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CÁNCER DE PRÓSTATA

CÁNCER DE OVARIOS

RESUMEN CÁNCER DE MAMAS


ENFERMEDADES
MOLECULARES, ETIOLOGÍA,

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO.

2024

1
INTRODUCCIÓN

El desarrollo tecnológico en la biología molecular y, en especial, en la genética molecular ha abierto un


sinfín de ventajas clínicas indiscutibles en la práctica médica diaria. La sensibilidad y la especificidad
de las técnicas usadas en el diagnóstico directo de defectos genéticos o agentes etiopatogénicos
asociados a los procesos mórbidos representan una herramienta valiosa en la medicina, a lo que hay que
añadir la velocidad con la que se obtienen los resultados. Por ello, es esencial conocer cómo el ADN se
replica, se transcribe y se traduce a proteínas (dogma central de la biología molecular), así como los
mecanismos de expresión basal e inducible de genes en el genoma. Uno de los principales objetivos es
conocer los mecanismos de regulación y expresión genética en los procesos de la enfermedad para tratar
de detenerla e incluso prevenirla, ya que mediante estudios genéticos pueden saberse las probabilidades
de que se presente en individuos susceptibles.
¿Qué son las enfermedades moleculares?
Según el Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra:
“Cualquier enfermedad provocada por una anormalidad en una sola proteína, normalmente una enzima.
Este componente puede tener una estructura anormal que lo hace funcionalmente menos eficiente o
deletéreo para el organismo, o puede tener una estructura normal, pero encontrarse en una cantidad
reducida.”
Desde el punto de vista molecular, las enfermedades se pueden clasificar en: genéticas, exógenas y
mixtas. No se acepta esta clasificación de forma generalizada, ya que no se conoce con precisión la
causa molecular de muchas enfermedades.

Nos centraremos en las siguientes:

1.- CÁNCER DE PRÓSTATA

ETIOLOGÍA
Desde el punto de vista etiológico, se considera que el cáncer de próstata es una enfermedad
multifactorial, en la que participan principalmente factores hormonales, además de los relacionados con
la raza, la dieta y una historia familiar de cáncer prostático. La patogénesis se desarrolla por la
acumulación de alteraciones genéticas que resultan en la proliferación celular, estas células adquieren
habilidades de invasión, metástasis y proliferación a distancia. La unidad funcional de la próstata es el
acino, compuesto por elementos epiteliales y estromales, separados por una membrana basal. El
compartimiento epitelial está conformado por células glandulares epiteliales, células basales,
neuroendocrinas, linfocitos y macrófagos. En el acino prostático predominan las células glandulares y
son el sitio donde se producen y secretan el PSA y la fosfatasa ácida, los cuales son excretados con el
líquido de la eyaculación. Estás células dependen de la acción androgénica. (2)
El crecimiento y la maduración del epitelio prostático dependen de los niveles periféricos de
testosterona y de la conversión de la misma a dihidrotestosterona, por acción de la enzima 5-alfa
reductasa, a nivel celular, dentro de la glándula. Dentro de la célula prostática, la dihidrotestosterona se
liga al receptor de andrógeno y forma un complejo (dihidrotestosterona-receptor androgénico) que
interactúa con secuencias específicas de ADN, alterando la regulación celular. El cáncer prostático se
origina por el crecimiento clonal de una célula epitelial alterada en su genoma; no obstante, se han

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identificado múltiples clonas malignas dentro de la misma glándula, como consecuencia de la
inestabilidad genética de la próstata. (1)

