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Comentario de texto voluntario. Historia Medieval.

Curso 2022-2023

Carta de privilegios de la comuna de Dreux. 1180.

Alumno: Gabriel Rodríguez Revoredo.

Profesora: Ana Viña.

Imagen 1. En un círculo rojo, localización del Condado de Dreux en el año 1030.


Fuente: Elaboración propia extraída de Wikipedia.
El texto que se presenta para analizar es la carta de privilegios que el conde Roberto de Dreux
otorga a la comuna homónima en el año 1180. Lo podemos clasificar dentro del ámbito de lo
jurídico, pues el documento detalla la relación que deberá existir entre el conde y los
burgueses de la comuna; adicionalmente a esto, es notable la presencia de un pequeño
apartado socioeconómico. En lo referente a la fuente, es difícil de establecer. Podemos
deducir que es primaria, pues esta parte de un texto que se entiende que estaba en francés o
latín, pero resulta que el que nos llega a nuestros días es una traducción y no estamos
analizando el original. Habría que ver cuántas veces la primera carta fue copiada: si esta
traducción en español parte de una del inglés, que a su vez proviene del francés o del latín
presentes en esa primera copia, podemos hablar de fuente directa, pues los cambios
producidos son pocos; pero si por el contrario, han sucedido una serie de copias a lo largo del
tiempo, estaríamos hablando de indirecta, ya que el documento estaría muy alterado para para
asemejarse al original. Asimismo, la naturaleza del documento es pública, esto al ser una
carta de privilegios que tiene como fin establecer una situación en un lugar en concreto.

En las primeras líneas podemos ver como se invoca el poder religioso, algo que es común en
otras cartas de privilegios, y más si tenemos en cuenta el gran peso de la religión en aquella
época. El uso de la fe en este tipo de documentos debe ser interpretado como una
justificación y una muestra de autoridad, en el sentido de que la carta es otorgada, no solo con
el poder y beneplácito del conde, sino también con el de Dios, de forma que al desafiar o
romper los acuerdos aquí plasmados se estaría comiendo un doble agravio: contra el noble y
contra quien rige el Cielo. Es de especial relevancia la forma en la que Roberto lo expresa
todo pues recurre tanto al poder religioso 1como a su autoridad para como justificación:
explica que, no solo es Conde de Dreux, sino que también lo es de Braine2; alude a su linaje,
mencionando a su hermano el rey de Francia Luis3; pone testigos para que, si fuese necesario,
den fe de la veracidad del documento, y como muestra de autoridad ante todos, su sello
personal. Deberíamos preguntarnos el porqué de tanta justificación por parte del conde para
con sus burgueses; hay un deseo de imponer el respeto perdido apelando a las características
y a la situación que tiene uno.

Las relaciones entre el conde y los burgueses parecen estar rotas desde hace tiempo. Podemos
evidenciar esto gracias a las palabras del propio Roberto: “ (...) estamos sujetos a pérdidas y
huida de la memoria, la divina Providencia ha decretado en compensación de esta
incomodidad, la invención perdurable de la escritura, a fin de que la permanencia de los
caracteres conserve inmutable lo que a cada instante está sometido al cambio en razón de las
frecuentes variaciones de las cosas.” Se da entender que previamente existieron una serie de
acuerdos hacia la comuna que fueron presa del olvido4, siendo este el motivo de la disputa
entre ambas partes. Desconocemos si estos privilegios que ahora son otorgados se tratan de

1
Tal poder religioso también se puede apreciar en el hecho de que la carta la escribe un clérigo
2
Es conde de Braine por su matrimonio con su esposa Inés.
3
Se trata de Luis VII.
4
Quizá porque fueron acuerdos de palabra y no fueron plasmados en un escrito.
una confirmación de aquellos mismos acuerdos que hace tiempo se olvidaron, o si de lo
contrario son privilegios completamente nuevos.
La segunda parte del texto supone la completa sumisión de Roberto para con los designios
personales de los burgueses. El primero desea y garantiza la paz y la justicia para todos los
burgueses, pero, si aun deseándose la paz, esta no se puede lograr, tal conflicto se resolverá,
en palabras del propio conde, “(...) en nuestra curia, por juicio de hombres sabios y de
nuestros fieles”. El hecho de que se afirme que no se ejercerá ningún tipo de violencia contra
el burgo nos remite a ese conflicto previo entre conde y burgueses que el texto no explica. El
uso de la palabra “violencia” nos puede guiar al error de pensar que entre ambos hubo un
enfrentamiento militar, cosa que, si bien no es descabellada, pues una de las formas que había
para hacerse con una carta de privilegios era la batalla, podemos afirmar que no se llegó a tal
extremo; recordemos que Roberto es hermano del rey de Francia, y aun no contando con la
ayuda de este5, es seguro pensar que tendría aliados muy dispuestos; además, en ningún caso
el rey de Francia podría tolerar que unos simples burgueses se enfrentarán a su hermano, pues
si se le desafía a él, ¿qué impide que lo mismo le ocurra al rey? Una posible derrota de su
hermano se podría percibir como una debilidad. Podemos afirmar que, con “violencia” a lo
que se está haciendo referencia es a reprimir cualquier tipo de queja o problema mediante el
uso de la fuerza bruta.

