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Beem P Te ETaVZ-Reloe ete y otros episodios en la historia de la cultura francesa ROBERT DARNTON Pee Ty Cera oRr Eee ney Deen ark Star Ledger y en The New York Times, dlario en el que su herma: Pee cate) Cee eee pe eee one Po cot cién francesa. Alli también nacie~ ron las dos pasiones que lo han ee Re ene ng Poe ae eos Ce ees ie) eet ee Pere heen ad cer ees eee et en eee cia antes de la revolucién (2008), Sed eS are) sobre historia cultural (2010), Cen- Pe a eee ee ee etd CO eee ee Ce a era Cen eet Primera edieion en inglés, 1984 Primera ediein en capa, 1987 equa edicion, 2018 Primera reimpresion, 2022 Darnton, Robert La gran matanza de gatos y ott epsodion en la histrie dela cultura frances. Robert Damion ; rad de Carlos Valdés. 2" eal Mexico roe, Seve 319p.:ldms, :21 « 146m —(Colee Historia) ‘Titulo orignal: The Great Ca Massacre nd Other Episodes in French Cultural Mision ISBN 978.607-16-5879.1 1. Francia ~ Historia Siglo xv 1, Valdés, Carlos ttl Ser Mt Levens Dewey 944 03323 Distibucin ial © 1984, Basic Books, Ine, Nueva York Titulo orginal: The Grea Cat Massacre and Other Episodes in French Cuaral History D.R.© 1987, Fondo de Culture Beondimica CareteraPicacho-Ajuseo, 227; 14110 Ciudad de México wow fondedeculturseconomies Comentarios: editoriaifondodecaltor Tel 85227-4672 [agen de portads: Willan Hogarth, “Primer escenario dela clad? 1751 prohibe la reproduccin total parcial de esta oba, sca cual fuere medio, sn Ia anuencia por exrto del titular de lon derechos ISBN 978-607-16-5879-1 Inmpresoen México « Printed i Mesico A Nicholas IL, LA REBELION DE LOS OBREROS: LA GRAN MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINT-SEVERIN E1 sucrso més divertido en la imprenta de Jacques Vincent, ‘Segiin un obrero que lo presencio, fue una escandalosa maianza He aos. Elobrare Niles Comat Iseqnibat water sree ae aprenden el taller stcado ona calle Salut Sean or ars, “Gurante Ta década de 1730.' Explicé que la vida def aprendiz era dura. Habta-dos aprendices: Jerome, que es el nombre con el que aparece Contat en su relato novelado, y Léveillé, Ambos dormian en un cuarto helado y sucio, se levantaban antes del amanecer, todo el dfa hacian mandados, trataban de elu insultos de los obreros y el maltrato del patron, y slo recibiat ‘como paga las sobras de la comida, Esto les parecia especial- mente odioso, En vez de comer en la mesa con el patron, s6lo les daban las sobras de su plato en la cocina. Peor atin, la coci- nera vendia en secreto los restos de la comida y les daba a los muchachos alimento para gatos: carne vieja y podrida que no podian tragar, y que ellos devolvian a los gatos, mismos que Ja rechazaban. Esta ciltima injusticia impulsé a Contat a hablar de los gatos, Ocuparon un sitio especial en su narracién y en la casa de la calle Saint-Séverin. La esposa del patrén los adoraba, en. especial a Grise (gris), su gata favorita. La pasion por los gatos pareci haberse-anodlerado de todas Tas imprentas, por lo menos a nivel de k rones o burgueses, com Tos Tamaban fae ataetecet epee 2s gator Tana ae retratos pintados y los alimentaba con aves asadas. Mien- tras tanto, los aprendices trataban de enfrentarse al problema * Nicolas Contat, Anecdotes typographiques oi Yon voit la description des coutumes, moeurs et usages singulers des compagnonsirmprimeurs, comp. Giles Barber (Oxford, 1980). El manuscrito original esta fechado en 1762. En la Introduccion Barber ofrece una descripeién completa de los antecedentes y de la carrera de Contat, El relato de la matanza de los gatos aparece en las pp. 4856 9 oT MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINE-SEVERIN del exceso de gatos callejeros que vivian en el barrio de las imprentas y que volvian insoportable su existencia. Los gatos maullaban toda la noche en el techo sobre el sucio cuarto donde dormfan los aprendices, lo que les hacia imposible con- ciliar el suefto durante la noche. Ya que Jerome y Léveillé te- nian que abandonar la cama a las cuatro o cinco de la madru- gada para abrir la puerta a los primeros trabajadores que Hegaban, empezaban el dia en estado de agotamiento, m tras que el burgues se levantaba tarde. El patrén no trabajaba con los obreros ni comia con ellos. Dejaba que el capataz diri- giera el taller, y rara vez se presentaba, excepto para descargar su mal humor, generalmente contra los aprendices. he los muchachos decidieron corregir esta injusta éveillé, que tenia una extraordinaria capacida para fa mimica, camin6 a gatas por el techo hasta que lleg6 a tuna seccién cerca de la recaimara del patrén, y se puso a.mauls liar y aullar en forma tan macabra que el burgues y su esposa no pegaron los ojos en toda la noche. Después de varias fioches de sultir este tratamiento, decidieron que los habian embru- jado. Pero en ver de lamar al cura (el patrén era excepcional- mente devoto y la patrona especialmente apegada a su conte- sor) les ordenaron a los aprendices que se deshicieran de los, tos. La patrona dio la orden, pero les recomendo que pot ningdin njotivo asustaran a su gata Grise —— rome y Léveillé pusieron manos a la obra con alegria, v los, obreros los ayudaron. Armados con mangos de escoba, varillas de las prensas y otros instrumentos de trabajo, persi- guieron a todos los gatos que pudieron encontrar. Empezaron con Grise. Léveillé le rompié la columna vertebral con una varilla de fierro y Jerome ta remato; después la ocultaron en un albafial. Los obreros arrearon a los otros gatos por los te- chos; apalearon a los que se pusieron a su aleance y, con sacos colocados estratégicamente, atraparon a los que trataron de escapar. Vaciaron los sacos llenos de gatos moribundos en el patio. Después todos los trabajadores de la imprenta se reun ron y fealizaron una parodia de juicio, con guardias, un con- fesor y un verdugo. Después de declarar culpables a los ani- males y administrarles los tiltimos sacramentos, los remataron en patibulos improvisados. Atraida por el ruido de las risas, la patrona apareci6, Dejé escapar tn grito agudo en cuanto MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN 95 vio un gato ensangrentado que colgaba de un lazo corredizo. Sospeché entonces que podria ser su gata Grise. Los hombres le aseguraron que no era ella, y que respetaban demasiado la casa para hacer semejante cosa. En ese momento aparecié el patrén. Le llen6 de ira ver que el trabajo se habia suspendido, si bien su esposa traté de explicarle que estaban amenazados por un tipo mas grave de insubordinacion. Acto seguido am- on, y los hombres se entregaron a un éxtasis de ‘ desordeh” yas — “La risa no Termin’ alli. Léveillé volvis a repetir toda la cena en m{mica por lo menos 20 veces duranie los dias si. aitienies cuando los impresores querian relrse un Tato, Las imitaciones parédicas de los incidentes de lay vida en elt aller, ‘condcidas como copies en la Jarga Ue TOE Tnipresores, Gran una fuente importante de diversion para los hombres. La ide ra_humillar a alguien