You are on page 1of 3
INTRODUCCION En la actualidad “filosotfa politica” se ha vuelto cas: sinénimo de “ideolo- gia”, por no decir de “mito”. Sin duda, se le interpreta en contradistinciGn a “ciencia politica. La distincin entre flosfia politica yciencia politica es consecuencia de la distincién fundamental entre filosofia y ciencia. Y hasta esta distincién fundamental tiene un origen relativamente reciente. Por tra- dicién, la filosofia y la ciencia no se distinguian: la ciencia natural era una de las partes més importantes de la filosofia. La gran revolucidn intelectual del siglo xvi que Saco a la luz la moderna ciencia natural fue una revolucién de tuna nueva filosofia 0 ciencia contra la filosofia o ciencia tradicional (princi- palmente, aristotélica). Pero la nueva filosofia o ciencia sélo se impuso en parte. La parte més triunfante de la nueva filosofia o ciencia fue la nueva ciencia natural. En virtud de su victoria, la nueva ciencia natural se hizo més y mas independiente de la filosofia, al menos en apariencia, y hasta, por decirlo asi, llegé a ser una autoridad para la filosofia. De este modo, qued6 generalmente aceptada la distincién entre filosofia y ciencia y, con el paso del tiempo, también la distinciGn entre filosofia politica y ciencia politica como tna especie de ciencia natural de las cosas politicas. Sin em- bargo, por tradicién, filosofia politica y ciencia politica eran lo mismo. Filosofia politica no es lo mismo que pensamiento politico en general. El pensamiento politico es coeténeo de la vida politica. Empero, la filosofia politica surgié dentro de una vida politica particuler, en Grecia, en aquel pasado del que tenemos registros escritos. Segtin la versién tradicional, el ateniense Sécrates (469-399 a.c.) fue el fundador de la filosofia politica. S6- crates fue maestro de Plat6n, quien a su vez fue maestro de Aristoteles. Las obras politicas de Platén y de Aristételes son las obras més antiguas dedi- cadas a la filosofia politica que han llegado hasta nosotros. El tipo de filo- sofia politica que se originé en Sdcrates es llamado filosofia politica clasica Esta filosofia politica clisica fue la filosofia politica predominante hasta que surgis la filosofia politica moderna en los siglos xvt'y xvi. La filosofia politi- ‘ca moderna surgié por la consciente ruptura con los principios establecidos or Sécrates, Por dichos motivos, la filosofia politica clasica no se limita a la ensefianza politica de Platén y Aristoteles y de sus escuelas: también incluye la ensefianza politica de los estoicos, asi come las ensefianzas politi- «as de los Padres de la Iglesia y de los escolisticos, mientras tales ensenan- Zas no estén basadas exclusivamente en la revelacion divina. La tradicional idea segiin la cual Socrates fue el fundador de la filcsofia politica necesita Giertas condiciones o, mejor dicho, explicaciones; y sin embargo, es menos err6nea que ninguna alternativa, Desde luego, Sécrates no fue el primer fildsofo, lo cual significa que la fi- losofia politica fue precediida por la filusufia, A los primeros Tlldsofos Ios lla- B u INTRODUCCION ‘ma Aristoteles “los que discurren sobre la naturaleza”; los distingue de los “que discurren sobre los doses”. Por ello, el primer tema de la filosofia es la “naturaleza”. {Qué es la naturaleza? El primer griego cuya obra ha llegado hasta nosotros, nada menos que Homero, menciona la “naturaleza” una sola vez; esta primera mencién de la “naturaleza” nos ofrece una importan- a sugestin de lo que los flésofos griegos entendian por “naturaleza”’ Enel décimo canto de la Odisea, Odiseo nos cuenta lo que le ocurrié en la isla de la diosa-hechicera Circe, Esta habia transformado a muchos de sus compafieros en cerdos y los habia encerrado en porquerizas, Camino a la casa de Circe, dispuesto a rescatar a sus pobres comparieros, Odiseo tropie~ Za con el dios Hermes, quien desea salvarlo. Promete a Odiseo una hierba extraordinaria que lo hard inmune contra las malas artes