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¿Cuáles consideraciones prácticas para el dispositivo analítico se derivan (emergen) de la

relación teórica entre inconsciente e interpretación?


¿Cómo la relación teórica entre inconsciente e interpretación produce características
singulares de la práctica analítica?
¿Cómo la relación intrínseca entre inconsciente e interpretación genera particularidades
técnicas en el dispositivo analítico?
Objetivo general:

Categorías de análisis:
El inconsciente y sus manifestaciones: esta categoría tiene como objetivo explorar las
conceptualizaciones acerca del inconsciente presentes en Freud y en el paradigma
psicoanalítico que introduce Lacan. Situar brevemente las reflexiones que conducen a un
planteamiento del inconsciente estructurado como un lenguaje.
El inconsciente en Freud:
Estudios sobre la histeria: Plantea una hipótesis tópica, una segunda conciencia (escisión
de la psique), presentando el esquema de la psique dividido en dos partes; como resultado
de estudiar específicamente y dilucidar el mecanismo que operaba detrás de la histeria. Una
es reprimida (consciente) y la otra es la represora (inconsciente). Y el punto de vista
descriptivo, el inconsciente se instauraba según la cualidad de conciencia.
«Aquella escisión de la actividad psíquica, tan llamativa en los casos consabidos de double conscience, existe
de manera rudimentaria en toda "gran" histeria; y la aptitud e inclinación para esa disociación es el fenómeno
fundamental de esta neurosis». P.237.

La interpretación de los sueños Cap. VII: Freud introduce un punto de vista dinámico
marcado por la represión (esfuerzo de desalojo) que define el investimento (económico);
establece así una diferencia con la hipótesis tópica del aparato psíquico. Se habla de dos
modos de operación en el decurso del aparato psíquico. Establece un orden de sistemas Cc,
y lo Inconsciente que opera de dos modos PreCc (Con posibilidad de devenir consciente) e
Icc (Insusceptible de conciencia). Señala que lo importante es que estos sistemas operan
con cualidades particulares y se relacionan entre sí por medio de lo dinámico. Lo
consciente pierde así su predominio.
Represión: Una investidura energética es impuesta a un ordenamiento o retirada de él, de suerte que el
producto psíquico en cuestión cae bajo el imperio de una instancia o se sustrae de él. de representación tópico
por uno dinámico; no es el producto psíquico el que nos aparece como lo movible, sino su inervación. P.598.

Diferencia entre punto de vista tópico y dinámico: Evitaremos cualquier abuso de este modo de figuración (de
los dos sistemas) si recordamos que representaciones, pensamientos y, en general, productos psíquicos no
pueden ser localizados dentro de elementos orgánicos del sistema nervioso, sino, por así decir, entre ellos,
donde resistencias y facilitaciones constituyen su correlato. P. 599.
Punto de vista de los sistemas: Lo nuevo que nos enseña el análisis de las formaciones psicopatológicas y ya
su primer eslabón, el sueño, consiste en que lo inconsciente —por ende, lo psíquico— ocurre como función
de dos sistemas separados y eso ya sucede dentro de la vida normal del alma. P.602.

Nota sobre el concepto de inconsciente en psicoanálisis (1912) Tomo XII: Introduce un tercer sentido para
el inconsciente y el más importante: el sistemático. Un sistema con procesos singulares.

El valor de lo inconsciente como índice ha superado con mucho a su significación como propiedad. A falta de
una expresión mejor y menos ambigua, damos el nombre de «el inconciente» al sistema que se da a conocer
por el signo distintivo de ser inconcientes los procesos singulares que lo componen. Para designar este sistema
propongo las letras Ice {Ubw}, abreviatura de la palabra «inconciente» [«Unbewusst»}. Este es el tercer
sentido, y el más importante, que el término «inconciente» ha cobrado en el psicoanálisis. P.277

“Las leyes de la actividad anímica inconciente se distinguen en amplia medida de las que rigen a la actividad
conciente.” P.277.

Lo Inconsciente (1915): Introduce el punto de vista sistemático en un sentido tópico y establece cualidades
particulares al inconsciente.

