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Nota Metodológica Número 6
Nota Metodológica Número 6
Índice
PRESENTACIÓN 5
1. INTRODUCCIÓN 7
1.1 La lingüística y la lengua española 7
1.2 Principales disciplinas lingüísticas 9
1.3 Bases de gramática, semántica, pragmática, puntuación y acentuación 11
1.3.1 Paradigma y sintagma 11
1.3.2 Morfosintaxis 11
1.3.3 Clasificación de las palabras 12
1.3.4 La oración 14
1.3.5 Régimen preposicional 15
1.3.6 Las conjunciones 17
1.3.7 Semántica 18
1.3.8 Pragmática 20
1.3.9 Puntuación 21
1.3.9.1 La coma 21
1.3.9.2 El punto y coma 22
1.3.9.3 Los dos puntos 22
1.3.9.4 Las comillas 22
1.3.9.5 El guion mayor 23
1.3.9.6 El guion menor 23
1.3.9.7 El apóstrofo 23
1.4 El concepto lingüístico de norma 24
1.5 Norma culta y norma popular 25
1.6 Retórica y jerga 25
2. EL ESTILO EDITORIAL 27
2.1 Definición 27
2.2 Corrección de estilo 28
2.3 Estilo técnico-administrativo y lenguaje ciudadano 28
2.4 Reglamentación del estilo editorial de la SFP 29
2.5 Políticas editoriales 30
2.5.1 Rigor gramatical y ortográfico 30
2.5.2 Concisión 31
2.5.3 Variedad léxica 33
2.5.4 Precisión semántica 33
2.5.5 Orden conceptual 35
3. PROBLEMARIO 37
3.1 Del uso de los verbos REVISAR, ANALIZAR Y EXAMINAR 37
3.2 Del uso de los verbos COMPROBAR, CORROBORAR, CONSTATAR, 38
VERIFICAR Y OBSERVAR
3.3 Del uso de los tiempos verbales PRETÉRITO Y COPRETÉRITO DEL MODO 39
INDICATIVO
3.4 Del uso de los tiempos verbales PRETÉRITO DEL MODO INDICATIVO 40
Y PRETÉRITO DEL MODO SUBJUNTIVO
3.5 Del uso del tiempo verbal FUTURO DEL MODO SUBJUNTIVO 40
3.6 Del uso de los verbos INICIAR Y APLICAR EN LA FORMA INTRANSITIVA 41
PRONOMINAL
3.7 Del uso del verbo HABER EN LA FORMA IMPERSONAL 42
3.8 Del uso del verbo INTEGRAR 43
3.9 Del uso de los verbos IMPACTAR Y DETONAR 43
3.10 Del uso del verbo PERMITIR CON POBREZA LÉXICA 44
3.11 Del uso con POBREZA LÉXICA DE LOS VERBOS EN OBJETIVOS 45
Y PROCEDIMIENTOS
3.12 Del uso de los verbos INFLUIR E INFLUENCIAR 48
3.13 Del uso del verbo CUMPLIR TRANSITIVO E INTRANSITIVO 49
3.14 Del uso de la PERÍFRASIS 49
3.15 Del uso de las ORACIONES PASIVAS REFLEJAS E IMPERSONALES 50
3.16 Del uso de las ORACIONES CAUSALES 52
3.17 Del uso del GERUNDIO 53
3.18 Del uso de los adjetivos DERIVADO Y PREVIO/POSTERIOR 55
3.19 Del uso de los ADJETIVOS COMPARATIVOS 56
MAYOR/MENOR Y SUPERIOR/INFERIOR
3.20 Del uso de la preposición HASTA 56
3.21 Del uso de la LETRA MAYÚSCULA 57
3.22 Del uso de la COMA ENTRE EL SUJETO Y EL VERBO 60
3.23 Del uso de la COMA ENTRE EL VERBO Y EL OBJETO DIRECTO 62
3.24 Del uso de los DOS PUNTOS ENTRE PREPOSICIÓN 63
Y SUSTANTIVO/ENTRE VERBO Y OBJETO DIRECTO
3.25 De la ESCRITURA DE SERIES NUMÉRICAS 64
3.26 De la escritura con LETRA DE LOS NÚMEROS CARDINALES 65
4. BIBLIOGRAFÍA 67
NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
PRESENTACIÓN
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En el capítulo tercero se despliega un problemario lingüístico. Este problemario
consiste tanto en una compilación de palabras y expresiones que suelen resultar
particularmente complicadas durante la redacción, como en una selección de modelos
alternativos de la norma culta que resuelven los problemas y despejan dudas.
En el capítulo cuarto se consigna una bibliografía básica de consulta; en la inteligencia
de que la bibliografía básica la constituye en realidad el conjunto de las publicaciones
normativas de la Academia Mexicana de la Lengua.
Por último, debe subrayarse que estos lineamientos no son un manual de gramática
ni de redacción, sino un instrumento normativo para uniformar el estilo editorial de
nuestra institución, con apoyo en formas y soluciones idiomáticas del habla culta
en el estándar mexicano. La observancia de su contenido contribuirá al esfuerzo de
ciudadanización del servicio público que la Cuarta Transformación promueve.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
1. INTRODUCCIÓN
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Detrás de todas ellas existe una concepción de la gramática y la manera en que
debe ser estudiada, porque, en efecto, cada una establece grados de generalidad y
especificidad, según las influencias de factores externos. De ahí que todo lingüista
y, en buena medida, todo usuario profesional de la lengua (el escritor, el científico,
el humanista, el periodista, el servidor público, etcétera) debe tener una formación
sólida en gramática, la cual se concibe ya sea como un conjunto de reglas que rige las
combinaciones posibles de los elementos lingüísticos fundamentales y que producen
primero la frase y luego el discurso, ya sea como un sistema de principios que posibilita
conjuntos de reglas con identidad propia que dan lugar a cada uno de los idiomas
conocidos. (En cada uno de los casos, siempre es posible establecer condiciones y filtros
que operan como mediadores de la producción lingüística). La gramática no es un
bloque homogéneo, sino que más bien está integrada por varios dominios (o niveles,
según la perspectiva), identificados por características estructurales y mecanismos de
combinación distintivos.
A partir de los conceptos antes referidos, para la adopción de la norma culta del idioma
español con el propósito de asegurar la calidad redaccional de nuestros informes y
documentos, en la SFP debemos desarrollar una conciencia lingüística profunda; sólo
así podremos adquirir el compromiso genuino con la escritura de excelencia. Además,
debemos situarnos en una perspectiva rigurosamente atenta al contexto actual de
nuestra lengua, porque no se pueden soslayar los cambios que la intensa comunicación
de hoy promueven en la forma y la función de los idiomas en el mundo, fenómeno en
el cual el idioma español no es la excepción.
El español es el idioma más hablado del grupo de las lenguas romances, tanto en
términos de cantidad de hablantes como en cantidad de países en los cuales
predomina dicho idioma. En todo el mundo hay más de 400 millones de nativos de
español. Naturalmente, la pronunciación y el uso del español a nivel oral varían según
el país, pero las diferencias regionales no son tan importantes como para que el idioma
sea incomprensible para los hablantes de las diferentes regiones. A diferencia de la
creencia popular, no se habla un único español. Hay diferentes dialectos de español
debido a la evolución del idioma en diferentes regiones.
La población hispanohablante representa uno de los segmentos de mayor
crecimiento en el mundo, especialmente en los Estados Unidos. El segmento
hispanohablante constituye una comunidad enorme que comparte productos,
servicios y cultura; y ofrece a negocios e instituciones una oportunidad de crecimiento
verdaderamente única.
Éstos son algunos datos importantes sobre el idioma español. El español, idioma
oficial de 21 países, es la lengua que más personas hablan en el mundo después
del inglés y el mandarín. En todo el mundo hay más de 400 millones de nativos de
español. Los expertos predicen que para el año 2050 habrá más de 530 millones de
hispanohablantes, de los cuales 100 millones estarán viviendo en los Estados Unidos.
La demanda de documentos e información en español presenta un crecimiento
exponencial. Esto se torna cada vez más evidente en nuestro propio país, donde
la rendición de cuentas y la transparencia constituyen claves ya definitivas para
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
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término morfología está compuesto por dos partículas o morfemas. La primera es
‘morf’ (forma) y la segunda es ‘ología’ (rama del conocimiento). Significa “rama del
conocimiento concerniente a las formas”. Esta palabra generalmente se atribuye al
poeta, novelista, dramaturgo y filósofo alemán Johann Wolfgang von Goethe (1749-
1832), quien la acuñó a principios del siglo XIX en el ámbito de la biología.
La rama de la lingüística que más debe interesar a quienes aspiran a convertirse
en redactores competentes es la sintaxis. La palabra ‘sintaxis’ se deriva de la latina
syntaxis, que significaba ‘coordinar’. El significado etimológico de la palabra es
una buena pista para conocer la función de la sintaxis. La sintaxis es la parte de la
gramática que estudia los procesos para unir y relacionar las palabras con el fin
de elaborar sintagmas y, en última instancia, oraciones con los que expresamos
conceptos de manera coherente. Por medio del análisis sintáctico descubrimos las
combinaciones de unidades menores para formar otras superiores, de las cuales la
mayor es la oración.
