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Un milagro tras otro La historia de Pavel Goia Greg Budd Asocacon BUUG c2tei Gral. José de San Martin 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires, Rep. Argentina. Indice de contenido Tapa Dedicatoria Acerca del libro Capitulo 1: No digas: soy un muchacho Capitulo 2: Yo cuidaré de ti Capitulo 3: Problemas con vidrios Capitulo 4: gDénde estan tus libros? Capitulo 5: Tu no existes Capitulo 6: jYa no eres libre! Capitulo 7: Todo lo que esté en tu mano hacer Capitulo 8: gConoces al general? Capitulo 9: Daré naciones a cambio de tu vida Capitulo 10: En la prosperidad 0 en la adversidad Capitulo 11: El sobrino del primer ministro Capitulo 12: Mene Mene Capitulo 13: Un dia a la vez Conclusién Apelacién de Pavel Un milagro tras otro La historia de Pavel Goia Greg G. Budd Titulo del original: One miracle after another. The Pavel Goia Story, Review and Herald Publ. Assn., Hagerstown, MD, E.U.A., 2009. Direccién: Martha Bibiana Claverie Traduccién: Doris Samojluk Disefio de tapa: Nelson Espinoza Disefio del interior: Giannina Osorio lustracién de tapa: Propiedad de Shutterstock Libro de edicién argentina IMPRESO EN LA ARGENTINA - Printed in Argentina Primera edicién, e - Book MMXX Es propiedad. Copyright de la edicién original en inglés © 2009 Review and Herald Publ. Assn. Todos los derechos reservados. © 2014, 2020 Asociacién Casa Editora Sudamericana. La edicién en castellano se publica con permiso de los duefios del Copyright. Queda hecho el depésito que marca la ley 11.723. ISBN 978-987-798-187-2 Budd, Greg Un milagro tras otro: La historia de Pavel Goia / Greg Budd. -1° ed, - Florida : Asociacién Casa Editora Sudamericana, 2020, Libro digital, EPUB Archivo Digital: online Traduecién de: Doris Samojluk. ISBN 978-987-798-187-2 1. Espiritualidad Cristiana. 1. Samojluk, Doris, trad. I. Titulo. DD 248.5 Publicado el 28 de mayo de 2020 por la Asociacién Casa Editora Sudamericana (Gral. José de San Martin 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires). Tel. (54-11) 5544-4848 (Opcién 1) / Fax (54) 0800-122-ACES (2237) E-mail: ventasweb@aces.com.ar Web site: editorialaces.com Prohibida la reproduccidn total o parcial de esta publicacién (texto, imagenes y disefio), su manipulacién informatica y transmisién ya sea electrénica, mecanica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor. Dedicatoria Dedico este libro a quienes, con coraje, se mantienen firmes en su fe, a pesar de la oposicién encarnizada de sistemas polfticos corruptos y religiosos. Alrededor del mundo, muchos est4n soportando persecucién, encarcelamiento, hambre y muerte por su fe, en este mismo momento. Es mi deseo que recuerdes orar por ellos, mientras leas las paginas que siguen. En el futuro préximo, muchos mas sufriran persecucién por estas mismas fuerzas corruptas, pues la batalla espiritual esta llegando a un climax en el planeta Tierra. Si eres llamado a mantenerte firme por tu fe, oro para que las historias que figuran en este libro puedan servir como recordatorios poderosos de la fidelidad de Dios. Acerca del libro Este libro, excitante y bien escrito, aumentard tu fe y te animard a confiar y a conocer a Dios mas intimamente. La fe de Pavel en un gran Dios nos inspira a creer, a confiar, a orar, a esperar y a recibir. Ruthie Jacobsen, Ministerios de Oracién de la Divisién Norteamericana. Las experiencias de Pavel Goia como cristiano adventista en la Rumania comunista, son realmente impresionantes. Este libro muestra que Dios esté presente para ayudar a su pueblo cuando este se pone a su disposicién. En el oeste, estamos acostumbrados a la libertad y a practicar nuestra fe sin conflictos. Necesitamos leer historias como esta para ayudarnos a prepararnos para tiempos mas demandantes, que la profecia advierte que nos esperan. Recomiendo este libro a todos aquellos que desean una experiencia de fe mds dindmica con Dios. Donald S. Corkum, presidente de la Asociacién de Wisconsin de la Iglesia Adventista del Séptimo Dia. Este libro esta lleno de historias maravillosas acerca de cémo Dios llegé a la vida de un joven que crecia en tiempos dificiles y peligrosos en la Rumania comunista, y cémo Dios hablé especifica y personalmente con Pavel, a lo largo del camino. Es verdaderamente inspirador desde el comienzo hasta el final. Ralph Hedershot. Como mi alumno, no me tomé mucho tiempo el darme cuenta de que Pavel Goia era un hombre guiado por Dios. Este libro es impresionante, al abordar vivencias sobre cémo Dios guia y contesta oraciones. Jack J. Blanco, profesor emérito en la Universidad Adventista del Sur [Southern Adventist University]. Al leer el manuscrito de Pavel Goia, fui conmovido hasta las lagrimas, ante las increfbles historias de las intervenciones de Dios en respuesta a las oraciones de Pavel. También, fui profundamente impresionado a re dedicar mi propia vida en fidelidad a Dios y a tener la disposicién de confiar en él sin importar lo que suceda, como lo hizo Pavel. Mientras escribo estas lineas, estoy ensefiando en el Seminario Adventista de Rumania, a solo pocos kilémetros de donde tuvieron lugar muchas de las historias de este libro. jConocer sobre los milagros tan poderosos que Dios obré en Rumania durante los dias de la persecucién y las pruebas del comunismo, ha hecho que cuando viajo por este pafs sienta que estoy pisando tierra santa! Recomiendo este libro a todos aquellos que deseen robustecer su fe en el Dios que contesta oraciones; y que todavia obra milagros poderosos como en los tiempos biblicos. Richard Davidson, decano del departamento de Antiguo Testamento, Seminario Teolégico de la Universidad de Andrews. Las