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II. LA POLITICA DE MASAS Las nuevas fuerzas gobernantes que Lézaro CArdenas encabezaba sabfan que el ascenso de la lucha de clases era inevitable y consideraban nece- sario reencauzar el movimiento de as masas obreras y campesinas, con- quistando su apoyo y orientado sus luchas de modo tal que fortalecieran al Estado, déndole a éste un poder que podria utilizar para impulsar el desarrollo industrial de] pais. La destruccién del latifundismo y Ia trans- formacién de Ja vieja estructura del campo, dinamizdndola, inscribiéndola en la era de Ja mecanizacién y del imperio de las relaciones capitalistas; la renovacién y el impulso a la industria, obligando a los burgueses a quebrar sus métodos anacrénicos de superexplotacién de Ia clase obrera hasta el agotamiento, eran objetivos que el Estado solo no era capaz de llevar a cabo, sin provocar graves conflictos sociales que bien podrian hacer tambalear y abrir cuarteaduras en el régimen social y politico que se estaba construyendo. El Estado carecia de una base social propia, pues Ja clase capitalista aim no identificaba con plenitud sus intereses con los gubernamentales, pero el concurso de Jas masas seria, justamente, lo que Je pennitiria imponerse y realizar sus tareas.” Para lograr lo anterior, Cardenas, como nuevo representante del Estado, asumié una politica que ademds de reivindicar la conciliacién de las clases y la concesién de reformas sociales a los trabajadores y a los campesinos, adquirié cualidades espectficas que le dieron un cardcter nuevo y la dife- renciaron de Ja que hasta entonces habian venido desarrollando los circu- los gobernantes. Esta polftica hemos decidido denominarla politica de masas, pues apela a éstas y provoca su movilizacién? 1. oRGANIZACIGN Y MOVILIZACIGN DE MASAS Gdrdenas y las masas Si bien la politica de masas se desarrollaria, necesariamente, indepen- dientemente de la persona que ocupara la presidencia, es indudable que las caracteristicas personales y el particular estilo de gobernar que distin. guieron a Cardenas fueron decisivos en el restablecimiento de las relacio- nes entre el Estado y las masas trabajadoras. Su cardcter austero, firme y eno de paciencia; su fortaleza y dedicacién al trabajo; la sencillez de su vida y su igualitarismo, constituyeron la ave que le permitié acercarse a las masas, entablando con ellas una nueva relacién de aparente igual- 46 - ' PN dad.’ Esa personalidad se manifesté en sus primeros actos de gobierno, destinados a atraerse las simpatias de las masas, Asi, eliminé el frac de las ceremonias oficiales; convirtié en museo el Castillo de Chapultepec, hasta entonces residencia de los presidentes, siguié viviendo junto con su esposa en su casa particular y ocupé después la residencia de Los Pinos; redujo sus ingresos oficiales a la mitad, destinando el resto a “proyectos de mejoramiento colectivo”; condené el juego, clausurando el Foreign Club de Cuernavaca, que entre sus accionistas contaba a algunos politicos y militares y aplicd otras medidas por el estilo, Fue muy importante su orden de que el telégrafo dedicara una hora diatia, libre de costo, a trans- mitir las quejas y opiniones de los campesinos y demés trabajadores.* Tales medidas tuvieron gran repercusién, pues la imagen austera que ofrecieron del general Cardenas se propagé por todos los rincones del pais y con quisté muchas simpatias entre Ios més diversos sectores sociales, La imagen de Cérdenas fue aceptada y admirada por las masas de obreros y cam- pesinos, quienes la diferenciarian de la tradicionalmente ofrecida por todos los politicos, Lo que mas permitié a Cardenas ligarse a las masas fueron sus cons- tantes giras, mediante las cuales visité hasta los lugares més lejanos ¢ ignorados del pais. Cardenas fue en busca de las masas y se vinculé estre- chamente con ellas.© Su gira electoral, y las que realizé durante todo su gobierno, eran consideradas como un medio para conocer personalmente Tas condiciones de vida y las necesidades del pueblo, para estudiar los problemas de cada regién y la forma de resolverlos.’ Durante sus giras, y también en la ciudad de México, escuchaba pacientemente, durante horas, a los trabajadores, a los campesinos, a los pequefios propictarios, eteétera, quienes le planteaban sus problemas y sus quejas, “Tienen tantas necesidades —decia CArdenas—, les hacen falta tantas cosas, que cuando menos puedo escucharlos con paciencia,”* CArdenas les daba consejos o les prometia cumplir sus demandas, Las giras también tenian por objeto “educar al pueblo” para lograr su cooperacién. Ensefiaban a las masas “Ja idea precisa sobre sus derechos y obligaciones”,® aunque algunos pien- san que lo que hacia Cardenas era vigilar personalmente el cumplimiento de sus decisiones ¢ incluso controlar a los jefes locales? Las giras por todos los rincones del pais constituyeron uno de los ele- mentos esenciales de Ja politica de masas que Cardenas desplegé. Sus relaciones directas con los campesinos y los trabajadores, su convivencia con ellos, le permitieron ganarse la confianza de quienes al carecer de con- ciencia y de una direccién propias, veian en el presidente a alguien en quien podian confiar, que los escuchaba y les ayudaba a resolver sus pro- blemas. Ya no era él hombre fuerte, hostil, a quien temian, o el presidente fantasmagérico del que ofan hablar de vez en vez y que habitaba en algin lugar que no conocian y que ni siquiera alcanzaban a imaginar. Ahora, el presidente era un hombre de carne y hueso, con quien podian 47 hablar, que no Jos reprimfa y los estimulaba a Juchar para conseguir sus reivindicaciones.* Esta politica le permitis a Cardenas obtener un gran apoyo y la posibilidad de controlar a las amplias masas de obreros y cam- pesinos. Con ella Cardenas fue echando “raices propias”,#* fue cimentando su autoridad y su poder, consiguiendo la fuerza suficiente para laborar por el logro del objetivo nodal que el Estado se habia asignado, esto es: la industrializacién del pais, con todas las consecuencias que ello im- plicaba. La politica de masas de CArdenas tenia una perspectiva nacional; él ja representaba, mas no fue el Gnico que la puso en practica, sino que sus métodos politicos Jos lev a todas partes y los impuso a. todos los funcionarios y gobernantes. Su estilo de gobernar lo definié el propio Cardenas en los términos siguientes: Para hacer que la justicia de la revolucién Iegue a todos los rincones del pais, para dar ateneién a los problemas ingentes de nuestras masas, es precisa una nueva orientacién en los servicios piblicos; que los téc- nicos, que los intelectuales revolucionarios, se dediquen en sus gabi- netes al estudio de las cuestiones que les sean sometidas, pero que las autoridades ejecutivas, desde el presidente de la repiiblica y los gober- nantes de los estados hasta el mds humilde presidente municipal, reco- rran constentemente las regiones encomendddas a su responsabilidad segiin sea su jurisdiccién; que atiendan las peticiones de las colectivi- dades y de los ciudadanos, y que de esta manera sea como los encarga- dos del poder vayan a resolver los problemas que se presenten, con- quistando la cooperacién popular e impartiendo justicia. Sélo asi podré realizarse el vasto programa que la revolucién nos ha encomendado.”* De esta manera, reivindicé como fundamental el contacto directo, fisi- co, con los trabajadores y los campesinos, Para esto se requeria que los funcionarios del gobierno se convirtieran en una especie de Hderes de masas, y para ligarse a ellas Jas fueran a buscar en sus centros de trabajo, en las regiones que habitaban, con el propésito de enterarse directamente de sus problemas y necesidades, Asf, al vincularse de un modo estrecho con Jas masas, al entablar una relacién permanente con ellas, tendrian los funcionarios posibilidad de encauzarlas por los senderos institucionales, de controlarlas y regular sus Juchas, apagando sus impetus rebeldes y con- quistando una base social de apoyo. El estilo cardenista invadié al pats y los gobernandores y candidates a gobernadores 0 a diputados se vieron obligados a seguir Jos nuevos métodos politicos. CArdenas desplegS por todo el pais“una inmensa campatia de propa- ganda destinada a impulsar Ja organizacién, la unificacién y la disciplina de los obreros y campesinos, En todos Jos centros de trabajo que visité, en todos los mitines en Jos que hablé ante los trabajadores, insistié una y 48 otra vez, hasta el cansancio, en la necesidad de que se organizaran. Tsta serfa una preocupacién trascendental del presidente, y la consigna de la organizacién se volveria obsesiva, lo que conduciria a Cardenas a conver- tirse en el propagandista mds importante y en el mAximo promotor de la organizacién de las masas trabajadoras, Uno de los argumentos centrales que Cardenas utilizé para justificar su consigna de Ja organizacién es que los trabajadores podrian hichar més coherentemente por sus reivindicaciones econémicas si unian sus esfuer- zos y centralizaban su accién, si se organizaban.!