Con un propósito más social e instrumental que, por ejemplo, la gramática histórica o
la descriptiva, la gramática normativa estudia las reglas y principios de una lengua que
rigen la forma de usar y organizar palabras en una oración. Cada idioma generalmente
posee su propia gramática. Existe una gramática inglesa, portuguesa, italiana, etcétera.
La gramática normativa española se encarga de establecer las reglas para el uso
correcto de las palabras en nuestro idioma.
El vocablo ‘gramática’ proviene del latín grammatica, y éste a su vez se deriva del
griego gramma. Este término era utilizado para designar las letras del alfabeto. En los
primeros tiempos de la escritura, escribir bien era considerado un arte misterioso y
dominado por pocas personas. Posteriormente, se introdujo la palabra grammatiké,
que significa el "arte o ciencia de las letras".
Hasta este punto, se han reseñado las disciplinas lingüísticas que abordan la lengua en
su sustancia formal y funcional como sistema combinatorio: las partes que componen
una palabra para darle una identidad formal que determina el papel que jugará en la
operación de combinarse con otras, y las reglas funcionales para combinar esas formas.
A continuación, se dará cuenta breve de las disciplinas que exploran la sustancia
significativa de la lengua.
La lexicología estudia el léxico desde un punto de vista científico, en tanto que la
lexicografía trabaja el léxico con un fin práctico. La lexicografía se dedica a elaborar
diccionarios; a diferencia de la lexicología, que se dedica al estudio de los morfemas de
la lengua como mínimas unidades de significado. Por tanto, la lexicología es la ciencia
de la lingüística que estudia la formación y transformación de las palabras, mientras
que la lexicografía estudia y registra el significado y las acepciones documentadas de
cada palabra, que para un usuario profesional del idioma, un redactor competente,
debe resultar del mayor interés, puesto que únicamente mediante el conocimiento
diferenciador de los significados de los vocablos y los matices semánticos que
desarrollan, un hablante puede adoptar en plenitud la norma culta lingüística y
redactar con eficacia comunicativa y excelencia idiomática.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
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que cumplen en la cadena, para estructurar enunciados y grupos de enunciados. Por
lo tanto, un enunciado constituye, esencialmente, una estructura que integra formas
determinadas y determinantes por una función.
1.3.2 Morfosintaxis
La morfosintaxis es la disciplina lingüística que estudia, concretamente, el conjunto de
las reglas y los elementos que hacen de la oración un elemento con sentido y carente
de ambigüedad. Para ello, el análisis morfosintáctico se ocupa de marcar las relaciones
gramaticales que se dan dentro de una oración, las relaciones de concordancia, las
indexaciones y la estructura jerárquica de los principales constituyentes sintácticos.
Para llevar a cabo el estudio morfosintáctico de una oración, lo que se hace es sumar a
un estadio morfológico otro sintáctico. Primero analizamos las palabras, una por una,
y establecemos su tipología y categorización: de esta forma tendremos sustantivos,
verbos, determinantes, preposiciones, etc. Posteriormente, haremos un análisis de tipo
sintáctico, lo que nos llevará a establecer la función de esas palabras y sus agrupaciones
en sintagmas. Así obtendremos el núcleo de la oración, el sujeto y el predicado, los
complementos, y las relaciones entre ellos.
Por ejemplo, en la oración «Juan compró un regalo para su madre», primero haremos
un análisis morfológico que nos dirá que ‘Juan’ es un sustantivo, ‘compró’ un verbo, y
así sucesivamente. Cuando terminemos, veremos que ‘Juan’ es el sujeto y el resto de
la oración un predicado cuyo núcleo es el verbo ‘compró’; y que la oración tiene dos
complementos, uno directo (‘un regalo’) y otro indirecto (‘a su madre’).
El estudio morfosintáctico, como puede inferirse de su propio nombre, es una mezcla
de estudio morfológico y estudio sintáctico. Como es obvio, la morfología y la sintaxis
son las disciplinas que componen la morfosintaxis, si bien no son pocos los estudiosos
de la lengua que consideran imposible estudiar una lengua, de forma aislada, desde la
morfología o desde la sintaxis. Estos lingüistas afirman que ambas categorías están tan
estrechamente ligadas que es del todo imposible separarlas, y que todo acercamiento
a las relaciones gramaticales y constituyentes de cualquier lengua debería hacerse
teniendo en cuenta ambas disciplinas; debería hacerse desde la morfosintaxis.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
Según su morfosintaxis:
Nombre o sustantivo: nombra personas, seres vivos, cosas o ideas:
Juan, María, perro, gato, piano, silla, esperanza, libertad, alegría.
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Según su estructura:
Variables: admiten variaciones: niño, niña, niños, aniñado...
Invariables: no admiten variaciones: en, de, por, ahora, durante, con...
Simples: formadas por un único lexema: mano, sol, pan. lunes, coches, niña.
Derivadas: derivan de otra palabra: mar → marino, marítimo, ultramar.
Primitivas: no derivan de otras palabras: hombre, árbol, virtud.
Compuestas: formadas por dos o más palabras simples: telaraña, rojiblanco.
Parasintéticas: formadas por composición y derivación: norteamericano.
Según su semántica:
Léxicas: tienen significado léxico: casa, árbol, verde, correr, grande.
Gramaticales: no tienen significado léxico: a, por, con, y, de, la, ¡oh!
Monosémicas: poseen un único significado: casa, mesa.
Polisémicas: poseen varios significados: banco (de asiento, dinero o pesca).
Sinónimas: significan lo mismo: boda y matrimonio, cabello y pelo.
Antónimas: significan lo contrario: frío y caliente, vivo y muerto, alto y bajo.
Homónimas: semejantes en escritura o pronunciación.
Tipos:
Homógrafas: igual escritura pero diferente significado (polisémicas).
Homófonas: igual sonido pero diferente escritura: botar y votar.
Parónimas: igual escritura y sonido similar: espirar y expirar.
Hipónimos: pertenecientes a un campo semántico: lunes, martes, miércoles.
Hiperónimos: forman un campo semántico del que derivan hipónimos: día.
Según su fonética:
Agudas: la acentuación recae en la última sílaba: camión, además, sofá.
Graves (o Llanas): la acentuación recae en la penúltima sílaba: débil, Bolívar.
Esdrújulas: la acentuación recae en la antepenúltima sílaba: teléfono, árboles.
Sobresdrújulas: la acentuación recae en la trasantepenúltima sílaba: díctamelo.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
1.3.4 La oración
La oración es la unidad gramatical básica. Cada oración está delimitada por signos
fónicos (la pausa final y el descenso de la entonación) que indican que ha concluido.
Puede contener un solo juicio (oración simple) o más de uno (oración compuesta). La
oración simple se caracteriza por tener como núcleo del predicado un solo verbo en
forma personal, e indica una sola acción verbal. En cambio, la oración compuesta se
caracteriza por tener dos o más verbos e indica más de una acción verbal.
Para una definición más específica de la oración, hay que considerarla no sólo desde
el puntos de vista morfosintáctico, sino también semántico y fónico.
La oración es la unidad estructural dotada de significación que no pertenece a otra
unidad lingüística superior. Sus constituyentes son el sujeto y el predicado. La función
de sujeto la desempeña un NS (núcleo sustantivo) y la función de predicado, un NV
(núcleo verbo). El núcleo del sujeto y el del predicado (el verbo) deben coincidir en
número y persona.
La oración comunica un sentido completo. En la lengua hablada algunos elementos
de la oración pueden ser omitidos, pero están presentes en la conciencia del emisor
y del receptor. Por tanto, la oración es también una unidad de contenido. Desde este
punto de vista, el sujeto es el sustantivo del que se afirma, se niega, se duda, etc., algo;
y el predicado es el verbo con el que se expresa una acción en la que se afirma, se
niega, se duda, etcétera, acerca del sujeto.
La lengua hablada marca la unidad oracional con unos signos fónicos que indican que
el mensaje ha terminado: el cambio de entonación y las pausas son fundamentales. La
oración es, pues, una unidad de entonación y, por muy extensa que sea su estructura,
esta unidad no se deshace.
En interés de adoptar con solvencia la norma culta del español, conviene advertir
del riesgo que comporta el no identificar, en su independencia y dependencia, cada
oración concurrente en un conjunto oracional. Este conjunto oracional, llamado
‘cláusula’, constituye la llave de la redacción culta y eficaz cuando se posee un dominio
seguro y vasto del análisis de las oraciones que integran el conglomerado y de las
partes que integran cada una de esas oraciones. El redactor competente en el cultivo
de la norma culta sabe identificar las relaciones de coordinación y subordinación
entre oraciones, al tiempo que comprende la función sintáctica de cada una de ellas.
Así las cosas, debe ser capaz de reconocer en una oración compuesta la oración
principal y las subordinadas, ya que las relaciones oracionales de coordinación
y subordinación no son sino la reproducción y expresión de la organización y
articulación del pensamiento.
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1.3.5 Régimen preposicional
Las preposiciones del español son las siguientes: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de,
desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras,
versus y vía. Algunas de ellas forman locuciones (frases) preposicionales.