maravillosas experiencias del pastor Goia son del mismo tipo que las que leemos en el libro biblico de los Hechos: milagros, fidelidad, intercesiones maravillosas del Dios del cielo. Todo esto fue posible porque un hombre eligié pertenecer a Dios, y solo a Dios, todos los dias. Nada es imposible para Dios; y eso se extiende a quienes lo sirven completamente. Este libro har4 que quieras caer sobre tus rodillas y entregarte completamente a un Sefior que anhela realizar obras maravillosas en medio de su pueblo. Ron Clouzet, director del Instituto de Evangelismo de la Divisién Norteamericana. Capitulo 1 No digas: soy un muchacho -No creo que exista Dios -balbuceé Pavel Goia en medio de la oscuridad-. Estoy cansado de esa idea tonta. jSiento que voy a volverme loco! ;Cémo permiti que me embaucaran? Creer en un Ser que ni siquiera sé si existe se ha robado toda la diversién de mi vida. Mis amigos han salido y la estan pasando en grande, mientras yo estoy acd, acostado, sintiéndome perdido y condenado. iCudntas noches mds tengo que dar vueltas y vueltas, sin poder dormir? Detesto escuchar cémo los segundos pasan interminablemente. Estar aqui, acostado, teniendo pensamientos de culpa que hacen eco en mi mente, es una verdadera pesadilla. Daria cualquier cosa con tal de silenciar esa voz que me persigue: “Pavel, si mueres esta noche, jestards perdido para siempre!” Un pensamiento tras otro bombardeaba al joven angustiado, que trataba de escapar de la tortura de su alma. El pobre Pavel no tenia lugar adénde ir, ni dénde esconderse. Pero, habia decidido terminar con su miseria. -Tengo que dejar atrds estas ideas descabelladas sobre Dios y, simplemente, disfrutar de la vida como lo hacen mis amigos -se dijo Pavel, medio en voz alta, mientras se destapaba-. Esta decidido: me voy al pueblo, a divertirme un poco. De todos modos, no puedo dormir -murmuré por lo bajo, mientras recorria el cuarto con la vista, en busca de sus pantalones. No era una tarea facil tratar de encontrar su ropa en la oscuridad de una habitacién, pero con un poco de persistencia lo logré. Calculando su escape con cuidado, caminé de puntillas de una habitacién a la otra, para no despertar a sus padres. Pero, cuando llegé a la sala se detuvo. La luz de la luna que entraba por la ventana mostraba la silueta de su padre, arrodillado en oracién. Pavel se habia encontrado anteriormente con su padre orando, pero gpor qué esa noche? Ver a su padre orando era lo ultimo que deseaba su mente turbulenta, mientras escapaba de su casa y del Dios de sus padres. Apresur6 sus pasos, al salir a la oscuridad. Miré las sombras que proyectaban los objetos a la débil luz de los faroles que alumbraban las calles. La imagen de su padre orando lo perseguia, como un fantasma, de sombra en sombra, mientras se apresuraba a llegar a la ciudad para encontrarse con sus amigos. -jHola, Pavel! jMe alegra que hayas podido venir! -lo saludé uno de sus amigos, arrastrando un poco las palabras, al aproximarse al lugar en que usualmente pasaban el rato. Uno de los parques centrales de la ciudad, conocido como el Pequefio Mercado, se habia convertido en el lugar en que él y sus amigos pasaban las noches tomando y fumando; también, era un sitio ideal para mirar a las muchachas que pasaban. Muchos operarios de fabricas tenian que pasar por ese extrafio lugar en su camino del trabajo a sus hogares, al finalizar el segundo turno laboral. Cuando los muchachos tenfan la suerte de que uno de esos trabajadores fuera una sefiorita, inmediatamente esta se convertia en el centro de su atencién. A medida que pasaba frente a ellos, era saludada por una orquesta de silbidos penetrantes, seguida de una sarta de invitaciones sugestivas. Cada vez, la rutina era practicamente la misma. Los parranderos continuaban con entusiasmo su pequefia charada, hasta que quedaba en claro que la muchacha en cuestién no habia sido convenientemente impresionada por sus payasadas. -Nos hemos estado divirtiendo mucho -agregé uno de ellos. Su declaracién fue inmediatamente confirmada por un concierto de risas fuertes, y que denotaban ebriedad. A pesar de la escasa luz, Pavel podia apreciar la evidencia en todos lados. Obviamente, la “pandilla del mercado” habia llegado mucho antes que él. Viendo numerosas colillas de cigarrillos desparramadas descuidadamente y botellas casi vacias en las manos, no era dificil darse cuenta de que se estaba llevando a cabo un valiente intento de “divertirse”. -Pavel, jqué tal alguno de tus chistes? jTienes alguno para nosotros esta noche? -dijo una voz familiar. En pocos momentos, Pavel era el centro de la atencién, al contar chistes subidos de tono, de su repertorio. Estaba en su elemento. Ninguno le ofrecié algo de tomar o fumar, pues nunca habia querido unirseles en sus vicios. Pero, con seguridad sabia cémo hacerlos reir. Pavel conocia mds chistes sucios que todos los demas. Sin embargo, no se sentia realmente a gusto con este grupo alborotador, aun cuando habia estado pasando mucho tiempo con ellos. Muchos de ellos habfan demostrado poco interés en estudiar, y casi todos provenian de hogares que no tenfan apoyo moral. En contraste, Pavel pertenecia a una familia que era la tercera generacién de cristianos, y tenfa muy buenas calificaciones en todas sus materias. A menudo, se sentfa desubicado en este grupo de jévenes a la deriva y sin un sentido. Vivian de una “diversién” a otra. A ninguno parecia importarle que Pavel fuera un poco diferente. Su rapida agudeza los hacfa reir durante horas, noche tras noche. Una vez més, tenfa a su audiencia sonriendo y riendo con su entretenimiento nocturno. -jEh! Miren alld, a esa nena que viene hacia aqui -interrumpid