* Por medio de la sindicalizacién y de la unificacién —decia—, se harén efectivas las ventajas conquistadas por el trabajador en Ja forma del salario minimo, de habitaciones higi¢nicas, de indemnizaciones y_se- puros. y los trabajadores podrian resolver sus problemas politicos, econémicos e incluso educativos. De esta manera, Cardenas apelaba a la organizacién como un método para colocar a los trabajadores en condiciones de enfren- tarse a los patrones y exigirles reivindicaciones econémicas, haciendo suya una exigencia que Jas masas mismas ya estaban realizando. Pero no sélo planteaba y promovia Cardenas la organizacién de los trabajadores y cam- pesinos en sindicatos o ligas agrarias, sino que su objetivo era la unifica- cién completa de los obreros y de los campesinos. Criticaba las pugnas intergremiales que surgfan entre los obreros y Jas denunciaba como “esté- tiles y criminales”, serialando que esos conflictos eran aprovechados por los patrones."7 La organizacién necesitaba desembocar en la unificacién, en Ja integracién del frente tinico de todos los trabajadores, Kista era una idea que también se volvié obsesiva en los discursos del general Cardenas, que la esgrimié a cada momento; idea que Jos conflictos gremiales que tuvieron lugar, sobre todo durante los primeros afios de su gobierno, le permitian reafirmar y reforzar. Las distintas organizaciones debian olvi« dar sus pugnas sindicales y unirse, conservando cada una su autonom{a, participando en un frente con un programa comin que fuera, incluso, una fuerza de atraccién de todos aquellos trabajadores que se encontraban dispersos, impulsando su organizacin sindical.# La tendencia a la organizacién, a la unificacién, que a partir de Ja recuperacién econdmica habia surgido entre los mismos trabajadores, con la propaganda de Cardenas cobré un impulso enorme. Como escribié Gon- zales Aparicio: “Todos Jos sectores populares dentro del régimen carde- nista han encontrado los cauces més adecuados pata su organizaci6n.’"? En efecto, Cardenas preparé el terreno para la accién del Estado, que fue el promotor de Ja organizacién obrera y de los campesinos. A estos iiltimos Ios organizé directamente, asumiendo en sus Propias manos y a través del PNR tal tarea; a los segundos les concedié facilidades y ayuda 49 para comprometerlos con é1.° El presidente hizo tal cosa porque conocia Jas ventajas de la organizacién de los trabajadores. En su lucha por mo- dernizar al pais, acabando con el latifundismo e impulsando la industria- lizaci6n, CArdenas, como representante del Estado, apelé a las masas y exigiéd su colaboracién para poder emprender con fuerza una accién deci- siva que transformara las condiciones econémicas del pais, obligando a los patrones a someterse a las leyes y a los hacendados a aceptar las reso- fuciones del gobierno, en lo que se refiere a la reforma agraria* Sin la colaboracién de las masas de obreros y campesinos, “organizadas, discipli- nadas y unificadas”, Cardenas pensaba que dificilmente podria imponerse el Estado por encima de todos los sectores sociales, principalmente los pri- vilegiados, y crear las bases necesarias al progreso de la economia del pais. Con Ja promocién de la organizacién de los trabajadores —y con su efectiva organizacién— Cardenas volvia més sélido y consistente el vinculo entre el Estado y Jas masas, pues al mismo tiempo que las ayudaba, exigia de ellas su solidaridad, su cooperacién. De esta forma, la politica de masas cardenista tendia a convertir al movimiento obrero y a los campesinos en una base social de apoyo2* tal y como el gobierno de Obregon, y sobre todo el de Calles, lo habian hecho a través de la CROM. La crisis politica y la crisis econémica que estallaron en las postrimerias de los afios veinte habian disuelto los azos que unian y sujetaban a los trabajadores res- pecto al Estado, La politica de las nuevas fuerzas, al acercarse a las masas y Yeanudar la politica de reformas sociales —salario minimo— y el reparto de tierras, mostraba los intentos de los circulos gobernantes por atraerse a los trabajadores. La politica de Cardenas fue la que cerré el abismo que se habia abierto entre el Estado y las masas, y otra vez éstas volvieron a ser organizadas “desde arriba”, encauzadas en beneficio de los fines del Estado burgués mexicano. E{ contrato colectivo de trabajo y la clau- sula de exclusién constituyeron armas poderosas mediante las cuales se obligaba a los obreros no sindicalizados a organizarse y someterse al ar- bitrio de las centrales y los sindicatos hegemdnicos, protegidos por el Estado.?