Las preposiciones son palabras invariables que enlazan un verbo o un sustantivo con
un complemento sustantivo (por ejemplo, “estudió en la biblioteca”; “una casa de
madera”. De modo que para referirse a este mecanismo de enlace suele decirse que
el verbo ‘rige’ con esta o aquella preposición. Excepto ‘según’, las preposiciones no se
tildan (acentúan gráficamente) y siempre se usan en proclisis (unión prosódica de una
o más palabras inacentuadas con la tónica que las sigue) con su término, con lo cual
expresan y fortalecen su unidad sintáctica. Entre una de estas partículas y un vocablo
pueden intercalarse artículos u otros determinativos. Ejs.: “para el hospital”, “lo hizo por
sus padres”. Asimismo, las preposiciones relacionan dos palabras o grupos de voces
entre sí, sin las cuales no hay vinculación alguna entre ambos que permita comprender
claramente el mensaje: "Iremos estomatólogo". Basta colocar una preposición en
medio de uno y otro para que la idea se entienda con nitidez. Por ejemplo: "Iremos al
estomatólogo; iremos ante el estomatólogo; iremos sin el estomatólogo; iremos con el
estomatólogo; iremos tras el estomatólogo; iremos contra el estomatólogo; iremos por
el estomatólogo”. Ello significa que ‘estomatólogo’ es simplemente un sustantivo, pero
la suma de una preposición (a/ante/sin/con/tras/contra/por) con él, conforma una frase.
El uso de las preposiciones constituye una regla que demanda un cuidado sumamente
especial, de donde se deriva la exigencia de prestar mucha atención a lo que se dice
y revisar muy bien lo que se compone, puesto que no son mensajes semánticamente
iguales: “sentarse al escritorio” (delante de ese mueble) que “sentarse en el
escritorio” (encima de él), aunque muchas personas los intercambien a su antojo sin
remordimiento lingüístico alguno. Los errores preposicionales son tan comunes en el
habla y la escritura, que merecen ser tratados una y otra vez, en todos los contextos
posibles, cuidando no incurrir en ellos. El uso defectuoso de las preposiciones es un
persistente vicio del lenguaje, que puede convertirse en adicción si no es prevenido
a tiempo.
Las preposiciones son elementos invariables de la oración, motivo por el cual carecen
de género y número (en otras palabras, carecen de las desinencias correspondientes a
esos accidentes gramaticales); ello equivale a decir que aunque estén ubicadas delante
de un sustantivo o un verbo, siempre serán la misma palabra, pues no concordarán con
ninguno de ellos: “papeles de trabajo”, “se revisó desde la perspectiva legal”. En ambos,
la concordancia de número plural no modifica la forma de las preposiciones ‘de’ y
‘desde’. Constituyen partículas que indican la interdependencia entre dos vocablos,
cuyo mal uso es propio de la lengua vulgar y representa una de las fallas más comunes
en la redacción actual.
En razón de lo antes expuesto, se establece como obligatoria la preferencia de la norma
culta en el régimen preposicional y el modelo recomendado para ello por la Academia
Mexicana de la Lengua. A ese efecto, se transcriben enseguida algunos casos de uso
frecuente en la esfera de la fiscalización:
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
con base en
de acuerdo con
en relación con
respecto de
de conformidad con
en observancia de
en contravención de
en infracción de
en transgresión de
en cumplimiento de
en incumplimiento de
en seguimiento de
que dé seguimiento a
con objeto de
en alcance de
soportar en
sustentar en
respaldar en
cerciorarse de que
asegurarse de que
conocer mediante
conocer por medio de
diferente de
distinto de
fundar en
fundamentar en
auditoría de
análisis de
acciones por (que) realizar
acorde con
enfocar en
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focalizar en
comparar con
contribuir en la colecta (preferida por la norma culta)
contribuir a la colecta (aceptada por la norma culta)
contribuir para la colecta (aceptada por la norma culta)
contribuir con cien pesos en la colecta
coadyuvar a la consecución de los objetivos (preferida por la norma culta)
coadyuvar en la consecución de los objetivos (aceptada por la norma culta)
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
1.3.7 Semántica
El origen de la palabra ‘semántica’ se encuentra en el término griego semantikos, que
quiere decir ‘significado relevante’, y denomina la rama del conocimiento estudiosa de
los significados en general, cuyo alcance llega a la esfera de investigación y reflexión
de la filosofía misma. Sin embargo, en estos lineamientos la semántica importante
para el propósito de redactar en lengua culta es la semántica lingüística.
Desde la perspectiva del lingüista, la importancia del análisis recae en el significado
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conceptual, a partir de la convicción de que éste cubre los componentes de sentido
esenciales que el uso literal de una palabra implica. Esto último resulta determinante
para la redacción de textos de carácter técnico, cuyo objetivo de exactitud en la
comunicación de contenidos ocupa un sitio capital en su esquema metodológico.
Entre sus temas de estudio, la semántica aborda el de la univocidad y equivocidad
de las palabras. El redactor de un texto técnico luchará esforzadamente para que
los vocablos que elija, sean unívocos; para que denoten, en la medida de lo posible,
un sentido único; o la condición que estaría más cerca de ese ideal: que los vocablos
elegidos expresen su acepción primordial por encima de las otras acepciones que
posean en el registro lexicográfico (en los diccionarios), y de esa manera, merced a una
elección adecuada, eviten la equivocidad; que no devengan equívocos, oscurecidos
por la sombra que proyecte sobre ellos la mezcla indeseada de dos o más acepciones
significadas por términos sinónimos.
Un requisito de la norma culta es la propiedad léxica en la transmisión de mensajes
orales y escritos; el respeto estricto por el significado de una palabra y sus registros
lexicográficos, incluidos sus sinónimos.
1.3.8 Pragmática
La pragmática lingüística estudia el efecto semántico del contexto en el que se
producen e intercambian los mensajes orales y escritos. En lingüística se suele decir
que en el análisis de las manifestaciones de la lengua todo es contexto. Tal vez esta
ponderación es un tanto excesiva, pero resulta innegable que el influjo del contexto en
el que los hablantes se comunican entre sí tiene un peso insoslayable en sus mensajes.
Al examinar este papel desempeñado por el contexto en los mensajes, se debe prestar
atención a que dentro de la propia cadena oracional y su construcción de relaciones
morfosintácticas se forma un contexto; podríamos entonces hablar de un contexto
surgido del orden de las palabras en la oración.
La pragmática del orden de las palabras nos ayuda a evitar la ambigüedad que puede
existir en una oración aun cuando presente una estructura gramaticalmente correcta,
respetuosa de las reglas del idioma e inserta en la norma culta. La ambigüedad puede
derivarse de un contexto equívoco creado por un orden inadecuado de las palabras. El
propósito pragmático debe ser la máxima univocidad y la eliminación de la equivocidad
Por ejemplo, la oración compuesta siguiente: “La SFP presentó una denuncia de
hechos contra el servidor público que se desempeña como director de administración
de la entidad por el desvío de recursos... ”, posee una estructura adecuada desde el
punto de vista gramatical: sujeto de la oración principal (‘La SFP’), núcleo verbal de la
oración principal (‘presentó’), objeto directo de la oración principal (‘una denuncia de
hechos’), objeto indirecto (‘contra el servidor público’), oración subordinada de relativo
(‘que se desempeña como director de administración de la entidad’), complemento
circunstancial de causa [regido por el núcleo sustantivo ‘denuncia’] (‘por el desvío de
recursos’). Sin embargo, ese orden de las palabras abre un resquicio por donde se filtra
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
1.3.9 Puntuación
1.3.9.1 La coma
Además de su uso en las enumeraciones, la coma se aplica en la división de las
diferentes estructuras gramaticales, con mayor o menor complejidad. A continuación
se destacan tres casos de uso frecuente de la coma.
Se coloca coma antes y después de oraciones subordinadas adjetivas y, en general,
para introducir en la cadena sintáctica frases o palabras con carácter incidental. Las
oraciones subordinadas adjetivas poseen el valor de un paréntesis, de una interrupción
de la oración principal, por lo que no se omitirán ni la coma de apertura ni la coma de
cierre al final de la oración intercalada. Se procederá de igual manera si el elemento
interpuesto es una frase o una palabra. Con frecuencia se cae en el error de omitir la
coma de cierre.
También se usa coma al suprimir un verbo (elipsis) con el fin de evitar su repetición en
oraciones distributivas. El error frecuente consiste en suprimir el verbo sin poner la coma.
Ejemplo:
“El director redactará el objetivo y el alcance de la auditoría; el subdirector (…), la
metodología y los resultados; y el asesor jurídico (…), el dictamen. [Se indicaron con
paréntesis los puntos donde se hizo elipsis (se ‘elidió’) el verbo ‘redactará’ para evitar
su repetición].
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1.3.9.2 El punto y coma
Se usa punto y coma para separar las frases u oraciones que constituyen una
enumeración, cuando se trata de estructuras complejas que incluyen comas, excepto
la última estructura de la serie, que puede separarse con una coma o punto y coma.
