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Introducciéna al Territorio esde la Edad Media hasta mediados del siglo xtx. el territorio que actualmente ocupa el Distrito Macarena de Sevilla. dande se sitéa e] Parque Miraflores, no habfa sufrido transformaciones significa iténdola clara- fa crecido a sus vas en su estructura y usos. La muralla contenfa la ciudad del mente del campo. Al norte, s6lo el arrabal de la Macarena habi afueras. El rio Guadalquivir, origen de la riqueza agricola de la tierra y del idad desde la antigiiedad, era asimismo causa constante de comercio de la desgracias, por sus continuas avenidas y riadas, A él se sumaba el arroyo Tagarete que, aunque de escaso caudal, también se desbordaba, uniendo sus dad por el norte y aguas a las del Guadalquivir, arruinando los campos y la el este La muralla Almohade hal teccién contra las inundaciones y para control polic productos que entraban o salian de la ciudad. De sus puertas na ja dejado de ser defensa militar para servir de pro- al y fiscal de personas y fa la red de ones: mino a San caminos principales que conectaban Sevilla con otras pobla —de la Puerta de la Barqueta, cruzando el rio en barca, partia el ponce y Extremad = de la Puerta de Ia Macarena, las caminos de Ta Aly ha el de Cantillana y las veredas de Brenes y de Cordoba; — de las Puertas de Cérdoba y del Sol nacian caminos secun y cortijes, como el de Cantalobos, el de Miraflores y Pino Montano, el de la Fuente del Arzobispo, que a su vez comunicaban con la Vereda de Carmona. ios a las huertas Desde época iskamica los campos de la Macarena estaban ocupados por huer- dad, Mas allé del cinturén de huertas ja, El Higuerén, San Jacinto 0 tas para el abastecimiento de la c comenzaban las haciendas y los cortijos: Ter Cantalobos, Miraflores. Charco Redondo, Pino Montano y Calonge. El horte- lano viva principalmente en la zona norte de la Sevilla intramuros, en las Collaciones de Santa Luefa, San Julidén, San Marcos, Santa Marina, San Juan de la Palma, San Gil y el arrabal de la Macarena, Detrds de la iglesia de San La Hacienda de Miraflores y la Hucrtn de La Albarrana: Das antiguas propicdates agricolas entvo del Proge Mivaflores de Sevilla [MANUEL LARA GARCIA RAFAEL LOPEZ GALLARDO. ALEJANDRO |IMENEZ HERNANDEZ. CARLOS ROMERO MORAGAS Arneccin det iodide se ‘lactal Minors de dai 1850. © Carles Morag, ‘alzacn det we Miraflores de Sevilla Marcos, frente al Convento de Santa Isabel, tuvieron los hortelanos el del gremio bajo la advocacién de la Virgen de la Hiniestat Algunas de las mas importantes instituciones asistenciales y religiosas de Sevilla se establecieron en terrenos del actual Distrito Macarena. Asf fueron el Hospital de San Lazaro, para leprosos (siglo xu), el Hospital de las Cinco Liagas (siglo xv1), ef Convento de San Jeronimo de Buenavista (siglo xv), y el Convento de San Jacinto, fundado en 1603 en la hacienda de Cantalobos 0 de San Jacinto, pero trasladado en 1674 a su actual emplazamiento de Triana? Entre las puertas de Cérdoba y del Sol situaba la antigua tradicién el lugar denominado degolladero de los cristianos, donde supuestamente sufrieron mar- tirio y sepultura famosos santos sevillanos. Asi, en las que se crefan carceles de Santa Justa y Rufina, se funda el Convento de la Trinidad (siglo x1); en el lugar en el que supuestamente fueron sepultados San Leandro, San Isidoro y spital Santa Florentina se funda el primitivo Convento de San Leandro, donde paste- riormente se instala el Convento de Capuchinos (siglo xv); y por tiltimo, la Capilla de San Hermenegildo en Ia Puerta de Cérdoba, donde se suponia que habia sufrido edircel este santo, La abundancia de agua subterranea en estos terrenos permitié, no sdlo ka cons- truccién de pozos de noria para el regadio de las huertas, sino también su cap- a Hacienda de Mirafleves y ta Huerta de La Alliarraua: Dos antiguas propedades agrieolas dentro del Parque Miraflores de Sevilla jon. Asi la Fuente del Arzobispo abastecié de agua distintos tacién y canalizac puntos de Sevilla, principalmente la Alameda de Hércules, y la Fuente de la Albarrana se canaliz6 para suministrar al Hospital de las Cinco Llagas. como veremos en adelante, Este territorio, que durante ma significativas en sus usos, caracteristicos de la era preindustrial, a partir de 1850 comienza a cambiar radicalmente. El trazado del ferrocarril Sevilla- Cérdoba oculta el rfo y fragmenta el espacio mediante la via del empalme con el ferrocarril de Cadiz. Se construye el Cementerio de San Fernando y poste- riormente el Manicomio de Miraflores y la Casa Cuna, que sumados al Hos- pital de San Lazaro y al de la Sangre, dan a la zona norte un careter un tanto iestro. En sus terrenos se van edificando fiibricas y almacenes, infravivien- das, barriadas obreras y de autoconstruecién, escombreras y vacies, transfor- jones. de quinientos afios no suftié modif construidas® méndose las huertas y cortijos en zo La desordenada expansié lus 60 y 70 del presente siglo, con la edificacion de numerosas barriadas (Pino ica tuvo su punto dlgido en las décadas de n urbanis Montano, los Arcos, San Diego...) ocupadas por una poblacién en aluyiGn procedente del centro del easco hist6rico de Sevilla y de zonas rurales, princi palmente de pueblos de las provincias de Sevilla y Huelva, aleanzando el Distrito los 150.000 habitantes. Estas barriadas, ocupadas por una poblacién principalmente obrera, fueron inauguradas desprovistas de equipamientos y servicios minimos (colegios, mercados, Iineas de autobuses, etc.). La escasez de servicios foment6, a finales de Ios 70 y principios de los 80, el desarrollo de un fuerte movimiento vecinal asociativo, de mareado cariz reivindicativo. Algunos yecinos no s6lo exigieron equipamientos y servicios, sino también otra forma distinta de hacer la ciudad. La decisién municipal de construir un 26 a un grupo de personas para reclamar que éste fuera un nuevo parque movil espacio donde desarrollar la capacidad de participacién e intervencién en el idadano debe tener. Para ello se crea en 1983 la asociacin medio que todo vecinal Comité Pro-Parque Educativo Miraflores. Este grupo también se plan- 06 la importancia de conocer ¢ interpretar la realidad de la zona donde vivian, haciéndulo uy desde un deseo de eudiciGn o de couvcimiento cientifive, sino desde la necesidad de poner en pie proyectos culturales para la mejora de la calidad de vida de sus barrios. Los planteamientos basicos de la Asociacién eran y son: — que el proyecto del Parque Miraflores debe tener, aden para el ocio, un eardcter cultural y educativos —que el Parque que se construya tiene que estar entroncado con el medio social y ser respetuoso con Ia historia y las