de Circe. Hermes “arrancé una hierba de la tierra y me mostr6 su nuturaleza. Bra negra en las raices, como leche su floraci6n; y los dioses le laman ajo. Es dificil arrancar- la para los hombres mortales, pero los dioses lo pueden todo”. Y sin embar- go, la facilidad con que los dioses arrancan la hierba no les serviria de nada, para empezar, si no conociesen la naturaleza de la hierba: su aspecto y st Gon. Por ello, 10s dioses son omnipotentes, pues, en realidad, no son om- niscientes, sino conocedores de la naturaleza de las cosas, de naturalezas que ellos no han creado. Aqui, “naturaleza” significa el cardcter de una cosa ‘de una indole de cosa, el modo en que una cosa o una indole de cosa pare- ‘ce y actia, y la cosa 0 el tipo de cosa no fue hecha por dioses ni por hom- bres. Si podemos tomar literalmente una expresién poética, diremos que el primer hombre que sabemos que hablé de la naturaleza fue el caprichoso Gdiseo, que habia visto las ciudades de muchos hombres y por ello habia legado a saber hasta qué punto los pensamientos de los hombres difieren deuna ciudad a otra o de una tribu a otra. Parece ser que la palabra griega que designa la naturaleza (physis) signi- fica, basicamente, “crecimiento” y, por tanto, asimismo, aquello én que una cosa se convierte al crecer, el término del crecimiento, el cardcter que tuna cosa cuando su crecimiento est4 completo, cuando puede hacer lo que Sélo la cosa plenamente desarrollada de la indole en cuestién puede hacer 0 hace bien. Cosas como zapatos o sillas no “crecen” sino que son ‘hechas”: no son “de naturaleza’” sino “de arte”. Por otra parte, hay cosas que son “por na~ turaleza” sin haber “crecido” y hasta sin haber nacido de alguna manera, Se dice que son “de naturaleza” porque no fueron hechas y porque son “las co- sas primeras”, de las cuales 0 a través de las cuales han surgido todas las otras cosas naturales, Los dtomos a los que el filésofo Demécrito lo remite todo son de naturaleza en este tltimo sentido. ‘La naturaleza, de cualquier manera que se le interprete, no es conocida por naturaleza. A la naturaleza hubo que descubrirla. Por ejemplo: la Biblia hebrea no tiene una palabra que designe la naturaleza. El equivalente en he- breo biblico de “naturaleza” es algo como “modo” o “costumbre”. Antes de descubrir la naturaleza, los hombres sabian que cada cosa o indole de cosa tiene ou "modo" o su "costumbre”: su forma de “conducta regular”. Hay un modo o costumbre del fuego, de los perros, de las mujeres, de los locos, de INTRODUCCION 15 Jos seres humanos: el fuego quema, los perros ladran y mueven la cola, las mujeres ovulan, los locos rabian, los seres humanos pueden hablar. Y sin embargo, hay modos o costumbres de las diversas tribus humanas (egip- Gios, persas, espartanos, moabitas, amalecitas, etc.). Mediante el descubri- imiento de la naturaleza, la diferencia radical que hay entre estos dos tipos de "modos” o de “costumbres” pasd a ocupar el centro de la atencién. El descubrimiento de la naturaleza hizo que el “modo” o la “costumbre” fue- sen divididos en “naturaleza” (plysis), por una parte, y “convencién” 0 “ey” (nonos) por la otra. Por ejemplo: es natural que los seres humanos puedan hablar, pero el hecho de que esta tribu particular se valga de ese Jenguaje particular se debe a convencién. La distincién implica que lo natu- rales anterior a lo convencional. La distincién entre naturaleza y conven- Cin es fundamental para la filosofia politica clasica y hasta para la mayor parte de la filosofia politica moderna, como puede verse simplemente en la istincién entre derecho natural y derecho positivo. Una vez descubierta la naturaleza e interpretada bésicamente en contra- distincién con la ley o la convencién, fue posible y necesario plantear esta pregunta: zson naturales las cosas politicas, y, silo son, en qué medida? La pregunta misma implicaba que las leyes no eran naturales. Pero la obedien- Gia a las leyes era considerada, en general, como justicia. Por