En el ejemplo del ítem anterior, puede notarse la forma en que se desarrolla una
expresión compleja donde la enumeración de acciones perfila los dos niveles de
puntuación señalados. Las oraciones se separan con punto y coma, y así establecen el
nivel primario; en tanto que las comas se reservan para separar elementos dentro de
cada oración, lo que representa el nivel secundario.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
Tómese nota de que la misma regla se aplica para el caso del paréntesis: el signo de
cierre debe colocarse, sin excepción, antes del punto.
Cuando una cita entrecomillada se prolonga más allá de un párrafo, se hará marca de
ello señalando el inicio de cada párrafo con las comillas invertidas, las de cierre, y sólo
al concluir la cita se usarán con el punto final.
Las comillas simples (‘ ’) se emplean para insertar citas dentro de una cita y para
enmarcar vocablos y locuciones, así como su significado. Por ejemplo, en estos
lineamientos aparecen a menudo las comillas simples con el propósito de destacar
términos en un contexto de análisis y descripción lingüísticos. Por ejemplo: ‘filosofía’
significa ‘amor a la sabiduría’.
1.3.9.7 El apóstrofo
Es un signo ortográfico auxiliar, con forma de coma alta (’) y que casi no se usa en el
español actual. Se distinguen dos usos propios de la lengua española:
- Para indicar, en ediciones actuales no modernizadas de textos antiguos, sobre
todo poéticos, la elisión (omisión) de la vocal final de determinadas palabras
(preposiciones, artículos, conjunciones) cuando la que sigue empieza con vocal:
d’aquel (por de aquel), ¡'aspereza (por la aspereza), qu'es (por que es).
- Para reflejar, en la escritura, la supresión de sonidos que se produce en ciertos niveles
de la lengua oral. Se utiliza con frecuencia en textos literarios cuando el autor desea
reproducir el habla de personajes de escasa cultura. “Sacúdete el vestidito, m’ija,
pa’que se nos salga el mal agüero”.
Se conserva en la reproducción de nombres o expresiones pertenecientes a lenguas
en las que se mantiene el uso moderno del apóstrofo, como el catalán, el inglés, el
francés o el italiano: L'Hospitalet de Llobregat, O’Connor, c’est la vie, D’Annunzio.
Están prohibidos los siguientes usos del apóstrofo, ajenos al español, y que se deben
al influjo del inglés:
23
- Cuando aparece en sustitución de las dos primeras cifras de un año: '82 por 1982. Si se
desea hacer la abreviación, lo que es frecuente en la expresión de acontecimientos
relevantes llevados a cabo en ciertos años, no se utilizará el apóstrofo: Barcelona '92
(Juegos Olímpicos). Basta con las dos últimas cifras del año, que pueden unirse o no
con guion a la palabra precedente: Barcelona 92 o Barcelona-92.
- Cuando se usa, seguido de una s, para indicar el plural de una sigla: ONG’s. El plural
de las siglas es invariable en español: las ONG.
- Cuando se usa para separar las horas de los minutos: las 20'30 h. En este caso, se
recomienda el empleo de los dos puntos.
Por último, la palabra ‘apóstrofo’ no debe confundirse con el vocablo ‘apostrofe’, que
significa invocación vehemente e insulto.
24
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un agente de cambio no sólo de unas realizaciones del sistema por otras (habla),
sino también de cambio dentro del sistema (incorporación de nuevos paradigmas
impuestos por la norma). Está dada por las preferencias de determinado grupo de la
comunidad lingüística y no constituye una barrera para la comunicación. Los hechos
de la norma pueden producirse en cualquier plano: fónico, morfosintáctico o léxico.
25
ministerial) y el campo semántico de la política (alianza, ciudadanos, ciudadanía,
gobierno, colaboración).
La retórica identificada en los tres planes de desarrollo dificulta la comunicación clara
y directa de los conceptos de combate a la corrupción y combate a la impunidad, y
en general la comunicación de los asuntos y conceptos técnicos que son inherentes
a estos combates. La recurrencia del léxico administrativo, legal y político estorba
el flujo comunicativo porque imprime en los mensajes escritos u orales dirigidos a
los ciudadanos y ciudadanas comunes (no a especialistas) una visibilidad excesiva
a los objetivos, metas y actividades del combate a la corrupción y la impunidad, en
detrimento de la comunicación clara y directa de los conceptos esenciales. En suma:
se produce en esos mensajes un predominio de lo adjetivo e instrumental sobre lo
sustantivo y estratégico; amén del lastre en que se llega a convertir su condición
eminentemente jergal.
Esta retórica es en esencia la misma en los tres planes de desarrollo analizados,
y también se caracteriza por combinar sus piezas léxicas con arreglo a un estilo
gramatical farragoso y solemne, lo cual dificulta aún más la comunicación.
26
NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
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EL ESTILO EDITORIAL
2.1 Definición
‘Estilo’ (del griego estylos) era el nombre que recibía el punzón, agudo por un extremo
y plano por el otro, con que los antiguos escribían y borraban en tablillas enceradas. El
estilo, entonces, en la concepción antigua, no era más que un utensilio de la escritura.
Ciertamente, según entendemos el concepto en la actualidad, el estilo sigue siendo
un utensilio de la escritura, sólo que es ahora intangible. El estilo es, en palabras
sencillas, el carácter individual o diferenciado que se le da a un texto, del tipo temático
y formal que sea, en el cual se materializan ciertos medios expresivos de elección y las
habilidades para utilizarlos por parte de quien escribió tal texto. Por ende, la estilística
es la disciplina que estudia el estilo de escritura.
La estilística es una rama de la lingüística que se encarga de estudiar el uso estético,
con valor artístico, del lenguaje, tanto en la literatura, como en textos no literarios y
en el habla común. Ya sea de forma individual (algún escritor en concreto) o colectiva
(un grupo de escritores, una generación, un movimiento, un área demográfica, etc.).
La estilística está encargada de analizar hasta el más pequeño de los elementos de
una obra, literaria o no (o un discurso hablado), lo que incluye pero no limita el efecto
deseado por el redactor (o hablante) al decir lo que dice, los términos usados, los giros
del lenguaje, las estructuras complejas del lenguaje (como los recursos retóricos o el
análisis sintáctico), la efectividad de los recursos, etc. Forman parte de la estilística la
crítica literaria y el análisis del discurso.
La estilística estudia los estilos y la manera en que se desarrolla cada estilo en particular.
Para estudiar el desarrollo de un estilo propio individual o colectivo (institucional o no)
conviene recurrir al concepto de estilema. El estilema es, dinámicamente, la forma
en la que se transmiten los estilos de una persona a la otra y, por ende, la forma en
que éstos se crean, transforman o deforman. Así pues, los estilemas son, de forma
estructural, pequeños (o grandes) trozos de un estilo concreto que se encuentran en el
estilo de otro, formando ello una suerte de estilo común o, cuando menos, una suerte
de relación estilística.
Estas relaciones suelen darse entre figuras de autoridad y subordinados dentro de
una institución, lo cual resulta en un estilo editorial institucional, toda vez que éste
se concreta y actualiza en las comunicaciones escritas y orales de la institución. El
estilema es un conjunto de rasgos estilísticos que se observan en más de una persona
(redactor o hablante), aunque existan entre ellos rasgos distintivos que los vuelvan
únicos. Así es como observamos que los miembros de una familia suelen tener estilos
de habla similares, igual que los miembros de cierta subcultura o comunidad, incluso
los miembros de un país. Y en una institución pasa lo mismo. El personal puede
escribir de modo similar a su superior jerárquico, de la misma manera en que pueden
tener elementos en común los miembros de una generación o de una provincia en el
momento de escribir. Para los efectos de la comunicación, el estilo institucional es, en
suma, el resultado expresivo de la elección de ciertas preferencias lingüísticas.
27
2.2 Corrección de estilo
La corrección de estilo consiste en el proceso de revisión, limpieza y perfeccionamiento
del texto para que sea legible (descodificable dentro del sistema lingüístico) e
inteligible (comprensible en términos de sus propios objetivos de comunicación); así
como exacto (completo y claro en los conceptos), coherente (articulación lógica del
discurso) y uniforme (consistente al seguir las convenciones editoriales aplicadas en
toda la obra).
Para lograr esto, la corrección de estilo deberá eliminar los errores gramaticales,
léxicos, semánticos, ortográficos y ortotipográficos; por consiguiente debe lograr
unidad y consistencia en los aspectos relacionados con un adecuado y correcto uso de
la lengua, como son la sintaxis, ortografía, semántica, la variedad léxicas, la eliminación
de redundancias innecesarias, ambigüedades, contradicciones, vacilación en la
escritura de las mayúsculas, de los signos, la puntuación y acentuación, los topónimos
incorrectos y erratas.
Se procurará que el estilo del texto se adapte a la expresión general de la norma culta del
español de México, pero tomando en cuenta los giros estilísticos propios del habla de
los destinatarios de la obra, así como el área o disciplina profesional a la cual pertenece
el documento. Asimismo, se velará por la adecuación a los requisitos de comunicación
del entorno en donde se empleará el texto, sin incurrir en la sobrecorrección o en la
pérdida de los giros estilísticos propios de la institución que son gramaticalmente
válidos, comprensibles distintivos de un sello institucional.