> La organizacién y unificacién de los trabajadores no s6lo constituyé una base de apoyo al Estado que Cardenas encahezaba, sino que permitié que desaparecieran las pugnas intergremiales que creaban perturbaciones en el aparato econémico. Con los obreros dispersos en muchas organizaciones, que combaten por su preponderancia, Ja lucha se orienta hacia adentro, es decir, entre los mismos asalariados; las huelgas estallan por las pug- nas, las fabricas paralizan su produccién, los obreros dejan de percibir salarios y las pérdidas de los empresarios hacen que éstos eleven sus costos productivos. Esto retrasaba el desarrollo industrial, por lo que Car- denas vefa la necesidad de la unificacién, del restablecizniento de la con- cordia entre los trabajadores.°* Por lo general, los capitalistas alentaban 50 esos conflictos, sin percatarse bien de sus efectos en la produccién, cre- yendo que asi minaban y sometian a los trabajadores. Cardenas, al pro» pugnar la organizacién y unificacién de los trabajadores, paralelamente in- tentaba desyanecer la objecién de los industriales [a esa politica propugnada] al hacerles ver que ellos también recibiran con la unificacién el beneficio Ppasitivo de evitarse graves e innumerables perjuicios2* Asi, la produccién podria marchar sin interrupciones, La politica de promocién de Ja organizacién y unidad de los trabaja- dozes no corria el riesgo de resultar contraproducente al Estado y a los capitalistas del pais. Cardenas cuidé de orientar a los trabajadores hacia Ja lucha por sus reivindicaciones puramente econémicas,** y cuando fueron integrados a ‘la participacién politica, quedaron sometidos y controlados por el Estado, a través del partido oficial, La limitada conciencia de los trabajadores, subordinada merced a la labor de las organizaciones sindi- cales y sus Tideres, era otra garantia de que Ia unificacién obrera no pon- dria en peligro la estabilidad del régimen. Por lo contrario, los trabaja- dores fueron organizados precisamente para mantener y consolidar esa estabilidad. Ademés, la organizacién y unificacién del proletariado uni- formaba el criterio de los obreros y los fortalecia, coloc&ndolos en condi- ciones de exigir a los patrones mejores prebendas econémicas que revertirian en beneficio del mercado nacional, pues con salarios menos raquiticos, los trabajadores aumentaban su poder adquisitive y consumian productos ma- nufacturados y agricolas, Esto estimulaba la produccién y aumentaba las ganancias de los capitalistas: “Al lograr una mayor distribucién de ga- nancias de las riquezas se obtendr4 un rendimiento mas fecundo de la pro- duccién.”?* La movitizacién de masas Con su propaganda incesante, su apoyo y ayuda, Cérdenas creé Ja at- mésfera propicia a la organizacion mas amplia, global, de los trabajadores. Sin embargo, las condiciones en las que se desarrollaba el movimiento obrero, asi como la precipitacién de los acontecimientos politicos, fueron determinantes para que el anhelo mAximo del presidente se volviera rea- lidad. La labor de Cardenas se alié a la labor que algunas organizaciones sindicales venian desplegando para desarrollar la organizacién de los tra- bajadores. a] De la movilizacién a ta organizacién Durante los primeros meses de su gobierno, Cardenas comenzé a per- cibir resultados positivos de la nueva pol{tica que estaba desarrollando. En 51 esto tuvieron una influencia importante las huelgas que se desencadenaron como consecuencia natural del periodo de la recuperacién econémica, agravadas por el descontento obrero, pues la actitud de Cardenas y el go- bierno frente a ellas permitié que los trabajadores empujados por sus lide- res, fueran poco a poco superando su escepticismo respecto al gobierno y ofreciéndole su cooperacién;® otra vez se empezaba a conciliar. El partido comunista se mantenia en contra del gobierno de Cardenas, Sin embargo, seria la crisis politica de junio de 1935 la que Ievaria al movimiento huel- guistico de los trabajadores a transformarse en masiva movilizacién, con claros visos politicos, que acabaria por convertir al proletariado en un real y firme sostén de Cardenas y del régimen que éste representaba. ‘Las continuas huelgas, la agitacién que causaban, provocaron la lucha final entre las