necesidades de la de zonas verdes en el que se ubi poblacién a quién va destinado. MANUEL LARA GARCTA RAFAT. LOPEZ GALLARDO Iisévicns que se dest del Pargue ide Sevilla {Dibyjos tp Nines Arce 1998), Con estas orientaciones se ha desarrollado un trabajo continuo que hasta Ia actualidad ha conseguido, entre muchas otras o sas, 1a no destruccién de los rasgos histdricos de este terreno agricola, de sus construcciones y su declara- cién como Bien de Interés Cultural’. La Hacienda de Miraflores La Hacienda de Miraflores es, junto con la Huerta de la Albarrana, una de las propiedades histéricas que conforman e! actual Parque Miraflores. Es! La Hacienda de Mirnflores y a Huvrta de La Allarrana: Dos antiguas propiadades agricola: dentro del Pargue Miraflores de Seva daa unos 3 kilémetros de Ia desaparecida Puerta del Sol, yendo por el antiguo camino de Miraflores (actual avenida del mismo nombre), en ta margen iz~ quierda, cruzando el cauce del que fue arroyo Tagarete, cuyas aguas pasaban a pocos metros de su caserio en su trayecto a Sevilla, Historia de la propiedad El asentamiento romano Dentro del terreno de la Hacienda de Miraflores, junto al camino que conduce de la carretera al caserfo, se conservan restos arqueolégicos de un asentamien- to de época romana. En 1986 se realiz6 un sondeo arqueolégico que documen- 6 parte de una construceién. Para edificarla se abancalé la ladera sobre la tie rr nanrral, a la que se‘ados6 un ancho muro-de mamposteria. Aste.asu ver se apa de tapial con la cara vi documentaron dentro del edificio los una cubierta de segulae © imbrices. Bl teja vasijas que se encontraban sobre el pavimento de tierra. como seria el caso de un gran recipiente de almacenamiento 0 dolivm. Por los restos del material arqueolégico el edificio parece que fue construido en el primer cuarto del siglo 1.C. y abandonado a finales del siglo Lo principios del siglo II d. C. Su fun- cionalidad pudo ser ta de almacén de-una explotacién agricola. revistié con una gruesa ta estucada, También se nientos de dos pilares que sostendrian lo se derrumb6 atrapando algunas MANUEL LARA GARCIA RAFAFL. LOPEZ GALLARDO- ALEJANDRO JIMENEZ HERNANDEZ, CARLOS ROMERO MORACAS A Sinden siete Foto: Carlos Rowe Moraga. 1585), ‘ciomex det souteo 0 de 1986 en el yuci- two Dibwin: Carlos: Drapes. 1986) Esta construccién rural puede ponerse en relacién con los repartos de tierras efectuados en época de César y Augusto a finales del siglo I a. primeros colonos, propietarios de pequenas parcelas de exploteién familiar, Jos que transformarfan el bosque mediterrinco, que cubria la actual campitia sevillana, en olivares, con una produccién destinada al comercio de larga dis tancia por el Guadalquivir. Estas pequefias explotaciones agricolas desapare- la tierra esta concentrada en pocas cen en unas décadas y en el siglo Id andes caserios agricolas, mis pro- manos cuyos propietarios construyen los piamente denominadas villae’. Elterritorio en la Edad Media El caserio de la Hacienda de Miraflores conserva una torre y una serie de ele- mentos constructivos (arcos de herradura, alfices, etc.), que hicieron pensar a algunos investigadores en la posibilidad de que se tratara de una estructura de origen Almohade, en conereto la torre, con similitudes constructivas con la Giralda. Hasta la fecha no se han publicado las conclusiones del sondeo a queolégico realizado en 1992 en los cimientos de la mencionada torre, aunque verbalmente si se nos ha adelantado que ningdn material arqueoldgico docu- mentado parece anterior a la Baja Edad Media’. La Hocievida de Miraflores y fv Huerta de Lit Albarranas Das aitiguas propiedaes agricola dentin del Pargue: Miraflores de Sevilla En los alrededores del caseri capitel de mérmol de época como umbral de una puerta. También aparecen en 5 les presumiblemente de época islimica. Pero, en cualquier caso, el pasado anterior a la conquista cristiana de las construcciones que actualmente se pue- den observar en el Parque Miraflores esti ain por demostrar. Los libros del Repartimiento de Sevilla tampoco aclaran mucho sobre este asunto. La men- cidn de la donacién de una alquerfa con una torre a la Orden de Aledntara por esta zona y su relacién con la Hacienda de Miraflores, es una hipstesis que también esta pendiente de demostrar fehacientemente. Por las descripciones de lo que se repartié en las margenes del arroyo Tagarete, parece probable que durante la Baja Edad Media estos terrenos estuvicran cultivados de vifias?. se encontré hace algunos alos, un trozo de un ifal, que en algin momento fue reutilizado perficie trozos de candi De Per Afan de Ribera al Noviciado de San Luis Miraflores ha pasado a través de los aios por las manos de algunos de los gran- des propietarios de Andaluefa. La primera mencin que conocemos es del iilti- mo tercio del siglo xv. Por estas fechas Inés de Ribera, hija de Per Afan de Ribera y Maria de Mendoza. casada con Juan Portocarrero, Il Conde de Medellin, recibié de sus padres la heredad de Miraflores, valorada en 350.000 maravedis. Posteriormente Inés vendié en 500.000 maravedis dicha finea a su hermana Leonor, esposa de Enrique de Guzman, futuro I Duque de Medina Sidonia', A mediados del siglo xv1, el primer Duque de Olivares, Pedro de Guzmdn y su mujer Francisca Nifia de Ribera, acrecentaron su mayorazgo incorpordndole entre otras propiedades el heredamiento de Miraflores!!. Sin embargo, median- te una clausula de la escritura de fundacién del mayorazgo de la casa, se per- mitia a los sucesores en el mismo poder vender las casas de Sevilla, los tribu- tos, el heredamiento de Miraflores y las huertas, siempre que esto se efectua- se para comprar villas y lugares, bienes raices 0 perpetuos, que quedasen incluidos en el mayorago de Olivares. Por esta cléusula, se procedié a la venta de varios bienes del mayorazgo, entre ellos el heredamiento de Miraflores en 1573, al tesorero de la reina, Juan Fernindez Espinosa! Entre 1573 y 1689 no conocemos noticias ni documentacién que nos pueda confirmar las diversas manos por las que pas6 esta posesién; sin embargo podemos adelantar algunas conjeturas o hipdtesis para ser rati zadas en fuluras investigaciones. La primera de ellas la pondrfamos en relaci6n con el erudito sevillano Benito Arias Montano, quien debié mantener contac tos en Madrid con Juan Fernandez Espinosa, ya que ambos personajes se movian en el ambiente de la Corte de Felipe IT. Podrfamos suponer que una vez sadas o recha- MANUEL LARA Gancia RAFAEL. LOPEZ, GALLARDO ALEJANDRO JIMENEZ HERNANDEZ CARLOS ROMERO MORAGAS di de Miraflores semeare Delgado, 1938), comprado el heredamiento de Miraflores por Juan Ferndndez Espinosa, se lo traspasase a Benito Arias Montano, el