You are on page 1of 7
1, Enfoque Psicoanalitieg de lg Beredie. Pid El recuerdo Priman Y to de una i i alucinacién», Percencign og Sempre ung 8. Freud, 1895 «La Percenci¢g 2 cumple enelelloalg bulsidny, 8. Freud, 1923 Para mi el Papel que le corresponde 1. Lo incognoscible Sea cual fuere la via la de log Srganos de los ema es que el Conocimiento debe lle ciones Para conducir alo que Freud lam: ecir que debe adquirir las caracteristi Perceptible por esta, Conciencia que, due sea, es concebida de todos modos modelo de un «rgano de los sentidos qu ° las cualidades psiquicas». El asunto dista de ser simple, Pues las excitaciones «provienen —contintia diciendo Freud—, por un lado, del sistema He aes onthe tacién padece probablemente una nueva mod anion ten tes de volverse sensacién consciente; por el a ee we rior mismo del aparato, cuyos procesos can i ae oe sentidos cualitativamente como placer y Heol ee ido ciertas modificaciones». En los dos cas babes suiigg cién del producto inicial; lo incognoscible nay ena los niveles: «La naturaleza intima del se gent utilizada para con, ‘ocer el mundo, Sentidos o la del Pensamiento, e] nar ciertas condi- ala Conciencia, es cas de una forma Por mas psiquica por Freud sobre el ue permite percibir 219 Ics no es tan desconocida como la realidaq dei terior, y la conciencia nos informa sobre él de 1m tan incompleta como nuestros drganos de los bre el mundo exterior». Del objeto, interno o externo, el ser humang conocer emanaciones, cualidades emergentes de nos de los sentidos, caracteristicas en evolucién cuten en su conciencia; pero estas cualidades ser perceptibles, verbalizables o figurables, difieren mismo. Lo incognoscible forma parte, inevitablemente. quismo. Se origina tanto en el problema de las} nes estrechamente dependientes de los 6rgan sentidos y sus limites, como en el problema d del pensamiento. Al comienzo, desprovisto de la conciencia, el pensamiento debe transformarse en miento preconsciente para adquirir esa cualidad, exige su paso por las representaciones de palabras } restos perceptivos, sobre todo auditivos. El drama di samiento es que, para acceder a la cualidad conci td sometido al doble dictado de los 6rganos de los sei y del rodeo obligatorio por cualidades perceptivas de despertar la conciencia; entre sefiuelo y trans! cion, lo incognoscible se perpetta. El «ombligo del : lo certifica. El campo de lo representable es una reduccién del vasto dominio de lo incognoscible. El p ma pas6, pues, de ser el del conocimiento de un absoluto e inalcanzable, al del conocimiento en el n la capacidad del aparato psiquico y su grado de fiabilid: para reflejar, por intermedio de la representacién y cualidad consciente, algo de eso incognoscible. E] est del pensamiento, sobre todo en su vinculo con la pe cién, pas6 a ser una apuesta fundamental para el ps anlisis y para la ciencia. Om Si damos crédito a Freud, quince afios después de interpretacién de los suenios, los psicoanalistas poseert al comienzo ciertos medios que les procurarian algun 1g, Freud (1900) La interprétation des réves, op. cit., pags. 520-2, [La interpretacién de los suenos, en AE, vols. IV-V, 1979.] 220 ventaja sobre los cientificos: Sigui modelo y prolongando la concepcién de Freud mos al comienzo de esta obra que la pérdida de cién del objeto no podra ser traumatica mientr. tenga su representaci6n, que no es la pérdida de cepcién del objeto sino la de su representacién, de no representacién, lo que signa el desamparo in Vemos entonces de qué modo el problema del miento, el de saber cudles son las articulacione: observador y lo observado, entre el adentro y el compete a la investigacién de las leyes que orga relaciones entre percepci6n y representacién. El prob del conocimiento debe, pasar ineludiblemente por dio de la percepcién, inseparable del estudio de ciencia. Por consiguiente, la cuestién inicial, la que atafie psicoanalistas y a su manera de considerar la irrepres tabilidad, retorna ahora en una forma distinta: la n de irrepresentable, ,es simplemente testimonio impotencia en cuanto a nuestros conocimientos act En ese caso, {puede ser superado lo irrepresentable vez que los conocimientos avanzan? {O, por el contr: es irrevocablemente la ultima representacién posible nuestra realidad psiquica, marcando los limites de lo rable y del pensamiento mas abstracto? ° S. Freud (1926) Inhibition, symptéme et angoisse, en O.C., PUR, vol. XVII, pag. 284. Unhibicidn, sintoma y angustia, en AB, yo]. XX, 1979,] 226 SE SMR Oa CA et 4, Breve repaso de la percepcién Como es sabido, a lo largo de la obra de Freud la per- jepsion, su definicion misma, sufren de cierta falta de ri- got. Ba esto su obra no hace més que reflejar un problema de orden general, a saber, que ninguna de las diferentes definiciones de la percepcién es enteramente satisfacto- ria. Unas veces se la entiende como el propio acto de los 6r- anos de los sentidos y otras como contenido; este tiltimo ede ser considerado entonces en psicoandlisis como un contenido significante que remite a una teoria sexual in- fantil y a un complejo fundador de la psiconeurosis infan- til; pero la percepcién también puede llegar a ser exce- so cuantitativo traumatico y desencadenar una neurosis traumatica, una configuracién psicopatolégica radical- mente distinta de la psiconeurosis infantil. ;Fue a causa de esa diversificacién, de esta indeterminacién por lo que, después de Freud, los psicoanalistas no se sintieron pro- clives a estudiar la percepcién? Sea como fuere, la verda- dera dificultad se debe probablemente a la naturaleza propia de nuestra disciplina psicoanalitica, construida en esencia como teoria de la representacién y, lo que es mas, de la representacién inconsciente; es decir, del fantasma reprimido portador de una pulsionalidad prohibida; cor- pus tedrico cuyas formulaciones estan particularmente alejadas de toda nocion psicolégica, como la de percepcién. Sin embargo, el propio Freud se vio forzado a introdu- cir el problema de la percepcién en ciertos momentos desu elaboracidn teérica. Aparte del «Proyecto de psicologia» (1895), texto preanalitico, y de La interpretacién de los suefios (1900), que instaura la teoria psicoanalitica, sobre todo la guerra de 1914-1918 lleva a Freud a encarar el es- tudio de la neurosis traumatica, repeticion alucinatoria de una percepcién traumatica en los suefios. Luego, en la década de 1920, se aboca a la compleja tarea de estable- cer una metapsicologia de la distincién afuera-adentro, a través del estudio de la psicosis en un primer tiempo se- guido poco después por el del fetichismo, con la renegacion de percepcién del que es tributario. Lo cual muestra, @ posteriori, que psicosis y perversion interesan a Freud no 227

You might also like