alguien del intoxicado auditorio de Pavel. El inesperado acercamiento de una muchacha en direccién a ellos creé una distraccién instantanea. Ahora, ella tenfa la atencién absoluta de su audiencia. A medida que la joven se aproximaba, se escucharon sugerencias lascivas y obscenas, acompafiadas por silbidos penetrantes. Al tratar de pasar frente a los muchachos ebrios, varios de ellos la rodearon répidamente. Desesperadamente, los ojos desorbitados de la muchacha buscaron una via de escape. Pero, estaba completamente bloqueada. Aterrorizada, les rogé que la dejaran ir; pero fue en vano. Pavel observaba con horror, mientras sus amigos comenzaron a mofarse de ella con gestos sugestivos e inapropiados. Parecian haber enloquecido. Luego de unos momentos, Pavel no pudo soportar mds este comportamiento atroz. Enfrentando a los que la asediaban, grité: -jDéjenla ir! Las sonrisas que recién adornaban sus rostros mientras escuchaban sus cuentos y chistes, se transformaron en miradas de enojo y muecas de disgusto, mientras Pavel protestaba por su comportamiento. -jVamos, muchachos, déjenla ir! Lo que estan haciendo est4 mal - pidié Pavel, con toda la fuerza que pudo reunir en su voz. Su intento de defensa cambid momentdneamente el foco de la atencién, de la muchacha cautiva a su defensor. Enojado, uno de los cabecillas del grupo retrucé: -Quién te crees que eres, al decirnos lo que esta bien y lo que esta mal? jNo recuerdo que ninguno de nosotros te haya invitado a decirnos qué hacer! Sintiendo rechazo por su comportamiento, Pavel retrocedié. No queria formar parte de su locura inspirada por la pasién pervertida; solo deseaba hallar una forma de ayudar a la joven sollozante, que rogaba que la dejaran ir. Al darse cuenta de que estaba tan indefenso como ella, continué su retirada. -Vete de aqui, y no vuelvas més -le dijeron con sorna. Estaba claro que no cejarian en sus intenciones. Una sensacién de nduseas llené el est6mago de Pavel mientras se alejaba de la ebria y maldiciente “pandilla del mercado”. jEran estos los muchachos que hasta hace un rato pensaba que eran sus amigos? Ahora, nada en ellos parecia muy atractivo. Esa noche, las cosas no habjan salido para nada como él hab{a esperado. El intento de Pavel de huir de su conciencia culpable reuniéndose con sus amigos en el pueblo no habia aquietado sus pensamientos, ni le habfa dado la paz que estaba buscando tan desesperadamente. El camino a su casa fue mds miserable de lo que habia sido su escape. El resto de la noche fue cualquier cosa, menos tranquilo. Una vez en la cama, siguiéd dando vueltas y vueltas. A los remordimientos de su propia conciencia se le sumaron las imagenes frescas de los ojos horrorizados y la voz sollozante de la joven, que rogaba que la dejaran ir. Comenzé el dia siguiente torturado por emociones turbulentas. Las escenas de la noche anterior se negaban a desaparecer, y ahora se sentia peor que nunca. Pronto, las escenas que lo atormentaban se convirtieron en el disgusto profundo de todo el vecindario. -jHas escuchado sobre los muchachos que anoche, en el pueblo, abusaron violentamente de una de nuestras muchachas inocentes? La policfa los tiene a todos en custodia. jEspero que ninguno de ellos vuelva a ver la luz del dia otra vez! Si los encierran y tiran la llave, aun seria demasiado bueno para esos vagos inttiles. Pavel se horrorizé cuando supo la suerte de la muchacha. Volvié a sentir la sensacién nauseabunda que habia experimentado la noche anterior. Sin duda, aquellos que habia pensado que eran sus amigos pasarfan muchos y largos afios en prisién. Pero, él se habia salvado, En realidad, sabia que facilmente podria haber estado en ese mismo momento en prisién, esperando un juicio, si no se hubiera retirado cuando lo hizo. Comenzé a sentirse sumamente agradecido por el rechazo que habia recibido de parte de la “pandilla del mercado”. Imaginar a la muchacha aterrorizada pidiendo ser liberada, borré cualquier simpatfa que pudiera haber experimentado por quienes pensaba que eran sus amigos. La imagen de su padre que oraba volvié a él, mientras contemplaba su escape de una extensa sentencia en prisién. Como el suefio le rehuia otra vez, yacfa mirando las mismas sombras en el cielorraso que habia contemplado la noche anterior. Sin embargo, esta noche era muy diferente de las anteriores, cargadas de pensamientos ansiosos y culpabilidad. Esta noche, no la pasaria escapando de Dios, sino yendo hacia él. En la quietud de la noche, la mente de Pavel comenzé a recorrer los afios anteriores de su vida. No habia sido facil crecer en una familia cristiana en la Rumania comunista. El cristianismo era visto como una “muleta” que necesitaban los débiles y simples. El asistir a la iglesia era abiertamente ridiculizado; y las Biblias estaban prohibidas. Para quienes insistian en abrazar la fe, la limitacién en las oportunidades laborales era solamente una de las consecuencias que podian esperar. Muchas veces, su familia habfa atravesado por las dificiles consecuencias resultantes de su fidelidad a Dios. A medida que Pavel revivid los numerosos desafios que su familia habfa enfrentado, no pudo evitar sentirse agradecido por la fuerte herencia cristiana que su abuelo habia transmitido. Sentimientos de agradecimiento desplazaron a los sentimientos de resentimiento y amargura de la noche anterior. Qué perspectiva diferente hab{a producido una sola noche. Ahora entendié que las oraciones de su padre, arrodillado noche tras noche, eran la unica diferencia entre él y sus compafieros encerrados en celdas de concreto. Sin duda, ellos también pasarian algunas noches de insomnio. Pavel no pudo evitar sonreir, mientras acudian a su