se incrispo
divertido en una esquina haciendo un sonido como “ehhh” en su voz de bebé que le dieron
ganas a Lex de apretar sus mejillas y abrazar a su hijo.

Lentamente comenzó a avanzar, moviendo sus dedos como las patas del animal mientras
anunciaba que se iba acercando, observando la luz iluminar los ojos del bebé y sin darse
cuenta de la curva de sus propios labios. La boca de Conner se abría cada vez más, nervioso y
encantado por todo hasta que llego a centímetros de su costado.

“¡Te atrape!” exclamó sin poder esconder la diversión en su voz, haciendo un pequeño salto
para darle más énfasis a su ataque dirigiendo sus manos al estomago de Conner, apretándolo
ligeramente y obteniendo el resultado deseado. Conner estallo en carcajadas, agitando sus
miembros como un loco, quedado sin aire para volver a comenzar tanto que su cara se volvió
roja y Lex lo miro sorprendido.

Sin poder evitarlo, Lex dejo el celular levantando al bebé de la cama para tomarlo en brazos,
haciéndolo girar, subirlo y bajarlo paseándose por toda la habitación mientras Conner se reía
y Lex sonreía en encantado.

Sí, la paternidad era maravillosa.


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