fuerzas emergentes del Estado y el sector que Calles repre- sentaba, Calles habfase venido mostrando inconforme con las huelgas, y partidarios suyos realizaban una intensa campafia contra el gobierno car- denista.2! Desde los primeros dias de junio se comenz6 a manifestar una accién de los diputados cardenistas, quienes habian organizado una mi- noritaria “ala izquierda” en las Camaras, tendiente a afirmar su “liber- tad de opinién” fuera del control del PNR, lo que se tradujo en conflictos con aquellos que se mantenian fieles al supuesto jefe maximo. ‘Tal si- tuacién, en el contexto de constantes luchas obreras, motivé violentas de- claraciones de Calles que precipitaron una grave crisis politica? El ex- presidente criticaba duramente a las organizaciones obreras y a sus princi- pales lideres, como Lombardo, afirmando que se estaban aprovechando de la benevolencia del gobierno; decia que con esas “agitaciones injus- tificadas” lo tinico que se lograba eran “meses de holganza pagados, el desaliento del capital [y] el dafio grave de la comunidad”, y que afec- taban al gobierno mismo. Afirmaba también que veia un peligro de divi- sién entre la “familia revolucionaria” con la creacién de bloques politicos de izquierda y de derecha en las CAmaras y subrayé que “esta ocurriendo exactamente lo mismo que ocurrié en el periodo del presidente Ortiz Rubio”, lo cual fue interpretado como una abierta amenaza al general Cardenas de arrojarlo del poder.* ‘Tales declaraciones, publicadas Ft? de junio de 1935, constituyeron una descarga eléctrica que terminé por oscu recer el cielo politico del pafs, De inmediato se clevé uma ola de apro- bacién a las palabras de Calles desde potentes sectores de la industria y del comercio, Los periddicos Jenaron sus paginas de felicitaciones y elo- gios y decenas de automéviles con funcionarios y politicos comenzaron a desfilar hacia Cuernavaca, para adherirse al jefe m4ximo.#* Ese mismo dia se realiz una reunién a puerta cerrada entre delegados de algunas organizaciones obreras, las cuales dieron a conocer unas declaraciones que respondian a Calles, En éstas reafirmaron su decisién de defender sus derechos y amenazaron con utilizar la “huelga general de todo el pais como tinico medio de defensa contra la posible implantacién de un régi- 52 men fascista en México”. También afirmaban que mantendrian su uni- dad para defender sus intereses,*’ La CGOCM declaré que Calles incita- ba al gobierno a iniciar “una era de represién contra el proletariado de México” y que sus declaraciones constituian para los trabajadores “la amenaza de perder hasta las escasas garantias que las leyes le reconocen”.** Cérdenas, por su parte, envié emisarios personales a tada la repiblica para entrevistar a los gobernadores y a los jefes militares, Estos emisarios —segiin Townsend—, militares con grado ‘de capitan, pedian su definie cién a los generales y gobernadores sobre la crisis creada, Si habla duda © incertidumbre en la respuesta, los consultados eran destituidos de in- mediato.** El 14 aparecié la respuesta presidencial, Cardenas subrayaba que nunca habia aconsejado las divisiones que mencioné Calles, justifi- caba las huelgas y manifestaba su confianza plena en las organizaciones obreras y campesinas!? Ese mismo dia convocé a su gabinete y pidié la renuncia de todos sus secretarios.*t Mientras tanto, se constituia el Comité Nacional de Defensa Proletaria —integrado por las organizaciones que desde el dia 12 se estaban reuniendo—, cuyos propésitos esenciales eran, ademas de poner a salvo los derechos obreros, apoyar a CArdenas y rea- lizar los trabajos de unificacién necesarios para constituir una central ‘nica de trabajadores, Para esto, las diversas agrupaciones acordaban res- petar mutuamente su integridad y abstenerse de lanzarse ataques, coordi- nando su accién de solidaridad.