La corrección de estilo es una labor técnica de paciencia, precisión y fundamentación
continua de la toma de decisiones. No es una ciencia, sino un arte científicamente
fundamentado. Dentro de un marco normativo y unas ciertas reglas de expresión, hay
muchas soluciones posibles –todas gramaticalmente correctas– cuyas variantes estarán
determinadas por las competencias lingüísticas de quien corrige, por las circunstancias
operativas, por las decisiones institucionales de orden político-administrativo y hasta
por la mayor o menor creatividad de las personas involucradas durante el proceso.
La corrección de estilo señalará en los documentos los defectos e inconsistencias que
perjudican la clara y correcta expresión de las ideas, respetando y manteniendo la
intención del documento en proceso de corrección. Se espera, por lo tanto, una revisión
que contribuya a ajustar y perfeccionar el texto, pero que no implique su reescritura
completa o una alteración de los contenidos expuestos. Si el corrector de estilo detecta
problemas tan graves que requieran una intervención profunda en el documento,
deberá comunicarlo de inmediato al área a cargo del texto para que se realice ese
proceso de reescritura.
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especializados. Por su propia naturaleza, salvo casos especiales, este estilo evita
rigurosamente la ambigüedad, la oscuridad y la subjetividad.
La redacción de los textos compuestos en estilo técnico-administrativo debe resultar
en una fácil comprensión, con objeto de que el lector común, aparte de tener que lidiar
con la complejidad inherente a los contenidos técnicos y administrativos, no se vea
obligado a realizar un esfuerzo adicional para extraer la información pasando por los
laberintos y vericuetos de una redacción defectuosa, errática, llena de sinuosidades
y con problemas de coherencia. La expresión lingüística, vista así como un medio
privilegiado, ha de facilitar la comprensión de los contenidos en lugar de añadirles
una complejidad innecesaria e injustificada, nacida del afán de prestigiar la naturaleza
especializada de los documentos en los que se recogen tales contenidos.
El estilo editorial de la SFP se propone, con el apoyo de estos lineamientos y sin ignorar
las exigencias expresivas del estilo técnico-administrativo, adoptar la norma culta
mexicana de la lengua española en la redacción de los documentos institucionales.
Asimismo, con carácter reglamentario, el personal fiscalizador deberá promover el
uso del lenguaje ciudadano en la redacción de los documentos institucionales, con el
propósito de que los resultados de la fiscalización y la rendición de cuentas impulsadas
por la SFP puedan ser comprensibles por la sociedad en general.
29
2.5 Políticas editoriales
Para la redacción de informes de fiscalización y documentos afines, la regla general
de estos lineamientos ordena la adopción de la norma culta lingüística conforme al
estándar mexicano. La ilustración de la norma culta puede encontrarse en los escritos
de los literatos y humanistas mexicanos más notables, así como en la generalidad de
los intelectuales y académicos, los cuales, aparte de la gran trascendencia alcanzada
en su rama de especialización, usan de modo ejemplar el idioma español, tanto el oral
como el escrito.
La norma culta se atiene, generalmente, a lo que en materia idiomática la Academia
Mexicana de la Lengua ha dispuesto para nuestro país. Las disposiciones comprenden
las reglas básicas de ortografía, de gramática y de lexicografía que esta autoridad fija
en sus publicaciones oficiales. En las dudas lingüísticas no resueltas del todo por la
Academia Mexicana de la Lengua o en los casos de controversia, el personal de la SFP
acudirá a la opinión de la Real Academia Española y a los modelos de redacción que
pueden apreciarse en las publicaciones de las instituciones nacionales más respetadas
por su rigor editorial: la Universidad Nacional Autónoma de México, el Fondo de Cultura
Económica y el Colegio de México.
Para la observancia de la regla general, el personal fiscalizador de la SFP seguirá de
manera obigatoria las políticas editoriales siguientes: rigor gramatical y ortográfico;
concisión; variedad léxica; precisión semántica, y orden conceptual.
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o de los enunciados (falta morfosintáctica, como el uso incorrecto del gerundio, por
ejemplo), y régimen preposicional impropio.
El anocoluto se refiere a un orden sintáctico general que resulta inconsecuente como
estructura de significado. El origen de la palabra es la voz griega anakólouthon, que
pasó a ser anacoluthon en lengua latina. Su significado es ‘que no sigue’; que es
inconsecuente. Denota una estructura gramatical que no lleva a ninguna parte, que
no puede entenderse, porque es por completo anómala. Por ejemplo, una oración
compuesta en la que se omitió la oración principal, o bien, una o varias de las oraciones
subordinadas, omisión que torna incomprensible.
Por lo común, un solecismo puede subsanarse mediante la corrección de estilo, dado
que el error se presenta como transgresión de una norma gramatical en específico
que no anula la estructura significativa del conjunto textual. En cambio, el anacoluto
la inutiliza por entero o la compromete en tal grado que la corrección de estilo llega a
ser insuficiente para consolidar la propiedad idiomática del texto en el entorno de la
norma culta.
2.5.2 Concisión
Los informes deberán orientarse a una redacción que haga el menor acopio de palabras.
Se evitarán los adjetivos ociosos, las frases redundantes, los largos preámbulos, la
duplicación de términos equivalentes, los rodeos, las construcciones perifrásticas
(secuencias de dos o tres palabras para decir lo que se puede decir con una palabra).
Por ejemplo: “llevar a cabo” en vez de “hacer, realizar, ejecutar, efectuar”, etcétera.
A continuación, se contrastan las dos formas de redacción:
31
cuando el adjetivo ‘obtenidos’ rige un complemento. Por ejemplo: “resultados
obtenidos en la auditoría” o “resultados obtenidos por el grupo auditor”.
En el segundo de los ejemplos sin concisión, resulta superflua la oración relativa (“que
permitan garantizar”), porque nos dice algo ya significado en el vocablo ‘control’; el
control supone la garantía de asegurar aquello que se busca controlar. Cuando se
quiere connotar una eficacia mayor de los mecanismos de control, lo recomendable
es añadir un adjetivo calificativo con gradación. Por ejemplo, “mecanismos de control
más rigurosos/idóneos/convenientes”.
Además, el adjetivo ‘vigente’ es innecesario porque el enunciado alude a las normas
en una situación presente; se refiere a normas vigentes en ese momento. Únicamente
cuando se quiera aludir a alguna normativa ya abrogada, se deberá especificar el
tiempo de su vigencia por medio del adjetivo ‘vigente’. Por ejemplo: “en cumplimiento
de la normativa vigente en 1998”; o bien, “de la normativa vigente en ese ejercicio”.
Como complemento de lo anterior, se presenta en un ejemplo un poco más extenso
otro contraste entre un texto escrito sin concisión y otro escrito con concisión, donde
es posible reconocer las supresiones realizadas:
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33
que interpretar la información. La redacción empleará palabras simples y comunes
cuyo significado sea el más idóneo en el entorno comunicativo de cada enunciado y
el aceptado por la lexicografía académica. Se evitarán las palabras inhabituales y las
de difícil comprensión a causa de su carácter abstracto o especializado, así como el
exceso de sinónimos y la falsa sinonimia, los latinismos y los extranjerismos, y todos
aquellos vocablos o frases que no agregan significado ni información debido a que
sirven esencialmente a un propósito retórico, el cual suele manifestarse mediante
palabras o locuciones que abren y unen párrafos o periodos oracionales sin simplificar
ni reforzar la comunicación sino al contrario, por pretender una elegancia que acaba
siendo fallida y opuesta a toda genuina elegancia.
En ese contexto, se prohíbe emplear las expresiones siguientes:
“antes descrita” y “anteriormente mencionadas”.
“es decir”, “dicho de otra manera”, “se puede decir que”, “esto es” y análogas.
“contemplar”, salvo cuando se busque la connotación de “mirar con detenimiento”.
“celebrar”, excepto para la connotación de “festejar”.
“a través” para hacer referencia a un medio o instrumento.
“estipular” para la noción de “mandar”.
“cumplimiento parcial” o “parcialmente”.
“apegar” en el contexto del acato a las leyes.
“aparecer” en el contexto de la creación o transformación de una entidad, dependencia
o programa.
“por otra parte” y “por otro lado”.
“como puede observarse”, “como ya se señaló”, “como ya se mencionó” y “en este
sentido”.
“atento(a)’’ para referirse a notas, oficios, memorandos y cualquier otro comunicado”.
“normatividad” respecto del conjunto de normas aplicables a una determinada materia
o actividad, en su lugar se usará “normativa”.
“posicionar” en cuanto a la posición, sitio o situación de alguien o algo.
“accesar” en los casos de entrar en un lugar o pasar a él o de tener acceso a una
situación, condición o grado superiores.
“conllevar” como sinónimo de conducir o llevar.
“considerar” cuando se haga referencia al verbo “incluir”.
“generar” como la causa, razón o motivo de que suceda algo.
“impacto” cuando se refiera a “repercusión”.
“tendiente” en el contexto de que tiende a algún fin.
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35
y la distribución de ésta. La clasificación consiste en agrupar conjuntos de objetos en
categorías y establecer el proceso lógico que tiende a ordenar la realidad basándose en
criterios cualitativos. Las categorías conceptuales son denominaciones abstractas que
se refieren a determinadas cualidades de elementos, y no a éstos directamente; por lo
que el criterio de categorización se determina con base en los factores que queremos
organizar en el proceso de clasificación, así como su designación de clases de grupos
de grados esenciales.