mente recuerdos de su infancia temprana. Crecer en Turnu Severin, en la zona sudoeste de Rumania, junto al Rfo Danubio, le habia provisto de un vasto campo para explorar. El rio tenia muchos lugares hermosos, en los cuales él y sus hermanas fueron a nadar durante los calurosos meses del verano. Otro sitio favorito para explorar eran las antiguas ruinas romanas, que no estaban lejos de su hogar. Solo la imaginacién de un nifio podia traer a la vida toda la historia que habia estado descansando en silencio durante muchos siglos. Continuando su noche insomne, vinieron a su mente recuerdos de su iglesia, y del amor que le habian demostrado los miembros. Siendo un nifio pequefio, habia sido agraciado con una memoria excepcional, Cada semana, esperaba con ansias para recitar de memoria pasajes de las Escrituras a los miembros de la iglesia. Los miembros mas antiguos esperaban especialmente sus recitados. Habfa llegado a amar las alabanzas y la atencién que seguian a cada una de sus actuaciones, y en poco tiempo recitaba capitulos enteros de la Biblia, para gran deleite de la congregacién. Al disfrutar de la atencién especial de sus admiradores, habia afiadido, a su repertorio eclesidstico, el canto de musica especial. El canto habja sido parte de la experiencia de los cultos de su familia desde que él tenia memoria. Con una voz privilegiada y una memoria excelente, fue facil para él aprender canciones para interpretar en la iglesia. Muchos miembros de iglesia habfan sido muy prédigos en alabanzas, elogios y regalos, y muy temprano en su vida habia llegado a considerarse como un cristiano “espiritualmente superior”. El peinado de los muchachos comenzé a cambiar, pero no el de Pavel. Para acentuar su imagen de “nifio bueno de iglesia”, iba fielmente a la peluquerfa cada dos semanas. Mientras revivia los recuerdos de su infancia, tuvo que admitir que podria haber sido facilmente uno de los fariseos mas jévenes: era un “nifio bueno”, y lo sabia. El viaje por su vida continuaba, mientras permanecia acostado en la oscuridad. Uno de sus momentos mds memorables ocurrié cuando tenfa solamente cinco afios de edad. Un pastor visitante habia llegado como predicador invitado, para un culto especial en la iglesia. Muchas veces habia recordado partes de ese sermén. Mirando a la congregacién de frente, el pastor visitante habia comenzado su mensaje: -El versiculo para esta noche se encuentra en Jerem{as 29:11. Tomando su Biblia, los invité a leer el versiculo en voz alta: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Sefior-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (NVI). Pavel habfa escuchado con atencién, mientras el pastor explicaba con cuidado el versiculo: -No importa cuan joven o anciano eres, o cudles puedan ser tus circunstancias actuales, Dios tiene un plan para ti. Mientras el mensaje continuaba, el pequefio Pavel habfa tratado de comprender cémo esto podia incluir a un nifio de cinco afios. No era dificil creer que Dios habja tenido un plan para su abuelo, pues lo habia seguido fielmente toda su vida. Mirando a su padre y a su madre, podia entender que Dios tuviera un plan para sus vidas también. Pero jun nifio de su edad? Parecia que el versiculo no se aplicaba a él. Cuando el mensaje concluyé, era claro que la congregacién habia sido bendecida e inspirada con una imagen maravillosa y fresca de un Dios personal. Uno por uno, los miembros saludaron al pastor mientras salian, agradeciéndole por su mensaje. Finalmente, era la oportunidad de dirigirse al orador. Parandose frente al pastor, levanté su vista mirdndolo a los ojos, y pregunté con toda la sinceridad que poseia: -{Tiene Dios un plan para mi, o soy muy pequefio? Con una amplia sonrisa, se le aseguré que los planes de Dios inclufan hasta a un nifio de cinco afios. -jAlguna vez has orado, y le has preguntado a Dios si tenia un plan para ti? -le pregunté el pastor. -No; supongo que no -habia respondido pensativamente, mientras se dirigia hacia la puerta. Meditando profundamente en el desaffo del pastor, salié y se dirigié al enorme manzano que habia en el patio de la iglesia. Habia jugado muchas veces bajo ese Arbol, pero ese dia era diferente. Habia ido para hacerle a Dios una pregunta muy importante. Cerrando sus ojos, comenzé a derramar su corazén ante Dios: -Querido Dios, soy un nifio de solo cinco afios de edad. {Realmente tienes un plan para mi, también? Durante varios minutos, siguié derramando su corazén en oracién. Si Dios tenia un plan para su vida, queria saber al respecto. Cuando sintié que habia presentado su caso adecuadamente, esperé ansiosamente una voz del cielo que le hiciera saber el plan. {Qué le diria Dios? Esperé en silencio, para escuchar una voz desde arriba; pero, el nico sonido que quebraba el silencio era el de las hojas movidas por el viento. Desilusionado, aunque no desanimado, ideéd otra forma de abordar el asunto. Viendo a su padre con la Biblia, de pie, conversando con otro miembro de iglesia, enfrente de la iglesia, se encaminé raépidamente a su lado. Y levantando su vista, comenté: -Recién oré, y le pregunté a Dios si tenfa un plan para mi. Pero, no me dijo nada. Una amplia sonrisa iluminé las caras de ambos hombres, al escuchar la situacién de Pavel. Sin esperar a que alguno de ellos hablara, tomé6 la Biblia de manos de su padre. Sosteniendo el Libro sagrado, se pregunté cémo podria descubrir el plan de Dios para su vida en los versiculos que contenfa. Abrié la Biblia al azar, y puso un dedo en un versiculo. Seguramente, Dios le mostrarfa su plan para su vida en su Palabra. Mirando nuevamente a su padre, le pidié: -{Podrias, por favor, leer este versiculo? Lentamente, su padre