Nuestra tópica psíquica provisionalmente nada tiene que ver con la anatomía; se refiere a regiones del
aparato psíquico, dondequiera que estén situadas dentro del cuerpo, y no a localidades anatómicas. P. 170

Dentro de este sistema no existe negación {Negation], no existe duda ni grado alguno de certeza. Todo esto es
introducido sólo por el trabajo de la censura entre lcc y Prcc. La negación es un sustituto de la represión, de
nivel más alto.' Dentro del Ice no hay sino contenidos investidos con mayor o menor intensidad. P. 183

intensidades de investidura. Por el proceso del desplazamiento, una representación puede entregar a otra todo
el monto de su investidura; y por el de la condensación, puede tomar sobre sí la investidura íntegra de muchas
otras. He propuesto ver estos dos procesos como indicios del llamado proceso psíquico primario. P. 183

Los procesos del sistema Ice son atemporales, es decir, no están ordenados con arreglo al tiempo, no se modifican por
el trascurso de este ni, en general, tienen relación alguna con él. P.184

Tampoco conocen los procesos Ice un miramiento por la realidad. Están sometidos al principio de placer; su destino
sólo depende de la fuerza que poseen y de que cumplan los requisitos de la regulación de placer-displacer.''
Resumamos: ausencia de contradicción, proceso primario (movilidad de las investiduras), carácter atemporal y
sustitución de la realidad exterior por la psíquica, he ahí los rasgos cuya presencia estamos autorizados a esperar en
procesos pertenecientes al sistema Icc." P.184

El YO y el Ello Tomo XIX: Instaura un nuevo modelo del aparato psíquico (tópica) y desestima el carácter descriptivo en
la definición de inconsciente, puesto que algunos procesos del Yo también son inconscientes. Liga la idea del sistema Icc
con el Ello, el cual reemplaza los usos definidos al Sistema Icc, Lo inconciente y el inconciente sistemático. Sectores del
Yo y el SuperYo son inconscientes,

Se había vuelto evidente, entonces, que tanto en lo que atañe a «el inconciente» como en lo que atañe a «el
yo», la condición de conciente no era ya un criterio valedero para esbozar un modelo estructural de la psique.
P.7

La consideración dinámica nos aportó la primera enmienda; la intelección estructural trae la segunda.
Discernimos que lo Icc no coincide con lo reprimido; sigue siendo correcto que todo reprimido es icc,
pero no todo Icc es, por serlo, reprimido. P.19

Propongo dar razón de -ella llamando «yo» a la esencia que parte del sistema P y que es primero prcc, y
«ello»" en cambio, según el uso de Groddeck, a lo otro psíquico en que aquel se continúa y que se comporta
como icc. P.25.
El principio de placer, que rige irrestrictamente en el ello, por el principio de realidad. Para el yo, la
percepción cumple el papel que en el ello corresponde a la pulsión. P.27

Enseguida veremos si esta concepción nos procurará beneficios en la descripción y la comprensión. Un


individu o[Individutim] es ahora para nosotros un ello psíquico, no conocido (no discernido) e inconciente,
sobre el cual, como una superficie, se asienta el yo, desarrollado desde el sistema P como si fuera su núcleo.
P.25

Pero también lo reprimido confluye con el ello, no es más que una parte del ello. Lo reprimido sólo es
segregado tajantemente del yo por las resistencias de represión, pero puede comunicar con el yo a través del
ello. P.29.

31ª. Conferencia. La descomposición de la personalidad psíquica: Esboza un nuevo sentido descriptivo


del término inconsciente y define características para el ello relacionadas con lo inconsciente.

Si queremos expresarnos de manera más correcta aún, modificaremos así el enunciado: llamamos inconciente
a un proceso cuando nos vemos precisados a suponer que está activado por el momento, aunque por el
momento no sepamos nada de él. P.64

Pero entonces se suma la nueva experiencia que podemos hacer ya en las operaciones fallidas. Por ejemplo,
para explicar un desliz en el habla nos vemos obligados a suponer que en la persona en cuestión se había
formado un propósito determinado de decir algo. Lo colegimos con certeza a partir de la perturbación
sobrevenida en el dicho, pero ese propósito no se había impuesto; por tanto, era inconciente. P.65

Vemos que no tenemos ningún derecho a llamar «sistema Icc» al ámbito anímico ajeno al yo, pues la
condición de inconciente no es un carácter exclusivamente suyo. Entonces, ya no usaremos más
«inconciente» en el sentido sistemático y daremos un nombre mejor, libre de malentendidos, a lo que hasta
ahora designábamos así. Lo llamaremos El ello. P.65

No esperen que, acerca del ello, vaya a comunicarles mucho de nuevo excepto el nombre. Es la parte oscura,
inaccesible, de nuestra personalidad; lo poco que sabemos de ella lo hemos averiguado mediante el estudio
del trabajo del sueño y de la formación de síntomas neuróticos, y lo mejor tiene carácter negativo, sólo se
puede describir por oposición respecto del yo. Nos aproximamos al ello con comparaciones, lo llamamos un
caos, una caldera llena de excitaciones borboteantes. P.67

