Voy a trabajar en equipo:

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Mateo 5:5

Esta tercera bienaventuranza tiene una promesa muy especial, y es recibir la

tierra por heredad, (¿A cuántos no nos gustaría tener un mejor espacio para
nuestros niños?) pero tiene un costo alto para muchos cristianos: la manse-
dumbre.

Al meditar en esta bienaventuranza y descubrimos que la Biblia menciona que

Moisés fue la persona más mansa, y ¡wow! Fue el encargado de recibir la tierra
prometida como herencia, ¡así que la promesa si se cumple!

Ahora hablemos un poco de la mansedumbre, es una cualidad muy notable en

las ovejas y nos habla principalmente de dejarnos moldear o guiar sin estar
constantemente chocando en contra de ello. Hay muchas personas que pien-
san que son moldeables solamente porque la vida los ha llevado a enfrentar
muchas circunstancias de prueba, pero la mansedumbre no se refiere tanto al
proceso, sino más bien a la actitud con la que enfrentamos ese proceso.

Una oveja es mansa porque no se queja, porque no piensa que tiene una mejor
idea que su pastor y porque acepta las instrucciones de una forma amable.

El servicio en el ministerio de niños nos ha enseñado que la mansedumbre se

evidencia más que todo a la hora de trabajar en equipo.

No siempre es fácil ponerse de acuerdo ¡Pero es necesario! El equipo es uno de

los fundamentos del trabajo en el ministerio de niños. No importa el tamaño de
tu iglesia de niños, si tu equipo no crece y se fortalece, tu iglesia de niños tam-
poco lo hará.
Si ya tienes un equipo formado, tu meta debería ser crecer en armonía, unidad
y efectividad, y si recién estás empezando, tu meta debería ser formar un
equipo.

Si no has podido ver conquistas, evalúa si tienes que esforzarte por tener ese
carácter manso, y aprender a fortalecer tu equipo de trabajo para ver mejores
resultados.

Saca tu calendario, ponle fechas y anota la tercera resolución:

¡Voy a trabajar en equipo!