comenzé a leer para si mismo Jeremias 1:5. Su amplia sonrisa se esfumé rdpidamente, al darse cuenta del significado del pasaje que su hijo habja sefialado con el dedo. Con voz muy seria, comenzé a leer: -“Antes que te formase en el vientre te conoci, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y yo dije: ‘jAh! jahl, jSefior Jehova! He aqui, no sé hablar, porque soy nifio’. Y me dijo Jehova: ‘No digas: Soy un nifio; porque a todo lo que te envie irds tu, y dirds todo lo que te mande”” (vers. 5-7). Al revivir ese momento durante su desvelo, una sonrisa se dibujé en su rostro. Sintié la emocién nuevamente. Durante los siguientes minutos habia saltado de alegria, contdndoles a todos que iba a hablar de parte de Dios. Lo informé sin reparos a los miembros de iglesia que estaban conversando entre ellos. -Seré un pastor o un misionero. Iba a hablar de parte de Dios. Dios lo habia dejado claro con las palabras: “No digas: ‘Soy un muchacho”; no era demasiado pequefio para que él tuviese un plan para su vida. Habjfa sido elegido para ser el vocero especial de Dios. En ese momento, acepté su comisién como mensajero de Dios. A partir de ese instante, evaluaba diligentemente a cada persona, para determinar su condicién espiritual y, en consecuencia, sus necesidades. A quienes estuvieran a la altura requerida (en su opinién, como pastor evangelista), los aconsejaria. Cada persona que él considerara que necesitaba de arrepentimiento recibirfa una admonicién de corazén. Advertiria al mundo de su destino sin Dios. Al poco tiempo de comenzar el primer grado de la escuela, Pavel cambié su objetivo de evangelizacién a sus compajfieros de clase. No le llevé mucho tiempo completar su evaluacién de las necesidades de cada uno. En su opinién de “evangelista”, toda la clase estaba en falta... Con excepcién de él mismo, por supuesto. jQué oportunidad para su gran campafia de evangelizacién! Dirigiéndose al frente de la clase y en un enérgico estilo de predicador, comenzé su discurso a los 45 alumnos: -jTodos ustedes tienen que comenzar a asistir a la iglesia, o con seguridad se quemardan en el infierno! Su presentacién habia sido breve, pero estuvo bien enfocada hasta el final. Estaba convencido de haber provisto de inspiracién espiritual a sus compafieros; quienes, seguramente, la habfan estado deseando. {Qué podia haber fallado?, se habia preguntado Pavel mientras miraba hacia afuera, por la ventana. Era hora de salir para la iglesia, y ninguno de sus compafieros de clase estaba esperando afuera de su casa. La larga fila de compafieros que habia imaginado, no se materializé. No habia aparecido ni siquiera un converso, como resultado de su primer sermén. Desilusionado, pero sin desviarse de su plan de accién, Pavel comenzé a idear su estrategia para su préxima presentacién. Quizds, el castigo que los aguardaba no habia sido debidamente enfatizado. La préxima vez, se asegurar{a de no restar importancia al castigo. A los pocos dias, sintié que habia llegado el momento de repetir su sermén. Al terminar su segunda presentacién, se sintié seguro de que su mensaje no podia haberse malentendido, ni haber sido tomado livianamente. Para su sorpresa, los sentimientos de sus compafieros no cambiaron. Varias veces se dirigié al frente de la clase, para recordar a sus compafieros que pronto sufrirfan el castigo eterno, si no seguian su ejemplo. Luego de varios de estos sermones, Pavel decidiéd cambiar su estrategia. Si el miedo no lograba persuadirlos, quizds una tactica basada en las recompensas podria lograr el objetivo. Pardndose frente a sus compafieros una vez més, Pavel comenzé su apelacién final: -Me gustaria compartir con ustedes el secreto de mi popularidad sin competencia. La razén por la que soy el mas fantastico de la escuela es porque yo voy a la iglesia. Si quieren ser realmente fantdsticos, como yo, tienen que ir a la iglesia, también. La siguiente semana, para el asombro de la congregacién, Pavel guid por el pasillo hasta el frente de la iglesia a toda su clase, en busca de la recompensa prometida. Sin embargo, cada uno de ellos volvié a su casa sin haber logrado ser més fantastico que antes del culto. En consecuencia, la asistencia de sus invitados terminéd abruptamente, luego de su primera visita..., a pesar del esclarecimiento que les habia brindado. Evidentemente, no habian captado que eran necesarias multiples visitas a fin de producir aquello que admiraban en él. ;Qué problemas tenian?, se preguntaba Pavel. Sin duda que no lograban ver quiénes eran realmente. Si no estaban listos para ser fantdsticos todavia, quizds él debfa comenzar a ayudarlos en la construccién de sus caracteres. Todo se estaba aclarando ahora: jel problema de ellos era la humildad! Pavel no pudo evitar sonrefr mientras pensaba en su antiguo celo como pastor evangelista. Habia puesto todo su corazén en su llamado, solo para descubrir que era més dificil de lo que habia pensado. En solitario, en medio de la oscuridad, medité en los cambios que habia atravesado de a poco en su vida. Gradualmente, la orientacién de su invitacién personal, de parte de Dios, se habia desvanecido. Durante los ultimos afios, habia asistido a la iglesia solamente para darle el gusto a su padre. Cada vez mas habia buscado la aprobacién de sus amigos antes que la de Dios. Ciertamente, el estar con sus amigos hasta las dos o tres de la madrugada habia contribuido al deterioro de su fe. Muchas veces habfa escuchado la voz de Dios, recorddndole su oracién especial debajo del manzano y la respuesta que habia llegado desde la Biblia de su padre. Pero, ignoré repetidamente la vocecita tranquila, que lo invitaba a volver a una vida de paz y de