del taller burlandose de sus defectos. Tas copTe con éxito hacia rabiar al que era objeto de la broma —prenire la chevre (se encabronaba) en el calé del taller luego sus companeros lo perseguian con una “cencerrada’ Hac correr las regletas de composicién sobre las cajas de los tipos, golpeaban con sus mazes las ramas, glpeaban los armarios y balaban como cabras. El balido (bais en calé) era el simbolo de la humillacién acumulada sobre la victima, como se dice cuando a alguien lo eonvierten en “chivo expla: toric”. Contat subrayaba que Léveillé producia las copies mas “ivertidas que habia visto en su vida y que generaban los co- ros mas ruidosos de cencerradas. Todo el episodio, la matanza de gatos y las copies, sobresalfa como la experiencia més festiva ‘que habia tenido Jerome en toda su carrera. Sin embargo, al lector moderno esto no le parece gracios, sino mas bien repulsivo. ¢Cual es la gracia de que un grupo de hombres maduros balen como cabras y hagan ruido con sus strumentos de trabajo mientras un adolescente representa con mimica una matanza ritual de un animal indefenso? Nues- tra incapacidad para comprender este chiste es un indicts dela distancia que nos separa de los tabajadores de E Torey pas eo tnbadorey de Europe ‘puede serii-como punie-de partida de una Investigacion, > Contat,Anecdoves typographiques,p. 53 96 MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINFSEVERIN, porque los antropélogos han descubierto que los mejores puntos de acceso en un intento por penetrar en una cultura extrafa pueden ser aquellos donde parece haber més oscuri dad. Cuando se advierte que no se entiende algo (un chiste, un proverbio, una ceremonia) particularmente significative para cados extrafio con el objeto de estudiarlo, Si se entiende cual es la gracia de una gran matanza de gatos, quiz Sea POsIbIe, “comprender’ un ingrediente basico de la cult anal del Antiguo Régimen. . Debe aclararse deade l principio que no pads o Ja matanza de"gatos-de-primera mano. Solo poder diarla por medio de la a le Cor afios después del suceso. No puede dudarse de la a “Wea auitobiografia seminovelesca de Contat, como ha mostrado en su magistral edicién de este texto. Pertencei a una linea de escritos autobiograficos de impresores que se extiende desde Thomas Platter hasta Thomas Gent, Benjamin Franklin, Nicolas Restif de la Bretonne y Charles Manby Smith. Como los impresores, © por lo menos los cajistas, del medianamente instruidos para poder realizar su trabajo, se encontraban entre los pocos artesanos que pudieron relatar vidas de la clase trabajadora hace dos, tres y cuatro siglos. A pesar de sus faltas de ortografia y errores gramaticales, el relato de Contat quizé es el mas rico. Pero no puede conside- rarse una imagen fiel de lo que realmente sucedié. Debe inter- pretarse como la version de Contat de un suceso, como su intento de narrar un cuento. Al igual que todos los narradores de cuentos, sittia la accion en un marco de referencia, supone ‘un conjunto de asociaciones y reacciones por parte de sus ‘oyentes, y ofrece una elaboracién importante de la materia prima de la experiencia. Pero ya que intentamos comprender cen especial su significado, no debemos rechazarla por su carac- ter ficticio. Al contrario, al considerar esta narracién una ficcién_o una inyencién significaliva, podemos usarla_para War una explication de wexte etnolbgica La primera explicacién que probablemente se les ocurra a la ma- Yorfa de los Tectores de la historia de Contat es que la matanza MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN ciofies sobre la disparidad entre el grupo de los trabajadores y los burgueses en los elementos basics de la vida: el trabajo, la comida y el suefto. La injusticia parece especialmente flagran- te en el caso de los aprendices, que eran tratados como at males, mientras que éstos eran ascendidos, sobre sus cabe- as, a la posicién que deberian haber ocupado los muchachos en la mesa del patrén. Aunque los aprendices parecian los més maltratados, el texto aclara que la matanza de los gatos ex- presaba un odio a los burgueses que se habfa extendido entre todos los trabajadores: “Los patrones aman a los gatos, y por consiguiente ellos [los obreros] tienen que odiarlos”. Después de dirigir la matanza, Léveillé se convirtié en el héroe del taller, porque “todos los trabajadores estan en contra de los patrones. Basta hablar mal de ellos [de los patrones] para ser estimado por todo el gremio de los tipégrafos”.” Los historiadores han tendido a considerar la época de la producci6t artesanal como un periodo idilico antes del inicio fustrializacién. Algunos aun describen el taller como tuna especie de familia amplia, en la que el patrén y los obre- ros realizaban las mismas tareas, comfan en la misma mesa ya veces dormian bajo el mismo techo.* ¢Envenenaba algo la atmésfera de las imprentas en Paris en 1740? Durante la segunda mitad del siglo xvn, las grandes im- prentas, apoyadas por el gobierno, eliminaron a la mayoria de los talleres pequenios, y una oligarquia de patrones logr6 contro- la industria.’ Al mismo tiempo se deterioré Ta situacion, de los obreros. Aunque las estimaciones varian y las estadisti- cas nOS0H confiables, parece que el numero de los obreros se » thd, pp. 52 y 53 * Veanse, por ejemplo, Albert Soboul, La France ala weille de la Revolution (Paris, 1966), p. 140, ¥ Edward Shorter, “The History of Work in the West An Overview", en Work and Community in the West, comp. Edward Shorter (Nueva York, 1973) “EI siguiente examen proviene de Henri-Jean Martin, Livre pouvoirs et socidé Paris aw xu sidele (1598-1701) (Ginebra, 1969), y Paul Chauvet, ‘Les Ouvriers ds tivre en France, des origines @ la Révolution de 1789 (Pacis, 1959), Las estaisticas provienen de investigaciones de autores especializados cen el Antiguo Régimen, septin el informe de Martin (If, 699-700) y Chauvet (op. 126 v 154), 98 MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN mantuvo estable: aproximadamente habfa 335 en 1666; 339 en 1701, y 340 en 1721. En cambio, el ntimero de patrones disminuy6 en més de la mitad, de 83 a 36, el limite fijado por un edicto de 1686, Esto significa que habia menos talleres con una fuerza de trabajo mas numerosa, como puede advertirse por las estadisticas de la densidad de las prensas: en 1644 en Paris habfa.75 imprentas con un total de 180 prensas; en 1701 habia $1 talleres con 195 prensas. Esta tendencia hizo virtual- mente imposible que los trabajadores ascendieran a la catego- fa de patrones. Casi la tinica manera que tenfa un obrero de progresar en el ofcio era casarse con la viuda de un patron, porque ser pa vuelto un privilegio. hered poser espa del padre al hij iMibIGHT Se Vela ”imenazados en Tos niveles in- ores porque los patrones tendian cada vez mas a contratar alloués, © impresores no calificados, que no habfan hecho el aprendizaje que le permitia al obrero, en principio, aspirar a ser patr6n. Los alloués s6lo eran una fuente de mano de obra barata, estaban excluidos