cual, a partir de estas fechas, mantiene una constante correspondencia con diversas personalidades desde mi Heredad y Casa de Campo de Flores, en Sevilla, desde donde redacté su testamento en 1598: en el cual nombra como heredero universal de todos sus bienes a la Cartuja de Santa Maria de las Cuevast', Siguiendo con este hilo conductor, podrfamos pensar que en algdn momento del siglo xvi la Cartuja traspasaria Miraflores al Colegio de San Luis. fundado, parece ser, en 1603. Una segunda tesis de trabajo, quiziis algo més firme, es que Juan Fernnde Espinosa tras- pasase directamente el heredamiento de Miraflores a la Orden Jesuita a inicios del XVI Lo que sf esta documentado es que en 1689 la posesién es del Colegio de San , confirmado por un contrato de arrendamiento de ta finea fio, donde, al sefialar los linderos de Ia finea, se Luis de los Jesu de la Albarrana en dicho declara la posesién de Miraflores en favor del Noviciado de San Luis, como veremos més adelante al tratar de la Huerta de la Albarrana. itas Miraflores debié pasar por momentos de esplendor. Cuenta Lorenzo Batista de Zeifiga que durante la estancia de los cerca de cinco afos que el Rey Felipe V de Borbén y su familia permanecieron en Sevilla, en con- creto en 1729, los monareas frecuentaron la Hacienda de Miraflores como de recteo, por influencias del confesor de los Reyes, Ignacio de Labrufel, finca de la Compania de Jestis: La Flacienda ce Mivafiores y a Huerta de La Alfurranas Dos antiguas propiedraes agricolas dentro del Parque Miraflores de Scola Aqut si el principe no desaprovechaba tiro en las palomas. La Serenisi- ma Princesa con una imponderable afabilidad y dignacion rendia los corazones de los jesuitas, que la servian, (..)', E12 de abril de 1767 se da orden de expulsion a los Jesuitas fuera de Espaita y de ocupaci6n y liquidacién de sus bienes. La Junta Munici- pal formada para tal asunio, evalud et estado de la Hacienda de San Ignacio de Miraflores el 27 de Octubre de 1769 en lo siguiente: Esta Possession, distante media legua de esta Ciudad, con privilegio de Cerramiento, se compone de Salas altas y baxas, Oratorio, Ataho- na, Cavallerizas, Pozo, Molino de Azeyte, Almacen, Andel cubierto para Bueyes, Huerta poblada de Hortaliza, y Arboleda de Naranjos, dos Norias y demas cori -spondiente EL valor material de la Hacienda consistia = Casas 139.834 reales de vellén ~ Olivares (231 aranzadas con 13.917 pies de olivos) 560.000.“ # = Tierra calma (109 aranzadas) 57488“ * - Huerta (10 y un cuarto de aranzadas con $20 dirboles de naranjos, limones. granados, y alameda) 63.233 reales de vellén A Caserio de tat Miraflores (F Fatagrifico Ce Pargne Sia MANUEL LARA GARCIA RAFAEL LOPEZ GALLARDO ALEJANDRO [MENEZ HERNANDEZ CARLOS ROMERO MORAGAS Sobre la propiedad recafan los siguientes tributos: Tiene sobre si nueve Pensiones perpetuas, que sus reditos importan 410. rls, y 3. mes. annuales, y el principal 12,302.22. y se pagan como Al Colegio de San Francisco de Paula 90. rls. por seis arro- bas de azeyte G15. rls. su principal 2700 = A la Fabrica de San Miguel por 2 dichas, 37. y 17: su principal 1.125 = A la de Seftora Santa Marina, idem = Al Hospital de San Lazaro dos, uno de 12.» 4 y otro de 19. y 26, ambos componen 31. y 30: su principal 956. 16 = ‘A la Universidad de Beneficiados 36: su principal 1680 = Al Convento de Santa Paula 20. y 8: su principal 877. 2. = Al de ta Concepcion junto d San Miguel 13. y 8: su principal 397. 2 = ¥ al Monasterio su principal 3442, y 2 prit de Trib. de San Geronymo 114, y 25: 12,302.22 rls./mrs. avi de Pha ie tas 1989, ede plane bo de ect in inne fees, 1988, La Hacienda ce Miraflores y la Huerta de Le Alfartanas Do antiga proppedsdes egpicolas idontro del Parque Miraflores de Sevilta Agregacion. Se le agregan 4700 ris. cnnuales redimibles por el principal que dicha Casa tomo de la Obra Pia, que en ella fundé Antonio Correa: Sti principal seco. 156.687 r1s.03) Como los demas bienes expropiados, la Hacienda de Miraflores salié a subas- ta ptiblica el 17 de febrero de 1770, comprindola el Duque de Alba por la e: mable cantidad de 1.032.000 reales de vellén'. Construcciones que se conservan Miraflores, en sus mas de 500 afios de existencia, es el reflejo fiel de la histo- ria agraria de Ja Sevilla extramuros, Sus campos han sido muy sensibles a los cambios de cultivos que, debidos a la rentabilidad, moda o necesidades. iba demandando la ciudad. En estos terrenos se han sembrado vifias, citricos, hucr- maiz o algodén. En su evolucién pode- olivos, patatas, tabaci mos establecer varias fases que pueden ayudarnos a comprender los restos arquitecténicos que hoy dia persisten Durante la baja Edad Media, los cultivos predominantes eran de secano, ent los que ocupaba un papel fundamental Ia vid. En el siglo xvi o xvi, la abun- dancia de agua permitié la explotacién de Io: huertas, dejando para secano Ia: cuando Miraflores sufre uno de los cambios fund: minar su fisonomia: el cultive masivo de olivo convirti6 el antiguo cortijo en Manos junto al Tagarete como Es a principios del siglo xvi mentales que van a deter- tierras alt na la que se destinarfa hi la apai de nuevos sistemas de prensado del aceite y. probablemente, la pérdida de ren- una hacienda para la produccién de aceite. fun principios del presente siglo, La puesta en regadio de estas tien tabilidad del olivar, levaron a un cambio dristico en los cultivos, de tal forma que los terrenos altos de Miraflores fueron ocupados por plantaciones de taba- co, maiz, algoddn o patata Consecuencia de esta dilatada actividad agrico lerrenos una serie de construeciones que se han ido acumulando, reutilizando aciGn actual. Este conjunto de ele Miraflores conserva en sus y transformando hasta adoptar la conti mentos podemos dividirlo en tres grandes bloques: el caserfo con el molino, el secadero de tabaco y las norias. El caserio EI patio del caserio de la antigua Hacienda de Miraflores est rodeado de las siguientes construcciones: el seforfo con Ia torre, situado al noroeste del recin- MANUEL LAKA GARCIA RAFAEL LOPEZ GALLARDO ALEJANDRO JIMENEZ HERNANDEZ CARLOS ROMERO MORAGAS. ‘sate ta Hacienda de Toes (tao: Lola vans, 1989} {o, la vivienda del capataz, al norte, el molino de aceite, que ocupa el flanco este, y al sur la caballeriza. El senorto es, sin lugar a dudas fue evolucionando la hacienda. El edificio es de forma rectangular y tiene una altura de das plantas, # excepcién de la torre que destaca sobre el conjunto. En origen estaba formado por el edificio que actualmente se conserva y. al menos, por otro que discurriria perpendicular al actual sefiorfo a través del patio y que. ‘en un momento que no podemes precisar, fue demolido. La nave