Las leyes del pensamiento, sobre todo el principio de contradicción, no rigen para los procesos del
ello. Mociones opuestas coexisten unas junto a las otras sin cancelarse entre sí ni debitarse; a lo sumo entran
en formaciones de compromiso bajo la compulsión económica dominante a la descarga de energía. P.67

Desde luego, el ello no conoce valoraciones, ni el bien ni el mal, ni moral alguna. El factor económico o, si
ustedes quieren, cuantitativo, íntimamente enlazado con el principio de placer, gobierna todos los procesos.
Investiduras pulsionales que piden descarga: creemos que eso es todo en el ello. Parece, es verdad, que la
energía de esas mociones pulsionales se encuentra en otro estado que en los demás distritos anímicos, es
movible y susceptible de descarga con ligereza mucho mayor,'" pues de lo contrario no se producirían esos
desplazamientos y condensaciones que son característicos del ello y prescinden tan completamente
de la cualidad de lo investido —en el yo lo llamaríamos una representación—. ¡Qué daríamos por comprender
mejor estas cosas! Además, ven ustedes que estamos en condiciones de indicar para el ello otras propiedades
y no sólo la de ser inconciente, y disciernen la posibilidad de que partes del yo y del superyó sean
inconcientes sin poseer los mismos caracteres primitivos e irracionales.'" P.70
El inconsciente como apertura y cierre. Orden de lo inconcluso, del puede ser.
El inconsciente estructurado como un lenguaje.
El inconsciente en la ruptura como falla. Emerge en el discurso.
1. El inconsciente en la primera y segunda tópica en Freud.

Fuentes primarias
1.1 Primera tópica en Freud: Capítulo VII La interpretación de los sueños. El

Lo inconsciente en textos metapsicológicos: Para establecer cómo se construye en un


primer momento la idea de inconsciente desde un punto de vista tópico con relación al
sistema de percepción conciencia (Cc, PreCc e Icc).

El punto de vista sistémico:

Fuentes secundarias o críticas: Guy LeGaufey - La incompletud de lo simbólico: Con el


propósito de establecer la crítica al inconsciente freudiano en la idea de representaciones
inconscientes y conduce al replanteamient

o desde un punto de vista dinámico.


1.2 Segunda tópica: El yo y el ello: Con el fin de esclarecer cómo el inconsciente se
replantea desde el punto de vista dinámico.

2. El inconsciente estructurado como un lenguaje en Lacan.


Fuentes primarias:
1. Lacan, Seminario 6, el deseo y su interpretación. Clase sobre el grafo del deseo: Con el
fin de situar al inconsciente en relación con la dimensión sincrónica y diacrónica del
lenguaje.
2. Lacan, Seminario 11, los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis: El propósito
es explorar las particularidades de las manifestaciones del inconsciente y cómo se
estructuran como lenguaje.
3. La ciencia y la verdad: Para abordar la cuestión de la verdad y el inconsciente (idea de
que no verdadero sobre lo verdadero) y cómo esto se traduce en interpretaciones a medias o
parciales del inconsciente.

Fuentes secundarias o críticas:


1. LeClaire: psicoanalizar. Capítulo 3: Ahondar en el orden de la letra. El inconsciente
constituido por los elementos de la letra, objeto y sujeto.

3. El inconsciente y su interpretación: singularidades del ejercicio analítico: Esta


categoría tiene como objetivo analizar las singularidades prácticas que emergen de la
relación intrínseca entre inconsciente e interpretación. Dividida en dos subcategorías:
1. Consecuencias para la posición del analista emergentes de la relación entre
inconsciente e interpretación: Para responder a la pregunta, ¿Qué características del
posicionamiento del analista permiten la interpretación del inconsciente? (transferencia y el
lugar de analista como objeto a).
2. Consideraciones prácticas para el analista sugeridas a partir del a relación entre
inconsciente e interpretación: Consideraciones sobre las particularidades de la escucha en
análisis que emergen del trabajo sobre una verdad indisociable con el inconsciente ¿con qué
oído conviene escuchar? Idea de tomar cada caso en su singularidad y partir de la teoría
haciendo caso omiso de ella: elaborar a partir de lo que se escucha. Explorar la idea de la
palabra del analista, ¿Qué se dice (interpreta) y para qué se dice?

Seminario 17: El reverso del psicoanálisis: Explorar la idea del analista como objeto a
(cuestionar la posibilidad de esta meta)

Fuentes secundarias o críticas:


1. Bonoris, El nacimiento del sujeto del inconsciente: en cuanto al objeto a y la verdad en análisis.
2. LeClaire: psicoanalizar: consideraciones prácticas para el analista.
3. Soler, el decir del analista: explorar la idea de que no se trata de develar algo oculto sino algo que
se produce en el acto.

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