DIAGNÓSTICO
El diagnóstico está basado en:
Clínica:
Se realiza un interrogatorio al paciente para conocer si presenta algún síntoma relacionado con el cáncer
de próstata, se pedirá un examen de PSA, si esta se encuentra fuera de rango normal, se procederá a
realizar el tacto rectal que es parte de la clínica, las alteraciones que se pueden detectar mediante un
tacto rectal y que nos pueden hacer sospechar la presencia de un cáncer de próstata son:
- Nódulos o irregularidades en la superficie.
- Aumento de la consistencia en una porción de la próstata o de manera difusa. - Alteración en los
bordes de la glándula.
- Palpación excesivamente dolorosa.
Si se encuentra todos estos elementos en la clínica se procede a realizar otros estudios complementarios
para de esa manera llegar a un buen diagnóstico. (3,4)
Estudios laboratoriales:
De modo preferente se utilizan el PSA, fosfatasa ácida, fosfatasa alcalina prostática. El PSA es el mejor
marcador, se trata de una glucoproteína con actividad proteolítica, su sustrato fisiológico es una proteína
de coagulo seminal. Se sintetiza a nivel prostático de su actividad resulta la licuefacción del semen. La
determinación del PSA, hoy en día es la prueba diagnóstica objetiva de mayor ayuda para establecer la
sospecha de cáncer de próstata, siendo la que posee el mayor valor predictivo de la enfermedad por si
misma:
Con valores de PSA menores a 4 ng/ml el 75% de los casos corresponden a HBP.
Con valores superiores a 10 ng/ml el 75% de los casos corresponden a carcinoma intraglandular.
Con valores comprendidos entre 4 ng/ml y 10 ng/ml el 25% corresponde a HBP y el 37% corresponde a
carcinoma intraglandular. En aquellos pacientes con valores superiores a 20 ng/ml prácticamente el
100% desarrollan metástasis óseas.
Los límites de referencia recomendados son: 40 – 49 años: 0,0 a 2,5 ng/ml; 50 – 59 años: 0,0 a 3,5
ng/ml; 60 – 69 años: 0,0 a 4,5 ng/ml; 70 – 79 años: 0,0 a 6,5 ng/ml. Considerando los límites de PSA
según grupos de edad se consigue que estos parámetros sean más discriminadores como marcadores
tumorales, sobre todo para detectar cánceres clínicamente significativos en varones de edad avanzada y
para hallar un número mayor de cánceres potencialmente curables en hombres jóvenes.
Es necesario ser cautos en la interpretación de los valores de PSA, ya que existen numerosos factores
que pueden modificarlo. Estas circunstancias son la siguientes: tacto rectal previo a la extracción de la
muestra analítica, masaje prostático, ecografía transrectal previa, procesos infecciosos e inflamatorios
de la próstata, retención urinaria, biopsias de próstata, HBP de gran volumen, colocación de sonda
vesical, montar a caballo o bicicleta. (4,5,6)
Fosfatasa ácida (PAP) es una enzima que regula la proliferación celular y el metabolismo del epitelio
glandular de la próstata. Dado que en los pacientes con metástasis de cáncer prostático se detectan
concentraciones séricas elevadas de PAP, esta enzima habitualmente se utiliza como un marcador
alternativo de PSA en los tumores de próstata. (7)
Estudio de Biopsia:
Constituyen una prueba determinante en el diagnóstico de cáncer de próstata. Consiste en la obtención
de muestras de tejido prostático que serán enviadas al anatomopatólogo, en donde analizará con un
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microscopio la histopatología molecular y emitirá el diagnóstico confirmando si están o no afectadas
por cáncer.
Histopatología molecular: las características histopatológicas de esta neoplasia se caracterizan por
presentar en sus células núcleos hipercromáticos y agrandados, con citoplasma abundante y teñido de
azul. La ausencia de tinción de inmunohistoquímica de queratina en las células basales de la próstata es
consistente de un adenocarcinoma de próstata. (4,8)
Con las exploraciones (tacto rectal, PSA, biopsia de próstata) el médico ya puede determinar si padece
un cáncer de próstata, pero sin embargo es posible que solicite estudio de imagenología para poder
determinar el grado de afectación y extensión de la enfermedad.
Estudios de Imagenología:
Entre ellas tenemos los siguientes:
Ecografía transrectal: evalúa el tamaño real de la próstata, su volumen aproximado, así como el
aspecto de su estructura. Permite detectar algunos tumores situado en el interior de la próstata, que
serían inaccesibles al tacto rectal, así como examinar el estado de las vesículas seminales y su posible
afectación en el proceso canceroso. (4,6)
Tomografía axial computarizada: la utilidad fundamental es determinar si el cáncer ha sobrepasado los
límites de la glándula prostática, afectando a las vesículas seminales o si ha invadido los ganglios
linfáticos relacionado con la próstata. (4)
Gammagrafía ósea: es una exploración muy sensible para determinar la existencia de metástasis óseas,
es decir, implantación de tejido tumoral en los huesos, por lo que el cáncer de próstata tiene particular
afinidad. (4)