norte de este primitivo edificio estaba formada por tres crujfas orientadas en sentido este- oeste. La primera crujia era un pértico formado por arcos de medio punto peraltados enmarcados por un alfiz, sustentados por pilares ochavados de ladti- Ilo, que rodeaban la construceién por sus frentes sur y oeste, La segunda eru- jia era una nave de 12,4 m de longitud y 3,7 de anchura de la que formaba cl nicleo original del cortijo, en torno al cual parte la torre. A esta nave se accedia desde el pértico a través de una puerta ‘a estaba dividida longitudinalmente por mbitos distintos. actualmente destruida. La tercera cruj una arcada y transversalmente por un muro que ereaba dos 4 La Hacienda de Miraloves w la Huerta de La Albwenanar Dos antiguas prope entra del Paruce Mirafloves de Sevil MANUEL LARA GARCIA RAFAEL LOPEZ GALLARDO. ALEJANDRO [IAMLNEZ HERNANDEZ, CARLOS ROMERO MORAGAS, A Pras v secris deta Hacienda (Plano: Lot Arve y fied Interior de ato Arehivn Forogy PronParque sft Cada uno de ellos tenia acceso a la segunda crujfa por sendos huecos simé- tricos adintelados con arcos de medio punto peraltados y enmarcados por alfiz, realizados con ladrillo en limpio. Este edificio, junto con la torre, no ha sido todavia objeto de una investigacién arqueoldgica exhaustiva. A par- tir de la informacién que poseemos lo mas que podemos decir sobre su cro- nologfa es que el sefior una construccién mudéjar del siglo XIV 0 Xv. La torre es el clement més controvertide que se conserva, Tanto su estructu- 9, en Su origen, parec ray tipologfa, como el arco de herradura conservado en el segundo piso de la escaler fecha de construecién. No obstante, las r sugieren una construecién unitaria con el seforio y, por tanto, dificilmente puede datarse mis alld del siglo x1v. A la torre se a da crujia por medio de una puerta de idénticas caracteristi . responden a prototipos Almohades y apuntan a ese momento como laciones estratigraficas constatadas ccedia a través de la segun- ws a las deseritas ntre Ia segunda y tercera crujia. El espacio que hemos denominado vivienda def capataz es un edificio inter- medio entre el seiiorfo y el molin de aceite. En a actualidad presenta un aspecto muy degradado, debido a las multiples reformas de las que ha sido objeto para adaptarlo como vivienda. La caballeriza es una nave de planta rectangular de 22 x 8 m que ocupa el flan- co sur del conjunto, Por lo que hemos podido observar su construccién debe ser coetdnea o ligeramente anterior al molino de aceite, hecho constatable a partir de la 1 en la construccidn y a las relaciones estruc: turales con la almazara. La primitiva nave sufrié multiples reformas durante los siglos xix y XX. Por referencias orales sabemos que esta de granero, sultié un derrumbe parcial en los aiios cuarenta de este siglo. nejanza tipolégi e. que servfa Recientemente ha sido restaurada y adaptada a salas de exposiciones. El molino de aceite EI molino ha sido objeto de una documentacién arqueolégica minuciosa que jembre de 1995, con la finalidad de poder acometer su poste- comenz6 en di rior rehabilitacién. Por esta raz6n su descripe El molino ha sufrido sucesivas transformaciones presen distinto del que wvo en su origen. De los edificios primitivos sélo eran reco- nocibles al principio de la excavaci6n la torre de contrapeso y la sala de mol ada trujal, mientras que gran parte de la nave de la viga y los ido demolidos en n merece un epigrafe aparte. jando un aspeeto muy denomi ajones de almacenamiento de ta aceituna, habian s corporados al patio. turaci trojes, 0 su (otalidad, soterrados & La Hacienda de Minuflores y 1a Huerta de Las Allinernns Dos antiguas propiedades agricola identio del Parguie Misaflores de Sevilla E] molino es un edificio unitario y de nueva planta, es decir, no se habilitacon struceion para este uso estructuras preexistentes, y debid ser coetdneo a la co de otros elementos sobre el antiguo cortijo para adaptarlo a las funciones pro- , segtin las fuentes documentales pias de una hacienda de olivar. Esto sucede de las que disponemos, a principios del siglo xvitt, siendo Miraflores propie- dad del Noviciado de San Lui La torre de contrapeso se adosa al norte de la nave de Ia viga y su funcién era la de contrarrestar los empujes que ejercfa la cabeza de la viga durante el pro- ceso de prensado. La torre alberga un espacio cuadrangular de 3,85 x 2,80 m, abierto al sur, conocido como Ia capilla, donde se alojaban la viga y los apara- tos que la sustentaban, denominados virgenes. Las paredes exteriores de la torre estaban esgrafiadas, simulando un aparejo de sillares del que quedan res- cipal. Esta torre de contrapeso, bles en la zona superior del cuerpo pri con remate con pindculos, es de similar tipologfa que la de la cercana Hacienda de Palma Gallarda de Carmona, que se fecha en 1713". La nave de la viga medfa 26 x 5,9 m, dimensiones condicionadas por Ia longi- tud de la viga, que en nuestro caso serfa de 14 m. desde el quintal 0 piedra de contrapeso, a las virgenes. Desconocemos Ia distribucién interna de Ja primiti- va nave ya que sufrid importantes reforms que describiremos més adelante. La nave estaba adosada a la torre por muros s para readaptarse al nuevo molino de dos pies de anchura y 8 m de altura, construidos con zdcalo de ladrillo y el resto de cajones de tapial, del que s6lo se conserva el del cerramiento exterior Contaba con dos accesos, uno desde el trujal en la cabecera de Ia nave, cuya cto de la molturacién funcién era la de facil ar el traslado de la pasta produ hasta la prensa, y una segunda puerta que la comunicaba con el patio, a través, de la nave de los trojes. itos para el almacenamiento de ja aceituna, estaban situa- Estos wrojes, © dep dos en una crujia anexa al lado occidental de la nave de la viga. Son ocho sec tores de 2 m de anchura divididos por muretes de los que s6lo ha quedado uno de ellos. De norte a sur, los cinco primeros seetores y los dos tiltimos estaban oenpados por habitaciones semisubterraneas utilizadas para el almacenamien to de la aceituna. El sexto sector era el pasaje de acceso desde el patio hasta la nave de la viga, cuyo suelo estaba empedrado con cantos rodados y ladrillos dispuestos a sardinel. Ei frente occidental de los trojes era un espacio portica- do al patio. de tal forma que cada vano daba acceso independiente a uno de los, trojes y alan Li truida ori do el muro occidental de una construccin precedente sobre la que se apoya- ve de kt viga. sala de molturacién, 0 trujal, tenfa por dimensiones 9 x 8 m. Estaba cons- nariamente con z6calo de ladrillo y el resto de tapial, aprovechan- MANUEL LARA GARCIA RAFAEL. LOPEZ GALLARDO ALEIANDRO JIMENEZ HER CARLOS ROMERO MORAGAS ba, y