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AMOR:

Es la traducción del griego: "AGAPE". Significa: Espíritu afectuoso, buena voluntad,


benevolencia, “la habilidad el poder y la determinación de amar a la gente que no queremos”.

El primer fruto del Espíritu mencionado por Pablo es el amor. Sin embargo, este amor no se
refiere a un sentimiento pasajero o emocional, sino al amor de Dios. Este es un amor
sacrificado e incondicional de que somos capaces de amar a Dios, a nosotros mismos y a los
demás de una manera profunda y genuina.

Poe ejemplo el amor de Jesús, quien dio su vida por nosotros en la cruz. Él nos instruyó a
amarnos los unos a los otros como Él nos amó (Juan 13:34-35). Este amor nos mueve a servir y
perdonar a los demás mostrando compasión en todo su bienestar.

GOZO:

Es la traducción del griego: "JARA". Que significa: alegría, gozo. El infinitivo: JOIREIN: Que
significa regocijarse, estar contento, gozoso.

El segundo fruto del Espíritu es el gozo, que es un gozo profundo y duradero que se encuentra
en Dios. Este gozo trasciende las circunstancias externas y es expresión de la presencia del
Espíritu Santo en nuestras vidas.

La verdadera alegría no se basa en placeres pasajeros ni en la búsqueda de la felicidad


momentánea. Es una respuesta a la salvación y a la comunión con Dios. Cuando ponemos
nuestra fe y esperanza en Cristo, podemos experimentar un gozo que es independiente de las
circunstancias.

Por ejemplo, Pablo y Silas, estaban gozosos en la prisión de Filipos por causa de Cristo.
(Hch.2:46) nos habla de los primeros cristianos que perseveraban unánimes cada día en el
templo en el partimiento del pan y en las casas, comían juntos con ALEGRIA y Sencillez de
corazón.
PAZ

Una de las cualidades del carácter del cristiano que representa la palabra "SHALOM": Significa:
La paz sea contigo, esto implica también tranquilidad serenidad del espíritu.

El tercer fruto del Espíritu es la paz. Esta paz no se limita a la ausencia de conflicto, sino que es
una paz interior que proviene de estar en armonía con Dios y con los demás. Es una paz que
trasciende el entendimiento humano y guarda nuestros corazones y mentes en Cristo Jesús. “Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:7).

La paz que el Espíritu Santo produce en nosotros nos permite vivir en unidad con nuestros
hermanos y hermanas y superar las divisiones y conflictos que existen en el mundo. Jesús
prometió a Sus discípulos la paz que viene de Él, una paz que no es como la paz del mundo,
sino una paz que trae descanso y tranquilidad a nuestras almas. “La paz os dejo, mi paz os doy;
Yo no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón, no tengáis miedo».
(Jn.14:27).

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