de Jas Categorias supetiores dL of “To, Se vefan inmovilizados, en su situacién i &Xfeto publicado en 1723. Su dey ma denominacion; los llamaban @ lower (alquilados), y no eran compagnons (oficiales) del patr6n. Personificaban la venden- cia de convertir al obrer en.vez de en, asociado, Por ello Contat hizo su apr ee escribié sus memorias en tuna época dificil para los oficiales impresores, cuando los hom- bres en el taller en la Rue Saint-Séverin estaban en peligro de ser arrojados de la cima y de hundirse en el fondo del oficio. Puede advertirse en los documentos de la Société Typo- graphique de Neuchatel (sm) que esta tendencia general se habia vuelto evidente en cierto taller. La sty era suiza, y no comenz6 a funcionar sino siete afios después de que Contat escribié suis memorias en 1762; pero las costumbres en las im- prentas eran esencialmente las mismas en todas partes en el siglo xv. Los documentos de la st concuerdan en docenas de detalles con el relato de las experiencias de Contat. (Los documentos incluso mencionan al mismo capataz. del taller Colas, que vigilé el trabajo de Jerome durante algtin tiempo cen la Imprimerie Royale, y tuvo a su cargo el taller de la sts tun breve lapso en 1779.) Y olrecen el tinico regisiro MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINT-SEVERIN 9 que existe de cémo los patrones contrataban, manejaban y des- pedian a los impresores en el inicio de la era modern: La sts de raya de a srw muestra quel oben mente s6lo permanecfan unos cuantos meses en el taller* Se marehaban porque renlan Con oT PAOn- Gr WEG Tava crados en peleas, deseaban continuar buscando fortuna en ta- Ileres situados en otras ciudades, 0 abandonaban el trabajo. Los cajistas eran contratados para realizar un trabajo espect- fico, labeur 0 ouvrage en la jerga de las imprentas. Cuando lo terminaban, con frecuencia eran despedidos, y unos cuantos impresored ‘aniblén deblan sex despedlddos pura tpantener el ‘equilibrio entre las dos partes del taller: las casse o el sector de ‘composici6n y las presse o cuarto de prensas (generalmente i sais yoculens shaioe lem pos meiner moma fan arr oe des bnpececeeal Guano cavuia oreeiga ban nuevos trabajos, contrataba nuevos hombres. Las contra- taciones y los despidos se realizaban con tanta rapidez qu la fuerza de trabajo rara vez era la misma cada semana. Los doinpaneres de. Jeromé/en la calla Salat-Gévertn, parecien igualmente transitorios. También los contrataban para reali- ‘zat labeurs especificas y a veces abandonaban el empleo des- puis dewatircome tncgade; commie an coca ue see cié ser registrada en el glosario de la jerga que Contat agrego al final de su narracion: emporter son Saint Jean (Ilevarse las herramientas, o dejar el trabajo). Llamaban ancien (viejo) al que se quedaba en el trabajo un afio. Otros términos de la jerga sugieren la atmésfera en que se realizaba el trabajo: une chévre capitale (un encabronamiento fuerte), se donner la gratte (tener tuna pelea), prendre ta barbe (ponerse una papalina), faire la déroute (irse de juerga a las tabernas), prometer sa chape (aban- donar el empleo), faire des loups (endeudarse).’ La vig Ja embriaguez y el abandono de empleo se Penne as Lanter y Hany ae ue. ‘en recogerse en las llsias de raya dela sh Loaimpresores * Para un examen més detallado de este material, véase Robert Darnton, “Work and Culture in an Eighteenth-Centary Printing Shop", conferencia Englehard dictada en la Biblioteca de! Congreso y que ser publicada por la misma (The Quarierly Journal of the Library of Congress, 39, 1 (1982), 3447, Nedel Ed Contat, Anecdotes typographigues, pp. 68-73, 100 MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINT:SE\ IN trabajaban jornadas irregulares: una semana el doble 0 mas que en otra, las semanas variaban de cuatro a seis dias labora- ,¥ las jornadas de trabajo se iniciaban a las cuatro de la mafiana y terminaban casi en la noche, Para mantener la irre gularidad dentro.de limites razonables, Tos patrones procura- ‘ban contratar hombres con dos cualidades. muy. aprecia 6tisianclay la sobdedad. Si daba la casualldadl de que fucra ‘también experimentados, mucho mejor. Un agente de colo- caciones en Ginebra recomend6 a un cajista que deseaba ir a trabajar a Neuchatel en los términos tipicos: “Es un buen obrero, capaz de realizar cualquier trabajo, no se embriaga y es constante en su trabajo” La sts recurria a agentes de colocaciones, porque no tenia suficiente mano de obra en Neuchatel, y la corriente de im presores a veces se acababa por los fours de Franice de los tipo grafos. Los agentes de empleos y los patrones mantentan tuna correspondencia que revelaba una serie de suposiciones comunes acerca de los artesanos del siglo xv: eran perezo~ sos, abandonaban el trabajo, eran disolutos y poco confiables. Como no podfa confiarse en ellos, los agentes de colocacio- nes no debian prestarles dinero para gastos de viaje, y los patrones podian quedarse con sus pertenencias en prenda, en caso de que huyeran después de cobrar su salario. De esto se deduce que podfan ser despedidos sin remordimiento, aunque hubieran trabajado diligentemente, tuvieran familia que man- tener 0 se enfermaran. La stv los pedia “a granel" como si or denara papel y tipos. Se quejaba de que un agente en Lyon “nos envfo una pareja en tan mal estado que nos vimos obliga dos a rechazarla”;* y reproché al agente no haber examinado la mercancia: “Dos de los individuos que nos envié legaron tan enfermos que pudieron haber contagiado a los otros; por ¢s0 no pudimos contratarios. Nadie en la ciudad quiso dar- les alojamiento. Por consiguiente tuvieron que marcharse de nuevo y tomar el camino de Besancon, para regresar por su pro: pio pie al h6pital"."” Un librero de Lyon les aconsej6 despedir * Christa sty 8 de enero de 1773, documentos de la Société Typographique dde Neuchatel, Bibliotheque de la Ville de Neuchatel, Suiza, en adelante sera citada como sin * siwa Joseph Duplain,2 de julio de 1777, © sina Louis Vernange, 26 de junio de 1777, MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINESEVERIN 101 a la mayoria de los hombres durante un periodo de escase7. de trabajo en los talleres para inundar el mercado laboral en el este de Francia y “lograr mas poder sobre una raza indisci- plinada y disoluta, que no podemos controlat”."' Los obreros y los patrones quiza vivieron como miembros de una familia feliz en cierta época en alguna parte de Europa, pero no en las imprentas del siglo xvit en Francia y Suiza. E] mismo Contat crefa que alguna vez habfa existido esta situacién, Empez6 su descripeisn del aprendizaje de Jerome invocando una Edad de Oro cuando se acababa de invent la imprenta y los impresores vivian como miembros libres € iouales de una “repablica”, gobernados por sus propias leyes v tradiciones con un espiritu de “unin y amistad” fraternales.” Alirmé que la repiblica atin sobrevivia en forma de chapelle 0 ciones de trabajadores en cada taller. Pero que el 20 » habia destruido las asociaciones generales; las filas habjan sido diezmadas por los alloués; los oficiales habian quedado excluidos de la posibilidad de llegar a ser patrones, y éstos se habian retirado a un mundo diferente donde exis- tia la haute cuisine y grasses matinées, El patron en la calle erin comia alimentos diferentes, tenia horarios dife- rentes y hablaba un lenguaje diferente. Su esposa y sus hijas se entretenfan con abates mundanos y tenian mascotas. Eviden- temente, los burgueses pertenecian a una subcultura dife- rente, lo que significaba, sobre todo, que no trabajaban. Al introducir su relato de la matanza de los gatos, Contat vuelve evidente el contraste entre el mundo de los trabajadores y el del patrén, que aparece en toda la narracién: “Todos los obr ros y los aprendices trabajan. Sélo el patron y la patrona gozan de la dulzura de dormir. Eso provocé que tuvieran re- sentimiento Jerome y Leveillé. Resolvieron no ser los tinicos infelices. Deseaban que patrén y patrona fueran sus asocia- dos (associés)”."