El afán de concordia de Roberto se ejemplifica con más pérdidas de derechos por su parte: la
limitación de su banvin, el derecho de vender vino mucho antes que el resto; la negativa a
comprar vino a los demás y venderlo6; asumir el pago de los servicios de hueste del rey,
liberando así a los burgueses de la obligación de dar carretas y caballos por imposición
condal; la derogación de la tercera imposición sobre la venta al por menor de bebidas; la
supresión de pagar censos y los impuestos de la Talla y Tolte ; la no obligatoriedad de que las
personas usen el molino señorial; y el previamente mencionado como lo es la instauración de
una curia como institución que ejerza y guarde la justicia de forma justa para todos7.

Pero, mientras Roberto da con una mano, exige con la otra. Demanda a los burgueses varias
cosas: la jura de fidelidad al conde de Dreux (él), su mujer y herederos; y la obligación de
hacer la prensa de la uva en los lagares del conde; la obligación de defender “nuestra plaza
fuerte de Dreux” como él mismo la denomina; y un juramento de salvaguardar los derechos,
sentencias y costumbres del conde. Como vemos, el conde no renuncia a todos sus derechos
ya que, por ejemplo, se reserva para sí el poder ejercer la justicia por medio de una curia8 y el
derecho de bando de usar la prensa señorial para el vino.

5
Se llevaban fatal; hasta le intentó usurpar la corona.
6
Una de las banalidades señoriales.
7
Es de especial interés esto que se promete aquí, pues Roberto ha renunciado a solucionar los
problemas mediante la violencia. Los burgueses tienen, teóricamente, una seguridad y la garantía de
que no van a sufrir daño.
8
No delega la justicia a los burgueses, un derecho muy importante como para perderlo. Ahora bien,
no sabemos si él actúa como juez en esa curia (pues la denomina “nuestra”); en caso contrario,
podemos afirmar que dichos jueces no serán otra cosa títeres al servicio del conde.
Se debería hacer una pausa y analizar lo que supone la jura de finalidad que demanda el
conde. Si atendemos, pide fidelidad no solo a su persona, sino también a su esposa y futuros
herederos; desea vincular su condado a su descendencia de forma que una vez él no esté, su
hijo pueda mantener la misma posición de poder, pues previamente lo ha hecho partícipe de
la vida política y pública y no será un completo desconocido para los burgueses. Se debe
admitir que Roberto obra con ingenio pues evita cometer el mismo error que Carlomagno: no
vincular sus posesiones a sus herederos.

Por último, cabe aclarar la “confusión” que presenta el documento. Si nos movemos al
principio del texto, el propio Roberto expresa que es hermano del rey Luis, pero al final de la
carta dice que quien reina en es Felipe. ¿Por qué ocurre esto? ¿hay dos reyes? La verdad es
que podemos deducir que la carta fue escrita cuando, efectivamente, Luis VII era rey, pero
que esta no se llegó a emitir cuando aún vivía por algún motivo; poco tiempo después este
fallecería y rápidamente sería sucedido por su hijo Felipe 9II, el que se menciona al final. Esta
parte final resulta de extrema relevancia pues nos aporta un marco cronológico por el cual
movernos, todo ello gracias a que se menciona el año en el que fue escrito el documento
(1180), el lugar (Sens), el autor (el clérigo Bernardo), así como quien gobierna Francia y el
Vaticano (Alejandro).10

En definitiva, esta carta de privilegios de finales del siglo XII se antoja todo un paradigma
que refleja qué tipo de relaciones existían entre la nobleza y los burgueses. Se aprecia esa
lucha de poder, ese “tira y afloja” entre ambos bandos, cada uno preocupado de sus propios
intereses. Asimismo, resulta difícil saber quién es el gran beneficiado, pues mientras Roberto
presenta una gran pérdida de derechos, este consigue su objetivo que es el de salvar la
situación de su condado y asegurarse la lealtad de los burguese mediante esos privilegios;
ambos bandos ceden y conceden derechos y privilegios para contentar al contrario.

9
El mismo día que muere Luis, le sucede su hijo. Lo más seguro es que la carta ya estaba escrita
semanas o meses antes de su muerte, pero se detuvo su emisión por algún motivo, y al haber un
nuevo rey, se vieron en la obligación de agregarlo también a la carta.
10
Adicionalmente también se mencionan otros cargos eclesiásticos que considere oportuno omitir por
su relevancia.
Bibliografía.

Mitre-Fernández, E. 1992( Textos y documentos de época medieval (análisis y


comentario). Ed. Ariel Textos de Historia. ISBN 84-344-2864-

Bisson, TN. 2010 La crisis del siglo XII. El poder, la nobleza y los orígenes de la
gobernación europea. Ed. Crítica, Barcelona. ISBN: 978-84-9892-071-0

Lewis, AW. 1978 Anticipatory Association of the Heir in Early Capetian France. The
American Historical Review, Oct., 1978, Vol. 83, No. 4 (Oct., 1978), pp. 906-927.
Oxford University Press on behalf of the American Historical Association. URL:
https://www.jstor.org/stable/1867651

Lewis, AW. 198510 Fourteen Charters of Robert I of Dreux (1152-1188). Cambridge


University Press. Traditio 41 (1985): 145-179. DOI:
https://doi.org/10.1017/s0362152900006887

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