felicidad. Ahora lo envolvian sentimientos de tristeza y de pesar, mientras pensaba en las elecciones que habia tomado en los ultimos afios. Apartando las cobijas, se arrodillé junto a su cama, -Sefior, si no estas demasiado enojado conmigo y si todavia me quieres, deseo volver a ti. Si eras ti el que me hablaba afuera de la iglesia cuando tenfa cinco afios, quiero aceptar tu invitacién. No sé cémo podrfas perdonar a alguien como yo. jAcaso podrds aceptarme, después de todas las veces que te negué? jExiste todavia una manera de hacerlo? Postrado junto a su cama, continué derramando su corazén a Dios hora tras hora. A las 5 de la mafiana, una paz y un sentido de aceptacién maravillosos llenaron su ser entero. Abriendo su Biblia, ord: -Sefior, por favor, hablame una vez mas a través de tu Palabra. Abrié la Biblia al azar, en Isafas 54:8 al 10: “Con un poco de ira escondi mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasién de ti, dijo Jehova tu Redentor. Porque esto me serd como en los dias de Noé, cuando juré que nunca més las aguas de Noé pasarfan sobre la tierra; as{ he jurado que no me enojaré contra ti, ni te refiiré. Porque los montes se moveran, y los collados temblardn, pero no se apartard de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantar4, dijo Jehova, el que tiene misericordia de ti”. Lagrimas de alegria llenaron sus ojos, al calar profundamente en su corazén la Palabra viva. Con la seguridad de su aceptacién y libre del peso de su pecado, agradecié a Dios, y solemnemente hizo un pacto con él: -Nunca dejaré mi lugar de oracién y adoracién por la mafiana, por ninguna razén, hasta que sepa con seguridad que tu estas conmigo. El corazén de Pavel desbordaba, al caminar hacia el dormitorio para despertar a sus padres, a fin de que pudieran compartir el gozo de su renovado compromiso con Dios. Una vez més, encontré a su padre de rodillas. Mientras su padre se incorporaba para saludarlo, le rogé con sinceridad: -Por favor, contintia orando por mi. He estado luchando por mucho tiempo, pero esta noche entregué mi corazén a Dios. Mirdndolo a los ojos su padre le informé: -Cada vez que me has visto orar, era por ti. Sé lo que se siente al luchar. Yo también luché cuando era joven pero, en medio de mi lucha, Dios me dio un versiculo de las Escrituras que me parecié que era todo para mi. Escucha las palabras que Dios me dirigié cuando era joven: “El volver4 a tener misericordia de nosotros; sepultard nuestras iniquidades, y echard en lo profundo del mar todos nuestros pecados” (Miq. 7:19). Con una sonrisa, su padre le dijo: -Quizés, algtin dfa Dios te dé un versiculo. -Ya lo ha hecho -aseguré Pavel, con una amplia sonrisa. La almohada con la que habia compartido muchas noches insomnes lo invitaba a volver a la cama. Descansando en la primera paz verdadera que habia experimentado en afios, cerré sus ojos y durmié. ;Qué dulce fue! Album familiar Los padres de Pavel, Pavel y Eugenia en el dia de su casamiento. Pavel al afio de edad, con su madre, Eugenia (1965). Pavel (a la derecha) con sus hermanas Ligia (izquierda) y Dani, de ocho meses de edad (al medio). Pavel, de tres aiios de edad (1967). jEsos bolsillos estan repletos de golosinas! (1968). Pavel, en tercer grado, tocando el violin en una sala de conciertos, en Turnu Severin (1973). Alumnos de la escuela primaria a la que asistia Pavel cuando estaba en segundo grado. Llevé a sus compafieros a la iglesia un sdbado. (Pavel aparece en primera fila, primero a la izquierda). Capitulo 2 Yo cuidaré de ti Antes de que los primeros rayos del amanecer penetraran por la ventana de su dormitorio, Pavel se deslizé de debajo de sus cobijas y se arrodillé al lado de su cama. Estaba determinado a cumplir la promesa que habia hecho la noche anterior. ;Estard Dios esperando? éMe hablard hoy otra vez?, se pregunté, mientras inclinaba su cabeza. -Padre, soy yo, Pavel. Aqui estoy, como lo prometi. Por favor, ayudame a ser un amigo verdadero para ti. Estoy tan agradecido porque tu todavia me quieres. Por favor, cambia mi corazén. Hazme de nuevo, de la manera en que has estado esperando hacerme -oré suavemente. Comenzé a sentir la presencia de Dios a su alrededor tal y como lo habia experimentado la noche anterior. Cuan agradecido estaba porque Dios no lo habia abandonado en su rebelién. Con una sonrisa, tomé su Biblia. ;Cémo esperaba que las palabras cobraran vida una vez mds! Maravillado, sintié como si cada palabra hubiera sido escrita especificamente para él. A medida que nuevas percepciones iluminaban su mente, lefa y oraba: -Padre, eres tan maravilloso. Estds fuera de toda comprensién. Nunca habfa sofiado que el Creador del vasto universo hablarfa, personalmente, a alguien tan indigno como él. Su corazén rebosaba de una atmésfera de gracia. Tuvo la seguridad de que Dios lo acompafiaria durante todo el dia, asi como la habja tenido la noche anterior. Al terminar su cita matutina con Dios, Pavel pudo sentir que una amplia sonrisa iluminaba su rostro. jQué hermosa manera de comenzar el dia!, pensé, comparando esa mafiana con tantas otras de los ultimos afios. Su nueva amistad con Dios lo habia bendecido de manera que nunca podria haber imaginado, Mientras Pavel se gozaba en las bendiciones de su momento con Dios, venian a su mente recuerdos del caos que habfa resultado de sus intentos adolescentes de ser libre. Vio, en su mente, escena tras escena. La television y las peliculas habian ocupado la mayor parte de su tiempo libre, como asf también el tiempo de las responsabilidades. Miraba una pelicula tras otra hasta altas horas de la noche. Esta actividad habia llegado a ser su rutina, en lugar de una diversién esporddica. Las