* Esto es, los muchachos pretendian el pasado mitico cuando los patro: aban en una asociacién a ° Joseph Duplain a sty, 10 de diciembre de 178. ° Contat, Anecdotes spographiques, pp. 30-31 ° Bbid, p52. Ja matanza? Estas preguntas nos obligan no solo a.conside- ‘Far las primeras relaciones laborales modernas, sino eloscuro ‘ema de las ceremonias y los sifibolismos populares. Los folcloristas han familiarizado a los historiadores con los ci- clos ceremoniales que marcaban el calendario de los primeros hombres modernos.'* El mas importante de éstos fue el ciclo del Carnaval y la Cuaresma, un periodo de diversién seguido de otro de sacrificio. Durante el Carnaval la gente comiin st primia el orden social 0 lo ponia de cabeza en un desfile es daloso. El Carnaval era la época de la diversion para los grupos jovenes, en especial para los aprendices, que se organizaban en *cofradias” dirigidas por un superior o rey ficticio y que realizaban cencerradas grotescos desfiles con ruidos pica- rescos para humillar a los cornudos, a los esposos que habfan sido apaleados por sus esposas, a los novios que se hal sado con alguien de una edad muy diferente, 0 2 quien personi ficara una infraceién de las normas tradicionales. El Carnaval era una temporada propicia para la risa y la sexualidad, para que los jévenes se desenfrenaran, una época en que la juventud ponta a prueba las barreras sociales cometiendo infracciones limitadas, antes de ser asimilada de nuevo por el mundo del orden, la sumisién y la seriedad de la Cuaresma. El Carnaval terminaba en un Martes de Carnestolendas 0 Mardi Gras, cuando un manigut de paja, el rey del Carnaval o Caramantran, era sometido a un juicio y a una ejecucién ritual. Los gatos degempenaban una parte importante en algunas cencerradas. En Borgona, el pueblo incorporaba la tortura de un gato a éstas, Mientras se burlaban de un cornudo 0 de otra vietima, Para wn examen reciente de Ia amplia literatura sobre el Folelory la his toria de Francia y las referencias bibliogréficas, véase Nicole Belmont, Myghes et eroyances dans Tancienne France (Paris, 1973). El siguiente andliss esta ba- ‘ado primordialmente en el material recogido por Eugene Rolland, Fate po putative de la France (Paris, 181), 1; Paul Sebillot, Le Foll-ore de France (Paris, 1904-1907), 4 vols..en especial I, 72-155, y TV, 90-98: yen menor grado Amold van Gennep, Manuel de folklore francais contemporain (Paris, 19 1958), 9 vols MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN 103 los j6venes pasaban de mano en mano un gato, tirdndole de los pelos para que mauillara. A esto le Hlamaban faire le chat. Los ale- manes denominaban las cencerradas Karzenmusik, un tér- ‘mino que pudo haberse derivado de los maullidos de los gatos torturados."* Los gatos también figuraban en el ciclo de san Juan Bau- tista, que se celebraba el 24 de junio, en el solsticio de verano. La gente se reunta para hacer fogatas, brincar o bailar alrede- dor de éstas, y tirar objetos mégicos al fuego, con la esperanza de evitar desgracias y tener buena suerte el resto del aft. Uno de los objetos favoritos eran los gatos; los ataban y los metian en bolsas, o los colgaban de cuerdas, 0 los quemaban Alos habitantes de Paris les gustaba quemar gatos dentro de sacos, mientras que los Courimauids (cour a miaud ‘0 cazadores de gatos) de Saint Chamond preferian perseguir a los gatos con la piel incendiada a través de las calles. En algu- nas partes de Borgonia y Lorena la gente bailaba alrededor de tuna especie de poste adornado y en llamas con un gato atado. nn la region de Metz. quemaban una docena de gatos a la ver en una canasta colocada en una hoguera. La ceremonia se realizaba con gran solemnidad en Metz, hasta que fue prohi- bida en 1765. Los funcionarios de la citidad egaban en pro- cesién a la Place du Grand-Sauley, prendian una pira, y un cfrculo de fusileros de la guarnici6n disparaban salvas mien- ras los gatos desaparecian chillando entre las llamas. Aunque esta costumbre variaba en cada lugar, los elementos en todas P fan los mismos: una few de joie (hoguera), gatos y un alegre ambiente de caceria de brujas."* ‘Ademis dle estas ceremonias generales, en las que partici- paba toda la comunidad, los artesanos celebraban ceremonias exclusivas de su oficio. Los impresores hacian una procesion ° En Alemania y Suiza, la Katcennusik a veces incluye juilos ejec nes fctcios. La etimologta del termino no es clara, Véase E. Hoffmann-Krayer {Hans Bichiold-Staubi, Handworterbuch des deutschen Aberglaubens (Bertin y Leipzig, 1931-1932), 1V, 1125-1132, y Paul Grebe et al, Durden Exymologie Herkunfisworterbuch der deutschen Sprache (Mannheim, 1963), p. 317 * La informacién sobre la quema de gatos en Saint Chamond proviene de una carta que amablemente me envio Elinor Accampo dela Universidad de slorado, La ceremonia de Met7 ests descrta en el articulo de A. Benois, Traditions et anciennes coutumes du pays messin’, Revue des Traditions Popuiaires, XV (1900), 14 104 MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINT SEVERIN y una fiesta en honor de su patrono, san Juan Evangelista; ‘celebraban el dia de su santo, el 27 de diciembre, y también el aniversario de su martirio, el 6 de mayo, el dia de san Juan de la Puerta Latina. En el siglo xvm, los patrones habian excluido allos obreros de la cofradia dedicada al santo, pero los obreros continuaban celebrando ceremonias en sus capillas."” El dia de san Martin, el 11 de noviembre, realizaban un juicio ficti- seguido de una fiesta. Contat explie6 que la capilla era una pequena “repiiblica” que se gobernaba de acuerdo con su pro- io cédigo de conducta. Cuando los obretos violaban el cédigo, el capataz, que era el jefe de la capilla pero que no formaba parte de la administracion, anotaba las multas en un registro: por dejar una vela prendida, cinco sous; por peleat, tres li bras; por ofender el buen nombre de la capilla, tres libras, etcé- tera, El dia de san Martin, el capatay lefa en voz alta las multas y las cobraba. Los trabajadores a veces apelaban ante un tri- bbunal ficticio compuesto por los “ancianos” de la capilla, pero finalmente tenfan que pagar la multa en medio de balidos, ruido de herramientas y escandalosas carcajadas. Las multas se utilizaban para pagar la comida y la bebida en la taberna favorita de la capilla, donde continuaba el alboroto hasta muy avanzada la noche.!