tanto, habia {que preguntar si la justicia es simplemente convencional o si hay cosas que son justas por naturaleza. Son hasta las leyes simplemente convencionales, tienen sus raices en la naturaleza? ;No deben estar las leyes “acordes con lanaturaleza”, y especialmente acordes con la natureleza del hombre, si ‘queremos que sean buenas? Las leyes son el fundamento o la obra de la ‘comunidad politica: jes de naturaleza la comunidad politica? En los inten- tos por encontrar respuestas a estas preguntas se presupuso que hay cosas que por naturaleza son buenas para el hombre qua hombre. Por tanto, la pregunta precisa trata de la relacién de lo que por naturaleza es bueno para elhombre, por una parte; con la justicia o el derecho por la otra. La sencilla ‘opcién es ésta: todo derecho es convencional o existe algtin derecho natural, Ambas respuestas contrarias fueron dadas y hechas antes de Sécrates. Por ‘muy diversas razones, no serviria presentar aqui un sumario de lo que pue- de saberse de estas doctrinas presocrdticas. Tendremos cierta idea de la opi- nin convencionalista (la opinidn de que todo derecho es convencional) cuando lleguemos a La Repiiblica de Platon, que contiene un resumen de dicha opinion, En cuanto a la opinidn contratia, baste decir aqui que fue expuesta por Sécrates y por la filosofia politica clasica, en general mucho ‘mas alla de las opiniones anteriores. 2Qué quiere decir, pues, la afirmacién de que Sécrates fue el fundador de la filosofia politica? Socrates no escribié libros. Segtin les informes mas anti- £uos, se aparté del estudio de las cosas divinas o naturales y dirigio sus in- Vestigaciones por entero a las cosas humanas, es decir, las cosas justas, las cosas nobles, y las cosas buenas para el hombre qua hombre; siempre con- vers6 acerca de “lo que es piadoso, lo que es impio, lo que es noble, lo que ‘© bajo, lo que es justo, lo que es injusto, 1o que es sobriedad, lo que és locu- 16 INTRODUCCION ra, lo que es valor, lo que es cobardia, lo que es la ciudad, lo que es el esta~ dicta, lo que es el gobierno sobre los hombres, lo que es un hombre capaz de gobernar a los hombres” y cosas similares. Parece que Sécrates fue llevado por su piedad a apartarse del estudio de las cosas divinas 0 naturales. Los Gioses no aprueban que el hombre trate de averiguar lo que ellos no desean revelar, especialmente las cosas del cielo y de debajo de la tierra. Por tanto, un hombre piadoso so investiga las cosas que quan a la investigacién de los hombres, es decir, las cosas humanas. Sécrates llevd adelante sus investigaciones por medio de didlogos. Esto significa que empez6 partiendo de las opiniones generalmente sostenidas. Y entre las opiniones general- mente sostenidas, las més autorizadas son las que cuentan con la sanciGn de la ciudad y de sus leyes: por la mds solemne convencién. Pero las opiniones ¢generalmente sostenidas se contradicen entre si. Por tanto, llega a ser nece- sario trascender toda la esfera de las opiniones generalmente sostenidas, 0 de la opinién como tal, en direccién del conocimiento. Y dado que hasta las opiniones mas autorizadas no pasan de ser opiniones, hasta Sécrates se vio obligado a recorrer el camino que va de la convenci6n o ley a la naturaleza, a ascender de la ley a la naturaleza. Pero ahora parece, més claramente que antes, que la opinién, la convencidn o ley contiene verdad, o no es arbi- traria, o no es natural én cierto sentido. Podemos decir que, la ley, la ley hu- mana, sefala asi como su origen una ley divina o natural. Sin embargo, esto implica que la ley humana, justo porque no es idéntica a la ley divina o na- tural, no es indiscutiblemente verdadera o justa: sélo el derecho natural, la justicia misma, la “iclea’ o la “forma” de la justicia es inequivocamente jus- ta. Sin embargo, la ley humana, la ley de la ciudad, es indiscutiblemente obligatoria para los hombres sujetos a ella siempre que tengan el derecho de emigrar con su propiedad, es decir, siempre