El universal conceptual, redactado a manera de introducción, contextualiza el tema
que se desarrollará y el lector obtiene una primera impresión sobre el asunto, de la
relevancia que éste tiene y de la pertinencia de los componentes que lo integran.
Ejemplo:
Auditoría de la distribución y comercialización de gasolinas y diésel.
Objetivo: Fiscalizar el cumplimiento del objetivo de contribuir a asegurar el abasto
de gasolinas y diésel en óptimas condiciones, mediante los servicios de transporte,
almacenamiento y comercialización de dichos petrolíferos.
Universal conceptual: El objetivo de Petróleos Mexicanos, como empresa productiva
del Estado es ser rentable, generar valor económico y contribuir a satisfacer la
demanda de gasolinas y diésel. El transporte y almacenamiento son responsabilidad
de Pemex Logística y la comercialización está a cargo de Pemex Transformación
Industrial, procesos en los cuales se presenta la problemática de insuficientes medios
para transportar, almacenar y distribuir los combustibles de manera eficiente y segura,
ante el incremento de la demanda, debido a la limitada disponibilidad financiera para
la ejecución de nuevos proyectos productivos; la infraestructura obsoleta, el mercado
ilícito de combustibles (tomas clandestinas), que repercuten en la rentabilidad de
dichas actividades. A fin de verificar el cumplimiento del objetivo y la atención del
problema público se revisaron tres hilos conductores: generación de valor económico,
infraestructura y eficiencia operativa.
En el primero, se evaluaron los costos de transporte y almacenamiento; la
comercialización; y el presupuesto programado y ejercido. En el segundo, se verificaron
los proyectos para la ampliación y modernización de la infraestructura de transporte y
almacenamiento; así como las tomas clandestinas. En el tercero, se revisó la utilización
de la capacidad de transporte y almacenamiento.
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3. PROBLEMARIO
37
3.2 Del uso de los verbos COMPROBAR, CORROBORAR, CONSTATAR,
VERIFICAR Y OBSERVAR
Son los verbos de mayor uso para expresar las acciones iniciales y finales de la actividad
fiscalizadora: la expresión de objetivos y resultados.
Acciones iniciales:
Expresión de objetivos: “La auditoría (la revisión, la visita, la inspeccción) tuvo como
objetivo comprobar que(...)”.
Acciones finales:
Expresión de resultados: “Con el análisis de las facturas, se comprobó que (...)”.
Verificar:
Comprobar o examinar la verdad de algo.
Realizar, efectuar. Ejemplo: Las elecciones se verificaron en marzo.
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se evitará el uso del verbo ‘observar’ con el significado de ‘revisar, analizar o examinar’
(no obstante que la primera y la cuarta de sus acepciones lo autorizarían); tampoco
deberá usarse con el significado de ‘comprobar, corroborar, constatar o verificar’, o
para indicar que se advirtió (tercera acepción) la contravención de un ordenamiento
o el hallazgo de una irregularidad, en el tramo de los resultados de la auditoría (no
obstante que su tercera acepción guarda sinonimia con esos cuatro verbos). Esta
restricción en el uso de ‘observar’ obedece al interés de reforzar en nuestros informes
y documentos el significado de cumplimiento (de observancia, precisamente) que su
segunda acepción evoca. De hecho, el uso común de este verbo en el ámbito de la
fiscalización ha cargado su semántica con tal sentido, y conviene no apartarse de esa
tendencia en la SFP.
Ejemplo para un caso de obligación normativa: “El personal de la entidad observó
(cumplió) los lineamientos correspondientes”.
3.3 Del uso de los tiempos verbales PRETÉRITO Y COPRETÉRITO DEL MODO
INDICATIVO
En la redacción de objetivos, el verbo de la oración principal debe conjugarse en
tiempo pretérito de indicativo porque expresa una acción concluida en el pasado. No
sabemos aún si los objetivos se consiguieron, pero sí sabemos que se establecieron en
un momento determinado; es decir, que consistieron en algo.
Al usar por error el tiempo copretérito (tiempo relativo que expresa una acción
inconclusa o abierta), sugerimos anticipadamente, sin haber realizado la revisión, que
los objetivos no llegaron a alcanzarse.
Forma incorrecta:
Los objetivos (las metas, los programas) eran (consistían, preveían, determinaban)...
39
Forma correcta:
Los objetivos (las metas, los programas) fueron (consistieron, previeron, determinaron)...
3.4 Del uso de los tiempos verbales PRETÉRITO DEL MODO INDICATIVO Y
PRETÉRITO DEL MODO SUBJUNTIVO
La acción del verbo en la oración subordinada se expresa en tiempo pretérito de
indicativo porque los hechos, actos y circunstancias a los que se alude en el informe
de auditoría ocurrieron realmente en el pasado, con independencia de la manera en
que se manifestaron, incluso si hubo omisión de obligaciones o contravención de
normas. Se debe ser concluyente: se cumplió (o se ejerció, etcétera) o no se cumplió.
No debe utilizarse el modo subjuntivo porque no se busca expresar duda. En todo
caso, el propósito fiscalizador queda significado por el verboide infinitivo (comprobar,
verificar, etcétera) con que se introduce la subordinación oracional.
Forma incorrecta:
“El objetivo de la auditoría consistió en comprobar que el presupuesto se hubiese
ejercido de acuerdo con...”.
Forma correcta:
“El objetivo de la auditoría consistió en comprobar (constatar, verificar) que el
presupuesto se ejerció de acuerdo con...”.
3.5 Del uso del tiempo verbal FUTURO DEL MODO SUBJUNTIVO
Cuando se necesite expresar duda en el tiempo futuro acerca de una acción que podría
o no ocurrir, se usará la forma del futuro de subjuntivo.
Forma incorrecta:
“En los términos que marca la ley, la entidad deberá aplicar las sanciones
correspondientes a la empresa contratista, en el caso de que ésta haya incurrido en
alguna contravención del contrato...”.
Forma correcta:
“En los términos que marca la ley, la entidad deberá aplicar las sanciones
correspondientes a la empresa contratista, en el caso de que ésta incurriere en alguna
contravención del contrato...”.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
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DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
41
aplicada por ‘Esta prestación’), sino que ella misma y por sí misma es lo aplicado.
La oración correcta es “Esta prestación laboral se aplica sólo en la Ciudad de México”.
Con el mismo criterio correctivo, han de evitarse expresiones como las siguientes:
No aplica. (Mejor: no se aplica, no aplicable, inaplicable, no procede, no procedente,
improcedente, no corresponde, no es pertinente). / La norma citada no aplica a la
tercera edad. (Mejor: La norma no se aplica a la tercera edad). / La sanción aplicó en
todos los casos. (Mejor: La sanción se aplicó en todos los casos). El mismo criterio debe
aplicar en el procedimiento de compra. (Mejor: El mismo criterio debe aplicarse en el
procedimiento de compra).
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
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de ‘haber’, el cual tendrá a su vez que ir en infinitivo. Por ejemplo: “Puede (no pueden)
haber más irregularidades. / Solía (no solían) haber pocas observaciones en ese rubro.
/ Debe (no deben) haber registros actualizados. / Va (no van) a haber reformas al
reglamento”.
La perífrasis de haber+haber sigue esa misma regla, con una importante particularidad:
el verbo auxiliar no adopta la forma ‘hay’, sino la forma normal de la tercera persona del
singular, ‘ha’. Por ejemplo: “Ha (no han) habido numerosas irregularidades”.
43
a que la AML ya recoge en la más reciente edición de su diccionario, como quinta
acepción de ‘impactar’, el significado (de causar repercusión) que se le da en el habla
popular, en las jergas profesionales y en los medios de comunicación.
No obstante, la norma culta no acaba de admitir este verbo con esa acepción.
La frecuencia de su uso, verdadero abuso, se juzga como muestra de pobreza e
impropiedad léxicas. El mismo criterio se sigue con el verbo ‘detonar’. Ciertamente,
las acepciones de ‘detonar’ no autorizan el uso de este verbo con el significado de ‘dar
impulso, dar comienzo a algo’, que es el que se pretende asignarle en la norma vulgar.
Véanse, a efectos de precisión, las acepciones de la palabra ’impactar’ que la AML
publica en su diccionario:
1. Choque de un proyectil o de otro objeto contra algo o alguien.
2. Huella o señal que deja un impacto.
3. Efecto de una fuerza aplicada bruscamente.
4. Golpe emocional producido por un acontecimiento o una noticia desconcertantes.
5. Efecto producido en la opinión pública por un acontecimiento, una disposición de la
autoridad, una noticia, una catástrofe, etc.
44
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Ejemplo:
“Un mecanismo [que permita] ahorrar tiempo”.
que ayude a
que contribuya a
útil para
idóneo para
ahorrador de
reductor de
economizador de
45
Una lista de objetivos y procedimientos que incluyen los mismos verbos indica pobreza
léxica o bien, que estamos incumpliendo con la política de economía expresiva, puesto
que la síntesis señala un mismo planteamiento.