* Las contribuciones y el consumo de alimentos y bebidas caracterizaba todas las demas ceremonias de la capilla, Con aportaciones especiales y fiestas se celebraba el ingreso de un trabajador al taller (bienvenue), su salida (conduite) y hasta su matrimonio (droit de chevet). Sobre todo, festejaban el ascenso de un joven de aprendiz a oficial. Contat describié cuatro ritos, y el mas importante era el primero, denominado la toma del delantal, y el ultimo, la iniciacion de Jerome a compagnon cabal. La toma del delantal (la prise de tablier) ocurrié poco des- pués de que Jerome entré al taller. Tuvo que pagar seis libras (unos tres dias de salario de un oficial ordinario) para el fondo comiin, que los oficiales complementaron con pequeiias aporta- ciones (faire la reconnaissance). Después la capilla se dirigié a su taberna favorita, Le Panier Fleury en la calle de la Huchette. Enviaron emisarios a buscar provisiones y regresaron con pan CContat, Anecdotes ypographiques, pp. 0¥ 66-67, y Chauvet, Les riers dtu tore, pp. 712. * Conta, Anecdotes ppographiques, 65.67. MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN. 105 y came, después de decirles a los tenderos del vecindario cudles troz0s de carne consideraba buenos para los tipégrafos y cud- les podian dejérselos a los remendones. En silencio y con las copas en la mano, los oficiales se reunieron alrededor de Jerome en un cuarto especial del segundo piso de la taberna. El ayu- dante del capataz se acere6, llevando el delantal y seguido por dos “ancianos”, uno de cada uno de los “estados” del taller: la case y la presse. Le entregé el delantal, acabado de hacer con tela de urdimbre muy cerrada, al capataz, quien tomé a Jerome de la mano y lo condujo al centro de la habitaci6n; el segundo del capataz y los “ancianos’ lo siguieron. El capataz promuneio un breve discurso; coloc el delantal sobre la cabeza de Jerome y le até los listones por detras, mientras todo mundo bebfa a la salud del iniciado. A Jerome le ofrecieron un asiento junto a los dignatarios de la capilla en la cabecera de la mesa. Los demas se apresuraron a ganar los mejores lua dieron encontrar y se arrojaron sobre la comida. y bebieron, y pidieron que les sirvieran mas vino, Después de beber varias rondas pantagrulicas, se sentaron para charlat El texto de Contat nos permite enterarnos de lo siguiente: Uno de ellos dijo: "zNo es verdad que los impresores sabemos comer? Estoy seguro de que si alguien nos trajera un carnero asado, tan enorme como se pueda imaginar, s6lo dejarfamos los huesos.” No hablaron de teologia ni de filosolfa y menos de poli tica, Cada quien hablo de su trabajo: uno hablé de las casse, otro de las presse, otro del timpano, otro mas de las bandas de la bala de entintar: Todos hablaban al mismo tiempo sin importarles si Jos escuchaban. Por titimo, en la madrugada, después de varias horas de estar bebiendo y gritando, los obreros se separaron; estaban embrutecidos pero se mostraron muy corteses hasta el final: “Buenas noches, sefior prote (capataz)"; "Buenas noches, se ores cajistas”; “Buenas noches, sefiores impresores”; “Bue- nas noches, Jerome.” El texto explica que a Jerome le habla ron por su nombre de pila hasta que obtuvo el titulo de oficial." © fbi, pp. 37-41, cita de las pp. 39-40 106 MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN, Ese momento Hlegé cuatro afios después, luego de dos ce- remonias intermedias (la admission @ Touvrage y la admission 4 la banque) y una gran cantidad de novatadas. Estos hombres no s6lo atormentaban a Jerome —se burlaban de su igno- rancia, lo enviaban a hacer mandados initiles y absurdos, lo convertfan en el blanco de sus bromas y lo abrumaban con tareas desagradables—, sino que también se negaban a ense- fiarle, No querian que hubiera otro oficial en su ya saturado mercado de trabajo, por ello Jerome tuvo que aprender por sf mismo los trucos del oficio. EL trabajo, la alimentacién, el alojamiento, el poco dormir eran suficientes para hacer que un muchacho se volviera loco, © por lo menos que abandonara el taller. Sin embargo, éste era él trato comiin, ¥ no debfa tomarse demasiado en serio, Contat conté la lista interminable de problemas que habia tenido Jerome, de una manera alegre, que sugerfa un género cémico usual: la misére des apprentis.®” Las miséres ofrecian relatos butos en forma de canticos de ciego u hojas sueltas, una etapa de la vida que era familiar y chusca para todos los que traba- jaban en el oficio. Era una etapa de transicion, que marcaba el paso de la infancia a la edad adulta. Un joven tenia que sopor tar todo eso para poder pagar sus tributos (los impresores exi- sgfan pagos reales, denominados bienvenues o quatre heures, y ademas maltrataban a los aprendices) cuando lograba ser un miembro cabal del grupo. Hasta que lleg6 ese momento, vivié en un estado fuido o de umbral, poniendo a prueba las con- venciones de los adultos con actos provocadores. Sus su tiores toleraban sus travesuras, Hamadas copies y joberies en las imprentas, porque las consideraban excesos de juventud, que necesitaba desfogar antes de que pudiera sentar cabeza. Después él internalizarfa las convenciones de su oficio y ad- quirirfa una nueva identidad, que a menudo estaba simbolizada por un cambio de nombre.”" > Un buen ejemplo de este género se encuentra en La Misire des apprentis Jimprimeurs (1710) como un apéndice a Conta, Anecdotes iypographiques, pp. 101-110, Para otros ejemplos véase A. C. Calleau, Les Miséres de ce monde, ou complaintes facteuses sur les apprentssages des différents ats et ‘meters dela ville et fubourgs de Pars (Par, 1783). " Un estudio clisic de este proceso es el de Arnold van Gennep, Les Rites de passage (Paris, 1908). Se ha armpliado gracias a otras investizacones et MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN Jerome se convirtié en oficial pasando por el iltimo rit: el compagnonnage. Era igual que las otras ceremonias, una celebracion acompafada de comida y bebida, después de que tl candidato pagaba su cuota de iniciacién y los oficiales con- tribuian con un reconnaissance, Pero esta vez Contat ofrecis tun resumen del discurso del capataz.” El recién Hlegado es adoctrinado. Le dicen que nunca traicione a sus colegas y que mantenga la tasa de salarios. Si un obrero no ‘acepta un precio [por un trabajo] y abandona la imprenta, nadie ten el taller debe hacer el trabajo por un salario menor: Esas son las leyes entre los trabajadores. Le recomiendan lealtad y honrade Cualquier trabajador que traicione a los otros cuando algo pro- hibido, llamado marron (castafa), se esta imprimiendo, debe ser expulsado