** El apoyo se voleé hacia el general Lazaro Cardenas: las “alas” de iz- quierda de las Cémaras se convirtieron en mayoritarias, los gobernadores y los jefes de operaciones militares testimoniaron su adhesién al presidente; centenares de miles de trabajadores organizados del campo y de la ciudad irrumpieron en las calles; decenas de estudiantes de la universidad se orga- nizaron en grupos compactos y recorrieron la ciudad de México, reali- zando en diversos lugares breves mitines, en los cuales expresaban su simpatia por la politica de Cfrdenas, acordando constituir el frente tnico estudiantil; organismos de todo tipo —logias masénicas, agrupaciones de cultura, escritores “de izquierda’, etcétera— manifestaron también su soli- daridad. Los dias 15, 16 y 17 se Hevaron a cabo diversas manifestaciones de apoyo, y millares de mensajes de felicitacién Megaron al ejecutivos? El 17 de junio CArdenas integrS su nuevo gabinete, nombrando a Portes Gil presidente del partido oficial, Con el general Cedillo como Secretario de Agricultura, Cardenas se gané el apoyo de los catélicos* El 19 Calles salié rumbo a Sinaloa y siguié mds tarde hasta la California estadouni- dense. Cémo habia sido posible que el jefe m4ximo de la revolucién hubiera sido derrotado en unas cuantas horas? Evidentemente, no habia tal. jefe supremo y se habfan fortalecido las nuevas fuerzas gobernantes que desde 1933 venian cobrando cada vez més influencia y hab{an logrado imponer la candidatura de Cardenas a la presidencia, el Estado y el partido oficial 53, se habian desarrollado como tales y no dependian més de la decisién per- sonal de Calles; el culto al “jefe indiscutible” habia también venido a menos, Las condiciones politicas y sociales del pais eran otras y, por lo mismo, a funcién del hombre fuerte habia declinado: el régimen insti- tucional empezaba a mostrar su realidad; el sistema politico dominante comenzaba a consolidarse.** La crisis de junio fue considerada como un momento decisivo en el cual dos épocas quedaban delineadas. E] dique que contenia a las fuerzas que se venian gestando dentro y fuera del gobierno quedaba destruido, con lo que los nuevas circulos gobernantes podrfan ya realizar sus propésitos sin obstdculos. El mejoramiento econé- mico de los obreros para aumentar su poder adquisitivo y la reforma agraria podrian ahora desarrollarse accleradamente.* En los Estados Uni- dos Ja actitud de CArdenas desperté “el entusiasmo delirante de les cen- tros intelectuales, obreros y de todos los sectores de opinién libre” y el gobierno imperialista de Roosevelt no sintié necesidad de apoyar a Calles contra lo que se consideraba el New Deal de México.” De la crisis de junio el gobierno de Cardenas salié fortalecido, pues la mayor parte de los integrantes de los circulos gubernamentales, inclui- do el ejército, Jo apoyaron; el Estado y el partido oficial pudieron con- solidarse. Pero el hecho mis significative lo constituyé Ja participacién de Jas masas trabajadoras. Las declaraciones de Calles afectaban directamen- te a las organizaciones obreras y a sus dirigentes, ante lo cual la Gnica perspectiva que les quedaban para defenderse eran la coordinacién y la unificacién, pues un movimiento obrero fragmentado y disperso, invadido por las pugnas intergremiales, seria un blanco facil de la represién que se avizoraba. De esta manera, ante la posibilidad de verse reducido por Ja represion, el movimiento obrero organizado eché lazos de unidad entre Jas principales organizaciones y creé el Comité Nacional de Defensa Pro- letaria“* La propaganda que Cardenas habia estado realizando en favor de la creacién del frente tinico de los trabajadores y la actividad que algunas agrupaciones sindicales Hevaban a cabo con el mismo propésito, fructificaron con la crisis politica. Si bien la tendencia era hacia Ja uni- dad, no cabe duda de que la precipitacién de los acontecimientos preci- pité, asimismo, el proceso unificador.*® La clase obrera_unificada surgié con una fuerza imponente que sus lideres, sobre todo Lombardo se en- cargaron de poner en movimiento, La masa obrera unificada se desaté en torrente, desbord4ndose por las calles de la ciudad, revelando un po- derfo enorme al esgrimir en defensa propia la huelga general como un arma formidable mediante la cual podria paralizar las fabricas y Jas mi- nas, clausurar los comercios, detener los trenes y vehiculos, impedir el funcionamiento de la administracién oficial y del aparato econémico en su conjunto, Pero esta energia desatada no se encauzé hacia una lucha obrera independiente y unida que protegicra a los trabajadores del peligro represivo y vigorizara su accién, conservando su autonomfa respecto al 54 gobierno, sino que la fuerza de las masas fue dirigida hacia Cardenas y puesta a su servicio, anuddndose fuertemente las amarras que antes se haban roto: el Estado volvia a disponer del poder del proletariado para acabar con sus enemigos y consolidar su posicién.