En la redacción de los objetivos y procedimientos se recurrirá a verbos y expresiones
que den precisión y orienten sobre lo que se va a ejecutar. Se tomarán en cuenta
las recomendaciones siguientes: ser concretos, no redundar en frases largas y poco
claras; ser factibles, tomar en cuenta todos los aspectos involucrados en los trabajos:
alcance, tiempo, personal, etc.; identificar el abordaje del tema, el diseño cualitativo o
cuantitativo, y usar los verbos en infinitivo, para identificar de forma clara los resultados
esperados.
En la tabla siguiente se presenta un listado de verbos observables y medibles con
diferente nivel taxonómico que pueden usarse en función del nivel de objetivo general
o específico); de los alcances de una revisión; de los diferentes tipos de procedimientos
o pruebas, y de la relación entre éstos y el objetivo general de la auditoría o evaluación
de política pública.
46
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DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
47
3.12 Del uso de los verbos INFLUIR E INFLUENCIAR
‘Influir’ es un verbo irregular de procedencia latina (influĕre) que significa el hecho de
que una persona o cosa produzca ciertos efectos sobre otra. Desde el punto de vista
morfosintáctico, funciona principalmente como verbo intransitivo y marginalmente
como transitivo (en voz pasiva).
El uso más común y más aceptado por la norma culta es el de verbo intransitivo. En
esta construcción, no introduce un objeto directo para denotar que una persona o cosa
produce cierto efecto sobre otra. En lugar de ello, para expresar esa noción de efecto
de un ser sobre otro, el verbo ‘influir’ introduce un complemento por medio de las
preposiciones ‘en’ o ‘sobre’.
Ejemplos:
“La calidad de la información también puede influir sobre los resultados de la
investigación”.
“Los servicios que proporciona el Estado en áreas como la salud y la educación influyen
en cómo percibe el ciudadano la gestión pública”.
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El verbo ‘influir’ en su forma transitiva se reserva para la voz pasiva. Por ejemplo: “Los
resultados de auditoría son influidos por la calidad de la información”. Específicamente,
en esta forma transitiva en voz pasiva, el verbo ‘influenciar’ sí puede sustituir a ‘influir’.
Por ejemplo: “Los resultados de auditoría son influenciados por la calidad de la
información”. Sin embargo, el verbo preferido por la norma culta es ‘influir’.
49
número y persona. Con dependencia de la preposición con la que forma unidad, la
perífrasis adquiere matices matices significativos que pueden ser de obligación,
reiteración, duración, etc. Por su parte, el verbo principal, que aparece en una forma no
personal (infinitivo, gerundio o participio), aporta precisamente el significado principal.
Por ejemplo: “Tenemos que presentar el informe”.
Una perífrasis cuyo uso ocasiona numerosos errores es la perífrasis de obligación,
porque se asemeja a la perífrasis de probabilidad, la cual se muestra más adelante.
La perífrasis verbal de obligación se compone del verbo deber + verbo principal, unidos
sin necesidad de una preposición.
Ejemplo:
“La entidad deberá entregar la documentación en los términos de la ley. (Se expresa
obligación).
Ejemplo:
“El extravío de la documentación debió de ser la causa de que la entidad enterara el
impuesto en forma extemporánea. (Se expresa probabilidad).
NOTA: Salvo por las perífrasis verbales de obligación y probabilidad, cuya utilidad es
innegable, otras clases de perífrasis deberán sustituirse, en aras de la concisión, por su
equivalente en una sola palabra.
Ejemplos:
llevar a cabo / hacer, realizar, ejecutar, practicar, efectuar
realizar la revisión / revisar
no contar, no disponer / carecer
50
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También propicia cierta confusión el hecho de que los dos tipos de oración se basan en
verbos transitivos en tercera persona del singular, que adoptan una significación (pero
no la estructura) semejante a la voz pasiva (de ahí el nombre de pasiva refleja).
Recordemos la formación de la voz pasiva: “El ingeniero inspeccionó la obra (voz
activa). / “La obra fue inspeccionada por el ingeniero (voz pasiva)”. [El objeto directo (lo
inspeccionado: la obra) pasa a ser sujeto paciente (sujeto gramatical) y el sujeto activo
(el ingeniero) pasa a ser un complemento agente].
Como se indicó antes, el rasgo peculiar de la pasiva refleja y la impersonal es que se
parecen en su significación a la voz pasiva, pero no poseen la misma estructura: en la
pasiva refleja y la impersonal el verbo figura en voz activa y el sustantivo es su sujeto
gramatical, razón por la cual deben concordar en número. No debe olvidarse que en
la lengua española la concordancia del número del verbo siempre se establece con el
sujeto gramatical.
Por lo que toca al pronombre ‘se’, en esta clase de oraciones representa un sujeto
meramente nocional (“alguien” realiza la acción expresada por esta peculiar estructura
oracional).
Es preciso añadir que la oración impersonal también puede basarse en verbos
intransitivos, pero en ese caso no llega a haber confusión porque la pasiva refleja sólo
se basa en verbos transitivos).
“Se empleó una sola metodología”. (Verbo concuerda con el sustantivo en singular).
“Se emplearon diversas metodologías”. (Verbo concuerda en plural).
Oración impersonal:
“Se empleó a un solo especialista en detección de fraudes”.
“Se empleó a varios especialistas en detección de fraudes”.
51
preposición para introducirlo; mientras que en la impersonal el sustantivo se refiere a
persona y usa la preposición ‘a’ para introducirlo.
Ejemplo:
“La entidad incumplió el reglamento interno porque no conservó en resguardo y
custodia los documentos...”.
“La entidad cumplió el reglamento interno porque conservó en resguardo y custodia
los documentos...”.
La conjunción ‘porque’ encarna por antonomasia la causalidad eficiente (la causa
primera que produce un efecto). A continuación, para apoyar la variedad léxica, propia
de una redacción culta, se anotan como alternativas de escritura otros nexos cuasales
equivalentes de ‘porque’. El orden en que se despliegan, es decreciente, según el grado
de preferencia dispuesto por estos lineamientos:
ya que
puesto que
toda vez que
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
en razón de que
dado que
a causa de
en vista de que
por + infinitivo (‘haber’ para pretérito). Ej.: “por haber (por no haber) conservado...”
pues (más común en el contexto coloquial y literario). Ej.: “pues no se conservó...”
considerando que. Ej.: “Considerando que conservó”)
como (de carácter coloquial, antepuesto a la oración principal: “Como conservó”)
NOTA: La contracción ‘al’, formada de la preposición ‘a’+ el artículo definido ‘el’, posee
un significado temporal y, justamente por ello, oficia de conjunción para introducir
oraciones temporales. Por ejemplo: “Al llegar a casa, se echó a dormir” (¿Cuándo se
echó a dormir? Tiempo: al llegar a casa.) A menudo, el significado temporal de ‘al’
adquiere en estas oraciones una nota semántica de causalidad en la medida en que
se indica en ellas, por medio de ‘al’, cuándo la acción expresada por la oración principal
hace efectivo con plenitud su significado, casi como si la temporalidad se tornase en
causalidad. Siguiendo nuestro ejemplo, el significado se acomodaría así: “Se echó a
dormir porque llegó a casa”.
Con objeto de reforzar el peso semántico de la idea de causalidad en la enunciación de
los resultados de actos de fiscalización, en la redacción de los informes se usarán las
locuciones conjuntivas recogidas en la lista antes expuesta. Por consiguiente, si bien es
cierto que la oración subordinada introducida con la contracción ‘al’ no constituye una
forma gramaticalmente incorrecta, para la presentación de resultados deberá evitarse
su uso.
Forma incorrecta:
“Se firmó el convenio, quedando todos conformes. (La acción de quedar es posterior a
la firma)”.
“Se analizó el ejercicio de la partida, obteniendo los resultados siguientes”. (La acción
de obtener es posterior a la de analizar, no anterior ni simultánea).
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“La entidad no enteró el IVA a la SHCP, incumpliendo la norma”.
Forma correcta:
“Se firmó el convenio, con lo que todos quedaron conformes”.
“Se analizó el ejercicio de la partida y se obtuvieron los siguientes resultados”. (Se expresa
el carácter consecutivo de la acción de obtener mediante una oración coordinada).
El gerundio tampoco debe usarse con valor adjetival referido a un sustantivo. Este
error es muy frecuente, y su corrección es muy sencilla: la acción adjetiva expresada
incorrectamente con el gerundio debe convertirse en una oración de relativo o en un
adjetivo.
Forma incorrecta:
“La entidad entregó un sobre conteniendo los documentos comprobatorios”.
Forma correcta:
“La entidad entregó un sobre que contenía (oración de relativo) los documentos
comprobatorios”.
“La entidad entregó un expediente constante (adjetivo [que consta]) de 154 fojas”.
NOTA: Importa señalar que el uso excesivo del gerundio, inclusive cuando es
gramaticalmente correcto porque se utiliza con valor adverbial de modo, vuelve
morosos y pesados los periodos oracionales.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
En conclusión, las palabras ‘previo’ y ‘posterior’ son adjetivos, no adverbios de tiempo (los
cuales son ‘previamente’ y ‘posteriormente’). Por ello resultan impropias las locuciones
‘previo a’ para significar ‘antes de’ y ‘posterior a’ para significar ‘después de’).