Una vez que se ha confirmado el diagnóstico y realizado la estadificación (determinación de la fase


evolutiva del tumor, así como su agresividad), debe precederse al tratamiento del problema. Los
factores que influyen en la decisión del tratamiento son los siguientes: estadio de la enfermedad (TNM),
agresividad de las células (suma o “score” de Gleason), niveles de PSA en el momento de diagnóstico,
edad y esperanza de vida. (3,4)

TRATAMIENTO:
Va a depender de la etapa en la que está cursando el cáncer de próstata, lo dividimos en 4 etapas:
Etapa I: estos cánceres de próstata son pequeños (T1 o T2) y no han crecido fuera de la próstata, tiene
baja puntuación de Gleason (1>=6 o menos) y bajos niveles de PSA (menos de 10); el tratamiento que
se va aplicar es una prostatectomía radical (cirugía abierta o laparoscópica) y como refuerzo se le puede
realizar una radioterapia. En los hombres con cánceres asintomáticos la vigilancia activa es una buena
opción. (3,4)
Etapa II: el cáncer aún no ha crecido fuera de la glándula prostática, pero son más grandes, tienen
mayores puntuaciones (T2), Gleason (2= 4+3=7) y PSA mayor que la etapa I, las opciones de
tratamiento son la prostatectomía radical, radioterapia, braquiterapia. (3,4)
Etapa III: los cánceres en esta etapa se propagan fuera de la próstata y pueden que hayan alcanzado a
la vejiga o el recto (T4), Gleason (48 puede 4+4; 3+5; 5+3), PSA (no mayor a 20) no hay propagación a
ganglios linfáticos ni órganos distantes. La opción de tratamiento en esta se concentra en un tratamiento
localmente avanzado estas pueden incluir: radioterapia, terapia hormonal y estar siempre en
observación. (3,4)
Etapa IV: los cánceres en esta etapa PSA (mayor de 20ng(ml) indica metástasis principalmente en los
huesos, la mayoría de estos cánceres no se pueden curar, pero se pueden tratar, los objetivos del
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tratamiento son paliativos con el único objetivo de tener una mejor calidad de vida. El tratamiento
consiste en realizar directamente una terapia hormonal y si el paciente no tiene una buena respuesta
quiere decir que presenta una resistencia a la castración y esa resistencia a la castración nos lleva a la
quimioterapia. (3,4)
Prostatectomía (cirugía abierta): es una técnica que se realiza, habitualmente, como tratamiento
definitivo, cuyo objetivo es la curación del cáncer. El cirujano puede retira la próstata mediante dos
técnicas: prostatectomía radical retropúbica y prostatectomía radical perineal. (4)
Prostatectomía radical laparoscópica: consiste en practicar varias punciones en la cavidad abdominal
que permiten colocar unos tubos (trocares) a través de los cuales el cirujano opera mirando las imágenes
recogidas, por una cámara, en un monitor de televisión, cuyo objetivo es la curación del cáncer. Esta
técnica permite extraer las próstata y vesículas seminales sin dejar herida quirúrgica. Tan solo quedan
unas pequeñas cicatrices correspondientes a las incisiones realizadas para situar los trocares. (4)
Radioterapia: consiste en la administración de las radiaciones ionizantes desde el exterior mediante
unos equipos generadores de radiación (acelerador lineal), que no contactan con el paciente y emiten y
proyectan éstas sobre la próstata, cuyo objetivo es la curación del cáncer. (4,5)
Braquiterapia: la radiación se administra mediante fuentes de material radiactivo colocadas en
estrecho contacto con la próstata: implantes permanentes y temporales, el objetivo es la curación del
cáncer. (4,5)
Terapia hormonal: es un tratamiento paliativo en pacientes con metástasis, no consiguiendo la
curación de la enfermedad en ningún caso, aunque si se logra la mejoría de los síntomas en pacientes
con enfermedad avanzada. La eficacia del tratamiento hormonal se basa en suprimir la testosterona de la
sangre, y por lo tanto el efecto que esta tiene sobre el cáncer de próstata. La supresión de andrógenos se
va conseguir mediante:
Tratamiento farmacológico: medicamentos que actúen sobre la hipófisis consiguiendo que los
testículos dejen de producir testosterona, entre ellos tenemos: HLHLA los medicamentos agonistas y
antagonistas de la hormona liberadora luteinizante le impiden a tu cuerpo producir testosterona, estos
medicamentos se inyectan debajo de la piel o en el músculo todos lo meses, cada 3 meses o cada 6
meses. Estos medicamentos son: leuprolide, goserelina, triptorelina, histrelina, degarelix. Los
supresores de andrógenos actúan como una pared de concreto, bloquean la poca testosterona que se
produce en las glándulas adrenales y evitan que lleguen a las células de la próstata, estos medicamentos
son: bicalutamida, nilutamida, flutamida, etc. Se toman vía oral tres veces al día. (9,10)
Tratamiento quirúrgico: extirpando los testículos (orquidectomía). (4)
Quimioterapia: la quimioterapia en el cáncer de próstata avanzado se indica en pacientes que no
respondan o hayan dejado de responder al tratamiento hormonal. Consiste en la administración de
medicamentos por vía intravenosa con el objetivo paliativo y que disminuyan las complicaciones
esqueléticas de las metástasis óseas; a este tipo de fármacos se les denomina fármacos antineoplásicos o
quimioterápicos entre ellos tenemos a: el docetaxel, cabazitaxel, mitoxantrona, paclitaxel, vinorelbina,
etc. (4,6)