° El prestigio que Carde- nas habia adquirido entre Jas masas con su politica de acercamiento y su promocién de la organizacién, amado a su actitud en el conflicto con Ealles, facilité que los trabajadores fueran fascinados y arrastrados tras la figura de Cardenas, quien se impuso en la crisis con su politica de masas como el representante de un nuevo periodo de nuestra historia, durante el cual el régimen econdémico, social y politico dominante se consolida- tia y lograria perfeccionarse, El apoyo de los trabajadores agrupados en el CNDP significé el res- paldo principal al régimen cardenista." Esto se habria de reafirmar con motivo del regreso de Calles, que consumé su definitiva derrota. A partir de su constitucién, el Comité Nacional de Defensa Proletaria desplegé wna importante labor de movilizacién de masas, la cual fue utilizada, inclu- sive, como un método de unificacién obrera.* Asi, realizaria manifesta- ciones antifascistas —Calles fue acusado de querer instaurar un régimen fascista--, actos de protesta con el mismo cardcter e incluso, el 8 de octubre, decretaria un paro general obrero como protesta por Ja agresién de Ja Italia de Mussolini a Abisinia, Durante este mismo periodo, la GROM y la GGT, que habian apoyado a Calles* se dedicaron a efectuar una furibunda propaganda anticomunista, orientada principalmente con- tra Lombardo, realizaron también paros, e incluso el 7 de diciembre organizaron, junto con otras agrupaciones, Ia Alianza de Trabajadores Unificados, cuya misién esencial seria organizarse contra el comunismo y, Sobre todo, oponerse al Comité Nacional de Defensa Proletaria, que se consolidaba rapidamente®* El 13 de diciembre, la GROM realizé un anticomunista en Puebla, Veracruz y Tlaxcala, al mismo tiempo que el general Calles, acompafiados por Luis N. Morones, legaba a la ciudad de México, procedente de Los Angeles.®* De inmediato, oleadas de descontento se apoderaron de México, Diver- sas organizaciones obreras y de macstros expresaron su apoyo al presidente y exigieron que Calles abandonara el pais; en wna reunién acordaron formar un solo frente para proteger a Ciérdenas y organizar manifesta- ciones y mitines. E] Comité Nacional de Defensa Proletaria y cuatro mil electricistas reiteraron su decisién de ir a la huelga general para exigir la salida de Calles y le recordaron al general Clérdenas su promesa de “armar a los obreros y campesinos” contra sus enemigos. Los ferrocarrile- ros y la Confederacién Campesina Mexicana —organizada en 1933 bajo auspicios de Portes Gil— ofrecieron su apoyo decidido al presidente y exigieron también Ia expulsién del antiguo jefe mdximo. Astmismo, el congreso en que se realiz6 la unificacién magisterial protest y acordé reali- zax un paro de veinticuatro horas si Galles no abandonaba Ia repiblica y los 55 estudiantes organizaron, igualmente, mitines y manifestaciones masivas en el Distrito Federal. Un clima de efervescencia politica realmente excepcional envolvié al pais, y en él se revelaron los comunistas —miembros también del CNDP— como una fuerza importante de agitacién y movilizacién de Jos trabajadores, Los mitines y manifestaciones se sucedian; se extendia la agitacin a varios lugares de la repiblica, como Puebla, Guadalajara, To- duca_y Monterrey." Cardenas se esforzé por mantener la agitacién dentro de ciertos limites.* Al mismo tiempo, la accién oficial se dejé sentir: senadores y diputados callistas fueron cesados de sus puestos, acusados de realizar una actividad subversiva; el 16 de diciembre fueron desconocidos los poderes de Guana- juato, Durango, Sonora y Sinaloa, y el miércoles 18 ef PNR expulsd de sus filas al general Calles y a varios diputados y senadores callistas, asi como a todos los miembros de los comités estatales y municipales del par- tido ligados con los gobiernos desconocidos y a los magistrados del poder judicial de los cuatro estados cuyos poderes habfan dejado de existir, En el diario “del gobierno y del partido de Estado” —como El Nacional se definia a si mismo— y en las Cémaras se realizaba una intensa campafia de propaganda, se denunciaba a Calles y a sus allegados como promo- tores de la rebelién, El viernes, la policia afirmé que habia encontrado en la casa de Morones “armas y pertrechos” y descubierto mucho armamento a los cromistas de Orizaba.