mafianas siguientes a sus maratones de peliculas, se arrastraba, exhausto y somnoliento, fuera de la cama a las 7:45. Las clases comenzaban a las 8:00 y debia enfrentar el problema de siempre: caminar hasta la escuela le llevaba veinte minutos. Cada mafiana, en un loco frenes{, buscaba alguna ropa que ponerse. Era una carrera contra reloj, y su dormitorio era la pista de carreras. Su cabello no estaba, precisamente, peinado cuando salfa por la puerta del frente de su casa, tratando de correr y atarse los zapatos al mismo tiempo. Mas o menos a la misma hora cada mafiana, Pavel hacia su entrada triunfal en el aula: siempre entre diez y quince minutos tarde, cuando el profesor ya habia comenzado a dictar clase. Una mafiana se le habfa ocurrido una excusa ingeniosa e infalible para su tardanza, y estaba seguro de que ni el profesor mds inteligente podria sospechar de ella. Entrando en el aula cuando la clase ya habia comenzado, comenzé su discurso: -Esta mafiana, temprano, sali para la escuela para ser uno de los primeros en llegar. Cémo calculé algunos minutos extra por el trafico intenso, estaba seguro de que llegaria temprano. Todo iba bien, hasta que llegué al Boulevard Central. No tenia forma de saber que, en el mismo momento que necesitaba cruzar, iba a pasar una procesién finebre. La procesién debia ser para algun dignatario del Gobierno o alguien asi, porque la fila de autos era larguisima. Esperé y esperé a que pasaran. La procesién iba realmente despacio, se movia a la mitad de la velocidad que los funerales normales. Parecia que nunca terminarian de pasar. Luego de unos quince o veinte minutos, me di cuenta de que probablemente llegarfa tarde, porque recién habfa pasado la mitad de los autos de la procesién. Hubiera cruzado corriendo, pero por respeto esperé pacientemente. Ni bien pasé el ultimo auto, vine para acd, lo mas rapido que pude. Terminando su dramatica presentacién, fue a ocupar su asiento en el fondo del aula. Estaba seguro de haber sido lo suficientemente convincente, y de que habia persuadido hasta al mas intuitivo con su elocuencia. A la mafiana siguiente, razoné que ya que todo habia salido tan bien, gpor qué no usar la misma excusa otra vez? Una nueva “procesién funebre” pasaba por el Bulevar Central cada mafiana, exactamente a la hora en que él estaba por cruzarlo. Luego de numerosas oratorias dramaticas, al profesor se le ocurrié una alternativa, para ahorrarle tiempo en su presentacién. Cuando Pavel se acercaba a la puerta, simplemente preguntaba, sin siquiera mirarlo: -Goia, gotro funeral? Pavel solo tenfa que asentir y encaminarse a su asiento. jSu plan habia resultado mds ingenioso de lo que hab{a imaginado! Ahora, solo debia decir si o asentir con la cabeza, para engafiar a toda su clase. Sin embargo, posiblemente Pavel no habia considerado un hecho: jhabfa sido responsable por enterrar mas dignatarios de gobierno que los que habia en todo el pais! ;De dénde venian todas esas personas importantes? jY qué desafortunado que todos murieran uno detras del otro! Mientras su pasado reciente revivia en su mente, sintid una nueva sensacién de gratitud. jSu pasado no habia sido menos que caético! La sorpresa mds grande de todas se produjo el primer dia en que realmente llegé temprano a clases. Toda la clase lo miré, sin poder creerlo. Qué agradecido debia de estar el “funebrero”, por haber tenido un pequefio descanso. Cada dia que pasaba, la relacién de amor de Pavel con Dios se profundizaba. Las promesas de la Biblia que habia aprendido cuando era nifio flufan nuevamente a su mente. Ahora no eran simplemente lindas palabras: podia asegurar que eran promesas para él. Abrir su corazén a Dios en oracién habia llegado a ser como hablar con su mejor Amigo. Cada mafiana, abria sus ojos con una sensacién de expectativa y de anticipacién sobre lo que el dia podia depararle. La Biblia se convirtié en un libro vivo y con poder. Una y otra vez, experimenté cémo la lectura matutina de las Escrituras le proporcionaba la fuerza que necesitaba para el dia. Al encontrar las palabras de Jeremias en Lamentaciones 3:22 y 23, solo pudo mirar hacia y el cielo y decir: -Sefior, tu Palabra es verdad. Esto es lo que hace por mi cada dia. “El amor del Sefior no tiene fin, ni se han agotado sus bondades. Cada mafiana se renuevan; jqué grande es su fidelidad!” (DHH). A menudo, mientras Dios le hablaba personalmente, las lagrimas asomaban a sus ojos. —Sefior, ,cémo pude perderme todo esto antes? -susurraba. Una cosa era leer las palabras de Isafas 50, y otra cosa era experimentarlas: “L...] despertar4 mafiana tras mafiana, despertaraé mi ofdo para que oiga como los sabios” (vers. 4). -Gracias, Sefior, porque no necesité mi reloj despertador para despertarme esta mafiana. Tui eres fiel, asi como lo dice tu Palabra. Tus palabras son las primeras que me saludan por la mafiana. Es emocionante escucharte llamarme por mi nombre y susurrarme: “He estado esperdndote”. Tu amorosa compasién verdaderamente estd mds alld de toda comprensién -oraba Pavel, reflexionando sobre la emocién que experimentaba en su nueva amistad con Dios. Sabfa que sin la ayuda de Dios su deseo de ser fantastico volveria a tomar el control de su vida. Buscar la aceptacion de sus amigos lo habja lIlevado lejos de Dios una vez, y habia decidido que por su gracia no dejaria que el orgullo tomara el control de su vida nuevamente. Cada dfa, en oracién, confesaba abiertamente su debilidad antes de salir de su casa. Oraba para que Dios lo ayudara a que le importara mds lo que Dios pensaba de él que lo que pensaran los demas. Comenzé a producirse una transformacién notoria. Pensar en el Sefior santo y hablar con él cada