con cubierta a dos aguas. Las profundas transformaciones a que fue sometida en su posterior remodelacién nos impiden reconocer la ubicacién exacta de los elementos necesarios para su funcién: Ta caldera, el alfarje y el pozo. La reforma El molino sufrié una importante reforma que alect6 a todas sus instalaciones, bien por la tuina del edificio, o bien por la necesidad de incorporar los ade- lantos tecnolégicos que se habjan producido desde la construccién del primi- tivo molino hasta la Segunda mitad del siglo xix, fecha en la que, como argu- mentaremos, se realiz6 esta reforma. Las obras efectuadas en la torre de contrapeso tuvieron como fin elevar la allu- ra de la capilla y de la plataforma de trabajo de Ta cabeza de la viga. Se vaci6 parte del (echo de la torre, se elevé el arco de descarga y se subié [a altura del dintel en unos 40 cm. Las razones técnicas que motivaron esta actuacién son sis la necesidad de dificiles de precisar aunque podemos ofrecer como hips adaptar la estructura a una viga de mayores dimensiones y elevar la altura para aumentar la presién que se ejercia en cada prensado. La nave de la viga sufrié quizds las mayores reformas de todo el complejo, ibuci6n interna. La pla- aunque se respeté la estructura del edificio y su taforma de prensado estaba sobreelevada 1,15 m del pavimento y sustentaba la regaifa, o piedra solera de granito de 1,58 m de diimetro sobre la que pren- saba la viga, que tiene tallada un canal perimetral para la evacuacién del acei- te, De la regaifa partfa una atarjea que conducfa el aceite hasta la bomba, que es una tinaja enterrada con un brocal de ladrillo que servia para decantar el aceite, Desde la base de la bomba un canal comunicaba con la contraborba, tun pocillo cilindrico de 50 cm de didmetro donde se realizaba la ultima decantaciGn antes de conducir el alpech‘n al exterior del molino. La viga dis- cutrfa entre dos maderos verticales denominados guiaderas de las que queda la base de apoyo, que cra un sillar de calcarenita de 1,2 x 0,6 m con dos enta- lladuras que servfan de anclaje. El quintal o contrapeso de la viga era tam- ign de piedra caliza de 1.2 m de didmetro y 53 em de grosor. y se alojaba en tun pocillo delimitado por un murete a modo de brocal. Al fondo de Ta nave se situaban las tinajas de almacenamiento del aceite. Hemos localizado un total de diez, fragmentadas en su mitad superior y las huellas de otras que fueron extraidas. La nave de almacén, 0 de los trojes. debi sufrir importantes reformas estruc- turales. Se eliminaron las divisiones de los trojes, a excepcién del murete que dividia el segundo y tercer tramo, y se le sobrepuso un nuevo pavimento, Los Le not de res yar dea Aira: Dos entgans propictas eriolas “out del Pogue Mrjlres de Scilla dos tiltimos trams se unificaron y perdieron su funcién de almacén de aceitu- nas. Se abrié una puerta que obligé a transformar el portico que. a partir del pasaje de acceso al molino, en sentido sur, debié cegarse. La sala de molturacién o trujal cambié sustancialmente su fisonomia Se cons- truyeron dos arcos de medio punto que dividieron la estancia en tres tramos de similares dimensiones, y la cubierta se renové completamente. El alfarje, 0 plataforma circular sobre la que descansa la piedra solera para la molturacién, con un diémetro de 3 m, se situ6 en el centro de la sala. Del alfarje sélo se con- serva su cimentacién, La caldera se situé en el éngulo nororiental de la sala. El horno estaba excavado en el suelo, La campana de la chimenea, de la que nos las del apoyo sobre la esquina de los muros, también ha han quedado las huell desaparecido, El didmetro del alfarje, de 3 m, es importante cronolégicamente hablando por ‘arfa que 1a molienda de la aceituna se realizaba con piedras cénicas que © rulos, que sustituyen a la piedras cilindricas o italianas, que necesitab: superficie para moler. Este cambio tecnolégico se generaliza en los molinos sevillanos hacia mediados del siglo xix, fecha en la que suponemos que s nas reforma nuestro molinot®, ‘MANUEL LARA GARCIA RAFAEL LOPEZ GALLARDO ALEJANDRO JIMENEZ, HERNANDEZ. CARLOS ROMERO MORAGAS < Reconsinwe moti dee Hacienda de (Dibjo: ua Alero. 12: de Ta inverpr anqueotéicn Afandra Js Hemnindezs EL final del molino y su demolicion parcial A pesar de que los cambios teenolégicos producidos por la revolucién indus- trial habjan aportado nuevas maquinarias que reducian considerablemente los costos y aumentaban el rendimiento de la molienda, las almazaras de nuestra zona siguieron empleando el sistema de viga y quintal durante todo el siglo XIX. Las prensas hidréulicas no se generalizaron hasta el primer tercio del siglo xx, y en torno a 1930 los molinos de viga dejaron précticamente de funcionar, lo que también suponemos que sucedié al de Miraflores. En la cata realizada al exterior del muro este de la torre de contrapeso, encontramos el canal que ser- via para evacuar el alpechin desde la bomba hacia las balsas de decantaci6n Por los restos encontrados parece que el canal se cegé en toro a los afios 20 de nuestro siglo. No sabemos si medié mucho tiempo entre el desuso y Ia destruccién parcial del molino. Testimonios orales que hemos recogido indican que las construc: ciones que sustituyeron a Ta nave de la viga estaban ya realizadas antes de 1940, Todo ello parece indicar que una vez abandonado el molino, éste se des mantel6 y se demolieron gran parte de sus estructura. La nave de la viga y los trojes se derribaron en su totalidad a excepciGn del muro de levante, que se desmoché y dot de una albardilla, convirtiéndolo en una tapia de delimitacién del cortijo. Parte de la nave de la viga se tabicé creando una nueva estancia junto con la torre. En el trujal se desmonté el alfarje, la caldera y la para habilitar el espacio para otros usos. En el espacio creado por la demoli- cidn de la nave de la viga y los trojes se realizaron construcciones de poca envergadura que sirvieron de vivienda para los obreros de la Finca, a la que, npana. posteriormente, se afladi6 un gallinero. El secadero EL conjunto que hemos denominado secadero ests formado por dos edificios, el secadero de tabaco y un cobertizo, dispuestos en torno a un patio cerrado. EI secadero de tabiico se construye a mitad de este siglo aprovechando como base una primitiva nave cuadrangular de 35,65 m de largo, 9,80 de anchura y los 2.5 m de altura que conserva en la actualidad. Los muros de este edificio estan realizados mediante pafos de tapial separados por verdugadas de ladr Llo, con pilares de refuerzo en las esquinas y en el vano de la puerta. La estruc- tura del secadero de tabaco est formada por pilares de ladrillo taco y bloques de cemento que sustentan una techumbre