ignominiosamente del taller. Los trabajadores lo ponen en una lista negra en una circular que envian a todas las rife, en especial as de Vetor Tamer The Forest of Sn: Aspects of Raz ta thaca Nueva Var, 1967)» The inal Pres (Chicago, 1968), {peri de eome aap my bin al mods de in Gene Ter {cco cr algumos aspects El aprendit no era consierado soso ip Sees Se ls copia oda maitar als abreros por bebe con elena ‘Eiaione cn lov adulon aunque habia djado su hogar vii en la casa de San Yh kesh ingin wre sc oo Ge aE Uibions que terminaron con tna comila Conan Joneph Moon, Tho tame ety Benjamin Fran mencionan contmbressinilares en nglaters En cmb to de nclacon era micho ms compl tela similis ‘Riots on los itos dels tus de Arie, Nua Gunes Estados {nia El apron uaa un oad mando adoro eon cues de cara St cad aloe insta que aba ered ead aia. {one Canto hive, en parte hombre en parte anima, el aprendi ra Smid a tortura situa, fnclso le Haba las as de las manos: En a {inn cron elcapaae tet ar ea mb ye dab sn cehetada: Después el aprendizsurgla como un recgn nai (a veces con Sin ueio nombre y asa lo butizaban) common ofa completo. Por lo Mtonos cata era Ts costumbre descrita en fos mamas tpogrtios alema- mary petal los de Christan Gots Taube, Paiaches arab der Bichnekerkuns! fr Anfnger eile, 1791; Wilhelm Gotlieb Kircher, Inocsung tn der chuckerians so vil davon ds Drucken beri (Brun Sticks 103) John Christoph tdebrand, Handbuch tr Bachrach intnge ctscnach 1885) EI Ho estaba rlacionado con un antguo drama etal Depots Com yporaphic. que imprimid Jac Redinger en st Remnfsees Forma Bache (Prncort del Meno, 1679). ‘Comat Aneedotes pographignes, pp 65:86 108 -MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINT-SEVERIN imprentas de Paris y las provincias... Aparte de eso, todo permitido: la embriaguez excesiva se considera una buena ct dad; la galanterfa y la seduccién son hazafas de juventud; el en. deudamiento, signo de ingenio; la irreligiosidad, sinceridad. Es us territorio libre y republicano en el que todo esta permitido. Vi ‘como quieras, pero sé un hionnéte homme, no un hipécrita. La hipocresia en el resto de la narracién resulté ser la principal caracteristica del burgués, un fandtico religioso y supersticioso. Habitaba en un mundo diferente donde reinaba moral burguesa farisaica. Los trabajadores definieron su. Ftspibliea” en oposicion al mundo y a otros grupos de ofc s: los remendones, que comian trozos de carne de segunda, Jos albanileso los carpinteros que siempre estaban dispuestos a pelear con los impresores, quienes divididos en “estados” (la ceasse y la presse) acudian a las tabernas campesinas los domin- gos, Al entrar al “estado”, Jerome asimil6 un ethos. Se identi- ficé con un oficio: y como oficial cajista, recibié un nuevo tratamiento, Despuits de haber realizado el rto de Ia apro- bacién plena, en el sentido antropolégico del término, convirtié en Monsieur sei aetna Ya se hablo de las ceremonias. Ahora se hablaré de los gatos. Debe decirse de,antemano que los gatos tienen un indefinibl i€ ne sais quoi,.algo.misterioso, que ha fascinado ala, humani dad desde, la época de los antiguos egipcios. Puede percibirse ii H umana ef SUS 0)68. Se puede confundit eM midullido de un gato en la noche con un chillido humano, que brota de alguna parte profunda y visceral de la naturaleza animal del hombre. Los gatos han atraido a los poetas como Baudelaire y a los pintores como Manet, quienes deseaban expresar la humanidad de los animales y la animalidad de los hombres, en especial de las mujeres.” : ® El texto no indica el apelido de Jerome, pe Jerome, pero pone énfasis en que le cam- biaron ef nombre le dione ita de Monsieur “Slo despts determina el. aprendizaje a uno lo Haman Monsieur; esta distincin slo la reciben los Dfciales,y no los aprendices"(p, 41). En las listas de raya de sts, los nombres de los oficiales sempre aparecen junto con et titulo de "Monsieut”, aunque los nombraran por sus apodes, como "Monsieur Bonnemain”. * El gato negro en Olimpia de Manet representa sin elemento comin, el MATANZA DE GATOS ENLA CALLE SAINTSEVERIN, 109 sta postura ontolégica ambigua, este amontonamiento de categorias conceptuiales, les daa ciertos animales (puercos, perros, casuarios y gatos) en algunas culturas un poder oculto Boclado con el tabs. Por ello los judios no comen ‘carne de juerco, seguin Mary Douglas, v por esto los ingleses se insul- tan llamandose “hijo de perra” y no “hijo de vaca", segin Edmund Leach.® Ciertos animales son adecuados para jurar, yy otros son “adecuados para pensar”, segtin Ia famosa formula de Lévi-Strauss. Yo aftadiria que otros (los gatos en particu jar) son adecuados para realizar ceremonias. Tienen un valor ritual, Nadie puede hacer una ceneerrada con una vaca, Pero puede hacerse con gatos; se puede fare le chat para hacer Katzenmusik. rura.de los animales, cn. especial de los gatos, fue uuna’diversiOn popular en toda Europa al principio de la época Troderna, Sélo se tiene que leer Siages of Cruelty de Hogarth ‘para’advertir su importancia, y después puede emperarse a Doservar que la gente tortura a los animales en todas partes. Las matanzas de gatos fueron un tema comtin en la litera: iura; desde, Dom Quijote a.principios lo xv en Espana “Germiial fines del-siglo.x1%.¢n. Lejos de.ser ‘una fantasia sddica,de.unos cuantos autores medio chiflados, dermonio fair” en forma de animal junto aun desnud, Sabre los gatos a Benicar, seanse Roman Jakoboon y Claude Lévi-Strauss, “Les Chats de Charles Bade Michael Riflatere “Deserbine Poetic Stuetures Two Approaches to Raudela ‘Comp, Jacques Ehrmann (New Haven, 1966) 2 stars Douglas, Purity and Danger: Av Analysis of Concepts of Pollation ‘an Taboo (Londres, 1966), ER Leach, “Antropologkal Aspect af Language ‘imal Categories and Verbal Ab tv Directions in the Study of Language, comp. ET. Venncbery (Cambridge, Mass, 196). Saintes y Zola adaptaron la cultura tradicional del gato a los temas de sus nanelas, En Dom Quijote (parte I, cap. 4), un sac leno de gatos maw fants tnterrumpe la Serenata que el héroe le ofrece @ Altsidora. Confun thendolos con digblos, rata de matarlos con su espada, pero es derrotado por crenata en un combate singular En Germinal (parte v, cap. 6, el simbo IMs uncon en sentido opuesto, Una mulitud de obretospersigue a Maizr ase de clase, como o fuera un gat que raara de escapar por ls e}- see AT to de" Atrapen al gto! ;Arapen al gato”, casran si eadaver “como stk gato” desptes de que el hombre eac del telada, Un ejemplo de una ma aaa gatos como sitira del legalismo francés se encuentra en el plan del Hermano Juan de matar a los Gatos Forrados en Gargantia y Pantagrue! de Rabelais, libro V, cap. 15. 