mafiana comenzaron a hacerlo cada vez mds parecido a su Amigo. Las cosas que le habian demandado una lucha ser resistidas, comenzaron a perder su atractivo. El deseo, sencillamente, se habia ido. Dios lo estaba cambiando, tal y como habia prometido. La imagen de su padre arrodillado en oracién siempre lo habia dejado perplejo mientras crecfa, hasta unos dfas atrds. Antes, para Pavel significaba un misterio total el por qué una persona pasaria tanto tiempo hablando con un Dios al que no podia ver o escuchar. Pero, ahora lo entendia perfectamente. El ejemplo de Jestis en el evangelio de Marcos se convirtié en su modelo para cada nuevo dia: “Levantandose muy de mafiana, siendo atin muy oscuro, salié y se fue a un lugar desierto, y allf oraba” (Mar. 1:35). Resolvié hacer suyo el lugar secreto de oracién de Jestis, que daba poder a su vida. ;Qué experiencia! La vida ahora tenia un nuevo y completo significado. Podia decir, con el salmista: “En ti estan todas mis fuentes de gozo” (Salmo 87:7, Biblia de las Américas). Unas semanas luego de prometer a Dios que nunca se irfa de su casa sin tener la seguridad de que él estaba con él, se presenté una prueba de fidelidad. Luego de invitar a Dios para que lo despertara a fin de pasar tiempo juntos, se desperté entre las 4 y las 5 de la mafiana, pero por alguna razén se volviéd a quedar dormido. Cuando volvié a mirar el reloj despertador, grufié: jeran las 7:30! ~Cémo pudo haber pasado esto?, se pregunté Pavel. Ahora, zqué debfa hacer? Debfa decidir entre mantener su cita con Dios 0 emprender una loca carrera hacia la escuela. Comenzé una verdadera lucha. Su horario de clases habia cambiado; en lugar del profesor que estaba familiarizado con los “funerales”, ahora tenia al profesor mds comunista de la escuela. Todos le temfan. Se habia asegurado de dejar en claro que no seria muy sabio contrariarlo. Aun peor: abiertamente se burlé de la idea de Dios. Llegar tarde a una de sus clases no serfa olvidado asi nomads. Comenzaron a perseguirlo imagenes de qué ocurriria, de contrariarlo. Una voz comenzé a instarlo a olvidar su promesa solo por esa vez. Después de todo, Dios seguramente queria que fuera un buen alumno. {Qué debia hacer? Otra voz comenzé a hablar tranquilamente con él: Vas a confiar en mi, y pasar el tiempo necesario para saber que estoy contigo? Me he adelantado a ti solucionando problemas y allanando dificultades. ;Confiards en mi también frente a este problema? Sabfa que habia una sola opcién que podfa elegir para ser fiel a su promesa. En silencio, comenzé su tiempo con Dios. Por momentos, acudfan a su mente imagenes de un profesor furioso, y cada vez que eso sucedfa las entregaba a Dios. Unas dos horas mas tarde, sintié la paz y la seguridad que necesitaba. Pavel oré durante todo el camino -el mds largo que hubiese recorrido- para llegar a la escuela. ,Qué ocurrirfa? jSerfa expulsado de su primer periodo de clases? Sabia que era una clase obligatoria para poder graduarse. Cada vez que un pensamiento amenazaba quebrar su paz, decia simplemente: —Dios, te lo entrego a ti. Eran casi las 10 de la mafiana cuando entré en el aula. Habia faltado a todo el primer periodo, y ahora estaba por comenzar el segundo. Al tomar asiento, miré a un amigo en la siguiente fila. Su mirada fue respondida con una expresién de sorpresa. Inclindndose un poco, su amigo susurré: -4Cémo supiste que el profesor del primer perfodo estaria enfermo hoy? Es impresionante, jllegaste justo! Y eso no es todo: por algtin motivo, el profesor se olvidé de tomar asistencia. {Puedes creerlo? jEsto nunca pasé antes! Goia, jdebes de ser el muchacho mis afortunado del mundo! Pavel suspiré, aliviado, al darse cuenta de que Dios lo habia bendecido por permanecer fiel a él. Una y otra vez, vio cémo pequefios detalles se resolvian de formas que él nunca habria logrado solucionar por su cuenta. Las bendiciones de Dios lo siguieron no solamente en las clases, sino también en el trabajo. Desde que habia entregado su vida a Dios, sentia un deseo creciente de ser un artesano sobresaliente. La excelente reputacién de su padre como contratista de obras hacia que las personas estuvieran dispuestas a esperar, a fin de poder contar con su experiencia y habilidad para sus proyectos. Luego de clases, el negocio familiar proporcioné a Pavel la oportunidad de aprender varios aspectos de la construccién, asi como también ganar algo de dinero para sus gastos. De todas las habilidades que aprendié, una de sus favoritas era cortar vidrio. Dios pronto lo bendijo con una exactitud y destreza que pocos artesanos logran alguna vez. Varios proyectos comerciales requerian vidrio armado de primera calidad, para ser utilizado en lugares especificos. Muy pocos artesanos tenfan la experiencia para cortar este vidrio especial. Con su padre como tutor, aprendié los secretos de esta habilidad especial. Poco después de que Pavel cumpliera 16 afios, tuvo la oportunidad de probar que era realmente un artesano competente, y no un simple adolescente punk en una obra. El encargado de construcciones del condado acudia al padre de Pavel, a fin de que lo ayudara cuando estaba atrasado en sus proyectos. A menudo, se presentaban problemas inesperados, que causaban dilaciones costosas. Desesperado, el encargado contactaba al Sr. Goia para que lo ayudara a cumplir con los tiempos del proyecto. Una y otra vez Dios lo habia bendecido, permitiéndole lograr mucho més de lo que nadie habia pensado que fuera posible. Pero, era un momento dificil cuando Ilegaba el fin de semana y el Sr. Goia anunciaba que no iria a trabajar al dfa siguiente, pues era su dia de adoracién.

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