2.- CÁNCER DE OVARIOS

Neoplasia maligna de ovario derivada del epitelio celómico, de las líneas germinales o del estroma
ovárico.
El 90% de los tumores malignos de ovario se derivan del epitelio celómico o mesotelio modificado. (11)

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ETIOLOGÍA
Dos teorías: (Tumores epiteliales)
a) Derivado de las células epiteliales superficiales
b) Derivado del epitelio de las trompas

DIAGNÓSTICO
Ante la sospecha de cáncer de ovario, lo primero que se debe realizar a la paciente es una evaluación
general consistente en:
 Una historia clínica completa y una exploración física minuciosa con exploración de la pelvis y
exploración ginecológica realizada por un ginecólogo.
 Análisis de sangre que incluya marcadores tumorales.
 Exploraciones radiológicas, como TAC, PET-TAC o RMN.
Otras pruebas que se deben realizar son exploraciones radiológicas, es decir pruebas de imagen. Las
exploraciones radiológicas que se suelen realizar son:
 Ecografía ginecológica: consiste en la introducción de una sonda de ecografía por vía vaginal.
Permite identificar con bastante precisión los ovarios y detectar tumores ováricos así como la
presencia de líquido libre en la cavidad pélvica. Esta prueba es necesaria.
 Tomografía Axial Computerizada de abdomen y pelvis: el TAC nos proporciona abundante
información sobre el tamaño y localización del tumor en la pelvis, la presencia de afectación de
ganglios linfáticos regionales, la existencia de ascitis (líquido libre en la cavidad abdominal) y la
presencia de metástasis viscerales en bazo o hígado (que suelen ser poco frecuentes en esta
enfermedad).
El TAC también puede detectar implantes peritoneales (implantes tumorales en la cavidad abdominal)
que son muy frecuentes en el cáncer de ovario. No obstante, el TAC no suele detectar implantes de
menos de 1-2 centímetros, por lo que con frecuencia en los estadios avanzados existe más enfermedad
de la que detecta el TAC.
 Resonancia Nuclear Magnética (RNM): en general no es una prueba que se haga de rutina. Puede
ser más útil que el TAC para detectar la infiltración de órganos pélvicos (como vejiga o recto) por el
tumor. Rara vez es necesario realizar una RNM.
 PET-TAC: el PET-TAC se está imponiendo como exploración para determinar la extensión de la
enfermedad, una vez llegados al diagnóstico de cáncer de ovario. Puede dar en ocasiones una
información más exhaustiva antes de la decisión del tratamiento.
 Ocasionalmente se realiza una cistoscopia para conocer si está infiltrada la vejiga o una rectoscopia
para conocer si está infiltrado el recto, antes de programar la cirugía.
 También se debe realizar la cuantificación del marcador tumoral CA 125. Esta prueba consiste en
un análisis de sangre por el que se mide dicha proteína en el suero de la paciente, ya que en general