110 MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN fina profunda corrienté de Ta cultura.popuilar, com: Bajtin lo mostro en su estudio sobre Rabelais.” Toda cl MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN, 11 copilaciones no hacen posible el afirmar que esta o aquella priictica existiera en las imprentas a mediados del siglo xvm cen Paris, Sélo puede aseverarse que los impresores vivian y de informes etnogréficos confirman este punto de vista. En. respiraban una atmésfera de costumbres y creencias tradicio- dimanche des brandons en Semut, por ejemplo, los nifios ac tumbraban atar gatos a palos y asarlos en hogueras. En el j nales que lo permeaban todo. No era en todas partes lo mismo (Francia fue una retaceria de pays v no una nacién unificada du Chat en la Féte-Diew en Aix-en-Provence aventaban a I hasta fines del siglo xix), pero en todas partes podian encon- gatos para estrellarlos contra la tierra, Usaban expresion trarse elementos similares. Los mas comunes se relacionaban como “paciente como un gato al que le han arrancado las ras”, 0 “paciente como un gato que tiene las patas quemadas Los ingleses también fueron crueles. Durante la época de Reforma en Londres, una multitud protestante rasuré a gato para que pareciera un sacerdote, le puso vestimenta dicula y lo ahoreé en un patibulo en Cheapside. Seria posible ofrecer muchos otros ejemplos, pero lo que debe destac con los gatos. Probablemente, a principios de la era moderna i los franceses hacian un uso mas simbdlico de los gatos que de cualquier otro animal, y Jos usaban de distintas maneras, que pueden agruparse con el objeto de ser examinadas, mas alla ti de las peculiaridades regionales. 1 primer término, los gatos sugerian brujeria. Virtual: ruzar en la noche por cualquier rincén de Francia era °s mente, que no eran raras las matanzas rituales de gatos. Al contrario, arriesgarse a caer en manos del diablo, o de uno de sus agen cuando Jerome y sus camaradas de trabajo juzgaron y ahore: tes, 0 de u 1a bruja maligna, o de un emisario del mal. Los ron a toclos los gatos que pudieron encontrar en la calle Saints gatos blancos podian ser tan satnicos como los negros, en el Séverin se apoyaron en un elemento comiin de su cultura. Pero dia yen la noche. En equé significado atribufa a los gatos esa cultura? Para llegar a comprender esta pregunta, debe reflexions sobre las recopilaciones de cuentos, supersticiones, proverbios y en la medicina popular. Este material es rico, variado y ampli pero extremadamente dificil de manejar. Aunque gran parte de transformaban en gatos 41 se remonta a la Edad Media, muy poco puede fecharse. Fue en especial en el Mardi reunido en su mayoria por folcloristas a fines del siglo xix y tuentro tipico, una campesina de Bigorre hallé un hermoso gato casero blanco que estaba per en el campo. Se lo llev6 en sur delantal a la villa, y cuando pasé exactamente frente a Ja casa de una mujer sospechosa de io, brujeria, el gato salto y dijo: “Merci, Jeanne". Las brujas se ara hechizar a sus victimas. A veces, ‘as, se reunfan para celebrar aquela- a res espantosos durante las noches. Maullaban, se peleaban y se principios del xx, cuando grandes sectores del folclor atin se copulaban en forma horrible bajo la direccién del diablo que resistian a la influencia de la palabra impresa. Pero estas re. se aparecfa en forma de un enorme gato. Para protegerse de © Mijail Batin, Rabelais and fs World, wad, de Helene Iswolsky (Cam: bridge, Mass., 1968). La versin literaria més importante sobre la cultura de Jos gatos que aparecié en la época de Contat fue Les Chats (Roterdam, 1728) por Frangois Augustin Paradis de Monesif. Aunque fue un tratado Fieticio des tinado a un pablico refinado, se apoyé en wn amplio conjunto de superstiio. nes y proverbios populares, muchos de los cuales aparecieron en las recopila cones de ls flclorstas un siglo y medio despucs. * C.S.L. Davies, Puce, Pint and Provestantisnt (St. Albans, Herts, 1977). Las otras referencias provienen de la fuente citada en la nota 14, En relaciin ‘con los muchos diccionarios de proverbios y jergas, vease AndréJoseph Panckoucke, Dictionnaire des proverbesfrangois et des fons de parler comigues, buresques e familéres (Parts, 1748), y Gaston Esnault, Dictionnaire historique des args fiangas (Pars, 1965), isico: muti rasgarles 0 la brujerfa de los gatos habia un remedio Coriarles la cola o las orejas, aplastarles una pat quemar 's la piel, acabaria con su maligno poder. Un gato mutilado no podia asistir al aquelarre o vagar en las calles para hechizar, los gatos que Los campesinos frecuentemente apaleaban a cruzaban en su camino en la noche, y al dia siguiente descubrian que habfan aparecido magulladuras en ‘algunas mujeres que se crefa que eran brujas —o por lo menos ‘eso se contaba en las villas—. Los habitantes de * Rolland, Kaune populate, también 8, Véase Ia nota 14 en relacién com las hasado este relat 112° MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN contaban historias de granjeros que habfan encontrado gatos extraftos en el granero y les habfan roto las patas para salvar al ganado. Invariablemente una mujer sospechosa de brujerfa aparecfa con un miembro roto a la mafiana siguiente. Los gatos poseian poderes ocultos independientemente de su asociacién con la brujeria y la demonologia. Podian impe- dir que la masa del pan creciera si entraban en las panaderias en Anjou. Podfan echar a perder la pesca si se cruzaban en el camino de los pescadores en Bretana. Si enterraban un gato vivo en Béarn, podian librar el campo de mala hierba. Figura- ban como ingredientes comunes en todos los tipos de la medi cina popular y también en los brebajes de las brujas, Para re- cuperarse de una caida grave, el enfermo chupaba ia sangre de la cola de un gato recientemente amputada, Para curarse de neumonfa, se bebia sangre de la oreja de un gato en vino tinto, Para aliviarse del célico, se mezclaba vino con excre- mento de gato, Incluso podia hacerse invisible un individuo, por lo menos en Bretafia, comiendo los sesos de un gato recién Muerto, siempre que el cadaver atin estuviera tibio. Habfa un campo especifico para el ejercicio del poder de los gatos: la casa, y en especial el duefio o la duefia de la casa, Los cuentos como “El Gato con Botas” ponen énfasis en la identificacién del amo con el gato, y también las supersticio- nes como la costumbre de atar un list6n negro alrededor del cuello de un gato cuya ama hubiera muerto. Matar un gato significaba atraer la mala suerte sobre su duefto 0 Ia casa. Si un gato abandonaba una casa 0 dejaba de brincar al lecho de sama o de su amo enfermo, la persona probablemente moria, Pero un gato acostado en la cama de un moribundo podia ser el diablo, que esperaba para llevarse su alma al infierno. Seguin tun cuento del siglo xvi, una muchacha de Quintin le vendid su alma al diablo a cambio de algunos vestidos hermosos. Cuando muri6, los sepultureros no pudieron cargar el féretro; y cuando abrieron la tapa, salt6 un gato negro. Los gatos po- dian dafiar una casa, A menudo asfixiaban a los bebés. Podian ofr los chismes y repetirlos en la calle. Pero su poder podia ser contenido 0 aprovechado si el individuo seguia los procedi- mientos correctos, como engrasarle las garras con mante- quilla 0 cortérselas cuando legaba por primera vez a la casa. Para proteger una casa nueva, los franceses encerraban gatos MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN. 113 vivos dentro de los muros; un rito muy antiguo, a juzgar por los esqueletos de gatos que se han exhumado de los muros de los edificios medievales. Finalmente, el poder de los gatos se concentraba en el aspecto mas intimo de la vida doméstica: el sexo. Le chat, la chatte, le minet significan lo mismo en la jerga francesa que pussy (vagina) en inglés, y han servico como obscenidades Gurante siglos.