* El domingo 22 de diciembre, la agitacién Itegé al climax con la movi- lizaci6n de mds de ochenta mil obreros, campesinos y estudiantes. El Comité Nacional de Defensa Proletaria mostraba su poderfo con la orga- nizacién de una manifestacién sin precedentes, en apoyo de la politica de Cardenas. La columna de la manifestacién Ilenaba el Paseo de la Re- forma y la avenida Juarez, desde la estatua de la Independencia hasta San Juan de Leiran, y muchos contingentes se sumaban desde las calles late- rales. A la cabeza iban los directivos del CNDP: Vicente Lombardo To- Iedano, Valentin Campa, Fernando Amilpa, Fidel Veldzquez, Francisco Brefia Alvirez y otros. A las diez y media de la mafiana los manifestantes empezaron a marchar; los electricistas pedian cArcel para Calles y sus partidarios; los empleados gréficos denunciaban a sus patrones y daban a conocer su huelga; detras de ellos iban la alianza de comunidades agra- was, la CAmara Nacional del ‘Trabajo, los intelectuales y Ios jévenes y estudiantes socialistas, los ferrocarrileros, metalrgicos y petroleros. Masas de campesinos se integraban también a la columna.® Los trabajadores habian tomado las calles, sacados de sus centros de trabajo por sus lideres, para apoyar a Cardenas y conjurar el peligro callista, Miles de obreros acudian al Zécalo dispuestos a dejar en cualquier momento sus actividades productivas y a lanzarse a la huelga general, dieron a CArdenas un poder inconmensurable que intimidé no sdlo a Galles y sus allegados, sino a todo aquel que en adelante se opusicra a los designios del Estado, La ac- 56 cién de los trabajadores se difundid por toda la reptblica: en Tampico Jos petroleros; en Matias Romero los ferroviarios; en Campeche maestros y campesinos; en Chihuahua, Aguascalientes, Veracruz, Monterrey, en to- das Jas ciudades del pais, los trabajadores se manifestaron contra Calles y en apoyo del presidente.” Con tal movilizacién, C:Ardenas consolidé su politica de masas, y con el discurso que pronunciéd se revelé come un Tider de masas excepcional, capaz de fascinar a los trabajadores y de levar- los a donde él quisiera, apoyado en esto por los lideres sindicales, quienes se encargaban del trabajo de organizacién y control. Ante los ochenta mil trabajadores que desembocaron en el Zécalo, Cardenas explicé el porqué de jas agresiones a su gobierno, definié su posicién frente al regreso de Galles, atacdndolo duramente; Io acusé de delincuente o transfuga de la revolucién y sefialé que era movido, junto con sus seguidores, por sus intereses personales; concluyé diciendo que Calles y sus partidarios no cons- tituian ningén problema para el pais.¢ A nadie le quedaria ya duda de la fuerza de masas que Cardenas poseia, ni de su decisién de avanzar en los propésitos que el Estado habia asumido. Durante Jos primeros dias de febrero de 1936, se suscité en Monterrey un grave conflicto obrero-patronal que seria aprovechado por el presi- dente CArdenas para hacer ver a los capitalistas que necesitaban some- terse a la politica del Estado, pues de lo contrario algunos de ellos su- fririan las consecuencias de su actitud. Cardenas apoyé a los trabajadores en sus reivindicaciones econémicas y amenazé a Jos patrones, que realiza- ban un paro general de actividades industriales, con reanudar por cuenta del Estado la produccién. Su politica de acercamiento a los trabajadores y la movilizacign de éstos por las organizaciones sindicales fueron funda- mentales para Ja resolucién del conflicto, El apoyo de las organizaciones obreras, de estudiantes, intelectuales, etcétera, no se hizo esperar y brota- ron manifestaciones solidarias en diversas ciudades de la republica, como Guadalajara, Jalapa y Puebla.** Con la crisis de junio, la movilizacién de diciembre y ¢} conflicto de Monterrey, CArdenas consolidé su politica de masas, y la unificacién de los trabajadores —que tanto propugnaba— empezé a volverse realidad. El Comité Nacional de Defensa Proletaria habia logrado unir a nicleos obreros con tendencias diversas, que en otras condiciones hubiera sido dificil vincular. Sindicalistas, ex-anarquistas, reformistas, comunistas, todos confluyeron en la hora de la crisis. En los meses que siguieron a su consti- tucién, el CNDP se fue desarrollando de un modo acclerado, integrando nuevos contingentes y consolidandose, Toda la movilizacién de esos meses, toda Ja efervescencia politica, la energia desatada, se encauzé hacia la organizacién de la central sindical tnica, que aunque con fines distintos, tanto Cardenas como los trabajadores deseaban. La movilizacién de las masas trabajadoras habia sido el real punto de partida de 1a unificacién de las organizaciones, de una organizacién mas amplia y global. 57

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