que su sujecién a las leyes de su ciudad sea voluntaria? La precisa raz6n de que Sécrates legara a ser fundador de la filosofia politica aparece cuando consideramos el cardcter de las preguntas que plan- te6 en sus conversaciones. Hizo la pregunta “qué es...?” con respecto a todo. La pregunta pretende sacar a luz la naturaleza de la indole de la cosa en cuestidn, es decir, la forma o el carécter de la cosa. Sécrates presupuso que el conocimiento del todo es, por encima de todas las cosas, un conoci- miento del caracter, la forma, el caracter “esencial” de cada parte del todo, en contradistincién del conocimiento de aquello de lo cual o a partir de lo cual el todo pudo surgir. Si el todo consiste en partes esencialmente distin- tas, es al menos posible que las cosas politicas (0 las cosas humanas) sean esencialmente distintas de las cosas no politicas: que las cosas politicas for- men una clase por si mismas y, por tanto, puedan ser estudiadas por si mis- mas. Al parecer, Sécrates toms el significado pristino de “naturaleza” mas en serio que ninguno de sus predecesores: comprendis que la “naturaleza” es primordialmente “forma” o “idea”. De ser cierto esto, no se limité a apar- “enofonte, Memorabilia, LA. 11-16 2 Platon, Criton 512. INTRODUCCION v7 tarse del estudio de las cosas naturales, sino que originé una nueva clase de estudio de las cosas naturales: una clase de estudio en que, por ejemplo, la faturaleza o idea de justicia, o derecho natural, y sin duda la naturaleza del ‘alma humana o del hombre es mas importante que, por ejemplo, la natura- leza del Sol. ‘No podemos comprender la naturaleza del hombre si no comprendemos a naturaleza de la sociedad humana. Sécrates, como Platén y como Arist- teles, supuso que la forma mas perfecta de sociedad humana es la polis. Hoy, polis es frecuentemente interpretado como la ciudad-Estado griega. Mas pata los fildsofos politicos clasicos era puramente accidental que la polis fuese més comiin entre los griegos que entre los no griegos. Tendriamos que decir, pues, que el tema de la filosofia politica clasica no fue la cituidad-Esta- do griega, sino la ciudad-Estado. Sin embargo, esto presupone que la ciu- dad-Estado es una forma particular del “Estado”. Por consiguiente, presu- pone-el concepio de gue el Estado comprende la ciudad-Estado entre otras formas del Estado. Y sin embargo, la filosofia politica clésica carecia del concepto de “Estado”. Cuando la gente habla hoy del “Estado”, habitual- mente comprende “Estado” y no “sociedad”. Esta distincidn es ajena a la fi- Josofia politica clasica. No basta decir que la polis (ciudad) abarca a la vez Estado y sociedad, pues el concepto “ciudad” es anterior a la distincién en- tre Estado y sociedad; por tanto, no entendemos “Ia ciudad” diciendo que la ciudad comprende Estadio y sociedad, El equivalente moderno a “la ciudad” enel nivel del entendimiento del ciudadano es “el pais”; pues cuando un hombre dice, por ejemplo, que “el pais esta en peligro” tampoco ha hecho una distincion entre Estado y sociedad. La razon de que los filésofos politi- os clasicos se preocuparan principalmente por la ciudad no fue que desco- nocieran otras formas de sociedades en general y de sociedades politicas en particular. Conocian la tribu (la naciGn), ademas de estructuras como la del Imperio persa. Se interesaron sobre todo por la ciudad porque preferian la ciudad a esas otras formas de sociedad politica. Puede decirse que los moti- vos de esta preferencia fueron tres: las tribus no son capaces de llegar a una alta civilizacién, y las sociedades muy numerosas no pueden ser sociedades libres. Recordemos que los autores de los Federalist Papers atin se sintieron ‘obligados a probar que es posible que una gran socieciad sea republicana 0 libre, También recordemos que los autores de los Federalist Papers se firma- ‘on “Publius”: el republicanismo remite a la Antigtiedad clasica y, por tan- to, también a la filosofia politica clésica

You might also like