® El folclor francés le atribuye especial impor- tancia al gato como metéfora o metonimia sexual. Ya desde el siglo xv, se recomendaba acariciar gatos para tener éxito con las mujeres. La sabiduria de los proverbios identifies a las mujeres con los gatos: “El que cuida bien a los gatos tendra una bella esposa”. Si el hombre ama a los gatos, amaré a las, mujeres; y viceversa, Otro proverbio dice: "Como ama a su gato, «ama a su esposa'. Si el hombre no cuida a su esposa, se puede decir: “Tiene otros gatos para azotar". Una mujer que queria obtener marida debts evita pia I cola ce un gat, Eso po- ia posponer el matrimonio durante un aio, o siete anos en uper y tantos aftos como el gato maullara, en algunas partes del valle del Loira. Los gatos connotaban la fertilidad y la sexualidad femenina en todas partes. Cominmente se decia que las muchachas estaban “enamoradas como un gato"; ysi quedaban embarazadas, habian dejado “que el gato se comiera el queso”. Comer carne de gato podia producir un embarazo, Las muchachas que comfan gato en estofado, en varios cuentos, daban a luz gatitos. Los gatos incluso podian hacer que dieran fruto los manzanos enfermos, si los enterra- ban de manera correcta en la Alta Bretafia Era facil pasar de la sexualidad de las mujeres a los cuer- de los hombres. Los maullidos de los gatos en celo po- dian provenir de una orgia saténica, pero también podian ser gatos desafidndose mutuamente con sus maullidos cuando pra adi nbeome eeea neces 114 MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN sus parejas estaban en celo, Sin embargo, no se hablaban como gatos. Hacian los desafios en nombre de sus amos, junto con vituperios sexuales contra sus amas: “—Reno! —Francois!" "—Oti allez-vous? —Voir la femme a vous. —Voir la femme a ‘moi! Rouah!” (—zAd6nde vas? —A ver a tu espo: vera mi esposa! jJa!) Después los machos se atacaban como los gatos de Kilkenny, y su aquelarre terminaba en una matanza, El didlogo diferfa de acuerdo con la imaginacién de los oyentes y el poder onomatopéyico de su dialecto, pero generalmente se ponia énfasis en la sexualidad destructiva."! “En la noche to- dos los gatos son pardos”, dice un proverbio, v la glosa en una antologia de proverbios del siglo xvi hacfa una alusidn sexual explicita: “Significa que todas las mujeres son bastante bellas en la noche”.” ¢Bastante para qué? La seduccién, la violacién y el asesinato hacfan eco en el aire cuando los gatos maulla- ‘ban en la noche, al inicio de la era moderna en Francia, Los gritos de los gatos evocaban la Katzenmusik, porque las cen- cerradas a menudo tomaban la forma de maullidos bajo la ventana de un cornudo la noche del Mardi Gras, la época favorita para los aquelarres de gatos. La brujerfa, las orgias, los cornudos, las cencerradas y las matanzas podian ofrse en el gemido de un gato durante el Antiguo Regimen. Es imposible decir qué ofan realmente los hombres de la calle Saint-Séverin, Sélo puede afirmarse que los gatos ten‘an un enorme peso simbélico en el folclor de Francia y que la cultura popular era rica, antigua y bastante extendida como para haber penetrado en las imprentas. Para determinar si los impresores realmente se sentian atraidos por los elementos ceremoniales y simbélicos, es necesario repasar de nuevo el texto de Contat. Desde el principio, el texto menciona explicitamente el tema de la brujeria. Jerome y Léveillé no podfan dormir porque “unos gatos endemoniados celebran un aquelarre durante toda la noche” Después de que Léveillé afiadi6 sus gemidos de gato a los maullidos de los gatos en celo, “todo el vecindario Sébillot, Le Foe lore de France, HI, 93:94 % Panckoucke, Dictionnaire des proverbesfrangots, p66. © Esta cita ¥ las siguientes fueron tomadas del relato de Contat de la matanza de gatos, Anecdowesiypographiques, pp. 48-56. MATANZA DE GATOS EN LA CALLE SAINTSEVERIN, 115, se alarma’, Se decidié que “los gatos deben ser los agentes de alguien que desea embrujarlos”. El patron y la patrona pensa- ron llamar al cura para que exoreizara el lugar. Pero al decidir ordenar que se hiciera una cacerfa de gatos, recurrieron al clasico remedio para el embrujamiento: la mutilaci6n. El bur- gués (un tonto supersticioso y apegado a los curas) tomé en serio este asunto. Para los aprendices era una broma. Léveillé cen especial actué como un engaitabobos, un “brujo” falso que realiz6 un “aquelarre”, segtin los términos elegidos por Con- tat, Los aprendices no sélo aprovecharon la supersticién de s patrén para alborotar a sus costillas, sino que también dirigie- ron el alboroto contra su patrona, Al matar a su familiar, Gri- se, de hecho la acusaban de ser la hechicera. La doble broma no podia pasar inadvertida para quien pudiera interpretar el Jenguaje tradicional de los gestos. El tema de la cencerrada ofrecié una dimension adicional ala diversion. Aunque no lo dice explicitamente, el texto indi ca que la patrona tenfa amorfos con su sacerdote, “un joven lascivo” que sabia de memoria pasajes obscenos de los clas cos de la pornografia (Aretino y L’Academie des dames) y se los citaba a ella, mientras su esposo hablaba monétonamente de ‘sus temas favoritos: el dinero y la religién. Durante una comi- da suntuosa con la familia, el sacerdote defendié la tesis de que es una hazafia de ingenio el poner cuernos al marido y que ponerlos no es un vieio”. Mas tarde, él y la esposa se acos taron en una casa de campo. Se adaptaban perfectamente al Lipico triangulo de las imprentas: un patron viejo y decrépito, una patrona de edad madura y su joven amante.™ El reparto de la trama le dio al patrén el papel de una figura comica co- main: el cornudo. Por ello la diversion de los obreros tom6 la forma de cencerrada. Los aprendices la realizaron, actuando & Seatin Giles Barber (bid, pp. 7 y 60), el verdadero Jacques Vincent para el que trabajé Contat inici6 ss aprendizaje en 1690; asf que probable: mente nacié hacia 1675, Su esposa nacié en 1684. Por ello, cuando Contat irda taller, el patrén tenia unos 62 afios, la patrona unos 53, vel joven labate obsceno unos 20 sfos, Este modelo era bastante comin en las i= prentas, donde los patrones viejos a menudo heredaban suv negocio a sus vs jovenes, quienes, as Ve, se casaban con oficiales alin mas jve- radas, que a menudo se hacian para casados y para humillar esposas nes. Era tin modelo elisieo en las ce bhriarse de la desigualdad de edades entre los rei alos cornudos.

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