de vigas de fundici6n cubiertas por planchas de uralita. Los muros estan calados para permitir el paso del aire y construidos mediante bloques de cemento. a Havin le ioe a Hus de a Albarranes Dos atiguas propindades apricots douirodel Parque Abalone de Sevilla X Rehabitinacin de un nnorias del Pere M (Foto: Archivo Fores Comiré Pro-Parque Miraflores, 1997), € La novia en fcionee (Foto: Archivo Fog Comité Pro-Parque Mirafores, 199) En Ia fachada norte se abre un inmenso patio o corral empedrado de 35 x 48 m, que conserva restos de cobertizos aledaiios al secadero. El centro del patio esta ocupado por un pozo y abrevadero para el ganado, que evidencia el uso al que primitivamente estaban destinadas estas instalaciones. En el extremo noreste del corral se alza el vuv edifiviv que queda en pie de este conjutto. Es un nave de una sola planta de 28 x 9 m, de construccién reciente, que ha sido uti lizada como almacén, carpinteria y cuadra. is dos norias de la Hacienda Miraflores Estas norias, con su alberca y sistemas de distribucisn del agua, fueron objeto de estudio y documentacién arqueolégica detallada en 1986", El momento MANUEL LARA GARCIA RAFAEI. LOPEZ GALLARDO- ALEJANDRO JIMENEZ, HERNANDEZ, CARLOS ROMERO MORAG HORA 1 NORIA 2 tas ysccciones de as de Su construccién habrfa que ponerlo en relacién con el desarrollo demogra- tors dela Haciewla ‘s : Mores tDilapo fico de la Sevilla Moderna, que harfa rentable la construecién de norias para la wi dtomero Maga, ae - ‘ : q a ampliacién del perimetro de huertas que abastecfan la ciudad, a finales del siglo xvi o principios del xvi. La Noria de las Moreras Esté situada a unos 200 m de la carretera de Miraflores, en la margen izquie da del camino que parte de ésta hacia el caserfo de la hacienda. El pozo, de 3,66 m de didmetro, es de fabrica de ladri lo con mortero de cal. taint de tones ert de a Albrrarn Dos antéguns propisiades agro: lure del Parque Miraflores de Sells rancan de la estruc- La noria se sustenta por dos arcos de medio punto que a tura circular, permitiendo una abertura exterior rectangular de un 1m de nchura, La caja de la noria est enmarcada en superficie con un sardinel. Esta estructura se sustenta sobre dos largos muros subterrineos que atraviesan el pozo de lado a lado. Al oeste, a ambos extremos de ta caja de la noria, se con- seryaron los cimientos de los dos pilares que sostenian el engranaje horizon- tal, que han sido recientemente rehechos. También conservaba la pila de verti- do de agua, de planta cuadrada y los cimientos del canal de conducci6n a la alberca. La alberca es de planta cuadrada, de 12,30 m de lado y 14 Estd construida de fabrica de ladrillo y mortero de cal, con sus muros remata~ dos con un doble sardinel y una soleria de ladtillos espigados. Al exterior del 5 de profundidad. muro norte, en su extremo oeste, esté el siftn de desagie, de planta cuadrada y 2m de lado, desde donde parte una acequia de riego de la que slo se con- servan algunos metros. En fecha que desconocemos de arquitectura popular con cubierta de tej recientemente fue rehabilitada como sede del Programa de Edu construy6, junto a su alberca, una pequefia casa a dos aguas, que in Me rectangul ambiental Huerta las Moreras. La Noria de las Moreras hace algunos afios fue restaurada y funciona de forma tradicional, con una maquinaria de madera y cangilones de cermica La Noria de la Carretera de Miraflores Esté situada en la margen izquierda de la antigua earretera de Miraflores, junto a la entrada del camino que va hacia el caserio. Su estructura y forma de construccién es muy similar a la de la noria anterior netro construido de ladrillo con mor- ‘Tiene un pozo circular de 3,90 m de did tero de eal. La noria se sustentaba por dos arcos de medio punto que arrane: ban de la estructura circular permitiendo una abertura al exterior rectangular de 91 cm de anchu plancha de hormig6n y una caseta de ladrillo donde habia instalado, en los lti- rico. En el lado sur, a ambos extremos de la ra. La super estructura de la norta esta soterrada bajo una mos afios de uso, un motor elé caja de la noria aparecen los cimientos de los dos pilares que sostenfan el engranaje horizontal, que por movimientos del terreno se encuentran algo buzados, Al sur del pozo, junto a la carretera, parte una amplia galeria abovedada de 6,60 m de longitud, que comunica directamente con el agua por debajo de la estructura de la noria. Se accede a la galerfa mediante un sardinel. El suelo MANUFI. LARA GARCIA RAFAEL LOPEZ GALLARDO ALEJANDKO JIMENEZ HERNANDEZ CARLOS ROMEKO MORAGAS conserva restos de un pavimento de ladrillos espigados. Al final cuatro escalo- nes sitven de descenso al agua del pozo. La galerfa en su origen debié de ser subterranea, siendo sélo visible la entrada. Su funcionalidad parece relaciona~ da con el camino de Miraflores y su utilidad la de que el caminante accediera al agua directamente, sin estorbo de los engranajes de la noria. Su destruccién 6n de una gruesa tuberia de agua paralela a la casi total es debida a la instalac carretera, que la cruza transversalmente. La alberea, de forma cuadrada de 8,10 m de lado, esta construida de fabrica de Jadritlo con mortero de cal y el suelo pavimentado con ladrillos espigados. En Ja parte superior de los muros han desaparecido los ladrillos dispuestos a sar- dinel que los rematarian, aunque queda su huella en la argamasa. Adosado muro norte, al exterior, tiene un sifén rectangular de 1,70 m de lado, con 4 -s formados por tubos de barro, No se conservan restos de acequias de desagi riego. Conclusiones sobre la evolucion de las construcciones de Miraflores El nticleo original de las edificaciones que se conservan actualmente en Miraflores es el sefiorio que, como ya hemos indicado, es una constru unitaria fechable entre los siglos x1v y xy. No obstante, el tinico elemento que ién ofrece una datacién fiable es el arco conopial que posee una ventana abierta en Ja segunda planta del muro norte, que podemos fechar en la segunda mitad del siglo xv. VI y XVIII se suceden una serie de reformas en el caser 0 que atin no estamos en condiciones de precisar, como la construcci6n de las cab: Ierizas, la reforma de la segunda planta del seftorio y, tal vez, la construccién de una tercera planta, que engrandecieron la heredad. Asimismo se construiri an las dos norias para poner en regadio la parte baja de la finca A principios del siglo xvi, la construceién del motino acabé por adaptar la prototipo de la hacienda de olivar, con dos espa- Entre los siglo: morfologia de Miraflor cios bien diferenciados: el de labor y el easerio™. En la segunda mitad del siglo x1x se produjo una completa renov: en el molino como en el resto de 