está aumentada en las pacientes que padecen un cáncer de ovario.
Sin embargo, hay pacientes que no presentan elevación del marcador CA 125, y además, puede estar
aumentado también en enfermedades benignas que cursan con ascitis (líquido en la cavidad abdominal)
o inflamación de la cavidad peritoneal.
La utilidad principal de esta prueba radica en el seguimiento de la enfermedad, puesto que suele existir
una correlación entre el nivel de CA 125 y la actividad de la enfermedad.

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 En toda paciente con el diagnóstico clínico de tumor de ovario se debe realizar una laparotomía para
la toma de biopsia, pues es la prueba que nos servirá para realizar a la vez el diagnóstico definitivo
y la estadificación de la enfermedad. La laparotomía puede ir precedida de una laparoscopia
exploradora para definir mejor las opciones de una cirugía óptima.

TRATAMIENTO:
El tratamiento de una paciente determinada depende de varios factores de los cuales los más
importantes son el grado de extensión de la enfermedad y la situación clínica de la paciente.
El tratamiento del cáncer de ovario consiste en la extirpación quirúrgica de todo el tumor existente,
visible, lo que se conoce como cirugía óptima. Seguido en la mayoría de las ocasiones por un
tratamiento de quimioterapia.
Después de realizar las pruebas de diagnóstico, el equipo de atención médica recomendará uno o más
opciones de tratamiento. Los tratamientos principales para el cáncer de ovario son:
• Cirugía.
• Quimioterapia.
• Terapia hormonal.
• Terapia dirigida.
• Radioterapia.
A menudo, se emplean dos o más tipos de tratamientos diferentes.
(12)
3.- CÁNCER DE MAMAS

Proliferación maligna de las células epiteliales que revisten los conductos o lobulillos mamarios. Es una
enfermedad clonal; donde una célula individual producto de una serie de mutaciones somáticas o de
línea germinal adquiere la capacidad de dividirse sin control, ni orden, haciendo que se reproduzca hasta
formar un tumor. El tumor resultante, que comienza como anomalía leve, pasa a ser grave, invade
tejidos vecinos y finalmente, se propaga a otras partes del cuerpo.
Variantes principales:
 Carcinoma ductal infiltrante
 Carcinoma lobulillar infiltrante

ETIOLOGÍA
Atendiendo al origen existen tres tipos genéricos de cáncer de mama:
 Esporádico: sin antecedentes familiares. Serían entre el 70 y el 80% de los casos.
 Familiar: con antecedentes familiares, pero no atribuibles a la mutación de un solo
gen, sino a la contribución de muchos genes (herencia poligénica o multifactorial).
15-20%.
 Hereditario: atribuidos a mutaciones por línea germinal de un solo gen (herencia
monogénica). Solo serían entre 5-10%. Dentro de estos, el 40% se debe a
mutaciones en BRCA1 y BRCA2 (Breast Cancer susceptibility gen/protein)