55
3.19 Del uso de los ADJETIVOS COMPARATIVOS MAYOR/MENOR Y SUPERIOR/
INFERIOR
Un error idiomático muy difundido consiste en emplear la preposición ‘a’ después de
los adjetivos comparativos ‘mayor’ y ‘menor’ para introducir el segundo término de una
comparación. Por ejemplo, “El número de auditorías fue mayor al (número) alcanzado
el año anterior”; cuando debió escribirse: “El número de auditorías fue mayor que el
(número) alcanzado el año anterior”.
Este error resulta del cruce semántico de ‘mayor’ y menor’ con ‘superior’ e ‘inferior’.
Estos últimos adjetivos introducen mediante la preposición ‘a’ el segundo término
de la comparación; eso explica que se suscite confusión y se use impropiamente ‘a’
después de ‘mayor’ y ‘menor’.
En resumen: los adjetivos comparativos ‘mayor’ y ‘menor’ introducen el segundo
término de comparación mediante la conjunción ‘que’. En cambio, superior e inferior
se escriben antes de ‘a’.
Ejemplos:
“El gasto ejercido fue mayor que el presupuestado”.
“El índice de natalidad fue menor que el previsto”.
“El número de derechohabientes atendidos fue superior al estimado”.
“En el segundo semestre la demanda fue inferior a la registrada en el primer semestre”.
Ejemplos:
“Las actividades se desarrollaron hasta [antes de] agosto”. (Después de agosto dejaron
de desarrollarse).
“La entidad no enteró el ISR hasta [antes de] el final del ejercicio”. (Enteró el ISR después
del final del ejercicio).
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
Ejemplo:
“La entidad enteró el ISR hasta [antes de] el final del ejercicio”. (Entonces, no lo enteró
extemporáneamente; lo enteró en tiempo. Se quiso expresar el incumplimiento por
causa de un entero extemporáneo, pero se expresó exactamente lo contrario por haber
omitido la negación en la oración que precede a la preposición ‘hasta’).
Cuando en la redacción de un informe de fiscalización se necesite señalar mediante
la preposición ‘hasta [que]’ una omisión o un incumplimiento referidos a un plazo,
deberá cuidarse que la oración principal, a la que sigue la temporal regida con ‘hasta’,
incluya el adverbio ‘no’ al lado del verbo. De no hacerlo así, se incurrirá en un grave error
porque se estará expresando la idea opuesta a la deseada, según se pudo observar en el
último ejemplo.
57
Con el fin de uniformar el uso de la inicial mayúscula en la presentación de informes de
auditoría, será política de la SFP escribir con letra mayúscula los sustantivos y adjetivos
de las denominaciones tanto de instituciones como de cargos y leyes, siempre y
cuando se enuncien en su forma completa y singular, ya sea la indicada por la ley o por
el uso oficial en el servicio público. En cambio, cuando estas denominaciones figuren
en forma incompleta, se escribirán con minúscula.
Se considerarán formas completas singulares los nombres cortos de los más importantes
cargos y dignidades. Por consiguiente, se escribirán con mayúsculas iníciales, como se
indica en la lista siguiente:
Presidente / Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Presidente de la República / Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Secretario de [X…] / Secretario de X...
Forma incorrecta:
“Estas políticas deberán ser difundidas por los Directores Generales”.
Forma correcta:
“Estas políticas deberán ser difundidas por los directores generales”.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
DE FISCALIZACIÓN Y DOCUMENTOS AFINES
Forma incorrecta:
“Presentaron el informe de actividades los Directores Generales de Administración,
de Finanzas y de Sistemas”.
Forma correcta:
“Presentaron el informe de actividades los directores generales de Administración,
de Finanzas y de Sistemas”.
Se puede ver, en este último ejemplo, que delante del nombre de cada dirección
se mantuvo la preposición ‘de’, con el propósito de separar los tres términos y no suge-
rir que se trata de una misma dirección que comprende tres rubros de actividad.
Sin embargo, se recomienda que en la mención de varios cargos o instancias se utilice
una construcción sucesiva en singular, para no incurrir en expresiones ambiguas como
la del ejemplo anterior.
Ejemplo:
“Presentaron el informe de actividades el Director General de Administración,
el Director General de Finanzas y el Director General de Sistemas”.
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Entidad de Fiscalización Superior
Órgano de Fiscalización Superior
Entidad de Fiscalización Local
Por ejemplo:
“El grupo auditor, solicitó la documentación necesaria para soportar las operaciones”.
Por lo regular, la inclusión de comas en el sujeto de una oración simple para separar
los componentes de una enumeración no suele causar confusión, pues el último
elemento de la enumeración no va seguido de una coma sino precedido de la
conjunción ‘y/e’ (cuando se indica relación copulativa) o la conjunción ‘o/u’ (cuando
se indica relación optativa).
Ejemplos:
“El objetivo, el alcance y el dictamen son apartados básicos del informe de fiscalización”.
“El director general, el director de área o el subdirector son los funcionarios facultados
para presidir la sesión del comité”.
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LINEAMIENTOS PARA LA REDACCIÓN DE INFORMES
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Ejemplo: “El grupo auditor, junto con el Director General de Administración, practicó la
visita de inspección en la obra”.
Ejemplo:
“Quien presentó la mejor cotización, obtuvo el contrato”.
EXCEPCIÓN: Con el verbo ‘ser’ o ‘estar’ como verbo principal, no debe escribirse coma
entre la oración de sujeto y el verbo de la oración principal.
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Ejemplo:
“Quien obtuvo el contrato fue quien presentó la mejor cotización”.
Cuando el elemento inserto es una oración de relativo, la coma que figura antes del
núcleo verbal de la oración principal, no debe suprimirse. Esto es causa de que, como
se dijo, no está separando el sujeto (‘El grupo auditor’) del núcleo verbal sino que su
función consiste en cerrar el tramo intercalar abierto por la oración subordinada de
relativo. Por tanto, desde la perspectiva sintáctica, esa coma no está separando el
sujeto del predicado, aunque gráficamente aparezca entre ambos. Sólo existe un error
de puntuación cuando se separa sintácticamente el sujeto del predicado.
Ejemplo:
“El grupo auditor, el cual encontró diversas inconsistencias en las compras realizadas,
solicitó la documentación necesaria para soportar las operaciones”.
Ejemplo:
“El grupo auditor solicitó, una copia del reglamento interior de la entidad”.
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La mecánica que siguen las excepciones a esta regla, opera de modo semejante a
las excepciones de la regla de no escribir coma entre sujeto y predicado. De suerte
que se pondrá coma entre verbo y objeto directo cuando entre ambos se inserte, en
anteposición, un objeto indirecto, un complemento circunstancial o un adverbio de
lugar, tiempo o modo; o bien, un complemento de instrumento o compañía. La coma
de cierre del tramo inserto quedará colocada entre el verbo y su objeto directo.
Ejemplo:
“El grupo auditor solicitó, mediante un oficio, una copia del reglamento interior de la
entidad”.
Ejemplos:
“En la reunión de entidades de fiscalización había representantes de: Veracruz,
Zacatecas, Chiapas y Sonora”.
En los dos ejemplos, deben suprimirse los dos puntos. Asimismo, según el mismo
principio morfosintáctico de no romper la unidad de una estructura dada, tampoco
deben usarse los dos puntos entre verbo y objeto directo. Por ello, en los ejemplos
siguientes deben suprimirse los dos puntos.
Ejemplos:
“El programa comprende: 57 auditorías, 32 visitas de inspección y 17 verificaciones”.
NOTA. Exclusivamente para el caso de los dos puntos entre verbo y objeto directo, las
autoridades aprueban su uso con la condición de que se incorpore después del verbo
y antes de los dos puntos, un elemento anticipatorio que impida romper la unidad
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formada por el verbo y el objeto directo. Este elemento anticipatorio pueden integrarlo
locuciones tales como ‘lo siguiente’, ‘los siguientes’, ‘a saber’, adaptándolas de acuerdo
con el contexto.
Ejemplo:
“El programa comprende lo siguiente: 57 auditorías, 32 visitas de inspección y 17
verificaciones”.
Forma incorrecta:
Se promovieron ocho acciones: 5 recomendaciones, 2 solicitudes de intervención del
Órgano Interno de Control y una solicitud de aclaración.
Forma correcta:
Se promovieron ocho acciones: cinco recomendaciones, dos solicitudes de intervención
del Órgano Interno de Control y una solicitud de aclaración.
Cuando en la serie figure por lo menos un número superior a 9, todos los elementos
deberán escribirse con número arábigo.
Forma incorrecta:
Se promovieron 11 acciones: siete recomendaciones, tres solicitudes de intervención
del Órgano Interno de Control y una solicitud de aclaración.
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Forma correcta:
Se promovieron 11 acciones: 7 recomendaciones, 3 solicitudes de intervención del
Órgano Interno de Control y 1 solicitud de aclaración.
En todos los demás casos: delante de una unidad de medida, para expresar un
porcentaje, como parte de un nombre, en fechas, en referencia de páginas, etcétera, se
escribirán los números con cifras y nunca con letra.
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NOTA METODOLÓGICA NÚMERO SEIS
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