1a Hacienda, motivada principalmente por el estado ruinoso en que debian encontrarse parte de las instalaciones: y pa estos momentos se reha adapiarla a los nuevos usos imperantes da del patio del caserio, se construye la base de la nave que posteriormente secadero de tabaco, se cierra el patio de labor con una tapia y se trar la porte Jorma el molino de aceite. Le Facienle de Miraflores y da Huerta de La Allrrana: Dos antiguas propiodesagricolas entra del Parque Miraflores de Seca En el primer tercio del siglo xx el molino de Miraflores se abandoné, La anti- ierras de regadio, ciones que la han Hevado al inicidndose parale- gua Hacienda pas6 a ser un Cor lamente un perfodo de degradacién de las constru estado ruinoso en que podemos contemplarla hoy dia, La Huerta de La Albarrana La Huerta de la Albarrana, la otra propiedad histérica incluida en el Parque, esta situada a la misma altura que la Hacienda de Miraflores, pero en la mar- gen derecha del antiguo camino, que al parecer siempre sirvié como linde entre las dos propiedades. En ella atin se conservan las construcciones hidrau- licas que sirvieron para suministrar agua al Hospital de las Cinco Iagas: el area de agua, las galerfas y el pozo de noria. Datos histéricos sobre la propiedad Ia Albarrana en la Edad Media igen claramente arabe y su signifi- ana. es medieval y deo El topsnimo Albar cado va unido al de torre adelantada en una fortaleza. Por ello se ha querido relacionar con la cereana torre de la Hacienda de Miraflores, como una prue- ba del origen Almohade de esta construccién, lo que no deja de ser una hipé te mente. necesaria de confirm: histériea y arqueolégi La primera noticia que conocemos referente a la Albarrana es un documento de noviembre de 1285 por el que Dofia Pascuala de Talavera entrega todos sus bienes al Convento de Santa Clara, lugar donde desea ingre sar tras la muerte de su marido. Estos bienes incluyen cinco pedazos de vita en el Mano de la fuente Albarrana, préximo al arroyo Tagarete y al camino que posteriormente se llamara de Miraflores. Este documento pone de manifiesto fechado e1 la antigtiedad del manantial de la finea, ya usado como referencia topogrifi- ca” ‘También una década mas tarde, en 1296, D.* Marfa, mujer de Benito Pérez, entrega a sus hijas un (erreno de viflas en la fuente Albarrana, Parece ser que MANUEL LARA GARCIA RAFAEL. LOPEZ GALLARDO. ALE DIMENEZ, HERNANDEZ CARLOS ROMERO SORAGAS el cultive predominante del lugar fue la vid, To que nos hace suponer que durante toda la Baja Edad Media estas tierras fuer n de secano y no huertass’ propiedad del Hospital de San Lazaro La Albarrana, En 1501 Mencia Séinchez de Alacaz ordena en su testamento que ka vif que tiene en el pago de la fuente Albarrana, que linda con vitias del jurado Cabrero, con vihas de Alonso Gareia Tejedor y con el camino de Miraflores sea vendi- da por mil maravedis al que la tenfa arrendada, de tal manera que quinientos maravedis fuesen para las obras de la iglesia de! Omnium Santorum y otros quinientos para el Hospital de San Lévzaro: pero sino lograba vendlerse por esta cantidad, que la Albartana pasara como propiedad al Hospital, tal como debié de suceder. En a Luis de Ribera. mereader de la collacién de Santa Catalina. por un real y Lazaro da 527 el Hospital de Ja Albarrana a tributo y censo perpetuo medio de plata al aio. La descripcidn de la propiedad es: una aranzada de tie ¢ Mbarrana que linda, por una parte. con olivares del con olivares de Juan Benitez de Sama: y por en la fu fra caln mismo Luis de Ribera: por la otr delante, con el camino de Miraflores que va a Majarancén. Muerto Luis de Riber Albarrana, en las misma De estos documentos hay que destacar que mie habla de la Albarrana como una finca cultivada de vias que linda con otras su viuda, Sancha Muioz, contintia en 1532 con el contrato de la condiciones que su difunto marido. as en el primero. de 1501, se vilias, a partir de 1527 se describe como tierra ealma rodeada de olivares. Por tanto, en este primer cuarto del siglo xv1 y en esta zona, se sustituyen las vitiats horedadas de la Sevilla musulmana, por olivares y tierra de cereal. Como vere- mos en adelante, no es hasta el siglo XVII, que sepamos, cuando por primera vex se menciona a ka Albarrana como una huerta. La Albarrana, propiedad del Hospital de las Cinco Lia; Desconocemos la fecha en que pasé a ser la Albarrana propiedad del Hospital de las Cinco Llagas. pero en 1627 el Administrador del Hospital, doctor Jofre ssa, pide licencia al Ayu feria el arro- de Le tamiento para cruzar con una yo Tagarete, junto al pu nie. y hacer una zanja en el camino de Miraflores para meter Ia tuberia. La de la Tuente de ta Albarrana que sobraba de re did a a peticidn y nombré a Francisco de Torreblanca para estudiar el tert avn cs que queria evar el agu ar la huerta, al Hospital, El Ay! mamiento acce- Asf se puede interpretar que es en esta fecha cuando se construyé el sistema hidrdulico compuesto por: el area de agua con sus galerfas, el pozo con la alberea y acequias, que atin hoy dia se conservan en el Parque y que deseribi- mos mas adelante. L corresponde a un contrato de arrendamiento fechado en el aito de 1689: referencia directa a la Huerta de la Albarrana mas antigua de esta elapa lias del mes de octubre de 1689 aios En la ciudad de Sevilla en dit estando ante las puertas del Hospital de la Sangre, extramuros de esta ciudad: y presente Marcos de Aguilar, pregonero de esta ciudad; ante mi, Bernardo Garcia escribano piiblico de ella y testigo de yuso escri- 10; el senior don Mateo de Escobar, presente ¢ administrador del dicho hospital, y dijo, que el dicho hospital tiene por arriendo suyo una huerta de soleria y drboles fruta es con su noria, pozo y alberca y cer- cada de vallados con su casa de piedra y su portada y en ella dos pila- res de ladrillo y un arca de agua donde solia venir en canada desde el hospital; que la Haman la Huerta de ta Albarrana; cerca de la Fuente dei A si el ntimero treinta y zobispo, extramuros de esta ciudad, que e3 te segunda de las posesiones del dicho hospital. Y que linda, por una parte con olivares de don Fernando Ramives de Gusman, y por otra parte con el Camino Real que pasa y divide la Huerta y here- MANUEL LARA GARCIA RAPAEL LOPEZ GALEARDO ALEJANDRO JIMENEZ. HERNANDEZ CARLOS ROMERO MORAGAS. £Phansas, se recimstees signa (Dib Morass, 4 dad de Miraflores, perteneciente al Colegio de San Luis. ¥ que ta dicha Huerta esté vacante de mucho tiempo a esta parte y que de orden de los Senores Padres Patronos, la ha hecho traer en pregon para dara de por vidas mds tiempo de treinta dias y que esté asigna- do el remate para hoy en este sitio y pidi6 la dé por escrito, lo que