DIAGNÓSTICO

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Pruebas por imágenes
 Mamografía de diagnóstico
 Ultrasonido: El ultrasonido usa ondas de sonido de alta frecuencia para producir imágenes del
tejido mamario; esta prueba puede distinguir entre una masa sólida, que puede ser cáncer, y un
quiste lleno de líquido, que habitualmente no es canceroso.
 MRI: La MRI utilizan campos magnéticos, en lugar de rayos X, para producir imágenes
detalladas del cuerpo. Se puede inyectar un medio de contraste (una tinción especial) en una
vena del paciente para crear una imagen más clara. Este estudio puede realizarse cuando ya se ha
diagnosticado cáncer en una mujer para controlar si hay cáncer en la otra mama. También puede
utilizarse para detección.
 TAC
 PET
Pruebas con procedimientos quirúrgicos
 Biopsia
Análisis del tejido
 Características del tumor
 Pruebas para receptor de estrógeno (ER, por sus siglas en inglés) y receptor de progesterona
(PR, por sus siglas en inglés): Las células del cáncer de mama que tienen estos receptores
dependen de las hormonas estrógeno o progesterona para su proliferación. La presencia de estos
receptores ayuda a determinar tanto el pronóstico del paciente (las posibilidades de
recuperación) como la posibilidad de que funcione un tipo de tratamiento denominado terapia
hormonal (consulte la sección Tratamiento). En general, el tratamiento hormonal funciona bien
para los tumores positivos para ER o PR. Aproximadamente del 75% al 80% de los casos de
cáncer de mama presentan receptores de estrógeno o progesterona.
 Pruebas de HER2: En alrededor del 20% al 25% de los casos de cáncer de mama invasivo,
existe demasiada cantidad de una proteína llamada receptor dos del factor de crecimiento
epidérmico humano (HER2, por sus siglas en inglés). Este DIAGNÓSTICO 13 cáncer se
denomina cáncer positivo para HER2. Saber el estado HER2 de un cáncer ayuda a determinar si
un cierto tipo de medicamento, tal como el trastuzumab (Herceptin) o el lapatinib (Tykerb)
pueden ayudar a tratar el cáncer.
Análisis de sangre:
 Bioquímica sérica
 Búsqueda de marcadores tumorales

TRATAMIENTO:
La biología y el comportamiento del cáncer de mama afectan el tratamiento. Las opciones y
recomendaciones de tratamiento dependen de varios factores, entre ellos:
 El estadio y el grado del tumor.
 El estado del receptor de hormonas (ER, PR) del tumor y el estado de HER2.
 La edad de la paciente, su estado de salud general y sus preferencias.
 La presencia de mutaciones conocidas en los genes hereditarios implicados en el cáncer de
mama (BRCA1 o BRCA2).

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Por lo general se recomienda cirugía para extirpar el tumor (tumorectomía, mastectomía, biopsia del
ganglio linfático centinela o vaciamiento de los ganglios linfáticos axilares), seguida de terapias
adyuvantes (incluyen radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o terapia hormonal).
(13)

BIBLIOGRAFÍA.
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2. Ana Isabel Ruiz López, Juan Carlos Pérez Mesa, Ynelis Cruz Batista, Lienny Eliza
González Lorenzo. Correo científico médico. Disponible en Url:
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3. Álvarez Blanco, Escudero de los Ríos, Hernández Toriz. Cáncer de próstata. Rev Mex
Urol. 2008; 68(4):250-259.
4. Resel L, Moreno J. Cáncer de próstata. Tratado de oncología urológica, Vol. II, parte
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5. Dahiana Delgado Delgado. Cáncer de próstata: etiología, diagnóstico y tratamiento.
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8. Ana Isabel Ruiz López, Juan Carlos Pérez Mesa, Yanelis Cruz Batista, Eliza Gonzales.
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13. Junceda Avello, Enrique (1984). Cáncer de mama. España: Universidad de Oviedo. p. 15.

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