en esta razén pasare, yo le su pedimiento, el dicho pregonero dio el pre gou siguiente: En el pregén se establecen las condiciones del arrendamiento, al igual que las obligaciones: 2) B] que arrendase la huerta debe realizar obras de mejora en la misma, con- sistentes en hacer de nuevo el colgadizo de la entrada de la casa, arreglar el el cobertizo de la casa, algunas paredes y tabiques, La chimenea, la escalera y algunos ludrillos de soleria, asi como las puertas 24) Al finalizar el arriendo (que era por dos vidas), todas las mejoras debian estar finalizadas. suelo de las caballeriza: 3) La persona que se hiciera con el arrendamiento estaba obligada a dar a los Arboles cada alto las cavas, riegos y beneficios que necesitase! |. para que no se secase 42) El cuidado de las caferias caia sobre el arrenda j alguno se secaba debia reemplazarlo. io, 5.) Si en alguna ocasi6n el hospital precisaba del agua de la Fuente Albarrana, el arrendatario (con una bestia que mandaba el Hospital) debfa extraer el agua de la noria. 6.) so de ausentarse el arrendatario, debe da anualmente, si no lo a que habia muerto y el Hospital se harfa testimonio de su vida nc cfa, se entend de nuevo con la finca con sus mejoras. 7.4) Por titimo, el Hospital exigia al arrendatario presentar varios fladores que fuesen del agrado y de Ia aprobacion del Hospital. ‘Tras estas condiciones se procedié a la puja y quedé adjudicada a Benito de Santiago, de la collacién de San Salvador, en ciento treinta y dos reales de vell6n de renta cada aio. El 16 de agosto de 1697 murié sin testar Benito de ante. No obstante, pocos dias Santiago, por lo que la finca qued6 de nuevo ¥: més tarde, se arrendé temporalmente por 16 ducados a Antonio de Vera®, EI 29 de septiembre de 1714, los Reverendos Padres Patronos administradores del Hospital, acordaron dar a tributo y censo perpetuo de 99 reales de vellén al aio la Huerta de la Albarrana a don Gil Garefa de Marchena. Presbitero Cura Segundo del Hospital, tras valorarla en 2.985 reales. Esta dacién la justi- fican argumentando que la huerta hace muchos afios que no es rentable y por a cid od Mires yi Hc de a Alaura: Dos antiguas propia agricola lene Pvc free Seca lo tanto est descuidada y sin guarda, deteriorindose dia a dia, ya que su ren- dimiento no da ni para pagar a dicho guarda. La descripcién de la finca ta sitéa en el término de la Rinconada, junto a Miraflores y la Fuente del Arzobispo. Linda por una parte con el arroyo Tagarete y con el camino de Valdezorras y otros linderos. Son 4,5 aranzadas de tierra con exclusién de la zona construida, de poca calidad por ser ba que también se valora su cercanfa a Sevilla. En ella hay plantados siete pies de olivo. ocho moreras y dlamos negros en los vallados. La construccién se com- pone de casa alta y baja de piedra y vallado, que esti en ruina. También un manantial nacimiento de agua abundante con un arca grande de material en el que se recoge, y una cafieria que va a un pozo grande con su alberca, Ademis fa por la que se conducia el agua al Hospital ...fa cual ha muchos aun- hay una caiters ditos que no corte. Enire otras condiciones don Gil Garcfa de Marchena y los futuros poseedores de la huerta, estén obligados perpetuamente a mantener y conservar en ella el area de agua, pozo, alberca y cafteria que va desde el area al pozo, para que el Hospital en cualquier momento pueda volver a encauzar el agua del manantial y servirse de ella, Por lo tanto los poseedores de la Albarrana tienen la obliga- cidn de mantener la caferfa y camino por donde viene, libre y sin ocuparlo de Jirboles ni otras plantas. Después de Gil Gareia de Marchena la finca pass por numerosos propietarios a través de los siglos xvit y XIX que realizaron en ella algunas mejoras, cony tiendo la Albarrana en una huerta de cftricos. En 1803 se cancela el tributo de 99 reales con que se gravaba la finca y no se vuelven a mencionar en las escrituras Jas otras condiciones que el Hospital impuso a sus propietarios en 17142". HEL LARA GARCIA RAFAEL LOPEZ GALLARDO ALEJANDRO [IMENEZ HERNANDEZ CARLOS ROMERO MORAGAS “Area sob la Albarra ef siglo dde agua al Gineo Leg Clentonte Francisco Collantes de Teran, en su estudio sobre el Hospital de las Cinco Llagas menciona la Huerta de la Albarrana en estos términos: (...) euidadosos los Patrones del bien de los enfermos, costearon ta traida de agua al edificio, de un manantial muy abundante que habia en la heria de la Albarrana, préxima d Miraflores, formando en ella un depdsito de sélida construccién, que vi en 1866; y un acueducto para conducirlas @ otra arca establecida en la huerta del hospital, desile donde se distribuia al interior del edificio. El sostenimiento del acueducto era gravoso, y tal vez por esta causa, ¥ por que las rentas habian disminuido, se pensé en abandonarto, jomando las aguas det conocido por los Caitos de Carmona; lo que se verifies al fin en 1826, colocdndose a la derecha de la puerta princi- pal una losa de marmol, que senala su altura, superior é las que ten- drian las de ta hmerta de la Albarrana. Esta finca se dié é tribute 4 uno de los Administradores, y atin euan- do el capital ha sido redimido, se reservé al Establecimiento ta pro- piedad de las aguas, imponiendo 4 los poseedares la obligacién de conservar el acneducto dentro del predio, -para que en cualquier tiempo pudiera wilizarse libremente, aun cuando no queddra agua para riego-: lo que indica que se dejé también para el Hospital et abundamte pozo, cuyas aguas fueron analicadas en 1866, y se juzga- ron superiores é las de la fuente llamada det Arzobispo No tenemos més informacién documental o bibliogrifica sobre la Albarrana a partir de esta fecha. No obstante supenemos que las tr radicales de la huerta se han producido en época reciente. Estas son sin duda sformaciones ma la desaparicién del cauce del Tagarete en 1963 y la nivelacién de toda la finea con un relleno procedente de los desmontes realizados para la instalacién del cercano Poligono Industrial Store. También son recientes la explotacion de una gravera y Ia instalacién de una factoria de prefabricados de hormigén, hoy también desaparecida. El caserfo de la Huerta de ta Albarrana, una construccién posiblemente del siglo pasado, fue demolido casi en su totalidad por Parques y Jardines del Ayuntamiento en 1986, cuando se adquirié la propiedad para el Parque. Sélo nea y una nave del antiguo se han conservado restos de una bodega subterr granero, que tiene una inscripcién en la pared exterior con el aiio 1855 La Hacienso de Miraflores y la Huerta de Lat Alinerant: Dos antiguas propels agvicolas dentro del Parque Miraflores de Sevila

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